Crisis Sanitaria en Mar del Plata: Más de 300 personas intoxicadas
Por RG
El caso que puso en alerta al turismo y a la salud pública en plena temporada
Mar del Plata, 13 de febrero de 1988 — En medio de una de las temporadas turísticas más intensas de la ciudad, un brote masivo de intoxicaciones sacudió la tranquilidad de hoteles, hospitales y balnearios.
Alrededor de 300 personas, entre turistas y trabajadores, fueron afectadas por un cuadro agudo de vómitos, diarrea, dolores abdominales y fiebre, síntomas compatibles con una grave infección alimentaria.
El epicentro: hoteles y contingentes turísticos
Los primeros casos se registraron en el Hotel Europa, donde una gran parte de los huéspedes —en su mayoría provenientes de Tucumán— comenzó a manifestar síntomas pocas horas después de una comida servida por el establecimiento.
El cuadro se propagó rápidamente a otros hoteles que compartían servicios de catering o cadena de suministros.
Fuentes médicas señalaron que la causa probable era la contaminación con salmonella en algún alimento perecedero, posiblemente huevos o productos lácteos mal conservados, agravada por las altas temperaturas del verano.
Atención desbordada y derivaciones
El Hospital Interzonal recibió la mayor cantidad de pacientes, obligando a derivar casos a otros centros de salud de la ciudad y localidades cercanas.
Médicos y enfermeros trabajaron contra reloj, mientras se improvisaban salas de atención de emergencia para contener la situación.
La saturación hospitalaria reveló falencias estructurales en el sistema de salud, especialmente en protocolos de respuesta rápida para eventos masivos de intoxicación.
Discrepancias oficiales
Mientras las estimaciones periodísticas hablaban de más de 300 afectados, las autoridades sanitarias locales —como el doctor Calabrese— minimizaron la cifra oficial a 45 casos confirmados.
Esta diferencia alimentó un debate sobre la transparencia de la información y la necesidad de protocolos claros de comunicación en crisis sanitarias.
El impacto en la imagen turística
La noticia recorrió rápidamente medios nacionales, afectando la imagen de Mar del Plata como destino seguro.
Para una ciudad que depende en gran parte del turismo estival, el episodio puso en evidencia la importancia de controles bromatológicos estrictos, cadenas de frío confiables y capacitación en manipulación de alimentos para todo el personal hotelero y gastronómico.
Historia repetida
Este no era el primer incidente de este tipo: la crónica recordaba un episodio similar ocurrido un año antes, lo que reforzaba la necesidad urgente de medidas preventivas sostenidas y no solo reactivas.
✍️ Roberto Gomes (ex jefe de redacción diario El Atlántico MDQ)
Arquitecto, periodista, ambientalista, activador de conciencia urbana.
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