35- La Oración Científica

LA ORACIÓN ES EL MÁS SIMPLE Y EFICAZ CANAL PARA CONECTARNOS DIRECTAMENTE CON LA TOTALIDAD O DIOS, EN SU ASPECTO CÓSMICO O PERSONAL, SEGÚN LA CONCENTRACIÓN DE NUESTRA IMAGINACIÓN Y DEVOCIÓN. DURANTE LA EVOLUCIÓN DE LA MISMA, EL ALMA PROPIA SE SINTONIZA CON EL ESPÍRITU OMNIPOTENTE Y NUESTRAS SUPLICAS ADQUIEREN PODER PARA TRANSFORMAR LA REALIDAD. NO EXISTE LÍMITE FÍSICO A LO QUE PUEDE HACERSE MEDIANTE LA PLEGARIA SINCERA CUANDO CONCENTRAMOS TODA LA FUERZA DE NUESTRA VOLUNTAD Y ELEVAMOS EL TONO DE LA ENERGÍA PRÁNICA QUE VIBRA EN NUESTRO INTERIOR Y POR EL AMBIENTE A NUESTRO ALREDEDOR. ASÍ TODA ENFERMEDAD PUEDE DISOLVERSE EN RENOVADA SALUD, LA GUERRA EN PAZ, EL ODIO EN AMOR Y LAS CATÁSTROFES MEDIOAMBIENTALES APACIGUARSE. CUANDO A LA ORACIÓN SUMAMOS LA TÉCNICA DE CONCENTRACIÓN MENTAL DEL SAMYAMA, QUE CONSISTE EN EL FLUJO ININTERRUMPIDO DE UN MISMO PENSAMIENTO SOBRE UN ÚNICO OBJETO DURANTE UN MÍNIMO DE 30 MINUTOS, SE DESHACEN TODOS LOS IMPOSIBLES.
LA FUERZA DEL ESPÍRITU PUEDE TRANSFIGURAR LA REALIDAD. ME TOCÓ EXPERIMENTAR UN CASO EN EL CUAL EN MEDITACIÓN CONTACTÉ LA MENTE DE UN TERRORISTA QUE PLANEABA SECUESTRAR UN AVIÓN. NOTÉ QUE ESTABA OBSESIONADO POR FUERZAS ESPIRITUALES INFERIORES Y ME CONCENTRÉ PARA LIBERARLO DE ELLAS. AL DÍA SIGUIENTE, POR LAS NOTICIAS, DIJERON QUE UN HOMBRE HABÍA INTENTADO SECUESTRAR UNA AERONAVE, PERO QUE LUEGO SE ARREPINTIÓ Y SE ENTREGÓ SIN RESISTENCIA, BAJANDO EL ARMA. MI MADRE TENÍA ESE VUELO, PERO A ÚLTIMO MOMENTO LO CAMBIÓ… TAMBIÉN EN ESTADO SUPERCONSCIENTE ME PRESENTÉ ANTE EL AYATOLLAH KHOEIMENI Y LE PEDÍ POR LA PAZ, ÉL, AL DÍA SIGUIENTE, HIZO CESAR LA SANGRIENTA GUERRA CONTRA IRAK. HE ORADO POR TERCEROS PARA QUE TUVIERAN LA VISIÓN DE DIOS Y HAN RECIBIDO SU GRACIA. DE MODO QUE EXISTE UN PODER INTERNO EN LA NATURALEZA HUMANA Y FUNCIONA. PERO NO PODEMOS HACER TODO LO QUE DESEEMOS, EXISTEN LIMITACIONES KÁRMICAS DISPUESTAS POR LA LEY DE CAUSA Y EFECTO EN ALGUNOS CASOS Y POR LA INTELIGENCIA CÓSMICA EN OTROS.
Budjo Maitreya
Padre Celestial, Madre Divina, Bienamado Dios. Krishna, Moisés, Buda, Jesucristo, Babaji, Alhá, ángeles, santos y sabios de todas las religiones, todos son parte de nuestro verdadero Ser, porque Una es nuestra alma en Dios. Que vuestro universal amor ilumine siempre el corazón de nuestra sincera devoción y mediante vuestra continua bendición seamos capaces de despertar este mismo amor en todos los corazones.
Dios Absoluto y Omnipotente, Tú estás presente en todo, nada existe sin Tu voluntad. Yo soy Tu directa manifestación. Tú estás en mí. Manifiesta toda Tu Conciencia, Existencia y Dicha en mi cuerpo, mente y espíritu.
La meditación nos conecta con la infinita potencia de la existencia de Dios, mientras que la oración es el método eficaz para la extracción simple de su omnipotencia y lograr en el plano de la realidad expresar la Ley de los Milagros. Jesús nos enseñó que no debemos orar como extraños ante el Señor, sino como sus más amados hijos, y como tales con total potestad para modificar la naturaleza de los hechos.
Nuestra concentración debe ser tal que elimine en sí toda duda. La fe en la futura materialización del pedido tiene que alcanzar total convencimiento. Debe repetirse la afirmación en forma mental silenciosa, hasta que impregne el subconsciente y desde allí se expanda hacia el superconsciente, visualizando aquello que deseamos materializar.
La oración debe formularse en tiempo presente. Al realizarla, debemos focalizar nuestra concentración en el entrecejo, foco de la conciencia espiritual. Debemos eliminar todo pensamiento negativo y reemplazarlo por su opuesto positivo y emitir ondas de paz y bienestar en beneficio de todos los seres, procurando reemplazar con amor el sentimiento de odio hacia las personas que más rechazamos.
Aprender a orar es tan importante como aprender a respirar. Si no usamos correctamente la técnica, nos veremos privados del acceso al uso ilimitado del Poder Divino para atender los distintos desafíos de nuestra vida, así como para ayudar a terceros. El método es simple, primero hay que amar a Dios por encima de todo y saber concentrarnos y sostener una diaria rutina de meditación para sintonizar nuestra alma con el Infinito.
Si nuestros deseos son para bien de todos y para nuestro bien, Dios nos los concederá. Es posible que primero quiera ponernos a prueba, pero si gozamos de los méritos suficientes finalmente nos dará lo pedido. Si algún deseo no es obtenido, es posible que se deba a nuestra negligencia o porque oculte un daño para nuestra persona y el Señor evita así que se materialice. Meditando y preguntando directamente a Dios, vendrán todas las respuestas. Él además de nuestro Padre, es nuestro más fiel amigo. Aprendiendo a silenciar la mente, podemos lograr escucharlo y permanecer en contacto íntimo con Él.
Los pensamientos son vibraciones de energía, cuando están enfocados en Dios, están recargados por el Verbo Divino. Las afirmaciones positivas son buenas, pero carecen del poder divino. La oración impregna de omnipotencia nuestros más justos deseos y si lo merecemos, se convierten en realidad. Si pedimos con fe, Dios siempre está presente y nuestra necesidad será concedida. Al orar debemos enfocarnos en:
1. tiempo presente,
2. pedir con precisión y
3. sostener el pensamiento en fase positiva.
4. Es la regla de las 3 P.
Una forma de Afirmación Positiva es la Oración Trascendental. Es aquella propiedad de concentración de la mente, que despierta los poderes superiores del Espíritu, obteniendo por respuesta la concesión del pedido.
Un planeta y su civilización inteligente serán tan avanzados como sea el número de sujetos que puedan contactar a la Superior Inteligencia de la Creación.
Un método simple y eficaz para esto es la oración, la concentración del pensamiento y la emoción para recibir la Gracia del Señor. ¿En qué consiste? En la unión o contacto de la voluntad individual con la voluntad de Dios en nosotros mismos.
¿Es esto real y eficazmente posible? Abundan confirmaciones de que sí lo es. Aprender a orar es por tanto, poner en contacto y ampliar la propia voluntad hacia la Voluntad Todopoderosa, el fin de todo obstáculo material y espiritual. Sintonizarnos con la Conciencia Cósmica.
Ahora ¿sabemos orar? Como toda acción es una técnica y, dada su importancia, debemos cerciorarnos de contar con la instrucción precisa.
Cuando la salud se nos pierde acudimos a Dios como el último remedio y refugio. Y hacemos igual con nuestras necesidades económicas. Cuando hemos agotado todos nuestros recursos, apelamos al poder de Dios para restaurar nuestra salud y prosperidad perdida.
Todos pensamos que nuestros problemas son más pesados y graves que los del prójimo. Y de acuerdo a nuestro poder mental, podemos mover una cantidad diferente de energía para poder superar uno a uno nuestros problemas.
Pero, a veces, esta fuerza interna flaquea y se muestra impotente para superar la prueba. Probamos cambiar las condiciones del medio ambiente y también fracasamos. Sin embargo, al pensar con la concentración suficiente en la raíz de todos nuestros problemas, encontramos que el cambio debe darse en el interior.
Las Sagradas Escrituras dicen que estamos hechos a imagen y semejanza de Dios. Si podemos elevar y poner a tono nuestra voluntad interior con la de Dios, podemos ordenar a la tormenta de nuestras dificultades deshacerse, y seremos fielmente obedecidos. La forma de poder ordenar en comunión con Dios es la Oración Trascendental.
Pero, debemos pedir en la misma medida de nuestras posibilidades, realizaciones posibles dentro del contexto de nuestra realidad, realizaciones potencialmente posibles y dentro del nivel de nuestras comprobaciones por experiencias en Oración Eficaz.
El Alma y Dios son un mismo y Único Espíritu, si podemos concentrar la mente y contactar nuestra Alma, estaremos en presencia de Dios. Si disolvemos nuestros pensamientos en Él, nuestra oración dejará de pertenecernos y vibrará con la misma esencia y presencia de Dios.
La fuerza de nuestra voluntad dispersa en millones de pensamientos subconscientes, puede concentrarse en un solo pensamiento mediante el poder de la Oración Eficaz y profunda e identificar todo pedido con Dios. La voluntad es el cable que nos conecta directamente con Dios. Y debemos poder sentir que la oración tiene el poder de cumplirse cuando se sintoniza con el poder de Dios.
Si además, reforzamos la oración con los pensamientos y las acciones constructivas y positivas, el objeto de nuestro deseo acabará cumpliéndose. Si uno genera una voluntad constante, atrae el objeto deseado. Este es el secreto de todo atleta y genio, la voluntad constante, que les permite superar toda limitación.
Mediante el ejercicio de la propia voluntad debemos hacer desaparecer todo pensamiento “no puedo”. Para desarrollar la voluntad hay que empezar a dar pasos de bebé con la meta fija en las Olimpíadas. Las creencias no ayudan en la oración profunda, sí la experiencia que proviene de la percepción directa de la Realidad Tal Cual Es.
El método o técnica que usaba Jesús para sus milagros y que enseñó a sus discípulos, consistía en la oración profunda. Antes de cada milagro Jesús abría su corazón a nuestro Padre y pedía Su bendición. Y Dios siempre le respondía. Mediante la Oración Eficaz, Jesús conocía íntimamente a nuestro Padre y obtenía inmediata respuesta, porque su fe en Él era completa. No dudaba.
Todos podemos alcanzar un poder semejante de la oración si la practicamos como Jesús nos enseñó y al mismo tiempo nos esforzamos en ser libres de pecado. Y debemos recordar que el método que nos aconsejó Jesús fue amar a Dios por encima de todo y de todas las cosas y, amarnos los unos a los otros.
Si no apoyamos nuestra oración en estos dos mandamientos esenciales, mediante nuestras acciones, pensamientos, palabras y vida, no podremos despertar en nosotros el mismo potencial que existía en Jesús.
Si Dios no es esencial para nosotros, no lo podremos alcanzar en oración, por más intensa que esta sea, y si no aprendemos a perdonar a nuestros hermanos, Dios que es todo amor, no se nos acercará si estamos sobrecargados por la oscura emoción del odio.

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