Cuando lo común no deja de ser trágico
Por RG
Mar del Plata, 1997 — Cuatro jóvenes murieron asfixiados en un departamento debido a una fuga de gas. El hecho, aunque no inusual en la estadística local, causó gran conmoción por la corta edad de las víctimas y porque sucedió en un barrio densamente poblado.
La investigación forense determinó que las muertes se debieron a asfixia por inhalación de monóxido de carbono. El trágico episodio dejó en evidencia lo que las autoridades y vecinos reconocen como un problema recurrente: instalaciones de gas domiciliarias en mal estado, falta de mantenimiento y escasos controles preventivos.
Reacción y búsqueda de soluciones
El gerente regional de Camuzzi Gas Pampeana, Rubén Ruggiero, anunció junto con la Municipalidad un plan para implementar inspecciones obligatorias de las instalaciones en Mar del Plata, especialmente en edificios con más de 20 años de antigüedad. Reconoció que la ciudad es “atípica” por la gran cantidad de construcciones antiguas y por la forma en que se urbanizó.
El proyecto incluía visitas programadas y protocolos de revisión para detectar pérdidas, cañerías deterioradas y artefactos defectuosos. También se buscaba coordinar esfuerzos con la Defensoría del Pueblo y el Banco Provincia para financiar reparaciones en hogares vulnerables.
Factores de riesgo
El artículo subraya que gran parte del parque edilicio fue construido antes de que existieran normativas modernas de seguridad en instalaciones de gas. También alerta que muchos departamentos fueron modificados o subdivididos sin controles técnicos, aumentando el riesgo.
La combinación de instalaciones envejecidas, falta de controles periódicos y desconocimiento de los usuarios genera una situación donde tragedias como esta se repiten periódicamente.
Contexto social y cultural
El título “Cuando lo común no deja de ser trágico” apunta a una paradoja: que algo frecuente y previsible —como intoxicaciones por monóxido de carbono— siga ocurriendo, naturalizado en la percepción pública, pero con consecuencias mortales.
En la misma nota, se hace un llamado a que las víctimas no sean olvidadas y que estas tragedias sirvan para modificar la cultura de mantenimiento y control, tanto en el ámbito privado como en la gestión pública.
✍️ Roberto Gomes (ex jefe de redacción diario El Atlántico MDQ)
Arquitecto, periodista, ambientalista, activador de conciencia urbana.
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