Armados hasta los dientes — miedo, armas y una policía en debate (Mar del Plata, 1990)

Armados hasta los dientes — miedo, armas y una policía en debate (Mar del Plata, 1990)

Por RG

La página retrata una escena de época: una ciudad asustada que, ante la ola delictiva, empieza a responder por cuenta propia. Las armas cortas se venden como pan caliente, el Tiro Federal ve clases llenas (ya no solo varones: también esposas e hijos) y el discurso cotidiano se desplaza del “que venga la policía” al “yo me cuido”.

Del otro lado del mostrador, los ladrones se profesionalizan. La crónica describe bandas que operan con vehículos de apoyo y armas más potentes y livianas, capaces de imponer fuego y retirada rápida. Comercios y viviendas multiplican rejas, alarmas y perros, y los barrios piden “algo más que patrullajes esporádicos”.

Conmoción en las filas policiales

El texto cuenta tensiones internas en la fuerza: falta de móviles y combustible, salarios bajos, licencias demoradas, pases de destino que desarman equipos y moral a la baja. La policía pide respaldo político y recursos; los vecinos piden resultados.

¿Policía municipal? La disputa provincial

La propuesta de crear policías municipales ingresa al debate público y divide aguas. Referentes rurales —con Salvador Fazio a la cabeza— advierten sobre:

  • Doble estructura y superposición con la Policía Bonaerense.
  • Presupuestos municipales ya tensos: “¿con qué se equipa y se sostiene?”.
  • Riesgo político de que la seguridad quede atada a ciclos electorales locales.

Los promotores replican que la cercanía con el vecino permitiría prevención barrial, respuesta rápida y gestión de datos a escala ciudad.

“Buscan soluciones”: lo urgente y lo estructural

Entre acusaciones y diagnósticos, la página enumera salidas. Traducidas a 2025 siguen siendo un mapa útil:

  1. Prevención visible y constante
    1. Patrullajes planificados por mapa del delito (franjas horarias, modus operandi).
    1. Iluminación, poda, apertura de líneas de visión y cámaras donde la estadística manda, no por presión coyuntural.
  2. Policía con herramientas
    1. Móviles operativos, combustible asegurado y radio única interoperable.
    1. Formación continua en primer respondiente, tiro responsable, uso proporcional de la fuerza y desescalamiento.
  3. Inteligencia e investigación
    1. Equipos mixtos (provincial, fiscalías, municipios) para cortar bandas, no solo “levantar actas”.
    1. Laboratorio de datos que cruce denuncias, detenciones, armas incautadas y rutas de fuga.
  4. Comunidad organizada
    1. Foros vecinales con calendario público; buzones de denuncia anónima; devolución de resultados cada 30 días.
    1. Programas de comercio seguro (cierres escalonados, botones de alerta, custodia en depósitos).
  5. Armas: responsabilidad civil
    1. Controles estrictos a la venta; registro y custodia en el hogar; cursos obligatorios de seguridad y almacenamiento.
    1. Campañas para desalentar la escalada privada: más armas no siempre significan más seguridad.
  6. Discusión institucional honesta
    1. Si se evalúa una policía municipal: ley marco provincial, financiamiento específico, controles externos, carrera profesional y mando operativo claro con la Bonaerense para evitar zonas grises.

Cierre

Armados hasta los dientes” no es solo una frase; es la foto de una comunidad que siente que el Estado llegó tarde. La nota entiende el reflejo defensivo, pero advierte el riesgo: la seguridad no se terceriza al ciudadano. Se construye —y se exige— con plan, recursos, coordinación y rendición de cuentas. Solo así el vecino vuelve a bajar la guardia… y la ciudad, la tasa de delito.

✍️ Roberto Gomes (ex jefe de redacción diario El Atlántico MDQ)

Arquitecto, periodista, ambientalista, activador de conciencia urbana.

A Better World, Now Possible!

EcoBuddha Maitreya

©2025. All rights reserved. Conditions for publication of Maitreya Press notes

Deja un comentario