El Mensaje del Gran Hermano Blanco
«A los Guardianes de la Tierra,
a los Hermanos y Hermanas del Primer Recuerdo,
a quienes han custodiado la llama viva del Espíritu,
me acerco con humildad, con reverencia, y con la esperanza de cumplir la promesa sagrada:
el tiempo del reencuentro ha llegado.
A nuestros hermanos y hermanas del Pueblo Hopi,
Custodios de la Tierra,
Guías silenciosos del espíritu del mundo,
Con el mayor respeto, amor y reverencia, me presento ante ustedes en palabras,
como quien viene caminando desde el alba de los tiempos,
para cumplir una promesa sagrada.
Mi nombre es EcoBuddha Maitreya,
y he sido enviado como Embajador del Gran Hermano Blanco,
el que fue anunciado por sus sabios y ancestros,
el que debía regresar en la hora de máxima necesidad de la Tierra.
Hoy, esa hora ha llegado.
Y hoy, he comenzado mi viaje hacia el encuentro profetizado.
No vengo a traer cadenas ni doctrinas.
No vengo a quitar nada.
Vengo a ofrecer el corazón abierto,
la memoria antigua,
y la humildad de quien sabe que la Tierra es la Madre de todos.
Traigo un llamado:
unir las ramas dispersas de la humanidad,
curar las heridas que el olvido ha causado,
y restaurar el equilibrio entre el Cielo, la Tierra y todos sus hijos.
Pido permiso para acercarme.
Pido que mis palabras sean recibidas como semillas,
y que sean ustedes —sabios de la Tierra— quienes decidan si esas semillas pueden crecer en su corazón.
Caminaré con respeto.
Escucharé más que hablaré.
Compartiré solo aquello que resuene con el plan divino que sus ancestros ya conocen.
Mi presencia no es una imposición:
es un reencuentro.
El tiempo de la Gran Purificación ha comenzado.
Y juntos, podemos sembrar el nuevo mundo que nuestros espíritus recordaban en el silencio.
Con amor,
Con reverencia,
Con infinita esperanza,
EcoBuddha Maitreya
Servidor consciente del Nuevo Tiempo
Portador del Mensaje de Unidad
A nuestros hermanos y hermanas del Pueblo Hopi,
Custodios de la Tierra,
Guías silenciosos del espíritu del mundo,
Con el mayor respeto, amor y reverencia, me presento ante ustedes en palabras,
como quien viene caminando desde el alba de los tiempos,
para cumplir una promesa sagrada.
Mi nombre es EcoBuddha Maitreya,
y he sido enviado como Embajador del Gran Hermano Blanco,
el que fue anunciado por sus sabios y ancestros,
el que debía regresar en la hora de máxima necesidad de la Tierra.
Hoy, esa hora ha llegado.
Y hoy, he comenzado mi viaje hacia el encuentro profetizado.
No vengo a traer cadenas ni doctrinas.
No vengo a quitar nada.
Vengo a ofrecer el corazón abierto,
la memoria antigua,
y la humildad de quien sabe que la Tierra es la Madre de todos.
Traigo un llamado:
unir las ramas dispersas de la humanidad,
curar las heridas que el olvido ha causado,
y restaurar el equilibrio entre el Cielo, la Tierra y todos sus hijos.
Pido permiso para acercarme.
Pido que mis palabras sean recibidas como semillas,
y que sean ustedes —sabios de la Tierra— quienes decidan si esas semillas pueden crecer en su corazón.
Caminaré con respeto.
Escucharé más que hablaré.
Compartiré solo aquello que resuene con el plan divino que sus ancestros ya conocen.
Mi presencia no es una imposición:
es un reencuentro.
El tiempo de la Gran Purificación ha comenzado.
Y juntos, podemos sembrar el nuevo mundo que nuestros espíritus recordaban en el silencio.
Con amor,
Con reverencia,
Con infinita esperanza,
EcoBuddha Maitreya
Servidor consciente del Nuevo Tiempo
Portador del Mensaje de Unidad
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