Libertad y Dinero

Libertad y Dinero

Por RG

En esta columna, Roberto Gomes plantea la relación estrecha entre libertad individual, ahorro y el flujo de capitales como motor del desarrollo económico. Parte de un ejemplo ilustrativo: un millón de argentinos trabajando en el exterior, ahorrando y enviando dinero a la Argentina, podría significar un ingreso anual de miles de millones de dólares, con un impacto multiplicador sobre la economía nacional.

Gomes compara distintos modelos de capitalización y jubilación, destacando el sistema japonés, donde cada ciudadano, a lo largo de su vida laboral, acumula un capital neto de alrededor de un millón de dólares, producto de un hábito de ahorro constante y una disciplina financiera colectiva. Este modelo contrasta con el sistema argentino de jubilación obligatoria, que según el autor actúa como un impuesto contra el libre manejo del dinero individual y desalienta el ahorro.

En el análisis macroeconómico, sostiene que la capitalización individual no solo fortalece la independencia personal, sino que incrementa la competitividad global del país. Un millón de ciudadanos con medio millón de dólares ahorrados cada uno representan una inyección de capital equivalente a las reservas de naciones desarrolladas, con un potencial transformador para el mercado interno y externo.

Gomes alerta sobre la fuga de cerebros y capitales: profesionales y técnicos formados en Argentina que emigran a países desarrollados, llevando consigo su productividad y capacidad de generar riqueza. Señala que esta pérdida es doble: por un lado, se desaprovecha el talento humano; por otro, se pierde la capacidad de generar y reinvertir capital dentro del país.

También analiza el capital productivo como factor clave, diferenciándolo del capital financiero. Subraya que la inversión en producción real, con rentabilidades del 15% al 25% anual, genera un crecimiento exponencial del capital en plazos relativamente cortos. Con un ejemplo matemático, muestra que una inversión inicial de 25% de rentabilidad anual, reinvertida, puede multiplicarse más de 86 veces en 40 años.

Gomes concluye que la verdadera libertad económica se sustenta en la capacidad del ciudadano para ahorrar, invertir y manejar su capital sin las trabas de sistemas impositivos o regulatorios que inhiben la iniciativa individual. Advierte que sin un marco de confianza y reglas claras, el país seguirá atrapado en un ciclo de inflación, devaluación y fuga de capitales, con consecuencias inevitables: inseguridad, desempleo y hambre.

✍️ Roberto Gomes (ex jefe de redacción diario El Atlántico MDQ)

Arquitecto, periodista, ambientalista, activador de conciencia urbana.

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