95 – ILUSIÓN FRENTE A REALIDAD

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DIÁLOGOS CON SHRI RANJIT MAHARAJ
SOBRE EL «ESTADO SIN ESTADO»
PREFACIO

Pandit, estás equivocado,
no hay ningún creador ni creación,
ni grosero ni fino, ni viento ni fuego,
no hay ningún sol, ni luna, ni tierra ni agua,
ninguna forma radiante, ningún tiempo,
ninguna palabra, ninguna carne, ninguna fe,
ninguna causa ni efecto, ni ningún pensamiento
del Veda. No hay ningún Hari ni Brahma,
ningún Siva ni Shakti, ningún peregrinaje
y ningún ritual. No hay ninguna madre, ni padre
ni gurú. ¿Es dos o uno?
Kabir dice, si comprendes ahora,
tú eres el gurú, yo soy el discípulo.

—Santo Kabir
¿Es usted algo excepto un rumor?
Todas las formas de práctica son aprender a matar el dragón.

—Wei Wu Wei

Sea sin experiencia. Eso es la experiencia.
¿Por qué preocuparse si todo es nada? ¿Cómo puede nada tocarle?
¡Olvide todo, y usted está ahí! ¿Cuánto tiempo lleva eso?

—Ranjit Maharaj

El conocimiento es la mayor ignorancia.

—Siddharameshwar Maharaj
INTRODUCCIÓN

Ranjit Maharaj nació el 4 de enero de 1913. A la edad de 12 años encontró a su Maestro, Siddharameshwar Maharaj, un gran Maestro casi desconocido en su propia época. Siddharameshwar Maharaj murió a la edad de 48 años, en 1936. Ranjit Maharaj no comenzó a enseñar hasta 1983, a la edad de 70 años, cuando un número creciente de buscadores se presentaban a su puerta. Shri Ranjit Maharaj, que tiene ahora 86 años, dio estos diálogos entre el verano de 1996 y el invierno de 1999. El contenido de estas char-las representa la comprensión final enseñada por su Maestro, y expresada por Ranjit Maharaj en sus propias palabras. Lo que distingue sus enseñanzas es su simplicidad y su inmediatez. En esta tradición se sintió que la enseñanza debía estar disponible para to-dos, con ejemplos cotidianos, y sin conceptos complicados. Las vidas de estos dos maes-tros tienen características similares. Hay una abertura a todos y sus vidas personales son simples, sin consideración por el confort físico o la adulación.

Ranjit Maharaj ha vivido en el mismo apartamento de una sola habitación durante 55 años, y sólo ha dejado la India por primera vez hace tres años, cuando fue invitado a enseñar en occidente por sus estudiantes occidentales. Para los occidentales, una distin-ción importante de Ranjit Maharaj, es que puede dialogar en inglés. Ni su Maestro ni Sri Nisargadatta Maharaj, un maestro bien conocido en occidente con discípulos de Ranjit Maharaj, conocían el inglés.

Los tres aspectos principales de la enseñanza son: 1º la comprensión a través de los diálogos, 2º la meditación del mantra, y 3º el culto. Este libro es una presentación de sus diálogos con estudiantes. La meditación del mantra la da el Maestro sobre una base in-dividual. El culto del Maestro es la culminación de la enseñanza y se trata en estos diá-logos.

Nota del editor: Estuve presente en todas las charlas que se presentan en este libro (excepto una). Todos los diálogos de este libro provienen de las grabaciones de estas charlas. Poner las grabaciones en forma de libro requería algún trabajo, pero las palabras y las ideas son solo las del Maestro. Este libro no se publicaría a menos de que Shri Ran-jit hubiera aprobado el texto entero. Las grabaciones fueron registradas en Bombay, Pa-rís, Inglaterra, Alemania, Sedona (Arizona) y Berkeley (California). Las grabaciones fueron elegidas al azar y se han transcrito aquellas que tenían el mejor sonido. Se han editado algunas repeticiones, pero la mayoría de los estudiantes de Maharaj encuentran útil la repetición, y es por eso que no se han eliminado enteramente. No obstante, es difí-cil plasmar en el texto el humor espontáneo del Maestro y el ambiente que se establecía en torno a las charlas. Creo que se acepta generalmente que una transmisión directa en persona es la manera ideal de escuchar a un Maestro, y en el momento de la publicación de este libro, Maharaj está enseñando todavía en Bombay, India, o Mumbai, como se llama ahora. Maharaj da la bienvenida a todos a la pequeña habitación donde tienen lu-gar las charlas, pero a veces, especialmente en los meses de invierno, se llena completa-mente. Habla en inglés una vez al día durante una hora más o menos, cinco días a la se-mana. Los fines de semana, va a los suburbios de Bombay y habla en marathi a sus dis-cípulos indios. El samadhi (un templete del Maestro muerto) de su Maestro está en Bombay, Maharaj lo visita los domingos a primera hora de la tarde. También en su cuar-to hay bhajans y arati todos los días por la mañana, a mediodía y por la tarde.
Finalmente, la concepción de este libro fue posible con la ayuda de muchas personas a quienes deseo agradecérselo. Escuchar sus palabras cada día fue para mí una práctica en sí misma, y estoy agradecido por la oportunidad que me dieron de trabajar con la en-señanza. Las palabras no pueden expresar nunca la gratitud que uno siente hacia el Maestro. El dijo muchas veces que Maestro y discípulo son uno, pero todavía…

—Robert Wolff
Junio de 1996

Pregunta: Cuando contemplo mi naturaleza real, el «yo soy», me embarga una sensación de amor sin causa. ¿Es correcta esta sensación o es también una ilusión?

Maharaj: Es la felicidad del Sí mismo. Usted siente la presencia de «yo soy». Olvida todo, los conceptos y la ilusión. Es un estado no-condicional. Esta felicidad aparece cuando usted olvida el objeto, pero en la felicidad hay todavía un pequeño toque del Sí mismo. Después de todo, es todavía un concepto. Cuando se cansa del mundo exterior, quiere estar solo, estar en usted mismo. Es la experiencia de un estado más alto, pero todavía de la mente. El Sí mismo no tiene ningún placer ni displacer. Es sin la sensación de «yo». El olvido completo de la ilusión quiere decir que nada es, que nada existe. Ella está todavía ahí, pero para usted no tiene ninguna realidad. Eso es lo que se llama reali-zación, o conocimiento de sí mismo. Es la comprehensión del Sí mismo sin el sí mismo.

Si alguien le llama, usted dice, «estoy aquí»; pero antes de decir, «estoy aquí», usted es. La ilusión no puede dar algo más a la realidad. No puede dar algo extraordinario a la realidad porque la realidad está en la base de todo lo que es. Todo lo que existe, todo lo que ve, los objetos de su percepción, todo eso se debe a la realidad. En la realidad, la ignorancia y el conocimiento no existen. No son. Así pues, ¿qué expresión puede darles usted?

Cuando usted da una expresión, significa que se ha experimentado algo. Tan pronto como siente la menor existencia, eso es todavía ignorancia, y usted está lejos de su Sí mismo. Usted puede sentir amor, y eso está bien, pero, después de todo, es todavía un estado, y un estado es siempre condicionado. Lo no-condicionado es sin estado. Es la experiencia de la no-existencia de la ilusión. Esto es muy sutil; la ignorancia y el conoci-miento son los dos muy sutiles. Es difícil de comprender, pero si indaga realmente, ob-tendrá ese estado. Eso es, y ha sido siempre, pero usted no lo sabe, esa es la dificultad. No hay un solo punto donde la realidad no sea. Usted experimenta su existencia (de la realidad) a través de los objetos, pero todo esto es nada. La realidad es omnipresente, pero usted no puede verla. ¿Por qué? Porque usted es la realidad misma; así pues, ¿cómo puede ver su Sí mismo? Para ver su cara, usted necesita un espejo.

La felicidad real está dentro de usted, no fuera. En el sueño profundo, usted es feliz, olvida el mundo. Por consiguiente, la felicidad está en el olvido del mundo. Deje el mundo como es, no lo destruya, pero sepa que el mundo no es. Haga todo lo que tenga que hacer, pero permanezca desapegado por la comprensión, porque todo lo que siente, percibe y obtiene es ilusión. No existe, y su mente debe aceptar eso.

Los santos dicen, «puesto que todo es nada, ¿cómo puede esta nada afectarle, tocar-le?» Pero lo que su mente dice, le afecta y le toca a usted. Así pues, ¿qué hacer? La men-te no es nada más que conocimiento. Las gentes diferencian la mente del conocimiento, pero esto no es correcto. No hay nada en el mundo. Sólo la realidad es, y cuando usted comprende que la ilusión es realmente ilusión, ¿cómo puede afectarle? ¿Cómo puede sentir incluso que le afecta? La hoja del loto vive en el agua, come agua, pero no entra en contacto con el agua. Si usted vierte agua sobre ella, el agua rueda, la hoja no es tocada por ella.

Cuando comprende eso, no queda nada, ya no se plantea más ninguna cuestión de amor. La felicidad del Sí mismo que usted siente, es todavía el placer del conocimiento. Primero debe ser presenciador, y entonces usted deviene la realidad misma porque usted es Él. Por consiguiente, no hay ningún mal en vivir en la ilusión, en el mundo, pero no existe, usted no es tocado. El loto está en el agua, pero no se preocupa por ello.

Usted debe experimentar su verdadera naturaleza de esta manera. Digo experimen-tar, pero ahí las palabras no existen, porque es más allá del espacio, más allá de cero. Y las palabras no pueden penetrar ahí, se detienen ahí. En la Bhagavad Gita, el Señor Krishna dijo, «adonde los mundos regresan, es mi estado». Sin embargo, era un rey y estaba gobernando, pero sabía que nada es. Usted no comprende que nada puede tocar-le. Cuando siente que algo puede tocarle, está en la ilusión. Ese es el punto más elevado de la filosofía, y usted tiene que llegar ahí. Ahí, no hay Maestro ni discípulo, pues ambos son sólo uno. La dualidad no existe, sólo la unidad es, y nada es fuera de ella. Por con-siguiente, permanezca en la ilusión pero con comprensión.

Dos amigos querían bromear entre sí. Uno de ellos comenzó a insultar al otro, pero este se reía del insulto. Un tercero se sintió perturbado, y dijo, «¿Cómo puedes reír cuando te está insultando?» Él se estaba riendo porque tenía la clave del juego, pero el tercer muchacho no comprendía. De la misma manera, las personas realizadas, aunque están viviendo en el mundo, comprenden que todo esto es nada y que, acontezca lo que acontezca, no está aconteciendo nada. Por consiguiente, no son tocados. Las gentes siempre están presas del temor de lo que acontece, o de lo que acontecerá. Tienen miedo de lo que dirán las gentes. Piensan, «¿Qué voy a hacer? ¿qué me va a pasar?» Luchar o disfrutar. Todas estas esclavitudes se deben a la mente.

El que está fuera del círculo comprende que todo es nada. No existe, es sólo igno-rancia. Se dice que sólo el que bucea profundamente en el océano puede encontrar la perla. El que permanece en la superficie es arrastrado por la corriente del placer y el su-frimiento. Debe bucear en las profundidades de lo ilimitado porque es ahí donde usted es. No se detenga nunca en lo limitado. El oro no se preocupa por las figuras que toma en los ornamentos. Puede estar en la figura de un perro, o de un Dios, no se inquieta por la figura. De la misma manera, sea indiferente a las cosas, porque no existen.

Nada puede tocarle. Usted es inapegado. La mente debe llegar al punto de la com-pleta comprensión de la ilusión. Ahí está su estado. Nada permanece para el que ha comprendido. Ya no hay más ganancia ni pérdida. No pregunte si puede alcanzar la realidad, porque usted es la realidad; así pues, ¿por qué decir «puedo»? Primero de todo, salga del círculo. Deje todas las cosas, una tras otra, y duérmase en su Sí mismo. Vuelva entonces, y sea en todo. Lo que usted ha descrito es un buen estado, no hay duda, pero vaya un poco más adelante. Cuando la mente acepta que todo es ilusión, sólo ilusión, entonces usted es en su Sí mismo. El cuerpo y la mente son ilusión. Debería alegrarse de saber eso. Deshágase de su identificación. La única cosa que hace el Maestro es dar su valor real al poder que hay en usted, poder al que no presta ninguna atención. No hace nada más. Era una piedra, y el Maestro le revela su verdadera naturaleza, que es un dia-mante. Hace de usted la piedra más preciosa.

Yo soy omnipresente, omnipotente, yo soy el Creador de todo lo que es. Cuando us-ted es en la base de todo, usted es en todo. Por consiguiente, ni siquiera un criminal puede ser considerado como malo. Todo lo que está aconteciendo, es «orden mía». ¡Sea el Señor, no el esclavo! Usted es el Señor.

Pregunta: Me gustaría saber por qué algunas personas realizadas se reencarnan para ayudar a otros a realizarse.

Maharaj: Nadie viene, nadie se va. ¿Quién le dijo eso? ¿Ha leído usted libros y lo es-tá repitiendo? Se dice que el hombre más grande es el que muere desconocido. Rama y Krishna fueron héroes secundarios. El hombre cumplido vive en silencio y muere en si-lencio. Después, su pensamiento trabaja en algún otro. Pero eso de que regresan, es una insensatez.

Nadie viene, nadie se va. Todo es un sueño. En un sueño usted puede devenir un gran Maestro, pero cuando se despierta, vuelve a su estado ordinario. ¿Quién se ha ido y quién tiene que regresar? Nada ha acontecido. El concepto de un gran Maestro ha apare-cido en usted, y ha devenido este «gran Maestro», pero cuando se despierta siente, «¡Ah, todo esto es una insensatez! ¿Cómo puedo ser un gran Maestro? ¡Yo no sé nada!» Sin embargo, en el sueño, usted estaba dando conferencias y hablando con soltura de estas cosas, pero cuando llega el despertar, todo este conocimiento se desvanece. Era un sueño.

¿De dónde ha venido, y dónde ha desaparecido? Cuando nada es, todo son sólo creencias y conceptos de la mente. El supuesto sabio que dice, «yo soy la reencarnación de Dios», no Le conoce, no conoce la realidad. Al contrario, es esclavo de su ego, de la ilusión. Cuando el conocimiento mismo no tiene ninguna entidad, no se plantea ninguna de estas cosas.

El que comprende, está libre de todo. Esta persona parece una persona ordinaria, pe-ro su corazón es completamente diferente. Si usted permanece fuera, ¿cómo puede com-prender? Para devenir el propietario de la casa, debe entrar en ella. De la misma manera, debe penetrar su propio sí mismo para devenir el propietario. Pero ahí el «yo» no perma-nece como «yo». Ahí ya no se plantea más la cuestión de Maestro y discípulo. El pensa-miento de un Maestro puede inspirar a quienquiera que tiene un cuerpo, porque el Maes-tro y el que está en silencio son uno. Penetre el corazón del realizado, y usted no perma-nece como «usted», porque sólo Él es. Así, se dice que aquellos que enseñan son encar-naciones de Dios. El Maestro da el conocimiento a todos, pero no lo valora, porque Él sabe que el conocimiento es la mayor ignorancia. Por consiguiente, no sea tocado por nada.
Pregunta: Si todo es ilusión, ¿es usted mismo una ilusión?

Maharaj: ¡Oh, sí! ¡Yo soy la mayor ilusión! ¡Todo lo que digo de todo corazón y tan francamente, es todo falso! Pero lo falso que el Maestro le dice, puede hacer que usted alcance ese punto. La dirección de la persona no es real, sólo la persona es real. Cuando usted llega a la casa, agradece por la dirección que se le ha dado, la dirección es verda-dera sólo hasta el momento en que usted entra en la casa. Tan pronto como entra, la di-rección se desvanece. Las palabras no son nada más que indicadores, no tienen ninguna realidad en sí mismas. Si «yo» permanece, yo soy también ilusión. No permanezca como «yo». Esa es la comprensión más alta de la filosofía. El santo Tukaram dijo: «He visto mi propia muerte, y lo que he visto entonces, la felicidad que se ha revelado, eso conozco». Primero de todo, usted debe morir. Usted quiere decir ilusión.

Por consiguiente, lo que digo es falso, pero verdadero, porque hablo para Eso. La di-rección es falsa, pero cuando usted llega a la persona es realidad. De la misma manera, todas las escrituras y los libros mitológicos son sólo para indicar ese punto, y cuando usted lo alcanza, devienen no existentes, vacíos. Las palabras son falsas, sólo el signifi-cado que transmiten es verdadero. Son ilusión, pero dan un significado. Por consiguien-te, todo es ilusión, pero para comprender la ilusión, se necesita la ilusión. Por ejemplo, para quitar una espina de su dedo usted usa otra espina. Después, tira las dos. Pero si se queda con la segunda espina que se usó para sacar la primera, ciertamente le pinchará de nuevo. Para quitar la ignorancia, es necesario el conocimiento, pero, finalmente, los dos deben disolverse en la realidad. Su Sí mismo es sin ignorancia, sin conocimiento. Por consiguiente, el Maestro y el buscador son ilusión, porque son «Uno». Lo falso sólo puede ser eliminado por lo falso. Si se queda con la segunda espina, es decir, con el co-nocimiento, incluso si es una espina de oro, se pinchará. El ego es la única ilusión, y el ego es conocimiento. Se dice que para atrapar a un ladrón, usted debe devenir un ladrón. Entonces puede decirle: «Cuidado, estoy aquí y sé que eres un ladrón, de manera que no te atrevas a robarme». Pero usted no puede atrapar al ladrón, porque él tiene cuatro ojos y usted sólo tiene dos. Con una sola mirada, el ladrón repara en los valores y si usted no está alerta, le roba. La ilusión es como el ladrón, de manera que usted debe ser más fuer-te que el ladrón. Su mente debe aceptar que todo es ilusión, sólo ilusión. Entonces usted será el «más grande de los grandes».

El conocimiento es una gran cosa, pero debe ser sólo un remedio. Cuando la fiebre se va, agradézcaselo a la medicina que toma, pero deje de tomarla. No prolongue el trata-miento o creará más problemas. El conocimiento es necesario sólo para eliminar la en-fermedad de la ignorancia. El médico siempre prescribirá una dosis limitada. Primero de todo, comprenda que el «yo» es una ilusión y que todo lo que el «yo» dice es también ilusión. El Maestro y lo que dice son también ilusión, porque en la Realidad hay sólo unidad y no dualidad. «Yo» y «él» ya no existen. Bucee dentro de usted mismo, tan profundamente que usted desaparezca. Si no lo hace, acontecerá esto. Una cabra entra en su casa y, para hacerla salir, usted abre la puerta. La cabra sale, pero entonces entra un camello. El camello es como el conocimiento. Así pues, para deshacerse del camello, debe echar abajo los muros de la casa. Entonces usted está fuera de la ilusión. Todo lo que acontece en la ilusión es sólo ilusión, y de hecho, nada acontece nunca. Así, en este mundo acontecen muchas cosas, el nacimiento y la muerte, pero es sólo un sueño. Debe aceptar eso. Su mente no debe ser tocada. Cuando alguien muere, las gentes lloran. El ser realizado no reirá, se mantendrá callado, tranquilo. Sabe que no ha ocurrido nada. Nada se ha perdido. La materia no se pierde nunca. Los cinco elementos que componen el cuerpo, retornan a los cinco elementos. Y el poder retorna al poder. Sólo el nombre y la forma, que son ilusión, desaparecen. Sea sin forma, sea sin nombre. Si alguien le pre-gunta su nombre, responda —no hay mal en ello— pero sea consciente de que usted no es eso. Debe ir más allá de la ilusión, porque ella no es, y no permanecerá. Comprenda que es fuego, pero no la toque. No intente tampoco extinguir el fuego, o se quemará. Sólo comprenda. Nada puede tocarme, nada puede limitarme, nada puede abarcarme, y nada puede evaluarme. Porque todo es ilusión. Debido al pensamiento «yo», usted sien-te una sensación de importancia. Usted dice, «ésta es mi casa, ésta mi carne, éstas son mis cosas», etc. Las cosas mismas no dicen nunca que le pertenecen. Son mudas e in-animadas. Sea mudo, permanezca en usted mismo, no hable. Yo enseño, pero no he te-nido nunca la sensación de que este o aquel deben comprender, porque es sólo por suerte como el uno o el otro llegarán a este nivel. Encontrará la llave por su propia suerte, y será el más feliz de todos los seres. Todo depende de su amplitud, o capacidad de aceptar. Debe ir siempre derecho a la esencia de las cosas. La esencia de lo que se dice, tiene verdadero significado. Tome la esencia de la flor y sea feliz, pero sepa que incluso la esencia no es verdadera.
Pregunta: Si un mendigo pide dinero a un ser realizado, ¿que hará?

Maharaj: Es su elección si da o no da. Porque, después de todo, todo es una ilusión. Puede parecer inmisericorde hasta el punto de no dar agua a un hombre moribundo. Si un hombre está gimiendo «¡agua, agua!», no se la dará, porque el hombre va a morir de todos modos, y darle agua sólo prolongará su sufrimiento. Usted piensa que es bueno si da el agua, pero sólo aumenta su sufrimiento. Debido a su ignorancia, el hombre mori-bundo quiere vivir más. Pero, ¿qué puede obtener usted respirando un poco más? Yo no le aconsejo que sea inmisericorde, sino que comprenda que accediendo a su deseo, le da más sufrimiento. El que piensa que ha hecho una buena obra está extraviado.

Si da un centenar de francos a un mendigo, no será un hombre rico al día siguiente. Continuará mendigando porque este habito de mendigar ha devenido tan profundamen-te arraigado en él que el hecho de mendigar ha devenido una segunda naturaleza. Todos los seres mendigan para obtener felicidad desde el nacimiento. Finalmente, mueren sin alcanzarla. Incluso cuando usted va a la iglesia o al templo a rezar, deviene un mendigo frente a Dios. Primero mendiga para usted mismo, después para su esposa, y después para sus hijos. Primero para usted y después para otros. Todo el mundo está interesado principalmente en su propia felicidad, pero usted no puede obtenerla porque sus méto-dos para obtenerla son erróneos. Permanezca siempre en la vía que su Maestro le mues-tra, y será uno con él. Estos hábitos no son nada sino los resultados de una mente estre-cha. La mente es conocimiento. Cuando este conocimiento entra en contacto con la ma-teria (el cuerpo físico) toma la forma de pasión y hábitos. Estos hábitos y esta pasión le hacen miserable. Así pues, obtenga la comprensión de que cuando entra en la prisión, usted no es el culpable. Permanezca en el mundo, pero diga, «nada es verdadero». No alimente sus pasiones. Comprenda lo que son, y será libre en vida mientras el cuerpo está aquí. Un día el cuerpo desaparecerá, pero en realidad nadie nace, y nadie muere. Bendi-to sea el que se realiza. La realización significa comprensión, y si comprende que todo es ilusión, siempre será feliz.
Junio de 1997

Pregunta: ¿Está una persona que se ha realizado en un estado de gran felicidad o gozo? ¿Se expresa la realidad a través de un gran gozo o amor, o esto es también una ilusión?

Maharaj: La realidad es siempre la realidad, es unidad; así pues, ¿por qué habla de su expresión a través de la felicidad? Por ejemplo, si ha perdido su cartera y alguien se la devuelve, usted es feliz. Pero, de hecho, sólo le ha devuelto lo que siempre le ha perte-necido. Esta felicidad es un estado pasajero y si usted comprende correctamente, no tiene nada que ver con la realidad. Sólo usted imagina que la realidad se ha perdido, pero no se ha perdido nunca. Esta sensación se debe a la ignorancia. Cuando se conoce a usted mismo, el gozo no se plantea para nada. Por consiguiente, esta expresión de felici-dad es también una ilusión. ¿Quién hay ahí para expresar este gozo, y a quién? La reali-dad es no-dualidad; unidad.

Usted se plantea esta cuestión de la felicidad sólo porque se ha olvidado de usted mismo. Pero incluso en la ignorancia usted es Él. Las nubes pueden estar ahí, de manera que usted no puede ver el sol. Después las nubes desaparecen. ¿Por qué sería feliz el sol? Al sol no le molesta nada. Cuando las nubes estaban ahí, nadie veía el sol, pero estaba ahí. Así, el gozo y la paz que usted siente cuando desaparecen las nubes son también una ilusión, porque el sol no ha sido nunca cubierto por nada. Era sólo que no podía verle. ¿Por qué sentiría gozo? El gozo y la felicidad son todavía síntomas de la ilusión. Usted recupera su cartera, pero ya era suya. Es verdadero que por la gracia del Maestro usted se encuentra a usted mismo, pero el Maestro no siente que eso sea gracias a él. Le respeta por eso, debido a que le ha dado el conocimiento, y ese conocimiento, si lo acepta con plena convicción, le lleva a la realidad. Pero si se responsabiliza de él, si dice «yo lo hi-ce», eso significa que no está realizado. Usted se ha olvidado de usted mismo, y el Maestro se lo dice. Pero la realidad no estuvo perdida nunca.

Usted siente que está limitado, cercado, pero eso es sólo un pensamiento. Debido a la ignorancia, se siente prisionero y sufre, pero los problemas son una ilusión, no existen. Siempre que la infelicidad o los problemas vengan a usted en la ilusión, acepte lo que acontece, no luche contra lo que viene. De esta manera, el ego se disolverá. La persona ignorante no acepta nunca cuando acontece el infortunio. El que comprende dice, «que venga a mí todo el infortunio», porque sabe que, acontezca lo que acontezca, no es ver-dadero. El ego siempre está buscando algún beneficio para sí mismo —yo debo ser res-petado, amado o reconocido. Siempre que su ego experimenta dolor, se debe a una falta de comprensión. Para usted, el ego es el problema; así pues, deje que muera. Si el ego muere, es para mejor. Es la ilusión la que muere. Si el ego muere, entonces sólo queda Él, la realidad.

Pregunta: He oído hablar de que la evolución de la humanidad debe cambiar del «yo» al «nosotros», que la consciencia individual debe devenir consciencia universal. ¿Es esto verdadero?

Maharaj: De hecho, es una falta de comprensión lo que le hace creer que usted es una entidad separada. Todo el mundo funciona en la consciencia (conocimiento). Usted también. Si comprende que usted no es el cuerpo, su consciencia deviene universal. Toda limitación desaparece. Si rompe el vaso, el espacio contenido en el vaso deviene tan grande como el espacio de la habitación. Y si usted echa abajo los muros de la casa, de-viene el espacio cósmico entero, mahadakash. De la misma manera, si se rompe la cons-ciencia del ego (yo soy esto o eso, etc.), usted deviene consciencia universal, el Todo. Pero aquí, debe comprender que esta consciencia es también una ilusión, ignorancia. En efecto, la ignorancia es la fuente de la consciencia o el conocimiento. Así pues, la fuente de la consciencia misma, es el olvido o la ignorancia de la realidad final. Usted deviene la creación total, la consciencia (el conocimiento) del mundo, pero esto es todavía ilu-sión. Este ego que deviene consciencia universal es el peor de los egos. «Yo soy el crea-dor del mundo, yo soy omnipotente, etc.» Pero este creador crea ilusión. Así pues, ¿cuál es su utilidad? El conocimiento crea más ilusión. Esta comprensión debe madurar con la ayuda del Maestro, y este conocimiento mismo será absorbido en la realidad.

En la realidad final no hay ni consciencia (conocimiento) ni ignorancia, y eso es lo que usted es, su verdadera naturaleza. Es debido a la ignorancia por lo que usted dice, «yo soy esto o eso». Y es debido también a la ignorancia por lo que dice, «yo soy la consciencia». Éste es el obstáculo en la senda a la Realidad. Así pues, la afirmación «La consciencia individual debe devenir universal», es correcta. Pero debe comprenderla completamente. Si dice, «yo no soy esta pequeña criatura, yo soy omnipresente», piense sobre «¿Dónde no soy yo?» Usted está igualmente presente en la persona ignorante y en la persona que tiene conocimiento. Todas las criaturas del mundo tienen esta consciencia (conocimiento). Así pues, ¿por qué debo decir «yo conozco, yo he realizado, etc.»? Eso sólo alimenta la ilusión. Es correcto decir que la consciencia individual debe devenir consciencia universal. Pero la mente o el ego es un obstáculo para usted porque usted no quiere morir. Rompa los límites que usted mismo ha creado con su propio pensamiento. Sienta que usted es el creador del mundo, y que puede destruirlo también. Rompa los límites impuestos por la ilusión y usted deviene la realidad. Es unidad, no-dualidad, no mente. ¿Por qué sería el océano perturbado por las burbujas que aparecen en su superfi-cie? Él sabe que las burbujas no son nada más que océano, y no hay ninguna ganancia ni pérdida para el océano si las burbujas están ahí o no. De la misma manera, la realidad final no es aceptada por nada. No puede acontecerle nada. No puede ser más grande o más pequeña. Sólo la ilusión del ego se la oculta. El sol no necesita preocuparse por las nubes, pues no pueden hacer que deje de brillar. De la misma manera, la realidad no tie-ne nada que ver con la ilusión del ego que le ha hecho a usted tan pequeño. A la pantalla de cine no le inquieta si la película proyectada en ella es buena o mala. No hay bueno ni malo para la persona que está fuera del círculo de la ignorancia. El ser realizado vive en el mundo pero no es tocado nunca por él. ¿Por qué no es tocado? Porque sabe que es una ilusión. ¿Cómo puede usted ser tocado por algo que no es real? Debido a la ignorancia, dice que es tocado por el mundo. Pero si usted despierta, nada le preocupará, o afectará. En un sueño, aparece un león y usted tiene miedo, pero entonces se despierta. ¿Adónde ha ido el miedo? De la misma manera, usted llora cuando su ego es herido. Pero cuando despierta, todo desaparece en un instante. De hecho, cuando su ego es herido, usted progresa en la senda a la realidad. La persona ignorante llora cuando su casa es destrui-da, pero la persona realizada dice, «Ahora todo el mundo es mío, puedo dormir en cual-quier parte». Así pues, toda limitación y esclavitud desaparecen de su mente.

Ser la consciencia universal (y por lo tanto la mente universal) es un buen signo. Pero aquí, conocer significa que usted está en todos los seres y en todas las cosas. Si usted intenta usar este poder para leer las mentes de otros, por ejemplo, caerá de nuevo en la ilusión. Las gentes ignorantes estarán impresionadas por sus poderes de predicción o de lectura de la mente, y el ego deviene entonces más fuerte y dice «yo tengo conocimien-to, los demás son ignorantes». Así pues, comprenda que, en este caso, la consciencia universal le traerá más problemas, porque la naturaleza de la consciencia es la expansión; saber cada vez más. Comprenda que usted es la consciencia universal, pero no intente usar este poder o el ego volverá con mayor fuerza, y, aunque estuviera cerca de la reali-dad, estará mucho peor que si fuera sólo un ignorante.

Cuando el poder está a su disposición, la mente deviene más fuerte y está ansiosa de usarlo. «Yo puedo hacer esto, o eso. Yo puedo ver esto, o eso. Yo puedo hacer que llue-va, etc.» Cuando esta apertura acontece en usted, sabe que «yo soy el creador, es mi voluntad, etc.» Pero si esta comprensión se queda en el nivel del «yo», es ego. Así pues, le vengan los poderes que le vengan, no los use. El ser realizado dice, «yo sé que no sé». Si usted dice, «yo soy todo, yo conozco la mente de todo», eso es ego. Y cuando el po-der está ahí, uno siempre tiene el deseo de usarlo. En este nivel, esté muy vigilante. No acepte el ego del poder. Tener consciencia universal es un buen signo, pero sepa que el ser universal es también ilusión. El peligro está en pensar que usted es omnipotente. Deje que todas estas cosas sean, y comprenda que nada es. Consciencia universal quiere decir «la gran ilusión». Aceptar la gran ilusión significa que usted se atraerá grandes proble-mas. El que se pone la corona lleva el peso de los problemas.

¿Por qué dominar la ilusión? La ilusión es nada, de manera que usted domina nada. Entonces, ¿dónde está el dominio? Así pues, ¿cuál es la utilidad de la consciencia uni-versal? Sepa que ella es nada. Todo es nada. La consciencia misma no es verdadera. Su-merja su ego, no tenga miedo de él. El que dice, «yo soy omnipotente» está haciendo sonar su trompeta en el desierto.

Salga de su ego. No sea demasiado grande, o como el balón que está sobreinflado, usted explotará. Siempre que la mente afirme, «eso es verdadero», vaya contra ella y diga, «no, es falso». No deje a su enemigo entrar en su casa. Cuando se abre al conoci-miento, tiene la impresión de que puede conocer todo. Pero preste atención. Primero comprenda su propia mente, o se olvidará de usted mismo. Estará como bajo la influen-cia de una fuerte emoción. Hará cosas peores de las que nunca hubiera pensado que sería capaz de hacer.

He oído hablar de un sabio de Bombay que estaba haciendo milagros. Podía caminar sobre el agua o a través del fuego sin quemarse, etc. Pero un día —y este día llega siem-pre— sus poderes dejaron de funcionar y las gentes se rieron tanto de él que se suicidó. Las gentes ignorantes pueden llevar a un sabio a la locura. Este devino su presa. Las gen-tes ignorantes difunden toda suerte de ideas falsas sobre los sabios. Por ejemplo, un sa-bio no debe sentir dolor. Pero el sabio está vivo. No es un cadáver. Por consiguiente, debe sentir la quemadura al contacto con el fuego. El sabio siente dolor, pero sabe que es su cuerpo el que lo siente y no él mismo, porque no está identificado con el cuerpo. Pero el supuesto sabio dice que no siente dolor, y es su ego el que está hablando. Este cuerpo no es un cadáver, está vivo, y por consiguiente el dolor debe ser sentido. Mientras la electricidad está conectada, la bombilla debe alumbrar. Lo mismo es verdadero para el cuerpo. Mientras el poder está conectado al cuerpo, el cuerpo debe sentir dolor o algo. Algunos sabios caen en esta trampa si piensan verdaderamente que no deben sentir nada.

Jani era una pobre sirvienta, pero era un ser despertado. Vivía en un poblado y, como todos los demás, ponía los cagajones de vaca a secar sobre su pared al sol para usarlos después como combustible. Su vecino, que siempre estaba contra ella, se los robó un día. Jani se quejó al juez del pueblo, que le dijo: «¿Cómo puede usted reconocer los que le pertenecen?» Ella respondió: «Ponga su oreja cerca de ellos y si oye el nombre de Dios, Vithal, eso significa que son míos». De esta manera, atraparon al ladrón. Por supuesto, las gentes preguntaban cómo podía hablar un cagajón de vaca. Pero, de hecho, era el propio poder de Jani el que hablaba, pues ella estaba en todas las cosas. Todo lo que dice «yo soy la realidad» es mío, y aquello que dice «yo soy el cuerpo», no lo es. Ella tenía fe total en Dios y su propio poder estaba en todo.

El que comprende dice, «yo no soy el cuerpo». El cuerpo no es nada más que un ca-gajón de vaca. Si el conocimiento «yo soy la realidad» le penetra, todo es suyo. No diga que sólo los seres realizados son grandes. Usted mismo es grande. Cristo dijo, «Yo soy Dios». Si comprende que usted no es el cuerpo, usted es tan grande como Él. Pero la persona ignorante siempre se siente desvalida. «¡Oh, él es tan grande y yo soy tan pe-queño!» Es el ego el que hace que crea que usted es una criatura minúscula. Arroje esta falsa idea de su mente. Usted es tan poderoso como Cristo, pero no comprende eso. «Yo soy la realidad». Ésta es la comprensión que debe tener. Eso es lo que el Maestro quiere hacerle comprender, y eso es lo que el Maestro enseña, nada más. Pero entonces, ¿cuál es el significado de esta comprensión? Comprenda y después olvídelo todo, y usted es Él.

Si el ego bloquea su vía, aplástelo. Deje que los demás hagan sus comentarios. Cuan-do comprende que usted no es un mendigo, instantáneamente deviene rico. Todos tienen el poder más alto en ustedes. Denle la bienvenida. La mente debe aceptar eso completa-mente. Y si lo acepta con toda su fuerza, ¿cómo puede persistir la ilusión? Eso que es nada, no puede persistir. El problema es que siempre tiene el hábito de quejarse, «¡Oh, yo no puedo hacer esto o aquello!», eso es el ego. Eso es maya, ilusión. Sea muy fuerte en usted mismo. Yo le digo que usted es la realidad y que puede experimentar esto. In-tente aceptarlo hasta que ya no haya más límites para usted. Usted es ilimitado, nadie puede limitarle. Pero a pesar de todo ello, usted mismo se ha esclavizado. Olvide toda limitación y sea Él, la realidad. Intente comprender profundamente que su mente no puede combatir contra usted. Entonces será capaz de derrotar al ego. De otro modo, es imposible. Cuando le viene una duda («¿Cómo puedo yo ser eso?», por ejemplo), usted pierde su fuerza. Necesita fuerza y poder para vencerla o nunca desaparecerá. Sólo el poder de la comprensión puede derrotarla. «¡Qué el mundo se vaya al cielo o al infierno, no me importa!». ¡Sea así de determinado! Pero tiene miedo de dejar la ilusión. ¿Qué hacer? ¿Por qué teme a eso que es nada? Todo el mundo que viene a mí dice lo mismo, «vivo en el temor, estoy inerme, no puedo hacer esto, no puedo hacer eso. ¿Qué puedo hacer?» Olvide todo eso.

En un texto indio se dice que un hombre puede emborracharse por unas cuantas ru-pias con un vaso de alcohol. Este poder hace que baile y tenga alucinaciones, «yo soy un rey, yo soy todo». Está bajo la influencia de la ignorancia. Pero si bajo la influencia del poder del conocimiento dado por el maestro, el hombre dice lo mismo, ¿es posible con-trolarle? El poder que usted tiene es mucho más grande que el del alcohol. Este poder, el efecto del conocimiento, puede penetrar la mente. «Yo soy la realidad». Si comprende correctamente, nada ni nadie puede detenerle. Sea como la santa Jani que declaró llena de fuerza: «Donde escuche el nombre de Dios, eso me pertenece». Por consiguiente, si le digo que usted es la realidad, debe aceptarlo. Tenga esa fuerza dentro de usted mismo. El problema es que sólo lo acepta a medias, debido a que su ego no quiere dejarle ir de-masiado lejos. Eso significa que usted no bebe el vaso de vino hasta el fondo. Un hom-bre ignorante no dirá nunca, «yo soy un rey», si no está borracho. El que bebe el vino del conocimiento dice, «yo soy la realidad». Nadie tiene poder sobre él. Sea fuerte y no ten-ga miedo de nada ni de nadie, pues todo es nada. ¿Cómo puede nada hacer que usted tenga miedo? Muchas gentes dicen que han tenido estas experiencias y que no obstante han devenido atrapadas de nuevo por el mundo. Pero, ¿qué es el mundo? El Maestro le dice que el mundo es sólo ilusión. Así pues, ¿por qué inquietarse por él? Por lo demás, si recuerda el mundo como un sueño, no hay ningún mal. Si tiene una pesadilla, al desper-tar y recordar ese mal sueño, no siente nada porque sabe que no tiene ningún poder sobre usted. Si mata a alguien en un sueño, usted no se hace responsable al despertar. El mun-do es ilusión, ¿por qué inquietarse por él? Si esta determinación penetra en usted, nadie puede detenerle. Si no penetra, eso significa que usted está dando la preferencia a nada, y eso le hace muy pequeño.

Debe tener el coraje y aceptar lo que dice el Maestro y de actuar en consecuencia. Cuando juega a las cartas, hay un rey y una reina, ¿pero son reales? Son sólo papel. Es su concepto el que los corona rey y reina, pero ellos no tienen ningún poder. De la misma manera, este mundo no es real; así pues, ¿qué puede hacerle? Tenga esta convicción, esta determinación dentro de usted mismo.

Los supuestos sabios que le dan métodos para seguir, sólo refuerzan la ilusión en us-ted. Usted va a ver a un Maestro para deshacerse de la ilusión y él le hunde más profun-damente en ella. Éstos no son Maestros verdaderos, y, en este caso es mejor permanecer en la ignorancia que tener un conocimiento falso. Comprenda y sea eso.

Pregunta: Maharaj, si el cuerpo sufre, usted dice, «El cuerpo está sufriendo, pero yo no estoy sufriendo». ¿Es eso correcto?

Maharaj: Sí. El cuerpo sufre, pero yo no sufro. Si su vecino tiene problemas, usted dice, «mi vecino tiene problemas», pero usted no siente nada. Considere su cuerpo como su vecino. Así los problemas de su cuerpo son los problemas de su vecino. Usted sufre sólo cuando dice, «yo soy el cuerpo». Si el cuerpo es quemado, es el cuerpo el que siente la quemadura, no usted. Cuando usted es anestesiado para un operación, ¿adónde va el dolor? El dolor está ahí; pero la mente duerme, olvida. Al despertar, el contacto con la mente hace que el dolor reaparezca. El cuerpo tiene dolor, no «yo». Así pues, no se iden-tifique con el cuerpo. Puesto que este cuerpo está vivo, debe sentir dolor. De otro modo, es un cadáver.

Un día Kabir fue mordido en la pierna por un perro. Sus discípulos estaban muy alte-rados, «¡Oh Maharaj! ¿qué le ha ocurrido?» Kabir respondió, «El perro sabe, el cuerpo sabe, ¿por qué debo yo saber?» Pero, puesto que se identifica a usted mismo como un cuerpo, acepta el dolor como suyo. Kabir sabía que el mordisco le había acontecido al cuerpo y no a él. Pensaba en su cuerpo como si fuera su vecino. Usted sufre sólo porque acepta «yo soy el cuerpo». El sabio dice, «dejemos que las cosas acontezcan». Cuando su vecino muere, usted no es afectado. Pero su cuerpo es la cosa más preciosa para us-ted. Usted se niega a aceptar su desaparición, su muerte. El ser realizado dice, «¡Oh, qué maravilla!, mis problemas están desapareciendo». Pues el cuerpo es un problema, nada más. Por ejemplo, si usted tiene un forúnculo en la pierna, le pide al médico que lo saje aunque este forúnculo es parte de su cuerpo. Pero, debido a que le está haciendo sufrir, está dispuesto a separarse de él. De la misma manera, si comprende que el cuerpo es sólo un forúnculo que ha crecido en usted, será muy feliz de verle desaparecer. Pero, puesto que usted mismo se identifica con el cuerpo, sufrirá en su muerte y se negará a dejar que desaparezca.

El ser realizado dice también, «En este momento mismo, mi cuerpo es un cuerpo muerto». Sólo funciona porque el poder está conectado. Cuando se funde una bombilla, la tira. La electricidad no pone ninguna pega. No le afecta en nada. Así pues, ¡sea usted mismo este poder interno! Entonces la muerte no será nada para usted. Comprenda que el cuerpo está muerto, compréndalo ahora. Usted puede comprender de estas dos mane-ras. La naturaleza del conocimiento es ser dualista.

El cuerpo es un instrumento. Debe saber cómo usarlo. Si lo usa para comprender la realidad, devendrá la realidad. Si dice, «yo soy el cuerpo», irá al infierno. Infierno signi-fica «depósito de basura». Pues el cuerpo no es nada más que una fábrica de excremen-tos. No sea el poseedor de una fábrica de excrementos. Sea el poseedor de la realidad.

Pregunta: ¿Cómo podemos purificarnos a nosotros mismos, deshacernos del ego en la búsqueda de la realidad?

Maharaj: El ego es ignorancia. Usted puede vencer la ignorancia con la comprensión. Cuando el ego desaparece, la comprensión permanece. Pero este conocimiento es tam-bién un estado. Debe disolver este conocimiento en la realidad. Todo aquello que la mente ha acumulado y aceptado como verdad durante tantos años, comprenda que todo eso es falso. Usted cree en la verdad de lo que dice, pero eso es erróneo. Usted tiene esa sensación debido al conocimiento, pero el conocimiento viene de la ignorancia. ¿De dónde viene ésta? De cero. Así pues, su origen es nada, lo mismo que cuando usted está en el sueño profundo y está en la ignorancia, y de repente surge un pensamiento y acon-tece un sueño. Todo aquello que ha adquirido a través del conocimiento no es nada más que ilusión. No haga nada, pero comprenda dónde es la realidad. Cuando usted no sien-te nada, la realidad es; ciertamente usted estará tentado de decir, «La realidad es enton-ces nada». No, pues es más allá de cero.

Todo lo que usted ve y percibe es falso. Con esta comprensión, la mente es purifica-da. ¿Cómo devino la mente impura? Devino impura al creer que el mundo es real. Ella se toma a sí misma como la realidad y así se pierde la realidad. El mundo es sólo el reflejo de la realidad, y un reflejo no es verdadero. Suponga que ve su cara reflejada en un es-pejo. La cara real es su cara y no su reflejo. Pero si usted dice que el reflejo es la reali-dad, está perdido. Si comprende que el reflejo es falso, usted es la realidad. Eso es la purificación de la mente. «Todo lo que veo y percibo es falso». Pero, de hecho, ¿cómo puede ser purificada la mente? Ella misma es un concepto, y ¿cómo puede ser verdadero un concepto? Lo que no es real es siempre impuro. Todo está sobreimpuesto sobre su verdadera naturaleza, pero usted, la realidad, no es alterado nunca. Usted es muy claro, muy puro. Así pues, la mente toma todo como verdadero y eso es la impureza. Pero cuando usted comprende que todo es falso, la mente misma desaparece.

La mente no es nada más que su pensamiento. Puede ser un pensamiento de Dios o cualquier otro pensamiento, pero un pensamiento es sólo un pensamiento. Viene de la ignorancia. Así pues, olvide el pensamiento, olvide el conocimiento y usted es Él. Usted toma lo falso por verdadero y lo verdadero como falso. Eso es el error. Eso es la impure-za. Esto es como estar en un tribunal y jurar sobre la Biblia decir la verdad y nada más que la verdad, cuando, de hecho, todo lo que usted dice es falso. ¿Qué hacer? La natu-raleza de la mente es ver y decir sólo lo falso. Así pues, se puede decir que la pureza de la mente no es nada más que olvidar la mente, pues no existe. Es sólo un concepto. Al olvidar la mente, usted es la realidad. Mente quiere decir pensamientos. Cuando desapa-recen, usted es.

Pregunta: Usted habla de no hacer nada, de ser el no-hacedor, pero para mí esto es dificilísimo. Mi mente está siempre activa. ¿Qué hacer?

Maharaj: Olvide su mente. ¿Piensa usted durante el sueño profundo? ¿Hace usted algo? No. Así pues, ¿por qué dice que es imposible para usted no hacer nada? Que el cuerpo y la mente estén aquí, no constituye ninguna diferencia. El problema es que en el estado de vigilia, usted quiere siempre hacer algo. Usted siente que está ejecutando una acción, cuando, de hecho, no está haciendo nada. En el estado de sueño con sueños, usted piensa que está ejecutando una acción, pero cuando se despierta, comprende que no ha hecho nada. Es lo mismo aquí. En el estado de vigilia, si usted se «despierta», comprende que no ha hecho nada. Se dice a usted mismo, «aunque pensaba que estaba haciendo algo, no estaba haciendo nada». La mente está siempre en acción, pero deje que muera. Pues cuando la mente desaparece, ya no hay más acción. Así pues, sea «no mente» y la realidad es. El problema es que usted quiere ser «no mente», y, al mismo tiempo, ser la mente. ¿Es posible esto? Usted está en acción debido a la ignorancia. En el estado de vigilia usted debe alcanzar la «no mente» comprendiendo que todo es ilusión. Esto es la comprensión.

Nadie hace nada. La ignorancia está en el pensamiento de que usted es el hacedor. Si usted mata a alguien en un sueño, ¿se responsabilizará de ello cuando se despierte? Us-ted está seguro de que no ha matado a nadie, y sin embargo en el sueño esta experiencia parecía real. Haga lo que haga, de todos modos es nada. Así pues, no haga nada. Para su verdadera naturaleza, no hay nada que hacer, porque usted es siempre y por todas partes. Lo que es algo, puede perderse; pero usted, usted no se pierde nunca. Mi Maestro Sidd-harameshwar Maharaj decía, «¡Usted informa a la comisaria de policía de que ha perdi-do algo, su dinero, su hijo o su esposa, etc. Pero hasta ahora, nadie ha informado nunca de la pérdida de sí mismo!» Incluso en la ignorancia, usted no dirá nunca eso, pues si lo dice, la policía responderá, «¡Pero usted está aquí frente a mí! ¿Cómo puede usted estar perdido?» Así pues, usted no está perdido nunca. Entonces, ¿por qué hacer algo para encontrarse a usted mismo? Siempre es por algo que no es (por algo que no existe), por lo que usted debe hacer algo. Por eso que es siempre (por eso que siempre está aquí), no hay nada que hacer. La filosofía es así. Es muy fácil y muy difícil al mismo tiempo, de-bido a que usted no puede aceptarlo.

Si usted hace algo, está en la esclavitud. Si no hace nada, es libre. «Aunque estoy haciendo, no estoy haciendo». Esto es el verdadero samadhi. «Sama» significa «como yo soy» y «dhi» significa «antes». Usted es Eso, pero persiste en decir, «yo soy el hace-dor». Esta ignorancia sólo puede ser vencida por la comprensión. Olvide todo, porque no existe nada. De esta manera, todo desaparece, no queda nada. Es exactamente como cuando se despierta de un sueño y dice, «yo no he hecho nada». Comprenda que todo lo que ve y percibe es sólo un sueño. Del sueño profundo brota un pensamiento y aparece el sueño. Usted siente como si estuviera actuando en el sueño, pero, de hecho, no está haciendo nada. Si en el estado de vigilia comprende que «aunque hago algo, no hago nada», usted es la realidad en ese momento. Ése es el truco de la comprensión. Si piensa que es el hacedor, está perdido, pues cree que la ilusión es verdadera.

Pregunta: Escucharle a usted, ¿es hacer algo, o no hacer nada?

Maharaj: Usted no está haciendo nada porque todo es ilusión. Escuchar es ilusión y lo que yo digo es también ilusión. Pero eso para quien hablo, eso es verdadero. Hablar es también ilusión. Puedo decirle que lo que digo es una mentira, pero eso sobre lo que ha-blo, la realidad, es verdadero. Las palabras son falsas porque no pueden alcanzar la realidad. Pero, las necesitamos para comprender. La dirección escrita en el papel no tiene ninguna realidad. Sólo el lugar designado es verdadero, y cuando llega a él la dirección ya no tiene ninguna utilidad. Las palabras desaparecen. Sólo el significado permanece. Los escalones de la escalera ya no existen cuando usted entra en la habitación. De esa manera las palabras se dicen para comprender la realidad, pero, en sí mismas, son falsas. Cuando usted ve a la persona que estaba buscando, la dirección ya no tiene ninguna uti-lidad. Puesto que todo es ilusión, yo también soy ilusión. Yo no puedo ser una excep-ción a eso. La persona que habla y la persona que escucha son ambos ilusión, pero la realidad es. Usted y yo no existen.

Es una pregunta muy buena. Comprenda que las palabras pueden darle una cierta comprensión de la realidad, pero entonces, debe experimentarla usted mismo. El Maes-tro le enseña hasta un cierto punto. Más allá de ese punto, debe comprender usted mis-mo. Entonces ya no hay más dualidad. Hay sólo unidad. Así pues, ¿quién puede com-prender a quién? ¿Puede usted tener la experiencia de usted mismo? De modo que el Maestro y el aspirante son ambos ilusión, como los «héroes de las películas». Sólo la pan-talla es verdadera. Si la heroína quisiera conocerse a sí misma, debería desaparecer y sólo quedaría la pantalla. Si lo que yo digo y lo que usted oye son ilusión, ¿qué queda enton-ces? Sólo la realidad final es. Si la comprensión le penetra, esto es la verdad. Pero, de hecho, en la realidad no hay ni verdad ni ignorancia, no hay nada. La realidad es siempre la realidad. Esto es la magia y el milagro del mundo. Aunque todo parece ser, nada es. Es exactamente como un truco de cartas. Lo que usted ve no existe, pero, para librarse de la ilusión, es necesario el truco de la comprensión. ¿Cómo puede ser real algo que no existe? Es con el truco de la comprensión como se librará de ello. Muchas gentes hablan de sus experiencias, pero lo que puede ser experimentado es sólo ilusión. Así pues, ¿qué hacer?

Tan pronto como hay una experiencia, aparece el trío: el experimentador, el objeto experimentado, y la experiencia. Pero la realidad es sólo unidad. En la realidad no hay ningún mundo, incluso si aparece el mundo. Experimentar la unidad es siempre ilusión. Si usted dice, «yo he experimentado la unidad», es falso porque la unidad no puede ser experimentada. Olvide todo eso y la realidad es. Usted sólo tiene una idea de la realidad hecha de palabras y enseñanzas. El que es la realidad no necesita una dirección. Así pues, todo es falso y la ilusión se ve sobre la realidad. Si permanece en la escalera, ¿có-mo puede entrar usted en la habitación? Olvide la escalera. La habitación está aquí. De-bido a la ignorancia usted dice, «yo hago algo». La realidad está en no hacer nada. Al-canzar la realidad no requiere nada debido a que la realidad está siempre aquí. Simple-mente, líbrese de la ilusión del «hacer» que está impresa en su mente. La mente no acep-ta esto, porque no quiere morir. A la mente, por naturaleza, le agrada pensar, y cree que ella es el «hacedor». Todo lo que le agrada y lo que no le agrada, todos sus hábitos des-aparecen cuando usted comprende, porque son nada.

Pregunta: Maharaj, si todo es ilusión, ¿por qué estamos aquí? ¿Por qué no pode-mos permanecer en el silencio o en el sueño profundo?

Maharaj: Usted no comprende lo que es el sueño profundo. En el sueño profundo, no hay nada. Es cero. ¿Por qué está usted aquí? Para comprender. Dejemos que todo acon-tezca pero sepamos que es nada. Debido a la ignorancia usted va a cero en el sueño pro-fundo, pero aquí, en el estado de vigilia, debe ir primero a este punto cero y después ir más allá de esta nada, pues la realidad es más allá de eso. Vaya más allá del punto cero y la realidad es. Usted está aquí para comprender que aunque yo estoy haciendo, no estoy haciendo. Sobre esto estoy hablando. No hay ni «yo» ni «soy», sólo hay realidad. Todo lo que veo y percibo es nada, incluso en este momento mismo. En el sueño profundo usted no puede comprender que el estado de vigilia es sólo un sueño. Todas las gentes están en la ignorancia. Nacen en la ignorancia, viven en la ignorancia y mueren en la ig-norancia. Usted está aquí para salir de su círculo de ignorancia. En el sueño profundo se olvida todo. Aquí, olvidar es recordar y recordar es olvidar. Ése es el truco. Recordar es olvidar, olvidar es recordar. No intente encontrar la realidad, recordarla, pues ella está siempre aquí. Tan pronto como recuerda, usted está perdido, pues está viendo algo dife-rente de la realidad. Usted hace de ella un objeto. Estos dos estados de vigilia y de sue-ño con sueños parecen diferentes, pero son lo mismo. La realidad no es un estado, es sin estado.
18 de diciembre de 1997

Maharaj: Deje que los pensamientos vengan y se vayan, como la marea alta y la ma-rea baja. Si la marea baja viene al océano, el océano no se inquieta nunca. Así pues, cua-lesquiera que sean los pensamientos que vienen y se van, ¿por qué debe usted inquietar-se? Usted es más allá de los pensamientos. Primero uno debe conocer, ¿quién soy yo? A esto se le llama el conocimiento del Sí mismo. Como en un sueño usted dice que no es verdadero cuando se despierta, aquí es lo mismo. Usted ve el mundo, experimenta todo, ¿pero quién experimenta? El mundo es sólo sus pensamientos o su ego, y el ego ve y experimenta todo. Este mundo no es nada más que un sueño largo, délo por hecho. Todo el mundo dice, «yo soy fulano» ¿Está su nombre escrito en usted en alguna parte? Si estuviera escrito en usted no habría necesidad de preguntar su nombre. Muchos pensa-mientos le perturban. Pero todos los pensamientos, ya sean buenos o malos, agradables o desagradables, vienen y se van. Lo que viene y se va, y lo que no permanece, ¿cómo puede ser verdadero? Todo es obra de la mente. La mente es el hábito de ver cosas fal-sas y después aceptarlas como verdaderas. Usted dice que usted existe. Pruébelo.

Los cinco elementos y el poder han brotado, y sus padres le han dado a usted un nombre. Ningún objeto del mundo dice «yo soy esto o aquello». Una mesa no dice nun-ca que ella es una mesa. Ella es sólo sus pensamientos (de usted). Así, ¿cómo puede us-ted ser un nombre? Hay algo dentro, ese poder que está en usted. Conozca primero eso. Conózcase a usted mismo como Eso y al mundo como Eso, nada más. Lo malo y lo bueno, lo justo y lo injusto, son obra de la mente; así pues, usted debe examinar su men-te. Muchas gentes vienen aquí, y después se van, pero yo permanezco. Usted no está perdido nunca, usted permanece siempre. Así pues, muchos pensamientos buenos y ma-los, agradables y desagradables vienen y se van. ¿Por qué inquietarse? Lo que aparece y desaparece y no permanece no puede ser verdadero. Los pensamientos son obra de la mente y la mente tiene el hábito de aceptar cosas falsas como verdaderas. Este cuerpo que usted tiene, sólo está representado un papel. Unos representan el papel de un hom-bre y otros el de una mujer. Pero el conocimiento en ambos es el mismo. Tanto ella como él funcionan con ese conocimiento. Es así como se debe comprender. Primero el Maestro le enseña, y finalmente usted comprende que usted es Él, con mayúscula, y que todo es Él. Así pues, ¿por qué inquietarse? Nadie es malo, nadie es bueno. Usted tiene cinco dedos, unos más pequeños, otros más grandes. ¿Cuál es el bueno o el malo? Todos están hechos de carne y sangre. Si usted tiene una bombilla de cien vatios y otra de cincuenta, ambas funcionarán con la electricidad. La electricidad es una. Todos respiramos aire y comemos con nuestras bocas, de manera que todo es común para todos. El poder que opera en todos es el mismo, ése es el punto principal. Todo es un pensamiento. Pensa-miento quiere decir conocimiento y conocimiento es mente. Todo ello funciona con el poder. Pero usted no es ni la mente ni el poder. Usted es Él.

Todos corren tras las cosas falsas. Viven de una manera despiadada. Todos prosi-guen con el soplo. Si no hay soplo, entonces todos mueren. Así pues, todos ansían respi-rar. Si usted está enfermo, llama al médico enseguida. «Déme una medicina para que pueda respirar más». Así, mientras el poder está aquí, usted es feliz. Pero la respiración tiene lugar en un sueño. Todos los días usted hace las mismas cosas. Se levanta y cepilla sus dientes, toma el desayuno, toma té, va al trabajo, vuelve a casa, toma su cena y duerme. Usted hace las mismas cosas y entonces se crea deberes y vive como si eso no tuviera fin. «Tengo que hacer esto, tengo que hacer eso». Pero cuando nació, usted no tenía ningún sentido del deber. No sabía si era una niña o un niño. Todas estas acciones son la obra de la mente. Debe descubrir lo que no es usted. La mente no es usted. Sus pensamientos están cambiando siempre, ¿cómo puede eso ser usted? Usted no cambia nunca. El poder en usted como niño es el mismo poder que está en usted como adulto. El mismo poder está operando en usted ahora. El problema es que usted hace todas estas cosas, pero no se conoce a usted mismo. Así pues, las gentes van a la persona realizada porque quieren alguna comprensión de quiénes son. Entonces la persona realizada le dice que se conozca usted mismo primero, antes de intentar comprender este mundo.

Usted va constantemente por el mundo con un carnet de identidad. Es su carta de presentación, ¿no es así? Pero esa carta de presentación que es sellada dondequiera que usted va, no es verdadera. Para ser la realidad no se requiere ninguna carta de presenta-ción. Usted es Él, de manera que dondequiera que vaya todo está bien. Usted dice, «yo tengo muchos años, vivo en América», y así sucesivamente. Pero usted no existe y su carnet de identidad es un fraude. Sólo el Maestro puede decir que usted es un impostor. Todos los demás son personas locas y necias. Usted tiene que pensar sobre estas cosas, pues tiene el poder de discriminación para saber lo que usted no es. El ser humano está siempre persiguiendo el papel moneda, el dinero. Si usted arroja dinero a un perro, ¿se mostrará atraído? El hombre sólo persigue pedazos de papel. Todos las demás criaturas quieren algo que se coma. En la ignorancia usted ha devenido muy pequeño, más peque-ño que un perro. Usted corre tras el dinero, que no puede comerse, y después lo atesora, y no se lo da nunca a nadie. Usted es como un perro en el comedero. No come y no quiere que nadie más coma. Usted no dará nunca un céntimo a nadie a no ser que quiera algo. Así pues, usted es como un perro en el comedero, acumulando y ladrando a cual-quiera que se acerca. La realidad no come nunca y no desea nada nunca. El conocimien-to quiere comer cada vez más. El conocimiento desea el dinero y todo. Cuando duerme usted no desea nada durante ocho horas, pero cuando se despierta quiere zumo, galletas. Usted no necesita nada. Quiero decir eso. El cuerpo necesita, usted no necesita. (En este punto un hombre entró en la habitación y comenzó a hacer preguntas).

Pregunta: Yo he estado aquí durante 20 años y no he oído hablar de usted. Pienso que sólo los afortunados tienen conocimiento acerca de usted (el que pregunta es mu-sulmán).

Maharaj: No me hago propaganda porque yo no existo.

Pregunta: Usted me recuerda a Krishnamurti, y por un momento he sido llevado atrás.

Maharaj: Sí, por la cara las gentes dicen eso, pero yo no le he visto nunca.

Pregunta: Quizás él le ha visto a usted.

Maharaj: Muchas gentes han venido a verme, pero yo no recuerdo a nadie. Algunas gentes están de acuerdo con usted en lo del parecido.

Pregunta: Sí, sí, pero el Atman es el mismo.

Maharaj: El Atman es el mismo, de acuerdo, pero el Atman tampoco es verdadero. La realidad es verdadera. Allah es verdadero, pero el conocimiento es el Atman.

Pregunta: Pero cuando uno muere, el Ruh (el Atman) desaparece.

Maharaj: Sí. El Atman entra en el poder. El poder es el Atman, nada más.

Pregunta: ¿Cuál es el significado de Atman en inglés?

Maharaj: Atma significa Alma. Ruh es un deseo. Es también un pensamiento.

Pregunta: ¿No es Ruhani Tagnat, el poder del alma?

Maharaj: Ruh no es poder final. Ruhani Tagnat es también el poder del conocimien-to. El conocimiento mismo tampoco es verdadero. Así, en su mohammedismo (islam), dicen que usted no puede ser Allah, pero no comprenden el significado de eso. Cuando usted es, Allah no puede ser. Dejemos que el «yo» desaparezca, y Allah es.

Pregunta: Allah es el Creador y nosotros somos sus criaturas.

Maharaj: No, no son criaturas. El poder es el mismo para usted y el Creador. El po-der en usted, es ese poder. Usted crea muchas cosas, pero no comprende. Usted crea sueños, y el sueño viene. ¿Quién crea el sueño? Está en usted mismo. Usted crea muchas cosas por los pensamientos también. Así pues, el Creador no es verdadero. El Creador de lo falso no es verdadero. ¿Quién ha creado el sueño que usted vio? Usted estaba durmiendo.

Pregunta: El subconsciente.

Maharaj: El subconsciente es también un pensamiento. Así pues, el pensamiento ha creado el sueño, y el pensamiento mismo es falso. El pensamiento no puede ser verdade-ro. El mundo mismo es una ilusión.

Pregunta: Cuando los Rishis (los antiguos videntes) dijeron que todo es ilusión, to-da la India comenzó a ir hacia adentro. De aquí que la India esté atrasada, pero occi-dente se ha desarrollado hacia fuera.

Maharaj: Porque están en maya. Ellos están siempre en la ilusión. No saben que el poder, que está en mí, es el mismo poder que ha creado el mundo. ¿Por qué se llama Atma? Porque usted está en el cuerpo. Cuando usted deja el cuerpo, Atma deviene uno con el Brahman. Así, usted es también el Creador. Usted ha creado muchas cosas. ¿Quién ha creado todos estos artificios? El desarrollo interior es más grande que el desa-rrollo exterior. Ahora, estos extranjeros vienen a la India porque quieren desarrollo inte-rior. Están cansados del desarrollo exterior. Después de la Segunda Guerra Mundial se han dado cuenta de que la felicidad está en conocerse uno mismo y no en la vida mate-rial. Mi Maestro publicó en 1926 un libro titulado el «Día de Oro». Es sobre el mismo tema que estamos hablando ahora, pero nadie quiso escucharlo entonces; ahora vienen buscando el desarrollo interior. El desarrollo exterior parece ser verdadero mientras us-ted vive, pero ¿dónde está el desarrollo exterior cuando el cuerpo desaparece? No tiene ninguna entidad. Los santos dicen que el mundo no es verdadero y que viene conmigo y se va conmigo. Entonces usted comprenderá el poder que está en todos. Así pues, el que desarrolla este poder puede comprender. Usted es un extranjero si no tiene está com-prensión, y no importa de qué país venga.

Pregunta: ¿Hay un lugar llamado infierno?

Maharaj: El infierno está aquí. Cuando dice, «yo soy el cuerpo», usted está en el in-fierno. Cuando comprende que usted no es el cuerpo, entonces está en el cielo. El cielo no está allí arriba. El cielo está en usted mismo. El cielo comienza desde usted. Si usted no tiene un nacimiento, ¿dónde está el mundo entonces? Usted puede tener crores (mi-llones) de rupias en el banco. ¿Cuál es la utilidad de ello para su cuerpo después?

Pregunta: En la Biblia se dice que es más difícil que un rico entre en el reino del cielo que un camello pase por el ojo de una aguja.

Maharaj: Las gentes ricas no pueden aceptar esto porque no saben que el mundo no es verdadero. Si usted comprende que el mundo es una ilusión, entonces puede com-prender lo que es la realidad o lo que es Khuda o Dios. Khud es Khuda. Significa que el que señala es la realidad y no la mano que la señala. (La persona o el nombre). ¿Me si-gue? Usted es Él, pero no comprende, de manera que dice que Él está en el cielo, y no-sotros en el infierno.

Pregunta: ¿Con cuál parte del islam no está usted de acuerdo?

Maharaj: Yo estoy de acuerdo con ellos. Dios es sólo uno. Así, Kabir dice, «Allah Tu he Tu he re Allah Tu he Tu he re Allah». Usted es sólo esto. Así pues, uno debe conocer la unidad, la realidad. También se dice, «Unidos, permanecemos; divididos, caéis». Us-ted es la realidad, usted no caerá nunca, usted no morirá nunca. Nadie muere. El naci-miento y la muerte son una ilusión.

Pregunta: Yo he perdido a mi madre y a mi padre. ¿Cómo puedo considerarlos como una ilusión?

Maharaj: ¡Han desaparecido! ¿No es así? Porque no estaban aquí. ¿Adónde han ido? Dígame. Usted ha enterrado sus cuerpos en la tierra.

Pregunta: Se han fundido con los cinco elementos.

Maharaj: Incluso los cinco elementos no existen. En un sueño usted ve todo, ¿existe? De la misma manera, este mundo no existe. ¿Dónde están su madre y su padre? Ahora no tienen ninguna entidad. Ellos vinieron, nacieron y se les dio un nombre. Usted devino un hijo y él devino padre. Nada es y no existe ninguna conexión. Nadie puede ir con nadie. Todo el mundo quiere vivir. Nadie quiere morir.

Pregunta: La vida en este mundo es un juego y un pasatiempo, y la vida real está por venir.

Maharaj: Sí, sí. Que la vida real está por venir significa que usted debe comprender lo que es la realidad. Yo digo que el mundo es entretenimiento y falso, nada más.

Pregunta: ¿Usted no le tomaría en serio?

Maharaj: No, puesto que no es, ¿qué hay que tomar en serio y qué no hay que tomar en serio? Lo verdadero es la realidad y eso es usted mismo.

Pregunta: Pero señor, lleva tiempo llegar a esa etapa. ¿Cómo puede usted mirar a la garrota y decir que no es verdadera? Usted puede coger la garrota y pegarme en la cabeza con ella. ¡Es muy real!

Maharaj: No, no se preocupe. Usted puede pensar eso.

Pregunta: Pero yo no puedo decir que es una ilusión. Se da el ejemplo del Maestro que decía lo mismo y a quien finalmente el discípulo golpeó. Entonces dijo al Maestro, ¿cree todavía que el mundo es una ilusión? El Maestro dijo, Sí.

Maharaj: Dejemos que el golpe sea una ilusión, ¿por qué se inquieta usted? El Maes-tro no se inquieta. Si alguien le llama loco diga, «yo soy un loco doble». Cuando estuve en América, preguntaban si yo era también una ilusión. Les dije que yo era una ilusión de primera clase. Primera clase significa maha (gran) ilusión. Lo que hablo y lo que digo es todo falso, pero eso para lo que hablo es la verdad.

Pregunta: Pero, ¿está usted hablando a nuestro Atman? ¿A quién está hablando usted?

Maharaj: A nadie, nada es. Todo es ilusión, ¿qué hacer? El que habla y el que escu-cha, los dos son falsos. Si uno llega a ese punto, entonces deviene realizado.

Pregunta: Entonces, ¿qué es lo opuesto de la ilusión?

Maharaj: Eso es su Sí mismo sin el sí mismo.

Pregunta: Pero, ¿cuándo es una ilusión el sí mismo?

Maharaj: La realidad no tiene nada que ver con todas estas preguntas. La realidad es como una pantalla. A la realidad no le toca ninguna de estas imágenes. Por eso es por lo que a lo que viene y se va se le llama un sueño. Nadie puede llevarse el mundo con él cuando muere. Cuando muere, usted no puede soñar el sueño. Usted es una persona rica o un santo en el sueño, pero, ¿adónde va todo eso? ¡Ahora, prosigamos! Escuche, si la ilusión es falsa, no es fiel al que comprende lo que Él es. Él deviene Él. Ya no permanece como él. Sólo permanece la realidad final. Usted puede dar cualquier nombre a eso. Llámelo Khuda.

Pregunta: Estudiar todo esto y pensar de esta manera, ha puesto a la India 50 años atrasada con respecto a occidente.

Maharaj: Que así sea. Aunque un sueño tenga 50 años de atraso o de adelanto, está sólo en su mente.

Pregunta: En las Olimpiadas, no estamos en ninguna parte; en cuanto a recono-cimiento, no estamos en ninguna parte.

Maharaj: Nehru quería poner a la India en el mejor lugar. Con esa finalidad, hacía todo. Ahora ya no existe, ¿qué hacer?

Pregunta: Su estatua está ahí.

Maharaj: ¿Cuál es el significado de una estatua? Una estatua no puede hacer nada.

Pregunta: Todos los años celebramos su nacimiento.

Maharaj: Usted puede honrarle, no hay ningún mal en ello. Honrarle no tiene ninguna utilidad. ¿Qué gana él con eso? ¿Dónde está?

Pregunta: De acuerdo. Pero la memoria que tengo de él, eso no es una ilusión.

Maharaj: La memoria es ilusión, ¿no es así? La memoria misma es una ilusión. ¿Qué se entiende por memoria? Conocimiento.

Pregunta: Si me pellizco, siento el dolor, y es real para mí.

Maharaj: El dolor no es real.

Pregunta: Es cierto que yo no puedo mostrarle el dolor, pero puedo sentirlo.

Maharaj: El dolor le acontece al cuerpo, no a usted. Suponga que usted es operado y que tiene dolor. Usted pide una medicación para dormir. En el sueño profundo todo desaparece, y, cuando se despierta nuevamente, usted dice, «¡Ay!». Así pues, el dolor no es nada más que el toque de la mente (la identificación de la mente con el cuerpo).

Pregunta: Pero la persona que lo siente es real.

Maharaj: Usted no sigue lo que quiero decir.

Pregunta: Por eso es por lo que espero y me siento a sus pies.

Maharaj: En un sueño alguien le da una bofetada. Usted siente el dolor de la bofeta-da en el sueño. Entonces se despierta y allí sólo hay una almohada. Así pues, ¿cómo re-cibió la bofetada y quién la sintió? ¿Me sigue? Por consiguiente, el dolor que usted sintió en el sueño no es verdadero. Lo mismo es válido para este mundo también. No está aquí. Esto no es nada sino un largo sueño. Cuando usted se despierta la imagen comienza a desfilar como en una pantalla de televisión. Cuando la apaga, la imagen desaparece. Cuando la enciende de nuevo la imagen vuelve. Cuando usted muere la imagen desapa-rece. Cuando nace de nuevo la imagen vuelve. Eso es todo lo que acontece. Es necesario que comprenda esto. No es una cosa simple, pero si escucha y acepta lo que dice el Maestro puede acontecer en un segundo. Por otra parte, las gentes persiguen la realidad, pero les falta la capacidad de aprehender lo que dice el Maestro. El Maestro dice que usted mismo es Él. No hay nada que obtener. Venga conmigo, no se requiere nada más. El tiempo es una ilusión, así que, de una manera o de otra, es insignificante. No importa dónde esté, usted siempre está ahí, usted es por todas partes. No hay nada que exista que sea aparte de usted. Mí mismo es por todas partes y en todas partes.

Pregunta: Todo el mundo quiere un atajo a la realidad. ¿Es posible la idea de shaktipat (transmisión de energía), como la que Swami Ramakrishna hizo a Swami Vivekananda? Él devino grande de la noche a la mañana.

Maharaj: Yo no creo en shaktipat. Usted debe escuchar al Maestro. La ignorancia ha venido por la escucha. Por consiguiente, debe escuchar a una persona realizada y enton-ces es posible. La ignorancia ha surgido por la escucha, y por la escucha desaparece. ¿Cómo puede ayudarle shaktipat? ¿Puede conocer alguien algo, si pongo mi mano sobre su cabeza? Por ejemplo, suponga que un muchacho está corriendo y que otro muchacho no quiere correr. ¿Puede usted poner su mano sobre su cabeza y hacerle correr? ¿Cómo se puede obtener energía en su mente y en su cuerpo para correr haciendo eso?

Pregunta: Lo que quiero decir es la transferencia de energía de sus chakras (cen-tros de energía) a otra persona.

Maharaj: No, eso no puede hacerse. Cuando el Maestro le guía, y si usted entiende lo que dice y lo pone en práctica, entonces sí, entonces puede obtener la comprensión.

Pregunta: Entonces, ¿cómo entiende usted lo que dijeron esos swamis?

Maharaj: Yo no estoy diciendo que no fueran grandes. Lo que dicen es asunto suyo. Yo únicamente no estoy de acuerdo con ese concepto. ¡Qué le vamos a hacer!

Pregunta: Estoy de acuerdo en que con la escucha uno puede ver la luz. ¿Pero te-nemos suficiente tiempo ahora? En este reducido curso de un mundo, ¿tenemos tiem-po de devenir iluminados? En un día hay sólo veinticuatro horas. Yo creo que Swami Vivekananda no mentiría.

Maharaj: Yo no digo que nadie haya mentido. Yo le digo que lo que yo hablo es fal-so, que no existe, pero que, para quien hablo, es verdadero. Ese es su significado. Ver-dadero o falso, yo no critico a nadie. No me inquieta lo que dicen otros. Yo sé lo que mi Maestro me dijo, y he experimentado eso. Un muchacho joven no tiene que aprender su lengua materna, porque la escucha de sus padres. Acontece automáticamente. Las demás lenguas las tiene que aprender. Cuando usted nació no sabía lo que es ignorancia, ni tampoco lo que es conocimiento. El niño registra en su mente lo que oye y después com-prende. Así pues, los registros tienen lugar en la mente, y la mente responde. Entonces el niño habla. ¿Me sigue? Aquí pasa también lo mismo. La ignorancia ha venido por la es-cucha, y sólo puede irse por la escucha también. Shaktipat significa que un Maestro ha-bla, y si el discípulo escucha y lo toma en serio, entonces él mismo puede ser también un Maestro. Si está atento y tiene una comprensión tajante, entonces, ¿por qué no? Usted es Él.

Pregunta: ¡Yo soy Eso!

Maharaj: Sí. Cuando el ego no permanece, sólo la realidad es. Pero «yo» y «Eso» son los dos falsos. Son palabras. Usted tiene que ir más allá de las palabras. Las palabras retroceden de ahí. La realidad es más allá de las palabras.

Pregunta: La realidad siempre se subraya, pero nadie explica cómo obtenerla y lo que es.

Maharaj: La realidad es la realidad. ¿Cómo se puede decir lo que es? Cuando dice algo sobre la realidad, usted está en un sueño. ¿Cómo puede una persona que está dur-miendo saber lo que él es? Este mundo es el sueño del Creador. La creación del Creador es también un sueño. El Creador mismo es también falso.

Pregunta: Los sueños tienen significado.

Maharaj: Un sueño es siempre un sueño, no importa quién lo sueña. La persona reali-zada comprende que todo es un sueño y que no es verdadero, esa es la diferencia. (Sue-na el teléfono y Maharaj responde).

Pregunta: Usted acaba de hablar con alguien por teléfono. ¿Es eso real o una ilu-sión?

Maharaj: Es una ilusión.

Pregunta: Pero usted hablaba por teléfono.

Maharaj: Debía hablar, ¿no es así? Mientras estoy vivo tengo que hablar. Un cuerpo muerto no puede hablar. Mientras el cuerpo está vivo, vive en el conocimiento (gnana) y en la realidad final (vignana). Pero, de hecho, la persona realizada no hace nada. Com-prende cuando habla, que no habla. Duerme pero no duerme. Eso es lo que comprende. No existe nada y usted dice que existe. ¡Qué le vamos a hacer! Eso es el conocimiento.

Pregunta: En la obscuridad vemos una cuerda y decimos que es una serpiente.

Maharaj: Sí, eso es la ignorancia. Incluso en el momento en que usted dice que es una serpiente, sigue siendo una cuerda. Debido a la ignorancia o a la obscuridad usted dice que lo que no es verdadero es verdadero. Usted dice que el mundo no es una ilusión, que es verdadero. Por la gracia del Maestro usted obtiene la comprensión, y si acepta lo que dice el Maestro el mundo deviene nada. Es sólo su pensamiento; el pensamiento ha aparecido en usted. Usted es la realidad sin pensamiento, usted mismo sin usted.

Pregunta: Pero, ¿el pensamiento es material o no-material?

Maharaj: No existe. No tiene ninguna existencia real. Muchos pensamientos han ve-nido, ¿dónde están ahora? Vienen y se van. Los huéspedes vienen y se van. El hospede-ro permanece siempre.

Pregunta: Las gentes insisten en qué es más alto, si la realidad o la verdad.

Maharaj: La realidad es la verdad. La verdad no es una cosa. En un sueño usted ha-cía muchas cosas. ¿Puede decir que eso es verdadero o la verdad? Suponga que mata a alguien en el sueño y que va a la comisaria de policía y dice «he matado a alguien». Allí le ponen las esposas, pero cuando les dice que había sido en un sueño, usted es puesto en libertad.

Pregunta: ¿Por qué sueña uno sueños de violencia?

Maharaj: ¿Por qué medios? No se plantea ninguna cuestión de por qué. No hay nin-gún por qué, pues para eso que no existe, ¿cómo puede haber un por qué? La cuestión no se plantea. Primero intente comprender. Estoy intentando ayudar y después argumentar. No hay ningún mal en ello. Yo no quiero discutir.

Pregunta: Señor, yo no estoy discutiendo con usted. Estoy intentando aclarar mis dudas.

Maharaj: Eso es, estoy aclarando sus dudas. Sí, sí. Comprendo. Cuando las dudas es-tán ahí, su ego está ahí. Aquel que tiene dudas no es Él. Aquel que no tiene dudas es siempre Él. De hecho, todo el mundo es Él, haya dudas o no. Es el ego el que tiene estas dudas. De manera que, como usted no sabe, tiene que hacer preguntas. Todo el mundo puede hacer preguntas, ¿por qué no? Uno no debe preocuparse por ello. Yo siempre digo que hablo como un altavoz. Si usted oye o no oye, eso es elección suya.

Pregunta: Por eso es por lo que usted ve a los occidentales. Ellos tienen sed de co-nocimiento espiritual.

Maharaj: ¿Por qué es eso?

Pregunta: Porque en el nacimiento anterior podrían haber sido indios.

Maharaj: No, no. Olvide esa vida anterior. ¿Cómo puede ser eso? Cuando nace, us-ted deviene la criatura más pequeña. El ego nace. Su cuerpo no vuelve atrás nunca. De todos modos, ¿qué bien ha hecho usted con este cuerpo? Todos ustedes mienten. Usted dice, «yo soy fulano». Su firma es una falsedad. Usted está en prisión muchos años por esto. Sólo en esta forma humana se puede pensar en lo que es real e irreal. Una vez que olvida su Sí mismo real, el mundo deviene real para usted. Su cielo se pierde y usted vive en el infierno. El infierno significa que usted vive en el miedo y que deviene la cria-tura más pequeña. Diga siempre, «yo soy Él», y no esto. Usted puede ser una mala per-sona o una persona piadosa, pero, sin embargo, usted es siempre Él. Su miedo se debe a que todo eso es ignorancia. Nada puede tocarle o afectarle. ¿Cómo puede «nada» tocar a «nada»? Cuando usted siente que esa nada le está tocando, eso es ignorancia. Si com-prende que esa nada no puede tocarle, entonces usted es una persona realizada.

Pregunta: ¿Puede hablarme acerca del Stitapragna en la Bhagavad Gita?

Maharaj: Stitapragna significa que él comprende que todos son mí mismo. Vive en Eso. No dice nada. Comprende que todos son mí mismo.

Pregunta: Así pues, si se es sin miedo, ¿se puede alcanzar esa etapa?

Maharaj: Sí, entonces usted puede ser Stitapragna.

Pregunta: Como Bhagat Singh (patriota histórico). Cuando fue sentenciado a muerte, lo vio como la muerte para su país.

Maharaj: Eso es exacto. Ellos no sabían nada. Conocían sólo el país. Usted no debe hablar por nadie. Dio su vida, así es que hizo mucho. Usted no puede hacerlo, de manera que hónrele. ¿Me sigue? Una persona realizada no le honra. ¿Qué hay en todo eso? ¿Qué muere? El cuerpo muere, él no muere.
22 de diciembre de 1997

Pregunta: Mi mente está siempre haciendo ruido, ¿qué hacer?

Maharaj: La mente está siempre haciendo ruido. Quiere pensar constantemente. El agua debe moverse, de otro modo no es agua. De la misma manera, la mente es un pen-samiento, nada más. Los pensamientos vienen a usted y después se van. Usted no es la mente. Cuando usted duerme, la mente duerme, de manera que los pensamientos no vienen. Así pues, cuando la mente está funcionando, los pensamientos deben venir. Uno debe saber lo que es la mente. Si comprende sus pensamientos o su mente, entonces puede comprenderse a usted misma, en caso contrario no. ¿Qué tipo de pensamientos vienen a su mente?

Pregunta: El trabajo, lo que tengo que hacer, lo que ocurrirá. Parezco vivir en el futuro.

Maharaj: Todo el mundo vive en el futuro. La mente debe ser enseñada a no pensar más. ¿Por qué piensa la mente? Porque usted toma todo como si fuera verdadero. El mundo es verdadero, mí mismo es verdadero. ¿Cuál es su nombre? María. ¿Es María verdadero, dondequiera que está escrito? ¿Puede usted señalar María en su cuerpo? Así, usted piensa cada vez más en lo que usted no es. Eso es la mente. La mente piensa siem-pre en lo que no existe. Cuando nació, usted no sabía nada. Su padre y su madre le die-ron el nombre. En ese tiempo usted no tenía ningún nombre. Usted tuvo sólo el naci-miento, sin saber que yo soy un niño o lo que quiera que fuera. La existencia vino a su mente, yo estoy aquí. Ese «yo» es el ego, nada más. Usted debe saber quién soy yo. En la Biblia se dice, «Conócete a ti mismo y conocerás el mundo». El mundo es muy gran-de. ¿Cómo puede usted conocer a todos o todo? Véase a usted misma primero. Vaya a la fuente desde donde comienza todo. ¿Desde dónde comienza el mundo? Cuando us-ted se despierta, comienza el mundo, de otro modo no está aquí. Cuando usted está durmiendo no hay ningún mundo ni ninguna María. Usted olvida todo. Cuando se le-vanta, entonces dice, «¡Oh!, yo soy María». Y en el comienzo, usted no es capaz de de-cir su nombre, de manera que el padre y la madre le empujan a decir su nombre, una y otra vez. En ese tiempo usted no estaba apegada a nada.

Suponga que un muchacho ve el océano pero dice que es agua. Se le dice que no es agua, que se llama océano. Entonces él registra eso en su mente. Es agua, pero usted da los nombres a las cosas. Esa mesa de ahí, ¿le ha dicho a usted alguna vez, «yo soy una mesa»? Es usted quien dice que es una mesa, pero ella no es nada más que el poder. Si usted le pone una cerilla, desaparece en un segundo. Ella comienza de cero y acaba en cero. Vaya a la fuente de donde ha comenzado. Si va a la fuente, la cosa misma no per-manece. Usted la toma como verdadera cuando no es verdadera; de esta manera, la men-te siempre piensa cosas falsas. Cuando usted duerme, su cuerpo y su mente duermen. Vaya adentro de cero. Ahí no hay nada que usted diga. Algo le dice a usted que ahí no hay nada, eso es el poder. Uno debe saber lo que yo soy y lo que yo no soy. Usted no es el cuerpo, usted no es el nombre del cuerpo. Suponga que alguien le hubiera llamado Isabel, usted habría devenido Isabel. No hay nada en un nombre. Cambiar su nombre no le cambia a usted. Primero encuentre quién soy yo. La mente es un pensamiento, nada más. Lo que usted dice es la mente. Si dice «yo soy María», entonces usted es María, ¡qué hacer entonces! Usted no es siempre feliz, a veces es infeliz. Si se le da el nombre de Krishna, ¿es usted Krishna? El nombre está ahí, pero el nombre no puede ser Él. Por el nombre usted no puede ser Eso. Vaya a la fuente. Si va a la fuente del río, ¿queda entonces algún río? Cuando va a la fuente de usted mismo, usted también desaparece. A eso se le llama el poder.

Por ejemplo, la electricidad es el poder, y cuando está conectada a la bombilla da la luz. Pero la electricidad no sabe que ella es la luz. De la misma manera, cuando el poder entra en el cuerpo deviene conocimiento. Si usted toca la electricidad muere, si toca el conocimiento, el conocimiento desaparece. El conocimiento no permanece, usted es más allá del conocimiento. La realidad final es más allá del conocimiento, más allá de la igno-rancia. Si usted comprende o toca el conocimiento, el conocimiento desaparece y usted permanece. El conocimiento no tiene ningún valor. No es nada más que su ego. «Yo sé, yo sé todo», pero usted dice todo eso en un sueño. ¿Quién es el hacedor ahora? Nadie es el hacedor. Si usted pone electricidad en un ventilador o en un ordenador o en cualquier cosa, funciona. ¿Dice la electricidad, «yo lo hago»? Es sólo el poder.

De la misma manera, el poder se conecta al cuerpo y viene el conocimiento. Conoci-miento quiere decir «yo sé, yo comprendo». Entonces viene el ego. El «yo» viene cuan-do usted dice, «yo sé». Comprenda quién soy yo primero, ese es el punto principal. Diga como Sócrates decía, «Yo sé que no sé nada». Lo que usted sabe es nada. Lo que la realidad es, usted no puede saberlo. ¿Por qué? Por que usted es Él. ¿Cómo puede cono-cerse a usted mismo? Este cuerpo está hecho sólo de cinco elementos. Cuando uno mue-re, ¿qué acontece? Los científicos dicen que la materia no muere nunca. El cuerpo va a la tierra o a las cenizas en mi país (la India). El poder va al poder, y los elementos van a los elementos.

Pregunta: Entonces, ¿por qué todas las religiones hablan del destino y de la predes-tinación?

Maharaj: Porque no saben, porque no saben el significado interior de sus propias en-señanzas. Enseñan cosas falsas, así se lo digo. Sea Él, y entonces enseñe.

Pregunta: Todos nosotros estamos educados aquí, y podemos comprender la filoso-fía, pero la experiencia de ello es diferente.

Maharaj: Experimente esa experiencia usted mismo. Todo es nada, todo es ilusión. Entonces usted puede comprender quién soy yo, de otro modo no. Cuando todo es ilu-sión, ¿cómo puede estar destinado? El Creador del mundo también es ilusión. Usted está teniendo un sueño, usted no está haciendo nada. Dígame, ¿quién es el creador del sueño? ¿Puede usted encontrarle? Ahí no hay nadie, ahí sólo está su pensamiento. Y entonces, ahí usted ve muchas, muchas cosas. Pero alguien podría preguntar, «¿Quién da el pensamiento?» El pensamiento viene de la ignorancia.

Pregunta: ¿Cómo puede ser eso? Al contrario, cuanto más instruido es uno más pensamientos tiene.

Maharaj: Las personas ignorantes tienen muchos pensamientos. Esa es la dificultad. Lo que usted comprende hasta ahora es todo falso. La mente debe ser cambiada, y eso es lo que hace el Maestro. Usted es siempre libre, pero se dice, «yo estoy en la esclavi-tud». ¿Qué hacer entonces? Como se ha olvidado a usted mismo, yo digo estas cosas. ¿Quién soy yo para dar a nadie la liberación? Si un muchacho es ignorante, va a la escue-la. Y si no es ignorante, ¿entonces qué? Hay una historia en marathi de un hombre reali-zado que tenía un hijo de unos catorce años. Su esposa quería que el muchacho fuera a la escuela a aprender cosas sobre el mundo. De modo que enviaron al muchacho a la escue-la. Un día al muchacho le enseñaron un Sloka. «Om Nama Siddha» (Lo que es verdade-ro, ante ti me inclino). El muchacho hizo mil quinientos versos sobre aquel único verso. ¡Así pues, el hombre preguntó a su esposa qué podía enseñarle ahora! Si usted tiene las cosas falsas en su mente, es difícil cambiarlas. De alguna manera la mente debe estar en blanco, o abierta, entonces la aceptación viene muy rápido.

Pregunta: Cuando uno se sienta en meditación y tiene experiencias, ¿es eso ilusión también?

Maharaj: Sí, sí, todo es ilusión. El conocimiento que usted tiene está jugando consigo mismo. Lo que usted ve es sólo el conocimiento. Si se recuerda a usted mismo, le olvida-rá a Él. Olvide-Le y usted está aquí. Olvide «yo» y Él está aquí. Usted quiere ver-Le, pero no puede ver-Le. Usted quiere comprender-Le, y entonces entra la mente. Cuando usted es Él, ¿qué hay que obtener y qué no hay que obtener? Cuando ha venido tanto a la mente, ¿cómo puede usted dejarlo? Cuando el Maestro dice «usted es Él», ¿cómo puede usted creerlo? Los mohammedianos dicen una cosa, los hindúes otras, todo el mundo tiene sus propias ideas. ¿Quién tiene razón? Nadie tiene razón porque todo es nada. Si usted ve que alguien está siendo matado, y si se le pregunta, «¿Qué ha aconte-cido?», el que comprende dice, «yo no sé nada». El que es matado es Él. El matador es Él. ¿Qué hacer y qué decir? No ha acontecido nada, todo es falso. Usted quiere decir que todo es verdadero, pero ¿cómo puede ser verdadero? Los ojos muestran siempre las cosas falsas. ¿Qué hacer entonces? Cuando usted ve un sueño los ojos están cerrados. Viene un pensamiento y acontece todo, ¿es verdadero? ¿Con cuál ojo vio usted el sue-ño?

Cuando usted tiene comprensión, la mente deviene satisfecha, no viene ningún pen-samiento. La mente siempre piensa en otros y no en sí misma. Si la mente pensara en el Sí mismo no existiría. Así pues, usted preguntaba antes sobre su mente llena de ruido. La mente no existe, pero siempre es ruidosa. Es siempre ruidosa porque usted piensa en las cosas falsas. Alguien dice una mentira, y para mantener esa única mentira, usted dice cien mentiras. El que comprende dice, «yo no he visto, yo no sé». Si usted le pregunta cien veces, dirá, «yo no he visto». Lo que usted presencia siempre es falso. Así pues, lo que usted ve y percibe es todo falso. Los ojos no pueden ver en la oscuridad. Sólo el poder en usted puede ver la oscuridad, y también la luz. Usted ve con el poder, no con los ojos. Los ojos no funcionan en la oscuridad.

Comprenda el poder que está en usted. Comprenda «quién soy yo», primero. Enton-ces usted puede obtener el cielo, pero debe morir primero. Usted no quiere decir el cuer-po; el cuerpo no puede ir al cielo. El cuerpo comienza de cero y acaba en cero. El Sí mismo es el cielo. No hay ningún cielo allí arriba. Todo comienza desde usted.

La mente piensa siempre, pero si a esa mente se le da la comprensión, entonces la mente se aquieta. El niño llora y llora, pero si le da chocolate, es feliz, se olvida de llorar. Así pues, si a la mente se le dan pensamientos reales, se detiene automáticamente. La mente busca los pensamientos falsos. Si usted comprende su mente, ella puede llevarle a la realidad. Las personas realizadas comprenden sólo por la mente. «Yo no soy esto ni ninguna otra cosa». La esclavitud y la liberación es también obra de la mente. ¿Por qué quiere usted la liberación? No hay ninguna necesidad de ella. Este conocimiento sólo puede ser comprendido por la gracia del Maestro, nada más. Siddharameshwar Maharaj es mi Maestro; él daba esa comprensión. Pero usted debe querer comprender.

Todas las religiones dicen que se conozca usted mismo. Kabir dice, «¿De qué sirve ir a los lugares sagrados si no se conoce a usted mismo?» Si usted comprende, entonces todos los lugares devienen sagrados. Él penetra todo. Él está en todos. Cada burbuja del océano no es nada más que océano. Salga ahora del ego, y usted es Él. No hay nada que hacer, sólo se requiere un cambio de comprensión. Salga del círculo de la ignorancia. Usted nace en la ignorancia y muere en la ignorancia. Ignorancia quiere decir nada, cero. El espacio también es cero, todo acontece en el espacio. Si no hay ningún espacio, en-tonces ¿cómo puede acontecer algo? El Sí mismo es sin espacio y sin pensamiento. Así, la mente puede ser sin pensamiento si se comprende a usted mismo. Usted dice que el mundo es verdadero, los santos dicen que el mundo no es verdadero. Esa es la diferen-cia. Puede haber muchos ruidos en el mundo, pero el que comprende permanece sin rui-do.

Pregunta: ¿Hay alguna cosa tal como el mundo del espíritu cuando el cuerpo se va?

Maharaj: El poder está aquí, pero el poder es falso, no es verdadero. En el poder us-ted ve dioses y ve demonios, ambos están aquí. Pero ambos son falsos. Dios es el poder, el conocimiento. La realidad está aquí, sobre esa realidad usted ve todo. A no ser que la cimentación esté aquí, no puede haber ningún edificio.

Pregunta: Las religiones hablan de la vida después de la muerte, ¿es eso sólo un concepto?

Maharaj: Sí, es simplemente su deseo.
(Hubo una interrupción y algunas personas nuevas entraron en la habitación).

Maharaj: Los santos dicen muchas cosas. Algunos dicen «haga esto» o «haga eso», pero no es correcto. Uno debe conocerse a sí mismo primero. Todo es falso, pero usted es verdadero. Usted sin usted es la realidad. ¿Cuánto tiempo requiere conocerse uno mismo? Algunos maestros dicen que la comprensión vendrá más tarde. Yo no estoy de acuerdo con eso. Ellos dicen, si usted hace eso y esto, entonces vendrá la comprensión. Usted está siempre aquí.

Su nombre es Bob. Suponga que ha bebido coñac y que tiene los efectos de la bebi-da. Entonces actúa y dice cosas necias. Alguien viene a su lado y le da un cachete. ¿Volverá entonces en sí o no? Lo que el Maestro dice es exactamente como un cachete. Usted puede comprender en este momento mismo. (Maharaj vuelve a contar entonces la historia del Décimo hombre). Diez hombres habían cruzado el río, y cuando llegaron a la otra orilla, sólo contaban nueve hombres. Entonces asumieron que un hombre se había ahogado al cruzar el río. Cada persona contó y llegaron a la misma conclusión, que se había perdido uno. Entonces vino un hombre sabio y vio que los hombres estaban llo-rando, de modo que les preguntó qué ocurría. Después de escuchar la historia, dijo que allí había diez hombres. Entonces pidió a uno de ellos que contara. Éste contó nueve. El sabio dio un cachete al hombre que estaba contando, y éste dijo, «¡Oh!, hemos encon-trado al décimo». Los demás estaban en duda. Cuando cada uno de los hombres recibió un cachete comprendieron al décimo hombre. Cuando se olvida de usted mismo, vienen todos los problemas.

Si usted está inconsciente y recibe la inyección del médico, ¿vuelve en sí o no? En-contrarse a usted mismo puede ser muy fácil, sólo deben eliminarse de la mente los pen-samientos falsos. Yo no estoy de acuerdo en que pueda conocerse a usted mismo des-pués de algún tiempo o de muchos nacimientos. Usted no se olvida nunca de usted mismo en ninguna parte del mundo. Ahora iré un poco más adelante. Si el cuerpo va al cementerio, usted permanece, usted no muere. Todo el mundo es lo mismo. Las gentes tienen diferente color de piel, pero todo el mundo come, todo el mundo respira el mismo aire, todo el mundo quiere agua. Se requieren cinco elementos. La existencia discurre con la respiración para todos. Cuando hay comprensión, la unidad viene a la mente. No dualidad en absoluto. Así pues, se dice que el sentido común no es una cosa común. Las diferencias y la separación son obra de la mente. Todos son Él.
23 de diciembre de 1997

Pregunta: La práctica de la meditación, ¿debe ser con esfuerzo o sin esfuerzo?

Maharaj: La meditación es sólo hacer sutil su mente. La mente ha devenido muy ob-jetiva. Así pues, en el comienzo, pero sólo en el comienzo, la meditación es necesaria para comprender lo que el Maestro está diciendo. Es una etapa inicial. No es la etapa final. La meditación puede llevarle a la realidad final, pero es una disciplina larga y muy difícil. En el comienzo es útil, pero finalmente se absorbe en la realidad final. En nuestra tradición, la meditación se refiere a la «vía de la hormiga», y la comprensión es llamada la «vía del pájaro». Los pájaros pueden volar de árbol en árbol y las hormigas, por su-puesto, se mueven muy lentamente. La vía del pájaro es sólo por el pensamiento. En la meditación usted tiene que practicar muchas horas al día, y hay también muchas restric-ciones. Se restringen el sueño y el alimento, y es una práctica muy difícil. Así pues, san-tos que han realizado por la comprensión, dicen que se medite en el comienzo para pre-parar su mente para la comprensión. Por consiguiente, ambas vías son necesarias.

Cuando una persona realizada habla, habla más allá del cielo, más allá de cero. Una mente objetiva no comprenderá tan rápido. Lo más importante en el comienzo es la no-ción de que él es mi Maestro y lo que dice es correcto. La fe y la dedicación son esencia-les. En el comienzo el Maestro dice que el conocimiento es necesario. Pero al final ese conocimiento debe sumergirse en la realidad final. El conocimiento pertenece al ego. Pero obtener ese conocimiento es un paso importante que usted debe atravesar. Usted tiene que practicar «yo no soy el cuerpo, yo no soy la mente, yo no soy el conocimiento, yo no soy el ego». Sus hábitos deben ser cambiados, de manera que la práctica es nece-saria; de otro modo, es imposible. En la mente de todos está «yo soy fulano». Cuando esté haciendo algo, usted debe practicar: «yo no estoy haciendo», cuando esté comien-do: «yo no estoy comiendo».

Hay tres tipos de karma (ver apéndice). Karma significa acción. Cuando usted hace una acción que al momento deviene sin acción, no queda nada (akarma). Usted la ha hecho y se ha acabado al momento. Después viene cuando usted piensa muchas cosas sobre sus acciones. Suponga que usted quiere a alguien, y que vienen a su mente muchos pensamientos. Como resultado, eso deviene karma. Acción y reacción son opuestos e iguales. Karma es sólo una función de la mente. Si usted dice «yo lo he hecho», enton-ces está unido con el karma. Así pues, ¿cómo salir del círculo de la ignorancia? Sólo por la comprensión. Cuando nada es verdadero y usted no existe, ¿qué queda entonces? Mientras usted está, todo existe. Cuando el cuerpo muere, todo desaparece, ¿o no? Si usted tiene muchos dólares en el banco, ¿cuál es la utilidad de eso allí? ¿Puede usted firmar un cheque?

Cuando uno muere piensa en las acciones buenas y malas que ha hecho. Esto lo lleva con usted en la mente, a ninguna parte. Estos pensamientos no tienen ninguna existencia real, pero cuando usted dice que existen, ellos le siguen. Si usted viene a la India, y se requieren algunas cosas para sus hábitos personales, usted se trae estas cosas, ¿o no? De la misma manera, cuando usted muere y deja el cuerpo, usted se lleva sólo sus acciones buenas y malas en su mente. «Yo he hecho estas cosas». Nada es bueno y nada es malo en el mundo. ¿Por qué? Porque no es verdadero. No hay ningún hijo de una mujer esté-ril. No ha existido nunca. El ego es como el hijo de una mujer estéril. No existe, pero usted sigue diciendo «yo lo he hecho». El ego debe ser comprendido y abandonado. «Yo no existo, yo no soy», ésta debe ser su comprensión. De esta manera, todas las ac-ciones al momento son sin acción.

Si usted mata a alguien en un sueño, cuando se despierta ¿dónde está su acción y quién hizo la acción? ¿Quién es el responsable? Usted está durmiendo, usted no ha he-cho nada, y no puede siquiera recordar su nombre. Su mente está en reposo y usted lo olvida todo. Sólo permanece la ignorancia y el conocimiento también, en una forma la-tente. Van siempre juntos. Si la ignorancia desaparece, entonces el conocimiento debe desaparecer también. Son las dos caras de una misma moneda. Son dos caras, aunque son uno. (Alguien llega tarde y se queda fuera de la puerta, pero Maharaj le dice que entre para que pueda escuchar). El que viene debe escuchar las palabras del Maestro. La ignorancia ha venido para escuchar. Sin escuchar no es posible obtener la comprensión. Cuando usted obtuvo el cuerpo no sabía nada. Después de eso, todo ha venido a usted. Su nombre, dónde estoy, quién soy, todas estas cosas han entrado en su mente. Todo su conocimiento ha venido de sus padres, maestros, y de cualquiera con quien usted se en-cuentra. Todos ellos están en la ignorancia, ¿qué hacer? Sólo una persona realizada pue-de decir que nada de esto es verdadero. «Venga conmigo», dice. «Todos están en la zona este, venga conmigo a la zona oeste». Todo lo que ha aprendido es falso, nada es verdadero, y este mundo que usted experimenta no es nada más que un largo sueño. Délo por hecho. Así, si usted ha hecho algo bueno o malo en el pasado, ¿existe en este momento? Es sólo en su mente donde está lo bueno y lo malo. En alguna parte, las gen-tes están celebrando su matrimonio, o quizás su cumpleaños, ¿pero dónde están? No hay ningún tiempo ni espacio en la realidad final. Ésta debe ser su comprensión. Entonces las acciones devienen sin acción al momento. ¡Una vez hecho, acabado! ¿No? Así, se dice, «cuando usted escupe no puede recuperarlo». Cuando usted dice algo malo a alguien, a menudo dice «lo siento», pero no puede recuperarlo. Lo que se ha dicho, se ha dicho. Todos estos padres y abuelos, ¿adónde han ido? ¿Le escriben?

Así pues, al comienzo usted debe ir a la escuela para la comprensión. Usted no puede meditar el día entero. Al comienzo, usted encuentra alguna resistencia a aprender, y al-gunas veces uno tiene que sobornar al niño para que vaya a la escuela. Pero después de un tiempo, cuando usted tiene el sabor de lo que ha dicho el Maestro, que nada es ver-dadero, ni siquiera usted mismo, ya nunca más se preocupará por el mundo. El mundo, ¿qué es? Comienza en cero y acaba en cero. Cero es siempre cero. Es nada. En realidad sólo hay unidad, ninguna dualidad en absoluto. Debido a la ignorancia usted dice, «yo soy americano, francés». ¿Dónde está escrito? Está sólo en su mente. Usted está siempre en la esclavitud.

Cuando se va a dormir, cierra todas las puertas y las ventanas. Así, se hace prisionero a usted mismo, ¿o no? Por su propio deseo, usted deviene un prisionero. Cierra la puerta desde dentro y lo hace expresamente. Yo le digo que no existe nada. Justamente como en un sueño, todo está en su mente. Dígame, ¿con cuántos ojos vio usted el sueño, y quién lo hizo? Usted no hizo nada. Sus pensamientos lo hicieron, délo por hecho. Algu-nos pensamientos vinieron y todo aconteció, ¿quién puede decir cómo? No hay ninguna entidad ahí. ¿Y dónde aconteció? ¿Quién puede decirlo? La comprensión debe venir, eso es todo. El cielo es muy grande. Cuando usted cierra sus ojos, ¿dónde está el cielo? Es la cosa más grande, pero cierre sus ojos y desaparece. Sólo permanece el poder. Para demoler ese cielo, cierre sus ojos. Sólo usted y el poder permanecen. Debido al cielo o al espacio, nuestros ojos pueden ver todo. En un segundo todo puede desaparecer. Ponga una cerilla a esta mesa y deviene cenizas. No tiene ninguna existencia. El viento viene y se va, ¿de dónde ha venido y dónde acabará? La comprensión debe venir. Su mente no es nada sino sus pensamientos. Comprenda sus pensamientos y los pensamientos no permanecerán.

Cuando un huésped viene a su casa y no se va, ya no es un huésped sino el hospede-ro. Entonces reclama ser el propietario de la casa. Ahora somos socios, dice. El cuerpo es lo mismo. El cuerpo es el único huésped. El huésped no es el propietario de la casa. El cuerpo quiere todo. Ni siquiera es un buen huésped. Cuando se va, ¿le da a usted las gracias alguna vez por todo el sustento y el cuidado que le ha proporcionado? ¿Dice alguna vez «adiós»? Usted le ha mantenido toda la vida, y se va sin decir ni una palabra. Y sin embargo, usted dice todavía «yo soy esto». ¿Qué hacer entonces? Se requiere un cambio de mente, nada más. La mente misma es la esclavitud, la mente misma es la libe-ración. Así pues, se requiere meditación al comienzo, pero después de un tiempo el Maestro le dice que ya no la necesita. Olvide esa meditación también. La comprensión le hace a usted «Él», y «usted» ya no permanece. Cuando acontece eso, ¿qué hacer y qué no hacer? El poder en usted es el creador del mundo. Lo que acontece es su elección, y no la elección del creador. Comprenda de esa manera y usted nunca sentirá nada. «Yo soy nada». Debido al cuerpo usted ha devenido una criatura muy pequeña. Olvide la esclavitud, nada más.

En Francia una vez fuimos a ver la torre Eiffel. Enfrente de la torre había un hombre que estaba de pie. Parecía una estatua, pero era un mimo. Su cara estaba pintada de blanco. Entonces comenzó a moverse para que todos supieran que no era una estatua. Y cuando hubo acabado con su actuación pidió dinero. Todo el mundo quiere algo, todo el mundo hace algo, crean alguna ilusión, y entonces esperan algo a cambio. Es esencial tener un Maestro real para la comprensión. Si un Maestro hace como el mimo, no es el Maestro, así se lo digo. Hacer un espectáculo, crear milagros, todo eso es insensatez. ¿Qué milagros puede hacer usted? No hay ningún milagro en absoluto. ¿Puede usted hacer algo más que los cinco elementos? Si hay un milagro, el cuerpo mismo es un mila-gro. Los cinco sentidos están extremadamente cerca uno de otro, pero sus capacidades son completamente diferentes. Así pues, ¿qué más milagros puede usted hacer? ¿Por qué intentar atraer a las gentes donde está la necesidad? Es sólo el poder, el sexto elemento, el que hace todo. Suponga que tiene un sueño donde está lloviendo a mares, cuando se despierta, ¿hay algo mojado? Así pues, cuando usted es despertado por el Maestro, dice la misma cosa, «no es verdadero». La mente puede ser despertada, nada más. Compren-da sus pensamientos y no permanecerán. Vaya a la fuente. En una pequeña semilla está todo el árbol, así pues, vaya a la fuente. La mente hace ruido porque usted dice que todo es verdadero. Nada es verdadero, mí mismo no es verdadero. «Yo» no existo. Un hom-bre muerto no piensa nada. ¿Puede pedir agua? Nada es nada.

Usted es más allá del espacio y del tiempo. Cuando usted dice «yo soy», entonces viene todo, ¿qué hacer? Debe pensar una y otra vez. Por no pensar, usted ha devenido una pequeña criatura. Por el pensamiento usted puede devenir lo más grande de lo más grande. Finalmente ese pensamiento se absorbe en la realidad y usted no permanece. Diga, «Yo soy el Creador del mundo». Sea grande. No haga daño. Pero diga también, «Lo que he creado no es verdadero. Yo no soy». Comprenda primero quién soy yo, y después, que «yo» será absorbido por la comprensión. Si usted examina el ego, el ego no permanece. Usted dice que el ego es mí mismo. Comprenda finalmente que la compren-sión no es verdadera. Todo comienza de cero. Multiplique o sume o divida, el cero per-manece cero. Usted no puede verse nunca a usted mismo, sólo puede ver su reflejo en el espejo. No hay que hacer nada, sólo se requiere comprender. No hay ningún hacedor y no se está haciendo nada. Pero el ego no quiere morir. Algunos gusanos cuando se cor-tan no mueren; el ego es justamente así. El pensamiento es ego, el conocimiento es ego. Si «yo» desaparece, entonces Él está aquí. Él está siempre aquí, no hay nada de qué in-quietarse.

El que va a las profundidades del océano obtiene la perla. Vaya a la profundidad de usted mismo y Él está ahí. El que obtiene la comprensión no siente nada. Lo que aconte-ce, acontece. Está bien. Es mi elección ahora. La comprensión debe ser tan fuerte que si alguien quiere matarle, que lo haga. Vaya a la muerte de ese ego y de ese conocimiento, y el que quiera matarle no le dañará, porque usted dirá, «adelante, yo no voy a morir». Usted debe estar vigilante aquí porque el conocimiento que obtiene del Maestro es falso también. Y si usted dice entonces, «yo soy el Maestro ahora», eso es falso también. En el mundo sólo hay unidad, ninguna dualidad en absoluto. Todo el mundo es Él, ¿por qué inquietarse? Nada es malo, nada es bueno. Esto son sólo sus pensamientos. Todos son falsos, ¿dónde está la verdad entonces? ¿Puede usted encontrar la verdad en todas estas falsedades? Todo el mundo dice las cosas falsas. Usted dice que esto es una mesa, pero no es una mesa. Se dan muchos nombres. A usted se le ha dado un nombre, pero usted no es eso. Así pues, haga usted lo que haga, bueno o malo, todo es falso. El conocimien-to es falso. La mente debe ser cambiada, eso es todo. Cuando usted está en el sueño profundo, ¿desaparece o no desaparece el conocimiento? Si muere y obtiene otro naci-miento, aunque usted hubiera sido un médico o un abogado, tendrá que reaprender todo otro vez. ¿Adónde ha ido el conocimiento? Se debe pensar de esta manera.
26 de diciembre de 1997

Pregunta: Ayer dijo usted que la mente no quiere morir. ¿Es un buen método repe-tirnos a nosotros mismos, que «yo no soy el cuerpo, ni la mente»? ¿Es esto una mane-ra de deshacernos de la mente?

Maharaj: Está bien, es una manera. Pero yo, mí mismo, es también un pensamiento. Ese «yo» debe ser absorbido finalmente en la realidad. Está bien decir, «yo no soy esto, ni esto». Primero discrimine todo. La mente dice sí, pero comprenda que usted no está haciendo nada. Usted no está durmiendo, usted no está hablando y así sucesivamente. Lo que siente también es mente, olvide eso también. Ese pensamiento, «yo no estoy ha-ciendo», es sólo como una espina que le ayuda a discriminar. Después, ese pensamiento se absorbe en la realidad. «Yo no existo, y no estoy haciendo esto o aquello». Lo que usted ha dicho hasta ahora no es nada sino una ilusión. Usted no está haciendo realmen-te nada, pero la mente piensa lo contrario. Esa mente debe ser absorbida también. La discriminación es el punto principal. Entonces usted comprenderá que yo soy por todas partes. ¿Dónde no soy yo? Deben quitarse de la mente los pensamientos tales como, «yo sé, yo hago, yo comprendo», etc., nulificándola. Nada es verdadero.

En un sueño usted ha visto muchas cosas, pero usted no ha visto. Sus ojos estaban cerrados. ¿Quién ve entonces? Lo que usted ve y percibe no es nada sino sus pensamien-tos. El Maestro le dice estas cosas para que el «yo» o el ego no permanezcan. La realidad final no tiene nada que ver con todas estas cosas. «Yo» es sólo un pensamiento. La realidad sin pensamiento no tiene emociones ni conceptos en ella. Todo aparece en ella. La pantalla no piensa en nada bueno ni malo. La pantalla no dice sí ni no. Ella muestra todo, pero nada de ello la toca. Que nada le toque. Todos los ornamentos no son nada más que oro. ¿De acuerdo? Usted les da diferentes nombres, eso es todo. El nombre no tiene ninguna entidad. La figura y el nombre se dan, pero no son nada más que un orna-mento.

Practique diciendo, «yo no hago nada». De la misma manera que en el sueño todo acontece, aunque usted no hace nada. Cuando se despierta, sabe que usted no ha hecho nada. Usted sabe eso. Lo mismo aquí. «Yo no estoy hablando, yo no estoy comiendo», ésa debe ser su comprensión. «Yo tengo razón, él está equivocado», todos estos pensa-mientos surgen en su mente. Así pues, cuando la emoción o los pensamientos surjan en su mente, para eliminar estas nociones falsas, comprenda que usted no hace nada, y que el «yo» no existe. Todo comienza de cero y retorna a cero, y nada permanece porque no es verdadero. Una espina puede eliminar a otra, pero si usted se queda con la segunda espina le pinchará. Finalmente, esa emoción del pensamiento «yo» debe ser absorbida. Si usted no es, ¿quién es el hacedor entonces? El «yo» no tiene ninguna entidad, usted debe meditar sobre ello. Si no lo hace, ¿cómo puede comprender esta filosofía?

El pensamiento es la segunda espina y también debe partir. El pensamiento no es us-ted. ¿Quién piensa? Aquí el pensador no se encuentra. En el comienzo uno debe obser-var lo que el «yo» está haciendo, pero lo que es hecho por el «yo» no es usted. Usted no hace nada. El pensamiento «yo» existe sólo en un sueño, nada más. Así, si usted com-prende que esto no es verdadero, ¿por qué inquietarse entonces? Diga, «yo no hago na-da», entonces no hay ningún hacedor. Finalmente el «yo» desaparece. Usted debe tener cuidado aquí, porque si dice, «yo tengo el conocimiento» o «yo soy el Maestro», eso es ego.

Las gentes a menudo hacen un espectáculo de su conocimiento. Algunos renuncian y se ponen vestiduras especiales. Mostrar algo no es correcto. Lo que se requiere es com-prensión, nada más. Si un hombre se pone vestiduras de mujer eso no le hace una mujer, y viceversa. El pensamiento es el primer obstáculo que ha aparecido en usted, pero usted es sin pensamiento. Los pensamientos son sólo de la mente. El pensamiento es como un forúnculo que ha aparecido en usted. Debe ser eliminado por la comprensión, y después olvidado. Pero sin comprensión usted permanece en la ignorancia y no puede hacer na-da. En el comienzo, se necesita adquirir conocimiento. Para eliminar la ignorancia o la obscuridad, es necesaria la luz. No obstante, ambas son falsas. Cuando hay luz hay oscu-ridad, y cuando hay conocimiento hay ignorancia. Pero usted no es ni conocimiento ni ignorancia, ni luz ni obscuridad. El mundo no existe. ¿Quién existe? Él existe, o mí mis-mo sin mí mismo. Uno debe dejar el sitio, de otro modo Él no puede entrar. Mientras el espacio está aquí usted ve todo. Si no hay espacio, entonces no hay nadie ni nada. Si usted comprende que el espacio es nada, entonces todo lo que hay en él es falso. El ego es conocimiento, el ego es mente y la mente no es nada sino sus pensamientos. La mente es el mayor hacedor. La mente es conocimiento. Cuando viene la comprensión real, en-tonces se arroja todo.

Las dudas son muchas en el mundo. La mente siempre tiene dudas. El Maestro dice, «usted es Dios». Usted dice, «¿Cómo puede ser eso? ¡Yo soy una simple persona, lo que usted dice es imposible!». La mente no quiere aceptarlo. Usted puede ser un pecador, un jefe o cualquier cosa. La persona realizada no se preocupa porque sabe que usted es To-do. Ve los ornamentos sólo como oro. Suponga que pone oro en excrementos, ¿cambia eso su naturaleza? El oro es oro. Es lo mismo aquí. La realidad es siempre la realidad. ¡No sea algo, sea todo! Algo es ego. Las gentes me preguntan, «¿A qué hora es el dhar-san?» ¿Cuál es el significado de eso? Al dar darshan usted deviene algo. Yo no soy esto. El templo está siempre abierto y todo el mundo es Él. Cualquiera puede ir al cementerio o al templo en cualquier momento. No hay ninguna esclavitud para nadie. Todo el mun-do es Él, de manera que ¿quién dará el dharsan a quién? Así pues, digo a las gentes que, si quieren escuchar algo en inglés, vengan a las tres y media de la tarde. Cuando usted va a su propio lugar, ¿necesita permiso? Sea abierto y todo es su elección. En su propia casa usted puede hacer algo. Usted no está limitado por ninguna ley. Usted es Él, ¿por qué dudar? Usted está en todo el mundo. Usted mismo es tan abierto, que se ha olvida-do de usted mismo y dice, «yo soy esto».

Usted está por todas partes y nadie puede detenerle. ¿Puede usted detener el viento? Usted está en el excremento y en el Dios también. Cuando usted deviene sutil, nada viene a su mente. Sea sutil. Pero como se ha olvidado de usted mismo, usted tiene que ir al Maestro. Usted tiene que ir para eliminar la ignorancia. Usted ha tomado la ignorancia sobre sí. En la ignorancia, usted dice que todo lo que no es, es verdadero. Un borracho en su delirio dice, «yo soy el rey». Déle un buen cachete y se acordará de sí mismo. Un cachete del Maestro es un cachete para la mente, nada más. Y el Maestro le da un cache-te tan bueno que su mente ya no permanece. Usted es siempre en todos y todo está bien. Elija un Maestro que sea libre de todo, que no se inquiete por nada. En un sueño usted acepta lo que viene. Aquí haga lo mismo, acepte todo. Las cosas vienen y se van, pero la nada se queda. El huésped debe irse, el hospedero se queda. El huésped no puede decir, «ésta es mi casa». Si usted es por todas partes, ¿cómo puede ser usted un diablo, un san-to o Dios? Usted es todas estas cosas. Todas son sus pensamientos. Él sabe que no hay nada bueno en él y nada malo en él. En el santo, todo el mundo puede entrar. Está abier-to y da la bienvenida a todos. Todos son Él mismo. ¿Y por qué decir incluso «mi casa»? Sea fuera de todo. Arroje todas las apariencias de usted. La mente, el conocimiento, el intelecto, las posesiones, todas estas apariencias, arrójelas de usted. Sólo entonces puede verse a usted mismo.

El templo y el cementerio están siempre abiertos. El cementerio es también un tem-plo. Los cuerpos muertos desaparecen y lo que queda es verdadero. Algunas gentes van al cementerio a meditar. Allí, nadie les molesta, todo es quietud. Sin embargo, si usted comprende que su cuerpo es un cuerpo muerto en este mismo momento, no hay ninguna necesidad del cementerio. Usted puede vivir en una casa humilde o en un palacio, dé por hecho que es también un cementerio. Todos los cuerpos muertos se están moviendo en el mundo. Todos lloran en el mundo. Todos son infelices. Los santos no lloran porque sa-ben que todo es falso. Las gentes se preocupan innecesariamente. Las gentes se preocu-pan por la muerte mientras están vivos. A un santo se le dijo que iba a morir mañana. Él dijo, «Me preocuparé por ello mañana». Mañana no llega nunca, délo por hecho. Cada día es hoy. No hay ningún tiempo ni espacio en la realidad. No hay hoy, ni mañana ni ayer. Al comienzo usted tiene que dar a todo esto un poco de pensamiento y de aten-ción. Dé la bienvenida a todo y después deséchelo. La esclavitud es cuando lo toma como verdadero.

(Al preguntador original) Lo que usted ha dicho está bien, pero es también un pen-samiento. Usted no es eso. Sea fuera del círculo de la ignorancia, y entonces vuelva a entrar, no hay ningún mal en eso. La ignorancia no puede tocarle si usted ha comprendi-do. Usted no existe.

Pregunta: Antes de despertar, ¿constituye alguna diferencia —provechosa o perju-dicial— lo que uno come y bebe?

Maharaj: Cualquier cosa que le guste comer o beber, ¿quién hay para detenerle?

Pregunta: Nadie excepto mí mismo.

Maharaj: Ese «mí mismo» es la cosa sucia. Elimine ese «mí mismo». Si la serpiente está ahí, quítele sus dientes venenosos, y entonces puede jugar con ella. Incluso si le pi-ca, usted sabe que usted no va a morir. No es verdadera.

Pregunta: Yo no sé eso ahora.

Maharaj: ¿Ahora qué?

Pregunta: Algunas gentes dicen que ciertos alimentos y bebidas bloquean el cuerpo sutil, de manera que sugieren una dieta vegetariana.

Maharaj: Todo eso son pensamientos. En su tradición cristiana, ¿no se trajo vino en el nacimiento de Cristo? ¿No era Cristo Dios? En la tradición india no se ha puesto nunca vino ante Dios. Pero el agua es también la base del vino, y tanto el agua como el vino ayudan a digerir el alimento. ¿Son uno o no? Si usted toma coñac y coge una borrachera se olvida de usted mismo, pero ése no es el olvido real porque usted recuerda después de que la borrachera desaparece. El olvido real es cuando usted toma el coñac y no coge la borrachera en su mente. Un hombre que bebe y dice, «déme el cambio, puedo contarlo», no está borracho. De la misma manera, acepte cualquier cosa en el mundo, pero no se emborrache en la mente. Si dice que es verdadero, entonces usted está borracho. Cuando usted dice que el mundo no es, ¿qué puede entonces dañarle?

Pregunta: Era una enseñanza de mi Maestro anterior que ser vegetariano es útil. Que era bueno para las vibraciones del cuerpo. ¿Es eso verdadero?

Maharaj: Suponga que usted bebe y come alimento no vegetariano, ¿acaso no puede usted comprender? Todo eso son sólo asuntos corporales. ¿Acaso tomando sólo cosas buenas usted deviene bueno? ¿Acaso todas esas gentes han comprendido por eso? «Los asuntos corporales no son incumbencia mía». Sea fuera de eso.

Pregunta: ¿Hay Maestros que comen carne?

Maharaj: Compréndase a usted mismo, eso es lo que importa. El cuerpo no es usted. Usted se ve a usted mismo como el cuerpo, pero usted no es el cuerpo. ¿Qué es bueno y qué es malo? Todo eso son pensamientos insensatos, así se lo digo. Deshágase de su mente. Lo bueno y lo malo son obra de la mente.

Mi propio Maestro pidió a sus discípulos, «traedme algo que sea malo en el mundo». No pudieron encontrar nada malo, pero finalmente alguien trajo excremento. Pero sin excremento usted no puede obtener alimento. Se necesitan fertilizantes, ¿no? Nada es malo en el mundo, nada es bueno. El «yo» que juzga lo que es bueno y lo que es malo, el «yo» que no acepta, es el que es malo. Ese es su significado. Lo bueno y lo malo es se-gún las circunstancias.

Pregunta: Así pues, ¿lo que usted está sugiriendo es la separación total entre el cuerpo y Dios?

Maharaj: Él penetra todo, ¿dónde no está Él? Él puede estar incluso en el coñac o en el excremento, ¿por qué no? Yo no como carne, ni bebo. Esa es mi elección. Suponga que alguien está sentado cerca de mí comiendo carne y bebiendo vino. ¿Debo decir que él es malo? Yo no debería sentir nada. Entonces la idea de unidad viene a su mente.

Uno de los discípulos de Siddharameshwar estaba jugando a las cartas con él, y tenía el hábito de fumar. Se excusó para no fumar enfrente del Maestro. Así que el Maestro le dio un bidi (un cigarrillo indio) para que fumara. Al Maestro no le importaba, ése era el significado. Uno puede ser muy abierto, pero debido al cuerpo usted deviene una criatu-ra pequeña. ¿Por qué toda esta inquietud? Cuando usted dice que la buena comida y las cosas buenas traen buenas ideas, eso es esclavitud. Un perro come carne y también la come un tigre. Uno es un fiel compañero, el otro es peligroso. Ambos comen las mismas cosas. ¿Es uno malo y el otro bueno? Así pues, nada es malo, délo por hecho. Lo bueno es esclavitud. La realidad es por todas partes. Acéptelo. Krishna dijo siempre mentiras y nunca dijo la verdad. Y Rama siempre estuvo diciendo la verdad. Krishna es considera-do una encarnación plena y Rama una media encarnación. Todo está en mí, lo bueno y lo malo.

Si usted no bebe es su elección. Pero no juzgue a los demás. Todo está bien, simple-mente. Esto es la libertad real. Si usted está en la prisión, todo lo que piensa es que está en la prisión. Cuando sale fuera de la prisión, ¿qué pensar y qué no pensar de ella? Usted es siempre libre.
6 de enero de 1998

Maharaj: Cuando Siddharameshwar Maharaj estaba aquí, no había grabaciones. El Maestro debe ser un Maestro completo. Y él era un Maestro completo. Daba todo y esa era su grandeza. Muchos maestros no dan la comprensión final. Uno tiene que ir más allá del conocimiento, donde el conocimiento deviene ignorancia. Él nos explicaba esa etapa y nos hacía comprender. Krishna tenía un amigo íntimo, y cuando Krishna iba a dejar el cuerpo, el amigo pidió a Krishna que le llevara con él. Krishna dijo, «adonde yo voy no puedo llevarte». Aunque era un amigo íntimo de Krishna, no conocía el corazón de Krishna. El amigo insistió en que Krishna le llevará con él, de manera que Krishna co-menzó a enseñarle, a darle el conocimiento, la comprensión. Usted no puede permanecer en el cuerpo. Cuando sea la hora, el cuerpo debe partir. Así pues, el amigo dijo a Krish-na, «eres un amigo muy sutil, sólo cuando he querido ir contigo me dices estas cosas. Y ahora que comprendo, y que me has dado este conocimiento precioso, debo alabarte por esto. Debes mostrarme tu corazón también».

Después de la liberación se debe hacer culto. Una vez que usted ha comprendido, ¿qué le queda por hacer? No hay nada que tenga que hacerse. Sólo alabar al que le ha enseñado estas cosas. Él está en su corazón, no hay duda, y usted y él son uno. Haga una dualidad ahí, haga una incompletud, pero sólo para poder agradecer. Y cuando ten-ga la comprensión final, entonces haga esa alabanza, eso es lo mejor.

Pregunta: ¿Es cierto que el gurú hace todo y que el discípulo no hace nada?

Maharaj: Sí. Pero el discípulo debe cruzar la puerta, eso es responsabilidad suya. Pero usted debe encontrar al gurú verdadero. De otro modo, estará perdido en el cielo. Perdi-do en el cielo significa perdido en el infierno. Uno debe ser muy sutil para ver cómo ac-túa el Maestro y lo que hace. Y entonces puede aceptar su corazón en usted. Entonces el amigo dijo a Krishna, «yo no voy a ir contigo, porque tú no vas a ninguna parte». Todas las burbujas son océano, nada más que océano. El Maestro no puede darle nada. Sólo le guía al lugar verdadero. Aquí no hay nada que sacar. Como se ha olvidado de usted mismo, el Maestro le da la comprensión verdadera. Yo no critico a nadie, pero un Maes-tro debe dar la comprensión verdadera. Pero, en realidad, ¿cómo puede el Maestro darle algo? En el mundo sólo hay unidad, así que ¿quién es el dador y quién el receptor? Si usted obtiene la dirección verdadera y no llama a la puerta, ¿quién es responsable? Usted tiene que llamar, entonces obtiene la comprensión final, sin hacer nada, y entonces usted es Él.

Así pues, en el comienzo se requiere fe; fe completa en el Maestro. También se re-quiere meditación en el comienzo, es una etapa inicial. Entonces usted puede sentir, «Él es mi Maestro». Si usted no va a la escuela, no puede aprender. Mi Maestro decía siem-pre que esto es una escuela para personas ignorantes. Lo que dice el Maestro, acéptelo. El Maestro algunas veces dice también cosas falsas para probar su fe. Como aspirante, usted debe estar siempre alerta, de otro modo no quiere comprender al Maestro. El Maestro dice muchas cosas, algunas de ellas están más allá del «cielo». Muchos maestros llegan hasta el cielo, pero no van más allá de cero o del cielo. Ese es el punto principal. Lo que el Maestro hace está bien. Puede hacer a todos ustedes dioses. Le hace conscien-te de su propio poder y entonces usted puede actuar como quiera, porque un rey no tiene ninguna ley.

Si el poder se usa falsamente entonces viene el ego. Si usted persigue fama y renom-bre o cualquier cosa de esas, está extraviado. Cuando sólo hay unidad, ¿cómo puede separarse usted mismo de los demás? De esta manera, Siddarameswhar Maharaj nos dio la comprensión. Todo el mundo es mí mismo, de modo que ¿ante quién inclinarse y ante quién no hacerlo? Así pues, el Señor Krishna dio su corazón y mostró cómo actuar des-pués de la comprensión, como vivir y qué hacer, y qué no hacer. No hay ninguna duali-dad, sólo hay unidad. Si el Maestro hace la dualidad, entonces no ha comprendido. To-dos los ornamentos no son nada más que eso. No importa donde esté, usted es siempre Él. Pero mientras el cuerpo está aquí, uno debe ser siempre un aspirante. Incluso si usted hace dualidad, no obstante es sólo uno. Si usted pone dinero en su bolsillo izquierdo o en su bolsillo derecho, el dinero es siempre suyo; ¿es uno sólo, o no? De todos modos, todo es suyo. Cuando comprende que usted es Él, usted es siempre libre, y es indepen-diente de lo que acontece o no acontece. La pantalla no tiene nada que ver con las imá-genes. Sea no tocado. ¿Por qué? Porque todo es nada. Si «nada» le toca, usted está en la ignorancia. La comprensión más alta es que no hay nadie sino mí mismo, y si todo es mí mismo, ¿quién cuida de quién y quién no cuida de quién?

Pregunta: Maharaj, ¿obtuvo usted la comprensión antes o después de que su Maestro dejara su cuerpo?

Maharaj: No haga esa pregunta. ¿Para qué? No hay nada que tenga que hacerse. Yo le vi y él me conquistó. Yo era una persona ignorante. Tenía sólo doce años. Yo no sabía nada. Le vi y eso es todo. Él es Él, ¿qué más hay que comprender? ¡Si una hormiga se concentra en una abeja, un día la hormiga volará —¿por qué no?— sin alas!

Pregunta: ¿Todo lo que puedo hacer es meditar sobre usted?

Maharaj: Medite sobre mí, no sobre el cuerpo. Entonces él está en la forma de la realidad. El Maestro está en la forma de la realidad, porque está siempre en la realidad. Sólo «yo» debe ser eliminado, nada más. El «yo» es la nube negra delante del sol. Debi-do al ego usted no puede ver el sol. Hubo un santo que durante muchas vidas estuvo vagando de aquí para allá, pero que todavía no ha podido llegar al destino. Si una perso-na real le encuentra a usted, Él es el destino, nada más. Comprenda que usted es Él, en-tonces usted ya no puede hacer nada. Una vez que obtiene la licenciatura, el colegio ya no tiene ninguna autoridad sobre usted. Haga lo que quiera. Cuando comprende su pro-pio poder, ¿a quién puede usted mostrar el poder? En adelante, ya no hay nada de nin-guna importancia. Cuando todo es ilusión, ¿qué es lo que puede impresionarle? La ilu-sión no puede ser verdadera. Estoy de acuerdo, concéntrese sobre el Maestro, pero el Maestro no es el Maestro. El Maestro no permanece el Maestro, de otro modo está per-dido. Si yo digo, «yo soy el Maestro», entonces no soy un Maestro. ¡Nadie está separa-do! La separación es ego. Sea fuera del círculo de la ignorancia, entonces vuelva a entrar y el ego no permanecerá. No diga yo soy algo. La enfermedad del conocimiento es la peor. No sea una entidad. Algo es siempre nada, délo por hecho. El Sí mismo sin el sí mismo es la realidad final. Diga, «yo soy nada». Sócrates dijo, «yo sé que no sé nada».

Las gentes que se sientan aquí son todos uno, sólo difieren en la figura y el nombre. Cuando duerme, usted no existe, ¿por qué decir más? El «yo» no existe. Cuando un rey y un pobre caen dormidos, los dos olvidan «¿Quién soy yo?» Viene la vigilia y entonces dicen «yo soy un rey o un mendigo». Así pues, debido a la mente todo prosigue. La mente debe ser hecha no mente. No mente significa «yo no hago nada». Las gentes co-rren para ver lo que ha acontecido, lo que está pasando; cuando uno comprende que no ha acontecido nada, entonces no hay mente. El mundo es nada. Comprenda ahora que esto es un cuerpo muerto. Mientras el poder está aquí, el cuerpo funciona, y, cuando viene la desconexión, se acabó. Lo que no es, si usted comprende ahora, le libera tam-bién de la inquietud de la muerte. Así pues, ser un Maestro es también una ilusión. No sea el Maestro. Si alguien quiere escuchar, usted puede desempeñar su papel como un Maestro. No hay mal en ello. Dé la comprensión verdadera.

Algunos maestros dicen que después de muchos nacimientos usted puede obtener la realidad, o que haga esto o aquello, y que entonces usted puede obtenerla. ¡Todo eso es insensato, sólo necedad! Ella me ha preguntado cuándo llegué al destino. Yo era Él an-tes de encontrarle, y después de encontrarle, él me conquistó, eso es todo. Tenga fe completa en el Maestro. Y después ya no se requiere la fe. El que guarda la fe deviene Él. Si usted tiene diez millones en el banco, y yo le digo que tenga fe en ello, ¿tiene eso algún significado? Yo sé que he llegado al destino, ¿por qué preguntarme? Usted ve todo el sueño, y cuando se levanta dice que no ha acontecido nunca, que no ha existido nunca. Es nada, y nada es siempre nada. Usted dice que nada es algo, y eso es ignoran-cia. Primero conózcase a usted misma, de otro modo ¿cómo puede usted conocer a otros? Así, Cristo dice en la Biblia, «Conócete a ti mismo y conocerás el mundo».

Todos los frutos del árbol vienen de una sola semilla, de la misma manera todos son los frutos de la unidad. Los atributos pueden estar en diferentes combinaciones, pero no obstante sólo hay unidad. Todo es mío, todas las manos, las piernas y las mentes, todas son mías. Entonces, la oposición no permanece. Nada es malo en el mundo, y nada es bueno tampoco. Yo tengo dos manos, ¿cuál es mala y cuál es buena? Donde no hay na-da, entra todo. Todo viene de cero. La virtud, el pecado, lo verdadero y lo falso, todo viene de nada. Sea ignorante para el mundo y conocedor para la realidad. Diga «yo no soy esto», y el ego desaparece. El ego no tiene ninguna entidad, ¿qué hacer? Todo el mundo dice «yo», ¿puede usted mostrarme su «yo»? Usted no puede ver su cara, de manera que se necesita un espejo. Todos los sentidos funcionan con el poder, pero usted no puede ver el poder tampoco.

Comprenda dónde está la fuente, dónde comienza todo. Todo comienza de cero. El mundo no es nada sino cero. El cielo es cero, así todo viene de cero. Y la realidad es más allá de cero; por eso es por lo que los investigadores no Le encontrarán nunca, porque es más allá de cero. El poder, que es tan sutil, que hace que todo funcione, ¿puede usted sentirlo? ¿Por qué? Porque es nada. ¿Cómo puede usted sentirlo? El poder comienza de cero, pero la realidad es más allá. Así pues, todo puede ser olvidado en una fracción de segundo, justamente como usted lo ve en un sueño. El año 1997 vino, ahora se ha ido. ¿Adónde ha ido? ¿Y de dónde ha venido 1998 y adónde irá?

Usted no puede decir nada. Mientras la consciencia está aquí, usted dice todo. Todo está en la consciencia, nada más. El tiempo, el espacio, la distancia, todo viene. El poder está en cada uno y cada uno funciona con ese poder. Comprenda eso, y usted está fuera del círculo de la ignorancia. En la realidad final no hay ningún tiempo, ni espacio ni dis-tancia. Usted no puede olvidarse de usted mismo. Usted siempre está aquí. Usted no puede olvidar nunca «yo», porque usted es la fuente de todas estas cosas. Si usted no estuviera aquí, ¿quién hablaría? El hombre muerto no puede hablar. Así pues, usted tiene que morir. Yo no soy, ¿quién hay entonces? Hay Él. Pero nadie quiere morir, ¿qué ha-cer?

Pregunta: ¿Es verdadero que sólo el gurú puede eliminar el miedo de la muerte?

Maharaj: Porque usted no muere. La muerte es para el cuerpo. Usted no es el cuerpo. Lo que viene debe partir, pero usted está siempre aquí. La electricidad no se inquieta si se funde una bombilla. Ponga otra bombilla y obtiene luz. Usted es por todas partes. Usted es la fuente de todo. ¿Cómo puede usted morir? El Maestro le hace Él, no hay ninguna muerte para usted. Ahora voy un poco más adelante y digo que esto es un cuer-po muerto. El poder está conectado, por eso habla. En una fracción de segundo el poder puede ser desconectado. Sea Él, ése es el punto principal. Todo el mundo tiene miedo de la muerte. No sea una hormiga, sea un león, y diga, «no hay ningún miedo de la muerte para mí». Todas estas nociones de nacimiento y de muerte vienen de la mente. Son imá-genes en la mente. Sea el productor. Estas imágenes son hechas por mí. Todo comienza de usted, pero entones usted se identifica con la imagen, olvida que es el productor de estos pensamientos. Si usted no está aquí, ¿quién puede decir nada? Tenga el conoci-miento, pero diga, «yo soy una persona ignorante. Yo sé que no sé nada».

El Maestro desempeña un papel y le enseña, eso es todo. La borrachera de la igno-rancia ha entrado en la mente, ¿qué hacer? La borrachera de la bebida viene y usted puede decir algo. Usted puede crear la totalidad del mundo, tanto es el poder. Lo que es nada, puede hacer muchas cosas. Muchas variedades vienen de nada. ¿Cómo puede ha-ber variedad cuando sólo hay Uno? Sólo la unidad es, de manera que no hay ninguna variedad. Las gentes quieren variedad porque son ignorantes. Lo que usted ve son sólo sus pensamientos, comienzan de nada y acaban en nada. El oro no dice, «yo soy un pen-diente, o una cadena». El oro es oro. Comprenda que todo es uno y entonces no queda nada.

9 de enero de 1998

Pregunta: Mi hijo, de dieciséis años, murió el año pasado en un accidente de moto-cicleta. Ahora me siento perdida en el mundo. Estoy buscando el significado de la vida porque quiero encontrar paz y serenidad. Me gustaría encontrar a mi hijo de nuevo por la vía del espíritu. ¿Es posible eso? ¿Por qué hay tanto sufrimiento en el mundo y por qué no hay igualdad entre la gente en el mundo? ¿Por qué murió mi hijo tan jo-ven? Tenía tanto que hacer en la vida.

Maharaj: Murió por un error, los errores ocurren. ¿Por qué muere?, la cuestión no se plantea. Uno no nace jamás. La cuestión de la muerte no se plantea. Una persona igno-rante piensa, «yo he nacido». Cuando usted ha nacido debe morir. El nacimiento signifi-ca muerte. Suponga que uno dice, «¿Por qué tengo que hacer caca?» Porque usted come. Si come debe hacer caca. ¿Por qué las gentes son infelices y por qué no hay igualdad? Lo que no es verdadero, lo que es incompleto, ¿cómo puede dar felicidad? ¿Por qué muere tan joven? Tiene tanto que hacer —pregunta usted. Él no dice nada ahora. Su-ponga que usted está en un sueño y que quiere devenir una gran directora de compañía. ¿Adónde va el deseo? Sólo los pensamientos permanecen. De la misma manera aquí también, las gentes quieren hacer muchas cosas en la vida y estar satisfechos. Pero no pueden completar o acabar lo que quieren. ¿Por qué? Porque no es verdadero, ése es el punto principal. No puede haber satisfacción completa en la ilusión. Ilusión quiere decir nada. Todos tienen diferentes deseos, y si todos los deseos se cumplen, ¿cómo puede permanecer el mundo? Nadie quiere ser pobre, pero la pobreza está ahí. Nadie quiere morir, pero sin embargo mueren. ¿Qué hacer? El mundo no es completo. A la mente vie-nen muchas ideas. Suponga que uno quiere ser un perro. ¿Puede usted ser un perro? (Siempre doy ejemplos malos). El problema es que los deseos son de cosas falsas. Lo que es real no tiene nada que ver con todos estos deseos y miedos.

Usted está durmiendo y tiene un sueño. Cuando se despierta dice, «es sólo un sue-ño». No hay nada aquí. El mundo comienza de cero y acaba en cero y todo lo que usted obtiene es cero. Ella dice que han de hacerse muchas cosas. ¿Para qué? Cuando se da nacimiento a un niño, éste debe morir más pronto o más tarde. ¿Y puedo yo verle de nuevo? Las gentes piensan estas cosas insensatas. ¿Dónde está él ahora? Ha devenido cero, el nombre y la figura han desaparecido. Lo que no es, si usted comprende, significa que la cuestión de la muerte no se plantea. Las gentes están en la ignorancia, no com-prenden, por eso hacen todas estas preguntas. Nadie quiere morir, ¿por qué debo yo mo-rir? El sueño viene y el sueño se va. Y este mundo no es nada sino un largo sueño. Lo que no es no puede ser nunca verdadero. A usted le parece sólido ahora debido a su cuerpo grosero y a sus sensaciones. Si alguien le abofetea en su sueño, cuando usted se despierta sólo encuentra la almohada. No hay nada ahí, pero la experiencia se debe al sueño. No hay ningún significado en estas preguntas, así se lo digo. Estas preguntas son correctas de acuerdo con la ignorancia de la persona. La raíz del nacimiento no es nada sino miseria y problemas, así pues, ¿cómo vienen los frutos del placer? La dualidad es la causa de todo esto.

Había un hombre y en marathi su nombre se traduce como «polvo», «sin valor». En-tonces obtuvo algún dinero y devino rico. Entonces, en lugar de ser llamado por su nombre, las gentes se referían a él como Señor Polvo. Entonces, devino aún más rico y las gentes le llamaban «Maestro Polvo». De manera que el hombre dijo, «el nombre se le está dando al dinero y no a mí. Cuando no tenía dinero me llamaban polvo, y ahora, de-bido a mis circunstancias, me dan un título, un honor». La raíz es agria, ¿cómo pueden ser dulces los frutos? Es imposible. Un deseo de todos los que nacen, es tener algo mejor en la vida siguiente. Ese es el punto principal. Y este deseo es el que le hace nacer una y otra vez. Usted quiere ser grande, ¿pero cómo puede ser grande? El deseo toma un cuer-po que viene de cero. El sueño es siempre falso, no puede ser nunca verdadero. ¿Y cómo puede usted ver a ese muchacho de nuevo? ¿Cómo le reconocerá usted? El ha devenido polvo. Son simplemente ideas falsas en la mente. La muerte es nada. No hay ninguna muerte para nadie. Los cinco elementos van a los cinco elementos, el poder va al poder. El muchacho no ha ido a ninguna parte. Simplemente no existía. Suponga que usted tie-ne un hijo en un sueño. ¿Llora usted por él cuando se despierta? (Señalando a una flor) Ésta es una flor bonita, estoy de acuerdo. Cuando muera y vuelva al polvo, ¿querría us-ted verla?

Pregunta: ¿Por qué sufrimos tanto cuando mueren nuestros hijos?

Maharaj: Es el amor por la ilusión o el amor por nada. ¿Por qué sufrir? Usted dice que usted es el cuerpo, yo digo que usted no es el cuerpo. El cuerpo es sólo una cubierta sobre usted. Por dos o tres minutos de placer usted hace un niño, y entonces él sufre durante toda una vida. Nadie muere para usted, y cuando usted muere deviene polvo. Cristo dijo, «Tú eres polvo, comes polvo, y finalmente vas al polvo». El cuerpo no es nada sino polvo. Cuando el cuerpo está funcionando, está funcionando sólo por el soplo. Y cuando el soplo se va, no queda nada. ¡Ni gracias ni adiós!

El hijo de un santo murió. El santo estaba dando sermones y dijo al día siguiente, «muchas gentes mueren en el mundo cada día, ¿por qué debo llorar por uno sólo?» Cuando dice, «es mi hijo», usted llora. El que comprende que yo no soy el cuerpo es feliz, de otro modo no. Cuando usted dice, «yo soy el cuerpo», viene el ego. El cuerpo no es nada más que carne, sangre y huesos. Si el cuerpo está bellamente conformado, le agrada. La ignorancia es «yo soy el cuerpo». Todo es falso, nada es verdadero. Suponga que usted tiene un paquete de diez kilos y que vende el contenido. ¿Dónde está el pa-quete entonces, adónde ha ido? Este cuerpo no es nada más que un paquete de carne, sangre, viento y huesos. Todos han venido juntos y sus padres le han dado un nombre. ¿Qué es un nombre? Todos los nombres son falsos. Su nombre es Bob, muéstreme a Bob. Muchos nombres diferentes y todos desprovistos de valor.

Si usted rompe este florero, deviene tierra. ¿Por qué se dan los nombres? Sólo para comprender y por conveniencia. El nacimiento y la muerte son sólo sus pensamientos. Suponga que su amor queridísimo muere y que alguien le dice, «usted le amaba tantísi-mo, téngale con usted durante unos cuantos días más». Por supuesto, usted dice, «no, entiérrenle para que no tengamos que verle de nuevo». Nadie quiere estar rodeado de cuerpos muertos. La única solución a la muerte es olvidar. Hay muchas burbujas en el océano. Si se rompe una, ¿llora el océano? ¿Por qué no lloran los santos? Porque han devenido el océano, Eso. Así pues, ¿por qué inquietarse?

Pregunta: ¿Es verdadero algo de esto, como nuestro ser con usted?

Maharaj: No, nada es verdadero. Todo viene de la ignorancia. Debido a la ignorancia usted dice que yo soy un Maestro y que usted es un aspirante, pero, de hecho, la reali-dad es usted. Debido a la identificación con el cuerpo-mente usted piensa que sabe algo. Entonces se ve impulsado a venir a un Maestro y a escuchar lo que tiene que decir. No es nada más que un sueño. Lo que yo hablo también es falso. Pero hablo para la verdad. La dirección es falsa cuando usted encuentra a la persona. No hay palabras en el estado sin estado. Realmente es completamente diferente. Todas las palabras retroceden de ahí. Si alguien ve una flecha señalando al baño, la señal no es el lugar. Usted puede obtener una comprensión por las palabras, pero las palabras ya no son verdaderas cuando llega al des-tino. Lo que le digo es falso, pero de lo que hablo es verdadero. Las palabras son sólo indicadores. Usted mismo es Él, sin usted mismo. Realidad absoluta. Su separación se debe a la identificación con el cuerpo-mente. Usted dice, «yo soy esta burbuja». Debido a la mente usted ha devenido cada vez más pequeño. Eventualmente la burbuja estallará y usted devendrá Él. Eche abajo las murallas de su mente, y usted deviene el cielo.

La esclavitud es sólo sus pensamientos, por eso es por lo que el Maestro tiene que cambiar su pensamiento. Usted no es el cuerpo, usted es el poder, por eso es por lo que debe pensar una y otra vez en él. Entonces vendrá la comprensión. Todo el mundo quie-re ver una imagen, una foto de sí mismo, no importa cómo se vea. Pero la foto no es us-ted. Es una sombra de la realidad. Si usted enfoca la sombra, no puede ver lo real. Olvi-de la sombre y usted es Él. Nada está aconteciendo ni acontece nunca, pero, no obstan-te, usted piensa que acontece. Tómelo como un sueño. Los ojos tienen el hábito de ver lo que no es. ¿Qué hacer? Esto es un cuerpo muerto. Si el poder está aquí, habla —de otro modo, no. Si la bombilla está mal, usted simplemente la cambia. El poder no desaparece. Y la mujer que pierde a su hijo, cuando duerme, ¿olvida o no? Debido a la idea falsa en la mente usted dice que es mío, entonces sufre.

Cuando está lejos del Maestro, usted puede recordar algunas cosas y olvidar otras. Dé por hecho que todo es nada. El Maestro tampoco es el cuerpo. Así pues, usted debe trabajar lo que el Maestro dice. Si no lo hace, entonces olvidará. Eso es la práctica, don-dequiera que usted pueda estar. Piense una y otra vez. Él está por todas partes, Él no es el cuerpo y usted es Él. Cuando duerme, usted olvida todo, ¿no es usted feliz? Olvide que usted es un americano o un indio, lo que quiera que eso sea. Comprender es la prác-tica, todo es cero y una ilusión. ¿Cuánto tiempo cuesta conocerse a uno mismo? Usted es Él en este momento mismo. Nada que usted vea y perciba es verdadero, esa debe ser su comprensión. Todo es nada. Todo depende de su mente y de cómo usted lo acepta. El Maestro hace todo lo que usted hace. Come, duerme, pero su mente ha sido convertida, nada más. Entonces pueden venir pensamientos buenos o malos, pero usted no sentirá nada, porque todo es nada.

Si un hombre rico se pone harapos, no le hacen pobre. Si usted conoce su propia ri-queza, ¿qué importa lo que la gente diga? Conozca que usted es el Creador del mundo. Haga la mente cada vez más grande y entonces desaparecerá. Entonces, sólo Él perma-nece. Hacer y no hacer ya no será su incumbencia. Al hacer, no es usted quien hace, ésa es la comprensión básica. Un rey da órdenes, otros las ejecutan. Por consiguiente, el rey obtiene el placer, otros hacen el trabajo. No sea una pequeña criatura. No diga que es verdadero, ése es el error que cometen las gentes. Acepte lo que dice el Maestro y su mente siempre estará en reposo. No sea un esclavo de la ilusión, no le de valor. Guárdela en su bolsillo pero no la toque. Entonces nada puede dañarle. Si él dice que es Bob, está perdido. Si dice que no es Bob, es el Creador del mundo. De la noche a la mañana un mendigo puede devenir un rey, ¿por qué no? Si usted dice, «todo es falso», usted es el rey, si dice, «es verdadero», usted es un esclavo. Así pues, sea el Señor, no el esclavo.

10 de enero de 1998

Pregunta: Hace unos cuantos días, cuando alguien dijo, «yo veo», usted dijo que ve el poder. Usted también dijo que si a dos personas se les da la misma dirección, y que si una persona llega ahí y la otra no, la razón es el ego. ¿Podría explicar eso en los tér-minos del poder que es el mismo para ambos?

Maharaj: El poder no hace nada. El poder es poder. Donde usted lo conecta, funcio-na. Si conecta la electricidad a un ventilador, funciona; o si la conecta a una bombilla, funciona. La electricidad no hace nada, ¿de acuerdo? En cualquier invención, funciona-rá. Pero sin poder, usted no puede hacer nada. Así pues, ¿quién es el hacedor? No hay ningún hacedor. Así pues, de todas las acciones buenas y malas nadie es el hacedor. El poder no sabe nada. Suponga que la electricidad mata a alguien, ¿puede usted instruir un pleito contra ella? Las manos no se pueden mover sin el poder. ¿Quién lo hace entonces? Eso es el ego. El ego dice, «yo lo hago, yo veo», y así sucesivamente. ¿Quién es este yo? Encuéntrese a usted mismo.

Él dice que es Bob, ¿dónde está Bob? Bob es sólo un nombre. Un nombre no es ver-dadero. Pero con ese poder él hace todo. Si no se encuentra al culpable entonces no hay caso. Usted mismo ha devenido el culpable. Usted dice, «yo lo hago, yo veo, yo mato», pero es la mano la que mata. Entonces, si usted dice, «yo maté», le viene la sentencia de muerte. Usted considera que el ego es usted mismo, pero usted no es eso. La semilla es una, y muchos frutos salen de ella. Unos son agrios, otros son dulces y otros se malean. ¿Puede ser culpada la semilla? Debido a la mente usted dice bueno o malo. La mente es el agente de su poder. La mente hace todo. La mente hace la discriminación. De la mis-ma manera con el Creador y la Creación. No hay ningún Creador. ¿Qué hacer? El Crea-dor no existe como se dice en nuestros libros mitológicos. Él es llamado mahamaya. (Maha significa grande y maya significa no. De donde, lo que no es) Lo que no es puede hacer muchas cosas.

En un sueño usted está durmiendo, sus ojos están cerrados y en su sueño usted mata a alguien. ¿Quién lo hizo? Cuando viene la vigilia, ¿quién es el matador? Usted dice, «¿Cómo puedo yo matar a alguien?» y entonces dice, «era sólo un sueño». El mundo no es nada sino un largo sueño. Usted no existe, pero sigue diciendo, «yo lo hice». Lo que no existe hace todo. Cuando usted dice, «yo soy el hacedor», entonces debe recibir la sentencia. La electricidad no sabe, «yo hago funcionar el ventilador». El sol no sabe, «yo doy la luz». Si el sol dice, «yo doy la luz», entonces no es el sol. Si un mango dice, «yo soy dulce», entonces no es un mango. Así pues, ¿dónde está el «yo»? No hay ningún hacedor aquí. El nombre viene y entonces usted dice, «yo soy esto».

Cuando usted muere se escribe en un libro, fulano ha muerto. El nombre que había venido ha desaparecido. Nadie muere, délo por hecho. Sin embargo, usted tiene miedo de la muerte, porque dice «yo soy el cuerpo». ¿Qué vamos a hacer? Si usted dice, «yo soy el cuerpo», entonces la muerte debe venir. El cuerpo ha tenido nacimiento. Usted no ha tenido nacimiento. El poder está aquí, de modo que la luz viene. Y cuando la bombi-lla se funde, usted pone otra. La electricidad no sabe si una bombilla es buena o mala o si hay luz. El poder no sabe nada. ¿Cómo puede saberlo? El poder es conocimiento aho-ra, el conocimiento es poder. Si el poder no está aquí, usted no puede hacer nada. Con el poder usted puede hacer todo.

Así pues, ¿quién es el hacedor? ¿Quién hizo el sueño, dígame? Usted está durmien-do, en completa ignorancia, ¿de acuerdo? Viene algún pensamiento y entonces puede acontecer algo. Un rey sueña que es un mendigo y viceversa. ¿Quién lo hizo? De la igno-rancia viene un pensamiento y todo acontece. Cuando se despierta, usted dice que fue una cosa falsa. Era un sueño. Esto es también un sueño. El padre y la madre le dieron un nombre y usted devino eso y acepto eso. ¿Cuál era su nombre antes del nacimiento, dí-game? ¿Y cuál será su nombre después de la muerte? Usted hace todo debido al poder. El poder no se culpa ni se alaba por nada. El poder no sabe, «yo soy el poder». Todas éstas son cosas sutiles que uno debe comprender. Si usted dice, «yo veo», ¿quién es el que ve? Usted ve con ese poder. El poder no ve. Todos los sentidos funcionan con el poder. Lo que usted hace está sólo en sus pensamientos. ¿Puede hacer algo sin sus pen-samientos? Pensamiento significa mente. Sin mente usted no puede hacer nada. La men-te funciona con el poder.

Pregunta: ¿De dónde vienen sus pensamientos?

Maharaj: De cero. Cuando está durmiendo usted está en completa ignorancia. En-tonces viene un pensamiento. Es automático. Tanto el conocimiento como la ignorancia están ahí en una forma muy sutil. Mientras usted respire, el conocimiento está aquí. La respiración es poder, nada más. Es una estación de sub-poder. Todo está mezclado. Así pues, ¿cómo encontrar al hacedor? No hay nadie aquí. No existe. Es una ilusión. Si es una ilusión, ¿cómo puede ser verdadero? Usted dice que el poder lo hace. El poder no hace nada. Cuando usted seca su ropa al sol, ¿hace el sol esto? El sol no sabe si hay luz u obscuridad. En el poder no hay ninguna discriminación.

Pregunta: ¿Está la mente separada del ego?

Maharaj: La mente es ego. La mente es un sub-agente del ego. El director debe estar aquí. El oficial debe estar aquí. Se necesitan todos, de otro modo la fábrica no puede funcionar. Este cuerpo es una fábrica de excrementos. ¿De acuerdo? ¿Qué produce us-ted? Así pues, dígase entonces que yo soy el propietario de este molino de excrementos. El ego dice, «yo soy esto». Él dirá «yo soy Bob». Usted debe pensar sobre estas cosas y quizás adelante un poco hacia donde no hay ningún pensamiento, la realidad final. Sin pensamiento, usted no es un hombre, usted es un animal. Usted tiene el poder de discri-minación para saber lo que es verdadero y lo que no es verdadero, o lo que es la realidad. ¿Quién hace todo? ¿Quién habla? El «yo» no puede hablar. Sólo si el poder está aquí puede haber habla. Si no hay poder, entonces no hay nada. El pensamiento no es mí mismo, el conocimiento no es mí mismo, y la ignorancia no es mí mismo. Todo no es otra cosa que sus pensamientos. El conocimiento y la ignorancia son las dos caras de la mis-ma moneda. Si usted quiere saber algo, el conocimiento debe estar aquí para preguntar, «¿Qué es esto?» Usted pregunta con el conocimiento. Él, la realidad, no hace nada. Pero usted dice, «yo lo he hecho». Los ojos no pueden ver. El hombre muerto tiene ojos, ¿puede él ver? Usted debe ir más allá de todas estas cosas.

El conocimiento es sólo un pensamiento. La realidad ha sido olvidada, y ha brotado todo este conocimiento. De la ignorancia, del olvido, ha brotado el conocimiento. ¿Có-mo puede ser verdadero? Si la fuente es amarga, entonces lo que usted bebe es amargo. Todo es conocimiento, nada más. Pero el conocimiento no es verdadero. Uno debe com-prender eso. Ahora estoy hablando sobre el último estado. Cuando el conocimiento está aquí, todo se hace por ese conocimiento. ¿Pero de dónde viene este conocimiento? Vie-ne de cero. Debe comprender quién es usted. Cristo dice, «Conócete a ti mismo y cono-cerás el mundo». Usted no se conoce a usted mismo, y sin embargo dice, «yo soy eso». Eso crea un desorden. Si el «yo» no existe, ¿quién ve? ¿Quién oye? En realidad, no acontece nada, pero, al mismo tiempo, usted dice, «yo lo experimento». En un sueño usted ve, oye y experimenta, pero cuando viene la vigilia, ¿qué hay de verdadero? Este mundo es un sueño vivo, mahamaya. El Creador es también mahamaya. Es nada, y de nada han venido muchas cosas. No hay ningún fin para ello. De cero, se cuentan un mi-llar de millares. Si no hay cero, entonces el «yo» no puede venir. La realidad no tiene nada que ver con todas estas cosas.

Usted canta, baila, llora, ríe; ¿qué tiene que ver la pantalla con todos estos acontece-res? La pantalla permanece siempre la pantalla. Comprenda que todo es nada, que todo comienza de cero. Usted dice que es verdadero porque está bajo el efecto de la ignoran-cia. Bajo el efecto de la bebida un borracho dice que, «yo soy un rey». Y usted dice, «yo soy fulano». (Señalando a un hombre a quien se le ha dado un nombre indio). A lo que no tiene ninguna entidad, ¿por qué deben dársele nombres? ¿Cuál es el significado de esto? El que comprende dice que no ha acontecido nada. Así pues, nada puede hacer muchas cosas, debido a que es nada. La realidad es real y no hace nada. Ella no es afec-tada en absoluto.

Cuando se comprende a usted mismo, puede decir con seguridad que el mundo es nada. Cuando se ve a usted mismo como parte del mundo, entonces usted dice, «yo soy fulano y él es mengano». Con la comprensión usted puede borrar todo, como escribir una palabra equivocada y borrarla. Todo lo que ha aprendido hasta ahora, olvídelo. Lo que dice son todo cosas falsas. Usted no habla nunca lo verdadero. La base es verdade-ra. Usted sin usted, está siempre aquí, pero no habla. Así pues, nadie es un veedor, nadie ve. Pero la base debe estar aquí, de otro modo, ¿cómo puede permanecer el mundo? Así pues, no sea el veedor y no sea el acusado. Es la atracción hacia el trabajo de la mente, la virtud, el amor, las buenas obras y sus opuestos lo que crea la esclavitud. Usted guarda la dualidad como su compañera, de manera que cuando muera, las obras buenas y malas permanecerán y se reflejarán en su mente. Cuando un santo muere, no se inquieta, por-que él no existe, y no lleva con él estos pensamientos. Él sabe que nadie muere, y que el nacimiento y la muerte no son nada sino sus pensamientos.

Pregunta: El otro día usted dijo que cuando el cuerpo muere y la mente muere sólo permanece el deseo de nacer de nuevo. ¿Hay alguna relación entre el poder y el deseo?

Maharaj: Sin el poder, ¿cómo puede usted hacer algo? El deseo no puede venir sin el poder.

Pregunta: ¿Son lo mismo el poder y el deseo?

Maharaj: No. ¿Cómo puede ser? El deseo es un pensamiento. No mezcle las cosas. A menos que el poder esté aquí, el ego no puede venir. ¿Cómo puede usted hablar sin el poder? En la comprensión final el poder mismo no existe. Desaparece. Todo se absorbe en la realidad. Algo aparece en usted. Usted tiene un forúnculo y va al médico a que lo saje. Es parte de su cuerpo, pero, sin embargo, usted quiere eliminarlo. El poder funciona en usted, y entonces usted dice, «yo hago, yo trabajo, yo siento dolor». Pero es el poder el que hace todas estas cosas. El cuerpo es sólo un instrumento. Sin el poder, ¿qué puede hacer usted? Pero el poder no dice nada, ni siquiera sabe que es el poder. Es el ego el que dice, «yo quiero, yo hago», y se responsabiliza por lo que se hace. El ego es sólo su nombre, y todos sus deseos y miedos vienen de él. El poder no tiene nada que ver con todo esto. Todos sus deseos y miedos son asuntos corporales y la causa de su sufrimien-to y su dolor. Este cuerpo es un absceso en usted y tiene que sajarlo con la comprensión.

¿Cuántas veces ha llorado en esta vida? ¿Por qué? Un niño llora y llora, y su padre dice que siempre está llorando por nada. Cuando usted llora por nada, ¿quién le ayuda-rá? Todo el mundo llora por nada. Aunque no existe, lo quieren. Todo el mundo quiere la felicidad. ¿Cómo puede usted obtenerla? Comprenda lo que es el gozo, el dolor y el placer. A menos que comprenda estas cosas, ¿cuál es su utilidad? Después de compren-der no queda nada, ese es el punto principal. Cuando usted examina sus pensamientos y su mente, no queda nada. Usted dice que esto es un florero. En un segundo puede rom-perse. Es nada. Debe comprender eso. Las gentes le preguntan, «¿Cuál es su buen nom-bre?» Ningún nombre es bueno, y sin embargo preguntan. Usted no es ningún nombre. ¿Desde dónde comienza todo? Vaya a la fuente. Si va a la fuente, no queda nada. To-dos los santos dicen que se conozca a usted mismo. Debido a la ignorancia usted quiere ser alguien. Si uno no tiene nombre, ¿qué decir de él? Él es justamente como el cielo, nada. Si usted va a la fuente del «yo», el «yo» desaparece. Cuando su mente deviene objetiva y dice que yo soy esto, entonces nacen todos los placeres.

Las acciones no permanecen tampoco. La acción de lo que usted hace, desaparece al instante, muere. Las acciones devienen no acción. Lo acabado está acabado. Sólo per-manece en la mente. La mente guarda todo lo que no es. La mente acumula todo. Lo que usted ve y percibe, lo que comprende, todo es nada. Nada existe. El mundo es una som-bra de la realidad ahora, ¡venga pues ahora! La sombra no es verdadera. Cuando usted la toma por verdadera está perdido. Todos adoran a Dios, pero no saben lo que es Dios. Por ignorancia, usted dice que Dios está aquí. Dios no está en ninguna parte. Ese Dios, ese poder que está en usted y que funciona en usted, también desaparecerá. Si compren-de realmente a Dios, no adorará a nadie. Ese mismo poder que está en usted, está en Krishna y en Cristo, pero, sin embargo, no permanece.

Pregunta: Ese poder del que está hablando, ¿es la realidad? ¿Qué es ese poder?

Maharaj: El poder es el conocimiento. El conocimiento también se absorbe en la realidad final. No hay ningún conocimiento ni ninguna ignorancia en la realidad final. ¿Cómo puede ser verdadero lo que comienza de cero? El cielo es cero. Un gran ciclón aparece en el cielo. ¿De dónde viene? Provoca un gran desastre, y después se va. ¿Adónde va? Al cielo. Así pues, no hay nada tan poderoso como el cielo, el cual es na-da, ¿no es así? Todo acontece en el cielo, que, sin embargo, es nada. Así pues, el poder y el conocimiento son también falsos. Usted dice, «yo sé». Eso es el poder y eso es el co-nocimiento. Lo que aparece siempre es falso, no verdadero. El cielo y el espacio no es nada sino cero. Sin embargo, todo viene de él y él es muy poderoso. Usted tiene el sue-ño cuando está en cero. Usted no puede tener el sueño si no está durmiendo. El poder es cero y desde eso comienza todo. Este mundo está creado de cero. Entonces, ¿quién es el hacedor de cero? Usted no puede encontrar al Creador de cero. ¿Quién es el Creador en el sueño? Usted está durmiendo, usted no hace nada, pero viene el sueño. Cuando viene la vigilia usted puede decir, «es sólo un sueño». El mundo es verdadero para todos, pero no para el santo.

Pregunta: ¿Qué es real?

Maharaj: La realidad final, donde no permanecen ni la ignorancia ni el conocimiento. Todo lo que acontece es nada. Comienza de nada. Comienza de cero. Usted se olvida de usted mismo, y eso significa cero, y entonces comienza todo. La realidad final es olvi-dada y entonces aparece lo que no es. Como dije antes, el mundo es sólo una sombra de la realidad. El reflejo no es verdadero.

Pregunta: En la realidad final no hay ningún poder, ¿correcto?

Maharaj: Sí, ningún poder, ningún pensamiento. Donde hay un pensamiento el poder debe estar también. Él está aquí. Usted mismo es verdadero, pero eso no tiene ningún nombre. Las palabras retroceden de ahí. Las palabras vienen del cielo, pero usted debe ir más allá del cielo. Si no hay ningún cielo o espacio, ¿puede usted hablar? El conocimien-to viene del cielo, de cero. Todo viene de nada. Así pues, lo que es nada puede hacer algo. Lo que es cero tiene mucho poder. Todo lo que ve y percibe viene de este conoci-miento, y cuando usted dice que es real, entonces eso es ignorancia. El conocimiento es Dios, el Creador es conocimiento. Esto es a la vez difícil y fácil de comprender. Olví-dese de usted mismo y todo está bien. El «yo» no deja que usted comprenda esto.

Pregunta: ¿Cuál es la experiencia de alguien que ha comprendido la verdad últi-ma?

Maharaj: Comprende que Yo sin «yo», es. Que el Sí mismo sin el sí mismo, es. Esa es su experiencia.

Pregunta: Así pues, cuando ya no hay más ignorancia, ¿de dónde viene el poder?

Maharaj: La ignorancia debe estar aquí, ¿no es así? Mientras el cuerpo está aquí, la ignorancia debe permanecer. ¿Por qué hablar de una persona realizada? Primero realice y entonces pregunte. Entonces la pregunta ya no surge. Cuando se despierta de un sueño usted dice que era nada. Aquí todo es ignorancia. Lo que usted ve es nada. Una persona realizada dice que es nada. Cuando un cuerpo muere, una persona realizada dice que no ha acontecido nada. Todas estas cosas acontecen de cero, de manera que, ¿cuál es ver-dadera? Cuando todo es nada, ¿entonces quién soy yo ahora? Usted no permanece. «Yo» no es verdadero.

Pregunta: Uno más uno es dos. Es lógico. ¿Es la comprensión de la realidad tan lógica o tan fácil como uno más uno?

Maharaj: Es más fácil. Uno más uno es un método. Para comprender no se requiere ningún método. Usted es Él. Cuando usted es Él, ¿quién conocerá a quién? La dualidad ha desaparecido. Uno más uno es dualidad. No hay ninguna dualidad, sólo Él es, o el Sí mismo sin sí mismo.

Pregunta: Yo no puedo ver que no hay ninguna dualidad. No tengo ninguna prueba.

Maharaj: Es porque ella no es. Ella no existe. La unidad es. Hay solamente uno. No hay nada en el mundo excepto Él. Todo es nada. Sólo son burbujas en el océano. Millo-nes de burbujas, y usted es sólo una de ellas. Debe romper su burbuja, nada más. El Maestro ayuda a romper su burbuja por la comprensión, eso es todo. Usted es Él. Así pues, conocerse a usted mismo, lo que usted es, ¿es más fácil o no? Usted se falsifica a usted mismo, ¿qué hacer? Todo el mundo es Él. Todo el mundo tiene el mismo nombre. Así pues, ¿a quién llamar, y a quién no llamar? Sólo hay unidad. ¿Qué experimentar y qué no experimentar, puesto que todo es nada? ¿Por qué debe el cielo inquietarse por algo? Las cosas vienen y se van, ¿acaso afectan al cielo? El cielo permanece el cielo. Sea como el cielo, y diga, «no ha acontecido nada». Todo aparece en la pantalla y después desaparece. Si fuera verdadero, habría permanecido. Si vienen a usted pensamientos buenos, no deviene bueno. Si vienen a usted pensamientos malos, no deviene malo. Los pensamientos sólo pasan. Pasado, presente y futuro sólo están en la mente.

Las gentes quieren ayudar a otras gentes. ¿Quién es usted para ayudar a alguien? Cuando usted no existe, ¿cómo puede ayudar a alguien? Para la mayoría de las gentes su existencia no es nada sino dinero. Si uno no tiene dinero, ¿tiene misericordia o no? Con dinero usted dice, «yo he hecho algo». Con dinero usted dice, «yo he hecho obras mise-ricordiosas». ¿Qué es la misericordia? Es sólo un deseo. Si usted da cinco o diez millo-nes, su misericordia es limitada. La misericordia de Dios es ilimitada. Así pues, ¿por qué debe usted hacer misericordia a alguien? ¿Quién es usted para hacer eso? Usted no exis-te. Cuando usted no esté aquí, ¿quién será misericordioso, quién será malo y quién será bueno? Todas estas cosas no son nada más que los pensamientos de su mente. La mente siempre reviste muchos colores. El conocimiento siempre quiere crecer más y más. Pero el conocimiento es la ignorancia más grande. Si no comprende eso, no será nunca feliz.

Pregunta: La idea de nacer o de renacer no significa nada, ¿verdad?

Maharaj: Nada. Nadie renace, nadie muere tampoco. No hay ningún nacimiento ni ninguna muerte. Suponga que le nace un hijo en un sueño, ¿qué fecha de nacimiento aceptará usted para él? Este mundo no es nada sino un largo sueño.

Pregunta: Las escrituras hablan de renacimiento y de no renacimiento. ¿Cuál es su comprensión?

Maharaj: Eso depende de su deseo. Usted toma nacimiento por su propio deseo. Si usted no tiene ningún deseo, ¿qué nacimiento tomará? El deseo de un cuerpo es el deseo más grande. «Yo quiero un cuerpo», es el deseo más fuerte. Si un edificio está condena-do y usted está viviendo en él, usted quiere ayuda para localizar algún otro sitio. Pero un santo no se inquieta. El cielo es mi casa, puedo dormir en cualquier parte. Usted quiere una casa o un cuerpo. El cuerpo es nada. Todos estos pensamientos de nacimiento y muerte son obra de la mente. La comprensión de estas cosas viene por el pensamiento. Sin pensamiento no puede comprenderlo. Nadie le tiene esclavizado. Es usted quien se esclaviza. Así pues, no es difícil conocerse a uno mismo. No se olvide nunca de usted mismo. Usted está siempre aquí. Pero usted falsea el «yo». ¡No lo falsee! Diga, «todo es nada», esa es la manera verdadera. Si dice, «es algo», usted está perdido y vienen los trastornos. ¿Qué es verdadero? El Sí mismo sin el sí mismo.

Pregunta: ¿Qué es la gracia?

Maharaj: La gracia es la comprensión. El Maestro le da comprensión, eso es la gracia. Así pues, ¡acéptela! Eso es la gracia. El niño va a la escuela a aprender y el maestro le enseña. Si el niño no acepta, ¿de quién es la culpa? Si acepta puede devenir un maestro también, ¿por qué no? Se requiere la aceptación, nada más. Si usted pone su mano sobre la cabeza de alguien, ¿puede ese alguien aprender algo? ¿Es eso gracia? Eso es sólo in-sensatez. Lo que un maestro dice, usted debe experimentarlo. Sea eso. Nada que deve-nir. Usted es Él en este momento mismo. El Maestro elimina su ignorancia. Usted no gana nada.

14 de enero de 1998

Pregunta: Toda mi vida he estado buscando esta paz y serenidad interior. Desde que le he encontrado a usted pienso si la paz y la serenidad interior no son una ilusión. ¿Es esto correcto? ¿Debo cesar de esperar obtener este estado?

Maharaj: Un estado no es la realidad porque la realidad final es sin estado. Cuando usted dice, «yo quiero la paz», eso es también un pensamiento. Cuando hay una paz siempre viene alguna interferencia, y entonces usted pierde su paz. Lo que se pierde no puede ser verdadero. Algunos santos dicen que la paz es la felicidad del cielo. Eso está bien. Pero, sin embargo, usted tiene que ir más allá de la paz. La paz es de la mente. Siempre acontece algo que rompe la paz. No hay ninguna paz ni su opuesto en la reali-dad final. En la pantalla alguien habla en voz alta, ¿qué tiene que ver con ello la panta-lla? La pantalla no tiene nada que ver con todas estas cosas. La realidad no tiene nada que ver con el mundo que ha aparecido. Muchas cosas acontecen, pero Él, la realidad, no pierde ni gana nada. Sobre el cimiento puede construir cincuenta pisos. El cimiento no tiene nada que ver con esto. Cuando usted duerme, la paz está ahí. ¿Permanece? La paz puede ser rota. No permanece porque todo lo que acontece es nada. Es una ilusión. Debe comprender eso. Un ciclón viene del cielo y causa muchos problemas. Finalmente acaba en el cielo. ¿Qué tiene que ver el cielo con eso? Sin embargo, usted es más sutil que el cielo. Esto no puede ser comprendido por la experiencia. Está aquí, de la misma manera que la pantalla está aquí. Del mismo modo, muchas cosas vienen y se van, pero la panta-lla permanece. Usted es como la pantalla. Todo aparece y desaparece en usted, pero us-ted no es afectado. Al comienzo —estoy de acuerdo— usted tiene que buscar la paz, pero eso no es el estado final. ¿Por qué? Lo que acontece y lo que usted experimenta no es nada sino una ilusión. Así pues, no es, no existe, de modo que ¿cómo puede pertur-barle?

Este mundo no es nada sino un largo sueño. Las gentes están todas en la ignorancia. No tienen ninguna comprensión de la realidad. Así pues, quieren alguna paz. A las gen-tes les agrada ir a un lugar apacible donde no haya distracción. ¿Pero dónde está su men-te durante ese tiempo? ¿Está en paz? Usted tiene que ir más allá de eso. Yo no digo que no, algo es mejor que nada. No hay ningún mal en ello. Cuando dice que todo es verda-dero, va a su casa como si fuera algo. Todo el mundo busca la felicidad. Muchos pensa-mientos, buenos o malos, vienen a la mente. Sin embargo, usted está aquí, no se olvida nunca de usted mismo. El Sí mismo es siempre el Sí mismo sin el sí mismo. El sí mismo es el ego. No hay ningún «yo» en la realidad final. Olvide el «yo», y Él está aquí. Cuan-do nada es verdadero, ¿quién queda entonces? Él queda. Él es natural, las gentes lo ha-cen innatural. Cuando dice, «yo estoy en paz», usted no está en paz. Es sólo su pensa-miento. ¿Cómo puede la paz ser en Él? Él es sin pensamiento, no hay pensamientos ahí. La pantalla no dice nunca, «yo he hablado o cantado alto», o «yo he matado a alguien». A la pantalla no le ha acontecido nada. La pantalla no es tocada por ello. Al comprender, uno no toca eso. Cuando usted hace, está en la ignorancia.

¿Cómo puede lo que es nada dañarle? La paz es lo mismo. Si usted la toca, desapa-rece. Swami Ramdas dice «Aún haciendo todo, no haga nada». Comprenda eso. Aún llorando, no llore. Pero usted dice, «yo lloro», ése es el error. Llorar es un estado. Reír es también un estado. Nadie puede llorar siempre y nadie puede reír siempre. Todos estos pensamientos son insensatos, no permanecen y no son verdaderos. No se requiere nada de usted, y no hay nada que adquirir. Acontezca lo que acontezca, usted está aquí, ¿o no? Usted no se olvida nunca de usted mismo. Así pues, yo le digo fuertemente, «cuan-do vaya al cementerio no se olvide nunca de usted mismo». El cuerpo va al cementerio. Todas estas ideas vienen a su mente, y usted lo toma todo como verdadero. El sueño es una paz y cuando se despierta usted dice que no es verdadera, que es nada. Usted debe tener en la mente la completa convicción de que nada acontece, y de que nada es verda-dero. Todos los ornamentos no son nada sino oro. ¿Cómo puede el oro ser alguna otra cosa? El nombre es falso, pero todo el mundo lo acepta. La figura también es falsa. La realidad en todos está por todas partes. Así pues, ¿quién Le verá y con qué ojos puede usted ver-Le? Comprender es muy simple. Olvide todo y Él está aquí.

16 de enero de 1998

Pregunta: Hoy es mi último día aquí. Sé que debo sentirme cerca de usted incluso cuando esté lejos. Me siento mejor cuando estoy en su presencia. Así pues, ¿cómo puedo reducir la distancia?

Maharaj: No hay ningún tiempo y tampoco ninguna distancia. Él es en todas partes y en cualquier parte. No debe olvidar esto, pues es el punto principal. Usted es Él, usted es siempre Él. Así pues, ¿qué puede dañarle? Sólo la ignorancia del Sí mismo, nada más. Uno debe practicar, «yo soy por todas partes y nada más es». Sólo hay la unidad, de manera que todo lo que usted ve y percibe es Él. Cuando se mira en el espejo usted sólo ve su cara. Así pues, nosotros lo llamamos una sombra. Siente que es verdadera debido a la ignorancia. Ella es nada. Y como resultado de esta apariencia usted deviene algo. Le fue dado el nombre, y usted devino eso. Como se ha olvidado de usted mismo, tiene que ir al Maestro; en caso contrario no hay ninguna necesidad. El cuerpo es el ego, y usted ha devenido el ego, pero el ego no tiene ninguna existencia. Así pues, uno debe encontrar quién es Dios o quién soy yo. Dios no puede encontrarle a usted. Así pues, encuentre quién es usted. Tiene que absorber ese «yo», el «yo» no existe. Si no lo hace, entonces Dios y usted permanecerán y eso es dualidad. Mientras hay dualidad, no es posible ninguna felicidad. Incluso con los mejores amigos hay diferencias y tensiones mentales. Donde hay unidad no queda ninguna tensión. Cuando el «yo» desaparece sólo queda Él. Él es muy sutil, más sutil que el cielo. El espacio y el cielo son cero. Él es más allá del cielo, así pues, ¿cómo puede usted ver-Le? ¿Y quién Le verá y con qué instru-mento puede usted ver-Le? El Maestro sólo puede darle la comprensión en palabras, y las palabras son indicadores, nada más. «Yo existo» es la esclavitud, usted deviene algo. Usted no está atado nunca por nada, pero dice y piensa, «yo soy algo». Cuando experi-menta esa unidad, entonces todo lo que usted ve y percibe es Él. La dualidad crea con-fusión en usted, de manera que primero debe saber «¿Quién soy yo?» Usted es nada, pero sin embargo dice, «yo soy esto». ¿Puede darme una muestra de usted mismo? ¿Está escrito en alguna parte de usted? Usted dice «yo estoy aquí», pero el Maestro dice, «us-ted no está en ninguna parte». Usted dice todas estas cosas, pero el que dice no puede ser encontrado. Usted ha devenido un diablo para Ravana (el Maestro cuanta la historia de Rama y Ravana del Ramayana y cómo Rama corta las diez cabezas del diablo). Una gota de Ravana y brota otro diablo. Así pues, usted es Ravana. Todo ha surgido por sus pensamientos. A la muerte de Ravana, Rama no pudo encontrarle porque Ravana nunca existió. Rama mismo devino Ravana, así pues, ¿cómo puede matarle? ¡Comprenda! Su nombre es Bob, pero no existe. Cuando uno no existe, ¿cómo matarle? Hanuman era ayudante de Rama. Hanuman significa mente o mono. Si usted da una escala a un mono, el mono subirá y bajará. La mente es como un mono. Piensa en todo y después olvida. Usted hace eso todos los días. Usted hace esto y aquello todos los días como el mono. Las escrituras dan la comprensión de una manera muy bella, en caso contrario es sólo una historia. Usted se ha olvidado de usted mismo y está moviéndose constantemente sólo para llenar el vientre. Dígame, si no hay vientre, ¿quién cuidará de quién? Así pues, Rama ha hecho muchos diablos de sí mismo. Por sus ojos usted ha hecho muchos dia-blos. ¡Al escuchar y saborear y pensar, usted crea muchos «yo quiero»! Pregunte a su mente lo que usted no quiere. La mente quiere todo, y la mente no es nada sino sus pen-samientos. Usted dice que esto es bueno o malo según sus pensamientos. Sólo es malo el pensamiento «yo», pero incluso ese no existe. Así pues, no sea un Hanuman, un mono. Usted hace lo mismo que él, sólo que de una manera más sofisticada.

Cuando viene la comprensión no hay ni bueno ni malo. Debido a la ignorancia usted dice, «yo he nacido y moriré». El cuerpo muere, usted no muere. ¿Entonces por qué se inquieta? Todos tienen miedo de la muerte, nadie quiere morir. El ego no quiere morir. No tiene que inquietarse, usted está siempre con el Maestro. No está nunca lejos de él. Si usted dice que todo es verdadero, entonces debe practicar que nada es verdadero, inclu-yendo mí mismo. Yo no existo. La casa no dice «yo no soy una casa», el florero no dice «yo soy un florero». Usted da los nombres, de modo que usted es el diablo. Usted hace muchos, muchos diablos de usted mismo. ¿Cómo puede obtener la felicidad? Ravana (el ego) debe ser matado por Rama. Cuando usted dice «yo soy», entonces el diablo per-manece aquí. El diablo existe por su pensamiento. Si usted no existe, entonces nadie existe. Yo soy por todas partes y en todos, esa debe ser su comprensión. Ni siquiera la práctica es necesaria. La fe tampoco es necesaria. Usted es Él en este momento mismo, ¿para qué decir más? El Maestro tiene que decir estas cosas porque usted se ha olvidado de usted mismo y no sabe. El Maestro da la dirección y usted debe seguirla, ¿o no? En-tonces usted llega al sitio. Él no muere nunca, no nace nunca, y no viene ni se va nunca. La esclavitud y la liberación no existen, sólo son pensamientos.

El cazador de loros toma un tubo hueco y cuerda y hace un triángulo y lo pone en un árbol. El loro viene y se posa en él. Como su cabeza es pesada, se vuelca cabeza abajo. De manera que se agarra fuertemente pues tiene miedo de caer. A la mañana siguiente viene el cazador de loros. Coge el triángulo y el loro sigue agarrado. El cazador le mete entonces en una jaula. Entonces el loro piensa que ahora está libre aunque está en la jau-la. «Ahora tengo apoyo», dice. La esclavitud es aceptada. El loro sabe cómo volar, ¿no es así?

En occidente su alimento viene por etapas, sopa, ensalada, plato principal. En la In-dia ponemos todo al mismo tiempo. Es una cuestión de costumbre. No hay ninguna ne-cesidad de cambiar estas cosas. Lo que le agrada, a menudo es una cuestión de costum-bre o de modas. En la India, la costumbre es que cuando muere la esposa, el marido de-be cortarse el bigote. Las gentes saben entonces que su esposa ha muerto. Cuando usted es Él, usted no está afligido nunca. Pero cuando no hay nada, se aflige, ¿qué hacer? Los científicos dicen que la materia no muere nunca. Yo he dicho muchas palabras, ¿dónde están ahora? Muchas gentes han muerto, ¿adónde han ido? En un cementerio, ¿están allí? Antes de morir, usted dice, «enterradme junto a mi marido». Se tienen todos estos pensamientos insensatos. ¿Dónde encontrar algo o a alguien? Nada existe. Si usted va al mercado y dice, «quiero venderme a mí mismo», ¿quién le comprará? El hijo de la mujer estéril no tiene ninguna existencia. ¿Qué nombre puede dar usted a nada? El cuerpo no es nada sino el hijo de una mujer estéril. Usted puede tener 100 años, pero nunca deven-drá viejo. Usted es siempre joven. De esta manera, usted debe comprender que no está nunca lejos de nada. Cuando usted es Él, usted está en todas partes. Entonces no se plantea ninguna cuestión de separación. La separación es sólo del cuerpo. Como se ha olvidado de usted mismo, tiene que decir estas cosas una y otra vez. Usted es Él.

(Un hombre de Europa entró tarde en la habitación. Tiene un nombre espiritual, de modo que Maharaj le pregunta cuál es su nombre original).

Maharaj: Sus dos nombres son falsos. ¿Por qué deben los santos dar más nombres? No hay ninguna necesidad. Un nombre es suficiente. Los nombres son sólo nombres. Los dos nombres son nada. Con dos nombres usted deviene más confuso. Usted es la realidad final. ¿Por qué deben darse nombres? Usted es sin nombre, usted es sin pensa-miento. ¿Puede mostrarme la India? ¿Es un mapa la India? El nombre no tiene ningún valor. Cuando nació, ¿cuál era su nombre? Usted da nombres a lo que no tiene ninguna existencia.

20 de enero de 1998

Pregunta: ¿Nos ayuda el sufrimiento físico del cuerpo a comprender más rápida-mente que nosotros no somos el cuerpo?

Maharaj: El sufrimiento físico es bueno y como resultado, usted puede comprender más rápidamente. No hay mal en ello. Swami Ramdas dice, hay tres tipos de sufrimien-to: 1º, las cosas que surgen en el mundo. Usted soporta muchos trastornos mundanales. 2º, cuando usted mismo se considera el cuerpo, entonces vienen muchos trastornos, vie-nen muchas enfermedades. 3º, cuando uno muere sin conocimiento, pasa por muchos, muchos trastornos. Dios le da a usted trastornos. Cuando uno experimenta estos tres tipos de trastornos o de sufrimientos, uno pregunta, «¿Cómo puedo obtener alguna feli-cidad?» y hay una vuelta hacia la realidad. Cuando se tiene un cuerpo, todos experimen-tan problemas. A veces, usted hereda trastornos de sus padres. Éstos son trastornos cor-porales. Los accidentes, como caerse de un caballo, son trastornos mundanales. Eso trae también muchos trastornos. ¿Qué me acontecerá si muero? Los trastornos de la mente vienen de la vida mundanal. Su único hijo muere, usted se siente mal. Usted dice, es mi hijo. Tiene que soportar el dolor. Si muere el hijo del vecino usted puede sentirlo, pero no es el mismo dolor. La rueda del sufrimiento acontece debido a que usted dice que es mío. Todo viene de la mente. La mente es la conexión de los asuntos mundanales. Por su propio deseo usted ha cabalgado el caballo (tomado nacimiento). Cuando cabalga el caballo tiene que agarrarse a las riendas, en caso contrario se caerá. Usted tiene que dan-zar con el caballo. ¡Qué hacer!

Así pues, el que tiene estos tres tipos de trastornos, tiene una posibilidad real de lle-gar a la realidad. Usted puede sentirse mal con estas dificultades, pero, no obstante, ello le da el incentivo de encontrar la vía recta. Los trastornos corporales son útiles para us-ted. Una vez que estos trastornos del cuerpo-mente aparecen, usted tiene una posibilidad de llegar a la náusea respecto del cuerpo. De otro modo, usted no tiene esa náusea. Las gentes se sienten mal debido a que no comprenden. Si toma la ilusión por verdadera, entonces vienen a usted todos estos trastornos. Pero, sin embargo, usted sigue tomando esto como verdadero, ¿qué hacer? Para usted es automático. Cuando dice «yo soy esto», entonces viene todo. Si dice «yo no soy esto», entonces todo desaparece. Si viene a un Maestro real, entonces obtiene la comprensión. Yo le digo, usted puede ser feliz con la enfermedad o con cualquier cosa. Tome su cuerpo como un vecino y no como usted. Usted dice, «yo soy el cuerpo», y eso trae el ego, nada más. Y ese ego no quiere trastor-nos. Sólo quiere cosas buenas, las mejores. Mi nombre debe venir primero. El ego devie-ne más fuerte con la felicidad del mundo. Si le acontecen la miseria o los trastornos, dé por hecho que es para su bien. Una persona realizada da la bienvenida a la enfermedad, deja que venga. Yo no soy esto.

La felicidad mundanal no es felicidad verdadera. La felicidad verdadera está en el olvido del mundo. Cuando duerme, olvida el mundo y es feliz. Estas cosas mundanales son todas esclavitudes que usted toma por la realidad. Si no las toma por la realidad, no hay ninguna esclavitud para usted, usted es siempre libre. Deje que vengan los asuntos corporales, ¿por qué inquietarse? Cuando una madre ve a su hijo enfermo, se inquieta, ¿pero acaso toma la enfermedad sobre sí misma? Ella da sólo palabras, nada más. Cuan-do están enfermos, muchas gentes sienten que quieren que vengan a visitarlos. Yo no estoy de acuerdo. Uno recuerda más su enfermedad. ¿Por qué venir a verle? Usted ve siempre sus intereses por todas partes. Los intereses de su cuerpo-mente vienen en pri-mer lugar. Todas las gentes son de este tipo. Olvide todas estas cosas. ¿Qué hay en todo eso? Usted dice que un día el cuerpo morirá. Yo digo que ya está muerto en este mismo momento. Las gentes no están de acuerdo. Sin embargo, lo digo.

El Sí mismo es muy abierto, ¿por qué inquietarse? Si viene la felicidad o los trastor-nos, él no es afectado. Deje que venga todo, uno y todo. Yo soy como una roca. Yo soy esa vía para que sus inquietudes desaparezcan, y encuentre la comprensión muy rápido. Uno no debe tener miedo de nada. La felicidad o el placer pueden estar aquí, pero no se apegue a ellos. El apego no debe estar aquí. Suponga que usted es un rey. Permanezca en el trono, gobierne el país, pero comprenda que eso no es verdadero. Hubo un rey. Estaba con el cuerpo y sin embargo sin el cuerpo. Estaba siempre dentro de su propio Sí mismo. El cuerpo está aquí, pero se llama sin cuerpo (videhimukti). Deje que el cuerpo esté aquí, pero usted sea siempre libre. El cuerpo es esclavitud, pero usted es libre si comprende que usted no es el cuerpo. Entonces usted es el poder que está en usted, usted es por todas partes. El poder es abierto y claro y usted es siempre feliz, y nunca tiene miedo de nada.

Un santo que era un yogui vino a ver al rey Janaka. Sabía que el rey estaba realizado. Así pues, se le dijo al rey que Shukamuni quería verle. El rey le envió un mensaje de que dejará todos los apegos, y sería feliz. Shukamuni volvió a casa y pensó sobre lo que ha-bía dicho el rey. El yogui decidió desechar su taparrabos, y volvió al rey desnudo. En-tonces el rey le dijo que dejara todos sus apegos. Tú no eres el cuerpo, tú no eres un yo-gui, tú no eres un santo. El yogui dejó el palacio y nunca más volvió. Comprendió el significado interior de las palabras del rey sobre sus apegos. Usted puede estar en el pla-cer también, pero no se olvide nunca de usted mismo. Haga cosas, cualquier cosa, no haga daño, pero no se olvide de usted mismo. No se apegue. El apego es lo peor cuando es el apego falso. Apéguese a la realidad y entonces usted deviene lo real. Así pues, cuando vengan todos estos trastornos mundanales o corporales, dé por hecho que es para bien. Al menos le provocan alguna náusea de este cuerpo y puede continuar la senda verdadera. No diga que algo es malo. Pero cuando usted dice, «yo soy el cuerpo», eso es lo peor. Llega la vejez y usted quiere alguna ayuda. Usted dice, «yo no puedo hacer es-to». El poder que está en usted le da la vida. Uno debe comprender que yo no soy el cuerpo, y eso es el punto principal. Tome el cuerpo como un vecino. Todos los trastornos significan que la dualidad ha venido. Si «yo» está aquí, entonces usted y él debe estar aquí. Cuando usted no está, ¿quién habrá? Entonces, automáticamente, la unidad viene a la mente. Los trastornos deben venir después, pero son nada. Así pues, ¿por qué inquie-tarse? Usted es Él. Usted es Él en este momento mismo. Cuando usted no es esto, ¿por qué inquietarse? Todas las gentes se inquietan por este cuerpo y tienen miedo de la muerte. Ahora que usted está vivo, muera por la comprensión. Cuando dice, «yo no soy el cuerpo», entonces usted es Él. Suponga que usted pierde una pierna y que se queda cojo, ¿por qué inquietarse? Yo no soy cojo, yo soy la realidad. Cuando comprende lo que dice el Maestro, que usted no es el cuerpo ni el nombre, entonces usted es siempre libre. Sea libre de esta manera. Todo es para bien.

Hubo un rey que se corto el dedo. El médico le puso una venda. El rey enseñó el de-do a su consejero, y el consejero dijo, «Todo es para bien». El rey estaba sorprendido y dijo, «¡Esto también es para bien, metedle en la cárcel!» Unos pocos días después, el rey estaba cazando y fue capturado por unos salvajes. Ellos querían hacer un sacrificio con el rey, pero entonces notaron que tenía una venda en el dedo y decidieron que no era apro-piado para el sacrificio. De modo que el rey vivió y pensó para sí mismo que lo que había dicho el consejero era correcto. El corte había salvado su vida. Volvió a casa y fue a la prisión para ver al consejero. El rey dijo, «Bien, estoy de acuerdo contigo. El corte era para bien. ¿Pero qué hay sobre ti? Has estado en la cárcel durante una semana, ¿ha sido esto para bien?» Entonces el consejero dijo, «Si no hubiera estado en la cárcel, habría ido contigo, y podría haber sido sacrificado en tu lugar».

Cuando se olvida de usted mismo, todas las cosas y todo el mundo es suyo. Cuando usted dice, «yo soy esto», deviene una pequeña criatura y sufre. ¿Qué hacer? Usted no es el cuerpo. Uno está seguro de que el cuerpo va a morir, así pues, que muera hoy. Us-ted dice que la muerte viene mañana, dejemos que venga hoy. De la misma manera, ol-vide todo, olvide el ego, olvide el cuerpo y tenga la felicidad más grande. Cuando está durmiendo, usted olvida el cuerpo, ¿es usted feliz o no? ¿De dónde viene la frescura después de que usted se levanta? Viene de su Sí mismo. Hay un dicho que dice que cuando usted recibe algo bueno como dinero, ¿de quién se acuerda usted? Del joyero. Pero cuando le acontece algo malo, una enfermedad por ejemplo, ¿de quién se acuerda usted? Entonces se acuerda de Ran. «¡Oh Dios, Oh Dios, ayúdame!» Si no hay trastor-nos, yo no diría que usted es afortunado. El ego es el mayor trastornador. Cuando el ego desaparece, usted es Él. El santo Tukarán decía, «le he dado todo mi dinero a Él. No es mío. El cuerpo dado por Dios, también se lo he dado a Él. ¿Qué es mío ahora? He obte-nido nada». Cuando lo que es nada está aquí, ¿qué queda? Usted mismo, sin el sí mis-mo, la realidad. Usted es siempre libre.

Pregunta: Por favor, explique el significado de convicción.

Maharaj: Convicción significa una comprensión tajante de que yo no soy el cuerpo. Eso es convicción. ¿Quién soy yo entonces? Yo soy el poder que está en el cuerpo. Fi-nalmente, incluso el poder no permanece. Entonces usted es Él. El poder tampoco es verdadero. Da luz y después desaparece. Cuando usted muere no queda nada. Así pues, primero uno debe tener el conocimiento, y entonces usted desecha ese conocimiento después. Convicción significa que esto no es verdadero.

Pregunta: ¿Es un concepto la convicción?

Maharaj: La convicción es un concepto, un concepto muy fuerte. Olvide todo esto y usted es Él. Cuando usted es, Él no es. Cuando Él es, usted no es. Los dos no pueden permanecer. O bien usted es, o Él es. Cuando usted dice, «yo soy esto», el ego, Él guar-da silencio. Pero sin su poder, el ego no puede hacer nada. Así pues, uno debe ser y ol-vidar esto o aquello. Olvide el ego y usted es, y a eso se llama convicción. Todos estos pensamientos vienen del conocimiento, y el conocimiento no es verdadero. Todas estas cosas mundanales, pensamientos y relaciones, vienen como resultado del cuerpo. Así pues, cuando usted dice, «yo no soy el cuerpo», entonces estas relaciones no permane-cen. Cuando nace, usted viene sólo. Cuando el cuerpo se va, se va sólo, nadie se va con él.

En la India debe haber hijos. En la India, las gentes están más encariñados con los hi-jos. Los extranjeros no están tan encariñados. Cuando un hijo muere, «es el deseo de Dios», dicen, y entonces lloran, pero sin embargo nadie se va con el difunto. ¿Cómo se podría? ¿Quién querría ir con él? Él no va a ninguna parte. Los cinco elementos van a los cinco elementos. El poder va al poder. Pero el poder mismo es falso, délo por hecho. ¿Qué queda entonces? Sólo el deseo por el cuerpo. Así pues, usted toma otro nacimien-to. Esa es la única cosa. El ego está muy encariñado con el nacimiento. Quiere el naci-miento para la felicidad. Sin el nacimiento, sin el cuerpo, yo no puedo obtener felicidad. Así pues, cuando usted es, Dios no es. Si usted dice, «yo no soy», entonces Él es. Él hace todo por usted. No se inquiete, Él está en todos. Si usted abandona el ego del cuerpo, entonces todo es para usted. Usted está por todas partes y en todo. No es fácil y no es difícil. La comprensión debe venir, y a eso se le llama convicción. Cuando usted no es, ¿qué es usted entonces? La pregunta viene automáticamente. Cuando uno ha ido a un Maestro, sabe que «yo soy Él». Yo soy el Señor del Mundo. No sea una pequeña criatura. Sea esto y sea el poder más alto. Las circunstancias cambian, pero usted no cambia nunca. Usted debe cambiar su comprensión. Eso es todo. Puede ser el hombre más pobre del mundo, en las circunstancias más ordinarias. Sin embargo, es grande. Él comprende que nada es verdadero. Todos los dioses no son nada sino ilusión. Entonces el miedo de Dios no permanece en usted. Ningún miedo de nadie, debido a que usted es el poder más elevado. Usted es el poder creador.

Suponga que usted está construyendo una casa. Si no le gusta después de terminada, puede demolerla. ¿Quién puede decirle a usted «¡No!»? De la misma manera, Dios ha creado, y si usted comprende, es mi creación. ¿Por qué inquietarse entonces? Todo lo que acontece, es por mi orden. Sea Eso, ése es el punto principal. Todo poder es su po-der. El poder de todos es sólo usted mismo. Pero debido al pensamiento «yo», nadie puede comprender. Así, Dios es y usted es. Es como las dos caras de una moneda. Cam-bie la cara, cambie la mente y usted es Él. ¿Por qué inquietarse por toda esta insensatez? Por el placer de alguien usted toma nacimiento y tiene que sufrir toda la vida. Diga, «no es mío, este cuerpo lo ha dado Dios, yo no soy esto». Y cuando dice «yo no soy esto», usted es feliz siempre.

El santo Tukarán no quería hacer nada. Su mujer decía siempre, «¡Haz algo!». Él nunca quiso dinero ni nada. Pero un día su mujer trajo chiles de la casa de su padre. Le dijo que fuera al mercado y vendiera aquellos chiles. Él sabía que no sería atrapado en todas estas tareas mundanales. Así pues, fue al mercado y dijo a todo el mundo que co-gieran los chiles que quisieran. «No paguéis por ellos», dijo. Volvió a casa y su esposa dijo, «has vuelto a casa muy temprano», y preguntó, «¿cuánto dinero has sacado?» Él dijo, «el dinero vendrá más tarde». Sabía que si se hacen negocios en este mundo y se muestra sabiduría, uno siempre será atrapado. Todo es una ilusión. Y cuando usted dice, «yo no soy esto», nadie puede atraparle. Todos los miedos vienen sólo del cuerpo, así pues, cuando no hay nada, ¿dónde está la sabiduría del mundo?

Las gentes quieren hacer algo y quieren ser alguien. La sabiduría del mundo le pone a usted una trampa. De esta manera, uno debe evitar el ego, nada más. Sólo la sabiduría de la realidad es buena. Todo el mundo corre sólo para llenar su vientre. ¿Qué puede darle el dinero? Un buen sitio donde dormir. En el sueño todos somos iguales. Si uno duerme en la calle o duerme en un palacio, ambos son iguales en el sueño. La mente no está sa-tisfecha nunca. Es como la cola de un perro. Si usted intenta enderezarla poniéndola en un tubo hueco, incluso después de cien años, volverá a su figura original. La mente no está satisfecha nunca con lo que recibe. Cuando usted tiene más, se inquieta más. Usted piensa siempre en que vendrá algo mejor. Lo mejor es comprender «¿Quién soy yo?» primero. Yo no soy el cuerpo, yo no soy la mente. Todo el mundo quiere ser grande, pero grande es la realidad sólo. Si comprende, usted será el más grande de los grandes. La mente es simplemente sus pensamientos. Nada más. No hay ningún final para la men-te, la mente piensa mucho. Finalmente, este conocimiento ha de ser absorbido. La igno-rancia ha partido, de acuerdo, pero ahora el Maestro dice que olvide ese conocimiento. El conocimiento es peligroso. El deseo de conocimiento no puede ser satisfecho. No es verdadero, usted es sin conocimiento y sin ignorancia, y a eso se le llama la realidad sin pensamiento.

En un sueño muchas cosas vienen y se van, pero el que sueña no se inquieta. El que sueña no hace nada, sin embargo acontecen muchas cosas. Cuando se despierta no sabe nada de lo que ha acontecido. De la misma manera, vea esto como nada más que un lar-go sueño. La esclavitud del cuerpo debe ser desechada por la comprensión. Entonces el ego desaparece automáticamente y no queda nada. El ego dice, «yo no tengo ningún lugar para estar». El ego siempre quiere más y mejor, ¿qué hacer? Lo que es mejor, el ego no lo comprende. Confunde lo que es verdadero y lo que no es verdadero. Olvide el ego primero, y después olvide todo lo demás. Cuando usted dice, «es mi casa», todos los trastornos permanecen para usted. El que comprende la realidad sabe que todas las casas son mi casa. Es el cuerpo el que quiere un lugar separado. Cuando usted no es el cuerpo, puede ir a cualquier parte. Uno debe intentar comprender el ego de esta manera: «¿Quién soy yo?» y «¿Quién no soy yo?» Cuando obtiene la bancarrota del mundo us-ted es feliz.

Pregunta: Cuando se está cerca del despertar, ¿uno hace frente a su propia muerte en ese momento?

Maharaj: ¿Por qué tiene miedo de la muerte? Usted no quiere morir. El miedo viene a su mente. Pero cuando uno dice, «yo no soy eso», entonces, ¿por qué inquietarse? Él comprende, «yo no soy el cuerpo». Suponga que muere el hijo de su vecino, usted no lo siente mucho. Pero cuando va a morir este cuerpo, usted está muy inquieto, pensando qué hacer y qué no hacer. Cuando usted es puesto en la horca, ¿cuál es su último deseo? Yo no quiero morir.

Pregunta: Cuando Ramana Maharshi era un jovencito fue a su habitación e hizo frente a su propia muerte, y se realizó.

Maharaj: Todo eso son pensamientos. Éste es un cuerpo muerto. Cuando se duerme usted está muerto. Los santos dicen muchas cosas. Ocurrió de esta o de esa manera. To-do está bien. No ha ocurrido nada. Esa debe ser su comprensión. Pero cuando duerme, usted está muerto por el momento y entonces se despierta. ¿No se despertó él también? Cuando la muerte viene al cuerpo, ¿qué puede hacer usted? Usted llama a los mejores médicos, pero no puede hacer nada. Así pues, comprenda ahora que esto es un cuerpo muerto. Entonces usted deviene el poder. Los ojos no pueden verle, es el poder el que ve, pero ni siquiera el poder existe. Cuando la electricidad se va, las bombillas no fun-cionan. Así pues, comprenda ahora, «yo soy el poder». El poder opera en todos. Cuando usted muere, el ego y el poder deben desaparecer. Y por la comprensión, el ego desapa-rece automáticamente. El deseo del cuerpo es ego, nada más. Usted puede salir del ciclo del nacimiento y la muerte justamente ahora. En caso contrario, permanece en la rota-ción. El nacimiento y la muerte vienen al cuerpo y no a usted. Usted no muere nunca, ésa debe ser su comprensión. El cuerpo debe morir incluso si usted es el Señor Krishna, el Señor Rama, o el Señor Cristo. ¿Por qué inquietarse? Uno debe comprender todas estas experiencias y nada más. El cuerpo ya está muerto. La desconexión viene, de acuerdo. Hágale frente con el poder. Yo no soy esto. Cuando usted no es esto, usted no se inquieta nunca.

Cuando alguien muere, usted no se inquieta nunca. Cuando llora, usted llora sólo por usted mismo. Todo el mundo llora por su propia felicidad. Ahora, ellos han muerto, ¿qué ocurrirá conmigo? Un vecino vino aquí. Tenía 57 años. Su madre había muerto. «Ahora, ¿quién me llamará Babú?», lloraba. ¿Lloraba por ella? Así pues, usted no llora nunca por nadie. Llora por usted mismo. Ese es el punto principal. El mundo es así. Si comprende el Sí mismo, entonces nada permanece para usted. Yo soy por todas partes, el Sí mismo es por todas partes. Él siempre permanece contento. Pero todo el mundo quiere el sopor-te de alguien en la vida. Y eso constituye todo el trastorno. Deshágase del soporte, des-hágase del ego. Nada es verdadero, de modo que ¿qué soporte puede recibir usted de eso? Es sólo su mente la que dice que eso es verdadero. Cuando está ciego, usted quiere un bastón, quiere un soporte. El que comprende dice, «mis ojos han desaparecido, mejor no ver el mundo». Olvide todo. De esta manera, uno puede obtener la satisfacción. ¿Por qué no? La satisfacción debe estar en la mente, nada más. Los deseos no pueden satisfa-cerse nunca, y son de las cosas falsas. ¿Cómo puede satisfacerse el deseo de lo que no es? El deseo de un hombre realizado se satisface siempre, quiere la realidad. Así pues, no es infeliz nunca, es feliz siempre.

5 de marzo de 1998

Pregunta: Usted ha dicho que el contacto y el abrazo entre Maestro y discípulo no tiene nada que ver con la comprensión. ¿Cuál es la relación entre el Maestro y el discí-pulo en lo que concierne al pensamiento?

Maharaj: El Maestro cambia sus pensamientos, nada más. Usted ha devenido la men-te, de modo que él cambia su mente. Es necesaria esa relación. El muchacho es ignoran-te. ¿Por qué va a la escuela? Para aprender algo. Poner sólo una mano sobre su cabeza no puede hacer nada. El Maestro tiene que enseñarle. El muchacho necesita comprender el tema. Así pues, ¿qué puede hacer por usted un abrazo? ¿Qué significado hay en él? Si usted abraza a su hijo, ¿puede hacerle eso letrado? Él tiene que ir a la escuela.

Pregunta: Pero nosotros tenemos la sensación cuando venimos a verle de que algo está vivo en nosotros.

Maharaj: Eso está bien. Esa sensación se debe a que su pensamiento es cambiado. El pensamiento recibe aquí algún alimento. La mosca va donde hay cosas dulces para co-mer. No se posa sobre las cosas amargas. Así con los pensamientos que usted ha recibi-do. El Maestro da alguna fuerza a estos pensamientos, de modo que usted tiene que ir y verle. Al comienzo, el niño no quiere ir a la escuela. Al comienzo llora, pero después quiere ir. ¿Por qué? Su mente ha cambiado, nada más. La única razón de que el Maestro hable es cambiar su mente. Si cambia su mente, entonces usted puede comprender cual-quier cosa, ¿por qué no? Lo que dice el Maestro es muy sutil. Usted no se conoce a us-ted mismo. Usted piensa como un cuerpo y dice «yo estoy aquí». El Maestro dice que usted penetra todo, pero usted no comprende en ese momento. Usted está por todas partes, de modo que, ¿dónde abrazar y a quién abrazar? Si un médico pone su mano so-bre su cabeza, ¿curará su enfermedad? En la India hay una costumbre de que si se entra en un templo y hay cenizas, tomando las cenizas se puede producir un hijo. Entonces nadie querrá casarse, no hay ninguna necesidad. El Maestro debe sacarle de la ignorancia de todas estas creencias falsas. Para sacarle de la ilusión, tiene que darle todos estos ejemplos. Entonces usted está fuera de la ilusión. En caso contrario, no puede salir. ¿Cómo puede? Así pues, los pensamientos se dan para cambiar su mente. Si usted cam-bia, está bien. Si no cambia, ¿de quién es la culpa? El profesor da una lección. Aquellos que aceptan obtienen el primer grado de la clase. Aquellos que no pueden aceptar obtie-nen el segundo o el tercer grado de la clase. ¿Qué hacer? Así pues, el Maestro sólo pue-de darle la comprensión por los pensamientos. Usted es la realidad sin pensamientos, pero para hacerle comprender esto, el Maestro tiene que darle palabras. Todos los Maes-tros enseñan diferentemente. Cada uno expone pensamientos de una manera diferente. Si usted expone los pensamientos de su Maestro correctamente, eso está bien. Pero si usted expone los pensamientos de su Maestro usando sus propias palabras y su propia experiencia de usted, el Maestro estará más feliz, ¿o no? No todo puede cambiar sus pensamientos. Al contrario, a menudo usted entrará más en la ilusión. Todas estas su-puestas experiencias con Maestros, ¿qué significado hay en eso? ¿Para qué todo eso? Sólo para impresionar al discípulo con poderes. Nada más. Yo no puedo hacer nada con un toque, eso es una manera falsa. Si usted come, ¿se llenará mi estómago? ¿Cómo es posible? En un sueño usted tiene una comida buenísima y cuando se levanta dice a su esposa, «Hoy he soñado que tenía una comida muy buena». Entonces ella dice, «¡En ese caso, hoy no tendré que cocinar porque ya has comido!» Igualmente, la atracción de algunos discípulos por hacer milagros tampoco es correcta. ¿Para qué es necesario eso? Si se les dicen las cosas verdaderas, es seguro que vienen. Alguien que está sediento es seguro que viene el agua. ¿Por qué debe inquietarse el agua? Cuando usted trata de atraer discípulos por alguna razón, es siempre el ego. ¿Se preocupa el viento de si a usted le agrada o no? Simplemente se mueve. Cuando se hacen preguntas, el Maestro habla. Si usted lo acepta o no, ¿por qué debe inquietarse el Maestro? Primero salga del ego y en-tonces enseñe. Algunas gentes vinieron a mi Maestro, después le dejaron y no volvieron nunca. Nosotros, los discípulos pensábamos que eran mozos ignorantes que debían dejar-le. Nuestro Maestro nos oyó y dijo, «¿Por qué inquietarse? Todo el mundo es Parabrah-man». Todo es la realidad, todo es Él. Mi Maestro nunca miraba a nadie como un aspi-rante o una persona ignorante. El médico da la medicina para curar la enfermedad, no para curarle a usted. El médico no puede curarle a usted. Sus hábitos no pueden ser cambiados de esta manera. Sólo comprendiendo, sólo pensando, puede usted cambiar.

Pregunta: Usted dice que cambiar la mente es muy importante. Usted dice que puede cambiar la mente con la mente, el pensamiento con el pensamiento. Cuando murió mi madre tuve esta experiencia, sin palabras. No digo que fuera buena o mala, pero me cambio definitivamente. Aconteció y me transformó. En adelante ya no fue la misma mente ni el mismo pensamiento. Así pues, ¿hay algún otro método, aparte de cambiar los pensamientos, que pueda transformar a alguien?

Maharaj: No. La ignorancia vino escuchando. Debe desaparecer escuchando. Usted no sabía su nombre y entonces dijo, «yo soy esto». Esta información se la dieron su pa-dre y su madre. Su mente acepta esto, que a su vez es confirmado por su mente. Escu-chando, ¿no es así? En el comienzo usted no sabía si era un niño o una niña. Los padres dijeron también, «nosotros somos tus padres». Usted lo aceptó de nuevo escuchando. Así pues, la ignorancia ha venido por la escucha, ¿no es así? A usted se le dio un nombre al nacer y usted ha devenido eso. Entonces viene el Maestro y mata esos pensamientos. Usted no es el cuerpo, no es los pensamientos, no es el nombre. Usted es algo más. Us-ted es el poder que está en usted. Usted no es tampoco el cuerpo sutil ni la mente. Una información falsa fue vertida en usted, y usted la aceptó en su momento. Así pues, se da una información nueva y los pensamientos resultan cambiados. ¿Diría usted alguna vez, «yo no soy el cuerpo», si no lo hubiera escuchado de un Maestro? Cuando usted dice, «yo soy el cuerpo», eso es ignorancia. Puesto que no se conoce a usted mismo, se da el conocimiento para eliminar la ignorancia. Usted dice que es fulano. Tendrá que probarlo. ¿Dónde está escrito? Usted no es eso, usted comprende erróneamente. Así pues, si no viene de un sabio, el conocimiento que hay en usted es siempre falso. Usted ha aceptado todo. Sin conocimiento, ¿cómo puede aceptar? Si digo que esto es un florero, usted lo acepta. No está escrito en el florero. Es mi pensamiento ahora. Pero usted puede poner agua en él y beberla, ¿por qué no? ¿Por qué poner sólo flores en él? Si su padre y madre le hubieran dado otro nombre, entonces usted habría devenido eso. No hay nada en un nombre. Todo el mundo es sólo sangre, carne y huesos. Unos dicen que son franceses, otros americanos y así sucesivamente. Sólo está escrito en su mente. ¿De qué utilidad es eso? La mente le lleva a usted en la dirección falsa. Usted nació en la ignorancia, y más ignorancia fue vertida en usted. Usted dice que la muerte de su madre le cambio. No hay duda. Sus pensamientos han cambiado. Su madre murió y usted obtuvo alguna comprensión. Usted puede morir mañana o años más tarde. Así pues, usted necesitaba comprender algo entonces. Ese cambio vino a usted. Ahora, ella está muerta y desapare-cida. ¿Por qué inquietarse? Su muerte fue para bien. Otros no obtienen esa comprensión, y entonces sólo lloran por el muerto. Un cuerpo muerto dice, «¿Por qué estar llorando? Tú estás en mi senda, estás seguro de que morirás un día. No llores por mí», así dice el cuerpo muerto.

Pregunta: Sólo quiero decir que como resultado de la muerte de mi madre, se abrieron otras dimensiones en mi vida y comenzó mi búsqueda y ahora estoy sentado aquí.

Maharaj: Sí, la muerte de la madre fue buena para usted. Nada en el mundo es malo. Usted tiene que aceptarlo de esa manera. Nadie muere, la materia no muere nunca, y los pensamientos sólo pueden ser cambiados por los pensamientos.

Pregunta: Ramana Maharshi estaba iluminado, pero no tuvo ningún Maestro. ¿Puede usted explicar eso? Nadie cambió su mente.

Maharaj: La mente cambió a la mente. La mente es el gurú. La mente es su mejor amigo y su peor enemigo. Quizás una montaña fue su gurú. Él tuvo un gurú. De otro modo usted no puede comprender. La mente es el gurú, entiéndalo de esa manera. Las gentes van siempre al lado falso, pero si usted va al lado verdadero, entonces la mente deviene su Maestro, ¿o no? ¿Cómo puede comprender usted sin un Maestro? El Maestro corporal es esencial para comprender. De otro modo, su ego no se irá. Usted tiene que escuchar a su propia mente. Lo que yo hablo es su mente. Usted hace una pregunta y yo respondo. Así pues, ¿es su mente o no? Así pues, ¿devengo yo su mente o no?, dígamelo ahora. Se necesita al Maestro. Usted dice que él no tuvo Maestro. Él puede haber leído libros. El autor de ese libro puede ser un gurú. (Señalando al último que preguntó) Su madre es su gurú ahora. La muerte de la madre le dio la comprensión. ¿Qué hay de falso en eso? Puede acontecer cualquier incidente, su vida es cambiada, y usted puede dar la vuelta, ¿por qué no?

Pregunta: ¿Es la vida el gurú entonces?

Maharaj: La vida es el poder. El Maestro tiene también ese mismo poder, es decir, el poder del gurú. Su mente no es capaz de aceptar algunas cosas, de manera que es nece-sario el poder del Maestro. Usted es ignorante, no sabe, alguien tiene que decírselo. En-tonces su mente deviene su gurú, ¿por qué no? Pero su mente también puede llevarle al lado falso, y por eso usted debe estar alerta. El ego es siempre un hacedor. La perfección no puede venir sin el Maestro. El conocimiento mismo no es verdadero. El ego permane-ce hasta el último momento. Mientras el conocimiento está aquí, el ego está aquí. Enton-ces ese conocimiento es desechado y para eso se necesita al Maestro. Ese es el punto más difícil, y de eso es de lo que yo hablo. No es un estado, no es la paz. Es sin estado, es sin pensamiento. El conocimiento debe ser absorbido. Usted ha construido castillos en el aire sobre ese conocimiento. Usted tiene que ir más allá de eso, donde acaba el conoci-miento, y es ahí donde se necesita el gurú. El conocimiento es la medicina, no la enfer-medad. La enfermedad es el ego, y eso debe desaparecer. No me agrada comentar sobre nadie, pero cuando usted hace una pregunta, tengo que decir algo.

Pregunta: Muchos Maestros que he conocido han hablado sobre la predestinación. Yo querría alguna aclaración de esto. ¿De dónde viene nuestra decisión de hacer? Nosotros tenemos pensamientos y tomamos decisiones. Si no es el destino y las cosas no están predeterminadas, ¿qué me guía y qué me ayuda a tomar mis decisiones?

Maharaj: Ello viene de la mente. ¿De dónde viene el viento? Del cielo. Los castillos en el aire pueden ser soplados por el Maestro. (Maharaj junta sus labios y sopla). Los pensamientos falsos pueden desaparecer. ¿Por qué inquietarse? Si usted fortalece su mente, puede disipar todo. La mente es el hacedor de todas estas cosas. Trate de com-prender su propia mente, ese es el punto principal. Comprenda sus propios pensamientos con la ayuda del Maestro. El viento viene y se va. Viene del cielo y vuelve al cielo. El cielo es cero. ¿Y nuestros pensamientos? ¿De dónde vienen? De cero, de la ignorancia. Cero no es verdadero y el poder no es verdadero. Él es Él. El poder se mueve siempre como pensamientos. La electricidad mata a las gentes y también da luz a las gentes. El pensamiento es poder, pero el poder mismo es falso, y ésa es la lección que da el Maes-tro. El destino no es nada sino un pensamiento. No es nada sino una ilusión. El conoci-miento o el pensamiento es la ignorancia más grande, y sólo el Maestro puede decirle eso. El conocimiento no es nada sino ego. Así pues, tanto la ignorancia como el conoci-miento deben desaparecer, y eso es el significado real de lo que se llama no-mente. Us-ted ha construido castillos en el aire. Todo viene de cero, de la ignorancia. Usted necesi-ta un Maestro breve, y dulce. Corporal o sin el cuerpo.

Pregunta: En «LA LLAVE MAESTRA PARA LA REALIZACIÓN DE SÍ MIS-MO» (un libro del Maestro de Maharaj) se habla de abandonar el orgullo. ¿Cómo deshacerse del orgullo?

Maharaj: La mente siempre tiene orgullo. Tiene este hábito. Es simplemente conoci-miento adquirido por la mente. Sin embargo, la mente no sabe nada, así se lo digo. El conocimiento es falso, pero se usa para que un pensamiento elimine a otro. Pero la perso-na realizada sabe que no sabe nada. Así pues, lo que usted sabe hasta ahora es la fuente de su orgullo. Usted piensa que lo que sabe es verdadero. Cuando usted dice, «yo no existo, Él existe», entonces todo el orgullo desaparece. Mientras el ego permanece, el orgullo permanece. Cuando usted está lleno de conocimiento y dice, «yo soy todo, yo puedo hacer todo, yo soy el Creador del mundo», está todavía en la ilusión. Todo el mundo dice que Dios es grande. Dios hace más ilusión. Si usted dice que lo que ha crea-do es verdadero, entonces usted deviene un perro. El perro deviene Dios cuando hay comprensión. Pero en la realidad final no hay nada que comprender. Suponga que usted da algo a una persona pobre. Entonces piensa, «yo he hecho algo bueno». Eso es orgullo. Yo he hecho algo, y eso lo hace verdadero para su mente. ¿Quién es usted para ayudar a alguien? Así pues, el Maestro dice que nunca ayuda a nadie. Yo sólo hablo, y si se acep-ta, vale. El orgullo permanece siempre mientras el conocimiento está aquí. ¿Dice el poder en usted alguna vez, «yo lo hago»? El poder hace todo y sin embargo es usted quien dice, «yo lo hago». Si las manos se mueven es el poder el que lo hace. Así pues, el poder no habla nunca, aunque hace todo. Hace que funcione el mundo entero. La electricidad no dice nunca, «yo doy la luz». No sabe siquiera que ella es la luz.

El conocimiento es el diablo más grande. Quiere saber cada vez más. No está satisfe-cho nunca. La mente deviene no-mente cuando usted comprende que nada es verdade-ro. Eso es el fin del orgullo. Yo no hago nada, ésa debe ser su comprensión.

16 de marzo de 1998

Pregunta: ¿Cómo sabemos que nos estamos moviendo en la dirección verdadera? Algunas gentes se esfuerzan de una manera, otras de otra. ¿Cómo sabemos lo que es mejor para nosotros?

Maharaj: Suponga que alguien le da la dirección. «Vaya de esta manera», le dice, y usted va en la dirección verdadera. Si trata de comprender lo que dice el Maestro, y si lo experimenta, su mente puede llevarle ahí. Su mente puede decirle si usted ha compren-dido correctamente.

Pregunta: Así pues, ¿sólo nosotros sabemos?

Maharaj: Sí, ¿por qué no? Cuando come, sólo usted sabe si quiere más. De la misma manera, si experimenta lo que dice el Maestro, usted ha comprendido verdaderamente. La mente va siempre de acá para allá, pero también le lleva al punto verdadero. Si com-prende que todo esto es una ilusión, el cuerpo, la mente y todo lo que ve y percibe, en-tonces puede decir que usted está en la senda verdadera, y que se ha comprendido a usted mismo. ¿Qué hay que comprender? ¡Usted es Él! ¿Quién comprenderá a quien? Sólo la ignorancia debe desaparecer. Nada más. Decir, «esto es verdadero, mi cuerpo es verdadero, y mi nombre es verdadero», eso es ego. Así pues, uno debe conocer al ego. Si usted le conoce, su ego desaparece, no permanece. Usted no tiene que buscar nada. ¿Quién buscará a quien? Esa es la base fundamental, usted es Él. Pero el ego dice, «yo soy esto». El ego nunca le dejará. Tendrá que dejarle usted. Si comprende que el ego es sólo un pensamiento, entonces el ego no puede tocarle. De otro modo, permanecerá en la mente. Suponga que usted tiene gafas y que no se las pone y dice, «yo no puedo ver nada» ¿Qué hacer? ¡Ponerse las gafas! El Maestro está aquí para cortar su ego. Usted tiene el poder de aceptar lo que dice el Maestro. Usted puede sentir automáticamente que usted es el creador del mundo. Usted ha hecho el mundo debido al cuerpo. No sea tan pequeño.

Pregunta: Usted puede evitar ser el Creador, ¿no es así?

Maharaj: En el comienzo, usted debe hacer la pelota grande, puesto que dice, «yo no tengo poder, yo soy el cuerpo, y yo soy la mente». Sea ilimitado primero. No empiece haciendo cualquier cosa. Cuando duerme, usted no hace nada, usted olvida el mundo. Muchas cosas acontecen o no. ¿Quién es el Creador? Nadie es el Creador. Un pensa-miento viene de la ignorancia y crea todo el sueño. Usted dice, «yo he creado el sueño», pero eso es falso. El Creador no ha existido nunca. El hijo de la mujer estéril no ha exis-tido nunca. Así, puesto que usted ha devenido muy pequeño por la mente, muy limitado, tiene que expandir su pensamiento. Haga ilimitada a la mente. El Maestro le hace cada vez más grande. Usted es todo. Entonces usted siente que ha devenido iluminado, siente gozo. Entonces, el Maestro le dice que usted ha comprendido. Nada es verdadero.

Pregunta: Antes usted ha dicho que Sat-Chit-Ananda podía ser evitado.

Maharaj: En el comienzo, usted tiene que ser. Usted tiene que abrir su mente. Sat-Chit-Ananda es también un pensamiento, un pensamiento muy grande. Primero usted debe comprender, «yo no soy una pequeña criatura». La mente no quiere aceptar que yo soy por todas partes. Así pues, sea usted mismo el Creador del mundo. Diga, «yo lo he creado». Un pequeño grano de sal no dirá nunca, «yo soy el océano». Pero cuando se disuelve deviene el océano, ¿o no? Conozca cada vez más para comprender. Entonces viene el ego, «yo sé todo». Entonces el Maestro le dice que todavía no sabe. Olvide esto también, usted está soñando todavía. Mientras «yo» está aquí, todo es un sueño. Enton-ces el Maestro corta el ego. Justamente como se corta una tarta de cumpleaños. Cada año usted dice, «yo tengo tal edad». El Maestro le dice que usted no ha nacido nunca. Así pues, el Maestro corta su mente para eliminar la oposición del sueño. ¡Cómasela! Usted debe obtener el conocimiento, entonces puede cortarlo y comerlo.

Pregunta: ¿Es necesario pasar por este proceso como lo ha descrito o puede usted acortarlo?

Maharaj: ¡Su mente no quiere aceptarlo! Ese es el punto principal. La mente no quie-re aceptar que yo soy Él. Sat-Chit-Ananda está por todas partes. Es la semilla original. Sat significa ser, Chit significa conocimiento y Ananda significa placer. Primero com-prenda la ignorancia y entonces usted obtiene Sat-Chit-Ananda. Sat-Chit-Ananda no es la comprensión final, pero si usted quiere ir al piso cuarenta tendrá que pasar por el trein-ta y nueve, ¿no es así? Incluso si usted sabe el destino final, tendrá que pasar por algu-nos estados, ¿o no? En la ignorancia, su mente tiene miedo de todo, incluso de un pe-queño mosquito. Debido al cuerpo, usted ha devenido muy pequeño. La mente le ha hecho a usted muy pequeño. Todo es ilusión, pero usted lo toma como verdadero. Inclu-so Sat-Chit-Ananda es ilusión, es sólo un pensamiento. Y ese pensamiento ha creado el mundo entero. Si ese pensamiento no hubiera venido, entonces no habría ningún sueño. Si usted está durmiendo y no viene ningún pensamiento, entonces no hay ningún sueño. Si un hombre duerme, tiene muchos sueños; pero el que no duerme, no tiene ninguno. ¿Cómo podría tener un sueño? Así pues, a menos de que usted duerma, ¿cómo puede tener un sueño? Por tanto, a menos de que se olvide de usted mismo, ¿cómo puede ser producido el mundo? Así pues, usted tiene que decir, «yo soy el Creador del mundo». Un pensamiento es la totalidad del mundo. Pensamiento significa conocimiento. Todos en el mundo han recibido conocimiento y nada más. Incluso si usted dice, «yo soy igno-rante», lo dice por conocimiento, ¿o no? A menos de que vea los dos lados, la ignorancia y el conocimiento, usted no puede ir a la Realidad. Las gentes están todos en la ignoran-cia. Dicen, yo soy un médico, un abogado o lo que quiera que sea, pero sólo lo están murmurando en el sueño. En Sat-Chit-Ananda usted deviene el Creador del mundo, «lo que acontece es mi elección. Todo es por mi orden». Primero, se olvidó de usted mismo, y surgió Sat-Chit-Ananda, nada más. Es el sueño original. Un sueño es siempre un sue-ño. Un rey deviene un mendigo en el sueño y viceversa. Usted no es un rey ni un men-digo. El Creador no ha creado nada. «Yo soy el Creador de cero». La realidad es más allá de todo esto. No hay ningún Creador ni nada creado. Es sólo un pensamiento. El conocimiento y la ignorancia son sólo las dos caras de la misma moneda. La moneda no es verdadera y sólo emerge cuando el Sí mismo es olvidado. Ha emergido, ¿qué hacer?

Pregunta: ¿Cómo adelanta el aspirante en la investigación del «yo», y de los cuatro cuerpos?*

Maharaj: Usted tiene que adelantar con el pensamiento. Sin el pensamiento usted ha devenido un cuerpo o un diablo. Tiene que probar con la comprensión que esto no es verdadero. Usted debe pensar una y otra vez. Todas las gentes le meten en la ignorancia. El Maestro dice, usted es la realidad y lo que ve no es verdadero. El Maestro derrama el conocimiento en usted. Así pues, con ese conocimiento comprenda todo. Entonces, au-tomáticamente, usted dirá, «yo soy el Creador del mundo». ¿Por qué no? Usted puede comprender esto con el conocimiento. Algunos santos se detienen sólo en este punto. Para la comprensión final, usted tiene que ir más allá de esto. El conocimiento es muy poderoso, pero también está soñando. El conocimiento es la mayor ignorancia.

Pregunta: Veo que lo que me estoy preguntando es ¿cómo proceder para no pen-sar que yo soy el cuerpo?

Maharaj: Usted tiene que pensar sobre ello. Puesto que lo toma como verdadero, para hacerlo no verdadero tiene que pensar una y otra vez. Si usted comete un error en algo, tiene que descubrir dónde se cometió el error. Venga y descubra su error. El Maestro le aclara sus errores, pero si continúa cometiéndolos, ¿quién es responsable? Usted se ha olvidado de usted mismo y todo esto ha sido creado, ¿qué hacer? Sólo usted tiene el toque de todo y usted crea todo el sueño. ¿Me sigue?

En un sueño, si un pensamiento deviene objetivo, usted tiene el sueño, ¿o no? A veces usted está durmiendo y viene un pensamiento, pero usted está un poco despierto, de modo que el sueño no viene. Pero cuando recibe el toque del pensamiento, entonces vie-ne el sueño, y usted deviene conocimiento. Así pues, tiene que decir, «yo no soy esto», y entonces, ¿quién es usted? «Yo no existo». Esto es lo que tiene que decir. Mientras Sat-Chit-Ananda está aquí, el cuerpo debe funcionar. Cuando el conocimiento está aquí, usted tiene que actuar acordemente. Es lo mismo para un santo o una persona realizada. Él funciona también en el mundo. Si alguien viene a mi puerta, yo le diré que entre. ¿Debería no decir nada? Pero el santo es como la hoja de loto en el agua. Vive en el agua, pero no recibe el contacto de ella. No es verdadera. Usted debe pensar una y otra vez para enseñar a la mente hasta que venga el no-pensamiento. Entonces no hay nada que pensar, todo ha terminado. Entonces permanece usted mismo, ¿o no? Así pues, hay un dicho, «ser o no ser, esa es la cuestión». Todas las gentes piensan, ¿o no? Para hacer esto, o para no hacerlo. Mientras el conocimiento está aquí, la cuestión permanece. Si usted comprende que el conocimiento viene de la ignorancia, entonces tiene que matar a ese conocimiento. El Maestro le dice que lo olvide, que no es nada sino un sueño. La ignorancia y el conocimiento están los dos en el sueño. Ser o no ser es la cuestión ahora. Si la toma como verdadera, entonces tiene que ser. Si no la toma como verdadera, en-tonces la cuestión no se plantea.

Si alguien dice, «tome esta senda», y entonces algún otro dice, «no tome esta sen-da», la mente entra en la dualidad. ¿Qué hacer? ¿Esto o eso? ¿Ir por una senda o ir por la otra? A un lado está todo el mundo, al otro está la realidad final. Nada más. Córtela con la comprensión. El Maestro le da la comprensión para cortarla. Mientras que usted está conectado con el conocimiento, ser o no ser debe estar aquí. De otro modo, ¿cómo puede comprender? Mientras la ilusión está aquí, usted tiene que pensar en la realidad final. Si no hay ilusión, ¿qué hay que pensar? ¿En qué realidad? Entonces la realidad y la irrealidad desaparecen las dos. Usted no puede comprender esto sin pensar. Las gentes dicen, comprenda y sea eso. ¿Pero qué ser o no ser? No sea como una abeja zumbando alrededor. Con el pensamiento todo puede desaparecer ahora.

Pregunta: Comprendo que el movimiento en el pensamiento crea algo físico o emocional. También he experimentado una desaparición de eso cuando no hay nada en movimiento. Y ahora usted está hablando de algo más allá de «no hay nada en mo-vimiento».

Maharaj: Así es. Lo que está en movimiento está en el sueño. ¿Por qué debe usted inquietarse? No es verdadero. Cuando se inquieta, lo toma por verdadero.

Pregunta: Entonces, ¿qué queda cuando todo desaparece, cuando no hay nada?

Maharaj: ¡Queda usted sin usted! Viene un sueño y usted hace muchas cosas. Enton-ces el sueño desaparece y usted está ahí, ¿o no? Usted permanece, ¿o no? Viene un sue-ño que le hace daño. Usted está durmiendo y no ha hecho nada. Y si usted comprende que aquí, cuando el sueño desaparece, yo no hago nada, entonces no quedan más cues-tiones. Así pues, debe venir la comprensión de que yo no estoy haciendo nada. Suponga que mata a una persona. Cuando se despierta, usted se dice que cómo es posible. Pero usted experimentó eso en un sueño. Así pues, cuando se despierta, eso deviene nada, nulo y vacío. No permanece. Si no permanece, ¿qué valor tiene? Nada ha acontecido. Él lo sabe, de modo que dice que es el Creador del mundo. Así pues, cuando se despierta, usted sabe que no ha acontecido nada, y así es como usted permanece en el mundo.

Mientras el cuerpo está aquí, al hacer yo no hago nada. Cuando como, yo no como. Come el cuerpo o la mente, yo no como. Si un hombre ha comido en un sueño, y se lo dice a su esposa, ella dice, «ahora no tendré que cocinar». Él protesta y dice que tiene hambre. De la misma manera, lo que usted hace en el mundo no tiene ningún valor. En caso contrario, la esclavitud viene a su mente, ¿o no? ¿Por qué debe interesarle el cuer-po-mente? Si usted dice, «me interesa», entonces deviene la criatura más pequeña. Así pues, si comprende lo que dice el Maestro, usted dirá automáticamente, «no es verdade-ro». Así pues, prosiga con el conocimiento, y haga la pelota cada vez más grande. Pero lo que comienza desde la ignorancia, ¿cómo puede ser conocimiento o verdadero? La mente da la comprensión y entonces desaparece. Una vez que usted ha alcanzado el des-tino, ¿dónde está la necesidad de comprender? Usted está en el piso cuarenta, ¿qué hay que comprender?

Pregunta: Al mismo tiempo decimos que somos todo y nada. ¿Es correcto?

Maharaj: Sí, sí. Al comienzo diga, yo soy todo, después, yo no soy nada y no hago nada. A menos que pase por el piso treinta y nueve, usted no puede decir yo estoy en el piso cuarenta. Cuando usted alcanza el piso cuarenta, entonces ya no queda nada para continuar. Entonces usted puede comprender que no es verdadero. Entonces el «yo» no permanece.

Pregunta: ¿Qué entiende usted exactamente por ser el Creador?

Maharaj: Usted es parte del mundo. El conocimiento ha creado el mundo. Si usted pone un grano de sal en el océano, en una fracción de segundo deviene océano. Así pues, cuando usted dice, «yo soy esto», para eliminar ese pensamiento usted tiene que decir, «yo soy el Creador del mundo». Todo viene del conocimiento. El conocimiento es el Creador. Así pues, el Creador de lo falso es también falso y no es verdadero. Pero usted tiene que decir, «yo he creado». Cuando se despierta del sueño, usted dice tam-bién, «yo he tenido un sueño». Usted no lo olvida, aunque es sólo un sueño. Hasta que usted dice eso, ¿cómo puede usted estar fuera del sueño? Al despertar, cuando usted dice, «no es verdadero», primero lo tomó por verdadero, ¿o no? Primero usted dice sí, después viene el conocimiento y usted dice no. Así pues, «ser o no ser, esa es la cues-tión», su significado es éste. Primero usted dice sí, después usted dice no. La mente tie-ne que ser muy sutil. En caso contrario, la atestan muchas cuestiones.

Suponga que un hombre representa un doble papel, héroe y villano. En un momento el villano perturba a la heroína. Al siguiente momento la quiere. ¿Quién lo hizo? ¿Cuál papel es verdadero? Ahora la cuestión es la dualidad. Cuando usted está en la dualidad tiene que actuar en consecuencia. Pero él es sólo una persona. La dualidad no es nada sino su propio papel. «Todos no son nada más que mí mismo», comprende. Todas las burbujas no son nada sino el océano. Se rompen y ¿qué acontece? Devienen el océano.

Aquí todos tienen que romperse, y entonces son Él. Entonces no queda nadie y la unidad viene a la mente. Bueno o malo, todo es mí mismo. Usted debe tener mucho co-raje para comprender. El Actor es uno, pero representa un papel dual. ¿Es bueno o es malo? No es malo y no es bueno tampoco. Es aparte de eso. El actor dice, «acepté el papel y lo representé. Debí representar el papel de villano, y, cuando tomé el papel de héroe, eso representé». Aquí es la misma cosa. Usted está representando un papel dual. Así pues, las gentes tienen miedo de comprender. ¿Cómo puede ser? Suponga que usted mata a alguien en un sueño. Cuando se despierta, usted dice, «yo no he matado». Esta vigilia es su sueño. Es un sueño en el sueño del Creador y usted es parte de él. Usted ha matado a alguien y entonces tiene que decir, «yo no he matado». ¿Cuánta fuerza se ne-cesita para decir eso? Al hacer, «yo no he hecho». Al matar, «yo no he matado a nadie».

Todas las gentes que hay aquí tienen nombres diferentes. Si usted mata a los nom-bres, todos son uno, ¿o no? Si nadie tiene nombre, la unidad está aquí, ¿o no? Si un pa-dre tiene cuatro hijos y no les da ningún nombre, todos vendrán cuando llama. Así pues, los nombres se dan sólo para comprender. El cuerpo y la mente lo tienen, usted no lo tiene. El mundo no es nada sino la conexión de dos hilos, positivo y negativo. Cuando usted duerme, todo el mundo desaparece. Nada permanece. Usted se despierta y ve el mundo. Y cuando el cuerpo muere, viene la desconexión completa y usted no puede ver el mundo de nuevo. Su pensamiento es el mundo. Así pues, usted es el Creador del mundo. Quiero decir esto una y otra vez. Sea el Creador y entonces comprenda. Enton-ces, automáticamente, el mundo desaparece y usted está fuera de él. No debe quedar ninguna duda. La duda es ignorancia, nada más. La electricidad no sabe que ella tiene la luz. La realidad final no tiene ningún conocimiento ni ninguna ignorancia. Cuando llega la desconexión, no queda nada. ¿Adónde ha ido todo? Como ello no era, desaparece. Si usted toca la electricidad, muere. Si usted toca el conocimiento, el conocimiento desapa-rece. Si usted comprende el conocimiento, el conocimiento desaparece. Así pues, el co-nocimiento y la ignorancia no son verdaderos. Mí mismo es sin conocimiento ni ignoran-cia. Que los pensamientos estén aquí, pero yo no tengo pensamientos, usted puede decir eso. Uno mismo debe morir, y entonces vive.

Pregunta: Usted dijo esta mañana, «devenga Él y entonces haga culto». ¿Hay al-gún valor en que hagamos nuestro culto ahora que volvemos a casa? ¿Debemos hacer puja (culto) y bhajans (canto devocional) en casa o sólo cuando estamos aquí?

Maharaj: Si volvemos a casa, ¿debemos comer o no? Hágalo, ¿por qué no? La pre-gunta, ¿debo comer o no?, no se plantea. Ponga el magnetofón y cante. Usted no tiene que ser un realizado para hacer culto. El Maestro le ha dado el conocimiento, ¿por qué no alabarle? No alabar es ego. «Yo he devenido grande ahora, ¿por qué debo hacer cul-to?» El ego es la cosa más sucia. En cualquier momento viene a la mente. Es cierto que hay una diferencia entre el culto con comprensión y el culto sin comprensión, pero ahora usted tiene la comprensión. Si un discípulo deviene maestro, puede ser incluso un maes-tro mejor que su maestro, sin embargo reconoce al que le ha enseñado, ¿o no? Mientras el cuerpo está aquí, usted hace muchas, muchas cosas. Si alguien entra, usted le dice bienvenido, entre. Así pues, ¿por qué no rendir culto al que le ha dado esta compren-sión?

Pregunta: Hay muchas maneras de rendir culto aparte de la puja y los bhajans, ¿no es así?

Maharaj: ¿Cómo qué?

Pregunta: Se puede pensar en el Maestro, se puede estar agradecido al Maestro, pero no necesariamente hacer bhajans.

Maharaj: Eso es ego.

Pregunta: ¿Está usted seguro?

Maharaj: Usted puede hacerlo a su propia manera, yo no digo nada. Pero si usted di-ce, «por qué debo rendir culto», eso es ego. Usted come y bebe, ¿qué mal hay en ello? Tampoco es necesario hacer un espectáculo de ello. Sea fiel al Maestro, por eso lo hace usted. Usted necesita recordar lo que ha dicho el Maestro. Fuera de la vista, es fuera de la mente. Guarde el contacto de lo que dice el Maestro. Usted y el Maestro son uno, pero mientras esté en el cuerpo, usted debe rendir culto. Si usted tiene una fe completa en el Maestro, ella le llevará al lugar justo. El Maestro está por todas partes, nunca está lejos de usted, usted y él son uno.

3 de mayo de 1998

Pregunta: Cuando usted inicia a las gentes con un mantra (palabra o palabras sa-gradas que el Maestro da para la meditación), ¿es suficiente eso para llevar a alguien a la realidad?

Maharaj: Hay dos maneras de comprender; la vía del pájaro o la vía de la hormiga. Con la meditación (o la vía de la hormiga), uno puede comprender. La palabra o el nom-bre tienen mucho poder. El nombre que le dieron sus padres ha hecho muchas cosas. El mantra lo da el Maestro, pero es una vía muy larga para la comprensión. Cantando o di-ciendo el mantra, usted puede ir a la realidad final. No hay nada en el mundo sino pala-bras. Todo el universo no es nada sino palabras. Hay sólo dos cosas: una es la realidad, la otra es ilusión. Una palabra sola, puede borrar la ilusión.

Suponga que usted tiene un enemigo y que piensa en él, y en una fracción de segun-do, con un cambio de pensamiento, puede ser su amigo. Así pues, un pensamiento del Maestro que ha comprendido es suficiente para comprender. Es una vía muy lenta, ésa es la única cosa. Mi Maestro encontró la vía más corta, por el pensamiento. Por no pensar, usted ha devenido la criatura más pequeña, y pensando usted puede devenir el más grande de los grandes, ¿por qué no? Si usted no tiene la capacidad de comprender por el pensamiento —la vía del pájaro— entonces puede ir por la vía de la meditación. Es la vía larga, y usted tiene que meditar durante muchas horas al día. Las gentes dicen que meditan, pero la mayoría no saben cómo meditar. Dicen que Dios es uno y que mí mismo es otro. Eso es dualidad. Esa vía no acabará nunca.

Así pues, es suficiente una palabra del Maestro. Las palabras pueden cortar palabras, los pensamientos pueden cortar pensamientos en una fracción de segundo. Eso puede llevarle más allá de las palabras, eso es usted mismo. En la meditación, eventualmente usted tiene que sumergir su ego, al meditador y la acción de la meditación, y finalmente también a usted mismo. Es una vía larga, y en este mundo actual las gentes no tienen tiempo para hacer eso. Tampoco tienen ningún tiempo para morir. Dicen a la muerte que espere, que tienen trabajo y que venga a ellos después. Ahora el mundo va muy deprisa. Así pues, mi Maestro encontró la vía más corta. Usted ha tomado todo esto como ver-dadero en el mundo por las palabras. En esta vida hay sólo palabras, ¿no es así? Si no hay palabras, ¿dónde está entonces el mundo? Si usted no tiene ningún nombre, ¿dónde está el ego entonces?

El padre y la madre le han dado a usted una palabra, y usted ha devenido eso, y ha devenido muy poderoso al aceptar eso. Pero si se acepta lo que es falso, eso no lo hace verdadero. ¿Qué hacer entonces? Todos sus profesores han dicho que esto es verdadero y usted ha aceptado esto. Usted no tenía ningún nombre cuando nació. Y cuando se dio el nombre usted lo acepto y dijo, «yo soy esto». Así pues, si el Maestro le da una pala-bra, usted puede meditar y adelantar, pero es una vía larga con muchos obstáculos. Y finalmente usted debe sumergir el mantra, al meditador, y a usted mismo, y entonces ser Eso. Es un proceso largo. La hormiga se mueve lentamente y si escala un árbol puede morir antes de alcanzar su destino, de modo que necesitará más nacimientos.

El pájaro puede volar de árbol a árbol en nada de tiempo. Mi Maestro encontró la vía del pájaro. A él le fue enseñada la vía de la hormiga por su Maestro. Bhausaheb Maharaj, el Maestro de mi Maestro, fundó el linaje en la tradición meditativa. Dejó su cuerpo en 1914 y en aquella época las gentes no estaban tan anhelantes de comprender. Hubo cua-tro discípulos con mi Maestro, y mi Maestro quería encontrar una vía más corta, pero sus condiscípulos dijeron que se había dado la vía meditativa y que no era necesaria ninguna otra vía.

Así pues, mi Maestro fue a Bijapur solo, y estaba determinado a encontrar otra vía para la comprensión final. Se sentó durante nueve meses en meditación sin levantarse. Se dijo, «yo puedo morir, pero quiero encontrar la vía más fácil». Él no era una persona ins-truida, pero el calibre de su mente era tan grande que nada pudo detenerle. Antes de encontrar a su Maestro era un contorsionista y podía hacer un millar de contorsiones sin detenerse. Entonces un amigo le hablo de Bhausaheb y le sugirió que viniera a aprender algo sobre filosofía. Estuvo con Bhausaheb Maharaj durante seis años, pero después de cuatro años decidió renunciar al mundo y devino un discípulo y comenzó a expandir la enseñanza de la meditación. Hizo esto durante dos años y entonces decidió dejarlo y buscar otra alternativa a la meditación. Aunque su Maestro había enseñado sólo medita-ción, su mente y su fe eran tan fuertes que decidió seguir adelante. Tenía una fe con ojos, no una fe ciega. Finalmente, después de estar sentado nueve meses, Bhausaheb se le apareció y le dijo, «¡Bien, tú comprendes, y estoy de acuerdo contigo. Así pues, ahora puedes levantarte!».

La meditación está bien, pero con el pensamiento se puede ir mucho más rápido. Así pues, mi Maestro decidió enseñar la vía del pájaro. En las escrituras se dice que primero hay que renunciar al mundo y que entonces se dará el conocimiento. Mi Maestro dijo, «no, primero habla a las gentes y dales la comprensión, y si entonces renuncian al mun-do, eso tendrá algún significado». Renunciar sin comprender carece de significado. Pero cuando usted comprende que lo que ve y percibe no es verdadero, entonces, si renuncia, tendrá algún significado. Cuando el mundo no es verdadero y todo es ilusión, ¿qué al-ternativa tiene usted para renunciar?

Así pues, mi Maestro dijo a sus discípulos que renunciaran y anduvieran errantes y mendigaran. El mundo entero era su hogar. Y después de algún tiempo, cuando los dis-cípulos volvieron al Maestro, les dijo que ahora renunciaran a renunciar. Cuando nada es verdadero, ¿a qué hay que renunciar? ¿A qué hay que renunciar cuando todo es nada? Renunciar es ego. Permanezca como una persona simple en el mundo. Entonces dio la enseñanza final: el conocimiento también es falso. Finalmente, el conocimiento debe sumergirse, y entonces usted es Él. Entonces no hay nada que temer.

Sea sin miedo. Ruja como un tigre. No sea un ratón siempre huyendo. Las gentes se inquietan mucho y tienen mucho miedo. ¿Qué hacer y qué no hacer en este mundo? In-cluso cuando hacen culto tienen miedo. ¡Oh, he cometido un pecado! ¿Qué hacer? Las gentes me preguntan a veces si lo que están haciendo está bien o no. Se preocupan mu-cho por cosas muy pequeñas. Yo les digo a mis discípulos que todo está bien. Usted tiene mucho miedo del Maestro y de Dios. Cuando todo es nada, ¿qué es un pecado y qué no es un pecado? Cuando usted comprende, entonces el poder está ahí y todo lo que usted hace es correcto. Vamos, adelante, tenga el coraje de decir esto. Diga algo, está bien, dondequiera que ponga su dedo está la realidad. El poder que usted tiene debe ser fuerte en su mente. Ningún miedo de nadie ni de nada. La mente acepta todo y entonces tiene miedo. Y ese miedo es eliminado por el Maestro. El Maestro le hace rugir como un león. Usted toma todo como verdadero. La mente acepta entonces el nombre dado por su padre y madre, y usted morirá con esta palabra. Si usted hace fuerte a su mente, ya sea que haga meditación o que vaya con la comprensión, usted puede ir a la realidad final. Así pues, tiene que volar sin alas. Así pues, le digo que no hay que preguntar por qué, sólo haga su deber y muera. El deber no significa ayudar a una señora anciana a cruzar la calle. Significa deber hacia el Sí mismo. Compréndase a usted mismo: ¿Quién soy yo?

Usted se toma por lo falso y todo lo que hace es falso. Sin embargo, usted es Él, y todo lo que hace es correcto. ¡Yo puedo atreverme a decir eso! ¿Por qué? Porque todo es una ilusión. Usted debe tener una comprensión fuerte. Pero el poder de su voluntad es debilitado por sus pensamientos y dudas. Los pensamientos hacen la diferencia en el calibre de la mente. Él significa Él. Yo significa yo. Comprenda esa vía. Cuando usted no existe, Él es. No hay necesidad de decir nada más. Cuando yo es, Él no es. Mientras usted sigue como yo, Él dice, «yo estoy durmiendo». Él se mantiene mudo. Así, el Maestro alimenta al aspirante como una madre alimenta al niño, dándole sólo compren-sión. Nada más. Si la comprensión se da de la manera justa, usted puede comprender en este mismo momento. Si usted tiene un leño, la mente debe tener la habilidad para cortar ese leño en dos. La mente ha devenido una cosa cobarde. No sea cobarde, tenga el cora-zón de un Maestro.

No tenga miedo de dar malas noticias. Use su poder de manera justa. Usted debe te-ner esa habilidad que ha producido todo, y que, sin embargo, usted dice que no es ver-dadera. Ese es el calibre, ese es el poder que usted debe tener. Usted hace muchas cosas y su poder es muy fuerte. Pero usted ha olvidado su poder. Sea fuerte y diga, «si muero, eso no me inquieta». Si dice, «yo soy esto», entonces se inquieta. Cuando usted dice, «yo no soy esto», ¿de qué se va a inquietar? ¿Por qué inquietarse o afligirse por nada? Si hay aquí una hormiga, usted la aplasta. ¿Siente usted algo? Pero si quiere matar a una persona como usted mismo, entonces tiene que pensar y pensar, qué hacer y qué no ha-cer. Así pues, no sea cobarde. Diga que lo que es verdadero es verdadero, y que lo que no es verdadero no es verdadero, siempre. Las gentes ignorantes a menudo dicen que Dios es grande, y entonces dicen que yo tengo que hacer esto. Ambas cosas son falsas, ¿no es así? Que Dios haga lo que tiene que hacer, ¿por qué debe usted inquietarse? ¿Por qué preocuparse?

Así pues, sea el aspirante del Maestro real. Yo no digo que soy el Maestro real, pues si lo digo usted dirá que yo soy un Maestro real, y eso es ego para mí. (Señalando a un retrato de su Maestro) Él es el Maestro real, y él me dio esa comprensión, y una hormiga devino una abeja. Una hormiga devino sin miedo y entonces pudo correr a todas partes sin miedo. Así pues, sea siempre sin miedo. La meditación y el pensamiento son lo mis-mo, los dos necesitan el pensamiento, ¿no es así? El mantra se da por el pensamiento. Durante las charlas usted puede meditar, ¿no es así? Los dos necesitan el pensamiento. El Maestro dice entonces, «ahora es su elección». Una vía va siempre hacia la felicidad y el gozo, la otra hacia los trastornos y el sufrimiento. Donde usted quiera ir, vaya. El Maestro es sólo un indicador. Le lleva a usted a la puerta, y entonces ha terminado. No se queda allí. Sea fuerte de mente y tenga la capacidad de aceptar lo que dice. Si usted pone su fe en el Maestro, la capacidad deviene mayor. Si usted va al médico y toma la medicina o las vitaminas, se fortalece, ¿o no? El Maestro es una vitamina, nada más. Sea fuerte y olvide su cuerpo; es ya un cuerpo muerto.

Pregunta: ¿Hay más en el proceso del pensamiento que en el mantra?

Maharaj: Los dos son lo mismo, ya se lo he dicho. ¿Por qué pregunta usted? Uno es una vía más larga, y el otro es una vía más corta. Vamos a ver, ahora hay correo electró-nico y usted puede recibir un mensaje instantáneamente. Antes pasaban muchos meses antes de que usted recibiera un correo para la India o desde la India. Incluso usted podía morir antes de recibir su carta. Así pues, sea un poco más rápido y tenga la capacidad de comprender y de aceptar lo que dice el Maestro. ¿En qué le perjudica? Al comienzo, el mantra hace a la mente más sutil, estoy de acuerdo.

Pregunta: La mente está construida sobre el miedo. Y usted dice que el corazón y la mente son uno. ¿Está el corazón construido también sobre el miedo?

Maharaj: No, el corazón no tiene miedo, la mente tiene miedo. El corazón da los im-pulsos para tener pensamientos. El corazón y la mente son como hermanos gemelos. Si un pensamiento viene a su mente, el corazón le da fuerza, poder. Sin corazón, usted no puede hacer nada. ¿De qué tiene miedo la electricidad? La electricidad da energía a la bombilla. Son dos, pero actúan como una. ¿Puede un cuerpo muerto tener un pensamien-to? Así pues, el corazón es poder, es vida. La mente discrimina, y hace diferencias. Tiene miedo de lo que hacer y de lo que no hacer. Todo esto es el trabajo de la mente. El poder es la fuerza y todo surge en la mente. El corazón es su alma, ¿de acuerdo?

Pregunta: ¿Está diciendo que el poder del corazón es amor, y que hace que acon-tezcan las cosas?

Maharaj: Es usted quien dice que es amor. El poder no ama a nadie; es el amor el que viene a la mente: «esto me agrada, esto no me agrada».

Pregunta: Por amor entiendo relación o comunión.

Maharaj: Muy bien, de acuerdo, pero el amor no es verdadero. Así pues, ¿qué quiere decir usted? Si hay relación, entonces viene el amor. Cuando no hay nadie, dígame, ¿a quién amar? Debe haber algo, un hombre, una mujer, un árbol, tiene que haber algo. ¿Dónde hay amor? Los santos también dicen cosas insensatas. ¿Qué vamos a hacer? Dicen que se ame a todos. Si yo soy todos, ¿a quién amar entonces? Si usted ama a una serpiente, ella le picará y usted morirá. Si usted adora a un león y le toca, él le comerá. Así pues, adore a distancia. La electricidad es el poder; si usted la toca, morirá. El cono-cimiento ha venido y es muy poderoso; si usted le toca, el conocimiento muere, pero usted no muere. El conocimiento desaparece. Entonces permanece la realidad final. La comprensión debe estar ahí, y toda ella depende de su mente y de su capacidad. Yo no le digo que usted está equivocado. Pero cuando sólo hay uno, ¿a quién amar y a quién no amar? El amor viene cuando hay dos. Cuando hay uno, ¿dónde está el amor? ¿Cómo me abrazaré a mí mismo? ¿O cómo me amaré a mí mismo, dígame? Usted se ama a usted mismo, sí. ¿Ama usted el cuerpo, la mente, el corazón o la realidad?

Pregunta: Pero cuando uno ama al Sí mismo…

Maharaj: Entonces no queda ningún amor; el Sí mismo es el Sí mismo. Entonces la cuestión del amor no se plantea. Él no muere nunca. Él no desaparece nunca. Él está siempre aquí. Cuando el cuerpo muere, todo el mundo llora. El poder no muere. Así pues, los santos no lloran. No ha acontecido nada. El poder da la vida y todo. Usted no puede verlo, pero está también aquí. ¿Cómo puede usted amar lo que no puede ver? La comprensión debe darse de esta manera. Rompa las cosas y comprenda lo que es. Aquí hay mezclados cinco elementos y el poder. Las diferentes partes están aquí y están reunidas de tal manera que todas operan juntas. Cuando llega la desconexión, entonces las partes se separan. Así pues, ¿quién ama? El amor significa amarse a usted mismo. El amor es comprensión —¿es verdadero o no es verdadero? Si usted comprende esto, en-tonces esto es el amor. ¿De acuerdo?

Pregunta: ¿Es Él amor?

Maharaj: ¿Quién? ¿Dónde está Dios? El Sí mismo es el Sí mismo. ¿A quién amar y a quién no amar? Cuando viene el amor, entonces viene el pensamiento. ¿Amor de qué? Cuando hay unidad, ¿a quién amar? Puesto que usted no está de acuerdo, seré tajante: el amor es ilusión. Usted sólo puede amar a algún otro. ¿Cómo puede usted amarse a usted mismo? ¿Quién amará a quién? Ahí no hay ninguna entidad. ¿A quién puede amar la electricidad? ¿A quién ama el poder? El poder no sabe que él es el poder. Cuando usted está en la ignorancia, el Maestro le dice que ame la realidad. Entonces, cuando com-prende que usted es Él, ya no se habla más de amor. Todo el mundo se ama sólo a sí mismo. Nadie ama a ningún otro. Usted ama primero a su cuerpo. El amor de otros es secundario, no primario. ¿Qué es lo más amable? El Sí mismo. El cuerpo no es el Sí mis-mo, la mente no es el Sí mismo, el conocimiento no es el Sí mismo. La realidad final es el Sí mismo.

En la realidad final no hay ningún usted, ningún yo, ninguna mente, ni ningún pen-samiento. Ése es su estado. Usted es Él. Así pues, ¿a quién amar y a quién no amar? Comprenda lo que hacen los santos; todo el mundo es mí mismo. Aquellos que son el Sí mismo, no aman. Si usted tiene un sueño, un buen sueño, y su esposa le despierta, usted se queja porque le ha despertado de un sueño tan bueno. Pero cuando usted se despierta, ¿adónde ha ido la sensación? Ahora es sólo un recuerdo. Lo que no es, ¿para qué recor-darlo? ¿Dónde está el amor? Todos estos ejemplos, el Maestro los da con miras a la comprensión, pero no hay nada que usted pueda hacer para obtener-Le. Pero, puesto que usted está habituado a hacer algo, el Maestro le da estas cosas con miras a la compren-sión. Usted no puede obtener-Le. Olvide todo, olvide la meditación, siéntese en usted mismo. Sólo cuando hay eseidad puede haber amor. En el sueño profundo, ¿a quién ama usted? ¿Puede decírmelo? Un niño ve la luna en el agua y dice a la madre, «yo quiero esto». ¿Cómo puede la madre darle eso? Es una sombra. Similarmente, usted ama la sombra y no quiere amarse a usted mismo. Olvide la sombra y usted es Él. Entonces ya no se habla más de amor. ¡El amor no es nada sino dualidad!

Pregunta: En la tradición cristiana se dice que Dios es amor, y Ramana Maharshi diría que Dios es la esencia de todas las religiones. La esencia de todas las cosas no es el amor de los objetos, sino el verdadero amor.

Maharaj: ¿Qué es amor verdadero y que es amor falso? Usted tiene que discriminar eso primero. Cuando viene la discriminación, viene la mente. Cuando la mente está aquí, usted no puede alcanzar la realidad. El amor es un estado, la realidad es sin estado, sin pensamiento. El amor es un pensamiento. El amor no es nada sino amor por otros. Cuan-do hay otros, ¿cómo puede usted ser Él? La dualidad debe desaparecer, y ésa es la com-prensión que le da el Maestro. No hay ningún Dios, y no hay ningún amor tampoco. Dí-game, ¿dónde está Dios? ¿Dónde está el amor?

Pregunta: ¿Pero usted puede preguntar dónde está Él? Eso podría ser dualidad también.

Maharaj: En «yo soy Él», el «yo» no permanece, el «Él» no permanece y el «soy» no permanece. «Soy» también es eseidad, y entonces usted deviene algo. «Yo» es el ego. Si «yo» está aquí, entonces el otro está aquí. La dualidad le hace a usted. Ésta es una com-prensión muy sutil. Yo no le digo que esté equivocado, pero esto de lo que usted habla no es la comprensión final. En la realidad no hay ningún amor, no hay nada. Usted dice que usted es algo, el amor. Si todo es unidad, ¿a quién amar? Si todo lo que usted ve y percibe es Él, entonces, ¿dónde está el Amor? Así pues, ¿a quién amar y a quién no amar? Mi mano derecha tiene cinco dedos, unos más grandes y otros más pequeños. Dí-game, ¿cuáles son los mejores? La totalidad del mundo ha comenzado de Sat-Chit-Ananda, y a Sat-Chit-Ananda se le llama la raíz del mundo. Es el gozo. Pero Sat-Chit-Ananda no es verdadero, es un pensamiento. Es su eseidad. «Yo soy conocimiento, yo soy gozo, y yo comprendo». Todo esto es la obra de la mente. Usted tiene que ir más allá de la mente. La mente le da una comprensión falsa. Si Él, la realidad, no es, enton-ces nada puede surgir. La pantalla, el trasfondo, la realidad es, de manera que las imáge-nes pueden surgir; pero la pantalla ni ama ni no ama. Así pues, no odie a nadie ni ame a nadie. La pantalla no discrimina, la mente sí discrimina. Los cinco dedos son diferentes, pero sin embargo usted dice que es mi mano; eso es unidad.

Pregunta: Yo estaba caminando por unos acantilados y tuve miedo de caer. Usted ha dicho antes que el Maestro puede quitar el miedo. ¿Cómo puede usted hacer eso en esa situación?

Maharaj: Usted no es el cuerpo. ¿Por qué se inquieta? «¡Qué el cuerpo muera!, yo no soy el cuerpo». Tome el cuerpo como si fuera su vecino. Si su vecino muere, usted dice «¡oh!, el pobre muchacho». Usted no se inquieta demasiado. Comprenda que el poder desaparece, que se desconecta, pero usted no muere. Cuando usted comprende que «yo no soy el cuerpo», entonces puede preguntar, «¿qué soy yo entonces?». En caso contra-rio, no. Si usted da a un niño una serpiente de goma, el niño tendrá miedo, hasta que se dé cuenta de que no puede picarle. Entonces juega con ella. ¿Cuál es la diferencia? Cuando comprende, entonces el miedo desaparece, ésa es la diferencia. ¿Cómo puedo yo quitarles el miedo a todos? Yo no tengo tiempo de quitar el miedo a todos. La com-prensión le quita sus miedos. Si usted no fuera Él, entonces no habría ninguna posibili-dad de quitar sus miedos. Pero Él es sin miedo, y debido a su mente, a su ignorancia, usted dice, «yo voy a morir». El santo dice, «yo no he nacido nunca, ¿cómo puedo mo-rir?». No hay ninguna muerte para usted, ninguna esclavitud y ninguna liberación tam-poco. ¿Quién es el que da alguna liberación? Usted es siempre libre. Puesto que usted dice, «yo soy el cuerpo», el Maestro dice que puede liberarle. Usted crea monstruos y entonces tiene miedo de ellos. El Maestro le da la comprensión. Le da el impulso, eso es todo.

5 de mayo de 1998

Pregunta: Cuando pienso en el abandono de la sensación de mi sí mismo personal, surge un gran miedo y quisiera que usted me ayudara a tener valor frente a eso.

Maharaj: La mente siempre tiene miedo. ¿Qué hacer entonces? Ella no quiere desapa-recer. Aunque todo es ilusión y no es verdadero, sin embargo la mente lo toma por ver-dadero. Primeramente, la mente toma el cuerpo por verdadero, lo más verdadero. La mente dice, «yo soy el cuerpo», y ese pensamiento hace que usted siempre tenga miedo. Cuando usted se sube a un avión y va por el cielo, reza para que no pase nada. La mente siempre se inquieta, «¿qué me pasará?». La mente siempre tiene miedo de su propia muerte. En las gentes ricas el ego se hace aún más fuerte y el miedo es más grande. Así pues, uno va al Maestro a deshacerse de ese miedo. Si usted va en un avión, puede caer-se. ¿Por qué tener miedo? ¿Cuál es el significado de ese miedo? Que se caiga, no hay nada que temer. El cuerpo va a morir, pero usted no va a morir. Entonces usted deviene sin miedo. No hay nada, todo es ilusión. Sin embargo, usted tiene miedo, su miedo se debe a la ignorancia. El Maestro le quita su ignorancia, eso es todo.

Esto es un cuerpo muerto. Si el poder está aquí, funciona. ¿Puede decir el poder cuánto durará la bombilla? Algunas bombillas duran dos días, otras duran más, ni siquie-ra el poder lo sabe. No hay ninguna garantía. Y cuando se rompe, todos ustedes lloran. La persona realizada dice que lo rompa de antemano, que no llore. Se trata de un cuerpo muerto, así se lo digo. El poder está aquí, y por eso funciona. Comprenda el poder, usted es el poder. Usted es Él. Pero las gentes no quieren dejar la ignorancia. A ustedes les preocupa lo que acontecerá si el cuerpo no está aquí. Comprenda «yo no soy el cuerpo». Si usted rompe esta mesa, ¿qué acontecerá? No acontecerá nada. Todos ustedes quieren la felicidad del exterior. Pero no hay ninguna felicidad en el exterior. Cuando usted va a un almacén, ve muchas cosas. ¿Qué elegir y qué no elegir? Usted está confuso. De todas estas cosas, ¿con cuál puedo obtener la felicidad? La mente tiene tantas cosas que usted no puede salir de ella.

La mente es sólo mi pensamiento, si usted comprende. Olvide la mente. Si alguien muere, ¿qué dicen las gentes? Lo olvidan y siguen con su vida. De la misma manera aquí: olvide la mente. La mente tiene el hábito de hacer muchas cosas de nada. De un solo punto, de un solo pensamiento, ha venido la totalidad del mundo, ¿qué hacer en-tonces? Usted ha devenido la mente y ha hecho muchas cosas. Cuando duerme, usted deviene no-mente, ¿no es así? ¿Qué queda? No queda nada. Si usted se va a dormir con un pensamiento, no puede dormir. Usted debe romper la mente, cortar su flujo. Eso sig-nifica comprender «¿quién soy yo?». Conózcase a usted mismo.

(A la persona que hizo la pregunta) ¿Por qué tiene miedo? ¿De qué tiene miedo? (Ella vacila) Usted tiene amor por el cuerpo y se dice, «¿qué me acontecerá?» La mente siempre tiene miedo. Abandone todo y diga, no es verdadero. Usted da valor a todo ello con la mente. Los médicos dan la medicina, y la persona realizada dice, «tome esta me-dicina, diga que no es verdadero y usted estará perfectamente». Usted ha tomado mu-chos cuerpos y todos se han ido. Ahora, comprenda primero, y deje el cuerpo. Cuando dice que usted no es el cuerpo, ésa es la primera condición. De otro modo, ¿cómo puede usted seguir adelante? Se rompe un cercado y entonces usted puede seguir adelante.

Otro cercado es la mente. En este punto la mente siente una pérdida de apoyo, y busca algo donde agarrarse. Entonces el Maestro da el apoyo. Todo es falso, usted es verdadero. Usted es verdadero y todos los soportes son falsos. Ese es el mayor de los soportes, ¿o no? ¡Qué se vaya todo al carajo o al infierno!, ¿por qué inquietarse? Usted no debe tener miedo de la mente. Ahora la mente le está gobernando. Es usted quien debe gobernar a la mente. Usted es el poder más alto, la realidad. A no ser que usted gobierne a la mente, ella le hará su esclavo. La mente quiere todo, de manera que el rey tiene que mendigar cosas. El rey tiene todo el poder, pero, sin embargo, el rey no puede obtener algunas cosas, de modo que tiene que mendigar a la ilusión. Usted es el rey, us-ted tiene el poder, pero, debido al amor por el cuerpo, usted mendiga a Dios, a la ilusión. Pero Él se mantiene mudo porque sabe que la felicidad no viene del cuerpo. La felicidad es usted mismo. Usted ha olvidado eso, ¿qué hacer entonces? ¿Está sedienta el agua? El agua debe comprender, «yo soy el agua, no necesito beber». Comprenda, «yo soy la raíz de la felicidad, y el ego es la raíz de la infelicidad». Sea el Señor de la mente, no su es-clavo. Debido a la mente usted ha devenido tan pequeño que tiene miedo de una hormi-ga. Usted produce ese insecto y entonces tiene miedo de él, ¿qué hacer entonces? Fi-nalmente, tanto la felicidad como la infelicidad desaparecen y con usted no queda nada. Eso es la realidad final.

Él es Él, es decir, usted mismo. El ego es una cosa sucia e insensata. Produce todos los trastornos y la confusión en el mundo. Diga al ego, «tú estás a mi servicio, yo no es-toy al tuyo». El Maestro le da esto, este poder de mandar a su ego. Su elección es matar al ego o no matar al ego. Debido a sus miedos y a su amor de la ilusión, usted no le ma-ta. A usted se le da el martillo, y si no le golpea al ego, ¿de quién es la culpa? Sea sufi-cientemente fuerte para aceptar lo que dice el Maestro. Sea fuera de la ilusión, y usted está perfectamente.

La mente es una cosa muy egoísta. Siempre quiere cosas buenas para sí misma. Cuando se comprende a usted mismo, usted está por todas partes y sólo hay unidad. Entonces no hay ninguna necesidad de ser egoísta. Entonces usted puede dar bendicio-nes a todos. Le acontezca lo que le acontezca, da felicidad a todos. Eso debe venir es-pontáneamente. ¡Qué vengan a mí todos los trastornos o confusión! No tenga miedo de aceptarlos. El Maestro dice que acepte todo con amor y gratitud, no sólo las cosas bue-nas. Dice que no hay nada malo en el mundo, eso es amor. ¿Por qué debe ser el amor por una sola persona? ¿Por qué no por todas? Cuando usted ama así, ningún mal viene a nadie. En el amor no debe haber ningún yo te doy y tú me das. En la unidad no hay nin-gún trueque, pues la realidad es siempre sólo la unidad. Ustedes siempre quieren hacer un comercio de todo. La mente es siempre un mendigo, ¿qué hacer entonces? La mente siempre está necesitada. La mente necesita un buen cachete. ¿Por qué necesitar? Usted es la felicidad. Usted es la fuente de la felicidad. Una fuente ordinaria sólo da agua, no felicidad. Esta fuente da felicidad.

Así pues, no tenga miedo de nada. Usted no tiene que tener miedo de la muerte. Su cuerpo es ya un cuerpo muerto. La mente tiene miedo, y eso es su soporte. Quítele ese soporte. Si un caballo está cojo, no puede correr, y le matan. Así pues, haga a la mente coja. ¿Cuánto tiempo lleva olvidar la mente? El Maestro dice que el mundo entero discu-rre de esta manera. Así pues, venga conmigo a mi lado. Si usted siente que va a perder algo, no se inquiete, pues lo que ganará será usted mismo, la realidad. La ilusión no pue-de ser verdadera nunca.

Pregunta: ¿Cómo impedir la pérdida de la pura cognitividad? Después de com-prender, ¿cómo impedir la pérdida de «Yo soy Eso»?

Maharaj: Usted quiere conservar el «Yo soy Eso». Eso no es una comprensión co-rrecta. En «Yo soy Eso» el «Yo» no existe y el «Eso» no existe tampoco. Eso no existe, y usted quiere ser eso. ¿Cómo puede usted ser eso? Primero sea el rey. Todos ustedes han devenido mendigos, y ahora quieren ser un rey. ¿Quién aceptará eso? Olvídese de mendigar, y todos le aceptarán como rey. Sea el maestro de la ilusión, y entonces dé comprensión a todos en esta ilusión. No persiga a la ilusión. Los maestros a menudo mantienen a sus estudiantes en la ilusión porque tienen miedo de que devengan más grandes que ellos. Si su hijo se comporta mejor que usted, usted se siente orgulloso. ¿Por qué debe sentir algo el Maestro? Dé todo a los estudiantes, y está en las manos de los estudiantes aceptarlo o no aceptarlo. Si Dios viene en un sueño y le pregunta lo que quie-re, primeramente usted tiene que pensar. Muchas gentes tienen miedo de pedir lo que quieren y lo que no quieren. Usted puede pedir dinero y todas esas cosas insensatas. Si Dios viene a mí, yo no quiero pensar que sea Dios. Yo soy Dios, así pues, ¿qué debo esperar de él? ¿Pensará alguien de esta manera? Todos ustedes son esclavos de la mente. Todo el mundo quiere algo que no es verdadero, ¿qué hacer entonces?

En los libros mitológicos hay una historia sobre un demonio que llegó a un poblado y prometió que por cada cosa que se le diera, daría a cambio dos cosas iguales. Así pues, vinieron todos y dieron al demonio sus posesiones para obtener los dos por uno de la oferta. Entonces se fue, después de dar a todos lo que había prometido. Pero tenía un truco, y el truco duró sólo mientras él estuvo en el poblado. Después que se fue, no que-dó nada de lo que había dado, de manera que las gentes del pueblo lo habían perdido todo. Aquí pasa lo mismo. Todo el mundo corre sólo detrás de la ilusión. Usted quiere cada vez más. Cada vez más debe tener algún límite, ¿o no? Todos quieren cada vez más, ¿y de dónde viene ese cada vez más? La mente es de ese tipo. Así pues, no vaya detrás de la mente. La mente le lleva al camino falso. Cuando usted sigue a su mente, se pierde a usted mismo y esa es la mayor pérdida. Si usted tiene una comprensión fuerte, no puede perderla. O bien el Maestro está equivocado, o usted está equivocado.

Si queda alguna confusión en la mente, quítela completamente. Si usted tiene la comprensión correcta, ya no habrá ninguna confusión. Sin embargo, el amor puede ha-cerle retroceder. Si el muchacho es un pillo, los padres le echan fuera y entonces llora. Entonces los padres se sienten culpables, de manera que le traen de nuevo a casa. El amor no se va. ¿Qué hacer entonces? La comprensión debe ser tan fuerte que no debe ser rota por ningún pensamiento. El Maestro dice que todo esto no es nada sino un largo sueño. No se inquiete por ello. Pero la mente tiene el hábito de inquietarse. Usted es siempre la verdad. Las nubes pueden venir e irse, los pensamientos pueden venir e irse, pero el que los recibe es siempre el que los recibe. Así pues, deje que los huéspedes se vayan. Sea sólo el anfitrión, usted está siempre aquí. Diga adiós a lo que viene y se va. La mente quiere acumular todo, y entonces todo la perturba.

Pregunta: Tengo una pregunta sobre la felicidad y el sufrimiento. ¿Por qué senti-mos que otras gentes son más felices que nosotros? ¿Es esto una ilusión, o debemos intentar ser más felices nosotros mismos?

Maharaj: Todo esto es ilusión. Si usted quiere felicidad, siempre hay un «pero» en la mente. La mente es el «pero». La mente quiere algo que no ha conseguido. La mente es feliz sólo cuando obtiene lo que no tiene. Lo que obtiene no la hace feliz. Si usted pre-gunta a un negociante, «¿cómo va el negocio?», le dirá, «así, así». Le dirá eso incluso si va muy bien. ¿Por qué? Porque tiene miedo de que si dice, «todo va muy bien», ése sea el límite. Quiere que sea sin límites. Quiere cada vez más, por eso dice que «así, así». No se debe a que tenga miedo de la envidia de otros, se debe a su deseo de cada vez más. La mente no está satisfecha nunca. ¿Por qué? Porque lo que pide la mente es ilusión, y la mente misma es ilusión.

En nuestros libros mitológicos se cuenta la historia de Rama y Ravanna. Sita, la es-posa de Rama, fue raptada por Ravanna, de modo que Hanuman, mano derecha de Ra-ma, fue en busca del demonio para matar a este monstruo de diez cabezas. Hanuman pidió entonces a un vidente que le ayudara a encontrar y matar a Ravanna. ¿Cómo apun-tar la flecha y matar al demonio? Así pues, el vidente le dijo que llenara un cubo de agua y lo llevara a un cierto lugar. Él llenó el cubo, pero tenía un agujero, de modo que no se llenaba nunca. ¿Cuál es el significado de todo esto? Ravanna no es nada. Rama ha de-venido Ravanna mismo. Cuando él no es, ¿cómo puede usted matarle? Si Ravanna fuera una entidad, usted podría matarle. Ravanna tenía diez cabezas, que representan a los diez sentidos. Usted es Él, pero desde que se identifica con sus diez sentidos, entra en la ilusión. Así pues, usted sólo puede matar a Ravanna con la comprensión. Una flecha no puede matar nunca a Ravanna porque en el mundo no hay nada. El mundo es nada, cero, ¿cómo puede usted matar a cero? Rama y Ravanna son uno, pero Rama no sabe esto. Con la comprensión usted obtiene a Sita, y Sita significa que usted obtiene la paz. Usted ha perdido su paz, y matándose a usted mismo a través de la comprensión la recupera. Los diez sentidos representan el amor de la ilusión, que le impide conocerse a usted mismo.

Los libros de conocimiento deben ser comprendidos por su significado interior. Cuando se dice que Cristo le llevará al cielo, no significa que el cuerpo resucitará y que usted será llevado ahí. Significa que cuando usted comprende que Cristo está en usted, eso es el cielo. Entonces usted sabe que usted es el rey de reyes. Se dice que todo lo que brilla no es oro, pero usted toma todo esto como verdadero. Si usted va a la fuente de todo esto, esto no permanece. No es verdadero. Vaya a la fuente. Usted puede matar al cuerpo. ¿Cómo puede matar su pensamiento? Sólo con la comprensión puede usted ma-tar los pensamientos. Y su alma, el poder, si usted comprende ese poder, el ego desapa-rece automáticamente. El pensamiento comienza desde la ignorancia, y si viene la com-prensión entonces todo es nulificado. Yo no soy esto, yo no soy eso. Lo que es, es siem-pre. No sea nada. Si usted quiere ser algo, es una marca del ego y usted permanece en un estado. Sea nada y la realidad permanece.

Para permanecer, el ego necesita un estado. Si usted permanece en el conocimiento, entonces el ego tiene un sitio, un soporte. Pero sin conocimiento, el ego no permanece y usted es Él. Si la casa es demolida, entonces, ¿qué queda? El cimiento. Cuando las en-volturas desaparecen, entonces la realidad permanece. Cuando uno envejece, sólo enve-jece el cuerpo. El poder no envejece. Usted no morirá nunca, usted es siempre verdadero y está siempre aquí. Ningún nacimiento, ninguna muerte, ningún pecado, ninguna virtud, ningún gozo y ningún sufrimiento. Cuando el conocimiento desaparece, Dios y su crea-ción no son verdaderos. Así pues, si no es verdadero, entonces déjelo en paz. ¿Por qué maltratar o demoler lo que no es? No se inquiete por nada. Sólo diga, «yo no soy el cuerpo».

No hay nada a lo que renunciar, puesto que no es verdadero. Entonces nada puede tocarle. Déjelo estar ahí, pero no lo toque. Si lo toca, el apego permanece. Tome el cuer-po como su vecino y no como usted mismo. Usted es el poder. Usted no está lisiado. Todo el cuerpo existe en el poder. El poder no necesita las muletas de la mente. ¿Por qué llora por el cuerpo? ¿Se inquieta el poder si desaparece una bombilla? Sea como el hom-bre rico que cuando algo se rompe dice, «no hay que preocuparse, conseguiré otro». Con la comprensión, usted no puede tener miedo de nada. Cuando nunca acontece nada, ¿a qué tener miedo? Si usted alquila una casa, y le ocurre algo, ¿es su responsabilidad? Es la responsabilidad del propietario. Cuando usted dice, «es mi casa», entonces todos los problemas le vienen a usted. Diga, «yo no soy el cuerpo, yo no existo», y no hay ni yo ni mío.

9 de mayo de 1998

Pregunta: ¿Quién es eso que sabe que todo comienza y acaba en cero? ¿Es eso el conocimiento con C mayúscula?

Maharaj: Sólo el conocimiento conoce. El conocimiento sabe que «yo soy» no es verdadero. Y ese conocimiento ha hecho muchas cosas. Ese conocimiento vuelve a cero automáticamente después. Comienza desde cero. El conocimiento comienza desde la ignorancia. Usted está en sueño profundo, en completa ignorancia, y entonces viene al-gún pensamiento. ¿De dónde vino? De cero. Usted está en el estado cero, ¿no es así? Y ese conocimiento ha venido y ha hecho un sueño. De la misma manera, ha sido olvidada la realidad final. De hecho, nadie olvida, pero algo viene de esa ignorancia y entonces se crea la totalidad del mundo. Si no hay conocimiento, no hay creación, délo por hecho. Todo el mundo que usted conoce, todo lo que es conocido, a eso se le llama conocimien-to.

Usted mismo también es conocido, «yo soy el cuerpo». El conocimiento hace todo. Ese conocimiento, por la comprensión, debe sumergirse en la realidad, lo cual significa que es nada. La realidad no acepta ninguna otra cosa, no deja ninguna otra cosa. Cuando la película que usted ve en la pantalla ha terminado, dice «Fin». La luz continúa y la pan-talla está limpia, pues nada es. ¿Se ha quedado la pantalla con algo? No. Es más allá del conocimiento. El conocimiento es la mayor ignorancia. Si no hay ninguna ignorancia, entonces no vendrá ningún conocimiento. Ambos están siempre juntos, son como her-manos gemelos. ¿Dónde está la obscuridad? La luz se va y viene la obscuridad. ¿Adón-de ha ido? ¿Ha ido a algún lugar? El niño pregunta, ¿qué es esto? Es ignorante de esa cosa, por eso pregunta. Dígame, con el conocimiento, ¿pregunta o no pregunta? El niño acepta porque estaba en la ignorancia.

Pregunta: Cuando la pantalla está completamente en blanco y no queda nada…

Maharaj: Sí, ahora no queda nada. ¿Qué quiere usted saber ahora? El conocimiento también es falso. Lo que usted vio, todo desaparece. ¿Por qué desaparece? ¡Porque no era! Si hubiera sido algo, habría permanecido. Cuando usted se duerme, todo desapare-ce, ¿no es así? Y cuando se despierta, ¿de dónde viene todo? El conocimiento trae todo. Así pues, vaya un poco más allá del conocimiento, y usted está ahí. Es muy fácil, pero usted no quiere cruzar la línea. La mente no puede cruzarla, ¿cómo puede cruzarla? La mente siempre quiere comprender algo. Si un niño dice cuando ve el océano, «papá, eso es agua», el padre dirá, «no es agua, es el océano». ¿Quién tiene razón? Usted le da el nombre. Usted ha adquirido el hábito de darse a usted mismo un nombre y de dar nom-bres a todo. Usted da muchos, muchos nombres.

Cuando nació, no sabía nada. Usted recibió el nombre y entonces comenzó a dar nombres, mamá y papá. Todo esto viene de usted. ¿Dónde está papá y mamá, dónde están? Ellos son sólo sus pensamientos. Así pues, comprenda, el conocimiento mismo es falso. El conocimiento ha originado toda la confusión. Cuando el mundo fue creado, Adam dijo a Eva, «no lo toques. Si lo tocas, originará toda la confusión». La mente tiene el hábito de tocar siempre. Si un niño ve un fuego, querrá verlo de cerca, incluso si usted le dice que no lo toque ni se acerque. Y entonces se quema y lo experimenta. Todas las cosas han surgido debido a la ignorancia. El conocimiento acepta. ¿Qué hacer entonces? El conocimiento y la ignorancia son uno, el conocimiento debe aceptarlo. Así pues, pri-meramente, el Maestro siempre hace que el conocimiento sea mayor. El conocimiento debe aumentar para poder comprender que «mí mismo es falso». Así pues, el Maestro le da cada vez más conocimiento; le da muchas, muchas cosas.

«Yo soy Él», está escrito en las escrituras. Usted es Él. Entonces todo es Él, y final-mente se dice que el conocimiento es Él. Sin embargo, se dice que nada es verdadero, de manera que usted tiene que ir un poco más adelante. Donde acaba el conocimiento, en el fin del conocimiento, ahí está Él. Todo lo que usted ve y percibe con la mente y con los ojos, ellos dicen que es neti, neti (esto no, esto no). Lo que usted ve no está ahí, es espa-cio, es cero. Pero, no obstante, usted dice espacio, ¿qué hacer entonces? Usted tiene el hábito de tomar su nombre primero. Usted no es el nombre. Su padre y su madre le die-ron el nombre, y usted lo tomó y comenzó a dar nombres a otros. Usted da nombres buenos y nombres malos, según le cuadre. Usted dice que fulano es una mala persona. La mente tiene el hábito de que si le agrada es bueno, y si no le agrada, malo. Fulano no es malo. El Maestro da la comprensión, nada más. El Maestro le da el conocimiento, tome todo lo que pueda. Si un niño infla un balón demasiado, llora cuando explota. Cuando viene la muerte, todo el mundo llora. ¿Qué hacer entonces?

Usted ha acumulado conocimiento. El dinero es conocimiento, y todo es conoci-miento. ¿Qué hay sin conocimiento? Suponga que usted tiene diez millones en el banco, ¿puede llevarlos con usted? No, está sólo en su mente. El conocimiento enseña muchas cosas, que no son verdaderas. Usted ve un arcoiris, los siete colores, ¿hay algún color ahí? ¿Es verdadero? En una fracción de segundo, desaparece. El mundo es lo mismo. Mientras los ojos están abiertos, usted ve todo. Cuando los ojos están cerrados, todo desaparece. Y a eso se le llama muerte, a nada más. El poder está aquí y todo funciona, pero, sin embargo, no es verdadero. Todo comienza de cero. Así pues, ahora vaya más allá de cero. El Maestro le enseña cómo hacer eso. Usted no puede saber. ¿Cómo puede saber? Usted mismo es cero. El conocimiento es cero, y «yo soy» también es cero. Todo comienza y acaba en cero. Todo acaba en cero.

Usted ve el sueño, y usted mismo dice, «no es verdadero». Todo comienza de la ig-norancia. El conocimiento viene de la ignorancia. Así pues, ¿quién conocerá entonces? No hay nada que conocer. Donde acaba el conocimiento, ahí está usted. No intente ver esa realidad. ¿Quién es usted para ver la realidad? ¿Cómo puede usted ver la realidad? Ella es muy sutil, más sutil que el espacio. Usted siente el viento. ¿Puede usted ver el viento? ¿Y de dónde viene el viento? Del espacio. Usted siente el espacio, pero no hay en él ningún color. Usted dice, «el cielo es azul». Pero no tiene color. Es coloreado en su visión. ¿Era su pregunta sobre el conocimiento?

Pregunta: Pienso que la ha respondido. ¿Es ese conocimiento el conocimiento con mayúscula?

Maharaj: ¿Cómo puede ser el conocimiento con mayúscula? Cuando el conocimiento acaba, ¿cómo puede ser con mayúscula? El conocimiento no es. Con o sin mayúscula, el conocimiento siempre acaba, ¿qué hacer entonces? Cuando usted se duerme, su capital acaba. Capital significa lo que usted ha acumulado. Cuando uno muere, todo desapare-ce, nada permanece, debido a que no es verdadero. Cuando nace, usted no trae nada. ¿O acaso trae algo?

Pregunta: Algunos dicen que uno trae el karma.

Maharaj: ¿Qué es el karma? El karma el sólo un pensamiento. Yo estoy de acuerdo con usted. Cuando nace, usted trae sólo pensamientos. ¿De dónde vienen los pensa-mientos? De la ignorancia. Usted viene con ese conocimiento, pero no conoce ese cono-cimiento. Las gentes hablan de karma, ¿pero conoce usted su karma en el pasado naci-miento? ¿Puede alguien decirlo? Incluso un gran santo, que conoce su mente y todo, ¿puede usted preguntarle qué karmas ha hecho usted? Si usted no lo sabe, ¿cómo puede saberlo él? Lo que dicen las gentes es una necedad y una falsedad. Si usted no sabe realmente, no dé ideas falsas. Diga, «yo no sé». Los maestros a menudo lían a las gentes. Estos líos significan cosas falsas. Conozca y entonces hable. ¿De acuerdo? Si usted sabe, entonces puede hablar; no hay ninguna necesidad de guardar silencio. Pero si no sabe, no dé la dirección falsa. Así pues, se dice, «da tus oídos a todos, pero tu lengua a po-cos».

Pregunta: ¿Es éste su consejo para mí?

Maharaj: Es elección suya aceptar o no.

Pregunta: Gracias, haré lo que pueda. ¿Son buenas para los niños estas enseñan-zas?

Maharaj: ¿Por qué no?

Pregunta: ¿No deben aprender los niños?

Maharaj: Apréndalo, pero comprenda que no es verdadero. Los cerebros de los niños son muy maleables, de modo que si usted pone estas cosas en su mente, pueden devenir lo más grande de lo grande. Pero usted les enseña las cosas falsas, y la mente no quiere ir hacia el Sí mismo. Un muchacho joven puede aprender muy deprisa, pero su mente no es tan fuerte como la suya y la de otros a su alrededor. Usted le da nombres para todo, y así se causan fuertes impresiones y eso es difícil de quebrar. Usted vierte cada vez más ignorancia en el niño. El dice agua, y usted dice océano. ¿Quién tiene razón? Su mente es muy objetiva, y la del niño no. Usted le provoca cada vez más confusión. Un niño pinta un dibujo, pero usted quiere darle los toques finales. «Sé como yo». Pero las dife-rencias están ahí, la mente difiere. La mente es pensamiento, el pensamiento difiere, na-da más. Hay dos hermanos de un mismo padre. Uno deviene un ilustrado, el otro iletra-do. ¿Cuál es la razón? La mente no acepta, nada más. La mente aguda puede aceptar muy rápido. Una vez que la mente acepta un lado, es difícil para ella ir al otro.

Su pregunta era muy buena. Las gentes son adultos, pero la mente está todavía en la ignorancia. ¿Qué hacer entonces? Usted puede obtener muchos títulos, no hay ningún daño en ello. Pero usted no sabe lo que es verdadero. No se conoce a usted mismo. Ese conocimiento que ha acumulado no es nada sino ignorancia. ¿Quién lo dice? La persona realizada lo dice. La persona realizada dice como Sócrates, «yo sé que no sé nada». Lo que usted sabe es nada. Si es verdadero, no puede conocerlo. Los ojos ven todo lo que no es verdadero. Lo que es verdadero, no puede verlo. El conocimiento es poder, pero también es cero, si usted comprende. Llámelo una mesa, no importa, pero sepa que no es verdadero. Cuando usted ha tomado un papel, tiene que representarlo, ¿o no? Si el héroe muere en la obra, la heroína llora como si fuera el infierno, pero ella sabe que su marido está durmiendo en su cama en casa. Si usted comprende que todo viene de cero, enton-ces usted está más allá de cero. En caso contrario, usted está sólo en el conocimiento. Entonces usted quiere fama, nombre y muchas, muchas cosas. El conocimiento le lleva a la muerte porque no es verdadero. La ignorancia le lleva al infierno. El conocimiento también le lleva ahí. ¡Todo lo que digo es falso, se lo advierto! Todas las palabras son falsas, pero yo le hablo a la verdad, a la realidad. Las palabras no pueden llegar ahí. Ol-vide todo y usted está ahí. ¿Dónde no está usted? Usted no quiere olvidar todo esto. Olvidar le lleva al lugar verdadero.

Así pues, enseñe a los niños. Esto no es una fábula, es la realidad. La realidad es di-fícil de comprender. Las fábulas pueden ser comprendidas por los niños. Los niños ma-yores no están de acuerdo con lo que nosotros decimos, de manera que, ¿cómo pueden estar de acuerdo conmigo los niños pequeños? Esto no es una fábula, es una cosa verda-dera. La verdad siempre permanece la verdad. Lo que no es verdadero no ha existido nunca. Acostumbre a su mente de esta manera. La mente puede llevarle al infierno o al cielo. Piense y piense y finalmente olvide todo. Usted puede dar el conocimiento a los niños. En lo que concierne a la mente, todos son niños. No saben la verdad, ¿qué hacer entonces?

Pregunta: Yo aconsejo a unos veinte niños en la escuela superior. Estoy confuso, y ellos están confusos. A veces intento compartir con ellos los principios y enseñanzas de un sacerdote de Bombay. Murió hace unos diez años. Su enseñanza es muy simple y se puede usar con los niños. A veces salgo de las sesiones pensando que quizás he agregado más confusión. Usted ha puesto el ejemplo de la serpiente venenosa. Mi pre-gunta es: ¿Deja uno el trabajo a un lado y primero saca el diente de la serpiente vene-nosa, y entonces hace su trabajo? ¿O hace su trabajo e intenta sacar el diente veneno-so al mismo tiempo?

Maharaj: Las dos cosas al mismo tiempo. Mientras el cuerpo está aquí, usted tiene que trabajar. El cuerpo quiere algo, ¿no es así? Hay cinco sentidos de conocimiento y cinco sentidos de acción en todo el mundo. Los sentidos de acción tienen que hacer el trabajo. Son los operarios. Suponga que usted quiere ver algo, entonces dice a las pier-nas, «vamos allá». Las piernas tienen que obedecer. Similarmente con estas diez cosas, todo está funcionando. Usted ha tomado un papel; de modo que represente su papel, pero diga, «no es verdadero, yo no soy el papel». Usted era sacerdote, ahora ya no es sacerdote; de manera que haga su trabajo, pero comprenda, «yo no soy esto». Yo se lo digo, cuando usted era sacerdote, no era sacerdote. Lo que quiera que usted sea, diga, «yo no soy esto». Haga cosas, no hay ningún mal en hacer cosas. ¿Por qué quitar primero el diente venenoso? Si usted le da a un niño una serpiente de goma, primero sentirá mie-do, pero después sabe que no puede picar. Entonces jugará con ella. Así pues, haga todo, pero no tome contacto con ello. La pantalla exhibe todas las imágenes, pero no las toca. Sea usted mismo la pantalla. No toque nada. No acepte nada. Si acepta, usted deviene la más pequeña de las criaturas. Muchas cosas vienen y se van, ¿por qué inquietarse cuando no son verdaderas?

Pregunta: Algunas veces enseño cosas que son contrarias a lo que se está diciendo aquí.

Maharaj: Toda enseñanza es falsa. Comprenda que lo que usted está diciendo es fal-so. Hace un momento yo decía que mis palabras son falsas. Las palabras no pueden ser verdaderas, ¿qué hacer entonces? ¿Por qué se inquieta por eso?

Pregunta: Por hábito.

Maharaj: Deje en paz el hábito, el hábito es la mente. Usted es intocable. Los hábitos pueden ser muchos, ¿pero se pueden cambiar o no los hábitos? Comprenda, «yo estoy haciendo todas estas cosas falsas sólo para ganar dinero». De hecho, yo dije a alguien que fuera más deshonesto y que ganará más dinero; no hay ningún mal en ello. Com-prenda, «yo no hago esto, yo soy la realidad, estoy representando un papel». Represente bien su papel, y en ello está la honra. Todos son Él, todos representan sus papeles, ¿o no? Si no toca el papel que representa, usted es siempre libre. Así le dije. No pregunte ¿por qué? Usted no va a tener ninguna respuesta. No pregunte nada, siga adelante, haga su deber y muera. El deber es la muerte, haga su deber. ¿Qué es todo esto? ¿Por qué debe usted tocar algo? Sea un ladrón perfecto, pero no robe. Usted es Él, usted produce el mundo. ¿Por qué inquietarse? Si usted coge algo de su propia casa, ¿ha cometido un robo? Todo es mío. Cuando comprende que usted es Él, todo es suyo. El mundo es su-yo. Robe, no hay ningún mal en ello. Así pues, le dije que fuera deshonesto, que hiciera más fechorías. Pero los dos son falsos. El dinero es falso, y su cuerpo está haciendo tam-bién cosas falsas. ¿Por qué inquietarse? Comprenda que todo es falso, que no es verda-dero. ¿Pero quién puede hacer esto? Sólo el que comprende; en caso contrario, no. Usted siempre siente que está engañando a las gentes, pero dice «es mi dinero, por eso se lo cojo». Haga su deber; no diga, «yo soy sacerdote» o fulano; diga, «yo soy Él». Usted expone muchas, muchas cosas a los demás. Las gentes ignorantes son engañadas y vie-nen, me siguen. Pagan dinero y finalmente se van. Todo acontece en la pantalla. Aconte-cen muchos, muchos trastornos; la pantalla exhibe todo, pero no se inquieta. Sea la pan-talla, no se inquiete por nada.

Yo digo siempre, «no se inquiete». ¿Por qué? Porque no es verdadero. Todo es mi elección. Todo es su elección, usted es el poder. El rey hace lo que quiere, pues no tiene ninguna ley. Si usted comprende, no hay ninguna ley para usted. Sea fuera de la ley. Ley quiere decir sociedad, que es creada por las gentes, por las gentes ignorantes. ¿Cómo pueden ser verdaderos? Los ministros, los primeros ministros, todas estas gentes, todos son ignorantes, todos hacen cosas falsas. No se lo diga, no hay ninguna necesidad de decírselo. ¿Por qué decir a un loco que es un loco? Si le dice a un loco que está loco, él le dirá que el loco es su padre. Nadie estará de acuerdo con usted, especialmente si están locos. Haga todo, pero sepa que no es verdadero. Dígase, yo hago cosas falsas, pero me digo cosas verdaderas. Usted tiene que poner su marca en ello. La mente es la marca. Puede resolver cualquier cosa, debido a que no es verdadero. Si no es verdadero, usted puede hacer cualquier cosa, cualquier truco. ¿Por qué no decir estas cosas? Yo sé que todo es falso. Es elección suya si usted es deshonesto o no. Así pues, haga todo, pero sea fuera de ello, nada más. Esté en ello, pero sea fuera de ello. Si lo toca, no creará más que confusión. Cumpla su deber con el cuerpo, pero usted no es el cuerpo; así pues, ¿por qué inquietarse? El cuerpo hace su trabajo, pero yo no soy el cuerpo. El conocimiento hace, el poder hace, pero yo soy más allá del poder. Entonces, ¿qué puede hacerle daño? Por la ignorancia, usted acumula todo. Por la comprensión, usted lo arroja todo. Com-prender es darse cuenta.

Pregunta: Yo pensaba que esta enseñanza era verdadera, pero lo que le escucho decir es que incluso esta enseñanza no es verdadera. Ahora pienso que nada de esto es verdadero.

Maharaj: Ya le he dicho que las palabras son falsas. Las palabras no pueden alcanzar-Le. Pero tenemos que indicar con palabras, ¿no es así? Alguien me preguntó el año pasa-do en San Francisco, «si todo es una ilusión, ¿es usted una ilusión también?». Yo dije, «sí, yo soy una ilusión de primera clase». Lo que yo digo es falso, lo que hablo también es falso, pero ese para quien hablo es verdadero; ésa es la diferencia. ¿Cómo puedo yo mostrar la verdad? Usted es Él. ¿Cómo puedo mostrárselo? Yo se lo indico: olvide todo y usted es Él. Así pues, todo esto no es verdadero, toda esta ilusión no es verdadera, de modo que, ¿cómo puedo yo ser verdadero?

Así pues, no sea tampoco un Maestro. Yo digo lo que digo para quitar las ideas fal-sas. El Maestro es sólo un indicador, de la misma manera que una flecha le indica una cierta dirección. Le lleva a usted a la puerta de la realidad, y entonces dice, «conózcase a usted mismo ahora. Yo no sé nada, yo no existo aquí». Él, el Maestro, no está ahí. Si el Maestro dice, «yo soy el Maestro», entonces es la persona más ignorante. ¿Cómo puede alguien dar realidad a alguien? La realidad es usted mismo. Muéstreles la vía, nada más. Usted puede dar la dirección, y entonces se deviene el propietario de la casa. Piense siempre de esta manera. No sea un Maestro. Mi Maestro decía siempre, «veintitrés horas al día estoy en mí mismo; durante una hora desciendo y le tomo a usted como una per-sona ignorante, como mi discípulo, y entonces le enseño». El Maestro se sacrifica al des-cender, ¿qué hacer entonces? Descender es un sacrificio, ¿o no? ¿Pero a quién enseñar, y a quién no enseñar, si todo es una ilusión?

Usted ha devenido esclavizado por las palabras, y sólo por las palabras puede ser li-bre. Ha devenido esclavizado por los pensamientos. Su mente o sus pensamientos resul-tan en esclavitud o liberación. Usted no está nunca en la esclavitud, de modo que ¿cómo puedo liberarle? Usted ha olvidado su liberación, de modo que le digo que voy a dárse-la. Si pierde su bolsa, y yo se la devuelvo, ¿qué he hecho? ¡Nada! Así pues, ¿por qué debe ser usted un Maestro? Diga, «yo no sé nada». Si usted sabe, entonces todos los trastornos vienen a usted. No sepa nada. Yo no sé nada. Yo sólo le conozco a Él. Así pues, comprenda con su mente. La mente le lleva a la iglesia o al bar, ¿qué hacer enton-ces? De ambas maneras le lleva, es su elección. Usted es el Señor, usted es Él; no olvide eso. No hay ninguna esclavitud en usted; usted es siempre libre.

Pregunta: Ahora que le he encontrado, me pregunto si debo traerme todos mis asuntos aquí y venir y estar con usted en la India. ¿Qué hacer?

Maharaj: Usted siente eso, está muy bien. Guarde en su mente lo que he dicho y acéptelo. Acepte lo que le he dicho. Entonces, dondequiera que esté, en la India o en América, ¿en qué le afecta? No se inquiete por eso. La comprensión se ha dado, ¿no es así? Comprenda y permanezca ahí. Dondequiera que esté, usted es Él. Si quiere venir, venga; yo no digo nada. Yo vivo en una sola habitación, de diez por diez. Puede venir y residir en la India, yo no me meto en eso. Experimento lo que digo. Entonces usted es siempre libre. La mente siempre está pensando, «¿Qué hacer?» La mente siempre está pensando cosas falsas. Si es serio en esto, podemos hablarlo después, no aquí. Ésta es una cuestión personal, y todos no están interesados en esta cuestión.

Pregunta: Usted ha dicho antes que el Maestro sólo puede llevarle a uno hasta aquí, y que el resto es nuestra responsabilidad. ¿Cuál es nuestra responsabilidad?

Maharaj: El Maestro le lleva al lugar, sólo abre la cerradura. Ésa es su responsabili-dad. Abre su mente que está cerrada. Da la llave, abre la cerradura. Pero usted tiene miedo de abrir la puerta, ¿qué acontecerá? No tenga miedo. No acontecerá nada. El mundo no va a cambiar debido a que no existe. Lo que digo es la llave. Abra la puerta y usted es el propietario de ello. ¿Por qué tiene que ir con usted el Maestro? ¿Quién es él, para ir con usted? Él no existe. ¿Por qué tiene que ir con usted el Maestro? Usted es Él. Le hace a usted Él. Lo que él es, eso le hace a usted. No piense que tiene que ir a alguna parte. Sólo se requiere la comprensión. Dondequiera que esté, puede comprender. Donde usted está, está el cielo. Abra su mente, nada más. Sólo debe cambiar la mente, nada más.

Así pues, le estaba diciendo que habito en una habitación de diez por diez. Yo no siento nada. Cuando vuelva a la India en junio, no sentiré nada. ¿Debería sentir algo? ¿Por qué? Aquí hay muchas, muchas cosas, que no son diferentes de la India. Hay una cocina, hay un baño. Mi habitación de diez por diez en Bombay contiene todo. Aquí está todo, excepto el baño que está fuera. Mi mesa de comer está donde como. Mi arati (culto) es el arati de Maharaj. ¿Qué hacer entonces? Haya lo que haya está bien.

Uno no debería sentir nada. El Maestro le lleva hasta eso, y le deja. Ahora, compren-da usted mismo; haga que su mente comprenda, nada más. Cuando la mente acepta, todo es de usted, y nada es de usted. Las dos cosas vienen a la mente. Todo es mío y nada es mío. Usted puede devenir grandísimo, pero su mente le hace muy pequeño. Rompa los muros de su mente, y usted es siempre libre. Usted es un pájaro libre. ¿Por qué inquietarse? Esté preparado para todo. De esta manera, el Maestro le da la llave, nada más. ¿Por qué debe ir ahí el Maestro? Usted es el propietario, ¿cómo puede el Maestro ir con usted? Usted mismo es Él. No hay ninguna dualidad en absoluto. Los lazos mundanales, los lazos sociales no dejan que usted acepte. ¡Olvídelos! E intente comprender, hasta donde sea posible, que usted es Él. ¿Alguna pregunta más?

Pregunta: ¿Por qué no, «yo soy Ella»?

Maharaj: ¿Por qué es Él y no Ella? Él engendra, ella engendra, pero nada es. Lo que usted llama una rosa puede ser olido con cualquier otro nombre. Ahora, yo digo, «Ella es Él», venga, usted es Ella. ¿Qué mal le hace a usted? En el cuerpo de una mujer, usted deviene Ella. Es una prisión, de modo que ella dice, «yo soy Ella». Pero cuando sale de la prisión del cuerpo, ella es Él. ¿Qué hacer entonces? Si permanece en la prisión del cuerpo, usted dice, «yo soy Ella». Sea fuera de la prisión del cuerpo, compréndase a usted misma, y usted es Él. Él es el poder, nada más. El poder es siempre Él. Todo el mundo tiene el mismo poder. Pero usted dice, «yo soy ella». ¿Qué hacer entonces? Ol-vídese a usted misma y usted es Él. ¿Por qué preocuparse cuando hay unidad? Él o ella, todo eso es insensato. Olvide esos pensamientos, olvide su mente. El poder en la mujer no es mujer. El poder en el hombre no es hombre. Ambos son nada. Olvide su cuerpo y diga, «yo soy Él». Usted es siempre Él. Esto es sólo una guerra de palabras. No se in-quiete por las palabras. Yo me refiero a la realidad como Él, ésa es mi elección.

Pregunta: Hay algunos santos que han alcanzado el conocimiento, pero no van más allá. ¿Por qué se apegan al conocimiento?

Maharaj: Pregúntele a ellos. ¿Por qué preguntarme a mí? No es asunto mío. No hay nadie sino Él. ¿A quién hablar y a quién no hablar? Ir más allá del conocimiento es su elección. ¿Quién soy yo para preguntar a alguien? Mi deber es decir lo que yo sé. Hacer o no hacer es elección suya. En el ejército se dice, «No pregunte por qué, no dé ninguna respuesta. Haga su deber y muera». Igualmente aquí también, haga su deber. La muerte es su deber. Cuando usted vive, tiene que morir, y entonces obtiene el cielo. Si no muere entonces, está en el infierno. Muera, y entonces está en el cielo. ¿Cuánto tiempo lleva eso? Justamente aquí está el cielo o el infierno. Depende de sus pensamientos. La cues-tión para la mente es siempre ser o no ser. Así pues, ni sea ni no sea. Y usted es Él. ¿De acuerdo?

Pregunta: Yo no veo claro lo que es honesto y lo que es deshonesto. ¿Qué es lo co-rrecto? No comprendo.

Maharaj: Cuando el mundo no es verdadero, ¿qué es honesto y qué es deshonesto? Todo el mundo es deshonesto, puedo probarlo. Lo que dice que usted es, no es verdade-ro. ¿Es usted honesto? Cuando usted dice su nombre, ¿está escrito en alguna parte? ¿Es eso honesto o deshonesto? El que dice, «yo no soy esto, yo no soy ninguna otra cosa», es la única persona verdadera en el mundo. Todos son deshonestos. Es sólo cuestión de si la deshonestidad es pequeña o grande. ¿Cómo deviene rico alguien? Sólo a costa de los demás. El dinero no aumenta, es sólo una cuestión de circulación. Y cuando usted mismo no es verdadero, ¿cómo puede ser honesto? Comprenda «yo soy Él». Eso es ho-nestidad. Entonces todo el mundo es Él, y no hay nada por lo que inquietarse. Entonces la cuestión de la honestidad o deshonestidad desaparece.

En un sueño usted fue deshonesto. ¿Es usted deshonesto por eso? Esto no es tampo-co nada más que un largo sueño. Intente comprender el asunto, nada más. Comprenda que lo que hay en el fondo de todo esto, es cero. En cero no hay nada, ni honestidad ni deshonestidad. Ambos son lo mismo. Usted dice que esto es una mesa, yo digo que en un momento puede ser cenizas. ¿Tiene usted razón o la tengo yo? Vaya a la raíz de ello. ¿Qué hay cuando todo es cero? ¿Qué es verdadero? Cuando dice que algo es verdadero, entonces está en la esclavitud. La honestidad y la deshonestidad se enseñan para satisfa-cer la mente de un niño, eso es todo. La realidad es siempre verdadera, no cambia nunca. ¿Cómo puede ser honesta o deshonesta? Cuando todo es deshonesto, ¿por qué ser ho-nesto? Esa honestidad también es deshonestidad. Usted no puede probar que la hones-tidad es verdadera. Ella no es. ¿Cómo puede decir entonces que es verdadera? Ambas son falsas.

Yo no digo que cometa deshonestidad. Comprenda sólo que la honestidad no es. Y entonces haga lo que quiera, ésa es su elección. La cuestión es siempre ser o no ser. La mente está siempre en ese atolladero. Todo esto es obra de la mente. Comprenda que todo está bien. En este mundo usted puede hacer mucho dinero con deshonestidad. Un hombre honesto dice que es pobre debido a su honestidad. Hay más provecho en ser deshonesto. Un hombre honesto dice, «yo soy una persona honesta y no puedo hacer eso. Yo no puedo llenar mi estómago». Así pues, ¿es verdadera la honestidad o la des-honestidad? Ambas son falsas. Olvide todo, nadie es honesto y nadie es deshonesto. Cuando usted paga por algo, es su elección, ¿no es así? Es sólo un truco para hacer dine-ro. Algunas gentes tienen el truco.

Mi tío tenía un almacén de ropa, y cuando estaba cerrando, entró un hombre rico. Mi tío le enseñó la mejor ropa, como se debe a un hombre rico. La ropa no era suficiente-mente buena. El hombre era de ese tipo, de modo que entonces pidió ropas aún más ca-ras. Así pues, mi tío fue a la trastienda y trajo las ropas más baratas, y dijo a aquel hom-bre que aquella era su ropa más fina; el hombre la compró. Mi tío obtuvo el precio más alto por la ropa más barata. ¿De quién fue la culpa? ¿Es esto honestidad o deshonesti-dad? Si mi tío hubiera dicho que no tenía ninguna calidad mejor, no hubiera hecho ne-gocio, de manera que aplicó el truco. ¿Puede usted probar de quién fue la falta?, ¿del comprador o de mi tío? El mundo no es verdadero, de modo que puede ocurrir cualquier cosa. No sea honesto y no sea deshonesto. Compréndase a usted mismo.

14 de mayo de 1998

Pregunta: Cuando estoy en su presencia, estoy muy tocado y emocionado, y me siento menos apegado al mundo. Pero eso me provoca una cierta tristeza, y entonces siento como que sé algo y siento el ego.

Maharaj: Cuando olvida todo usted siente tristeza, porque todavía no sabe lo que tiene que hacer. Todo el mundo siente este vacío, esta tristeza. Llegan hasta cero, y en-tonces se dan la vuelta. Tiene que ir más allá de cero. Tiene que ir más allá del espacio. Usted mismo es muy sutil. Cuando no comprende, siente vacío y tristeza. Cuando com-prende que todo es una ilusión, entonces todo desaparece. Usted siente, «¿Qué debo hacer?» Usted quiere saber algo. La mente siempre está habituada a querer saber algo. ¿Pero quién sabrá? Así pues, la tristeza viene a la mente.

En este punto se requiere un Maestro que le lleve al lugar justo. Usted no debe sentir la vacuidad ni la tristeza. Ellas se deben a la ignorancia o al estado cero. Usted se ha olvidado a usted mismo, ¿qué hacer entonces? Tiene que llevarse a usted mismo más allá de cero. Cero es nada, y sin embargo usted siente tristeza. Tiene miedo debido a que quiere algo. La mente está muriendo y naturalmente siente algún peligro. En este punto, no hay ninguna entidad. Mientas la mente está ahí, la dualidad está ahí. Así pues, usted tiene que comprender sin la mente. La mente quiere algo objetivo, pero el Maestro le lleva a la comprensión, no al conocimiento objetivo. En esta comprensión no hay ni ale-gría ni tristeza. Sólo usted mismo está ahí, y no se requiere nada más. A eso se llama unidad. Ahí está la no dualidad, y eso significa que no hay ninguna tristeza ni ningún vacío. Cuando se despierta del sueño profundo, siente frescura y puede hacer muchas cosas. Esa frescura viene de olvidar todo esto, y entonces viene a su mente la dicha real. La tristeza no permanece.

Es natural sentirse bien en la presencia del Maestro y preguntarse, «¿Cómo voy a arreglármelas sin él?» El Maestro le lleva al lugar justo y su mente debe hacer lo mismo. Entonces, cuando usted está lejos del Maestro, todo está bien. La mente no quiere morir, de manera que va hacia los objetos mundanales. La mente desea. Quiere algo tangible. Si usted comprende que lo que ha hecho es nada, entonces ¿qué cosa puede darle más a usted? Así pues, el Maestro no puede darle nada, debido a que todo es nada. Usted mismo es Él.

Usted se ha olvidado a usted mismo, y por eso el Maestro dice estas cosas. La reali-dad es que usted y el Maestro son uno. Cuando nada es, ¿qué queda? Usted mismo queda. Olvide el ego, olvide el «yo», y no sentirá nunca ninguna tristeza. Todo es la realidad, nada más. Se le llama el «estado sin estado» o la «realidad sin pensamiento». Usted quiere gozo y placer, pero ahí no queda nada de eso. La alegría y la tristeza sólo son obra de la mente. A menos que deje a la mente, no puede ser feliz nunca. Sólo tiene que conocerse a usted mismo. El conocimiento trae todos estos estados, pero el conoci-miento mismo es sólo un pensamiento. Cuando usted siente algo, significa que la mente todavía no ha desaparecido completamente. La ilusión debe ser eliminada, lo que es no debe desaparecer, y entonces es muy fácil comprender.

Todo ha aparecido en Él, la realidad. La totalidad del mundo no es nada sino Su sombra. Si comprende esto, entonces ¿qué hay que lograr y qué hay que obtener? La sombra no es verdadera, el anfitrión es verdadero. La tristeza viene del amor de la ilu-sión. Cuando quiere algo más, entonces se ha olvidado de usted mismo. Nada ha de ser adquirido. En este momento mismo, todo el mundo es Él. Una vez que se han eliminado los pensamientos falsos, sólo queda una comprensión tajante. Cuando se va de su casa durante un periodo largo y entonces vuelve, se siente feliz. De la misma manera, durante muchas vidas, usted se ha olvidado de usted mismo y cuando vuelve a usted mismo, se siente feliz, ¿o no? «Yo no soy esto, yo no soy eso, yo soy Él». Entonces, no hay nada por lo que inquietarse. Cuando está trabajando, quiere retirarse; y cuando está retirado, se preocupa de cómo llenar el tiempo. La mente siempre quiere otro estado; y lo que la mente no tiene, eso es lo que quiere. Lo que se necesita es la muerte de la mente o el ego.

Pregunta: ¿Qué quiere decir cuando dice que usted es el Creador?

Maharaj: Usted dice, «yo soy el cuerpo», y así se convierte a usted mismo en una pe-queña criatura. Así pues, al comienzo el Maestro le dice que usted es el Creador, y que ha creado el universo. El poder en usted es el mismo poder que ha creado el mundo. Por ejemplo, una bombilla de cincuenta vatios, da menos luz que una bombilla de cien va-tios, pero la electricidad es la misma. El poder ha entrado en el cuerpo, y entonces usted dice, «yo soy esto». Eso le hace a usted una criatura muy pequeña. El Señor Krishna dice que el poder ha entrado en el cuerpo, de modo que yo lo llamo una parte de mí, y esa parte de mí es mi Sí mismo original. Usted es Él, pero debido al cuerpo dice, «yo soy esto». En lugar de eso, usted debe sentir que crea el mundo cuando el poder o el cono-cimiento vienen a usted.

Cuando está durmiendo y olvida el cuerpo, usted crea muchos mundos sólo con sus pensamientos. Usted es tan poderoso que un avión puede entrar en su habitación. El poder puede hacer cualquier cosa. La totalidad del mundo es un sueño, nada más. Este poder no tiene límites. Su deseo hace todo. Sin embargo, todo lo que usted ve y siente no es verdadero. Eso es lo que se dice a usted mismo cuando se despierta del sueño. Así pues, este mundo es creado por el Creador y es usted mismo quien lo ha creado, com-prenda eso. En ese sueño usted ha tomado parte como un actor. Es un sueño en un sue-ño. La realidad ha sido olvidada y la totalidad del mundo ha sido creada por Dios. Aho-ra usted ha tomado nacimiento y ha devenido un actor en esta representación, y ha crea-do su propio mundo en el mundo.

Este mundo no es nada más que un largo sueño. Así pues, primeramente debe com-prender «¿Quién soy yo?» Entonces puede sentir alegría. Pero esa comprensión de que «yo comprendo» es también un pensamiento, y aunque el Maestro le hace cada vez más grande, finalmente dice que el Creador y su creación no son verdaderos y que usted es más allá de eso. Todo viene de cero y no puede ser verdadero. El Maestro le hace a us-ted lo más grande de lo más grande, y entonces le dice que lo que usted sabe es todo falso. Entonces, cuando uno muere, ¿qué le queda? Todo está ahí, ¿pero cuál es su utili-dad? La totalidad del mundo funciona sólo por el soplo. Cuando se detiene, ¿dónde está el mundo? La respiración es sólo aire, y usted ha hecho todos estos castillos de ese aire. Si comprende esto, que todo es ilusión, entonces estará libre de la presa de la igno-rancia.

12 de junio de 1998

Pregunta: Si comprendí correctamente ayer, usted dijo que el cielo y el infierno son iguales en la ilusión. Yo estaba bajo la impresión de que una mente sáttvica (pura y armoniosa) era un requerimiento para alcanzar la realidad.

Maharaj: Usted necesita una mente sutil, ¿pero qué es puro y qué es impuro? La pu-reza y la impureza son conceptos de la mente. Cuando todo es ilusión, ¿qué es puro y qué es impuro? Así pues, yo digo que son iguales. Suponga que usted tiene malos pen-samientos en un sueño, ¿le hace eso malo a usted? ¿Y puede usted no obtener la realidad por eso? Si piensa que sólo la pureza puede llevarle a Dios, eso es un grave bloqueo. Si un hombre dice, «yo no creo en Dios», ¿le hace eso inapropiado para la realidad? El que dice eso, es Dios mismo. Ustedes, en los países extranjeros donde el tiempo es frío, lle-van sus zapatos en la iglesia, y en la India nadie lleva nunca zapatos en el templo. Así pues, ¿quién es puro y quién es impuro? ¿Acepta Dios las plegarias de unos y no de los otros?

Hay una historia de un maulí. Un maulí es un monje mohammediano, una persona realizada. Se negaba a lavarse las manos y los pies en la mezquita antes de la plegaria, de manera que las gentes del pueblo le echaron. Le negaron el agua y el fuego para cocinar. Después de unos días estaba hambriento y fue al bosque donde cazó un ciervo; pero no tenía nada con qué cocinarlo. ¿Qué hacer entonces? Así pues, pidió al sol que bajara y cocinara el ciervo para poder comerlo. El sol bajó y todo devino extremadamente calien-te, de modo que sus vecinos suplicaron a Dios que devolviera el sol a su sitio. Pero Dios dijo que el maulí lo había ordenado y que tendrían que pedirle al maulí que lo hiciera; «Yo no puedo hacer nada», dijo. (En marathi se dice que incluso Dios tiene problemas). Así pues, sus vecinos tuvieron que ir al maulí a pedir socorro. El maulí dijo, «Bien, pero primero aceptad que Dios aceptará vuestras plegarias si no os laváis las manos y los pies». Todo el mundo tiene la realidad en él. Ser puro o impuro se refiere sólo al cuerpo y a la mente. Usted es completamente aparte de eso. Yo no digo que sea usted impuro, pero tampoco digo que sólo ciertas personas pueden obtener la realidad.

Todo cuanto viene al cuerpo, ¿cómo puede ser puro? El cuerpo produce excrementos y orina. No es nada sino una factoría de excrementos. Es una cosa sucia, y mientras el poder está ahí, usted le rinde culto; pero cuando el poder se va, usted quiere deshacerse de él tan pronto como sea posible. El cuerpo es la cosa más sucia y sin embargo usted dice, «¡yo soy esto!» Usted piensa esta cosa insensata. Suponga que usted va en un avión y que va en la clase turista, y que algún otro va en primera clase. Los dos siguen el mismo camino, ¿no es así?; y los dos pueden llegar al mismo destino. La diferencia está en sus pensamientos. Así pues, Dios no conoce la pureza ni la impureza. Esto no es nada sino un largo sueño, y la pureza y la impureza son parte de él. La realidad es completa-mente diferente. Cualquier estado en el que usted esté, no es nada sino un sueño.

El Señor Rama era la octava encarnación de Dios. Su divisa era: una palabra, una mujer, una flecha. Él siempre decía la verdad. El Señor Krishna era la novena encarna-ción y tenía muchas reinas, y siempre decía mentiras. El Señor Krishna es considerado la encarnación de Dios perfecta y el Señor Rama era una media encarnación. Las gentes dicen, «tenga siempre pensamientos buenos», como la compasión y la misericordia. Los pensamientos buenos y malos vienen y se van, ¿por qué inquietarse? Olvide los pensa-mientos, no son nada sino los conceptos de la mente. El poder no es ni bueno ni malo, ni justo ni injusto, ni puro ni impuro. Yo no le digo que sea corrupto o que sea malo, sino que todo el mundo es Él, que debido a los atributos todo el mundo está en un sueño, y que nada es verdadero.

14 de diciembre de 1998

Pregunta: El año pasado, en Sedona, usted dijo, «Haga su deber y muera». ¿Cómo puedo conocer mi deber en esta vida?

Maharaj: Usted ha tomado el nacimiento, ha tomado un cuerpo. El cuerpo tiene que hacer muchas, muchas cosas. El cuerpo requiere muchas acciones, y usted tiene que ha-cerlas. Usted tiene que comer, dormir, ver, oír, oler. Este cuerpo está seguro de morir un día. Éste es un cuerpo mortal; no es inmortal. La realidad no tiene ningún deber. La elec-tricidad, el poder, no tiene ningún deber. Si usted aprieta un botón, da la luz. Este cuer-po tiene una mente, y la mente tiene que hacer su deber. La mente trae los deberes y todo. Ella es una muchacha joven (refiriéndose a alguien en la habitación), pero sabe que tiene que ir a la escuela y aprender y aprobar. Si usted se hace soldado, le dicen que no tiene que preguntar ¿por qué?, ni dar ninguna contestación, sólo tiene que hacer su deber y morir. Todo el mundo está seguro de morir un día. No hay ninguna alternativa para nadie.

Se trate de un rey o de un mendigo, es seguro que acontecerá la muerte. Los dos son mendigos, uno mendiga tributos, el otro mendiga limosnas. El deber es el mismo para los dos. Todo el mundo mendiga comida para llenar sus vientres. El cuerpo es muy bribón. Come todos los días, pero sin embargo se vacía. Si usted come una copiosa comida, di-ce, «yo no cenaré por la noche». Pero cuando llega la noche, usted quiere algo más. Así pues, para llenar el vientre, uno tiene que hacer su trabajo, su deber. Si su madre le hace la comida, usted tiene que llevársela a la boca. Suponga que ella se la pone en la boca, usted todavía tiene que masticarla. Usted tiene que hacer estas cosas. Todo el mundo quiere que este cuerpo sea inmortal. El poder que está en usted es inmortal. Sin la cone-xión del poder, el cuerpo no puede funcionar. Cuando usted toma el nacimiento y el poder está conectado, el deber está siempre aquí. Uno debe hacer su deber y morir.

Pregunta: El deber del cuerpo es fácil de comprender, pero ¿qué hay sobre los de-beres sociales? Algunas gentes quieren que haga algo y yo quiero hacer otra cosa. Es-to es un conflicto para mí. Éstos son mis conflictos en la vida ordinaria.

Maharaj: La mente siempre crea conflicto. El niño quiere tocar el fuego. Los padres le dicen que no, pero él lo toca de todos modos y se quema. Deje que las gentes digan lo que quieran. ¿Por qué debe usted inquietarse por las gentes? El mundo está siempre gue-rreando. Las gentes realizadas no se preocupan nunca de lo que dicen las gentes. Deje que los perros ladren, los santos no tienen miedo. La mente siempre quiere ser diferente, de modo que es seguro que habrá conflicto. Si usted comprende su propio deber y dice, «yo soy Él», entonces no será derrotado nunca por nadie. Su Sí mismo es inmortal. Así pues, cuando el cuerpo muere, usted no muere. Lo que opera en usted es inmortal. Eso es el poder. Cuando usted va al Maestro pregunta muchas, muchas cosas. De otro modo, usted no puede comprender. Ése es su deber aquí. Si dice que usted es el cuerpo y que la muerte es el fin de todo, eso es ignorancia. Y en esa ignorancia, usted toma otro cuerpo o nacimiento. Así pues, la comprensión debe venir. Cuando sabe que todo es usted mis-mo, entonces todo lo que coma, ya sea una buena comida o pan duro, es lo mismo para usted. ¿Qué hay aquí? Aquí no hay nada. Morir significa olvidar todo. Mientras usted está vivo, muera de esta manera. Diga, «yo no existo», eso es la muerte. Morir no se re-fiere al cuerpo. Mientras está viviendo, muera y vea lo que acontece. «Haga su deber y muera» se refiere a morir aquí.

¿Qué hace el Maestro? Pone el conocimiento en usted, de manera que pueda com-prender que usted es Él. Este conocimiento es su deber. Usted hace todo, pero no se conoce a usted mismo. Usted no sabe, «¿Quién soy yo?» Usted es el poder, ese poder que hace que un cuerpo muerto hable, y duerma, etc. Conózcase a usted mismo como ese poder, no como un cuerpo. Tener un cuerpo es una equivocación. Diga, «yo no soy verdadero, es falso que yo soy». Tenga el coraje de decir esto. La negación de uno mis-mo no es fácil, pero el deber pertenece al cuerpo y no a usted. Cuando su cuerpo desapa-rece, ¿qué deberes tiene usted? Usted dice que estos son sus deberes. Son los deberes del cuerpo y de la mente. Usted es más allá del conocimiento y de la ignorancia. El co-nocimiento debe conocer, ¿y dónde está el deber del conocimiento? Usted es más allá de eso. Usted es sin nombre y sin forma. El conocimiento del mundo es AUM. Cuando el conocimiento viene, usted dice, «yo estoy aquí». Cuando usted toma el cuerpo, AUM viene con él. Olvide ese AUM también. ¿Entonces cuál es su deber? Entonces nada es su deber. ¿De acuerdo? No hay ningún deber para usted cuando se comprende a usted mismo.

Los santos no hacen caso nunca del cuerpo. El Maestro de mi Maestro, Bhausaheb, quiso dejar su cuerpo, de manera que dejó de comer y de beber agua. Hizo su deber para hacer comprender a las gentes, y entonces quiso morir. Un día estaba dando palmas y dijo, «Narayana», y murió. Diga que usted es Narayana, y que no va a morir. El cuerpo desaparece. ¿Por qué inquietarse? Las gentes se inquietan por el cuerpo. Piense de esta manera. Pensar correctamente es su deber. Entonces usted es Él. El Maestro le lleva al lado verdadero. El Maestro dice que todo es ilusión y que todo es un sueño. Olvide to-do. Deje que todo esté aquí, pero olvídelo. Tenga en la mente la comprensión de que usted es Él. Diga, «yo no hago nada, lo hace el cuerpo». Haga todo, pero diga, «yo no lo hago». ¿De acuerdo?

Pregunta: ¿Es Él más allá de cero?

Maharaj: Él es el padre de cero. Él es más allá de cero.

Pregunta: Eso es difícil.

Maharaj: El que dice que eso es difícil es Él. Usted no quiere decir que cero es cero. Eso es ego. Nada es suyo. Haga bancarrota en la mente. No hay ninguna necesidad de arrojar nada. De esa manera usted se sentirá rico en la mente. Tenga ese coraje en la men-te. No haga caso de nada ni de lo que acontecerá. Diga, «nada es mío, debido a que yo no existo». Nadie quiere ir a cero. Sea cero y entonces actúe. Cuando duerme, ¿qué hace usted? No le queda nada. Sea Él y quede. Sea rico y no tenga una sola moneda en el bolsillo. ¿Quién puede detenerle? No se inquiete por nada, debido a que todo es cero, nada. Cuando usted es cero, ésa es la bancarrota real, y entonces usted es Él. Sea desnu-do mientras vive y diga, «yo no soy esto». Entonces usted es la realidad.

29 de diciembre de 1998

Pregunta: ¿Podría usted hablar sobre la relación de gurú y discípulo?

Maharaj: Si usted es un aspirante, entonces debe tener la fe en el Maestro; esto es lo primero. Si no hay fe, entonces todo es inútil. Cuando no hay fe, entonces las dudas siempre permanecen en la mente. Cuando la duda está ahí, ¿cómo puede usted ser Él? Acontezca lo que le acontezca al aspirante, usted debe tener la completa comprensión de que todo es para bien. Uno no debe inquietarse por la ilusión. La ilusión siempre pertur-ba. La ilusión se presenta siempre de manera que quiebra su fe. Pueden acontecer mu-chas cosas contra su deseo, pero usted debe decir que todo lo que acontece es para bien. Todo lo que acontece, le acontece al cuerpo; pero el Maestro dice que usted no es el cuerpo, y usted debe tener esa fe. Tiene que someterse al Maestro. ¿Por qué inquietarse por la ilusión?

Usted ha tomado un cuerpo y ese ego va siempre contra la enseñanza del Maestro. El ego no le deja mantener su fe. ¡Fe significa «fe total»! Suponga que el Maestro dice a un discípulo, «Dile a ese perro de afuera que se vaya», y que usted sale fuera y encuentra sólo una vaca. Sin embargo, usted dice a la vaca que se vaya. (Es decir, le dice «¡Fuera chucho!», que es lo que se dice para echar a un perro, no a una vaca). ¿Por qué? Es sólo por su fe. El Maestro pone así a prueba a su ego. Usted debe ser fiel al Maestro, pero él debe ser un Maestro real. Si el Maestro está realizado, entonces, acontezca lo que acon-tezca, deja que acontezca. Después de todo, es sólo una ilusión. No ha acontecido nada, ésa debe ser su comprensión. En un sueño acontecen muchas cosas, ¿se inquieta usted por eso? No, debido a que después de despertar usted sabe que es sólo un sueño. Así pues, cuando por la gracia del Maestro, viene el despertar, ¿qué hay de todo eso? No se inquiete por nada.

La mente siempre necesita un apoyo. La mente ha recibido la maldición de no escu-char al Maestro. El Maestro dice que usted es Él. Pero la mente no lo acepta, de modo que siempre está equivocada. La mente siempre está inquieta y tiene este dilema: ¿qué hacer y qué no hacer? La mente tiene miedo, y ésa es la naturaleza de la mente. Piensa bien y mal a la vez. Ha adquirido ese hábito. Primero piensa mal, y después bien. Si el marido de alguien se retrasa, la esposa piensa, «¡Oh!, ¿qué habrá ocurrido? Quizás ha tenido un accidente». Uno piensa cosas malas, uno no piensa nunca que haya ocurrido algo bueno. ¡El discípulo del Maestro no se inquieta por nada! Si acontece algo, que acontezca. ¿Por qué inquietarse? Dice que siempre es para bien. Pero la mente es corta de vista y no puede pensar de esta manera. Cuando usted tiene la comprensión en la mente, entonces ella va al lugar justo. Ya sea que el Maestro esté con usted o no, la fe que tiene en él le lleva al nivel justo, y entonces usted hace las cosas justas.

Cuando era joven estuve en Rishikesh. Estaba muy enfermo, hacia de vientre 150 veces al día. Escribí una carta a mi Maestro diciéndole que quería volver a casa. Cuando caminaba hacia la oficina de correos, recordé lo que mi Maestro había dicho. Dijo, «¡Si viene la muerte, viene al cuerpo, no a ti, de manera que no te inquietes por eso!» Enton-ces rompí lar carta. ¿Por qué? Eso es la fe. Si viene la muerte, que venga. Va a morir el cuerpo, yo no voy a morir. El Maestro hace que usted comprenda eso. Usted debe sentir eso en la mente. Y ésa es la relación entre el Maestro y el discípulo. Estuve cuatro meses en Rishikesh y volví a casa, y todavía estoy haciendo esto. Si hubiera tenido miedo de la muerte, entonces habría muerto y desaparecido.

El cuerpo-mente es una cosa muy sucia y fantasiosa. No deja que usted comprenda la realidad porque eso es su muerte. Así pues, uno debe intentar comprender lo que dice el Maestro. Incluso si le dice algo falso, acéptelo. A veces puede probar su fe, ¿por qué no? Con esa fe sus problemas se resolverán sin hacer nada. El Maestro hace todo por usted, pero se requiere la fe, nada más. Así pues, usted tiene que matar su mente y decir, «yo no existo, Él existe en mí ahora», y eso lleva todo al punto justo. Dígame, ¿qué puede hacer un discípulo? Pero si un Maestro tiene la comprensión final, entonces puede dar el consejo correcto al discípulo. Intente comprender al Maestro primero.

El Maestro debe comprender también que él no es el Maestro. Entonces es el Maes-tro real. Él está por todas partes, ¿no es así? ¿Por qué decir que yo soy un Maestro? Us-ted ha olvidado sus cosas y yo se las devuelvo. ¿He hecho yo algo? Usted ha olvidado su propia liberación. El Maestro le libera. ¿Cómo puede liberarle? Sólo si usted tiene la fe en él. En caso contrario, usted está cada vez más metido en la ilusión, téngalo por cierto. El Maestro nunca le dice que haga nada. Él dice, «¿Por qué? ¿Quién soy yo para decir nada a nadie?» Mi propio Maestro estaba dando discursos, y algunas gentes venían a hacerle preguntas. Él decía, «Yo no les digo que hagan esto o que hagan eso. Eso es siempre su elección».

No culpe a nadie cuando las cosas van mal. La mente ha recibido el hábito de culpar a los demás. Aquellos que han comprendido no dicen a nadie, «es culpa tuya». Dicen, «es culpa mía». Si usted puede conocer sus propios pensamientos, entonces puede com-prender todo. Échele la culpa a su mente. Es su culpa. Si ocurre algo no diga nada o diga que es culpa suya. Sea capaz de decir que todos son mí mismo. Entonces usted tiene la comprensión verdadera.

Una mujer cometió una cierta fechoría con alguien, y fueron a preguntar al santo Tu-karam si lo había hecho él. Y él dijo, «Vital». Entonces preguntaron al santo Tukaram si no lo había hecho. Y él dijo, «Vital». El santo Tukaram comprendía que todo es Él. ¿Qué decir y qué no decir cuando todos son Él? Nadie es culpable. ¿Por qué debe usted encontrar culpables a los demás? Él, la realidad, no ha hecho nada. Él es siempre libre. Vital significa Él, nada más. Así pues, todo el mundo no es nada sino Él, y no hay nada más en el mundo que Él. Así pues, siempre digo que yo no sé nada. Todo es él. Enton-ces, si usted lo ve de esta manera, Él le protege en todas partes y siempre.

Usted se inquieta porque toma como verdadera la entidad de este cuerpo, y dice que yo soy esto. Es la mente la que hace todas estas fechorías, y después le echa la culpa a los otros. Ahí se necesita su fe en el Maestro. El Maestro dice que todo el mundo es mí mismo. Así pues, el Maestro dice, cuando una persona realizada ve que se ha matado a alguien dice, «yo no sé nada porque el matador es Él y el que ha sido matado también es Él. ¿A quién culpar entonces?» Ésa debe ser su comprensión, y entonces no habrá nin-guna pelea con nadie.

Si un loco viene a un Maestro, el Maestro no dice nunca que está loco. Dice, «Muy bien, ven conmigo y ten la comprensión». Cuando viene esa comprensión de que todos son mí mismo, el ego no permanece. ¿Quién es malo y quién es bueno? Así pues, uno no debe decir nada sobre nadie. Todo el mundo está bien a su propia manera. Si las dudas vienen a la mente, pregunte al Maestro. Si no pregunta, entonces las dudas permanece-rán. Sea sin dudas, ninguna duda. Y si todavía no comprende, entonces pregúntele de nuevo. Así pues, ¿cuál es la relación entre el Maestro y el discípulo? Los dos son uno. En la comprensión final no hay ni discípulo ni Maestro.

El santo Tukaram fue con algunos ladrones a una casa, pero no sabía que eran ladro-nes. Fue con ellos con la actitud de que todo el mundo es Él. Todos ellos entraron por una ventana a la casa y él entró con ellos. Entonces vio una estatua de Vital y comenzó a orar. En ese momento la mujer de la casa se levantó y dijo, «¡Oh, hay ladrones en mi casa!» Pero entonces todos los ladrones comenzaron a cantar con Tukaram y a hacer bhajans. Su marido se despertó y dijo, «¡Oh, no!, aquí está sólo Tukaram, aquí no hay ladrones, no te inquietes, sólo está rezando a Dios». Así pues, un santo puede cambiar muchas, muchas cosas, ¿o no? Tukaram era un inocente. Decía que todo el mundo estaba bien. Lo que quiera que usted sea, usted es siempre Él.

A aquellos que vienen a los pies del Maestro, él les da la comprensión. El Maestro no dice, «yo puedo hacer esto o aquello». No se requiere ninguna publicidad. El agua no dice nunca, «yo soy agua». Cuando usted está sediento, entonces va al agua. Así pues, la persona realizada no debe tener ego ni fama ni nada. ¿Quién debe inclinarse ante uno? Cuando todo es Él, ¿quién queda? Hay sólo unidad. Mi Maestro nos decía siempre que si alguien se inclina ante uno, dijéramos que se inclina ante nuestro Maestro y no ante mí. De otro modo, el ego viene a la mente. Y, finalmente, tampoco se requiere la fe, porque usted y el Maestro son uno. En adelante, no hay ninguna necesidad de fe. Cuando se sienta en un trono, usted es un rey, ¿no es así? ¿Por qué dudar de que usted es un rey? Así pues, nosotros llamamos Maharaj al rey de reyes. ¿Por qué se usan estas palabras, «rey de reyes»? Si usted tiene esa fe y esa comprensión, usted mismo es Él. ¿Cuánto tiempo lleva esto? No se inquiete pues todo esto es un sinsentido. El cuerpo es un sin-sentido. La mente es un sinsentido. La ignorancia es un sinsentido, y la ilusión es tam-bién un sinsentido. Todas estas cosas aparecen en usted.

Las gentes a menudo hacen ofrendas y sacrificios a Dios. Dios no quiere ningún sa-crificio. ¿Qué le falta a Dios? Así pues, ¿por qué debería inquietarse? En un pensamiento puede preparar el mundo. Así pues, ¿qué querría él del mundo?, ¿dígame? Dios no quie-re nada. Sólo quiere que se vaya su ego. Ego significa «yo soy», y yo sé todo. Deje que su ego se vaya al infierno. Las gentes indias ponen prasad ante Dios, nosotros nos incli-namos ante él. Pero Dios no come. ¡Usted come! ¿Qué hacer entonces? Él no quiere na-da. ¡Sea eso! Su mente debe ser eso, yo no quiero nada. Yo no soy este cuerpo, yo soy algo completamente aparte de este cuerpo. Si viene esa comprensión, entonces usted es Él siempre. Y la fe en el Maestro le lleva ahí. Uno es ignorante y no conoce el camino, de manera que la dirección debe ser dada por el Maestro. Si el aspirante no va a la direc-ción, ¿de quién es culpa entonces? Si va a la dirección dice, «yo soy el propietario de esto ahora». Abre la puerta, entra en la habitación y dice, «yo soy Él». Es muy difícil de aceptar. ¿Cómo puedo yo ser Él? La mente siempre pone objeciones.

La mente siempre le crea problemas. Si usted gana a la lotería o gana un gran caso, en caso de que sea abogado, y recibe una gran suma de dinero, ofrece sólo una pequeña suma a Dios. Usted está engañando a Dios, ¿o no? ¡Ofrézcale todo! Diga, «nada es mío. Lo he recibido por Su Gracia». Así pues, ofrezca todo al Maestro. Él no quiere nada de nadie, pero usted ha comprendido por su gracia. El Maestro le hace a usted Él. ¿Qué puede usted dar al Maestro cuando todo es nada? La ignorancia prevalece en usted, de modo que elimine esa ignorancia aceptando lo que dice el Maestro. Eso es la gracia. Sólo por la fe plena en el Maestro puede usted obtener la comprensión en la mente. Sin esta fe el ego no desaparecerá.

Pregunta: En el libro, Amrut Laya, se menciona que Dios tiene miedo. (El que pregunta lee entonces un pasaje del libro). «Es cierto que Dios ha creado el mundo, pero el mundo sólo existe mientras existe este cuerpo perecedero. Dios sólo existe mientras existe el devoto, y viceversa. Mientras dura el sueño, está presente el que lo sueña. Sin embargo, la base de todo esto es el Parabrahman, la realidad. Dios tiene un miedo intenso de ser destruido. Lo que es sin miedo es sólo el Parabrahman».

Maharaj: Sí, Dios tiene este miedo. Cuando el cuerpo muere, Dios desaparece. La conexión con Dios ha desaparecido. ¿Adónde va? Nadie lo sabe, debido a que es nada. Dios dice, «Oh, yo te bendigo, y yo hago esto», pero todo vuelve a cero cuando usted despierta, ¿qué hacer entonces? Si Dios viene a usted, diga, «¿Por qué has venido? ¡Yo no te quiero!» Dios puede decir, «Pero yo soy feliz contigo». Y usted puede decir, «Pe-ro yo no soy feliz contigo». El Creador de lo falso o la ilusión, ¿cómo puede ser verda-dero? Él ha creado, y sus maldiciones y bendiciones caen sobre usted. Pero usted no es verdadero, y Dios tampoco es verdadero. Los dos son falsos.

Cuando dos engañadores se encuentran, ¿cómo pueden engañarse entre sí? Cuando dos engañadores se encuentran, entonces no acontece nada. Los dos son falsos. Así pues, Dios tiene miedo. ¿Adónde va el poder? Vuelve a cero. El poder viene de cero y acaba en cero. El cuerpo muere y todo desaparece. ¿Qué queda? Queda nada, y ésta es la comprensión que usted debe tener. Usted mismo ha devenido Dios, usted mismo ha devenido algo, y entonces el miedo está aquí. Cuando comprende que usted es Él, la realidad, entonces usted no permanece y tampoco permanece el miedo. Ahora nada puede tocarle. Usted ve con los ojos, y dice que todo es verdadero. Cierre sus ojos, y ¿qué queda? Para una persona ciega el mundo no es verdadero. Comprenda de esta ma-nera. La realidad no tiene nada que ver con todas estas cosas. Si uno o dos pisos se de-rrumban sobre el cimiento, el cimiento permanece el cimiento. La realidad es justamente así. Todo aparece en Él, y después desaparece, incluyendo Dios. El mundo ha sido crea-do por Él en completa obscuridad e ignorancia. ¿Cómo puede ser verdadero? Todo lo que usted ve y percibe no es nada sino el sueño de Dios. Es la magia de Dios, y todo es falso. Pero la magia de Dios no opera en un santo. A los santos no les toca nada. Así pues, los santos tienen más poder que Dios, ¿o no? Dios es perecedero, ¿no es así? Si Dios es perecedero, ¿cuánto poder puede tener?

26 de enero de 1999

Pregunta: Usted nos ha dicho que es necesario querer. ¿Qué es querer? ¿Cómo puedo encontrarlo cuando mi ego es tan fuerte? ¿Cómo puedo fortalecer mi querer por la realidad?

Maharaj: ¿Qué es querer? Querer significa deseo. Lo que es su deseo, eso es su que-rer. Cuando el deseo deviene más fuerte, el querer deviene también más fuerte. Si el deseo es por las cosas mundanas, entonces el ego está ahí. Debe estar ahí. Cuando el deseo es por la realidad, entonces el ego desaparece. El ego no permanece. Es la muerte del ego. Si viene el rey verdadero, el falso rey ya no estará en ninguna parte, ¿no es así? El querer es de usted, y viene del conocimiento. El deseo de conocimiento de la realidad es un buen deseo, y entonces el ego no viene. El ego no significa nada, es sólo la sombra del Sí mismo. Usurpa el lugar del Sí mismo. ¿Qué es el ego? Es nada. No tiene ninguna entidad. Mientras la realidad está oculta, el falso rey puede sentarse en el trono. Si su deseo por la ilusión es fuerte, entonces viene el ego. Pero cuando su deseo es por la realidad, entonces no se llama ego. Si usted comprende la realidad, el ego no puede permanecer y no permanecerá.

Todo es querer, nada más. El deseo, el anhelo y el querer son todos uno. Todo de-pende de usted y de cómo maneje el problema. Algunos desean cosas mundanas, y otros, cuando se dice que el mundo es una ilusión, ya no les importa conocer nada. ¿Qué conocer y qué no conocer, cuando todo es nada? Si usted comprende que todo viene de cero, entonces el ego no permanece. Cuando usted está durmiendo, todo desaparece, el cuerpo, la mente y los pensamientos. Pero el poder está todavía funcionando en usted. Usted está respirando, usted no está muerto. Esa respiración es ego; la respiración es conocimiento, y el conocimiento es ego. Es el ego del conocimiento. Usted está dur-miendo, ¿no es así? Y ahí usted olvida todo, pero, sin embargo, el conocimiento perma-nece en una forma muy sutil. ¿Me sigue? De ese conocimiento viene la ignorancia, y usted ve todo el sueño. Aquí también es lo mismo. Viene el conocimiento y usted ve todo el mundo. Se ha olvidado la realidad, y entonces viene el sueño del mundo. De otro modo, no hay nada. Todo era cero cuando usted estaba durmiendo. Pero usted es-taba cerca de la realidad. Usted era la realidad en ese tiempo, pero no lo sabía. Y el co-nocimiento permanece en la mente. La mente es un pensamiento. La mente duerme, es-toy de acuerdo, pero la mente sutil permanece ahí. Cuando ese pensamiento sutil toma objetividad, entonces usted ve el sueño. A veces, cuando está un poco despierto del sueño profundo, viene un pensamiento, pero si no se materializa, usted vuelve al sueño profundo. Si se materializa, entonces viene el sueño. Eso acontece muchas veces; mu-chas veces viene la vigilia, pero si usted no está apegado a ella, entonces no viene el ego.

El conocimiento puro no es ego. El conocimiento puro es Él. Conocimiento puro sig-nifica no conocimiento. Cuando muere una flor, el aroma permanece, y ahora la esencia no tiene nada que ver con la flor. Lo mismo pasa aquí también. El ego permanece ahí. «Yo estoy durmiendo», dice usted, y eso es ego. Pero usted olvida que en el sueño pro-fundo, cuando no hay nadie que está durmiendo, usted va a la realidad. Aquí hay una diferencia muy sutil. Así pues, el sueño profundo de la persona realizada es llamado sa-madhi, porque ellos no van a cero. Van a sí mismos. Todo el mundo va ahí, pero no lo saben. Cuando fuimos a Pathri en peregrinación, Nanda preguntaba, «¿Dónde está Path-ri?» Estábamos allí, pero Nanda no lo sabía, de manera que preguntaba por ello. Así pues, la cognitividad dura hasta el último momento. Olvide esa cognitividad y usted es Él. La cognitividad es muy fuerte, el conocimiento es muy fuerte, ha hecho la totalidad del mundo. Los animales, los pájaros, incluso las hormigas tienen todos el conocimiento. Todo no es nada sino conocimiento, pero sólo los humanos tienen el poder de discrimi-nación para saber lo que es real y lo que es ego. Se dice que donde hay un querer hay un camino. Eso se aplica también a la realidad. El querer y el camino están aquí. Olvídelos y usted está ahí. Si yo estoy en América y digo, «¿Dónde está América?», es exactamente lo mismo. Usted es siempre Él, pero no lo sabe debido a la ignorancia. ¿Qué hacer en-tonces? El querer está aquí, pero usted no conoce el camino. Usted está detenido debido a que todo es cero. ¿Cómo encontrarlo cuando todo es cero?

Todos los científicos han fracasado. Han descubierto el agujero negro. Allí no hay ningún sol, ni nada. Ningún mecanismo puede ir allí, porque todo viene de cero. Ellos sólo pueden ir a cero, no pueden ir más allá. Muchos santos también han fracasado por la misma razón. Ese cero ahora es conocimiento. El conocimiento viene de cero. El cono-cimiento no tiene ninguna entidad en absoluto, debido a que viene de cero. Si no hay cero, no hay conocimiento. Así pues, usted está siempre en cero, y eso es ignorancia. Todo es nada, de manera que ¿cómo encontrar el camino de encontrar? Usted debe co-nocer la etapa final. Mi Maestro ha enseñado esto: vaya más allá de cero. Cuando usted comprende que el pensamiento es falso, eso es la realidad sin pensamiento.

Sin un Maestro real, usted no puede encontrar el camino de encontrar. Suponga que su nombre es Ann. Si su nombre no está aquí, ¿entonces quién es ella? Ella es Él. ¿Me sigue? Todos hemos recibido los nombres, y todos están encariñados de los nombres. Deje que Ann desaparezca, y la realidad permanece. ¿Cuánto tiempo lleva? Olvídese de usted misma. Primero, el pensamiento: usted debe conocerse a usted misma. Entonces, vaya un poco más adelante y olvídese de usted misma. El conocimiento hace «verdade-ro» a todo. Lo que usted no es ha devenido verdadero, ¿no es así? ¿Ha recibido el nom-bre de «Ann» alguna entidad? Dígame. Si usted comprende que «Ann» es sólo un pen-samiento, y que el pensamiento es falso, entonces usted es la realidad sin pensamiento, ¿no es así? Es muy fácil, pero usted lo hace todo muy difícil. El Maestro debe tener la comprensión final, pues en otro caso no puede darle la dirección. Algunos Maestros dan a los discípulos nombres indios. ¿De qué utilidad es eso? Así sólo se vierte más ignoran-cia en él. ¿Por qué dar nombres a nadie? ¿No es suficiente un nombre? Se acepta con amor y se da con amor, ¿qué hacer entonces? Las gentes no comprenden. Las gentes deben conocerse a sí mismos, «¿Quién soy yo?» ¿Cómo puede conocerse a usted mismo, cuando tiene dos nombres?

Todo es falso, nada es verdadero. Todo el mundo corre en la dirección falsa. El ego es muy astuto, trabaja en todos los frentes. Es difícil estar con las gentes astutas. Dicen una cosa y hacen otra. El ego dice, «yo soy Brahma, yo soy Él». Así pues, trate de com-prender su ego. El ego trae el querer o el deseo. Si el ego o la mente van al lado falso, traen el mundo. Si van a la realidad, entonces todo desaparece, y la realidad se abre. Ahí no queda ninguna astucia. ¿Cómo puede usted ser astuto cuando no hay ninguna duali-dad? Ahí sólo hay unidad, y usted es Él.

Pregunta: A veces mi anhelo de realidad es fuerte. A veces no es fuerte. ¿Está eso bajo mi control?

Maharaj: ¿Por qué no? Si usted conduce un coche tiene el poder de detenerlo. Usted puede ir más rápido o más lento, eso depende de usted. Y también tiene frenos. Cuando cabalga un caballo, usted tiene las riendas, y puede detener al caballo en un momento. Cabalgue la mente. Desafortunadamente, usted es siempre cabalgado por la mente, ¿qué hacer entonces? La mente significa deseo o pensamiento. De la misma manera, ponga freno a sus pensamientos. Hay una frase que dice: «Que la ilusión le tenga siempre sin cuidado; en cuanto a la realidad, que su deseo sea grande». Entonces usted puede ca-balgar la mente. Mientras el cuerpo esté aquí, los ojos deben ver, los oídos deben oír. Pero cuando escuche un canto, comprenda que usted es el escritor y el cantor. Usted está por todas partes y en todo. Usted tiene suficiente poder en la mente para decir eso. Pero usted no usa su poder, y si lo usa lo hace de la manera equivocada. Nadie es verda-dero, y nadie es falso. Nadie es bueno, y nadie es malo. Todos estos sinsentidos vienen a su mente. Nadie muere, pero usted dice que ha muerto y desaparecido. ¿Qué hacer en-tonces? ¿Quién muere? A la no muerte se le llama muerte.

Pregunta: Ayer perdí a un buen amigo, y sentí un dolor muy profundo. Compren-do lo que usted dice, pero, no obstante, siento todas estas cosas.

Maharaj: La ilusión siempre permanece en la mente. Su amor por la ilusión no ha des-aparecido.

Pregunta: Comprendo, pero no desaparece.

Maharaj: Usted puede comprender, pero no sigue a lo que comprende. ¿Qué hacer entonces? Usted comprende que hay un camino verdadero y otro falso, pero usted toma el camino falso. Nadie muere, así se lo digo. Los cinco elementos van a los cinco elemen-tos, y el poder va al poder. ¿Qué ha desaparecido? Sólo el nombre. En el registro se es-cribe que ese nombre ha muerto. El fuerte anhelo de la realidad no ha venido a su mente. La realidad siempre es verdadera. Alguien muere en la pantalla, ¿llora usted por eso? Puede haber sido un papel digno del amor más grande. Pero usted no llora porque sabe que no ha muerto. Sólo el papel que hacía ha muerto. De la misma manera aquí; el papel que hacía su amigo ha muerto, y ahora ese papel ha muerto y desaparecido. La respira-ción se ha detenido. ¿Por qué inquietarse por eso? ¿Por qué afligirse por eso? Si la muer-te viene a usted, entonces llorará otra vez y olvidará la realidad. Tenga el valor de opo-nerse a todas estas cosas. ¡Nada es verdadero! Y una vez que comprenda eso correcta-mente, usted no llorará nunca por nada. Alguien le dijo que su amigo había muerto. Un pensamiento vino y un pensamiento se fue. ¡Eso es todo! Usted debe sentir que no ha acontecido nada. ¿Por qué inquietarse o llorar por nada? Todo viene y se va. Así pues, cuando reacciona, usted no está en la realidad.

Nada es malo, nada es bueno, debido a que no es. Esto es un largo sueño, no hay na-da por lo que inquietarse. Si usted es matado en un sueño, ¿llora usted por eso cuando se despierta? Cuando estábamos con Siddharameshwar, un cadáver nos adelantó camino del cementerio. Él nos preguntó, «¿Qué sentís?» Nosotros respondimos, «Un cadáver es retirado, eso es todo». Él dijo, «Si muere quien más queréis, y no sentís nada, estad se-guros de que estáis realizados». Lo más querido es nuestro cuerpo, lo más querido, ¿no es así? Cuando alguien muere, usted no muere con él. No sienta ni pena ni nada. Sea suficientemente valiente para aceptar lo que acontece.

Usted siente pena y piensa de esta manera debido a que sólo está en el camino, y a que hasta ahora no tiene la dirección. Cuando su mente es más fuerte, la dirección está ahí. Usted es Él, usted es siempre Él. Cada minuto mueren tres personas y nacen cinco. ¿Qué hace Dios entonces? ¿Llora o ríe? No puede decir nada. Dios sabe que puede crear o destruir una vida con un solo pensamiento. Acepte lo que acontece, no hay ninguna necesidad de inquietarse por nada. Yo puedo morir en cinco minutos. No se inquiete por eso tampoco.

El amor por el cuerpo y la mente es tan fuerte que usted olvida la realidad. La reali-dad nunca se inquieta por nada. Sea la pantalla. La pantalla nunca se inquieta por nada. Cuando el Maestro muere, usted puede sentir algo. Pero comprenda en la mente que en el cuerpo uno está limitado, y ahora sin el cuerpo uno es ilimitado, uno es por todas par-tes. El problema es que todo lo que se ve es sólo la figura y la forma. Si se rompen braza-letes de oro, la forma desaparece. ¿Se inquieta el oro por eso? Pueden hacerse muchas otras formas, ¿por qué inquietarse? La comprensión debe ser de ese tipo. No se inquiete por la muerte de nadie. La muerte no tiene ningún valor. El cuerpo ha venido de cero, y retorna a cero. Muchos nombres y formas han desaparecido, ¿adónde han ido? ¿Ha en-viado alguien alguna carta desde allí? Usted no existe, ¿cómo entonces puede ser envia-da una carta? Nadie muere y nadie nace. Lo que no nace nunca y no muere nunca, es la realidad.

Todo es nulo y vacío, nada es verdadero. Todo esto es sólo un entretenimiento. Los extranjero dicen, «coma, beba y sea feliz». Si alguien muere, beben sólo para olvidar la muerte; eso es todo. pero cuando el juego se acaba, vuelven en sí y entonces lloran. Cuando la comprensión viene del Maestro, ese juego dura siempre. Nada viene, y nada se va, cero ha vuelto a cero.

Pregunta: ¿Qué sintió usted cuando murió su Maestro?

Maharaj: En su momento lo sentí. Él ha desaparecido. Hice todo por su cuerpo. Yo era muy joven en aquella época. Él había dado la realidad, de modo que su muerte debía ser sentida. Mi hermano mayor y mi hermana pequeña murieron. Yo fui al funeral y no lloré. Todo el mundo estaba llorando. ¿Por qué llorar? Acepte lo que acontece. Pero cuando es nada, ¿qué aceptar? Mi hermano era nada, y mi hermana era nada. Así pues, es nada lo que le hace llorar siempre. ¡Olvide nada! Entonces usted es feliz, ¿o no? De otro modo, ¿cómo puede usted irse a dormir? El olvido debe estar siempre ahí. El polvo ha ido al polvo. Sólo lo que es verdadero permanece, la realidad está siempre aquí. Y cuando usted adora a la realidad, deviene la realidad. La realidad está aquí en este mis-mo momento. El cuerpo desaparece, pero usted no desaparece. Así pues, no se inquiete nunca por nadie. Y no se inquiete por su cuerpo tampoco. Si se inquieta, entonces vienen todos los trastornos.

Que uno muera de una manera buena o mala son sólo pensamientos. Olvide todos esos pensamientos. Suponga que uno dice en el momento de la muerte, «¡Cristo, Cris-to!» ¿Va entonces al cielo? ¡No! Y si en el momento de la muerte alguien dice malas palabras, ¿va entonces al infierno? Una persona realizada puede decir cualquier cosa en el momento de la muerte, pero su comprensión final es: «yo no soy esto». Todo depende de la comprensión final en su mente. Si su comprensión es «yo no soy esto», entonces usted no va a ninguna parte. El cuerpo es una combinación de cosas mientras el poder está conectado. En el momento de la desconexión, ¿llora el poder? ¡El poder no se in-quieta! La comprensión debe ser así.

Cuando mi Maestro murió, en el momento sentí algo. Uno debe sentir algo. Pero al momento siguiente cambié. Él puso la realidad en nuestras manos: «¡Esto es la realidad, de modo que adelante!» No es malo sentir algo, pero él nos hizo la realidad. Así pues, ¿por qué llorar? Usted es Él. Su amigo murió, y ahora está en usted. Antes había alguna dualidad ahí, y ahora no la hay. Cambie su mente. La mente es una cosa muy insensata; hace todas las fechorías. Su amigo ahora está muerto, cero ha vuelto a cero. No sea afec-tado por las circunstancias. Comprenda y sea fuera de ellas.

Pregunta: Maharaj, hoy, en el camino hacia aquí, he visto un accidente y alguien ha muerto. He sido afectado por ello.

Maharaj: Debido a que usted tomó el accidente como verdadero. Un cuerpo muerto murió, eso es todo. Lo que estaba muerto, ha muerto. En este momento, esto es un cuer-po muerto, así se lo digo. Si la conexión está aquí, habla. A menos que deje el cuerpo-mente, usted no puede ser Él. Usted no es el cuerpo. Ha ocurrido un accidente, y lo que no era, ahora ha desaparecido. No esté afectado en la mente.

Pregunta: ¿Qué hacer ahora que estoy afectado?

Maharaj: No esté afectado, él ha devenido la realidad ahora. Antes era tierra. No ha acontecido nada, el polvo ha vuelto al polvo. No hay ninguna entidad en la mente. Us-ted no muere con la persona que muere. Nadie muere con nadie. Si aquí hay un paquete de diez kilos, y si usted dispersa el contenido, ¿permanece el paquete? De la misma ma-nera, este paquete, el cuerpo-mente, es abierto por el Maestro. El paquete no permanece como paquete. Ahora no tiene ninguna entidad en absoluto. Esta comprensión debe ve-nir a la mente.

Lo que acontece, que acontezca. La persona realizada dice que eso es mi elección. Cuando usted comprenda su propio poder, dirá que todo es su elección. Si un avión cae, dice que es mi elección, que es mi orden. Entonces la infelicidad no viene a la mente. Si alguien muere, dice que es por mi orden que debe morir. Cuando el juez pronuncia la sentencia de muerte, ¿llora? Si usted no tiene mente, ¿qué ha acontecido entonces? Lo que acontece es sólo su pensamiento. Todo el mundo es Él, la realidad; así pues, ¿qué hay para llorar por ello?

La realidad no se inquieta por todas estas cosas. Todas las cosas acontecen debido a que usted ve y percibe. Eso es la mente. Mientras el cuerpo esté aquí, es seguro que acontecerán cosas, buenas y malas. Sea fuera de él. Todos ustedes están afectados por la ignorancia, ¿qué hacer entonces? Olvide eso; no está aconteciendo nada. ¡Comprenda eso! ¿Qué aconteció ayer? ¿Puede usted repetir eso? Ha desaparecido. Lo que no es de-be desaparecer. Sólo la realidad permanece. Olvide la imagen, y usted puede ver la pan-talla. Entonces, usted mismo deviene la pantalla.

Pregunta: ¿La mente tiene que estar plenamente convencida de que no está ocu-rriendo nada antes de que venga la comprensión?

Maharaj: Sí. La mente debe estar convencida de que yo soy Él, la realidad; entonces la mente desaparece. La mente permanece mientras usted dice, «yo soy esto». La mente es su pensamiento, de modo que usted tiene que borrar su pensamiento. Sea fuera de sus pensamientos; entonces usted puede comprender la realidad. La mente no le dejará nun-ca ir a la realidad, debido a que ahí está su muerte.

Pregunta: ¿Tiene uno que observar su mente constantemente?

Maharaj: Sí. Observe su mente, y ello se hará un hábito; entonces usted estará perfec-tamente. Si usted se mete en el mundo, el mundo le vencerá, y no hay ningún límite para eso. Pero si usted le vuelve la espalda, entonces usted deviene el poder más alto y puede comprender. ¿Por qué inquietarse por nada? Todo el mundo se inquieta por hoy, por mañana y por lo que aconteció antes. Algunos vienen a mi casa y quieren venderme un seguro de vida. Pero el dinero del seguro es para después de la muerte. ¿Cuál es la utili-dad de eso? Sea sin inquietud. Si alguien muere diga, nadie ha muerto. ¿Por qué inquie-tarse por este cuerpo? Todo lo que acontece es para bien. Y no sepa nada. Sea fuera del conocimiento. Entonces usted está siempre con usted mismo. Así pues, después de com-prender, usted no se inquieta por nadie. Esa es la enseñanza del Maestro. Usted debe ser Eso.

*

Lo siguiente es un extracto de una carta enviada al editor por un discípulo de Maha-raj.

Maharaj: Uno tiene que continuar con lo que no le place. Entonces el ego desaparece. De otro modo, no.

Pregunta: Maharaj, ¿por qué estamos sentados aquí con usted?

Maharaj: Por anhelo de la realidad. Cuando uno escucha la comprensión de la reali-dad, debe anhelarla mucho. Debe dejar todos sus acomodos. Suponga que usted tiene fiebre. No se inquiete por eso. Venga y siéntese aquí. Diga, «yo quiero conocerla». Olvi-de todo lo demás. (Señalando al cuerpo) «Esto es una cosa muy sucia». Deje en paz al cuerpo y anhele la realidad; no hay ningún mal en ello». Si alguien le dice que hay un buen espectáculo, diga, «Oh, estoy enfermo, no tengo ganas de ir». Ellos quieren que usted vaya al espectáculo, pero no quieren que vaya al Maestro. La mente es de ese ta-lante. Las gentes dicen, «¡Oh, usted está enfermo! ¿Por qué va entonces allí? Allí se pondrá más enfermo». Pero el que anhela eso, viene. Nada acontece. ¿Qué acontecerá? ¡No acontecerá nada! En este momento mismo, el cuerpo es ya un cuerpo muerto. ¿Por qué inquietarse más por él? De esta manera, sea fuera del círculo de la ignorancia. Las gentes son muy ignorantes. ¡Pero me atrevo a decir que la fiebre desaparecerá del que viene aquí! Nada acontece, ¿por qué inquietarse? Si su mente tiene el anhelo de la reali-dad, eso está muy bien para usted. Pero la mente le detiene a usted ahí. Diga a la mente, «¡Ya es suficiente!» El Maestro es responsable. Él sabe, él no hace nada. El poder en él sabe estas cosas.

15 de febrero de 1999

Pregunta: Tengo mucha energía dentro. No sé cómo usarla. Me pregunto cómo usarla. Siento que estoy muy impaciente dentro.

Maharaj: La energía es poder, crece y deviene mayor. Si usted comprende que la energía es usted mismo, entonces puede usarla. Usted tiene manos. Usted usa sus manos, ¿no es así? Para tomar algo, para dar algo, las usa de esa manera. Del mismo modo, cuando la energía deviene mayor dentro, úsela para las cosas verdaderas, no para las cosas mundanales, porque todas no son nada sino cero, o ilusión. Así pues, ¿por qué iba usted a usar su energía para esa nada? Comprenda esa energía, la energía no es nada sino el poder. Cuando un niño es pequeño no tiene mucho poder de pen-samiento, pero cuando crece tiene mucha energía en su mente. Pero piensa siempre cosas falsas. No piensa nunca cosas verdaderas. Anda siempre detrás de cosas mun-danas o de asuntos mundanos.

Todas estas cosas traen cada vez más trastornos o problemas. Cuando usted duerme, la energía es libre, ¿o no? Así pues, esa energía debe ser usada. Trate de ir más allá de cero, pero ahí no hay ninguna energía. La energía es conocimiento y el conocimiento tiene el poder de conocer cada vez más. El mundo avanza y avanza, ¿no es así? Se ha descubierto el ordenador, el correo electrónico y el fax. Así pues, ahora no importa la distancia, usted puede tener la respuesta de alguien en un mo-mento. Y cuando ese poder se desconecta del cuerpo, ¿qué queda? Todo vuelve a cero. Mientras el cuerpo funciona todo está bien, pero es seguro que un día morirá. El que ha nacido debe morir algún día.

Uno debe comprender que el cuerpo no es mí mismo. Esa energía o poder que hay dentro debe usarse para el propósito verdadero. Entonces usted es feliz. Trate de comprender su energía. Al comienzo uno tiene que aumentar esa energía. Eso signifi-ca conocimiento, la energía es conocimiento. ¿Para qué aumentar el conocimiento?… para saber lo que es verdadero y lo que es falso: esto no es verdadero, esto es verda-dero. Todas las gentes tratan de conocer por mecanismo físicos, pero sólo pueden llegar hasta cero. No pueden encontrar nada más que eso. Los científicos han probado que el mundo es un «agujero negro». Así pues, sólo pueden llegar hasta cero. No pueden ir más allá de cero.

En la mitología india han mostrado eso también. Dios ha creado el mundo en toda esa oscuridad o negrura. Dios hace todo en nada. Cuando duerme, vienen a usted muchos sueños. A uno que no duerme, no le vienen sueños. Si usted no duerme, no puede venir a usted ningún sueño. Pero cuando duerme, vienen a usted muchos sue-ños, deben venir. Usted quiere algo, ese conocimiento. La respiración es el conoci-miento, nada más. Eso prosigue incluso cuando usted está durmiendo. De otro modo, usted estaría muerto. Así pues, eso es la energía, nada más. La energía está dentro, para que usted pueda comprender. Llévela fuera, comprenda que está por todas par-tes. Use la energía de esa manera.

Todo el mundo es mí mismo, todo el mundo respira. Todos ustedes respiran y duermen, pero usted se toma por una entidad separada. Eso es ego. Y entonces vie-nen algunos problemas y usted piensa, «Oh, ¿qué ha acontecido, qué hacer?» Una persona realizada tiene muchos problemas, no piensa que no tenga problemas, pero arroja los problemas y no se inquieta por ellos. Finalmente todo es cero; así pues, ¿por qué inquietarse? Cuando la muerte viene al cuerpo, este ya no se inquieta. Es cero, ha comenzado de cero.

Una gota del semen del padre ha comenzado esto. Salen muchas gotas, pero nadie se inquieta por eso. Pero cuando viene una forma, usted dice, «Oh, es mi hijo, mi hija; estos son mi familia». Usted lo toma todo como mío, y por ignorancia hace el mundo muy pequeño, debido a que su comprensión está limitada por la identificación con su cuerpo. Si no hay cuerpo, ¿qué queda entonces? Todo es únicamente espacio. ¿De qué se inquieta el espacio? Muchas cosas vienen y se van en el espacio, el viento viene y se va. ¿Se inquieta el espacio? Usted es más sutil que el espacio. Usted puede sentir el viento, puede sentir el espacio debido al conocimiento, y sin embargo usted tiene el poder o la comprensión para decir que no es verdadero. Eso es la belleza de ello. Vea todo, pero diga que no es verdadero. ¿Quién puede decirlo? El que es un hombre valiente. Ve todo, acontecen muchas cosas, pero él dice, «Nada es verdadero».

Cuando usted duerme, ¿adónde va el mundo? No está aquí; usted olvida su nom-bre, su cuerpo y todo. La mente también duerme, ¿qué hacer entonces? Cuando una chinche le pica en el sueño, usted se arrasca, y si alguien le preguntara qué está ha-ciendo, usted diría, «no sé». El que duerme se arrasca, pero dice que no sabe. Murmu-ra en su sueño, y si usted le pregunta que está diciendo, dirá, «yo nunca he dicho na-da». Lo niego todo. ¿Por qué? Porque está en la negación.

Cuando la mente está en cero, usted puede ir más allá de cero si comprende que ella es cero. ¡Por qué no? El Maestro enseña cómo ir más allá de cero. No haga nada, sólo comprenda que ella es cero; entonces usted puede ir más allá de ella. No haga nada, no hay nada que hacer y la realidad está aquí. La realidad no tiene nada que hacer con todas estas cosas. Acontecen muchas cosas, las experiencias vienen y se van, ¿no es así? Sean como sean los pensamientos, buenos o malos, vienen y se van. Sin embargo, usted no debe inquietarse, porque usted no se pierde nunca. Así pues, yo digo siempre, «Esté usted en el cielo o en el infierno, diga siempre que yo soy Él».

¿Queda algo para el hombre que muere? ¿Dice alguna vez que yo soy un hombre muerto? Si siente que yo estoy muerto, entonces no está muerto. Un solo pensamiento y usted no podrá dormir. Cuando usted duerme, todos los pensamientos desaparecen. El conocimiento desaparece. En ese momento no hay ningún conocimiento de nada, sólo la respiración y eso es sólo conocimiento. En nuestra lengua se dice que exhala, que está fuera del soplo. Queda el soplo final y él lo exhala. En ese momento no tiene ningún sentido, ninguna comprensión. Si alguien viene y dice, «He venido, soy tu amigo», él cierra nuevamente los ojos. Está libre de toda inquietud. Si no hay cono-cimiento, no hay inquietud.

Suponga que usted quiere ir al aeropuerto y que viene algún amigo justamente cuando usted se va. Usted dirá, «Sí, sí, lo siento mucho, pero tengo que irme». Usted le olvida también. A quienquiera que venga, usted le dice, «Lo siento mucho». Eso es lo máximo que dice. «Lo siento mucho» es una palabra muy buena. Haga cualquier cosa, golpee a alguien y diga, «Lo siento mucho». En ese momento, él no puede res-ponder. Usted puede estar haciéndolo a propósito, pero si usted dice, «lo siento», ¿qué puede hacer la otra persona? «Lo siento» es una palabra muy buena, así se lo digo. Búrlese todo lo que quiera y diga «lo siento».

Así pues, cuando la energía crece, use esa energía de tal modo que todo devenga cero. Tenga ese poder para zanjar todo. Nada es verdadero. La muerte no es verdade-ra, el nacimiento no es verdadero. Yo jamás he tomado el nacimiento; no hay ningún pecado, ninguna virtud. Todo debe desaparecer. Todo esto es la obra de la mente, tanto el pecado como la virtud. Es el cuerpo el que recibe la muerte y el nacimiento. Eso es jiva, o la criatura más pequeña en nuestra lengua. Cuando usted se identifica con el cuerpo, deviene lo más pequeño; en caso contrario, usted es muy amplio. Cuando echa abajo el muro, usted deviene el espacio, usted es completamente abier-to, pero no quiere echar abajo el muro del cuerpo y eso es ego. Eche abajo el muro del ego, y entonces puede decir fácilmente, «¡Ah!, yo soy por todas partes».

¿Por qué inquietarse si se hacen cosas buenas o malas? Golpee a alguien, no im-porta, pero si le devuelven cuatro golpes, acéptelo. No diga que ha recibido los gol-pes. Las gentes no experimentan lo que digo. En lugar de ello viene la cólera, uno se encoleriza siempre. Tráguese también esa cólera. Dígase, yo no la quiero, y no se in-quiete por nada ni por nadie. No la toque. Sin embargo, usted la toca. Usted da valor a su mente, a sus pensamientos. Dígale a su mente, yo no me inquieto por ti. Trate de comprender su mente. La mente es el hacedor más grande. La mente es sólo su pen-samiento. Le lleva a usted al cielo y también le lleva al infierno. La mente es su mejor amigo y su peor enemigo. Todo lo que usted no quiere, ella lo hace. Usted usa su mente de la manera adecuada cuando dice, «No es verdadero».

¿Por qué se encolerizan las gentes? Usted pregunta al niño, «¿Qué estás hacien-do?» Pero usted hace lo mismo cuando dice, «Yo tengo razón, él está equivocado». La persona realizada dice, «Yo nunca tengo razón, yo siempre estoy equivocado». Usted conserva su «yo». Diga, «Yo no existo». Si lo experimenta de esta manera, ¿qué le queda entonces? Si alguien trae 10.000 rupias y se las ofrece a una persona realizada, la persona realizada no siente nada, no se inquieta por eso. No se inquiete por nada. En el juego del fútbol usted da un puntapié al balón y mete un gol. Si usted da un puntapié a la ilusión con la comprensión, ya no se requiere nada más, usted me-te el gol y deviene Él. Usted es siempre Él, pero quiere las cosas falsas.

Rama y Sita estaban juntos y Sita vio un ciervo de oro; ella quiso su piel de oro. La quería para una blusa. Dígame, ¿cómo puede ser de oro la piel de un ciervo? Pero está escrito de esa manera y Rama fue inducido a cazarlo. Rama fue tras el ciervo y Sita, que se quedó sola, fue raptada entonces por el demonio Ravanna. ¿Qué hacer entonces? ¿Quién es Rama? Rama es el que opera en todos. Y cuando Rama entra en los diez sentidos, deviene Ravanna. Rama deviene Ravanna. Nadie dirá esto en pú-blico. Si usted dice esto, yo me atrevo a decir que le cortarán la lengua. Así pues, cuando usted entra en los diez sentidos, entonces su paz, Sita, se pierde. Sita significa paz.

Está escrito que Ravanna tiene diez cabezas. Así pues, actuaba de diez maneras. Usted también actúa de diez maneras. Si pierde un ojo, todavía puede ver con el otro. Si se vierte una gota de la sangre de Ravanna, entonces sale otro demonio. Si se pier-de un ojo, el otro sigue funcionando, ¿no es así? Funciona más poderosamente cuan-do un ojo se pierde.

¿Para qué propósito se escribió el Ramayana? Las gentes no conocen su significa-do interior. Pero hay que comprender el significado interior. El Señor Krishna era hijo de un rey. Arjuna era su discípulo, como lo eran los cinco Pandavas. Krishna entra en el campo de batalla y enseña a Arjuna el conocimiento. ¿No tenía Krishna ningún otro sitio para enseñar? Los dos eran reyes, pues Arjuna era también hijo de un rey. ¿No tenía ningún otro sitio adónde ir? Además, Krishna estaba conduciendo el carro de Arjuna. ¡Imposible! ¿Debo yo conducir el carro de mis discípulos mientras ellos dis-frutan? Hay un significado dentro de todo esto. Todo el mundo ha recibido ese po-der. Krishna dijo a Arjuna que todas estas gentes del campo de batalla no eran sus parientes como él pensaba, de modo que podía matarlos. Arjuna dijo, «¿Cómo puedo matarlos?» Matar no significa matar con un fusil, sino con la comprensión. En aquella época también había leyes.

¡Debe venir la comprensión de que él no es mi padre y ella no es mi madre, debi-do a que yo no soy esto! Yo soy el poder que está en mí. Además, en la historia, Krishna deviene el conductor y Arjuna se sienta dentro. ¿Es eso posible? ¡Imposible! Él, ese poder, conduce el cuerpo de todo el mundo. Krishna dice que todos son mí mismo y que todos los pensamientos son mis pensamientos. Vengan los pensamientos que vengan, buenos o malos, déjelos en paz. Comprenda de dónde vienen los pensa-mientos, vienen del… conocimiento. El conocimiento también es falso cuando usted tiene una comprensión completa.

Después de esa comprensión, nada se cruza en su camino. Nada puede perturbar-le. Su energía es muy fuerte. Usted puede hacerse cargo de cualquiera, pero debe usar la energía de la manera correcta. Usted deviene muy poderoso con la comprensión. Usted dice que el mundo es verdadero y que usted experimenta todo; pero cuando usa su poder de la manera correcta, puede decir que no es verdadero. Pásese al bando de la comprensión, al bando del Maestro; entonces puede golpear a cualquiera. Diga que todo es cero, que aquí no hay nada. El mundo mismo es un campo de batalla, ¿no es así? Usted toma nacimiento y hace muchas cosas falsas. Usted pelea con su esposa, ¿qué hacer entonces? ¿Y qué hacen los occidentales? Se divorcian. En la India, no hay ningún divorcio.

Usted piensa siempre que alguna cosa o alguien es mejor. Si ustedes no se com-prenden, ¿cuál es la utilidad de vivir juntos? Todo es un sinsentido. Comprenda su mente y conózcase a usted mismo. Usted no es una mujer y él no es un hombre. Us-ted es Él. No hay ninguna mujer ni ningún hombre. El mismo poder opera en todos. Todos son sólo como bombillas con la electricidad dentro. ¿Qué es mujer y qué es hombre? El poder es uno. Hombre y mujer son sólo sus pensamientos. Cuando usted dice que es una mujer y él dice que es un hombre, el conflicto debe venir. Si usted comprende que el poder es el mismo, entonces, ¿qué conflicto puede venir? Haga según su deseo, yo no me meto. Alguien en América me preguntó que si alguien le quitaba la esposa, qué debía hacer uno. Tome la esposa de algún otro. Tanto monta, monta tanto.

El mundo es falso. Diga que es falso, que no es verdadero. Sea feliz en todo mo-mento, no se inquiete por nada. Si alguien toma su dinero, sea feliz entonces también. Yo tengo dos bolsillos. Si pongo el dinero en un bolsillo, es mío; y si lo pongo en el otro, también es mío. Compréndalo de esa manera. Diga que se ha ido a mi otro bolsi-llo; ¿por qué inquietarse? Las personas realizadas no se inquietan. Comprenden ese poder y lo usan de la manera correcta. Todo es mío y nada es mío. La comprensión debe venir.

Si alguien deviene rico, el dinero no aumenta; sólo que otros tienen menos. Usted lo ha tomado de los bolsillos de otros, ¿qué hacer entonces? Si alguien lo toma del bolsillo de usted, sea feliz con eso también. No diga que lo mío es mío. Lo que usted ha recibido, tiene que compartirlo. Cuando llega la comprensión, el poder se usa de esta manera. Si usted lo usa de esta manera, será feliz siempre.

Alguien da diez millones a un Santo. El Santo dice, «Muy bien». Si alguien se lo lleva, ¿qué dice entonces? «No ha sido nunca mío, así es que ¿por qué debo inquie-tarme?» Si lo tengo por mío, entonces tendré que inquietarme. No diga mío, nada es suyo, debido a que usted no existe. No exista de esa manera. Yo no soy. Olvide el ego. Si olvida el ego, usted es siempre feliz.

Si usted va a pie y ve a alguien en un Rolls Royce, usted dice que es un hombre muy afortunado, ¿no es así? Cuando llega la comprensión, usted no siente nada. To-do está bien como es. Caminar es bueno, y es su deber caminar cuando el cuerpo está aquí. La mente debe ser tratada de esta manera. Usted puede decir fácilmente que no es verdadera. Cuando dice eso, ninguna inquietud viene a usted.

Las gentes se inquietan por lo que no es. Siempre por lo que no es. Usted está siempre aquí, de modo que ¿por qué inquietarse por usted mismo? Usted no se cono-ce. «Yo soy esto», dice. Mi nombre es éste, y si alguien le pregunta su nombre, usted lo dice con fuerza, «Yo soy el señor Fulano». Todo esto es nada. Es sólo como un viento que se acumula. El viento está seguro de pasar de usted, ¿no es así? ¿Cómo puede usted acumularlo? Nada es verdadero, así pues, no queda nada que acumular.

Si alguien le da comida, pida comer de todo. Sea feliz de esa manera. Yo estoy comiendo por todas partes. ¿Por qué debe inquietarse sólo por este cuerpo sangrien-to? Pero usted dice, «Yo quiero esto». Tome primero su parte y entonces dé a los demás. Dé a todos, y diga, «Yo como en todos». Si alguien hace algo malo diga, «Yo lo he hecho». Nadie puede pegarle.

De esta manera usted no puede ser un enemigo para nadie. Tukaram fue acusado de hacer una cosa mala que no había hecho. Cuando fue preguntado si la había hecho, dijo, «Vittal» (Otro nombre de Krishna). Entonces le preguntaron si no la había hecho y nuevamente dijo, «Vittal». Si dice que usted no la ha hecho, eso es también el ego. Vittal es en todas partes, en las cosas buenas y también en las cosas malas. Así pues, Tukaram dijo, «Vittal». Piense de esta manera.

Nadie hace el mal y nadie hace el bien, pero usted dice, «Malo», ¿no es así? Todo el mundo es mí mismo. Cristo está por todas partes, ¿no es así? Así pues, ¿qué es ma-lo y qué es bueno? Así es como debe operar la mente. (Señalando a su corazón) Usted dice siempre que Cristo está aquí. Él no es el cuerpo. Eso es imposible. Él es el poder que está en usted y que hace todo en todos. No eche la culpa a nadie. Si alguien hace cosas malas o cosas buenas, diga que todo está bien. Diga siempre que nada es bueno y que nada es malo en el mundo. Si hace eso, puede lograr la realidad fácilmente. Cuando el mundo deviene cero para usted, puede cruzar cero e ir a la realidad sin ningún problema. La comprensión debe venir. Usted puede sentarse justamente aquí y cruzar cero sin hacer nada. Con la comprensión falsa, usted deviene falso; con la comprensión verdadera, usted deviene verdadero. La mente es muy grande y puede llevarle al cielo o al infierno. Ambas vías están aquí.

Usted debe saber cómo manejar su mente. La mente es sólo su pensamiento, nada más. Si usted dice que ella es sólo su pensamiento, ¿qué le queda? Usted va más allá de cero automáticamente. No haga nada y usted está ahí. Nada es bueno, nada es malo, nada es pecaminoso y nada es virtuoso. La virtud también es ego.

Un gran industrial fue a un astrólogo y le preguntó por su próximo nacimiento. El astrólogo dijo al hombre que era mejor no saber. El hombre insistió mucho, de manera que el astrólogo le dijo que sería un perro en su próximo nacimiento. El hombre se quejo de que no podía ser porque había hecho mucha caridad y muchas obras buenas. «¿Cómo puede ser esto?», dijo asombrado. «Muy bien, dijo el astrólogo, usted vivirá como un perro en una casa con aire acondicionado». ¿Por qué debe conocer el Santo el nacimiento de todos? ¿Qué tiene que decir o hacer el Santo? El hombre siempre quería más dinero; así pues, ¿qué decirle? ¿Qué hace el perro? ¡Mendiga! Y cuando ve a su dueño mueve su rabo. Y cuando usted recibe dinero, ¿es feliz o no? Su rabo se mueve, ¿no es así? ¿Cuál es la utilidad de saber el nacimiento anterior o posterior de alguien? Sólo su mente nace, nada más. Si quiere dinero, entonces usted deviene eso. Cuando quiere dinero, usted deviene eso.

La comprensión final es que usted no existe, y que Él es siempre. No hay nada por lo que inquietarse. ¡Está bien! Así pues, use su energía de esta manera y no para todas estas cosas que son cero. ¿Qué van a darle a usted las cosas que son cero? Ellas le harán llorar. Alguien le da a usted una cosa preciosa, y esa cosa se rompe, ¿qué hacer entonces? Sea fuera de todo este cero; sea fuera de la ignorancia y del conocimiento, y usted irá a la realidad automáticamente.

Pregunta: ¿Cómo comienza el pensamiento?

Maharaj: Usted piensa, de modo que el pensamiento comienza. Si usted no pien-sa, entonces no vienen los pensamientos. La mente es sólo un pensamiento. Todos los pensamientos vienen de la mente y la mente significa conocimiento. Todo viene del conocimiento. Cuando usted va más allá del conocimiento, entonces no hay nada de qué inquietarse. ¿Cómo viene el pensamiento? Usted piensa, así viene. Si usted no piensa, entonces… Cuando usted duerme profundamente, ¿viene a usted algún pen-samiento? En ese momento usted desecha los pensamientos. A usted le fatigan mu-chas, muchas cosas en este mundo. Durante todo el día usted piensa y piensa y se fatiga y se cansa. Yo no estoy cansado nunca. ¿Por qué? Porque no pienso. Si pienso alguna vez, es que todo es cero, que no es verdadero. ¿Por qué inquietarse por eso?

Si no duermo, no me importa. Usted va al médico si no duerme. ¡El insomnio me ha acontecido! El médico le da una píldora y esa píldora le da a usted más problemas. Las medicinas son nada. Las cosas naturales deben ser siempre tal cuales.

¡No piense! Deje que los pensamientos vengan y se vayan, pero todo es cero. Si usted piensa algo, eso siempre le trastornará. El pensamiento viene cuando usted piensa en algo; yo debo hacer esto o aquello, y el resultado siempre debe ser bueno para usted. ¿Qué hacer entonces? ¡Si vienen algunos resultados malos, que vengan! El pensamiento es obra de la mente, ¿por qué inquietarse por eso? Diga, «Yo no hago ningún mal». Un rey no hace ningún daño. ¿Me sigue? Sus pensamientos malos no le hacen malo a usted.

Trate a su mente de esta manera. No piense, pero si piensa, no se inquiete por eso. Los pensamientos sólo vienen y se van. ¿Se sientan los pensamientos en su cuerpo? Buenos o malos, acontecen muchos tipos diferentes de pensamientos. Usted no de-viene bueno o malo con el pensamiento, ése es el punto principal. Pero a usted no le agradan los pensamientos malos, y entonces piensa que usted mismo es malo. ¿Qué hacer entonces? No piense bien tampoco, eso también es un bloqueo.

Muchas cosas vienen a usted, y la riqueza también puede venir. Es un trastorno porque entonces usted se inquieta por sus impuestos. Usted no quiere ningún impues-to, de manera que va a los expertos en impuestos. Quiere que se preocupen por usted, y si piensan una mala manera para fijar sus impuestos, usted lo intentará. «Adelante», dice. Usted tiene cincuenta millones de beneficio, pero sólo quiere dos millones de impuestos. La mente es de ese tipo.

Trate de comprender su mente. Aquí no hay nada, de modo que ¿cuál es el prove-cho y cuál es el déficit? Ningún déficit y ningún provecho. El pensamiento trae el déficit y el provecho. Olvide todo y entonces ¿qué queda? ¿Quién puede decirle a usted, «Mi valor es éste»? Cuesta 500, 1000 o 2000 rupias, pero el que lo dice es fal-so. ¿Cuánto cuesta para él? Él, la realidad, no se inquieta por eso. Usted hace dinero y entonces le agrada hacer exhibición de ello, mostrar que usted es rico, nada más. Nadie quiere decir que es pobre. No exhiba sus riquezas. Sus riquezas son sólo rique-zas mundanales. Usted puede hacer muchos, muchos mundos sólo con sus pensa-mientos. Usted tiene ese grandísimo poder. En un sueño, usted puede tener un avión que viene a su casa. ¿Puede ir a su casa un avión en cualquier tiempo?

La comprensión debe venir. ¿De dónde viene un pensamiento? De cero. Los pen-samientos vienen de nada. Sus pensamientos vienen siempre de cero, ¿qué hacer en-tonces? La mente es cero. Todo comienza de cero y acaba en cero. Deje que los pen-samientos vengan y se vayan, pero no los toque. Ese es el punto principal, nada más. Si usted toca cero, entonces vienen a su vida muchos problemas. Diga a sus pensa-mientos, «Yo no me inquieto por vosotros». Todo es nada. Un muchacho pobre sueña que es un rey y piensa que hará esto o aquello como rey. ¿Qué acontece cuando se despierta? Que sigue siendo un mendigo y que tiene que mendigar. ¡No diga que un hombre rico es rico! Son las gentes más pobres. ¿Por qué? Porque siempre quieren más. Usted siempre quiere algo. Si arroja un billete de diez rupias a un perro, ¿qué hará?

Pregunta: ¿Viene cero de la realidad?

Maharaj: Cuando usted olvida la realidad, entonces viene cero. Cuando usted duerme, entonces viene un sueño; de otro modo, no. De la misma manera, usted olvi-da la realidad y automáticamente la totalidad del mundo viene de eso. Todos los pro-blemas vienen de eso. Vaya al Sí mismo, repose en el Sí mismo, entonces no queda nada. Deje que todo sea, no destruya nada. Mientras usted tenga un cuerpo, tiene que usarlo. Usted no tiene que destruir nada. Simplemente no es verdadero, ésa debe ser su comprensión. Suponga que usted solía dormir en un palacio y que vienen tiempos difíciles; usted puede tener que dormir en el suelo, pero no se inquiete por eso. La mente siempre quiere las cosas de arriba. La persona realizada ve siempre las cosas de abajo. La mente siempre quiere el palacio. Mi habitación es de 10 x 10 y todo está aquí. Mi cocina, mi baño, mi dormitorio, mi comedor, mi sala de oración, todo está aquí, ¿o no? Todo depende de la mente. La mente ordinaria quiere más y más. Quiere muchas habitaciones.

Así pues, la mente trae todas estas cosas. El conocimiento es la mente, nada más. Cuando nació, ¿qué pensamientos tenía usted? Ningún pensamiento, usted estaba en el estado cero. Usted vio todo este mundo, y entonces lloró. Entonces su madre y su padre le pusieron miel en los labios, o en occidente he oído que usan brandy, y usted dejó de llorar. «¡Ah, ahora he recibido un soporte!», dijo usted. Todo el mundo quie-re un soporte en la vida.

Pregunta: Tengo la sensación de que mientras hay algún tipo de apego a algo, hay miedo de perder algo. Es como estar en un trampolín y tener que abandonar… todo. Pero hay miedo de perder algo, de perder que sé yo. A menos de que profun-dicemos realmente en el vacío o la nada, no podemos obtener la realidad, pero hay siempre algún tipo de apego o de miedo a profundizar sin ninguna garantía. Noso-tros queremos siempre alguna garantía, y entonces podemos profundizar.

Maharaj: Yo doy garantía, ¿no es así? Muera y usted no se perderá. Esa es una ga-rantía. Olvide todo, y usted es Él, ¿o no? Usted recuerda todo y se olvida de usted mismo. ¿Qué hacer entonces? Usted ha adquirido ese hábito. Alguien le dice que vaya y vea quién hay en esa habitación. «Aquí no hay nadie», dice usted. Pero usted está ahí, ¿o no? Se olvida de usted mismo. Se olvida de usted mismo y cuenta sólo todo lo demás.

Hay una historia de diez hombres que estaban de viaje y cruzaron un río. Una vez que alcanzaron la otra orilla decidieron contar y ver si todos estaban a salvo. Todos contaban sólo nueve, de manera que pensaron que el décimo se había perdido. Todos contaron y todos llegaron a la conclusión de que el décimo se había perdido. Un hombre sabio pasó por allí y les preguntó por qué estaban llorando. «Eramos 10 hom-bres y ahora somos 9. Hemos perdido a un hombre cuando cruzábamos el río». El sabio vio que allí había 10 hombres, de modo que comenzó a contar y cuando llegaba al décimo le daba un buen cachete. Todos los diez recibieron su cachete, de modo que el décimo fue encontrado. Todo depende de su mente. La mente siempre cuenta a los demás, no a sí misma.

Pregunta: En relación con la última pregunta, cuando uno llega al silencio y hay una fuerte sensación que él ha descrito como deseo de profundizar, usted ha dicho antes que ahí hay un truco, pero nosotros no lo sabemos.

Maharaj: Eso es el truco. ¿Qué hace el Maestro? Le revela sólo con un truco. Us-ted es siempre, pero lo ha olvidado. El cachete es el truco. ¿Me sigue?

Pregunta: No. Digamos que uno está sentado aquí en silencio. En ese momen-to, ¿cuál es el truco? No hay nada sobre lo que pensar y nada que hacer.

Maharaj: El truco es que todo es falso. ¡Adelante! Nada es verdadero.

Pregunta: Pero, en ese momento, uno no puede pensar sobre eso.

Maharaj: ¿Por qué no? Si usted piensa que yo estoy aquí… Si el décimo hombre estaba allí, recibió el cachete y comprendió. De otro modo, todavía estaría llorando. De la misma manera, si yo digo, «¿Hay alguien ahí?», usted responde, «Aquí no hay nadie»; ¡pero, sin embargo, usted está ahí! Eso es comprender y eso es el truco. Saber que uno mismo es un truco. ¿Cómo puedo hacer yo que se conozca a usted mismo?, ¿dígame? Debe haber un truco, nada más. Un cachete es el truco. Todo es falso. En-tonces, ¿qué es verdadero? ¿Cómo convencer? Olvide todo, y usted permanece, ¿o no? Usted está aquí, pero se ha olvidado de usted mismo y dice que usted es fulano.

(Maharaj pregunta entonces al interlocutor su nombre) Claude. Usted dice que us-ted es Claude. Yo digo que olvide a Claude. Claude ha recibido la mente, el intelec-to, y entonces viene todo. Viene el conocimiento y todo. Yo digo que olvide todo. ¿Qué queda entonces? ¿Quedará Claude? Claude no es verdadero. Queda la reali-dad, ¿o no? Si todos los pisos de un edificio se desploman, quedan los cimientos, ¿o no? Si usted quiere ver los cimientos, tiene que desplomarse usted mismo. Si usted está en el piso 21 y quiere ver los cimientos, tiene que desplomarse usted mismo. Si una burbuja quiere saber lo que es el océano, entonces tiene que romperse. Al instante deviene océano. Un grano de sal, si usted pone un grano de sal en el océano, deviene el océano, ¿o no?

La comprensión debe venir, nada más. Usted dirá ahora que es sólo un truco. Us-ted tiene que probar sólo un truco. Usted toma como verdadero lo que no es, de mo-do que debe hacerse un truco. Todo esto es falso y usted es verdadero. Entonces us-ted puede comprender. De otro modo, no; y eso es el truco. El hecho permanece siempre un hecho. En geometría usted tiene que probar el teorema. Entonces usted puede comprender que es correcto. Aquí todo es cero. El mundo es un teorema, es el problema que hay que resolver. Tiene que resolverlo usted. Resuélvalo y sólo queda usted. No hay nada excepto usted. ¡Tampoco hay ningún usted! Ningún «yo».

Si usted pone todos los ornamentos en el fuego, todo eso deviene sólo oro. Todo es oro, ¿no es así? Esto son sólo ejemplos que doy. Usted los llama brazaletes, pen-dientes, etc., y entonces viene todo. Si usted dice que todo es oro, ¿qué decir enton-ces? Si usted lleva los ornamentos al joyero y le pregunta cuál es el peso de los braza-letes, ¿qué dirá él entonces?

Si usted pregunta, «¿Quién soy yo?», ¿qué tiene que decir entonces? ¿Dígame? Cuando usted pregunta, «¿Quién soy yo?», olvide todas estas cosas y usted es Él. Con la mente usted hace muchas, muchas diferencias. Todo es unidad, nada es ex-cepto usted mismo, o Dios, o la realidad, o como quiera que usted lo llame. No hay ningún nombre que se aplique. Todos los nombres son falsos. Las palabras son falsas. Usted no puede llegar ahí. Cuando usted obtiene la dirección y entonces llega al lu-gar, al instante la dirección deviene falsa. ¿Cuánto tiempo lleva? No hay ninguna ne-cesidad de guardar esa dirección, arrójela. Dar esa dirección es un truco. Uno debe llegar ahí, nada más. La dirección es un truco. La dirección no permanece cuando usted llega al sitio. El truco desaparece. Si alguien le dice que tome una carta, y le dice la carta que es sin verla, es un truco, ¿o no?

¿Por qué se requieren trucos? Todo es cero y usted dice que todo es verdadero. Así pues, es necesario probar que es cero. El Maestro prueba primero que todo es ce-ro, que todo viene de cero. Entonces, «¿Quién soy yo?». «Yo» también es cero. El que sabe esto es Él. Ese es el truco. Finalmente, usted tiene que decir que todo es una sombra de la realidad. El mundo es una sombra de la realidad. ¿Cómo puede ser ver-dadera una sombra? ¡No! Todos éstos son trucos, nada más, para hacerle comprender que usted es Él.

Cristo dice, «Conócete a ti mismo y conocerás el mundo». Esto es también un truco, ¿no es así? Cristo dijo que él era Dios. Él comprendió el truco y entonces sus discípulos le mataron. Usted no puede remediarlo. La mente no estaba muy abierta en aquella época. Hoy día, el intelecto ha crecido muy apreciablemente. Así pues, yo puede decir muy libremente —sin inquietarme— que usted es Dios. ¿Cómo puede ser uno Dios? De acuerdo, usted tiene razón, pero el que lo dice es Dios. El que no cree en Dios, también es Dios, ¿qué hacer entonces?

Éstos son los trucos, nada más. El que ha hablado antes ha preguntado por qué la mente trae los pensamientos. Comprenda su mente y los pensamientos no vendrán nunca a usted. ¿Qué significa que comprenda su mente? La mente es un pensamiento. Pensamientos malos o buenos vienen, vienen y se van en usted. Ellos no se quedan. No tienen ninguna entidad. Vengan los pensamientos que vengan, hay seguridad de que se irán. Un sueño viene y después se va. Los pensamientos son como el viento.

Pregunta: ¿Son lo mismo la mente y la memoria?

Maharaj: Sí, las historias que vienen a la mente son la memoria.

Pregunta: La memoria se necesita, ¿no es así?

Maharaj: ¿Qué significa la memoria? Si usted tiene mucho intelecto, entonces re-cuerda muchas cosas. La comprensión hace menor la memoria; entonces su memoria deviene breve. Yo olvido en una fracción de segundo.

Pregunta: Si yo quiero volver a algún lugar se necesita la memoria.

Maharaj: La memoria se necesita. Pero usted sabe que los caminos son todos fal-sos. Los caminos no son verdaderos. Una vez que usted conoce la vía, los caminos no permanecen. Hay memoria en usted, pero usted puede cambiar eso con su propio pen-samiento.

¿Qué hace un médico? Usted recibe alguna medicina y entonces está bien. «Oh, es un médico muy bueno», dice usted. Pero finalmente, usted tiene que morir, ¿o no? Mi Maestro decía que ningún médico le hace a usted eterno. Sólo un Maestro puede darle la comprensión de que usted no ha nacido nunca y de que no morirá nunca. Ese es un Maestro verdadero. Los otros son sólo supuestos médicos. Le dan medicinas, pero sin embargo usted tiene que morir más pronto o más tarde. No se necesita nin-gún médico para la muerte. Si se comprende a usted mismo, la cuestión de la muerte no viene a su mente. Usted no morirá nunca, usted no ha nacido nunca. Entonces usted se siente siempre libre. ¿Por qué inquietarse?

Todo el mundo tiene miedo de la muerte. ¿Qué acontecerá, qué acontecerá? Yo puedo decirle que ahora mismo esto es un cuerpo muerto. Si la corriente o la conexión está aquí, entonces habla. Si la corriente está aquí, entonces da luz; si viene la desco-nexión, entonces muere. Se va. Entonces todos ustedes lloran. Él no llora. El que muere no llora nunca, ¿o llora? La muerte no viene nunca a usted, eso usted puede comprenderlo.

«Oh, ha sucumbido a sus achaques», dicen. Después de la muerte, él no sabe si había o no había achaques. Todo ha desaparecido. La memoria está aquí, ¿hasta cuando? Mientras la toma como verdadera, la memoria permanece. Si usted dice que es falsa, ¿entonces qué? ¿Qué memoria tiene que guardar usted? Cuando se conoce a usted mismo, entonces no hay memoria. La memoria es una parte de la mente, nada más.

Si usted es un hombre pobre piensa sólo para el día y con su dólar compra sólo pa-ra el día. Usted no se inquieta por el día siguiente. Cuando viene el siguiente dólar usted compra de nuevo. Usted no se inquieta mucho acumulando. La memoria tras-torna mucho la vida. Cuando usted duerme, cierra las puertas y las ventanas para que ningún ladrón entre dentro. Así pues, se mete a usted mismo en una prisión, ¿o no? Ahí no se necesita ningún vigilante. Usted no sale nunca de ella. Usted permanece en la prisión, sólo para conservar el recuerdo de su dinero en su caja.

Yo no cierro nunca mis ventanas. Cualquier ladrón puede venir. ¡Qué se lleve lo que hay! No puede llevarse nada de mí. Puede llevarse muchas cosas, no hay mal en ello. Yo no soy esas cosas. Nadie puede robar lo que yo soy. ¿Cómo puede usted robar lo que alguien es? ¡Es imposible! Conozca su mente y usted es Él. Ésa es la comprensión final. Nos veremos mañana.

6 de agosto de 1999

Pregunta: Si no hay ningún acierto ni ningún error, entonces ¿hay sólo errores desde nuestro punto de vista, o todo es siempre correcto?

Maharaj: Cuando todo es nada, ¿qué será y qué no será correcto? Nada es, de modo que, ¿qué es correcto? Lo que es real es, y se lo llama la realidad. Una cosa es real, pero sin embargo no es tampoco una cosa, de modo que nosotros decimos que todo es Él. ¿A partir de qué comienza el conocimiento? A partir de cero. Comienza desde cero, ¿cómo puede ser verdadero entonces? Nada es verdadero. Cuando nada es verdadero, entonces nada puede ser correcto tampoco. Cuando usted dice que esto es bueno o que esto es malo, o que esto es verdadero o que esto es una mentira, todo eso es la obra de la mente o del pensamiento. Así pues, algo que acontece no puede ser verdadero nunca. Pero su mente dice que es verdadero, ¿qué hacer entonces?

En un sueño usted está en completa ignorancia, sus ojos están cerrados, usted está en el estado cero. Entonces vienen los pensamientos y usted ve el sueño. ¿Quién ha hecho el sueño? Ha venido de cero. Usted se ve a usted mismo en el sueño. En el sueño come, duerme y hace todo, de la misma manera que lo hace cuando está des-pierto. Puede acontecer todo. Usted se casa, tiene hijos, etc., pero cuando viene el despertar, ¿adónde va todo eso? ¿Y quién lo ha hecho? Ese usted que hace cosas en el sueño también viene de cero. Si el hacedor no es verdadero, ¿puede ser verdadero lo que hace? Todo viene de cero. De cero pueden surgir muchas cosas, pero nada, sea lo que sea, es verdadero.

Usted puede ver a muchas personas aquí. ¿Cuál es la base de ello? La ignorancia es la base. Aunque usted ve por los ojos, la apariencia de las cosas nunca es verdade-ra. Usted coge el avión y va a América. Cuando usted se despierta, ¿es eso verdade-ro? El conocimiento trae muchas cosas, pero el conocimiento viene de la ignorancia. El conocimiento hace el sueño, pero viene de cero, de la ignorancia. Comienza desde cero y acaba en cero. Así pues, no puede ser verdadero nunca. El mundo no es nada sino un «agujero negro». No hay ninguna luz, nada. No existe nada y todo puede venirse abajo en una fracción de segundo. Pero usted ha devenido muy objetivo aquí por sus ojos y toma todo como si fuera verdadero. Incluso en un sueño usted deviene objetivo y se ve a usted mismo haciendo muchas cosas. Pero cuando se despierta di-ce, «¿Lo he hecho yo?» Bueno y malo y lo que es correcto son simplemente nociones de la mente. La realidad no tiene nada que ver con estos pensamientos. Los pensa-mientos aparecen en ella y los pensamientos se van de ella, pero la realidad, la base, permanece siempre.

El mundo no es nada sino un completo sueño, délo por hecho. Cuando duerme, usted olvida todo. Olvida a su esposa, su casa, olvida todo. A menos que olvide to-do, el sueño no viene. Un pensamiento puede mantenerle despierto. Pero cuando us-ted está en completo sueño, en el estado cero, viene un pensamiento y entonces apa-rece el sueño. Viene de cero, y si usted va a la raíz de todo, todo viene de cero o el espacio.

Suponga que usted se encoleriza y golpea a alguien. Después de un segundo, ¿adónde ha ido? Se ha ido con el viento. El viento viene del espacio y vuelve al espa-cio. Un ciclón viene del espacio, y ¿dónde acaba? En el espacio. Nadie puede decir adónde ha ido.

Los pensamientos vienen de la misma manera. ¿Puede usted detener sus pensa-mientos? La mente es pensamiento. La mente quiere pensar siempre. Así pues, ¿cómo encontrar la realidad? Viene un pensamiento, después viene otro pensamiento, des-pués usted olvida ese pensamiento, y entre eso, la realidad es. La realidad no se va nunca.

El conocimiento penetra por todas partes. Usted estaba en la matriz de la madre y se hizo esa conexión. La conexión es simplemente conocimiento. De este conocimien-to vienen pensamientos buenos y también pensamientos malos, tanto lo amargo como lo dulce. Si usted tiene pensamientos malos, ¿deviene usted malo? Y si tiene pensa-mientos buenos, ¿deviene usted bueno? ¡No! Si siente que usted es el cuerpo, enton-ces le afectan estos pensamientos.

El despertar debe tener lugar aquí. El mundo no es sino un largo sueño, nada más. Ahora depende de usted como lo tome. Después de comprender, usted puede repre-sentar su papel y hacer su deber. Así pues, represente bien su papel y en ello está la honra. Tenga usted el papel que tenga, represéntelo bien, pero comprenda que es un papel y no usted mismo.

Las mujeres dicen que son mujeres y los hombres dicen que son hombres. ¿Qué hacer entonces? El cuerpo no es nada sino carne y huesos. Es su pensamiento el que dice que usted es esto o aquello. Así pues, usted está hecho de pensamientos y los pensamientos vienen de cero. Usted no existe. Usted siente, «Yo existo», pero esa existencia misma es falsa. Debe venir la comprensión de que todo viene de cero. ¿Qué es correcto y qué es incorrecto en cero, dígame?

Suponga que un hombre deviene una mujer en un drama. Actúa como una mujer y deviene la heroína, pero su sensación interior es que él es un hombre. La sensación interior que se requiere es que usted es Él y nada más. Pero usted no acepta eso, ¿qué hacer entonces? Los ojos están habituados siempre a ver cosas falsas, no ven nunca las cosas verdaderas. ¿Qué queda después del sueño? Es lo mismo aquí. Todo lo que es creado viene de cero, de modo que usted debe ir más allá de cero… ¿pero dónde ir?

Una persona realizada va a esa vía en el espacio. Sea ahí y comprenda ese espacio; entonces olvide ese espacio y usted es Él. ¿Cuánto tiempo lleva? La mente no quiere aceptarlo. Ahí no hay ninguna palabra «realidad», nada que pueda usarse, pero noso-tros tenemos que decir «ilusión» o «cero». Del mismo modo, decimos la palabra «realidad». Pero no hay ninguna palabra para eso y las palabras no pueden llegar ahí. Más bien retroceden de ahí.

Así pues, lo que comienza desde cero no puede ser verdadero. Represente el papel que represente, haga lo que quiera, eso es su elección; pero comprenda que no es ver-dadero. Sin embargo, usted lo toma como verdadero, ésa es la diferencia. Ésa es la diferencia entre el que está realizado y el que no lo está. Se incline usted donde se incline, Él está ahí; Él está por todas partes. Excepto Él no hay nada. Todo lo que usted ve y percibe es nada.

Usted ve un sueño, el sueño aparece en usted. ¿Quién ha hecho ese sueño y quién lo demuele? Cuando usted despierta, el palacio que ha soñado desaparece, no queda nada. Cuando uno muere, ¿qué queda? El mundo ha desaparecido para él. No queda nada. Mientras usted está en el sueño, siente que es verdadero. Cuando una burbuja se rompe en el océano, las otras burbujas lloran, pero el océano ríe. Cuando usted de-viene el océano, entonces la inquietud desaparece. Debe venir la comprensión. No es muy fácil y tampoco es muy difícil. La filosofía es muy fácil.

Todos son Él. ¿Qué más hay? Sea a la vez dentro y fuera, eso es el punto princi-pal. Compréndase a usted mismo, «¿Quién soy yo?» Sea como la pantalla, todo viene y se va, pero la pantalla permanece. La pantalla no hace nada, no toca nada. Llora y también canta, pero siempre permanece intocada. La comprensión debe estar aquí, haga todo y diga que no es verdadero. Lo que no es verdadero, siempre es no verda-dero. Sea siempre fuera de ello. Olvide todo. Si usted no está ahí, ¿quién gozará? Usted puede gozar, pero no lo tenga por verdadero. Sea en el agua, pero no se moje. Usted toca y siente inquietud, y entonces vienen todos los problemas.

El niño de un año está aquí. Su padre acaba de morir y él no lo sabe. Sin embargo llora por la leche, de modo que su madre tiene que dársela. Así pues, la ignorancia es mejor que el conocimiento, ¿o no? Lo que usted sabe no es nada.

Todos los libros mitológicos le alaban sólo a usted. Ellos no pueden darle la cosa real. Incluso el Maestro no puede decirla tampoco. El Maestro le lleva a ese punto y entonces dice, «Ahora, saborea por ti mismo». No hay ninguna dualidad, sólo hay unidad. Olvidar todo significa dormir, ¿no es así? De la misma manera, olvide aquí, pero no duerma y entonces usted deviene Él. Usted no quiere olvidar aquí, ése es el punto principal. Olvide todo, diga que todo está bien, pero la mente debe decir que nada es verdadero.

23 de noviembre de 1999

Pregunta: Yo sé que una experiencia no puede ser verdadera nunca, pero qui-zás algunas experiencias pueden ser útiles para una comprensión más profunda. ¿Es así?

Maharaj: La comprensión es experiencia. Si usted pregunta, «¿Qué es esto?», cuando llega la comprensión, usted dice que es un vaso. Así pues, la comprensión viene con esta experiencia; pero, finalmente, no hay ninguna experiencia en ello, por-que no hay nadie que lo experimente.

Pregunta: ¿La realidad no experimenta nunca?

Maharaj: No experimenta nunca, cierto. De la misma manera, uno debe compren-der que no comprender es realmente ver lo falso como si fuera verdadero. La totali-dad del mundo no comprende debido a la ignorancia. Usted dice que todo es verda-dero. Usted dice que el cuerpo es verdadero, pero, cuando se duerme, el cuerpo des-aparece. No permanece. ¿Se recuerda a usted mismo? ¿Puede recordarse a usted mismo cuando duerme? ¿Puede usted decir, «Yo soy Govindas»? Usted dice que es verdadero y eso es no comprender. Es exactamente así, eso es no comprender. Eso se debe a la ignorancia.

El que comprende no tiene nada que comprender, y tampoco está en la ignorancia; Él es siempre. Donde todo es uno, ¿qué hay que comprender? Todos los ornamentos son diferentes, pero si usted comprende que todo es oro, ¿entonces qué? Si el oro comprende, entonces los ornamentos no son. Ellos existen debido sólo a su mente. Esto es una cadena, esto es un brazalete, esto es esto y eso es eso, pero no es nada sino oro. El oro no tiene nada que comprender.

Las gentes comprenden de esta manera, «Yo debo tener una experiencia». ¿Qué tipo de experiencia quiere usted ahora? Usted está aquí sin hablar, debido a que las palabras no pueden llegar ahí. La comprensión trae consigo la triada: conocedor, cog-nitividad y conocido. Compréndalo de esta manera. Al comienzo, está bien para us-ted decir, «Yo experimento esto, yo experimento eso». Eso está bien, pero sin embar-go no es verdadero. Se debe ir un poco más adelante.

Pregunta: Estoy pensando en experiencias como el mantra, o la meditación, o los bhajans. Ese tipo de experiencias.

Maharaj: Esa experiencia está bien ahora. Usted tiene que experimentar eso. Us-ted tiene que experimentarlo, debido a que su mente tiene que cambiar ahora. Estaba en la obscuridad y ahora entra en la luz. Cuando entra en la luz, la comprensión de-viene mayor. Trate de comprenderse a usted mismo. ¡A usted mismo ahora! Todo está aquí, pero yo no soy tocado por ello de ninguna manera. Todas las imágenes se ven debido a que la pantalla está aquí. Si no hay pantalla, no hay imágenes; pero la pantalla no es tocada de ninguna manera.

Usted dice siempre, «¿Es verdadero o no es verdadero?» La pantalla no se inquie-ta nunca por eso, no siente nunca nada. Así pues, cuando las imágenes desaparecen, la pantalla no llora. ¿Llora la pantalla? Aparece el «Fin» en ella y todo el mundo se va a casa. La exhibición de algo, entontece a los demás. La ilusión es así. La realidad es también así, debido a que la ilusión no existe. La ilusión puede ser vista, la realidad no puede ser vista. ¿Por qué no? Porque ella es, y lo que es no puede ser visto. Usted lo ve debido a que no es verdadero. Sólo lo que no es puede ser visto. Usted dice, «Yo veo esto, yo veo esto».

Aquí todos los nombres son diferentes, ¿no es así? Pero aquí, si usted comprende, no hay ninguna diferencia. Si su mente trabaja así, ¿qué queda que comprender en-tonces? Cuando todo es uno, ¿qué hablar?, ¿dígame? Alguien viene, pero no tiene nombre. ¿Le dice entonces usted hola, entre? Pero cuando tiene nombre, es a eso a lo que usted dice hola, entre. Haga todo, pero comprenda que no es verdadero; ése es el punto principal. Mientras el cuerpo está conectado con el conocimiento, con toda seguridad tendrá conocimiento; el conocimiento vendrá con toda seguridad, pero, no obstante, diga, lo que yo comprendo no es verdadero. Eso que no comprendo es ver-dadero, ¿qué hacer entonces?

La pantalla exhibe la imagen, pero sin embargo no es la imagen. Sea usted mismo la pantalla y entonces ninguna cuestión de experiencia permanece para usted. Las acciones aparecen en la ilusión, la cual no es, y usted la experimenta. Todo el mundo tiene un nombre diferente, ¿no es así? Entonces usted tiene la experiencia, pero ella no es. Así pues, usted tiene la experiencia. ¿Pero qué es la unidad? ¿Puede usted comprender y experimentar esa unidad? Usted no puede ver eso y usted no puede comprender eso tampoco.

Las gentes mundanales dicen que los Santos están locos. «Nosotros vemos lo que hay», dicen, pero los Santos dicen, «Eso no es verdadero, y lo que no podéis ver es verdadero». Así pues, los Santos están locos, y las gentes mundanales están cuerdos según su manera de ver; pero los Santos están cuerdos según su manera de ver. ¿Qué hay que ver en lo que no es, dígame? Esa es la única diferencia. Todo el mundo es lo mismo; todo el mundo tiene dos ojos y una nariz, pero hay una diferencia. ¿Dónde? La forma, la forma es la diferencia y la forma les hace a todos ustedes. ¿Qué les ha-ce? Lo que no es verdadero, ustedes dicen que es verdadero. Esto es esto, esto es esto. Así pues, uno debe tratar de ir a uno mismo primero. Primero, quién soy yo. En-tonces todo desaparece y no queda nada que experimentar.

El Santo ve todo, no está ciego. Tiene ojos y una nariz; puede oler bien y mal. Él huele, pero dice, «Oh, nada es bueno y nada es malo». El viento viene con un mal olor y después se va, e igualmente trae un buen olor también. Todo esto se debe al conocimiento, a que el conocimiento está aquí. Uno debe tratar de olvidar el conoci-miento. Cuando ha olvidado el conocimiento, usted está en sueño profundo.

¿Por qué ve usted un sueño? Debido al conocimiento. Usted ve lo que no es, ¿qué hacer entonces? En el sueño un mendigo deviene un rey y un rey deviene un mendi-go. De la misma manera aquí también, usted puede ser un mendigo o un hombre rico, pero un mendigo está libre de inquietudes siempre. ¿Tiene un mendigo inquietudes? ¿Pero cuántas inquietudes tiene un hombre rico, dígame? Así pues, alguien puede preguntarme, «¿Debo ser pobre?» No, no sea pobre, tenga lo que quiera, pero com-prenda que no es verdadero. Las gentes realizadas comprenden esto, de manera que son libres siempre. Ellos dicen, «Todo, ¿por qué no?» También saborean, un buen sabor, un mal sabor, pero es un asunto del cuerpo, no es mi asunto. Trate de com-prender de esta manera.

Así pues, ¿quién no tiene ninguna experiencia? Tengo que decir eso ahora. La pantalla no experimenta nada. Exhibe muchas imágenes, pero la pantalla, la realidad, no es tocada por nada. Cambia a cada momento. ¿Qué ocurre? Los cambios vienen debido a cero. El mundo viene de cero, délo por hecho, y, ciertamente, todo será cero después. Cuando usted duerme profundamente, no hay ningún mundo. Debe venir la comprensión de que nada es verdadero. Ésa es la comprensión real. Las personas ig-norantes lo toman por verdadero y por eso lloran. Cuando se rompe una burbuja en el océano, ¿quién ríe? El océano, pero las otras burbujas lloran. ¿Por qué lloran? Piensan, «uno como yo ha muerto». Lloran por eso.

La realidad no tiene nada que ver con nada. La realidad exhibe todo, de otro mo-do usted no puede ver nada. Es la base, es el fundamento real. Si aquí hay 104 pisos, pero no hay cimientos, ¿entonces qué? La realidad está aquí, pero no puede ser expe-rimentada por usted. Usted significa otro. Usted deviene otro, ¿o no? Yo soy fulano, yo soy esto, yo soy eso. Así pues, usted no puede experimentar la realidad. La expe-riencia es para los asuntos o el pensamiento o la mente mundanales. La experiencia permanece hasta la mente, pero finalmente esa experiencia no es verdadera.

La mente experimenta muchas cosas falsas. Es un mozo muy astuto. Ella no es, ella no existe, y sin embargo dice que existe. ¿Qué hacer entonces? ¿Quién puede controlar eso, dígame? Yo, mí mismo, soy por todas partes. Si uno comprende eso, entonces puede ser controlado, de otro modo no. El bien y el mal aparecen siempre en la mente. Así pues, olvide la mente, nada más. Las acciones permanecen sólo en la mente. Si no hay mente, no hay experiencia. Una persona loca, ¿qué experiencia pue-de tener? Nada. Puede hacer el amor con un perro, debido a que no tiene mente. To-do es así, ¿qué hacer entonces?

Tukaram dice, «Todos están locos». Todas las gentes mundanales están locos, porque corren detrás de las cosas falsas. Un ciervo corre detrás de un espejismo por-que piensa que hay agua. Si alguien dice, «Ahí no hay ningún agua», dirá, «Usted es un idiota. Yo puedo ver el agua». Entonces corre todo el día y, cuando llega la noche, el espejismo desaparece. Entonces dice, «¡Oh, cuán desgraciado he sido!» Pero el agua no había estado nunca ahí.

Todo el mundo quiere la felicidad. ¿Quién no quiere la felicidad? Pero no puede lograrla. Todos corren detrás de la felicidad. Hacen muchas cosas por la felicidad. Algunos beben alcohol, coñac y whisky para lograr la felicidad. Algunos Santos di-cen que se haga esto y que no se haga esto otro para lograr la realidad o la felicidad. Todo eso es falso también. No son Santos de verdad. Olvide todo y usted es Él en este momento mismo. No se necesita hacer nada.

Experimente todo, también lo que le hace daño, pero usted no es una experiencia. Usted, lo que usted es, no devendrá nunca una experiencia para nadie. La persona realizada experimenta todo, pero, sin embargo, no le toca nunca. Uno debe estar fuera de ello de esta manera. Sea en el mundo, esté en el mundo, no hay ningún mal en ello. ¿Por qué desechar el mundo? Esto es mármol, ¿no es así? (Maharaj señala a un tablero de mármol). ¿Por qué romperlo? Déjelo estar ahí. Puede ser una cosa bonita de ver, pero diga que no es verdadero. La mente debe ser de ese tipo. Si alguien trata de romperlo, diga, «Usted es un idiota, ¿qué está haciendo?» Hacer algo es siempre fal-so.

La realidad es muy abierta. No necesita decir nada ni que se haga nada. No haga nada. Conózcase a usted mismo y conocerá el mundo. Cristo no era una persona idio-ta. Él comprendió. Si se conoce a usted mismo, entonces es conocido todo. Yo siem-pre digo, «No hay nada de qué inquietarse».

Cuando las señoras preparan y cuecen arroz, no prueban cada grano. Prueban uno y entonces dicen, «Está hecho, de modo que ahora vayamos y comamos». Así pues, pruébese a usted mismo. Lo que debe ser probado, saboreado, es que yo no existo como algo. Si usted no existe, el mundo tampoco existe, délo por hecho. ¿Dónde está el mundo? Cuando el «yo» está aquí, entonces el «usted» también está aquí. Cuando el «yo» no está aquí, ¿dónde está el usted? Pruébese a usted mismo, saboree que ese ego suyo no existe. Eso es el punto principal.

Si comprende de esa manera, entonces usted está fuera de las garras de la ilusión. La ilusión es muy fuerte. Si usted quiere dormir y viene un pensamiento, un pensa-miento es ilusión, ¿no es así?… ese pensamiento no le dejará dormir. Vino un pensa-miento y yo no pude dormir durante toda la noche. Si no hay ningún pensamiento, entonces usted dormirá a pierna suelta. ¿Quién es bueno y quién es malo? —usted no puede decirlo. Todo se debe a la mente. Como dice que usted existe aquí, esa exis-tencia debe ser eliminada. Yo no existo, esa debe ser su comprensión. Si usted no existe, entonces no queda nada.

¿Por qué está aquí el mundo? ¿Dónde está el mundo para un hombre muerto? Ha podido ser un rey o un mendigo, ha podido ser cualquiera. Trate de comprender la realidad de esta manera. Para la realidad no hay experiencias, las experiencias son sólo sus pensamientos. Usted sólo puede experimentar lo que no es. Todo el mundo quiere experiencias, ¿qué hacer entonces? Un aspirante dirá, «Yo estuve en este esta-do una vez». Cuando duerme profundamente, usted está en ese estado contiguo a la realidad, pero entonces usted no puede conocerle. ¿Qué hacer entonces?

Cuando duerme profundamente, usted olvida todo, ¿no es así? Cuando olvida todo, ¿qué tipo de experiencia puede tener usted? En la peregrinación, una mujer ha-blaba de haber estado muerta durante cinco minutos y que todo era nada. «Una pro-funda experiencia», pensaba ella. Algunos discípulos de Maestros hablan de esta ma-nera. Yo les digo, ¿puede usted tener esa experiencia aquí o no? Usted está muerto, ¿no es así? Eso fue una experiencia bonita, pero ¿siente usted esa experiencia ahora? —yo quiero preguntarle esto a esa mujer. La mente ansía las experiencias, pero las experiencias no son verdaderas nunca. Lo que viene y se va no puede ser verdadero nunca. ¿Qué tipo de experiencia puede tener cuando usted no existe? Existe el pen-samiento «yo», pero sin embargo «yo» no existe. La comprensión debe venir de esta manera.

La realidad desconcierta mucho. Es difícil de comprender. Es por todas partes, pero, sin embargo, usted no puede verla, debido a que los ojos sólo ven las cosas fal-sas; ven lo que no es. La mente también ve las cosas falsas, lo que no es verdadero. Los ojos deben ver, usted no es una persona ciega, pero diga que no es verdadero. Esa es la manera de comprender verdadera y mi Maestro, Siddharameshwar Maharaj, daba esa comprensión. Es difícil decir, «Yo estoy en el agua, pero aquí no hay ningún agua». Para el que dice que no es verdadera, no hay ningún agua, el agua no perma-nece. Estar en el agua y fuera del agua es lo mismo. Éstos son los puntos más altos, pero las gentes no pueden comprender.

Ayer alguien estuvo diciendo, «Yo tuve esta experiencia, o esa experiencia», ¿qué hacer entonces? Lo mío y la mente no son verdaderos. Cuando usted no es verdade-ro, la mente es falsa, y mí mismo y mío son igualmente falsos. Cuando usted dice que esto es mío, el ego permanece; cuando dice que es suyo, la mente no permanece. Si usted permanece, la mente permanece. ¿Por qué dicen los Santos que nada es? ¿Por qué? Porque nada es mío. Lo que no es suyo, usted lo llama mío. Usted dice mío, mío, mío.

Los Santos no son ciegos, ven el mundo, pero sin embargo dicen que nada es ver-dadero. El Santo siente este mármol y dice que es duro, pero no necesita romperlo. Actúa como un hombre que siente. Así pues, ¿dónde ser sin mente? Si usted le da realidad, la mente viene entonces. Si usted dice que no es verdadera, la mente no viene. Ahora depende de usted. Así pues, mí mismo y mío son los dos falsos. En la realidad no hay ningún mí mismo ni mío.

¿Dice la pantalla alguna vez que ésta es una imagen buena? ¿O una imagen mala? La pantalla no lo toca, pero exhibe todo. De la misma manera, la realidad exhibe todo y ahora depende de usted cómo tomarlo, cómo aceptarlo. Hay una manera de aceptar y el Maestro le muestra esa manera. Así pues, el Maestro es grande, y una vez que usted mismo tiene esa grandeza, siente algo por él, ¿o no? Entonces adórele sólo a él, nada más. Pero, ¿a quién adorar entonces, puesto que no queda nadie que adore? No obstante, puede haber lucha entre el discípulo y el Maestro.

En la Gita, finalmente, Arjuna y Krishna luchan. Uno debe luchar con el Maestro también. Entonces puede comprenderse a usted mismo: yo soy esto. Entonces usted deja el «yo», y entonces olvida todo. De otro modo, el ego vuelve de nuevo. Usted le dice al Maestro que él le ha hecho la realidad: yo soy la realidad ahora y usted puede hacer lo que quiera, puesto que estoy preparado para resistirle. El conocimiento es de usted, pero estoy preparado para resistir. Es una vía dura, porque el «yo» permanece, ¿no es así? Ahora yo he devenido Él, yo comprendo todo. El «yo» debe ser resistido u olvidado, y entonces puede decir que usted es por todas partes. Si usted dice que esto es mío, eso es limitado; si dice que es suyo, es ilimitado. Sea ilimitado y manten-ga abiertas sus puertas; deje que entre todo el mundo. Olvide todo.

Así pues, la experiencia es de la mente. La mente siempre quiere conocer algo. Diga a la mente que lo que usted sabe no es verdadero, y si prosigue de esta manera, usted puede comprenderse sin ninguna experiencia, porque usted es siempre abierto. Cualquiera puede entrar, no hay ningún mal en ello. Si viene un ladrón, deje que en-tre. Si viene una persona rica, deje que entre. Déjelos entrar, debido a que usted no los toca. Usted puede ser una persona rica o pobre, pero nadie es rico y nadie es po-bre. Usted tiene que luchar con el Maestro de esta manera. La lucha es necesaria. Ese ego viene y ese ego debe ser comprendido. A menos que comprenda ese ego, usted está perdido.

Así pues, siempre digo que el conocimiento es una piedra de tropiezo; el conoci-miento viene y eso es una piedra de tropiezo. Yo conozco todo, ¿por qué debo in-quietarme? ¿Por qué debo hacer esto? Haga todo, pero diga, yo no lo hago. Beba el vino, pero no debe subírsele a la cabeza. Beba el vino, y si se le sube a la cabeza, en-tonces ha ocurrido algo. Si usted puede contar su cambio después de beber, dé por hecho que no se le ha subido a la cabeza; el mundo está ahí, pero no se le sube a la cabeza.

Si la comprensión viene, entonces la experiencia no viene. Todo el mundo quiere esa experiencia, pero olvide esa experiencia. Cuando usted es siempre Él, ¿qué hay que experimentar? Su nombre es Bob, ¿tiene él que decir algo sobre esto? ¿Acaso va a estar repitiendo, yo soy Bob, constantemente? ¿Qué tiene que decir? Pero cuando algo viene a la mente y dice que él es Bob, eso es ego. Olvide eso, usted es siempre, no hay ninguna necesidad de recordar a Bob. Bob no olvida nunca a Bob. ¿Cómo puede Bob olvidar a Bob? Él es Él. Pero Bob no es verdadero, y si ésa es su com-prensión, ésa es la comprensión real. Sea ahí, pero diga, yo no existo.

Beba el vino, pero no debe subírsele a la cabeza. ¿De qué está borracho todo el mundo? De ignorancia. Usted dice que todo es verdadero, ¿qué hacer entonces? «¿Qué puedo hacer ahora? Mi mente está en la dualidad. ¿Qué hacer entonces? ¿De-bo hacer esto o debo hacer eso?» Sea suficientemente fuerte para eliminar esa borra-chera. La borrachera no debe venir a usted, nada es verdadero. El vino es verdadero, la borrachera no. Vea todo, pero diga que nada es verdadero; entonces la borrachera no viene a usted. Los Santos son pobres, y si un rey se les acerca, no tiene tiempo de hablarle, no se inquietan por él. ¿Por qué? Porque no viene a la mente ninguna borra-chera.

Uno debe tratar de experimentar-Le de esta manera, sin hablar. Pero usted dice, «Yo he tenido esa experiencia». Cuando viene la experiencia, usted está perdido. Para Él no hay ninguna experiencia. Él es muy abierto. Los ojos tienen la experiencia en la mente, pero es muy pequeña. Hay un mosquito, ¿cómo puede conquistar el cuerpo humano? Le pica y entonces muere. El mosquito es el ego. Olvide todo, olvi-de el ego y diga que yo soy Él sin decirlo, y ésa es la experiencia. Nada más. ¿Cuál es su nombre?

Respuesta: Alexia

Maharaj: Cuando usted es joven, usted es Alexia; y cuando usted es vieja, es también Alexia. Esa Alexia no difiere. ¿O difiere? Cuando usted es joven dice, «Yo estuve haciendo esto y aquello, y ahora soy vieja y no puedo hacer esto. Subía las escaleras en un segundo, y ahora me lleva diez minutos». Éstos son asuntos corpora-les. La experiencia es la misma. Si usted deviene vieja, el cuerpo deviene viejo, pero usted no deviene vieja. La realidad es la realidad siempre, y usted es Eso. ¿Dónde olvidar, dígame? ¿Y cómo olvidar? Debido a esta ilusión, las cosas falsas vienen a la mente, y se olvida de usted mismo. Usted es siempre Él. Haga todo, pero diga que no es verdadero. ¡Tenga ese coraje!

Alguien ha hablado sobre presenciar. No, yo no estoy de acuerdo con este con-cepto. ¿Qué es presenciar? Usted lo toma como verdadero, ¿o no? Lo que no es, ¿qué presencia lo que no es? Sólo lo que es presencia. Todo el mundo es Él, y eso es la pre-senciación real. Muchos Santos dicen que se presencie. ¿Qué presenciar? En una frac-ción de segundo todo ello deviene cero. ¿Por qué presenciar esto? Yo puedo romper este mármol ahora y convertirlo en las partículas más pequeñas hasta que desaparezca. Así pues, ¿qué será presenciado? ¿Qué es el presenciador? Las cosas falsas no deben ser presenciadas. La realidad está siempre aquí, olvide la presenciación. Presenciar significa que viene la tríada. Usted deviene algo y entonces experimenta algo. Es el proceso de conocer o experimentar todas estas cosas falsas. La presenciación no es verdadera. El presenciador ha hecho la totalidad del mundo. En ese conocimiento, todo lo que no es ha devenido verdadero.

Pregunta: Así pues, cuando el maestro dice que presencia esto, significa en realidad que la mente todavía existe.

Maharaj: Sí, la mente existe. De otro modo, ¿quién presenciará?

Pregunta: Usted está poniendo algo junto…

Maharaj: Sí, sí. El conocimiento ha devenido algo, eso es presenciar. Olvide eso. ¿Qué queda que presenciar entonces? Todo el mundo habla sobre la presenciación y también pueden hablar sobre hacer meditación. Muy bien. Al comienzo se necesita la meditación para sutilizar su mente. Cuando la mente deviene sutil, ¿entonces qué? Entonces las preguntas vienen solas a su mente, y estos planteamientos, como «Yo tengo que presenciar, yo tengo que presenciar», no permanecen. ¿Presenciar qué? Us-ted presencia lo que no es. Si hay algo en la mente, usted no puede dormir. Un pen-samiento le mantiene despierto. Usted está en la cama ocho horas, aunque no pueda dormir. La presenciación es como eso. Si olvida la presenciación, entonces usted no permanece; de otro modo, usted está todavía ahí. El que presencia, permanece siem-pre.

Cuando usted cocina legumbres, para hacer que vayan más rápida y fácilmente en el estómago, les pone bicarbonato. Venir aquí es como eso. Ponga el bicarbonato en todo y haga que vaya más rápido; así no le dolerá el estómago. Cuando usted presen-cia, lo toma como verdadero. ¡Olvide eso, échelo fuera! El bicarbonato no se necesita cuando usted no necesita cocer legumbres. La realidad no puede ser cocinada de esta manera. Sólo puede ser cocinada por la comprensión. Cuando usted cocina algo, dice «Yo lo he hecho, yo lo he hecho». Usted se enorgullece, ¿o no? Así pues, cocine todo y diga, «Yo lo he hecho». Pero diga también que no es verdadero. De esta manera la mente deviene más fuerte. La mente debe ser fuerte.

Las gentes van a muchos Maestros, pero usted vaya a un Maestro que pueda eli-minar hasta la partícula más pequeña. Cuando usted va a rasurarse, el barbero le afeita primero hacia abajo, pero todavía quedan restos. Entonces le afeita hacia arriba para quitarle todo. Si hay restos hay inquietud. Sea sin restos, y no habrá inquietud. Diga que no es verdadero, ¿cómo puede venir la inquietud a usted?

Así pues, todo el mundo corre detrás de las cosas falsas. Las gentes dicen que es-tán perdidos, que son infelices. ¿Qué es la infelicidad? Que usted corra detrás de las cosas falsas.

Si comprende que usted es Él, usted es feliz siempre. Si anda corriendo detrás de las cosas mundanales, el mundo le dará inquietud. Usted no tiene que ir detrás de nada. Cuando duerme profundamente, usted está fuera de toda inquietud durante unas cuantas horas; pero cuando se despierta, usted se inquieta por lo que hacer o no hacer, por esto y aquello. No hay ningún límite para eso. Olvide todo eso, usted es ilimitado; entonces no hay nada de qué inquietarse. Diga, «Yo no tengo ningún lími-te». Si usted comprende eso, entonces todos los límites desaparecen y no queda nada. Todo deviene no verdadero. Permanezca así.

Así pues, no se requiere experimentar. Él no puede ser experimentado. Si usted Le experimenta, entonces no Le conoce. Incluso conocer-Le no es correcto, porque ¿quién conocerá a quién? La experiencia es siempre de alguna otra cosa. Así pues, no hay ninguna experiencia de Él. Él es muy abierto. ¿Qué experimentar entonces? Las gentes corren detrás de la experiencia y finalmente mueren. Ése es el punto principal. Mientras esté vivo, sea en ello y fuera de ello. ¿Cuánto tiempo lleva eso? Así pues, yo digo siempre, «Sea en el agua, pero diga que el agua no me toca». Tenga suficiente coraje para decir eso. Usted puede estar mojado, pero no obstante, diga, «Yo no es-toy mojado». La comprensión debe ser así. Así pues, no se requiere experimentar, y lo que usted experimenta no es verdadero. El que no puede ser experimentado es ver-dadero.

¿Alguna otra pregunta? Su pregunta ha desaparecido ahora. Vamos, haga otra pregunta, o si no, yo mismo me detendré.

Pregunta; ¿Qué deberes tiene una persona realizada?

Maharaj: No tiene deberes, es sin deberes. ¿Qué deberes tiene, dígame? Cuando usted duerme profundamente, ¿hay ahí algún deber? El que realiza, duerme profun-damente. El hacedor no es verdadero, no hay ningún deber para él. ¿Para quién son los deberes? ¡Para los trabajadores! El Maestro o el Rey no tiene ningún deber.

Pregunta: Así pues, ¿es Maharaj nuestro deber? ¿Somos nosotros los discípulos como trabajadores y tenemos ese deber?

Maharaj: Mientras usted es un discípulo, tiene un deber. Diga, «¡Yo soy Él!» En-tonces no hay ningún deber. ¿Cuánto tiempo lleva eso? Permanezca fuera y usted no ha violado mi habitación. Si usted pone un pie en esta habitación, yo puedo ponerle una denuncia. Si usted está fuera, entonces no se le puede denunciar. El discípulo tiene una denuncia, una denuncia por violación. ¿Qué hacer entonces? Usted está violando la realidad. No haga eso; diga, «Yo soy Eso». ¿Qué queda entonces? No queda nada.

Así pues, el discípulo, mientras es un discípulo, piensa como un discípulo. ¿Qué hacer entonces? Ahora depende de usted. Suponga que un Rey hace algún deber. ¿Quién puede llamarle Rey? Nadie. Ahora depende de usted cómo actuar una vez que tiene la comprensión. Sea un rey o un trabajador, para mí no hay ningún deber.

Así pues, él duerme profundamente y no se inquieta por nada. Pero si entonces siente, «¿qué hay sobre mi estómago?», ¿por qué debe inquietarse por eso? Todo el mundo lleva su estómago consigo a dondequiera que va. Olvide ese estómago. Si el estómago sigue estando después, entonces no ha comprendido. Olvide todo y no se inquiete. El Maestro está aquí. Maestro significa el que ha dado esta comprensión y ése es su único deber. El Maestro está aquí y su deber es ver que el estómago reciba, ¿o no? ¿Por qué inquietarse? Si usted no recibe, muere. Muy bien, que muera. Usted no es el estómago. Vacíe su estómago y ésa es la manera real de comprender la reali-dad.

Ningún deber. El deber no viene para él. ¿De dónde viene el deber? El deber vie-ne de lo que no es verdadero. Cuando duerme profundamente, ¿qué deber está usted haciendo, dígame? Usted está yendo a cero y ése es el deber. Si comprende la reali-dad, entonces no hay ningún deber para usted. Eso no permanece. No hay ningún deber para una persona realizada. Si alguien hace una pregunta, responde debido a que las personas ignorantes están ahí. Están llenas de infelicidad, aunque han recibido en ellas la felicidad real. Sin embargo, preguntan qué hacer, qué hacer. Así pues, el Maestro es benevolente y da. ¿Pero qué decir cuando todo el mundo es Él? Él habla, ¿pero qué decir? El Maestro muestra que todos son Él. Así pues, váyase, no me hable. Yo estoy hablando hoy. ¿Por qué no hablar? Sin embargo, no es un deber. El Maestro no hace nada.

Uno debe sentir que yo soy todo, que yo he recibido todo. Pero las gentes son así… no comprenden. El Maestro es un pobre, sin embargo ha recibido todo; el Maes-tro comprende. Sea de esa manera. Sea el pobre y diga, «Yo soy el Señor del mun-do». ¿Por qué? Porque todo esto es nada. Así pues, ser el Señor de nada es muy fácil, ¿o no? De lo que no es, ¿cómo ser el Señor de lo que no es? Usted ha devenido un esclavo de cero. No sea el esclavo de cero, sea su Señor y entonces regocíjese. Eso es la realidad.

Pregunta: ¿Son de la mente todos los sentimientos?

Maharaj: Si no hay mente, no hay sentimientos. ¿Hay sentimientos en el sueño profundo?

Pregunta: ¿Y los sentimientos que uno tiene por el Maestro, la gratitud?

Maharaj: Eso es también un sentimiento, y si él quiere eso está bien; pero si no quiere, eso está bien igualmente, aunque hay una diferencia entre los dos.

Pregunta: ¿Tienen sentimientos también las personas realizadas, experimentan sentimientos?

Maharaj: Mientras el cuerpo está aquí, la mente está aquí, y los sentimientos deben estar también aquí. La diferencia es que el Maestro usa sus sentimientos de la manera justa y la persona ignorante no. A lo que no es verdadero, el Maestro no lo llama ver-dadero. Las acciones de una persona realizada son congruentes, las de una persona ignorante no son congruentes.

Pregunta: ¿Qué hay sobre los sentimientos de agrado y de desagrado?

Maharaj: ¿Por qué lo dice de esa manera? No hay desagrado. Todo es bueno para él.

Pregunta: ¿Todo el mundo es lo mismo?

Maharaj: Sí, todos son.

Pregunta: ¿Son lo mismo todos los discípulos del Maestro?

Maharaj: Lo mismo, sí. Si siente de otro modo, ¿cómo puede ser un Maestro? El Maestro da el conocimiento a todos, ¿o no? El profesor da lo mismo a todos. El que lo acoge deviene de primera clase. Algunos aceptan más fácilmente que otros. Pero entonces viene el ego a aquellos que sienten que tienen más conocimiento. Mate al ego. El discípulo verdadero siempre está callado. El Maestro habla para todos. Algu-nos escuchan, otros no escuchan; eso no supone ninguna diferencia para el Maestro. En eso no hay sentimientos. Cuando le vienen sentimientos al Maestro, los usa de la manera justa, y eso es el punto principal.

24 de noviembre de 1999

Pregunta: ¿Cuándo lucha el discípulo con el Maestro y por qué?

Maharaj: El Maestro dice que usted es Él. Así pues, por su gracia, usted ha deve-nido Él. Así pues, éste es su mundo ahora. Usted puede hacer lo que quiera contra mí. El Maestro habla de esta manera. Si usted quiere hacer algo, puede hacer algo contra mí. No hay mal en ello. Yo estoy preparado para eso. ¿Me sigue? Eso es lo que signi-fica. Es la vía más dura. Al discípulo se le ha dado la comprensión de que es Él. Así pues, se dice, «Yo soy Él ahora, ¿por qué inquietarme por nada?» Algunas cosas no son para decirlas en público, pero a mí no me importa decirlas. Entonces, ¿qué tiene que hacer usted? Hay tres maneras diferentes de acercarse a la comprensión.

La primera es que todo el mundo es Él. La segunda es, yo soy Él. El «yo» está aquí en una forma sutil, de otro modo ¿cómo puede luchar con el Maestro? Usted me ha hecho esto. Yo estoy preparado para aceptar cualquier cosa, de modo que haga lo que quiera contra mí. Ésta es la vía más dura. La tercera vía es la vía media, usted es Él, o el Maestro es Él, y yo no existe. Así pues, él adora al Maestro. Usted es Él, todo el mundo es Él, ¿entonces qué? Yo no existo. Así pues, hay tres tipos de dedicación aquí. Todo el mundo es Él, está bien. Todo el mundo está aquí, pero en esto hay al-gún grado. Yo soy Él. Usted me ha hecho Él. Ahora hágame lo que quiera. Yo estoy preparado para aceptarlo. La vía media es la mejor. Yo no existo, sólo Él existe.

No se inquiete. Acontezca lo que acontezca, diga «Yo no sé nada». Y cuando al-guien se incline ante usted, diga, «Se inclinan ante mi Maestro y no ante mí». Éste es un tipo de dedicación. La segunda dedicación es dura, pero fuerte. Usted tiene que tomar al Maestro como dualidad. Entonces haga lo que quiera, eso es también una pequeña dualidad.

De las tres vías, la vía media es la mejor. Es seguro que el ego volverá un día, délo por hecho. Yo puedo hacer, yo soy todo. Eso es el ego sutil. Pero usted puede luchar con su Maestro, ¿por qué no? Kabir era un medio Santo y su discípulo Kamal era un Santo completo. El Maestro no sabe nada. Dice, «Todo es correcto». Haga usted lo que haga, yo no sé.

Las gentes realizadas encuentran la vía más corta. Hay muchas vías, ¿no es así? El ego permanece siempre, délo por hecho, no importa de quién se trate. Haga usted lo que haga, el ego siempre está ahí. Así pues, esté siempre en guardia, esté siempre aler-ta. De otro modo, el enemigo entrará y cobrará vida. Cobrar vida significa que usted se olvida de usted mismo. Uno no debe olvidarse de sí mismo. El Maestro está aquí. Usted le tiene respeto y guarda ese respeto siempre. En la vía media, el Maestro está por todas partes, yo no existo. Entonces la cuestión de hacer algo o de qué hacer no permanece.

Las diferencias siempre surgen en la mente. Esto me agrada y esto no me agrada. La mente es una cosa muy astuta. Vencer a la mente no es fácil, pero una vez que usted absorbe esa mente, o pone su pie sobre ella, ya nunca le resistirá. Yo no puedo hacer nada. Yo sé, ¿pero cuál es el significado de ello? Cuando usted es Él, ¿cuál es la necesidad de hacer algo?

Los Santos cometen a menudo el error de querer, y entonces caen. Cuando la mente va a alguna parte, usted está bajo la influencia de la mente, ¿o no? La mente siempre quiere algo. No esté bajo la influencia de la mente; corte su mente. Los pen-samientos vienen, pero no se necesita hacer nada. La comprensión debe venir de esta manera. Él hace todo, yo no existo. Mientras usted existe, hay algún ego, un ego sutil que queda.

Si hay piojos en el cabello de una mujer, se necesita otra mujer para matar los pio-jos. Pero con su ego, tiene que arreglárselas por usted mismo. Diga, «Yo no existo». Cuando usted no existe, ¿por qué deben existir los pensamientos? El ego es una cosa muy insensata, sea fuera de sus garras. No está ahí, y sin embargo está ahí. Así pues, cuando usted dice, «Yo puedo hacer algo», eso significa que para usted queda algo, ¿o no? Cuando usted es Él, ¿qué queda de usted? ¿Queda algo de usted? Todo es cero, nada es.

Cuando usted comprende que todo es cero, que nada es verdadero, y todavía en-cuentra algo en su mente, ¿cuál es la utilidad de ello? Un pensamiento viene y eso es la mente. Es como un mosquito, le pica y le chupa la sangre, délo por hecho. Cuando nada es verdadero y todo es cero, ¿qué quiere hacer usted? Al hacer algo, usted está todavía en algo. Yo quiero decir eso. Cuando usted dice cero y todavía quiere hacer algo, ¿qué significa? Es cero, ¿qué hacer entonces?

Por la gracia del Maestro usted ha comprendido que todo es cero. Es completa-mente cero; así pues, ¿qué hacer y qué no hacer? No piense nunca en hacer nada. A eso se le llama Niskarma, ninguna acción de usted. Él hace todo, pero no hay ninguna acción de usted. Ello requiere un corazón y una mente fuertes. Tenga el gran coraje de ser así. Haciendo esto y eso, yo voy a ser Él. ¡No! Olvide todo, todo es cero. Lo que no es, ¿cómo puede ello tocarle a usted? Cuando le toca, significa que usted le da valor. Entonces usted deviene la criatura más pequeña. Yo quiero esto, yo quiero eso, ¿qué querer? Es como el cebo que atrapa al pez.

Cuando usted quiere algo, ¿es ello o no es? Hacer algo no es verdadero. Él no ha-ce nada. Lo que hay en su mente es, «Yo no quiero hacer nada», debido a que no hay nada que hacer. ¿Qué hacer en cero, dígame? Todos han desaparecido, ¿a quién ha-blar? No hay ninguna necesidad de hablarme a mí mismo. No se implique en el más mínimo aspecto de nada. No hay nada sino cero. Trate de comprender. Las gentes devienen apresuradas, quieren hacer. «Yo he realizado, yo puedo hacer algo». ¿Que-da algo que usted tenga que hacer? ¿Qué puede hacer usted? Si le queda algo que hacer, usted deviene la criatura más pequeña, un jiva. (Se considera un jiva al que está identificado con su cuerpo, nombre y forma, y que es ignorante de su naturaleza real). Usted no es Shiva tampoco. (Se considera que Shiva es la consciencia pura o Dios). Ahora usted es Él, y ahora usted es un jiva también.

¿Por qué hace usted? Por este cuerpo. Debe venir la comprensión. Una pizca de sal en un litro de leche, estropearía la leche y la hará salada. Un pensamiento es como eso. Usted es la realidad sin pensamientos. No hay nada de qué inquietarse. ¿Debe usted morir? La cuestión de la muerte no permanece, debido a que Él hace todo sin la mente. Él hace la acción. Mientras el cuerpo está aquí, tiene que hacerla. Actúe. No hay ningún mal en ello, pero comprenda que no es verdadero.

Usted puede luchar con el Maestro, debido a que ahora el Maestro no sigue sien-do el Maestro. Ambos han devenido uno. Así pues, ¿con quién luchar entonces? Krishna y Arjuna lucharon después. Usted puede decir algo a un Maestro; es su deseo ahora. Así pues, puede hacer lo que quiera, el Maestro no se inquieta. Pero ésa es la vía más dura. No es fácil. El Maestro ha dado esta comprensión y puede derrotarle a usted en un minuto, ¿por qué no? Él ha logrado ese poder. Cuando usted comprende esta vía, está fuera de las garras de la ilusión. La ilusión no existe. La ilusión es una ilusión.

El nombre de usted es Ramesh. ¿Dónde está Ramesh? Encuentre a Ramesh. Cuando usted no existe y piensa que existe como algo, o que ha logrado algo, ¿quién ha logrado? Éstos son puntos de comprensión. Comprenda de esta manera que usted no es tocado nunca por nada. De otro modo, dé por hecho que el mosquito le picará, quienquiera que pueda ser. Puede ser un mosquito Santo, pero también puede picar. No sea un Santo ni nada, eso es obra de la mente. Hacer algo es obra de la mente.

¿Por qué se visten de azafrán las gentes? Para mostrar algo. ¿Por qué mostrar y a quién mostrar? ¿Qué hay que mostrar? Al mostrar usted entra en la dualidad. Yo soy fulano. «¡Oh!, usted no ha pedido mi permiso, ¿por qué ha entrado?» No hay nadie en absoluto, excepto usted. Quienquiera que viene es Él. Si usted comprende eso, ¿por qué deben hacerse citaciones? Olvide las citaciones. Cuando usted hace duali-dad, las citaciones permanecen.

En occidente, usted telefonea y establece las citas. Así, ambas partes conocen la hora señalada. En el lenguaje y la cultura india, no hay ninguna palabra para cita, no hay ninguna hora para la persona. Usted puede venir como un huésped en cualquier momento. El huésped viene como un Dios y usted actúa como un Dios con él. Hoy día, en lugar de venir como un Dios, el huésped ha devenido un demonio. Ahora na-die quiere huésped ni invitados. Así pues, tenga el coraje de aceptar a cualquiera en cualquier momento. ¿Cuál es la diferencia entonces entre el Santo y la persona ordi-naria? ¿Por qué se necesitan citas?

Una mujer vino a verme. Acababa de venir del ashram de Sai Baba. Durante ocho días había tratado de obtener una cita con él y no pudo lograrlo. ¿Qué hacer enton-ces? Hay Santos de ese tipo. Usted mismo es un Santo. Cuando está en busca de un Santo, usted mismo es un Santo. La realidad está abierta siempre, a cualquier hora. En los templos se ponen ahora ornamentos de oro en los Dioses, y entonces se cierran las puertas. Cuando usted cierra las puertas, con ello ha hecho una prisión, ¿no es así? Él deviene un Dios, de modo que vienen a él los ornamentos.

Así pues, no acepte nada y diga, «No hay nada que necesite». Si alguien le pre-gunta, dígale, «No necesito nada». Él da sin pedir, ¿no es así? Acéptelo, pero diga, «¿Por qué? No se necesita en absoluto». Yo siempre actúo así. Las gentes traen mu-chas cosas. También traen medicina. «¡Oh!, es una medicina muy buena», dicen. ¿Qué hacer entonces? Uno debe comprender que «Yo no necesito nada, no quiero nada». Entonces usted es Él. De otro modo, este punto cero le picará como si fuera algo. Un buitre pica después de que el cuerpo ha muerto. No sea pasto de los buitres. Diga, yo soy Él, todo el mundo es mí mismo. Uno debe vivir de esta manera y per-manecer así.

En el sueño profundo, usted no se inquieta por nada. En el estado de vigilia, us-ted se inquieta, ¿qué acontecerá, qué acontecerá? Ciertamente, las gentes dan mu-chas, muchas cosas, incluso si usted no quiere. Si usted quiere, puede obtener cual-quier cosa. Si usted pide algo, eso le convierte en un mendigo. ¿Por qué debe usted mendigar? Sin mendigar, si alguien le da agua, diga que es leche. Comprenda de esta manera. Yo no pedí leche, pero sin embargo él me dio agua. Comprenda que no hay nada que yo necesite. Este cuerpo necesita, es una cosa miserable. Usted ha tomado un cuerpo, ¿no es así? Cuando comprende esto, entonces usted deviene el Maestro de los Maestros.

Él no se inquieta por nada. Sea como un animal que espera que las cosas vengan a su boca. Ciertamente, más allá que sus expectativas más salvajes, todo llega, délo por hecho. Pero este cuerpo y la mente no le dejan arrojarlo todo. Es como una piedra alrededor de su cuello. Arroje la piedra y los diamantes estarán a sus pies. ¿Por qué inquietarse? No obstante, los diamantes no tienen ningún valor. Si usted echa los diamantes a un perro, no tendrá el menor interés en ellos. El perro sólo quiere un hue-so. Pero usted corre detrás de todo, ¿qué hacer entonces?

¿Las gentes corren toda su vida detrás de qué?… Del dinero. Hay muchos sacer-dotes así. Dicen muchas cosas buenas, pero sin embargo su Dios es el dinero. Un pe-rro no toca el dinero, de manera que usted es peor que un perro, ¿o no? No toque el dinero, diga «Yo no lo quiero». En la India se dice que cuando alguien lleva vestidu-ras de color azafrán y alguien pone dinero en su mano, debe tener una sensación de quemadura. Debe sentir, «yo no lo quiero». La mente deviene muy fuerte entonces. Usted deviene Él. Haga lo que quiera, el Maestro no se inquieta, pero no olvide nunca lo que el Maestro le ha dicho.

Durante Diwahi, el Año Nuevo indio, justo antes de morir, mi Maestro dijo, «Ahora te he dado el poder, pero haz un uso justo de él. Ahora te he dado todos los poderes, no te inquietes, tú eres Él». Úselo de tal manera que no lo pierda nunca. La mente es una cosa muy insensata. ¿Qué hará o qué no hará?, usted no puede decirlo. Así pues, trate de olvidar la mente. «Yo no tengo pensamientos», diga eso. Yo soy la realidad sin estado. Deje que los estados vengan y se vayan. ¿Permanecen los esta-dos? No, vienen y se van.

El médico da la medicina y la fiebre desaparece. Pero la fiebre de la mente no le deja nunca. Es como la fiebre de la malaria, que vuelve una y otra vez. Así pues, diga primero, «Yo no existo», y después diga, «Yo no quiero nada», porque todo es nada. ¿Qué sacar cuando todo es nada? Cuando usted quiere algo de nada, eso significa que está enredado en eso, cautivado por eso.

A veces usted ve hormigas en el azúcar. Van detrás de ella y mueren en ella. Co-men tanto que mueren. Sea una hormiga contenida, diga que no hay azúcar para us-ted. Olvide el azúcar, olvide la mente, olvide todo y usted es siempre Él. Justamente ahora todo el mundo es Él, pero su mente no acepta esto. Su mente debe aceptarlo. Mi Maestro dijo, «ese poder que yo le he dado», y ese poder significa que usted es Él. Comprenda ese poder y actúe en consecuencia. No lo use para las cosas podridas. El poder le hace a usted Eso, es muy fuerte.

Los médicos ayurvédicos le dan a usted algo, hierbas, y se lo dan en una pequeña píldora y le cobran cien o doscientas rupias. Usted puede tomar eso, o tiene que to-mar estos dulces fuertes. Las píldoras están en una forma concentrada de modo que pueda digerirlas. De otro modo, tendrá que comer un kilo y medio. De la misma ma-nera, el Maestro le da una dosis muy fuerte, y usted debe digerirla. De otro modo, sale del cuerpo y le produce urticaria. Trate de comprenderse a usted mismo, ¿por qué no? Usted es Él ahora.

El Maestro le da a usted profusamente, sin ningún pensamiento también. Usted es Él, ¡adelante! Pero su mente no lo acepta, ¿qué hacer entonces? La mente debe acep-tarlo. Si la mente lo acepta, no hay ninguna lucha con el Maestro, así se lo digo. Cuando usted es completamente pleno, ¿entonces qué? Cuando uno toma dos o tres botellas de vino, ¿qué acontece? Que está dispuesto a golpear a alguien y a que le golpeen. Usted puede tomar vino, pero no se emborrache. La borrachera es lo peor. El mundo no es otra cosa que la borrachera de la nada, y es muy fuerte. Ella no le deja nunca. Todo el mundo dice, «Yo quiero»; nadie dice, «Yo no quiero». No se requiere nada de usted.

Trate de comprenderse a usted mismo, y entonces puede luchar con el Maestro. En caso contrario, ¿qué? El Maestro no se inquieta. ¿Por qué debe inquietarse? Él dice, «Mí mismo es Él», ¿por qué inquietarse? Si tiene un millón de rupias con usted, ¿por qué debe inquietarse el Maestro? Tenga ese coraje de luchar con el Maestro.

Así pues, el Señor Krishna y Arjuna, su discípulo, lucharon, lucharon por la com-prensión. Pero esa es la vía más dura, la vía más difícil. «Usted es Él, yo no existo», ésa es la vía más fácil. Comprenda que todo el mundo es Él. ¿Por qué inquietarse y para qué inquietarse? Si yo quiero algo de él, entonces usted se inquieta. Si yo no quiero nada de él, ¿entonces qué? Él puede dar los buenos días, eso está bien; pero a él no le importa dar los buenos días. ¿Por qué? Él no quiere los buenos días de nadie. Si él quiere, entonces usted es feliz.

Todos los títulos hacen felices a las gentes. «¡Oh!, yo he obtenido este título, he obtenido este grado». Olvide los grados. Esos grados cuelgan de usted. Si usted no está ahí, ¿quién obtendrá el grado, dígame? Esa es la lucha del Maestro y el discípulo, aunque ambos son uno. No se inquiete por nada. Mientras usted piense, «¡Oh!, yo debo obtener algo de él», usted es un mendigo. Al Maestro no le agradan los mendi-gos. Al Maestro le agradan aquellos que son Él, nada más. Tenga esa comprensión dichosa. Sea dichoso. ¿Qué sacar o no sacar de lo que no es? Olvídese de usted mis-mo y el mundo es para usted. Comprenda que no se requiere ninguna sobredosis. La sobredosis es siempre mala. Nada es verdadero y nada va a ocurrir.

Así pues, no pida nunca nada a su Maestro. Usted dice, «Yo quiero esto, yo quie-ro esto». Cuando usted quiere algo, el ego está siempre ahí. Usted quiere algo que no es. ¿Qué sacar o no sacar de lo que no es? Cuando usted quiere lo que no es, entonces está en la ignorancia. Así pues, sea lo suficientemente fuerte para aceptar lo que dice el Maestro. Luche con él, no hay mal en ello; luche con su padre, no hay mal en ello. Sea fuerte y haga lo que quiera, pero tenga cuidado de que el ego no venga.

El ego es un guardia, y si el guardia es matado, entonces no queda nada que ma-tar. Nada que temer, tenga ese coraje. Deje que acontezca todo lo que acontezca a este cuerpo, deje que acontezca y no se inquiete por ello. Y si alguien viene a matarle, tome una pistola y dispárele. Pero vaya a la mazmorra con una mente sonriente. Reci-ba su castigo por las cosas malas, ¿por qué inquietarse? No se necesita ningún guar-dia; es sólo para cuidar este cuerpo.

Así pues, muchas gentes quieren guardias. ¿Para qué se necesitan los guardias? Para guardar el cuerpo, ¿no es así? Pero si el guardia es matado, ¿qué acontecerá en-tonces? Tenga el coraje de matarse a usted mismo, nada más. Cuando usted mata al guardia, usted mata al ego. El guardia es sólo para salvar a este cuerpo, el cual es el ego. Mate a su ego y haga lo que quiera. ¿Por qué? Porque usted no está haciendo nada.

Entonces surge la cuestión y las gentes comprenden erróneamente que pueden ha-cer cualquier cosa, ¿no es así? Así pues, no tenga ningún deseo, un deseo es sólo un veneno. En nuestra lengua, el marathi, un deseo significa veneno. Cuando usted tiene un deseo, es un veneno. ¿Por qué correr detrás de un veneno? Todas las gentes corren detrás del veneno, ¿por qué? Uno tiene la seguridad de morir un día, y sin embargo no obtiene lo que quiere. ¿Hay algún final para toda esta mendicidad?

Hay un político que quiere ser Primer Ministro y que está ofreciendo un millón de rupias a cada ministro si le votan. ¿Tiene 364 millones? ¡La mente no conoce límites! Tenga el poder de matar a su hijo. El Señor Krishna pidió a Arjuna que matara a su hijo. Usted no puede sentarse sobre el trono a menos que mate a su ego, ése es el sig-nificado de esto. ¿En la vida mundana querría alguien matar a su hijo para sentarse en el trono? ¡No! Pero aquí el Maestro le dice que mate a su hijo o a su ego. El ego es la única cosa que le perturba. «Yo soy algo, yo soy algo, yo soy algo». Comprenda que usted es nada. Algo es nada, algo no existe.

Cuando duerme profundamente, ¿qué queda, dígame? Alguien dice, la respira-ción está aquí. Deje que esté ahí, no se inquiete por eso. A menos que la respiración esté ahí, usted no puede dormir. Entonces puede tener sueños, muchos sueños, el conocimiento está ahí, de modo que muchos sueños vienen a usted. No vaya detrás de los sueños, diga que yo soy Él.

Así pues, uno tiene que luchar con el Maestro para comprenderle claramente. El Maestro no se inquieta. Mi Maestro estaba aquí y las gentes estaban argumentando quién era el Dios más grande, Shiva, Ganapati, etc. ¿Cómo se puede decidir quién es el más grande? Todo el mundo tiene su opinión; así pues, ¿quién está en lo cierto? Mi Maestro sugirió entonces que cada uno trajera a su Dios favorito y que les dejaran luchar. Quien ganara la lucha es Él, el ganador real. Las gentes tienen muchas nocio-nes falsas en la mente. Hay muchas cuestiones en la mente.

Pregunta: Yo quiero aclararme cuando usted usa la palabra mente. Lo que us-ted dice es que mientras el cuerpo esté aquí, vendrán acciones y pensamientos. El problema es que eso se toma como verdadero. Así pues, los pensamientos y las ac-ciones no son el problema, el problema es que se toma como verdadero el problema.

Maharaj: Cuando usted dice que no es verdadero, entonces las acciones devienen cero, ¿o no? Digamos que hay una bomba en el camino y que no ha explotado. Traen a los artificieros para quitarle su poder, para desactivarla. El poder explosivo es la mente. Comprenda la mente, comprenda lo que quiere. Su explosividad no tiene lími-te. Al comprenderla usted tiene que hacer eso, ese poder tiene que ser desactivado. Entonces la mente deviene su esclava. Está preparada para hacer lo que usted quiera. Ahora la mente está sobre su cabeza. En la mitología india, Ganapati ha recibido un cuerpo muy grande; y ¿sobre qué se sienta? Sobre una rata. Cuando la rata se sienta sobre su cabeza, hace todo y Ganapati no come; la rata se come todo. Ganapati, por supuesto, es un ídolo. ¿Qué hace el Maestro con la comprensión? Pone esa rata bajo usted, de manera que pueda sentarse sobre ella. Así pues, la rata será despedazada, debido a que es muy pequeña y Ganapati es muy grande. Su pensamiento o su mente se ha colocado encima de usted y le destruye. Destruir significa que se come todo y todavía no es feliz. Las ratas no son felices nunca. Van a Ganapati y se sientan sobre su cabeza. El Maestro hace que la rata se siente debajo de usted. La mente es nada. Piensa muchas, muchas cosas. ¿Qué hacer entonces? ¿Puede la mente tenerlo todo, dígame? Todo el mundo quiere ser un rey. ¿Quién no quiere? Todo el mundo quiere sacar algo, un rey significa algo. Y cuando nada es, ¿qué comprar entonces? Cuando no hay mente, no hay nada que querer y nada que comprar. No dé valor a nada. Us-ted da valor a algo y entonces pierde su propio valor.

Un diamante no dice, «Yo soy un diamante». Si un diamante dice que es un dia-mante, no es un diamante. El diamante brilla en todas partes, ya sea en una caja de polvo o junto al oro blanco. Compréndase a usted mismo primero, y entonces ¿qué deviene su mente?, un pequeño ratón. Olvide su mente, déjela hacer todo, déjela co-mer, pero tenga el control sobre ella. Así pues, Ramdas dice en su libro, haga a un ladrón el guarda de su almacén. Si el ladrón trata de llevarse algo, no olvidará que el propietario está vigilándole. El ladrón no dejará que nadie se lleve nada, pero a veces él mismo quiere llevarse algo. Es un hábito, ¿no es así? Todo el mundo tiene ese hábi-to.

A algunas gentes les agrada dar de comer a todo el mundo y después, sin que na-die lo note, toman para sí mismos, silentemente. De la misma manera, si un ladrón trata de coger algo, esté en guardia. Un ladrón tiene cuatro ojos. Todos nosotros te-nemos sólo dos. El ladrón ve por detrás también. La mente tiene muchos ojos; la men-te quiere todo y quiere que usted baile a su compás. Olvide la mente. La mente es sólo un pensamiento, sólo conocimiento. El conocimiento es cero, viene de cero. ¿Cómo puede ser verdadero lo que viene de cero?

La mente no puede explotarle, pero usted puede explotar a la mente. Usted ni si-quiera tiene que controlarla. Sólo tiene que comprender que no es verdadera. Contro-lar significa que debe haber algo. ¿Qué hay que controlar en lo que es cero? Ese cero se ha apoderado de usted, y usted mismo ha devenido cero.

Sea el Señor de cero y entonces puede luchar con el Maestro. No hay mal en ello. Mientras usted es cero, ¿cómo puede luchar con él? El Maestro es más allá de cero. Compréndase a usted mismo, comprenda ese poder. El Maestro le da ese poder. Ten-ga el coraje de usar ese poder. No se entrampe en muchas otras cosas. Esas otras mu-chas cosas vienen a entramparle a usted. Diga que todo es nada. Y cuando todo es nada, ¿por qué inquietarse? Usted es Él, siempre. Sea eso y descanse. ¿Alguna pre-gunta más? Puede preguntarme.

La mente es así, no tiene existencia. ¿Qué hacer entonces? La mente danza en la existencia de usted. La mente le ha hipnotizado. No deje que haga eso. Usted tiene el poder de decir que la mente es nada. Pero ella sigue danzando en usted. Hace que se olvide de usted mismo. Usted corre detrás de todo. Y cuando llega a los sentidos, todo el mundo cae hipnotizado. No se deje aconsejar por los sentidos.

Algunos Santos no hablan. ¿Hay algún significado real en no hablar? No hablar no tiene ningún significado. Si alguien pregunta, usted tiene que hablar. ¿Cómo pue-de una persona ignorante comprender el significado interior de la enseñanza a menos que el Maestro hable?

(Maharaj cuenta entonces una historia sobre el Santo Ramdas). El Santo Ramdas y su discípulo Shivaji estuvieron aquí. Shivaji estaba en peligro y envió un mensaje a Ramdas para hacérselo saber. Ramdas dio al mensajero una nuez moscada, y Shivaji, cuando recibió el mensaje, no comprendió su significado sutil. Significaba que huyera de aquí ocultándose en un cesto de fruta. Tiene que ver con la palabra marathi para nuez moscada.

Las cosas deben estar claras para el discípulo; de manera que hay que hablarle, decirle. Y decirle muy abiertamente, «Estás haciendo mal las cosas». Pero estos San-tos quieren algo de sus discípulos. Así pues, ¿cómo pueden decirles eso? Por eso es-tos maestros guardan silencio. Y las gentes consideran esto como una grandeza del maestro. No hay ningún significado en ello. La boca se dio para hablar. Hable de las cosas de valor, que pueden llevarle a la realidad; de esa manera, usted puede com-prender.

Usted no debe bailar al compás que marque la mente. Sea el Señor de la mente, y haga lo que quiera, no se inquiete, porque no queda nada que hacer. Yo quiero decir esto, mientras queda algo que hacer, usted está en las garras de la ilusión. Olvide esa ilusión y sea Él. Eso es lo que quiero decir.

Pregunta: Desde el punto de vista del discípulo es difícil comprender lo que está haciendo el Maestro.

Maharaj: Como resultado final, el maestro lucha con el maestro. El maestro le ha-ce a usted un maestro, y entonces usted tiene que luchar con él. Arjuna luchó con Krishna después de comprender. Las personas ignorantes también luchan, pero no hay necesidad de luchar, sólo acepte lo que dice el Maestro. Si usted tiene preguntas, entonces puede preguntar un centenar de veces. No hay mal en ello. Un pensamiento es siempre un pensamiento y no es verdadero. Usted debe comprender eso.

El Maestro debe ser un Maestro real. El Maestro no debe sentir que el discípulo está luchando con él. Ahora bien, él tiene la capacidad de luchar. La capacidad debe estar en la mente, ¿no es así? ¿Por qué luchan dos abogados en el tribunal? El juez está ahí, y una parte dice esto y la otra dice esto otro. Se necesita la lucha. Pero pri-mero obtenga la licenciatura.

Pregunta: Después de la realización, ¿puede un Maestro tener experiencia tra-dicionales, como matrimonio, hijos y sexo?

Maharaj: Eso es elección suya. No obstante, en ese caso hay algo en la mente, ¿no es así? La mente sigue ahí. La mente todavía va de un lado a otro. La mente es nada, ¿qué hacer entonces? Cuando usted está haciendo algo, usted está en la mente. Usted está atrapado en la mente. Es difícil comprender porque el discípulo es ignorante. Así pues, trate de comprender al Maestro. El Maestro no tiene nada que ver con la mente. Ése es el punto principal en esto. Así pues, la cuestión de presenciar no surge. La mente es el presenciador siempre, la mente presencia todo. Cuando usted siente algo en la nada, ¿desciende usted o no? Así pues, el discípulo está en la ignorancia, pero siente plena libertad en ella y piensa que esto es para mí. El Maestro ha hecho eso, de modo que yo también puedo hacerlo. ¡Sea el Maestro y entonces hable!

A las gentes les agrada imitar al Maestro, pero no comprenden. La imitación es siempre limitada, ¿qué hacer entonces? La imitación de un diamante no puede ser real nunca. No imite; en caso contrario usted está bajo la influencia de la mente. Yo siem-pre hago hincapié en la comprensión, comprenda, comprenda. A menos que com-prenda, usted no puede ser Él. Para comprender al Maestro verdaderamente, usted debe devenir Él. El Maestro le da a usted una señal roja y otra verde. Comprenda el ego, ésa es la señal roja, eso es lo más difícil. Ponga fin a su ego. Yo no existo.

Los Maestros han encontrado la vía real. Diga que usted no existe, de otro modo el ego vuelve. Usted puede luchar conmigo, ¿por qué no? Usted ha recibido esa capa-cidad de aceptar, pero hay muchas dificultades en la vía. La vía más simple es decir, «Yo no existo». Ésa es la mejor vía, y entonces el ego no puede volver. A no ser que el vigilante esté muerto, el enemigo no puede entrar dentro.

¿Por qué se necesitan guardias si esto es un cuerpo muerto? Porque la conexión está aquí. Usted dice que es verdadera. Con la fuerza presente usted puede decir que no es verdadera, en caso contrario no puede decirlo. Pero usted hace las mismas cosas una y otra vez. Cuando usted es un contable correcto, no se inquieta porque vengan los auditores. Verifique su propia cuenta, no se ocupe de las cuentas de los demás.

Cuando usted come cordero en la India, sólo se necesita un corte para matar al animal. Ningún segundo corte. Con dos cortes nadie lo comerá. Es una costumbre muslim. Uno debe saber como cortar, hay una manera. Sólo se requiere un golpe. Sea fuera de ello con un solo golpe. Mátese a usted mismo, a su ego, con un solo golpe; entonces usted no permanece como el matador. Entonces usted puede ir a la peregri-nación, de otro modo no puede. Comprenda, usted tiene ese poder de comprender.

10 de diciembre de 1999

Pregunta: ¿Podría usted hablar sobre los tres tipos de Maya (ilusión)?

Maharaj: Todo es ilusión. ¿Cómo puede haber tres tipos? Para comprender, usted tiene que decir sólo eso. Se lo dije a usted en Andheri, pero no escuchó, no recuerda. Uno es Maha maya, que es el conocimiento mismo. El siguiente es Vidyaman maya, que es cuando el conocimiento se mueve un poco y hace muchas cosas de él. En ese momento es sutil. Cuando duerme profundamente, usted está en completa ignorancia; entonces viene un ligero despertar, y a eso se le llama Vidyaman maya. Cuando usted está en la matriz de la madre y toma nacimiento, eso es Vidyaman maya. Significa contribuir a la comprensión. A menos que tome nacimiento, usted no puede com-prender. Y cuando usted tiene el sueño con sueños, a eso se le llama Avidya maya. Cuando usted ve todo el mundo, todos los objetos, a eso se le llama Avidya maya. Usted ve todo el mundo, tanto el conocimiento como la ignorancia han aparecido; eso es Avidya maya. ¿Ve usted esto?, es mármol; esto es Avidya maya. Avidya maya significa que no es nada sino cero.

Cuando un pensamiento viene en un sueño, a veces viene pero usted se duerme profundamente de nuevo. Usted no puede ver el sueño, a eso se le llama Vidyaman maya. El conocimiento ha venido, pero usted no le da nacimiento. Así pues, la mujer a quien se llama la más alta, es llamada mujer estéril. La mujer estéril es Vidyaman maya, ¿qué hacer entonces? Si ella da nacimiento a algo, es llamada Avidya maya, debido a la ignorancia y el conocimiento. Sin conocimiento, usted no puede com-prender nada. Cuando usted dice, «¿Qué es esto?», pregunta con el conocimiento, ¿o no? Sin conocimiento nadie puede preguntar nada.

Vidyaman maya es el conocimiento. Usted recibe el conocimiento cuando toma el nacimiento. Y Avidya maya significa que usted ha devenido algo, por ejemplo, Pra-kash, de Japón. Eso es Avidya maya. Usted debe ser práctico cuando discute estas cosas. En caso contrario, las gentes dicen estas palabras, pero no comprenden el signi-ficado. «Mi nombre es Prakash, y soy de Japón», dice usted. ¿Cómo puede un hom-bre de Japón recibir el nombre de Prakash? Es lo mismo para todo el mundo. Lo que no es, lo que no existe, eso es lo que usted proclama.

Cuando dice que «Yo estoy aquí», ¿qué entiende usted con eso? Eso es el punto principal, y eso es el ego. El ego viene debido a la ignorancia. Pero ese ego es la reali-dad también. Ese ego es muy fuerte.

Cuando tiene un sueño, usted deviene algún otro en él. Un mendigo deviene un rey y cuando se despierta dice, «¿Cómo puedo ser un rey? Yo estaba durmiendo en un jergón viejo». Lo sabe al instante y eso es conocimiento. Eso que usted ve y todo el mundo que usted ve, a eso se le llama Avidya maya, eso que no existe.

Vidyaman significa eso que existe. Avidya significa eso que no existe. Pero usted dice que esto es mármol, un cuenco, cualquier cosa, o su nombre. El hombre es muy aficionado a dar su nombre siempre. Si yo pregunto a alguien su nombre y no se lo pregunto a usted, usted dirá, «¡Oh, Maharaj no me ha preguntado!» No debe sentir eso, debe sentir que usted es todo el mundo. ¿Me sigue? El que viene aquí debe com-prender al menos eso. Si no me pregunta eso, es mejor; de otro modo, usted habrá devenido otra vez Avidya maya. Así pues, cuando usted no vigila, el ladrón se lleva algo. Comprenda esto, y a eso se le llama Maha maya, Vidyaman maya y Avidya maya.

Cuando usted deviene está Maha maya, no hay nada. Así pues, usted es Dios, us-ted ha creado el mundo. Usted es el creador del mundo, délo por hecho. A menos que usted tome nacimiento, ¿quién creará el mundo? Entonces aparecen la madre y el padre, los amigos y todo. Usted está siempre inmerso en lo que acontece, no piensa nunca en usted mismo. El que piensa en sí mismo está fuera de las garras de la ilusión.

Primero encuentre quién es usted. Nadie quiere conocerse a sí mismo. Así pues, él, mi Maestro, ha escrito «La Llave Maestra de la Realización». Usted puede usarla para todo, puede usarla para cualquier coche. Si no hay llave maestra, entonces usted no puede tomar los coches. Sólo su coche. Entonces se le llama ladrón con una llave maestra. Él le dice que haga lo que quiera, que no se inquiete, pero que sepa que no es verdadero. Él le da las riendas del caballo. Él ve que usted no quiere caerse. Usted puede sentarse sobre el caballo, pero si no sabe cabalgar, el caballo le hará caer. Éstas con también las riendas del Maestro. El Maestro dice que usted es Él, así pues ¡ade-lante! Usted debe saber cómo tirar de las riendas. Uno debe saber también cómo sol-tarlas. El carro está en sus manos y los frenos están siempre ahí para detenerlo. Com-prenda todo, no se inquiete. Usted es Él. Tenga algún freno. Entonces usted puede extraviarse, no hay mal en ello. Si el caballo sigue el camino erróneo, entonces…

A mí me ocurrió lo mismo una vez que fui con Maharaj a Kashwir. Íbamos en ca-ballos a visitar un poblado. Íbamos galopando y siguiendo a un discípulo que era un tratante tramposo. A unos cuantos de nosotros nos llevó por el lado del bosque y nos extraviamos. El resto de los discípulos siguieron el camino recto y llegaron al punto de destino a tiempo. Un buen extranjero nos dijo que no íbamos en la dirección co-rrecta, de modo que tomamos las riendas y retrocedimos sobre nuestros pasos, lle-gando dos horas más tarde. Maharaj estaba sentado allí cuando llegamos, pero no nos preguntó nada, ni lo que había ocurrido ni nada. Él sabía todo.

Uno debe saber cuándo tirar del freno. Aquí no hay necesidad de mantener el freno. El caballo le llevará correctamente ahí. La mente y el hombre son de esta natu-raleza; el hombre ve todo y quiere tocarlo. Si usted toma un palo de golf e intenta meter la pelota de un solo golpe, falla. Alguien que es muy diestro puede meterla co-rrectamente. El Maestro pone las riendas en sus manos y dice, «¡Adelante!» Tenga el coraje de saber dónde detenerse. Muchas gentes se han caído y se han extraviado. No se inquiete, comprenda que usted tiene el poder. Entonces usted regresa al camino recto, ¿o no? Usted permanece siempre ahí. Muchas gentes se extravían después de comprender.

La comprensión es necesaria, y le lleva a Maha maya, la ilusión original, el co-mienzo. Ella comienza desde alguna parte, ¿no es así? Entonces deviene un río y des-pués un océano, donde deviene salobre. Igual que usted; se ha olvidado de usted mismo y se ha alejado y alejado hasta llegar al océano. El océano significa que todo el mundo es un océano para usted, y que usted ha devenido salobre. ¿Cómo puede us-ted sacar más? «¡Yo debo sacar y sacar más!» Todas estas cosas aparecen en la men-te. Entonces viene la cólera, entonces vienen los deseos, entonces vienen muchas co-sas. No hay ningún fin para esto. Todos ustedes se alejan cada vez más. El conoci-miento debe acabarse. Ponga fin al conocimiento.

El conocimiento es muy grande, no hay fin para él. Si comprende que el conoci-miento tiene fin, usted deviene Él. De otro modo, no. El conocimiento es sin límites; así pues, ponga un límite a esa ilimitación y usted es Él. El conocimiento no hace na-da, sólo aumenta y aumenta. ¿Hasta cuándo? Usted no puede decirlo. El Maestro dice que el conocimiento no es verdadero, y a eso se le llama el fin. El conocimiento debe acabar.

El conocimiento es ilimitado. No hay fin para el conocimiento. Así pues, vaya al final de esa ilimitación y usted es Él. Ahí no queda nada, ahí no queda ningún cono-cimiento. Es muy fácil. Así pues, yo digo, «Tranquilo, usted es Él». Es muy fácil. ¿Qué experiencia quiere usted? Usted no pone fin al conocimiento. Comprenda que no hay fin para él. Si usted comprende el fin del conocimiento, entonces usted es Él. Esa comprensión significa que yo le doy el límite ahora.

Olvide el conocimiento y usted es siempre Él. Usted no tiene que experimentar o hacer nada. ¿Qué experiencia quiere usted? Olvide todo. Usted puede tener muchas empresas, muchos dólares, o lo que sea; pero cuando se duerme profundamente, us-ted olvida, ¿o no? Pero es un olvido pasajero, usted no olvida para siempre. Diga que no es verdadero, entonces viene el fin para ese conocimiento, y eso acaba con Maya.

Así pues, hay tres tipos de ilusión. Originalmente está en el conocimiento. El co-nocimiento es muy fuerte, aumenta y aumenta, no hay límite para él. Cuando usted comprende a Maha maya, significa un límite para el conocimiento. Entonces usted puede comprender; en caso contrario, nadie puede comprender. El que no experimen-ta, ¿cómo puede comprender? ¿Cómo comprende usted el océano? Usted tiene que ir a las profundidades del océano, entonces puede sondear el océano. Y cuando usted va a las profundidades del océano, el océano no permanece. ¡Acabado, completado!

Así pues, ¿qué hacen los Santos? Dan, pero duermen profundamente estando despiertos. Están despiertos en el sueño profundo. Estar despierto no es fácil, de ma-nera que duerma, pero estar despierto debe estar aquí. El Maestro pone fin a esa ilimi-tación, pero usted tiene miedo. Usted quiere hacer algo más, exhibir algo. «¡Oh!, yo soy Él». Las gentes se visten de azafrán, etc. No hay ninguna necesidad. ¿Cómo puede decir que usted es Él? Las gentes no saben.

Una vez alguien vino aquí y pidió ver a Maharaj. Yo esperé un minuto y dije, «Lo que usted ve es Él». Él pensaba alguna otra cosa de mí, ¿no es así? ¿Cómo podía sa-ber? Él no podía saber. Si hubiera sabido, entonces no habría preguntado nunca, ¿quién es usted? No hay necesidad de preguntar a nadie, ¿quién es usted? Todas las gentes preguntan, ¿quién es usted? Y usted dice gustosamente, «Yo soy el doctor fulano», o «Yo soy el Señor fulano». O «Yo soy el Maestro mengano». Usted se enorgullece de ello. Ese orgullo no es nada sino ilusión. Olvide la ilusión y sea tan simple como Él.

Todo el mundo Le ve, pero nadie Le ve. Ellos dicen que él es Bob, nadie dice que él es Él. Sólo el Maestro dice que él es Él. Todo ha aparecido en Él. Así pues, muchas cosas han aparecido en usted. Cuando hayan venido muchas cosas, póngales fin. Lo que es ilimitado comprende esa ilimitación. Si usted comprende lo ilimitado, está fue-ra de ello.

¿Qué están haciendo todas las gentes? En 1926 mi Maestro escribió que el mundo estaba galopando hacia el infierno. Infierno significa destrucción. Todo el mundo debe volver a cero. Este mundo no es nada sino cero, pero usted no acepta cero, ¿qué hacer entonces? Usted quiere que haya algo aquí. Aquí no hay retretes, pero hay San-tos; así pues, no se inquiete. Usted no es feliz porque quiere ganar más y más estados, y eso es sin limitación. Y el que comprende que la ilimitación es cero, entonces dice que todo es cero, que nada es. Ese va a su Sí mismo. Entonces usted puede compren-der a maya, la ilusión. Todo lo que usted dice es sobre lo que no es. La ilusión signifi-ca eso, ¿no es así? Usted dice, manifestado. Ella, la ilusión, se manifiesta por la men-te. Yo uso siempre palabras simples. ¿A quién se manifiesta? Usted no sabe eso.

Ramdas ha escrito un pequeño capítulo (en «Das Bodh»). A menos que conozca al Rey, usted puede ser arrestado en cualquier momento. A menos que conozca al Rey, usted no es feliz, porque un mendigo o un peón puede arrestarle en cualquier momento. Entonces usted mismo deviene un peón. «Yo debo hacer algo, pues en caso contrario, ¿qué acontecerá?» Si usted no hace nada no va a acontecer nada. ¿Qué va a acontecer cuando usted duerme profundamente? Nadie le despierta.

Cuando se despierta a un rey, se le dicen todas estas cosas que están aconteciendo en la ciudad. El conocimiento trae siempre la inquietud. Si usted quiere ser sin inquie-tud ponga un cero sobre todas las cosas. Todo comienza desde cero y acaba en cero, ¿qué hacer entonces? Todo viene del espacio y vuelve al espacio. Si usted se mueve en el espacio, no hay final para eso. Así pues, vuelva al Sí mismo. Los ojos llegan has-ta la luna, el sol y las estrellas, ¿no es así? Usted hace eso en una fracción de segundo, el Sí mismo es muy poderoso. El Sí mismo vuelve y usted ve la luna, y todo el mundo en él.

Usted es muy poderoso, pero se ha olvidado de usted mismo y ha devenido un mendigo. «Déme algo, déme algo». ¿Qué pueden darle las gentes? Ellos no le dan nada. Usted quiere felicidad y satisfacción, ¿no es así? ¿Puede dárselo alguien? Na-die puede darle nada. Conózcase a usted mismo primero. Encuéntrese a usted mismo. No vaya al espacio. No vaya a los Himalayas. (Un visitante había venido a ver a Maharaj, y había dicho que después de ver a Maharaj iba a ir a los Himalayas). ¿Por qué ir a los Himalayas? ¿Por qué ir a alguna parte? Dondequiera que usted está, usted es Él. Así pues, Ramdas dice en su libro, «Das Bodh», donde usted está y en cual-quier lugar que usted está, usted es Él. Parabrahman es Él, y Él es por todas partes.

Algunos Santos dijeron a este hombre que fuera a los Himalayas y que se sentara en una cueva durante cuatro años. Después este hombre fue a Ramesh Balsekar, otro maestro, y Balsekar le dijo que había malgastado cuatro años de su vida. Pero Bal-sekar tampoco le dijo, usted es ya Él. Es en esto en lo que nosotros diferimos. Hay otros Santos que dicen que usted puede lograrlo después de muchos nacimientos. ¿Quién conoce los nacimientos? ¿Puede usted conocer su nacimiento? Si el nacimien-to no es de usted, usted no morirá nunca. ¿Por qué muere usted? Porque admite como suyo el nacimiento; en caso contrario, no morirá.

Al Santo Tukaram le preguntaron cómo puede dormir un pez en el agua. El agua está corriendo, ¿cómo pueden dormir? Él dijo, «Sea un pez y sepa». ¿Por qué debe usted ser un pez y saber eso? No me pregunte. Usted está preguntando cosas falsas. Así pues, Maya no es nada sino ilusión. Lo que no es ha devenido muy fuerte para usted. Así pues, los Santos le hacen a usted cero.

Cuando usted encuentra a un Santo, él le hace Santo. Pero si encuentra a un su-puesto Santo, le dará muchos nombres. Éste (mirando a un discípulo en la habitación a quien otro Maestro le ha dado un nombre indio) ha devenido Govindas, ¿qué hacer entonces? Él no conoce ni a Govind ni a das. ¿Es usted un siervo de Govindas? ¿Por qué dar nombres? Sólo por su placer. Han cometido un error y ahora tienen que po-nerle un nombre. Si no ponen un nombre están perdidos.

No cometa un error. La realidad nunca comete un error. Muestra todo, pero está fuera del contacto de ese todo. Lo que usted ve y percibe, o lo que usted siente, la realidad no lo acepta. La pantalla muestra todo, pero no acepta el llanto ni la lucha, ni el canto; y ni siquiera a Dios si está ahí. Dios puede estar ahí, pero en una fracción de segundo ha desaparecido. Un límite de tres horas, después viene el fin.

Hace años, una vez fui a ver una película, una película del Santo Tukaram. Todo el mundo estaba allí y se inclinaban ante la imagen en la pantalla. Yo me reía de ellos. No era el Santo Tukaram; El Santo Tukaram había muerto y desaparecido. Alguien le representaba. ¿Por qué debía uno inclinarse ante él? Ponga usted mismo fin a la ilimi-tación, y el que pone fin a la ilimitación es Él. No hay ningún límite para ello, las gen-tes sienten eso; pero decir que yo he devenido sin límites, es falso también. No hay ninguna ilimitación; así pues, póngale fin. El conocimiento es sin límites; así pues, póngale fin y entonces usted deviene Él. Ahora ya no surge ninguna cuestión de su límite. Usted está fuera de los límites.

Sea fuera de los límites. Se le dan muchos significados falsos. No es culpa de ellos. Simplemente no comprenden la realidad. ¿Qué es la realidad? Encuentre eso que es fuera de los límites y usted se pierde ahí, y Él es ahí. El que va a Su encuentro se pierde a sí mismo, y entonces Él es ahí. Entonces usted no permanece como algo. Mientras permanece como algo, usted permanece en la ilimitación. El conocimiento es ilimitado, de manera que ponga fin a ese conocimiento.

Aquí en Bombay hay un ritual donde se pone en el océano una enorme imagen de Ganapati. Entonces se disuelve. Las gentes sumergen una imagen de Dios en el océano para acabar la celebración. Cuando no hay comprensión, no hay ninguna efi-cacia en lo que hace la mente. ¿Es falso o no? Eso es Avidya maya. La objetividad ha venido y usted ve los objetos como verdaderos. Sean o no tres tipos, la ilusión es siempre ilusión. Es cero. Comprenda de esta manera. ¿Hay alguna otra pregunta?

Pregunta: El Maestro da la comprensión de que todo es Él y de que ese todo no es verdadero. No obstante, con la comprensión hay un resto sutil de ego. El Maestro tiene un poder sutil para eliminar ese ego sutil. ¿Puede hablar usted sobre eso?

Maharaj: Uno tiene que comprender su ego. El Maestro sólo puede ayudar, pero usted tiene que descubrir su propio ego. Si usted ha cometido una equivocación, tiene que descubrirlo; de otro modo ¿cómo puede usted eliminarla? Hay una espina en su pie. Para sacar esa espina, se hace uso de otra espina. Entonces se tiran las dos espi-nas. Si no tira esa segunda espina usada para sacar la primera, le pinchará. El conoci-miento es como eso; el Maestro le da ese conocimiento, y entonces la ignorancia es eliminada por esa espina del conocimiento. Pero el Maestro dice que deseche también ese conocimiento. El conocimiento es ego. Si usted hace eso, entonces está bien. Pero si guarda esa segunda espina en su bolsillo, entonces le pinchará.

El conocimiento siempre le pincha. «Haz algo, haz algo, haz algo». Comprenda y deshágase de él; pero si no comprende, entonces usted no puede deshacerse del co-nocimiento. El Maestro puede ayudarle, ¿pero cómo puede eliminar su ego, dígame? Usted debe comprender su ego. Hay muchos tipos de egos, cualquiera puede aconte-cerle a usted. Sáquese ese ego. «Yo soy un Santo, yo sé todo», todo eso es ego. Si usted siente que el conocimiento es verdadero, ésa es la dificultad. Ponga fin al cono-cimiento. El conocimiento es vastísimo, es sin límites. Tiene que poner fin a ese cono-cimiento.

El Maestro le enseña cómo poner fin al conocimiento, cómo resolver ese teorema. Pero tiene que resolverlo por usted mismo. Su consejo puede ayudarle, pero es usted quien tiene que sacárselo. Debe saber ese lugar donde le pincha. El médico da la me-dicina, pero si usted no toma la medicina, ¿cómo puede entonces desaparecer la en-fermedad?

Comprenda que el conocimiento no es verdadero. Sáquese ese conocimiento. Una espina es una espina, aunque sea una espina de oro. La ignorancia es eliminada por el conocimiento, por la espina de oro; pero el Maestro dice, «Tenga cuidado ahora». A menos que deseche ese conocimiento, no puede conocerse a usted mismo. Siempre queda el ego más sutil. Así pues, él está siempre vigilante y cuando el ego viene a la mente, dice, «¡Ahá! ¿Por qué?».

Suponga que a un Maestro le viene el pensamiento de que le agradaría un helado. Instantáneamente piensa por qué le ha venido este pensamiento. Pero entonces viene a saber que allí hay uno de sus discípulos y que su discípulo quiere darle helado. El Maestro no tuvo el pensamiento, es el deseo del discípulo. El Maestro satisface los deseos de otros. Él no tiene ningún deseo, no es su pensamiento original. ¿Cómo puede venirle un deseo ahora? Su deseo es sólo para su Maestro, nada más. Él hace todo para el Maestro, no hace nada para sí mismo.

Alguien dice que esta es una silla muy bonita. (Alguien ha comprado una silla a Maharaj). Yo digo, «Sí, sí, es una silla muy bonita». ¿En qué me afecta ello? Es una silla confortable. Es su deseo. Yo no tenía ninguna idea de que fuera a tener una silla nueva. Nunca había pensado en ello. Entonces, ¿tengo que aceptarla o no? Lo que usted tiene que decir es muy bueno. Pero el Maestro descubre la raíz de ello, de dón-de vino este pensamiento. Así pues, si viene a la mente algún ego, el Maestro descu-bre ese ego; disuelve ese ego. El ego no tiene ningún valor. El ego es todo ilusión y todos los deseos vienen de la ilusión, de lo que no es.

Cuando viene el deseo, cuando usted quiere algo, ¿de dónde viene? De la ilusión. Usted siempre quiere lo que no es. Si ha venido, descubra su ego y deséchelo. Las chinches vienen de su transpiración. ¿Usted las mata o no? De la misma manera, el ego viene de usted. Los pensamientos pueden venir, ¿por qué no? No es un cuerpo muerto. No es una mente muerta. Él es no mente, pero no obstante no es una mente muerta. La realidad es no mente.

Los pensamientos vienen a mí, deben venir. Este pensamiento es para esto, este pensamiento es para eso. Cuando le veo a usted, los pensamientos deben venir a mí. El Maestro da paso a la mente, pero examina la mente. Así pues, el Maestro le ayuda, pero es su elección si la desecha o no. Mientras usted sabe cómo sujetar las riendas, entonces usted está bien.

Todos ustedes vienen aquí. Yo les digo, «Yo no conozco a nadie, tengan esa comprensión de que todos son Él». Yo no necesito saber que él es Bob, o Govindas; no hay ninguna necesidad de saber. El Maestro comprende, de manera que no necesi-ta nada. Debido a que sabe que todo el mundo es Él, su base está ahí, y desde esa base enseña.

Así pues, el ego puede ser eliminado con la ayuda del Maestro. El Maestro le ayuda. Es su elección desecharlo o no. A menos que lo deseche, el Maestro no puede hacer nada. Es su elección debido a que usted es Él. Un rey no tiene ninguna ley. El rey hace las leyes, pero las leyes no le afectan. Si un rey hace una ley, un edicto de que nadie puede salir después de las ocho de la tarde, todos aquellos que lo infrinjan serán arrestados. Si el rey sale entonces, la policía le saluda. ¿Por qué? Porque la poli-cía está a sus órdenes. Éstas son mis órdenes, diga eso. Así pues, éstas son mis órde-nes, esto es mi elección ahora. Deseche ese ego. El Maestro le hace a usted Él. Usted es siempre Él, ¿por qué inquietarse? Usted se inquieta por todo, pero comprenda que usted es Él, y entonces usted no hará nada. ¿Me sigue? Esa comprensión debe venir, entonces usted no hará nada. Mientras la mente funcione, usted hará esto, y eso, y aquello. Olvide eso. El conocimiento de Él es tal que puede ayudarle. Él debe ayu-darle.

Si usted va al mercado de los mohammedianos, ellos tienen una expresión que significa que Él es uno de nosotros. Si acontece que usted es un hindú, entonces Él no es uno de nosotros. El precio que le ofrecen es diferente, ése es el significado. Él no tiene nada de qué inquietarse, porque todo el mundo es Él. Él le quitará su ego instantáneamente, ¿o no? Él le ayuda debido a que usted es Él. Muchos egos pueden venir; diga sólo que yo no me inquieto por usted. Mientras la mente y el cuerpo están aquí, es seguro que vendrán muchos egos. Échelos fuera, como se hace con un ladrón. Si viene un mal hombre, usted le dará un golpe. Él puede darle dos golpes; no obstan-te usted puede vencerle. Así pues, uno debe ser Eso. No hacer nada, es Él. Cuando duerme profundamente, ¿qué hace usted? Cuando usted quiere hacer algo, entonces entra el ego. Diga, «Vete, quiero dormir». El Maestro le enseña cómo dormir. Esté despierto, pero sea en sueño profundo. Diga que nada es verdadero, eso es lo único que puede hacer. Sin embargo, usted lo toma por verdadero y corre detrás de ello.

El ciervo ve el espejismo y corre detrás de él. Si usted dice al ciervo que ahí no hay ningún agua, el ciervo dirá que usted es una persona tonta. «Yo veo agua», dice el ciervo, «yo veo felicidad». Las personas realizadas se mantienen calladas. ¿Qué decir? Deje que corran. Corra y corra, un día tendrá usted que parar, ¿o no? ¿Cuántas horas puede correr usted? La mente es de ese tipo, corre y corre. En una carrera de caballos, el caballo se detiene en la línea de meta; entonces es vencedor.

El Maestro le hace vencedor. Sea el ganador y ponga fin a la carrera; en caso con-trario, usted no puede ser un ganador. Cuando un caballo corre después de la línea de meta, debe haber alguien para detenerle. En esa línea de meta usted se detiene, la carrera se detiene, y usted es Él. Deje que todo acontezca como viene. Deje que todo el mundo entre, que coma y coma, no se inquiete. Si usted pone comida en la boca, la mastica. El Maestro le ha dado la comprensión; ahora, mastíquela. A no ser que la mastique, nadie puede ayudarle. El Maestro ha dado esa comprensión, y esa com-prensión le ayuda a usted a masticar una y otra vez.

¿Por qué correr detrás de toda esta insensatez? Como si fuera un espejismo, todos corren detrás de eso. Un día usted se detendrá, el sol desaparecerá y el espejismo también desaparecerá. Entonces el ciervo dice que ha sido muy desgraciado porque no ha encontrado agua. Pero el agua no ha estado nunca ahí. Usted quiere que los otros le den felicidad, pero nadie puede dársela. A no ser que se olvide de usted mismo, no será feliz. Cuando no sigue siendo usted, entonces es feliz. Ese «usted» debe ser roto. Rompa ese «usted», ponga un freno al carro, el carro debe detenerse. Ponga un freno a la mente y usted es Él. Entonces la mente deviene no mente.

El Maestro le está ayudando a quitarse su ego; no se inquiete, porque usted es Él. Ése es el punto principal. El cuerpo no es el Maestro. Él es Él. Usted toma al Maestro como si fuera el cuerpo. ¿Qué hacer entonces? El Maestro dice que yo soy Él, que usted es Él, que todo el mundo es Él. Pero usted toma el cuerpo como si fuera el Maestro. «Yo debo verle», dice usted. Cuando comprende que usted es Él, entonces olvida todo; de otro modo, no. Él y usted devienen uno. La unidad puede abarcar todo. Eso pone fin al asunto. Ambos deben desaparecer (el Maestro y el discípulo). Cuando la unidad viene a la mente, usted deviene Él. El Maestro siempre le ayuda.

22 de diciembre de 1999

Pregunta: ¿Cómo quitar de la mente el diente venenoso de la serpiente? Cuando la serpiente pica, uno la sacude. ¿Puede usted decir otra vez cómo sacudirse la ser-piente y guardarse de su perniciosa picadura?

Maharaj: La mente es justamente como una serpiente. Siempre pica. Si usted no da importancia a eso, entonces no ocurre nada. Comprenda que esto no es verdadero. La mente debe comprender eso, de manera que cuando pique la serpiente, sepa que la ha quitado su diente venenoso. La mente tenía este diente venenoso cuando tomaba todo como verdadero. La mente toma todo como verdadero siempre. La mente hace muchas cosas, déjela hacer; pero, sin embargo, diga que ella no hace nada. Usted siente muchas cosas, ¿no es así? Yo he hecho esto, yo he hecho eso, yo he hecho aquello. Todo esto no es nada, sino cero. Cuando usted comprende eso, ¿cómo puede picarle la serpiente?

La mente es una serpiente, estoy de acuerdo; pero no puede picarle cuando usted comprende que nada es verdadero. Ésa debe ser la base de la comprensión. Entonces, cuando esa base está aquí, la realidad se abre automáticamente. Si vienen nubes, en-tonces usted no puede ver la base; así pues, ¿cómo puede abrirse la realidad? De la misma manera aquí, los pensamientos pueden venir. Una persona realizada debe tener pensamientos. En caso contrario, ¿cómo puede enseñarle a usted? Están viniendo muchos pensamientos, pero él sabe que no son de ningún valor. Suponga que usted tiene muchos dólares en su bolsillo, pero si nadie le cambia ese dinero aquí en Bom-bay, ¿cuál es la utilidad de ese dinero? Ninguna utilidad, ese dinero deviene cero para usted.

Suponga que usted quiere una cabra y que da cuarenta dólares por ella, pero el vendedor quiere cuarenta y tres; entonces no hay trato. Si usted no da su valor, ¿en-tonces qué? Si aquí nadie cambia sus dólares, entonces usted estará inmovilizado aquí, ¿no es así? No puede evitarse. Usted tendrá que mendigar a alguien para que le dé algunas rupias. El valor es dado sólo por la mente. Si la mente no da el valor, ¿qué queda entonces? En todo momento usted da valor a la mente. Mi pensamiento es éste, mi pensamiento es éste. Diga a su mente que usted sabe todo sobre usted, que usted siempre viene de cero. Pero cualquier cosa que haya en la mente, la mente lo acepta como algo. ¿Qué hacer entonces?

En Sedona (Arizona) un discípulo dibujó un cero junto a mí en un cartón e hizo una foto. ¡Correcto! Nadie da esa comprensión de que todo es cero. Todo el mundo quiere cosas valiosas, sólo aquellos que han llegado al conocimiento dan valor a cero. La realidad está siempre aquí, si usted comprende que nada es verdadero.

La base debe ser verificada. La mente debe verificar que la base es cero. No haga nada, no se inquiete por nada, así se lo digo. ¿Qué hará usted cuando todo es cero? Cuando todo es cero, ¿qué hacer? Alguien pregunta, «Maharaj, ¿qué debo hacer, qué debo hacer?» Yo siempre digo, «Lo que quiera hacer, hágalo; pero su comprensión debe ser que yo no hago nada». En cero hay muchas, muchas cosas. ¿Cómo voy yo a conocer toda esta insensatez? Así pues, pongo un gran cero sobre todo esto, de mane-ra que no hay nada de qué inquietarse. «Maharaj, ¿puedo hacer esto, puedo hacer esto?» «Sí, sí, hágalo; si su mente lo dice, hágalo». Yo sólo tengo que decir esto, nada más. ¿Qué decir cuando todo es nada?

La mente es el mayor hacedor. Si la mente deviene no mente, entonces la realidad se abre automáticamente donde ella es. ¿Por qué abrirla? ¿Quién va a abrirla? Al co-mienzo a usted debe decírsele que haga alguna práctica. Y finalmente, se le dice que deje estar a todos estos pensamientos y todo lo demás; que no hay ningún mal en ello, que lo que es, la realidad, está siempre aquí, dondequiera que usted esté. Una vez abierta, entonces… Las gentes dicen, «Sabe muy bien, muy bien». Cuando usted mismo la saborea, entonces se comprende a usted mismo.

Saboréese usted mismo. Usted tiene que saborear. Ponga un cero sobre usted aho-ra, «Yo no existo», y eso puede llevarle a la realidad, nada más. Las cosas no le hacen nada. Este cuenco de agua no me perturba; al contrario, da agua, agua fresca. Pero usted se inquieta por esto y no se inquieta por el lugar de dónde ha venido. Es de su mente de donde ha venido el cuenco. Cuando la mente desaparece, si no hay mente, ¿entonces qué?

Así pues, los Santos no tienen ninguna mente. No pueden hacer nada, así se lo di-go. Las gentes los aprecian, ¿qué hacer entonces? «¡Oh!, él es una persona realizada, él puede hacer algo, uno no puede conocerle». Pero si usted es una persona realizada, entonces puede conocerle muy exactamente. Usted puede decir que no se inquieta. Una persona realizada dice que él es cero, que él no existe; así pues, ¿por qué inquie-tarse por uno mismo? De modo que su mente es completamente diferente. Una per-sona ignorante siente que ha sido puesto sobre la tierra, y que entonces la ganancia y la pérdida vienen a él. Usted no va a perder nunca el juego, usted es siempre un ga-nador; pero lo toma todo como verdadero, y así la ganancia y la pérdida vienen a us-ted. Así pues, cuando gana hay alegría. Alegría significa que usted hace algo y tiene su ganancia; pero si pierde, entonces llora. ¿Qué hacer entonces? La ganancia y la pérdida vienen sólo a la mente, siempre.

Pero al que va más allá de la ganancia y la pérdida se le llama Vijay. Se le guarda en un templo indio, su nombre es sólo Vijay y no pierde nunca. Un día usted es pri-mer ministro; al siguiente, no. Él, el que comprende, no permanece como un ego; ésa es la diferencia. Usted permanece como un ego mientras la ganancia y la pérdida vie-nen a usted. «¡Ah, lo he conseguido!… ¡Ah, lo he perdido!» Aquí no hay ninguna ganancia ni ninguna pérdida. Usted no es un perdedor nunca, ¿por qué? Debido a que todo es nada. Todo es un gran cero; así pues, ¿qué perder y qué no perder? Si usted pierde un millar de ceros, ¿en qué le perjudica eso? Y si usted consigue un cero, dice, «¡Ah, qué feliz soy, he conseguido un cero!» Él, la persona realizada, se ríe de todo eso.

Así pues, una persona realizada se ríe cuando las gentes dicen, «Dios me ha dado esto, Dios me ha dado esto». ¿Dónde está Dios? Él, la persona realizada, sabe que Dios es sólo mi pensamiento. Dios es mi pensamiento. Si yo, la realidad, no hubiera estado aquí, ¿cómo habría venido Dios a la existencia? Dios no tiene ninguna existen-cia. Usted dice, «Todo esto es un teatro del mundo que ha creado el creador». Pero quien crea el mundo es sólo una persona ignorante, así se lo digo. Muchas gentes di-cen, «¿Por qué ha creado Dios un mundo tan sucio?» Yo digo, «Vaya y pregúnteselo a él». Es usted quien ha creado. Usted dejó la matriz de la madre y creó. Cuando usted toma el nacimiento, crea todo, ¿no es así? «Yo soy Michel», dice usted. Y en-tonces un Maestro le da otro nombre (Al discípulo al que se refiere Maharaj le fue dado un nombre espiritual indio por otro maestro) para hacerle a usted más. ¿Más qué? Más ignorante.

En la India, una mujer recibe dos nombres. Cuando se casa, recibe otro nombre por parte de su suegro. Así pues, ella tiene que decir ambos nombres. De manera que viene más dualidad, ¿no es así? Así pues, ¿es para hacer más dualidad para lo que se necesita un Maestro? Ponga un cero ahí, ponga un cero sobre todo. «Usted no es Mi-chel», yo le diría eso. Viva con ese nombre, Michel, y muera con ese nombre; no se necesita ningún otro nombre.

Cuando juega al ajedrez y mueve el rey, ¿qué es? Nada sino madera. Una pieza de madera. Usted le da el valor, la mente le da el valor. La mente es muy sucia; siempre le pica, délo por hecho. Ésa es su costumbre, debe picar. De otro modo, si no pica, ¿cómo puede usted llamarla una serpiente? Las gentes arrojan piedras a la serpiente, y cuando les pica salen corriendo. ¿Sobre qué se arrojan piedras? Sobre la realidad. La realidad no va a ninguna parte, está siempre aquí. Eso es usted mismo, de modo que ¿por qué debe inquietarse por nada? Cuando todo es nada sino ceros, ¿qué acontecerá entonces? ¿Se irá el mundo al traste entonces? Las gentes a menudo dicen eso. ¿Dónde está eso que se irá al traste? El mundo no es verdadero, es sólo un pensa-miento en su mente.

Sáquele el diente a la serpiente. Sáquele el diente a la mente y deje que la mente le pique; no hay ningún mal en ello. Entonces usted puede jugar con la mente; es sólo un juguete para usted. Para una persona realizada, es un juguete. La persona realizada hace muchas cosas con ella, ¿no es así? ¿No es un milagro? Yo soy un hombre que ha devenido muy ignorante. Yo no soy nada, yo soy el hombre más pobre, pero esa comprensión dada por mi Maestro me ha hecho la realidad. ¿No es un milagro? La realidad es un milagro.

Usted llora siempre en su mente. Usted puede ser multimillonario, pero no obstan-te no siente que tenga tanto debido a que alguno tiene más. ¿Qué felicidad ha logra-do finalmente? Ninguna felicidad, porque usted tiene el hábito de que tenga lo que tenga en su mano, no es feliz con ello. Aquí, entre nosotros los indios, se dan ladoos (Un dulce indio). Suponga que usted está sentado junto a alguien, y a él también se le da un ladoo. Usted dice, «¡Oh, a él le han dado un ladoo más grande y a mí me han dado uno más pequeño!» La mente es así. Una persona realizada pone un cero sobre ello; si es grande es cero, y si es pequeño es cero. ¿En qué le perjudica eso?

Así pues, deje que la mente venga una y otra vez, y luche con la mente siempre. La mente viene, pero sepa que lo que crea no existe. Cuando ello no existe, ¿por qué teme usted? El padre dice al hijo que viene el coco, ¡vete a dormir! El padre sabe que no ha venido nadie, pero el niño no lo sabe. El niño tiene miedo y corre a dormir. El miedo le hace a usted pequeño. Incluso la hormiga más pequeña tiene miedo también. Corren de acá para allá para no morir, pero entonces comen demasiada azúcar y mue-ren de todos modos.

La realidad no hace que usted muera. Le mantiene siempre vivo y fresco. No hay ningún cambio en ella. ¿Un cambio en ella? Ningún cambio en Él. El cuerpo siempre cambia, la mente cambia, la ignorancia y el conocimiento también cambian, pero la realidad no cambia. La pantalla no cambia nunca. Muchas imágenes vienen y se van, ¿por qué debe inquietarse la pantalla? Así pues, si después recuerda ese sueño, ¿en qué le perjudica? Usted sabe que no era verdadero. Usted era un rey en el sueño, pero si actúa como un rey aquí, las gentes le golpearán. Y cuando usted dice que todo es un sueño, ¿qué le queda?

Pero la mente es muy estúpida; siempre quiere algo, lo que sea, algo más. Así pues, gane a su mente. Tenga el arte de conquistar la mente. La mente está llena de pensamientos, nada más. Viene del conocimiento, y el conocimiento es ego. Todo viene aquí. Suponga que usted compra una vaca: los cuernos vendrán con ella, la le-che vendrá con ella, todo vendrá con ella. Todos han recibido el sol, de modo que el calor está aquí, y el terreno está aquí. En el periódico se dice que la luna devendrá más brillante mañana. Es una completa necedad, ¿Quién la ve más brillante, o no, dígame? Los científicos dicen estas cosas. Al haberlo dicho, ¿ha devenido la luna más brillante? Ella es como es. Se acerca más y ellos dicen que brilla más, nada más. ¿Quién tiene tiempo de medir estas cosas?

Usted come siempre, ¿no es así? «He comido muy bien», dice usted. Usted no mide nunca la caca después, ¿o la mide alguna vez? Sin embargo, las gentes no hacen otra cosa que medir la caca, ¿qué hacer entonces? No comprenden la realidad. La realidad es muy abierta, es muy simple. Usted es Eso. ¿En qué le perjudica a usted ser Eso? ¿Quién no le deja a usted ser Eso? Su mente, nada más. La mente ha devenido muy pequeña. Lo que usted cree, o cualquier pensamiento, lo toma como verdadero. Lo que la mente no trae, usted no lo acepta. Cuando usted deviene no mente aquí, la realidad se abre para usted. Si comprende la realidad, entonces ¿qué queda de usted?

Cuando no tiene que hacer, usted duerme, ¿no es así? Las gentes no quieren dor-mir. Quieren hacer algo, lo que sea. Así pues, se dice que las manos ociosas hacen daño. Ese daño, usted lo atrae siempre. La mente hace daño. La mente de una perso-na realizada no hace daño. ¿Qué hay que hacer? Todo es cero. ¿Por qué hacer un cero grande o un cero pequeño? Cero no tiene ningún valor. Si usted comprende de esta manera, ¿qué deviene el conocimiento? El conocimiento deviene su esclavo. Traiga siempre a su mente la cosa verdadera. Usted puede entrar en los asuntos mundanos, no hay ningún mal en ello; pero sepa que todo es cero. ¿Está usted de acuerdo?

Si usted es una prostituta, siempre quiere atraer a la persona, a un cuerpo humano. Ella sonríe para obtener su atención. Si usted le dice, «Yo sé lo que haces, te conozco, sé lo que eres», ¿entonces qué? Ella pondrá una cara como ésta (Maharaj pone una cara fea). Entonces ya no sonreirá. Al sonreír usted quiere atraer a alguien. Usted son-ríe a todo, ¿no es así? Así pues, usted está aceptando todo como verdadero. Él no sonríe nunca. Él ve todo. Pero, ¿entonces qué? Aquí no hay nada, es sólo como un sueño.

Deje que los sueños vengan y se vayan, ¿quién se hace cargo de ellos? ¿Se hace cargo usted cuando está durmiendo profundamente? Los sueños vienen, deje que vengan. Usted sabe que siempre hay un despertar a esta vigilia, pero también esta vigilia no es nada sino un largo sueño. Si usted la comprende sólo como un sueño, si comprende de esta manera, entonces el mundo no tiene ningún valor para usted. Pero usted le da valor, ¿qué hacer entonces?

Todos los médicos son bobos, así se lo digo. Alguien me dijo que me hiciera un cardiograma. ¿Qué puede decir el cardiograma? Yo sé que mi cardiograma no va a cambiar nada. ¿Por qué cambiar? Yo no acepto nunca las cosas falsas en la mente. Usted acepta las cosas falsas en la mente. De esta manera, la mente deviene más grande o más pequeña y acontecen muchas cosas. La sangre debe correr, ¿no es así? El cardiograma está bien entonces. ¿Por qué debe usted inquietarse? Hay muchas venas en el cuerpo, las gentes se inquietan innecesariamente. Yo fui para el cardio-grama, pero no les pregunté si era bueno o malo. ¿Para qué preguntar? Es un asunto del cuerpo. Usted se inquieta por lo que no es. No se inquiete nunca por lo que no es. Sea siempre fuera de ello.

Suponga que acontece algo, deje que acontezca. Digamos que una persona reali-zada no toma la medicina y muere. ¿En qué le perjudica eso? ¿En qué le perjudica eso a una persona realizada? Ya sea que el cuerpo esté aquí o no, eso no le afecta. El cuerpo se ha ido, eso es todo. Pero para la persona ignorante, mientras el cuerpo está aquí, las inquietudes están aquí. Usted quiere hacer algo, lo que sea. Hacer siempre trae inquietudes. Usted quiere siempre inquietudes. Usted lee los libros y los periódi-cos, ¿para qué? Para crearse más inquietudes. ¡Oh, ha acontecido esto! Usted quiere saberlo todo. ¿Por qué? No ha acontecido nada y no va a acontecer nada.

En un sueño acontecen muchas cosas, ¿se inquieta usted por eso cuando se des-pierta? Cuando viene el despertar, si usted comprende que todo lo que acontece no es verdadero, entonces automáticamente… deje que pique. Él comprende la picadura, «¡Oh!, muy bien. Pícame, soy dichoso. Pero no piques a un pobre muchacho porque llorará». Ellos siempre lloran. Así pues, a eso se le llama dominio. Trate de obtener el dominio. ¿El dominio de qué? El dominio del conocimiento. ¿Cuándo viene el domi-nio aquí? Cuando usted dice que todo es cero. Ésa es la vía para ser feliz. Sea feliz, siempre. La mente es una cosa muy pequeña. Usted se inquieta por esa mente y pier-de su felicidad.

Millones de pensamientos han venido de la mente. Así pues, ¿qué es la mente? Nada, ella no existe en usted. ¿Se inquieta el espacio cuando el aire viene y se va? El espacio no se inquieta. Usted hace un archivo con los pensamientos que vienen a su mente y dice, «Yo he hecho esto, yo he hecho eso». Hacer es obra de la mente; la mente hace y recuerda todo. Todo el mundo ha recibido la mente y según su mente así se expresan, «Yo la he recibido mejor, o yo la he recibido peor», ¿no es así? Al-guien piensa, «Él la ha recibido mejor». ¿Pero cómo puede ser mejor o peor lo que es nada?

Las gentes no comprenden. Van de acá para allá, de acá para allá. Usted está ha-ciendo lo mismo que los pájaros. ¿Para qué? Para comer. Usted corre tras ello, de modo que no hay ninguna diferencia entre usted y los pájaros. Cuando duermo pro-fundamente, yo soy perfecto. Nunca me inquieto. Venga lo que venga, es perfecto. Pero usted quiere esta cosa y esa cosa, su mente no se detiene nunca. La mente le pica y usted recibe la mordedura siempre. Deje que la mente le pique, pero sea fuera de ella. Usted puede devenir a prueba de picaduras cuando dice que ello no es verdade-ro.

Hubo un hombre que tomaba opio todos los días, pero un día no pudo obtener la dosis. Así pues, un día fue picado por una serpiente y obtuvo una dosis. Después de reiteradas picaduras de serpiente, devino tan venenoso, que un día una serpiente le picó y la serpiente murió.

Sea la realidad. Sea la realidad de tal manera que cualquier cosa que venga, de-venga la realidad. Sea muy categórico sobre esto. ¿Por qué debe inquietarse? Usted se inquieta por este pequeño mosquito (Maharaj palmea sus manos como si matara a un mosquito). En la India, cuando alguien palmea sus manos, lo hace para ser impor-tante. No sea importante, sea la realidad.

Deje que todo venga a usted y se vaya de usted. ¿Por qué debe usted ser tocado por ello? Ello es nada. Cuando usted dice que es cero, ello no puede tocarle. Tenga una mente fuerte. Si una serpiente picó a ese hombre y la serpiente murió, ¡cuán ve-nenoso debe haber devenido! Sea usted mismo tan venenoso que todo lo que venga a usted devenga la realidad. Porque no hay nada excepto la realidad. Él es por todas partes, de modo que no se inquiete por nada.

¿Qué es este cuerpo? Es nada. Las gentes lloran por el cuerpo, ¿qué hacer enton-ces? El cuerpo se está yendo, se está yendo, deje que se vaya. ¿Por qué debe inquie-tarse usted? Si su cabeza está aquí, habrá muchos problemas. Si no hay cabeza, en-tonces no hay problemas. Si el cuerpo se rompe, ¿qué acontecerá entonces? Nada. La realidad es siempre, ¿de acuerdo? La realidad nunca teme nada, así pues, es sin te-mor.

No se inquiete nunca por nada. Acontecerá esto, acontecerá eso; la mente está pensando siempre en el futuro. Ahora el año 2000 está cerca, quedan siete días. A las gentes les inquieta que acontezca algo. No acontecerá nada, délo por hecho. Deje que las computadoras se vayan al infierno. ¿Qué mal hay en ello? Quizás se equivoquen, ¿no es así? Usted ha cometido una equivocación y ha tomado el nacimiento, y ahora es infeliz siempre. No hay ninguna plenitud ni completud en cero, en el mundo. El mundo no puede ser completo nunca porque siempre le falta algo. La mente es su mundo, siempre quiere hacer algo, siempre quiere hacer algo más, pero siempre hay una equivocación en ese algo. Usted no está satisfecho nunca.

Rama es un Dios, pero no obstante ha cometido equivocaciones; y ese mono, Ha-numan, dé por hecho que ese mono comete equivocaciones. Mono significa mente. Si la mente no comete equivocaciones, entonces no hay ningún encanto. La mente debe cometer equivocaciones, de otro modo ningún encanto viene a ella. Si usted come pan y mantequilla en el desayuno, también querrá mermelada para mejorar su sabor; siempre falta algo. El mundo no es completo; así pues, siempre falta algo.

La realidad es completa siempre, nunca falta nada; la realidad no le produce a us-ted ninguna inquietud nunca. Y si usted deviene Eso, ¿qué puede hacerle un mosqui-to? Puede matar el cuerpo, puede contagiarle la malaria; pero acontezca lo que acon-tezca, deje que acontezca y diga que eso es su elección ahora. Sea usted mismo el creador y comprenda que usted ha creado el mundo y que todo lo que ha hecho es correcto. ¡Tenga ese coraje ahora! Debido al cuerpo, dice que usted es esto, y enton-ces llora.

El escritor escribe la historia; no se preocupa por lo que acontecerá y en su mente la heroína debe morir en algún punto. El lector dice que no hay ningún encanto en la historia si muere la heroína, pero el escritor dice que no puede continuar a menos que ella muera. La pluma debe continuar, la escritora debe continuar. Usted escribe todo con la mente y entonces ello se almacena en la mente. Usted está siempre escribiendo y recordando. Usted no escribe nunca sobre la realidad, ¿qué hacer entonces? Cuan-do usted comprende la realidad, todo va a cero. Todo lo que hay, el mundo, es como un mosquito. El mundo es una cosa muy pequeña, pero su mente le ha hecho tan grande que usted está sobrecogido por él.

Esta equivocación, ¿quién la ha creado? Las gentes crearon la equivocación. En un sueño puede acontecer cualquier cosa. Si en un sueño vienen tres ceros, ¿qué acon-tece? No acontece nada. Es un sueño y un sueño es siempre un sueño. No puede ser corregido. Usted tiene que confirmar eso en su mente.

Una vez que su mente ha confirmado que nada es verdadero, usted no necesitará ir a nadie nunca. Ninguna necesidad de ir a nadie. ¿Qué se necesita? Alguien quiere algo, de manera que va a ver a alguien; de otro modo, a nadie le importa nadie. Si usted va por una calle, ¿a quién le importa nadie? Nadie tiene tiempo para usted. Las gentes no se comprenden a sí mismos, sólo quieren dar un poco de espectáculo. Usted se viste bien sólo para exhibir su valor, la mente quiere eso. La mente siempre quiere dar un espectáculo. Olvide su mente.

Sea el rector de la mente. ¿Qué saldrá? De esta mente puede salir de todo. ¿Adónde irá? Si la mente va en la dirección justa y no hacia las cosas mundanas, en-tonces la comprensión de la realidad viene de ahí. Cuando la mente duerme profun-damente, va a cero. La realidad está muy cerca, pero usted no puede conocerla en el estado cero. Cuando duerme profundamente, usted es feliz, la mente está en reposo; pero cuando la mente es despertada, usted llora. ¡Cuánto la mima! No la mime, diga a la mente que se vaya, dígale que es sólo sus pensamientos.

Así pues, usted tiene que convencerse con la mente de que todo es cero. ¿Desapa-recerá algo, dígame? La casa sigue siendo la casa, no desaparece. Diga cero, y si dice que usted es Mr. Paul, sea Mr. Paul, pero no en la mente. Ahora todo depende de su mente y de su comprensión.

Así pues, la liberación y la esclavitud es el trabajo de la mente. Usted es siempre libre, ¿por qué inquietarse? Nada es. La mente siempre le atrapa. Quítese la mente y entonces haga todo. Las gentes dicen que el mundo es verdadero y si usted dice que el mundo no es, deviene un muchacho loco. Sea loco y déles un cachete. Vosotros sois los locos, no yo. ¿De acuerdo? ¿Qué hacen las personas realizadas? Dan cachetes a su mente, nada más. Si se conoce a usted mismo, entonces… pero usted no quiere conocerse a usted mismo. Su miedo se perderá. ¿Qué va a pasar cuando diga que el mundo es cero? Su mente deviene lo más grande de lo más grande cuando usted no da valor al mundo.

Pregunta: ¿Cuáles son las acciones de alguien que quiere conocerse a sí mismo verdaderamente? ¿Cómo reconoce usted al que quiere conocerse a sí mismo verda-deramente? ¿Cómo actúa un discípulo que quiere conocerse a sí mismo verdade-ramente?

Maharaj: Un discípulo debe poner un cero en todo. Primero sobre usted mismo; de otro modo, usted no puede ganar. ¡No, no puede ganar! Usted quiere, pero tiene miedo de que nadie le acepte. Ponga un cero sobre usted mismo. ¡Sea un loco!

Pregunta: ¿Significa eso que uno debe sentarse todo el día en contemplación? ¿Cómo se debe hacer prácticamente?

Maharaj: ¿Qué hay que contemplar? ¿Qué hay que contemplar en lo que no es? Usted debe tener la comprensión. En una casa hay cuatro personas. Uno de ellos está loco, nadie se preocupa por él. De la misma manera, sea un loco aquí, las gentes no se preocuparán por usted. Usted quiere mantener su prestigio. «Yo soy fulano». Yo soy John, un americano, o lo que quiera que sea. Las gentes están locas; usted puede ser un multimillonario, sin embargo yo le digo que está en la ignorancia. El millonario sólo corre detrás del dinero. En un sueño también quiere dinero. Todo el mundo corre detrás del dinero. Así pues, eso es la esclavitud, el dinero y las mujeres. Éstas son las esclavitudes, y entonces usted deviene la criatura más miserable. Usted corre siempre detrás de eso, ¿qué hacer entonces? Así pues, ¿qué tiene que hacer usted? Compren-da que no es verdadero. Ése es el único modo. Sea un loco a los ojos de todo el mun-do. «¡Oh, es un tonto completo!», dirán. Si entonces se le da oro, no lo querrá; pero todo el mundo corre detrás del oro.

Hubo un Santo que estaba durmiendo la siesta en el camino, y vino un rey en un carro y se detuvo justo frente a él. «¿Por qué estás tumbado aquí?», preguntó el rey. «Ven conmigo a la sombra y serás feliz». ¿Qué dijo el mendigo? «Estás impidiendo que el sol llegue adonde estoy tumbado, de modo que por favor, apártate de ahí; yo no quiero nada».

La mente debe ser de este tipo. A no ser que venga un cambio de mente, usted es su esclavo. Sea el Señor, tenga el dominio. Deseche su mente. Usted puede hacerlo, pero el «yo» no se lo permitirá; sin embargo, debe hacerlo. La mente siempre quiere pensamientos. Diga a la mente que no se necesita ningún pensamiento, ¡adelante! ¿Puede hacer eso? ¡Hágalo! ¿Quién le obliga a qué? Pero usted ama correr detrás de la mente. Si alguien canta, usted dice, «¡Oh, qué bello!» No sea feliz con otros, sea feliz con su mente. Así pues, si usted quiere ser realizado, tiene que desechar la men-te. La mente es la esclavitud, nada más. Y entonces deje que la mente vuelva, no hay ningún mal en ello.

Primeramente, deseche la mente. Todo no puede ser comprendido a la vez. Cuan-do usted comprende la realidad, su mente devendrá automáticamente no mente. Una persona ignorante no puede hacerlo, pero con la comprensión usted puede hacerlo. Lo que no es, no es. Es cero, y aunque cero puede ser cambiado en cualquier forma, no obstante sigue siendo cero. Comprenda de esta manera y sea fuera de ello. Si usted quiere ser una persona realizada, debe quererlo y dar su vida por ello; de otro modo, no es de ninguna utilidad.

Alguien preguntaba ayer, ¿por qué las gentes que vinieron el año pasado siguen viniendo este año? Yo digo, «No hay ninguna necesidad de más, o de venir». ¿Cuál es la utilidad de ello? Ellos quieren algo, pero el Maestro dice que no tiene nada que dar. ¿Quién vendrá entonces, dígame? Alguien quiere algo, de modo que vienen. Pe-ro usted no puede fiarse ni aceptar ese algo, ésa es la dificultad. Yo sólo enseño la realidad. Usted es Eso, venga aquí o no. Así pues, ¿por qué debo inquietarme si las gentes vienen o no?

Los Santos dicen que usted puede pedir cualquier cosa que quiera. Yo puedo dar-lo, pero usted debe tener la fuerza de aceptar. Esa comprensión, acéptela. Usted sien-te, «¡Oh!, yo no puedo hacerlo». ¿Qué hacer entonces? Mejor no ir a ningún Santo. Los Santos son personas tontas. Quitan todo, y dan una cosa que no tiene fin. ¿De acuerdo?

Pregunta: Usted dice que todo esto no es verdadero y que todo aparece como una actividad de la mente. ¿Puede la comprensión devenir tan fuerte que esta acti-vidad ya no se requiera y que la comprensión permanezca por sí misma?

Maharaj: Comprender significa que usted conoce algo. Si dice que esto no es, en-tonces usted va a la realidad, la mente se detiene. La mente no va ahí, la mente no tiene ningún poder para entrar ahí. La mente es un pensamiento, la realidad es pensa-miento sin pensamiento, el estado sin estado. Si la mente deviene así, no hay ningún mal en ello. La mente siempre está en estados. Al comprender, usted desecha todo lo que no es verdadero; tiene que hacerlo. Pero todo el mundo desecha la realidad, na-die quiere la realidad. El amor de la ilusión es tan fuerte que nadie quiere la realidad, ¿qué hacer entonces? La mente opera en la ilusión, estoy de acuerdo, pero la mente misma desaparece y deviene no mente. La mente no permanece y es absorbida en lo sin cambio. Mientras el cambio viene, hay mente y la dualidad permanece.

Suponga que una mujer se casa; ella se olvida de sí misma, ¿o no? No importa cuál fuera su vida antes, también la olvida. De la misma manera, la mente va a nirguna —nirguna significa sin atributos— y entonces ella misma deviene nirguna. Deviene ce-ro. Eso depende de cómo lo tome usted. No hay nada que dejar y nada que tomar. Sólo hay cero y usted es el Sí mismo sin el sí mismo. La persona realizada vende una sola cosa. Si usted quiere la realidad, tome tanto como quiera; pero si usted quiere cero, yo no tengo nada que darle. Pero usted corre detrás de cero, usted corre detrás de cero.

Tukaram comprendió. Estaba vendiendo chiles y dio a las gentes tanto como que-rían; pero no quiso ningún dinero por ellos. Estaba pensando, «Si hago negocio y gano dinero, mañana tendré más trabajo y estaré atrapado en eso». Él nunca tomaba ningún dinero. ¿Qué va usted a tomar? Usted va a tomar cero, ¿no es así? ¿Por qué debe usted inquietarse? Usted no puede borrar la realidad; el que toma la realidad, deviene Él y está libre de todos estos negocios.

Él, la persona realizada, dice que acepta lo que dice. ¿Por qué debe tener miles de discípulos? ¿Para que le cuiden? ¿Por qué? Este cuerpo es una cosa sucia, y cierta-mente un día va a desaparecer. Si desaparece hoy, ¿en qué le perjudica? Si permane-ce, no hay problema. La persona realizada da todo, pero usted tiene el hábito de atraer las cosas malas, las cosas mundanas y no las cosas buenas. ¿Qué es lo atractivo para usted? Lo que usted quiere siempre es la atracción de la mente. La mente sólo da cosas falsas, ¿qué hacer entonces? La mente no da la atracción real.

La realidad está siempre aquí, ¿pero quién puede aceptar la realidad? ¿Cómo debe la realidad aceptarle a usted? Ella está por todas partes. Haga todo, pero comprenda que ello es nada. «Yo no hago nada», ésa debe ser su comprensión. No obstante, us-ted quiere el resultado. Sea fuera del resultado tanto como sea posible. Diga «Yo soy la realidad, sin yo». Sea Eso, y ésa es la vía verdadera.

27 de diciembre de 1999

Pregunta: Desde que le he encontrado, el dinero ha estado muy difícil para mí. Y me pregunto si esto es una lección o una prueba. ¿Puede hablar sobre las leccio-nes o las pruebas?

Maharaj: Los asuntos mundanos son siempre así. No se completan nunca. De todo modos, de ellos siempre resultan cosas molestas. Primero, el mundo mismo es siempre incompleto. Incluso con la computadora, todas estas gentes encontrarán que hay erro-res. ¿Cuál es el significado de esto? Que en este mundo nada es completo. Ya sea que usted obtenga dinero o que no lo obtenga, el dinero es una cosa muy secundaria. ¿Por qué se necesita dinero? Porque usted quiere satisfacer el deseo de la mente. La mente siempre tiene deseos. La mente quiere que esos deseos se cumplan. Uno debe com-prender; usted me encuentra y no ingresa ningún dinero. Usted lo ha dicho de esa manera, ¿no es así? ¿Cuál es el significado de esto? Que usted corre detrás del dinero y no de mí. Cuando usted quiera algo, diga, «Yo soy el enemigo del dinero».

Yo soy el enemigo del dinero, así se lo digo. Sea el enemigo del dinero. Dígale, «Yo no te quiero». Y si vienen a usted millones, hágamelo saber. Su mente debe estar siempre lejos de él. La mente siempre quiere más. Usted no puede alcanzar la plenitud en este mundo. Usted nunca puede ser correcto de todos los modos posibles. ¿Qué es el mundo? Es sólo un sueño suyo. Usted lo siente verdadero, ¿debido a qué? A la ignorancia. Usted da su acogida al nacimiento y al sueño que han venido a usted. Cuando duerme profundamente, entonces vienen los sueños, ¿no es así? De otro mo-do, los sueños no pueden venir a usted. Un hombre durmió toda la noche y otro no. Así pues, al hombre que durmió le vinieron muchos sueños, y entonces preguntó al otro, «¿Cuántos sueños has tenido? Yo no he dormido», dijo, «así pues, ¿cómo he podido tener sueños?».

Se ha olvidado de usted mismo, y ahora, ¿detrás de qué corre? Usted es como un ciervo que corre detrás de un espejismo. Usted piensa que ahí hay agua. La idea de que el dinero puede darle la felicidad es claramente una cosa falsa. ¿Cómo puede el dinero darle esa satisfacción, dígame? Un deseo puede satisfacerse, de acuerdo. Pero los deseos permanecen, ¿o no? ¿Acaso desaparecen? No. Muchos deseos vienen. Así pues, usted tiene un millón de rupias. Entonces quiere dos millones. Y si llega a tener los dos millones, entonces quiere veinte millones, y así sucesivamente. ¿Qué hace usted durante toda la vida? Correr detrás del dinero; no corre nunca detrás de usted mismo. Conozca su Sí mismo, entonces puede conocer el mundo. Eso es lo que dice la Biblia. ¿Qué hay en este mundo?

En este mundo todos son personas necias, así se lo digo. Por la gracia de mi Maes-tro, yo comprendí que nada es verdadero. Entonces uno ya no corre detrás de nada. Si el dinero no viene a usted, ¿entonces qué?, ¿dígame? Yo se lo diré ahora. Usted debe apartar su mente de él. ¿Qué dificultad hay en ello? Se puede ganar dinero de cualquier manera. Un ladrón puede ganar dinero de cualquier manera. Pero usted quiere guardar su ego. Usted está hambriento y dice, «Soy un pobre, yo no tengo nada». El ego le hace a usted eso. Usted no quiere enseñar a los demás que es infeliz, pero es siempre infeliz. ¿Qué hacer entonces? Es como el escenario de un teatro. Us-ted ve a los actores en el escenario, ¿no es así? Todos los actores vienen y se van, pero usted guarda el hilo del espectáculo. Cuando se va a dormir, olvida todo, ¿o no, dí-game? ¿Guarda usted el hilo del espectáculo? Usted quiere olvidarse de usted mismo también. Entonces puede ir a dormir.

Su nombre es Marta. No hay nada en el nombre Marta, y en el sueño profundo us-ted lo olvida. Un borracho se bebe una botella, tres botellas, y entonces dice, «¡Oh!, ahora quiero dormir» ¿Por qué? Porque quiere olvidar. Uno tiene que olvidar lo que no es verdadero, de otro modo viene el insomnio. El insomnio es una enfermedad y usted va al médico para dormir. «Tengo insomnio. ¿Qué puedo hacer? No puedo dormir». Dormir es necesario, pero tampoco es verdadero. Si durante toda la noche vienen los sueños, ¿puede usted dormir profundamente entonces? No. Dormir devie-ne entonces un sueño perturbado. Usted dice, «¡Ah, he tenido un sueño perturba-do!».

Cuando está despierto, durante todo el día usted está pensando sólo en el mundo, nada más. Todos los pensamientos vienen, uno tras otro, de la misma manera que las imágenes de una película. Usted guarda el hilo de ello. Lo que usted quiere, lo guarda bien guardado. Si alguien dice, «¡Oh!, usted es muy bella», usted lo guarda en su mente. El ego siempre le convence, recuerde eso. Ella puede no ser bella, pero la men-te lo guarda. Si alguien dice, «Usted es un asno o un burro», usted quiere olvidarlo. Pero no puede olvidar eso tampoco. ¿Por qué? Porque usted quiere pagarle con sus propias palabras y decir, «¡Yo no soy un burro, el burro lo será usted!»

Usted debe comprender su propia mente. La mente es el único hacedor. Así lo di-ce el Señor Krishna, «La mente es el único hacedor que hace la esclavitud o la libera-ción». Pero usted es siempre libre. Usted es más sutil que el espacio. Usted puede comprender y abarcar el espacio, pero no puede comprenderse y abarcarse a usted mismo. ¿Puede comprenderse a usted mismo, dígame? El poder opera todo el día en el cuerpo, de modo que usted puede comprender en cualquier momento.

Los ojos ven, pero cuando usted está cansado los ojos no ven. Se ha hecho un monumento, ¿no es así? Se han hecho unos ojos muy bonitos en el monumento. ¿Ve el monumento? El monumento no puede ver. ¿Puede oler? No. Es sólo un monumen-to. ¿Entonces quién huele? Usted huele. Ahí usted puede encontrar. ¿A quién? ¿Quién hay ahí? El sueño puede ser un sueño perturbado, pero no obstante, usted va a su propio sí mismo ahí, aunque no lo sabe. ¿Qué hacer entonces? Al olvidar esto, usted va sólo ahí. Usted está siempre cerca de la realidad. O, más brevemente, usted es la realidad.

El problema es que usted no quiere conocer esa realidad. Si usted conoce la reali-dad, ¿entonces qué? «El mundo se vendrá abajo. El mundo no permanecerá», piensa usted. El mundo no va a desaparecer, así es que no tenga miedo. Todo está aquí y el mundo no va a ir a ninguna parte. ¿Pero por qué los Santos han dejado todo esto? El mundo o la mente siempre traen inquietud. Los Santos quieren estar fuera de la in-quietud, de modo que no aceptarán nunca lo que no es verdadero. Usted acepta siempre lo que no es verdadero. Los ojos no pueden ver. Es el poder que está en us-ted el que le hace ver. Y si el poder es desconectado, ¿entonces qué? Su cuerpo será desechado sin importar lo bello que pueda ser, ¿o no? Nadie se preocupa por nadie. Descúbralo de esa manera y compréndase a usted mismo. Cuando usted se despierta, el mundo está aquí. ¿Dónde está el mundo cuando usted duerme profundamente? ¿Dónde está el mundo?

Esta pregunta no es buena ni tampoco mala. ¿Por qué? ¿Por qué hace usted esa pregunta? Porque usted quiere dinero. Diga que no lo quiere. Entonces usted puede preguntar, «¿Qué puedo hacer?» No haga nada. Olvide a todo el mundo. ¿Tiene di-nero un niño pequeño? Sin embargo, todas las gentes le aman. Usted siente que el dinero hace que los otros le amen. Se dice que incluso las prostitutas pueden hacer dinero. ¿A qué se debe? Las prostitutas hacen dinero; hacen montones de dinero. Uno debe comprender de esta manera. Sea fuera de cero. La causa real es cero. Cero es la causa real del mundo. Así pues, diga no; diga, «Se trata de una mano manca la que hace todo el daño». Usted quiere algo, usted hace algo y entonces corre detrás de ello. No se inquiete por ello.

Nadie quiere ir a la escuela, pero cuando usted va, ¿entonces qué? Todo el mundo llora cuando va a la escuela. ¿Por qué? Y cuando usted toma nacimiento, también llora. ¿Qué hacer entonces? ¿Qué ha ocurrido ahora? ¿Dónde estoy? ¿Y que va a pa-sar ahora? ¿Por qué lloran las gentes? Ahora usted celebra su cumpleaños; dice, «Es mi cumpleaños». Usted no ha nacido nunca y no morirá nunca. Comprenda de esta manera, entonces la cuestión de la muerte no viene a usted. El cuerpo toma nacimien-to y el cuerpo muere. ¡Qué muera! Pero usted dice, «¡Oh!, tengo un cuerpo tan boni-to, yo puedo hacer algo». Haga lo que quiera, no hay ningún mal en ello; pero no co-rra detrás de ello. Usted está corriendo siempre detrás de las cosas mundanas, nada más.

La mente siempre está tramando cosas y ama tramar cosas. No entra ningún dine-ro, ¿qué hacer entonces? Sea un mendigo en la calle. No hay ningún mal en ello. Mendigue para su comida, una vez al día, sólo para mantener vivo el cuerpo. Usted siente que no es fácil, pero una vez habituado, ¿entonces qué? Uno pierde la vergüen-za, ¿no es así? Y usted es siempre feliz.

La madre da un cachete al niño y el niño llora. Pero vuelve a la madre de nuevo. ¿Por qué? Porque ella le da algo. Sabe que obtendrá algo; así es el mundo. ¿Qué es el mundo? Nada sino ilusión, délo por hecho. A lo que no es, usted lo llama verdadero. Usted guarda la voz ahí, ¿no es así? (Maharaj señala al magnetofón). ¿Puede usted guardar al hombre ahí? «Yo escucho a Maharaj», dice él. ¿Pero cuál es la utilidad de ese Maharaj? Él no está ahí, sólo sus palabras. No se inquiete por nada. Usted se in-quieta siempre. Si no se inquieta nunca, ¿entonces qué? ¿Qué sentirá? Se sentirá feliz.

Las inquietudes hacen que un hombre se sienta cada vez más viejo. Pero el poder en usted no envejece nunca. Usted es muy poderoso. Pero todo esto es una insensatez (Señalando al cuerpo). Esto no es nada sino una fábrica de caca, me disculpo por de-cirlo. Pero usted quiere ser el poseedor de la fábrica de caca. ¿Qué ocurre entonces? Usted toma las mejores comidas, ¿no es así? ¿Y qué ocurre al día siguiente? Pero us-ted ama este cuerpo.

(Maharaj cuenta la historia de las señoras del pescado). Vendían pescado todo el día, y un día estaban cansadas y necesitaban un sitio donde dormir en su camino a casa. Vieron a un jardinero y le preguntaron si podía acogerlas durante la noche. El jardinero dijo, «Muy gustosamente; pueden quedarse». Limpió la casa y puso flores frescas para que dieran buen olor. Pero ellas estaban acostumbradas a oler a pescado cuando dormían. Se volvieron locas y comenzaron a insultar al jardinero y a acusarle de no querer que durmieran allí. Pero estaban tan cansadas que todas reclinaron sus cabezas para dormir, aunque se dejaron puestos sus vestidos de pescaderas para poder conciliar el sueño. ¿Me sigue?

Todos ustedes están acostumbrados a este cuerpo y sus hábitos. ¿Qué hacer en-tonces? El mundo es así. Hace que usted llore y llore y nunca le hace feliz. ¡Si quiere ser feliz, olvide el mundo y olvide el cuerpo! Diga que no es verdadero. Cuando us-ted olvida el mundo, ¿dónde está el cuerpo? Es parte de eso. Pero usted quiere un buen cuarto de baño. Hay gentes que ponen incluso alguna fragancia en el agua; pero, sin embargo, la suciedad vuelve una y otra vez. No puede evitarse. ¿Puede evitarlo alguien?

Cuando usted toma un avión, le dan una toallita húmeda para que se refresque. ¿Cómo refrescarse? Usted está en cautividad y está constantemente fatigado. Tratan de que usted esté confortable; le dan su comida o le ponen una película para serenar-le, puesto que usted está sentado todo el tiempo. Entonces llega al destino, y es feliz. La vida es un destino que usted tiene que pasar. Usted ha tomado nacimiento y quie-re ser feliz. La mente siempre quiere la felicidad. Usted es feliz cuando ve una pelícu-la. Una película, dos películas, y entonces la mente se cansa de ver películas. ¿Cuál es la utilidad de ello? Si usted habla con alguien durante dos o tres horas, acaba cansán-dose de la persona. Lo que quiere entonces es decir adiós.

La mente está funcionando siempre, pero no alcanza la satisfacción porque usted quiere al cuerpo. Siempre quiere al cuerpo. ¿Qué es el cuerpo? Está lleno de malesta-res y trastornos. Todo el mundo tiene sus dolores aquí o allí. En esta habitación hay cuarenta personas. Todos tienen sus trastornos corporales. Todo el mundo dice que los Santos dicen insensateces. Dicen que nada es verdadero, pero ustedes lo sienten como verdadero. Las gentes huyen de los Santos; no les gustan los Santos, así se lo digo. Pero el que comprende a los Santos, ¿entonces qué? Deviene feliz. Ese dice, «Yo no quiero irme a casa, quiero sentarme aquí». Entonces el Maestro dice, «Vuelva a casa». (Todo el mundo ríe).

En la escuela, cuando suena la campana, todos los niños corren fuera de la escue-la. ¿Por qué? Porque piensan que están presos. Pero el que no se siente preso, ¿enton-ces qué? Sea feliz. ¿Con qué? Con usted mismo. Cuando duerme profundamente, usted olvida todo, pero usted permanece. Y es siempre feliz. Cuando el mundo está teniendo lugar, deje que tenga lugar. ¿En qué le perjudica eso? ¿Alguien le perturba? Nada le perturba, así se lo digo. Diga, «Ninguna persona puede perturbarme». Olvide a ese alguien, sea un hombre, una mujer, o un niño. Diga, «Todos ellos son mí mis-mo». Si se comprende a usted mismo, usted no se cansa nunca de usted mismo. Pue-de estar en el infierno o en el cielo, pero nunca se olvida de usted mismo. Así pues, los Santos han dicho, «Conócete a ti mismo, encuentra la realidad». ¿Cuál es la reali-dad en esto? Si se encuentra la realidad, entonces lo que él hace es la realidad. En-tonces no hay nada de qué inquietarse.

A usted le inquieta el dinero. ¿Cuál es el significado del dinero? Quédese en casa, dondequiera que usted viva. ¡No venga aquí, así se lo digo; o lo que yo digo, acépte-lo! ¿Cuál es la utilidad de venir aquí? Puede haber trastornos, todo el mundo tiene trastornos. Usted ha tomado la vida para los trastornos. Tomar nacimiento es un pro-blema, y pueden venir muchos problemas durante toda la vida. Y la muerte también es un problema; para todo el mundo. No es fácil morir y tampoco es fácil vivir.

Así pues, ¿cómo encontrar la vía? ¡Diga que no es verdadero! Es incompleto, y nunca puede ser completo. Sea categórico sobre esto. Entonces puede decir, «Dios tampoco es verdadero». ¿Por qué ha hecho este mundo innecesariamente? Las gentes preguntan, ¿no es así? «¿Por qué ha creado Dios este mundo?» Vaya y pregúnteselo a él, ahora, así se lo digo. ¿Cuál es la utilidad de preguntarme a mí? Yo era feliz antes de que toda esta insensatez fuera creada. «Cuando era pobre, yo era feliz; ahora ten-go dinero y me han venido muchos trastornos», dice usted.

Todo viene como trastornos. La mente es de ese tipo, siempre quiere algo. Man-tenga su mente apartada de aquello que no es verdadero; entonces usted es feliz don-dequiera que pueda estar. Un diamante brillará aunque esté en un saco de polvo, o quizás en oro, o en oro blanco. Es seguro que brillará. Pero usted ha olvidado su pro-pio brillo. ¿Qué hacer entonces? Un diamante es sólo carbón. Es sólo una piedra, pero bajo presión deviene un diamante y entonces aparece el brillo. Pero debe haber un tallado, de otro modo es sólo una piedra. A las gentes les gusta llevar diamantes. Di-cen, «Me hace muy fino y muy bello». Todo esto está muy bien. ¿Pero cual es el fin de todo esto? Usted mismo morirá, pero si se encuentra la realidad… La realidad es muy brillante, porque el brillo no desaparece nunca. Si usted comprende ese brillo, entonces usted es Él. ¿Qué queda para usted entonces? Sea siempre Él y permanezca. El mundo no es nada, no importa lo que pueda parecer.

El mundo es cero, en el momento es cero. Rómpalo (el mundo) y deviene cero. Todo comienza de cero y acaba en cero. ¿Qué hacer entonces? Entonces no hay más preguntas. Usted era una gota cuando estaba en la matriz de la madre, y un día de-viene una gota de nuevo. Usted es enterrado y todo se desvanece. ¿Por qué ama a eso (al cuerpo)? ¡No lo ame! Ámese a usted mismo, que no muere nunca. Él, la realidad, no muere nunca, no va nunca a ninguna parte y no hace nada nunca. El que compren-de hace todo, pero sabe que no hace nada; así pues, está fuera de ello.

Deje que el mundo esté ahí, ¿en qué le perjudica? Usted nunca es feliz con el mundo. ¿Por qué? Usted quiere algo más, la mente siempre quiere algo más. Sea lo que sea, usted nunca está satisfecho con lo que ha recibido.

Acaban de nombrar a Miss Mundo. ¿Es ella feliz después de devenir Miss Mun-do? ¿Pregúntele? «¡Ahora he recibido este título!» El título no es bueno. El título trae consigo trastornos innecesarios. Ella quiere parecer cada vez más bella. ¿Y cómo pue-de ser más bella ahora, dígame? Lo que hay, hay, las gentes no pueden comprender. ¿Puede alguien comer dinero? Usted ha ganado millones de rupias o de dólares. ¿Se los puede comer? Usted tiene que comprar algo para comer. Abandone sus dólares. El cuerpo quiere fruta, pescado o verduras, lo que quiera que sea. No hay nada de qué inquietarse. Hay gentes que comen alimentos no vegetarianos y algunos dicen que «Ellos no son puros». ¿De qué está hecho este cuerpo? Está hecho de carne, huesos y sangre. ¿Por qué debe alguien llamarlos impuros? Nadie es malo y nadie es bueno tampoco. El cuerpo requiere comida y bebida, eso es todo.

Cuando hace frío, usted puede tomar un coñac para entrar en calor, nada más. ¿Ha devenido usted malo por tomar coñac? Alguien que no toma coñac, ¿deviene bueno por eso? Todo esto es sólo la insensatez de la mente. La mente hace todas las diferencias. Muchos Santos dicen, «¡Oh!, usted tiene que comer sólo verduras, en-tonces puede venir a mí». ¿Qué hacer entonces? Usted come bizcochos, ¿no es así? Usted tiene que cortarlos, ¿no es así? Ellos tienen vida, aunque usted no pueda verla. Entonces entran el aire y los gérmenes. ¿Puede impedir que entren esos gérmenes? Usted puede limpiar y limpiar, sin embargo están ahí. Así pues, en nuestra mitología se dice que si usted quiere vivir, tiene que comer vida. Uno debe comer la vida. Us-ted respira, ¿o no? Sin respirar no se puede vivir. Respirar significa que usted aspira aire, y hay muchos gérmenes en él. Usted se los come a todos.

En algunas culturas comen carne humana. Dicen que es sabrosa. Yo no sé. Cortan la carne y brota la sangre. Cuando usted se corta, chupa su herida (Maharaj finge chuparse una herida). Chupe esa sangre de modo que brote. La comprensión debe venir. ¿Qué es el mundo? Es su pensamiento. Usted hace el mundo. Usted tomó el nacimiento y eso es su pensamiento, y entonces se le dio algún nombre. Su nombre es Susan, pero yo la llamo Marta. ¿Qué hay en el nombre? En América había una mujer gruesa como ella. Su nombre era Marta. Así pues, yo la llamo Marta. Yo olvido mu-chos nombres. ¿Qué hacer entonces? Debido a la vejez, olvido. Yo no puedo recordar a muchas gentes. Muy bien, digo, muy bien. ¿Cómo puedo recordar? Aquí vienen y se van muchas gentes.

Muchas gentes van a la iglesia. ¿Ve Cristo a alguien? Él no ve a nadie (Maharaj ríe). Sea Él. Mí mismo es todo el mundo. ¡Adelante! ¿Por qué va usted y reza en la iglesia? Cristo no habla, no da charlas. Cristo no oye y tampoco ve. Usted va a ver a un ídolo. Sea usted mismo el ídolo. Vea todo y diga que nada es verdadero. Tenga ese coraje. Acontezca lo que acontezca, deje que acontezca. ¿En que le daña eso? Si digo que esto no es mármol, ¿puede ello dañarme? Yo digo que es una piedra. Pero usted, afectuosamente, dice que es mármol. Las gentes se envanecen con estas cosas. No es nada más que una piedra, ¿o no?

Siempre doy el ejemplo del hombre que contaba su dinero. Todos los días contaba sus veinte mil rupias. Contaba y contaba y cuando acababa de contar lo ponía en un agujero en la tierra donde lo tenía oculto. Un día otro hombre le vio contando y pen-só, «¿Pero qué hace? Sólo está contando». Al día siguiente se llevó el dinero y lo re-emplazó por piedras. Cuando el hombre fue a sacar su dinero, vio que sólo había pie-dras. Entonces comenzó a llorar, «¡Ah, ah, todo ha desaparecido!» El otro hombre dijo, «¿Por qué lloras?, sólo estabas contando, ¿no es así? Cuenta piedras en su lugar; para contar son tan buenas como tu dinero». Pero la mente no puede aceptarlo.

«La mente es un mozo trapacero; es un quincallero malvado», yo siempre digo eso. La mente le causa muchos trastornos y usted tiene que sufrir por eso. Usted se enorgullece de la mente y dice «mi mente ha dicho». Tome a su mente y hágala no mente. Diga, «Yo no soy el cuerpo, yo soy la realidad». Deje que las gentes digan lo que quieran. Ellos dirán que usted está loco, que se ha vuelto loco. ¿Por qué debe inquietarse por lo que digan? Usted se conoce a usted mismo, ¿o no? Si usted tiene veinte mil rupias consigo y lleva los vestidos rotos, ¿se siente usted pobre? A usted le gusta llamar la atención. Incluso no tratar de llamar la atención es también llamar la atención. Usted piensa, «Si las gentes saben que tengo dinero me lo quitarán; hay muchos ladrones en el mundo».

Cuando va a una boda, usted trata de parecer estupendo para que las gentes le vean. Trata de parecer especial. Pero nadie le mira, miran al novio y a la novia. Nadie se preocupa de usted, pero, sin embargo, usted va con toda esa pompa. Busca que se le acepte allí, y eso es el ego. Sáquese su ego, olvide a su ego, olvídese de usted mis-mo. Ego significa todo lo que es innecesario. La mente es de un tipo muy diferente; siempre quiere algo, y más y más, siempre. Pero lo que quiere no es verdadero. La mente no pide nunca la realidad. ¿Pide la mente eso alguna vez?

Nadie quiere a los Santos, porque ellos hablan de algo más y usted está pensando siempre en lo que no es verdadero. Dos borrachos son felices juntos, debido a que cada uno piensa que el otro es como mí mismo. Pero si uno dice, «Lo siento, no pue-do ir», ¿entonces qué? En la vida, los compadres van siempre juntos. Las gentes ha-cen amigos, ¿para qué? Para el propósito de hacer a la mente más profunda y más satisfecha. Pero la mente nunca está satisfecha. El amigo de hoy es el enemigo de mañana. Eso depende de usted. ¡Lo que la mente quiere hacer y lo que no quiere ha-cer, sólo lo sabe Dios!

Cuando una persona rica hace un buen negocio, se sienta en la sala y se dice a sí misma, «Si devengo pobre mañana, ¿qué me acontecerá?» Entonces comienza a llorar y las gentes no pueden comprender por qué no es feliz. Él quiere mantener el ego, la posesión de ello. La mente sabe que el mundo va a desaparecer. No puede hacerse nada para detenerlo. ¿Por qué lloran las gentes cuando muere alguien? Porque uno mismo no quiere morir. Por eso lloran. Muera usted mismo, mientras está vivo. Com-prenda esto: Yo no soy el cuerpo, yo no soy la mente, yo no soy la ignorancia ni tam-poco el conocimiento. Yo soy más allá del conocimiento. El conocimiento es sólo un pensamiento. ¿Por qué aferrarse al conocimiento? ¿Qué tipo de conocimiento tiene usted? Cualquiera que pueda ser, el conocimiento es una cosa falsa que usted ha reci-bido. El conocimiento va a desaparecer, ¿o no? Usted olvida, ¿o no, dígame? Y cuando se duerme profundamente, usted olvida todo.

Así pues, el conocimiento no es verdadero. ¿Es verdadero? Usted es muy feliz, «Yo tengo muchos títulos», dice usted, «Yo soy fulano». ¿Es usted algún título? Us-ted no es nada de eso. Pero el ego quiere eso. El ego quiere felicidad. Olvide todo, entonces será feliz. No diga, «Yo gano dinero o no gano dinero». Yo le digo, «Usted es siempre rico». Cuando usted está aquí, todo el mundo está aquí; de otro modo, ¿dónde está el mundo? Sea de esta manera.

Si usted tiene los vestidos rotos, no hay nada de qué inquietarse, porque usted sa-be, «Yo no soy esto». No se inquiete nunca por nada. Entonces, cuando las inquietu-des desaparecen, usted deviene no mente. Usted no deviene una persona tonta con la no mente. Su mente siempre le perturba. La no mente le saca de sus perturbaciones. No se inquiete nunca por nada; sea cual sea el estado en el que esté. Se trata sólo de un asunto corporal, o de la mente. Usted es sin estado. Todos estos estados vienen y se van. Usted es siempre Él. No acepte nunca nada menos. ¿De acuerdo? Así pues, ¿está su pregunta contestada ahora?

Pregunta: ¿Es la comprensión también un conocimiento? ¿Es un conocimiento de nada?

Maharaj: Sí, de nada. Eso es la comprensión. La comprensión es eso. Es nada también. Usted lo toma como algo, como algo verdadero, debido a esa comprensión. Si va más allá de la comprensión, entonces usted está siempre ahí, porque la compren-sión trae la ignorancia. La comprensión viene de la ignorancia. Vaya más allá de eso. Vaya más allá del espacio. El espacio es cero; así pues, vaya más allá del espacio. Si comprende que usted es más allá del espacio, ¿quién puede tocarle, dígame? Enton-ces, ¿qué conocimiento puede venir a usted? ¿Cuándo viene el conocimiento? Cuan-do usted recibe su contacto, cuando usted dice, «Yo existo».

Pregunta: Cuando la mente desaparece, usted es Él entonces; pero en algún punto la mente retornará.

Maharaj: Que vuelva.

Pregunta: ¿Así pues, la comprensión está también aquí, pero se comprende que ella es nada?

Maharaj: Sí. Entonces usted sabe que nada es verdadero y que Él actúa en todo. Él hace todo, pero la mente comprende que ello no es verdadero. El fondo debe ser de ese tipo. Vea toda la imagen y diga que no es verdadera. Ella es sólo el pensamien-to de una persona. Pero usted gustosamente ve toda la imagen y nuevamente la toma por verdadera. Cuando comprende que todo es nada, usted deviene un Santo; de otro modo, sigue siendo una persona ignorante.

La ignorancia no tiene ninguna paz. El conocimiento y la ignorancia son falsos los dos. Así pues, comprenda y haga todo; no tiene que inquietarse por ello. Voy a darle un ejemplo. Cinco o seis amigos se sentaron juntos. Entonces, secretamente, un hom-bre guiñó su ojo al anfitrión. Seguidamente, el hombre que había guiñado el ojo co-menzó a regañar al grupo. Los del grupo se levantaron, «¿Por qué nuestro anfitrión encaja y no responde a todas estas malas palabras?», pensaban. El anfitrión simple-mente se reclinó riendo. Comprendía que todo aquello era sólo una broma.

Tome el mundo como una broma, su broma. Entonces haga que la broma dance en su meñique. El ego quiere todo y hace que usted sienta que todo es verdadero. Tóme-lo como una broma y diga que no es verdadero. Sea fuera de ello; de otro modo ten-drá que estar en el mundo, ¿no es así? Mientras el cuerpo está aquí, la conexión del conocimiento está aquí. El cuerpo está aquí y usted tiene que pensar y trabajar, pero, no obstante, puede estar fuera de él. La persona realizada piensa todo, pero dice que «Todo viene de cero».

Dos hombres se están pegando. Viene un tercer hombre y pregunta, «¿Por qué os estáis pegando?» Uno dice, «Él me debe doce rupias». El otro dice, «No, lo que te debo son siete más cinco». Todos se pegan de esta manera. Usted lo quiere de una manera diferente. Así pues, haga que todo dance en su dedo meñique. Haga que todo el conocimiento dance en su dedo meñique.

El conocimiento es nada. La ignorancia ha venido a mí, y eso es todo lo que es el conocimiento. Entonces puede ser feliz en cualquier parte. Si es usted el que danza, entonces no puede ser feliz. No dance. Hágalo danzar.

Cuando un tamborilero toca, ¿danza usted o no? ¿Pero danza él? Él hace que us-ted dance. Toque su propio tambor, pero no dance con él; ésa es la manera de estar fuera de él. Si usted danza toda la noche, ¿qué pasa entonces? Usted no puede tocar al día siguiente.

Así pues, haga que dancen los demás. El que hace así comprende que todo el mundo es una persona tonta. Nadie es sabio y yo tampoco soy sabio. Diga eso, de otro modo el ego vuelve, ¿no es así? El ego es así. Yo también soy como una persona tonta, pero sé algo que la mayoría no sabe. Esa es la diferencia, nada más. Usted es más sutil que el espacio. Nada puede detenerle. ¿Puede alguien detenerle? Nadie puede detenerle. Sea más sutil que el espacio. El viento viene, ¿puede usted detener al viento? ¿Puede alguien, quienquiera que sea, detener al viento? ¿Pero adónde va el viento? Al espacio de nuevo. Va a cero. Así pues, sea fuera de cero. Haga que todo dance. Usted toque, pero no dance, ¿de acuerdo?

Pregunta: ¿Conoció usted a Dattatreya? ¿Vivió en su época?

Maharaj: ¡No! Vivió hace más de cinco mil años, antes de Cristo. Dattatreya es mi hijo. Así lo comprendo yo. Los atributos vienen y eso es el hijo. ¿Qué hay que cono-cer? Un hombre con tres cabezas, ¿puede haber algo así? Es un castigo para él dormir de esa manera. Ser un dios es un castigo. A alguien a quien se castiga, ¿cómo puede ser un rey? Todos los dioses son nada, son sólo pensamientos. ¿Sabe alguien si Datta-treya estuvo aquí o no? Él sólo está reseñado en los libros. Él fue a veinticuatro maes-tros. Los atributos no pueden ser felices. ¿Cómo pueden ser felices, dígame? ¿De dónde nacen? Usted dice, «Yo muero, o ese hombre muere». Los atributos vienen y van en el cuerpo. No son verdaderos. ¿Cómo pueden ser verdaderos? Los huéspedes vienen y se van todos. Si usted los ve como Dios, entonces está perdido en el cielo. El mundo ha aparecido cuando usted tomó el nacimiento. No está aquí. Uno deja el cuerpo, y entonces el mundo se acaba. Nadie ni nada es verdadero.

30 de diciembre de 1999

Pregunta: Maharaj, yo tuve un gurú en Holanda durante diez años. A veces me decía, «Usted es un poquito extraño». Un día le pregunté, «¿Qué quiere usted decir con eso?» Él dijo, «Porque no se atiene a lo que usted es». Yo no pregunté más en-tonces y a los pocos meses murió. Ayer le escuché decir a usted, «Tenga el coraje de ser Él». ¿Podría explicarme lo que quiere decir con eso?

Maharaj: Usted es Él. Usted piensa que es el cuerpo, una mujer. Toda esta insen-satez ha venido a su mente debido a su nacimiento. Usted no puede estar en usted, su Maestro quería decir eso. Él le debía haber explicado eso, cómo estar en usted. Prime-ro, uno debe comprender «quién soy yo». Usted no es el cuerpo, ni el nombre; usted no es la ignorancia ni el conocimiento. Uno debe comprender de esta manera.

El deber del Maestro es hacer comprender. ¿Cómo puede usted estar en usted? ¿Cómo se puede estar en uno mismo, a no ser que se comprenda que usted es Él? ¿Qué queda entonces? Usted queda siempre, no desaparece nunca. Quedar siempre significa comprender, y esa comprensión necesita ser práctica. Al comienzo uno com-prende teóricamente y después prácticamente. Práctica significa que usted es Él; eso es práctica, nada más. ¿Cómo ser Él? Así pues, Él le dice que usted no permanece.

Primeramente, permanezca en el conocimiento, «Yo soy el conocimiento, yo co-nozco todo. El mundo es sólo mi pensamiento». Todo el mundo es su pensamiento. Las gentes no pueden aceptar eso. El mundo ha aparecido debido al pensamiento. ¿Cómo aparece el sueño? Usted está durmiendo, está en la ignorancia; entonces viene un pensamiento y deviene un sueño. Usted deviene una reina en el sueño. Usted dice, «¿Cómo puedo ser una reina?» Cuando viene la comprensión, es lo mismo aquí. El Maestro dice, «Usted es Él».

La comprensión viene cuando usted deja el sueño. A menos que deje el sueño, no puede comprender lo que yo soy y lo que yo era antes. De la misma manera aquí tam-bién. ¿De dónde viene todo? Todo viene de cero y acaba en cero. Nada es verdadero. Usted siente que todo esto es verdadero debido a los ojos y a la mente. La mente siempre acepta cualquier cosa como verdadera. En un sueño usted acepta también que todo es verdadero. En un sueño usted tiene un hijo en un segundo y aquí le lleva nueve meses. En el sueño no tiene que esperar. En un sueño no hay que hacer nada, debido a que en ese momento su poder es muy fuerte.

El mundo está hecho por ese conocimiento. Y ese conocimiento es usted mismo, uno debe comprender eso. Entonces usted deviene el creador del mundo; de otro modo, usted no puede ser el creador. Como usted ha devenido algo, dice, «¿Por qué ha acontecido esto? ¿Por qué mi hijo ha muerto tan pronto?» Se debe a su pensamien-to. Cuando fue creado, se debió a su pensamiento. Voy a darle un ejemplo: En una historia, el escritor hace que la heroína muera pronto. Eso es el derecho del creador. Pero el director dice, «Es malo si la heroína muere, pues entonces, ¿qué queda?» En-tonces el escritor dice, «Si la heroína no muere, mi pluma no puede proseguir».

De la misma manera, como usted ha tomado este cuerpo, dice que ha acontecido así. No, fue su propio pensamiento el que creó el mundo. En una obra de teatro tam-bién uno puede devenir un mendigo o un rey. ¿Quién hace todo esto? El escritor, y usted toma parte en ello. Así pues, un rey quiere representar el papel de un mendigo. Toma el ego del mendigo y dice, «He hecho muy bien el papel de mendigo aunque yo soy un rey». De la misma manera aquí; como usted ha tomado el cuerpo, ha olvidado que usted es el creador. Pero usted es el creador, el conocimiento es el creador, nada más. ¿Tiene un loco algún mundo? El loco hace lo que quiere, no tiene ningún mun-do; su mundo es sólo sus pensamientos.

¿Por qué las gentes hacen cosas juntos y tienen funciones sociales? Porque todos son de la misma mentalidad. Ella hace como si fueran verdaderos todos estos asuntos mundanos debido a que todo el mundo está muy absorbido en ellos. Pero todo esto no es nada sino un sueño. Cuando usted duerme profundamente, ¿adónde va todo, dígame? Usted olvida su cuerpo, olvida su mente, olvida todo. Olvida también el lugar donde está durmiendo. Yo a menudo olvido donde estoy cuando me despierto del sueño. «¿Qué es esto? ¿Dónde estoy?» Sólo hay olvido. Olvide todo. Olvide el mundo entero. Véalo, saboréelo, pero diga que no es verdadero.

Tenga el coraje de decir que no es verdadero. Haga todo, no hay nada de qué in-quietarse. Debido a la conexión de ese conocimiento con su cuerpo, el cuerpo es segu-ro que funcionará. Los ojos deben ver, los oídos deben oír y la lengua debe saborear. Sin embargo, diga que no es verdadero, tenga esa audacia. Usted come algo dulce, ¿permanece? No. El dulzor desaparece. Usted siente alguna perturbación en la mente y llora. Después desaparece. ¿O permanece?

Esté donde esté, usted siempre está cambiando. Pero no se olvide nunca de usted mismo. Yo siempre digo, «Esté usted en el cielo o en el infierno, no se olvide nunca de usted mismo». Usted olvida todo, pero se toma equivocadamente por un cuerpo, por una mente. De esta manera, usted no puede permanecer. Él permanece siempre. Él no habla nunca. ¿Qué hacer entonces? Si Él duerme profundamente, entonces el mundo desaparece completamente, porque todo esto es sólo su sombra. El mundo es sólo una sombra de la realidad.

¿Quién ha hecho todo esto? Esta pregunta surge siempre y todo el mundo piensa que lo ha hecho el creador. ¿Quién ha visto nunca al creador, dígame? ¿Cómo fue creado el mundo? Mi Maestro decía, «¿Qué necio mentecato ha visto nunca eso?» ¿Había alguien allí? ¿Dónde estaba usted cuando fue creado el mundo? Las gentes dicen muchas cosas, pero sin ninguna experiencia. Pero la experiencia del Sí mismo está siempre aquí. Viene un pensamiento y algo se crea. Viene un sueño, ¿puede us-ted saber cómo va a ser su sueño? Después, el despertar, ¿quién ha demolido ese sue-ño? Así pues, no ha pasado nada.

En el sueño usted veía el palacio, era una reina, todo estaba allí y usted hacía mu-chas cosas. ¿Queda alguna porción de ello? Tan pronto como despierta, todo desapa-rece. Entonces, ¿quién lo creó? Ese conocimiento ha creado el mundo. Usted dice que es verdadero. ¿Por qué dice que es verdadero? Porque usted es de la mente o cualidad. Los pájaros de la misma camada van todos juntos. Todos dicen que el mundo es verdadero o que ha sido creado. El que comprende dice, «Yo no sé quién es Dios». Él es muy categórico respecto a esto. ¿Quién es Dios? Usted dormía pro-fundamente y algo aconteció, ¿no es así? ¿Quién lo creó? Debido a que usted ha ol-vidado la realidad, la realidad está olvidada, y usted no puede volver ahí. Entonces, como resultado de ello, aparece todo el mundo.

Pregunta: ¿Cómo prosigue eso que es permanente e incambiable? Esta apa-riencia ha venido y está cambiando constantemente. Es una contradicción que el que es permanente e incambiable produzca eso que es cambiante y transitorio, el mundo y la realidad.

Maharaj: La realidad no produce nada. Él no produce nada. Si Él lo hubiera pro-ducido, entonces nadie lo habría hecho no verdadero. Él, la realidad, es olvidado, y entonces viene el conocimiento, y el conocimiento lo trae todo. Usted está en sueño profundo completo, no hace nada, y entonces viene un pensamiento. ¿De dónde ha venido? De su estado cero. ¿Quién lo ha creado? Si Él lo hubiera creado, alguien lo hubiera demolido también. Comprenda de esta manera. Es sólo una sombra. Tengo que usar la palabra sombra. Si usted va detrás de la sombra, ¿cómo puede alcanzar a la persona? Una sombra cambia a cada momento. La sombra deviene más larga o más corta dependiendo de la luz. ¿Es la persona más corta o más larga?

Él no crea nada, quiero decir eso. Las gentes piensan que Él ha creado. ¡No! En un sueño usted no está haciendo nada, pero, no obstante, está danzando. Usted habla y bebe y hace de todo en el sueño. Si come en el sueño, ¿se llena su vientre? No. Cuando se despierta, siente hambre. De modo que lo que ha hecho no es verdadero. Usted saborea todo, malo o bueno. A algunas gentes les gusta la calabaza amarga; otros la saborean y dicen lo opuesto. ¿Por qué? Es la mente la que funciona, y funcio-na por todas partes.

Se me dijo que no tomara azúcar para impedir la diabetes. Sin embargo, cada vez tomo más azúcar. Se me hicieron todas esas pruebas y los resultados fueron nulos. ¿Qué hacer entonces? Tengo golpes de tos, de manera que quisieron hacerme electro-cardiogramas. Y el último fue mejor que los dos primeros. ¿Cómo descubrir qué? Me-jor no saber nada. Saber es lo peor. Un muchacho estaba entretenido y entonces reci-bió una carta que decía que su padre había muerto, de manera que comenzó a llorar. El conocimiento trae todas las perturbaciones. Entonces, ningún conocimiento. Si uno no sabe que un avión indio se ha estrellado, ¿qué sentirá entonces al respecto? ¿Senti-rá algo? Cuando sabe, usted dice, «¡Oh, qué acontecerá, qué acontecerá!»

Así pues, saber no es una bendición. Saber trae perturbaciones. Usted tomó el na-cimiento y así vino a saber; así pues, ahora han venido a usted todas las perturbacio-nes. Ahora han venido a usted todos los problemas. Pregunte a su mente qué proble-ma no ha venido. Amar a alguien es un problema y no amar es también un problema. ¿Qué puede hacer usted? El conocimiento está aquí, ¿no es así? El conocimiento es muy perturbador. La realidad no tiene ningún conocimiento, de modo que Él no ha hecho nunca el mundo. El conocimiento ha aparecido en Él. Usted estaba dormido profundamente, no hacía nada, y sin embargo el conocimiento ha aparecido en usted. Con un mal sueño, usted es infeliz; con un buen sueño, usted es feliz. Pero ambos desaparecen cuando se despierta.

Si usted se despierta aquí, entonces todo esto no es nada sino un largo sueño. To-do esto se repite, de modo que lo llamamos un largo sueño. ¿Por qué las personas realizadas lo llaman un largo sueño? Lo que fue ayer es hoy. Es nada, no ha aconteci-do nunca, pero la memoria crea el lazo. Todo está separado, pero usted lo toma como verdadero. Usted lo siente verdadero debido al recuerdo; lo conserva en la mente, y eso es ignorancia. Un hombre estaba llorando ayer, pero hoy está riendo. ¿Cuál es el significado de eso? ¿Por qué acontece? —le pregunto a usted ahora. Las dos cosas son falsas, ¿no es así? Nadie estaba llorando y nadie está riendo. Así pues, usted puede cambiarse en un momento. A cada momento el mundo cambia mucho.

Viene una buena brisa y usted dice, «¡Qué agradable!»; y si viene el calor usted pone el ventilador o el aire acondicionado. ¿Qué hacer entonces? Si está enfermo, entonces no quiere el ventilador o el aire acondicionado.

Pregunta: Yo hice esta pregunta hace diez años en Bagevadi. ¿Hay alguna dife-rencia entre una realización alta y la realización más alta?

Maharaj: Cuando usted sabe que adelanta, eso es una realización alta. Si usted sube al séptimo piso de un edificio, eso es una realización alta (todos ríen). Pero cuando siente que todo esto no es verdadero, eso es la realización más alta. La mente está siempre en un estado de suspense, ¿es esto verdadero o no es verdadero? El Maestro dice, «No es verdadero». «¿Cómo puedo creerle?» —dice usted. «Yo veo, yo hago todo. Yo como, yo voy también al retrete». En un sueño, usted está haciendo también muchas cosas, pero, sin embargo, en cuanto se despierta, lo olvida. No queda nada. Así pues, cuando uno muere y deja el cuerpo, ¿qué queda? No queda nada. El mundo desaparece.

Pregunta: El ser humano es una combinación de forma y sin forma. La forma es el cuerpo y lo sin forma es el conocimiento o la consciencia. Así pues, el cuerpo y la mente no son verdaderos y sólo son percibidos experimentalmente por aquellos que los sienten. El problema para mí es cómo pasar el conocimiento y sin embargo ser. ¿Es eso posible?

Maharaj: Comprenda que este conocimiento mismo no es verdadero. Todo lo que acontece, acontece en el conocimiento. A uno le viene la fiebre y a otro no. Diga que no es verdadero en la mente, y ésa es la diferencia; nada más. La fiebre le viene al cuerpo, a mí no me viene la fiebre. El grado de usted no puede ser medido.

Pregunta: ¿Cómo acontece el paso entre lo sin forma y eso de lo que no puede decirse nada?

Maharaj: Por la comprensión, sólo por la comprensión. Aceptar que yo soy sin forma o con forma se debe sólo a las creencias de la mente. Usted no es sin forma ni con forma. No queda ningún pensamiento, de manera que es llamado el pensamiento sin pensamiento o el estado sin estado. Ahí no hay nada, o de otro modo acontecería algo. Usted no siente nunca nada. Cuando duerme profundamente, ¿qué siente usted, dígame? Sueño profundo significa que todo ha desaparecido, todo. La forma y lo sin forma no permanecen. Como usted ve la forma como real, tiene que llamarlo sin for-ma. Pero tampoco es sin forma. Por ejemplo, usted tiene que usar palabras como realidad. Pero tampoco es la palabra realidad. No es la palabra realidad, y sin embar-go uno tiene que aceptar esa realidad. Ahí no hay palabras. Por una parte todo es ver-dadero. Usted está en sueño profundo completo y viene el pensamiento. Entonces usted ve todo el sueño, ¿o no? ¿Es usted en la forma o en lo sin forma, dígame?

Pregunta: En ese momento lo sin forma es inactivo y la consciencia es activa.

Maharaj: La consciencia puede estar ahí, no digo que no. ¿Cuándo viene la cons-ciencia? Cuando usted recibe su toque. En el sueño profundo usted se arrasca, pero no lo sabe. Usted murmura algo, pero si alguien le pregunta, usted dice, «yo no dije nada». Debido al hábito del cuerpo o la mente, usted siente que está haciendo algo. Todo acontece aquí, pero no acontece. Todo acontece en la ignorancia.

Pregunta: Maharaj, ¿podemos concluir que el paso del conocimiento a la reali-dad es automático? ¿Acontece por sí solo?

Maharaj: Si así lo dice, así será. Pero no es verdadero. Ésa es la comprensión final. ¿Ve el mundo la persona realizada? La persona realizada ve todo, pero siempre queda que resolver la interrogación. El mundo es una interrogación. Usted mismo es una interrogación. (Maharaj pregunta entonces su nombre a quien pregunta). ¿Dónde está Marijke, dónde está Marijke? «Yo soy Marijke», dice usted. ¿Cómo va a ser usted un nombre? Usted siente que es verdadero, pero, sin embargo, no es verdadero. Este tablero de mármol romperá su cabeza, pero no puede romperle a usted. Romperá mi cabeza, pero no puede romperme a mí, debido a que yo soy Él; así de simple. Cuando usted es Él, ¿cómo puede romperse a usted mismo?

La realidad es maravillosa, así se lo digo; no se puede imaginar. Y usted es Eso. Así pues, ¿cómo puede matarse a usted mismo? El mármol es Él también, pero, sin embargo, no existe, no puede tenerse por sí solo. ¿Puede usted denunciarlo? La elec-tricidad mata a muchas gentes, ¿puede usted denunciarla? La electricidad dice, «Yo no sé nada de que alguien haya muerto». La electricidad da luz también pero no sabe lo que es la luz. El sol no sabe que da la luz al mundo. Si lo sabe, no es el sol. De la misma manera aquí también, encuéntrese a usted mismo. Usted no se encuentra en ninguna parte, pero, sin embargo, está aquí, sin palabras.

Pregunta: Así pues, ¿todos los objetos sencientes y no sencientes son Él?

Maharaj: Dígalo así, pero diga que no es verdadero. En un sueño usted puede ver muchas cosas. Cuando se despierta, ¿qué ha acontecido? Usted quiere poner algo en la realidad. La realidad no dice nada. La mente quiere algo ahí, porque quiere probar que todo es verdadero. Mientras el sueño está aquí, no es verdadero. Cuando aconte-cía, no era verdadero, y cuando fue demolido no era verdadero. ¡Totalmente desapa-recido! Nada ha acontecido y nada va a acontecer. Todo está sólo en el relato. 1999 se va dentro de dos días y viene el 2000, y Cristo todavía no ha venido. ¡Él no dice nunca que viene, es usted quien lo dice! La realidad no dice nunca nada, pero todo acontece en Él. A Él no le toca nada.

Pregunta: Así pues, ¿la realidad no es consciente de sí misma?

Maharaj: Si ella dice, «Yo soy la realidad», no es la realidad. ¿Qué decir enton-ces?

Pregunta: Pero todo el universo es consciente.

Maharaj: Estoy de acuerdo, debido a que está en el conocimiento; pero el conoci-miento no es verdadero. El primer día del año 2000 todos estarán durmiendo, y en-tonces se despertarán de nuevo. Un día se ha ido y otro ha venido. Todo acontece así. La mente es muy creativa; quiere crear. No es fácil traspasar la mente. Traspásela di-ciendo que no es verdadera. Si usted tiene ese poder y coraje, deje que acontezca lo que acontezca; diga sólo que no es verdadero. Yo no soy nada, yo nunca seré nada.

Así pues, lo que usted ve y percibe es sólo como las burbujas en el océano. Cierre sus ojos y ¿dónde está el mundo? (Maharaj usa el ejemplo del juego del hombre ce-gado: una persona tiene los ojos vendados y entonces tiene que buscar a los otros jugadores). Todo el mundo está en busca de la realidad, pero a la realidad no le venda nunca los ojos nadie. Ella es muy abierta.

Pregunta: Nosotros usamos este conocimiento para comprender, y, sin embar-go, al mismo tiempo se nos pide también que lo abandonemos. ¿Cómo reconcilia-mos esto? Estamos usando el mismo instrumento para discriminar, y, entonces, al mismo tiempo, debemos abandonarlo.

Maharaj: Conserve el instrumento, pero comprenda que no es verdadero. Lo que hace no es verdadero. Lo que resulta no es verdadero. Uno tiene que dormir profun-damente, entonces puede venir el sueño. Si yo duermo profundamente toda la noche y usted no, yo puedo tener muchos sueños; pero si entonces le pregunto, «¿Cuántos sueños ha tenido usted?», usted responderá, «Yo no he dormido, de modo qué ¿có-mo he podido tener sueños?» El instrumento es el mismo. Usarlo o no usarlo, eso de-pende ahora de usted. El conocimiento es un instrumento, nada más. ¿Cómo usar ese conocimiento? (Pregunta: «¿Cómo ir más allá de él?») Sí, entonces el conocimiento no permanece. No está nunca ahí; usted ve todo el mundo, pero, sin embargo, el mundo no está ahí. Debe comprender eso.

Usted ve debido al conocimiento. Un hombre muerto no puede ver el mundo. ¿O puede ver el mundo? Puede tener millones en el banco, pero, sin embargo, es nulo y vacío, debido a que el conocimiento ha sido desconectado. La totalidad del mundo es sólo una apariencia debido a esa conexión. El conocimiento viene y entonces se ve la totalidad del mundo. Entonces todo el mundo ve y todo el mundo lucha por el dinero, nada más. Así pues, ¿cuál es la razón? El conocimiento trae todo, pero, sin embargo, no es verdadero. Debe comprender eso. ¿Cómo puede el conocimiento sos-tenerse por sí mismo? El conocimiento no puede sostenerse, no puede probarse ver-dadero. Usted no puede probarlo porque el conocimiento desaparece en una fracción de segundo.

Usted está hablando y entonces muere. ¿Se va al infierno? ¿Qué hacer entonces? ¿Qué acontece? Tase a su mente, siempre. Usted paga tasas al gobierno. No pague tasas al gobierno. Tase a su mente. ¿Qué es verdadero? La mente es el recaudador real. Sea usted el recaudador, pídale a su mente lo que quiere. ¿Le pide a su mente lo que usted no quiere? Hay una manera de encontrar. ¿Qué es la mente? Lo que usted no quiere, pídalo. Ella quiere todo; la mente es así. Si usted dice, «Lo que tú no quie-res», la mente dice, «Lo siento, no puedo decir nada». ¿Qué puede decir la mente, dígame? ¡Lo que usted no quiere!

Pregunta: Maharaj, la mente no quiere sufrimiento; quiere mucho placer.

Maharaj: Placer, estoy de acuerdo. En un sueño viene mucho placer, pero cuando usted deja el sueño, ¿entonces qué? Todo desaparece. La mente quiere cada vez más. ¿De dónde traer cada vez más? Todos los juguetes están guardados en la casa, pero el niño dice, «Yo quiero algo más». ¿Qué hacer entonces? Los niños son así. «Yo no quiero estos juguetes; son juguetes viejos, y yo los quiero nuevos», dice el niño. ¿De dónde traer juguetes nuevos? Así se repite y se repite, siempre. El mundo es redondo, se repite siempre, ¿qué hacer entonces? ¿De dónde traer cosas nuevas? Nada es nue-vo y nada es viejo. Es su mente la que lo hace viejo y nuevo.

«La mente es un tramposo muy malvado», yo siempre digo eso. Siempre quiere alguna maldad para satisfacer sus pensamientos, nada más. Haga lo que haga, usted hará todo por esa mente. Usted acepta que usted es la mente. El que trabaja con la mente es un hombre y el que seduce con la mente es una mujer. El hombre trabaja con la mente, y la mujer trabaja también con la mente. Pero el concepto de hombre y de mujer es sólo una cubierta en usted. En nuestra lengua se llama «prakriti».

Hombre quiere decir conocimiento; el conocimiento recibe el cuerpo y goza con el cuerpo, ¡por qué no? Pero la persona realizada dice, «Todo esto no es verdadero», debido a que tiene la comprensión. La mente quiere mucho, no tiene ningún límite a lo que quiere. Las gentes quieren ir a la Luna, ¿no es así? Ahora que han ido allí, tie-nen que seguir yendo al retrete, ¿no es así? Y sin embargo Dios no ha dado ninguna respuesta. ¿De qué utilidad es todo esto? Todo esto es nada. Así pues, ¿por qué in-quietarse por todo esto, por Marte y la Luna? Todo esto es nada.

Pregunta: Así pues, estar en este conocimiento y gozar todos estos placeres mundanos está bien, y no hay ningún mal en ello mientras uno es consciente de que todo es prakriti, la naturaleza del conocimiento. Y mientras uno no está apega-do a ello.

Maharaj: Eso está bien, uno puede gozar, ¿por qué no? ¿Pero qué gozo puede sa-car usted, dígame? Usted lo quiere todo una y otra vez. (Alguien dice, «Ha olvidado mencionar el sufrimiento, sólo ha mencionado el placer»). Ése es el punto principal. El placer y el dolor van juntos, y el sufrimiento también viene una y otra vez. Me agrada ser soltero, entonces las monedas de mis bolsillos pueden tintinear. Si me caso, pierdo todo.

Pregunta: Maharaj, esta comprensión que usted está dando, si pensamos en ella constantemente y la batimos una y otra vez, ¿traerá la convicción de que la mente se resuelve en no mente?

Maharaj: Convénzase a usted mismo, hoy o mañana. Vendrá con toda seguridad. Usted tiene que batirla, sí. A no ser que la bata y la digiera, no producirá la leche. Usted es Él, ahora mismo usted es Él, pero han venido a la mente cosas falsas. La mente siempre quiere algo. La mente no dice nunca, «Yo quiero la realidad». Usted mismo es Él. La mente quiere todo lo que no es real, lo que no es verdadero.

Pregunta: ¿Tiene que morir la mente?

Maharaj: Deje que la mente viva, pero vigílela. El carcelero vigila. Sea el carcelero. ¿Dónde está la cárcel? No haga una cárcel de nada. La mente dice siempre, «Yo es-toy en una cárcel». Sea en cualquier parte; diga que es un palacio, ¿en qué le daña eso a usted? Esta pequeña habitación es un palacio para mí. Sin hacer nada aquí, hago todo. ¿Cuánto tiempo lleva limpiar esta habitación? Un minuto. La comprensión debe venir, nada más.

Pregunta: Así pues, Maharaj, ¿con la aparición de la mente viene la prisión, y con la desaparición de la mente viene la liberación?

Maharaj: La mente trae todo, pero ella está siempre liberada. Él no ha estado cau-tivo nunca. Usted está siempre en su palacio. En una cárcel, si usted duerme profun-damente, está en un palacio, ¿o no? ¿Quién hay entonces para objetar qué? El carcele-ro no está, la mente tampoco. No hay ninguna esclavitud ni ninguna liberación. Todo es una insensatez. Usted no está nunca preso, de modo que ¿quién puede liberarle? Pero usted quiere seguir siendo un preso.

De modo que Maharaj tiene que venir a liberarle. Maharaj dice, «¡Usted está siempre liberado; así pues, vuele ahora!» «¿Cómo puedo volar, cómo puedo dejar esta habitación?», dice usted. Su mente dice, «Yo no puedo hacer esto, yo no puedo hacer eso». Comprenda la mente; la mente es conocimiento, nada más. Comprenda el cono-cimiento. Entonces la mente no permanece. La mente misma desaparece. «Yo no ten-go ningún sitio donde estar aquí», dice.

Pregunta: Así pues, Maharaj, toda actividad de realización parece ser un acto muy egoísta.

Maharaj: Ciertamente, porque no hay ningún sí mismo. No hay ningún sí mismo, pero usted siente el sí mismo. No es egoísmo. Usted no está ahí. Cuando usted dice, «Yo soy esto», usted es egoísta. El egoísmo no permanece porque todo es Él. La mente trae todas estas preguntas, ¿qué hacer entonces? «Yo soy pobre y no puedo hacer nada, o yo soy rico y puedo hacer todo». Un pobre dice, «Yo no puedo hacer nada porque no tengo dinero». Parabrahman (la realidad) es pobre. Todo se ve en Él, pero a Él no le toca nada. Sea Él y goce del mundo, que es un lugar sucio y que no es verdadero. Sea en el mundo, pero fuera de él.

Una persona realizada hace todo, pero sabe cómo estar fuera de ello. El mundo es nada, es un cero, ¿qué hay que gozar en él, dígame? Comprenda eso. No es fácil y no es difícil. Sea fuera de la habitación; ponga un pie fuera y usted no es un transgresor. A usted no puede acusársele de nada. Ésa es la belleza de la realidad. Entonces uno puede gozar.

El Maestro da esa comprensión. Entonces usted está siempre liberado, no atado nunca por nada. ¿Qué decir entonces sobre esto o aquello? (Mirando a Marijke). La pregunta vino de usted; usted no puede estarse quieta por dos horas. Dígale a su Maestro que yo permanezco siempre. Ella no puede decírselo ahora. Usted está siem-pre aquí. A no ser que usted esté siempre aquí, ¿cómo puede aparecer el mundo? Sea original, es lo mejor; de otro modo, todo es una imitación. No haga ninguna imita-ción. Todo lo que es imitación, no es verdadero. Sea Él y permanezca como Él. Muy bien, ¿alguna pregunta?

Pregunta: ¿Por qué permite Él que aparezca la ignorancia?

Maharaj: La mente siempre quiere teorías. La mente corre detrás de muchas cosas. Usted dice, «Yo he estado con muchos Santos, yo he comprendido». Pero todo son teorías. La mente no quiere las cosas prácticas, porque ahí está su muerte. Nadie quie-re veneno, todo el mundo quiere los dulces. La muerte de la mente está ahí, de modo que la mente no quiere aceptarlo. La mente puede hacerle a usted un Dios o la más mísera criatura. La mente no es el enemigo, pero uno debe saber cómo usar la mente.

Así pues, la mente no quiere la práctica, eso es el punto principal. La mente se en-vanece, «Yo he hecho esto y aquello». ¿Pero qué cosa práctica ha hecho usted? Haga de su mente un amigo, y ella hará lo que debe. Si usted comprende la realidad, ¿quién puede conquistarle? Usted no va a ser conquistado nunca por nadie. La mente no es nada sino un pensamiento. Uno puede cambiar los pensamientos, ¿por qué no? Su-ponga que un hombre es un borracho y quiere dejarlo. Va a un médico y el médico le dice, «Si toma otra bebida, morirá». Entonces él dice, «No lo haré». Los niños juegan con juguetes. Ahora usted es un hombre, y si alguien le da juguetes infantiles, se sen-tirá insultado. Es un cambio de mente, ¿o no? La mente puede ser cambiada.

7 de enero del 2000

Pregunta: ¿Puede uno entender la realidad en una fracción de segundo, incluso si la mente no está totalmente clara? ¿O debe seguir el proceso paso a paso?

Maharaj: Si la mente no está clara, ¿cómo puede entender entonces? La mente debe estar clara siempre. La mente debe comprender que esto no es verdadero. Usted lo toma como verdadero y eso es el único obstáculo. No hay nada, pero la realidad está siempre aquí. Cuando vienen las nubes, el sol no puede ser visto. Si la mente no está clara, ¿cómo puede usted entenderlo entonces? La mente debe saber que todo es cero. Nada es verdadero. La mente misma no es verdadera. ¿Me sigue? Entonces la mente deviene no mente. Entonces usted puede comprender. ¿Cómo puede com-prender sin eso? Suponga que usted tiene fiebre y que come helado. Su fiebre deven-drá mayor. Usted no puede evitarlo.

Así pues, si la mente no está clara, entonces lo que usted pide es imposible. Las cosas deben estar muy claras, de otro modo todo sería Eso en una fracción de segun-do. La mente viene una y otra vez. Los pensamientos vienen, de modo que la mente debe estar clara. La mente debe decir, nada es verdadero, yo no existo. Entonces, ¿qué es verdadero? Cuando uno muere, ¿qué queda, dígame? ¿Queda algo? No que-da nada. El muerto no se recuerda a sí mismo. No sabe, «Yo soy Eso». Si sabe, «Yo soy Eso», entonces no muere nunca. La mente debe ser no mente.

Es muy fácil, en una fracción de segundo, sí; pero la mente debe estar clara. Clara significa que lo que usted ve y percibe con la mente y lo que ve con sus ojos, no es verdadero. Délo por hecho. Usted ve todo el sueño, París, un rey, y usted deviene una reina ahí, todo está ahí. En la vida usted espera un niño durante nueve meses, pero en el sueño, si quiere un niño, usted tiene el niño. Ningún problema, su poder es muy fuerte ahí.

Cuando tiene fe, entonces puede hacer cualquier cosa, ¿por qué no? La mente de-viene clara automáticamente. Una vez que el Maestro dice, «No es verdadero», el discípulo dice, «Estoy de acuerdo con usted». Pero entonces usted corre detrás del mundo nuevamente. Muchas gentes dicen que han comprendido cuando están aquí, pero entonces se van, devienen algo y se olvidan de sí mismos. ¿Qué hacer entonces? Si se olvida la realidad, usted vuelve a la ilusión. Muchas gentes que dicen que han comprendido, han llegado sólo al conocimiento. Es un escollo, porque el conocimien-to no es verdadero. Los Maestros dan el conocimiento primero y después dicen que no es verdadero. ¿Cómo puede ser verdadero?

Cuando viene el conocimiento, viene la triada. El conocedor, la cognitividad y lo conocido, vienen los tres. Mientras la mente está aquí, la mente, el ego y el conoci-miento son todos uno. Usted tiene que decir estas cosas de diferentes maneras, nada más. Tomemos a una mujer. Alguien dice, «Ella es mi madre»; otro dice, «es mi her-mana»; y otro dice, «es mi esposa». ¿Es la mujer tres? Ella es sólo una. Todo depende de su mente. La mente es una cosa muy retorcida.

Uno puede realizarse en una fracción de segundo, ¿por qué no? Usted debe tener fe en el Maestro. Lo que dice es correcto. El Maestro dice, «Usted no es el cuerpo», de modo que usted no es el cuerpo. Si alguien dice, «Usted tiene un dedo muy boni-to», ¿acaso deviene usted eso? Algún otro dice, «Es un dedo muy feo», y su mente es afectada. Cuando eso le afecta, ¿cómo puede usted ser Él? La mente debe estar abierta. La mente debe devenir no mente. Así pues, Sócrates decía, «Yo sé que no sé nada». Él sabía todo, pero, sin embargo, dice que no sabe nada.

Usted puede sacarme una foto y ver un cuerpo ahí, pero, sin embargo, yo no soy el cuerpo. Uno debe comprender; ésa es la belleza de esto. Cuando usted no es, ¿por qué inquietarse? Cuando su hijo está aquí y el hijo de otro muere, ¿se inquieta usted?

Un día a la una y media de la mañana estábamos jugando a las cartas con Siddha-rameshwar Maharaj y fue retirado un cuerpo muerto. Siddharameshwar Maharaj nos preguntó a todos lo que pensábamos. Nadie dijo nada, y entonces él dijo, «Cuando uno siente que muere lo que más quiere y no siente nada más, dad por hecho que uno ha comprendido la realidad».

De quienquiera que se trate, la realidad no muere nunca. Lo más querido es el cuerpo, lo más querido. Un hijo y un marido son asuntos secundarios. Cuando usted está muriendo, llora por eso. No llore por eso. Sea intrépido, como digo a veces. Si usted quiere matar a alguien, no hay ningún mal en ello. Pero cuando vaya a la horca, diga que el cuerpo va a la horca, y yo no soy el cuerpo. El cuerpo ha hecho daño, de modo que debe ir a la horca. Yo no voy a la horca. Yo no muero nunca. Él no hace daño a nadie. La mente está aquí y Él opera con la mente. Siendo no mente, Él opera con la mente; y eso es la belleza de la realidad.

Si usted comprende la realidad, entonces la mente deviene no mente automática-mente. Él no es una persona tonta; al contrario, es una persona con mucha compren-sión. Todas sus acciones se hacen con un propósito. Lo que hace, lo hace con un pro-pósito. Él no es sin propósito. Usted hace muchas, muchas cosas sin propósito. No hay ningún propósito para usted. Usted va a la iglesia, y en la iglesia adora a María. ¿Qué significado hay en eso? Es la iglesia de Cristo. Si alguien adora a mi madre, ¿entenderá la realidad por eso? Mi madre nunca fue a la escuela. ¿Cuál es el signifi-cado de eso? La comprensión debe estar aquí. Uno puede ser Él en una fracción de segundo, pero su mente debe tener ese poder dentro. Si muere lo que más quiere y usted siente que no ha acontecido nada, dé por hecho que usted ha comprendido.

Mi Maestro comprendía todo, de modo que nos dio esa comprensión. Si muere el hijo de su vecino, usted dice, «¡Oh, el pobre muchacho ha muerto!», pero usted no siente nada. En la India y en el extranjero también, si su vecino muere, nadie lo sabe. ¿O lo saben? Nadie se inquieta. Yo estoy vivo, ¿no es así? ¿Por qué debo inquietar-me? Lo desaparecido, desaparecido. Comprenda de esta manera, y usted puede ser la persona adecuada para aceptar lo que hay que aceptar.

Todas las gentes hablan, pero no comprenden; no quieren comprender. Si la mente no está clara, ¿cómo puede usted ser Eso? Si usted acepta sin comprender, entonces hace mal todas las cosas. Algunas gentes han comprendido; así pues, ¿por qué vuel-ven de nuevo al mundo? Porque quieren más discípulos. ¿Qué significado hay en eso? Todo el mundo es Él, ¿no es así? Entonces, ¿quién es su discípulo?

Muchas otras gentes han retrocedido de la comprensión. Quieren dinero, quieren todo. Cuando usted no quiere, todo el mundo deviene su servidor. Al que quiere, aunque mendigue, nadie le da. Nadie le da una oportunidad. Todos son mendigos. Si usted mendiga a la mente, la mente no le dejará ir a la realidad. Si la mente dice, «¡Ah, lárgate, nada es verdadero!», entonces la mente acepta en una fracción de se-gundo. Yo hablo muchas, muchas veces, pero nadie quiere adelantar una pulgada. ¿Qué hacer entonces? Adelante despacio; despacio también se puede entender, ¿por qué no?

Si usted está sentado sólo aquí, ¿puede usted ocupar toda la sala? ¿Cómo puede? Si quiere ir a Bagevadi, tiene que ir en autobús. Cuando todo es nada, ¿por qué in-quietarse entonces? Adelante despacio. El Maestro le hace comprender que nada es verdadero y que usted es Él. Es muy fácil; usted puede entenderlo en una fracción de segundo. Olvide todo; pero no puede olvidarse de usted mismo primero; así pues, ¿cómo puede olvidar todo? ¿Puede olvidarse de usted mismo?

Dice que usted es el cuerpo, la mente y el nombre; pero, finalmente, ese nombre no tiene ningún valor. Su nombre está lisiado. El nombre no es verdadero. Olvide su nombre, olvídese de usted mismo. Cuando alguien dice su nombre, usted dice, «Sí, sí».

Todo el mundo quiere conseguir su propia importancia. Usted no olvida nunca su nombre, pero cuando uno muere, olvida todo. Cuando uno duerme profundamente, olvida todo también; pero cuando se despierta, usted no olvida. Cuando la unidad viene a la mente, el Maestro dice, «¡Usted es la realidad, adelante!»

(Maharaj cuenta entonces la historia de Sukamuni y el rey). El rey gobernaba el país, pero tenía esa comprensión de que nada puede tocarme. Sukamuni vino al Rey, que estaba realizado, a pedirle la comprensión y el rey le dijo que abandonara todo. Así pues, Sukamuni fue a su casa y volvió sin su taparrabos, pero el rey le dijo de nuevo que abandonara todo. Suka regresó entonces a casa y comprendió finalmente lo que el Rey quería decir. Olvida que eres un gran renunciador, olvida que has hecho esto y aquello, olvida a ese Suka. Suka es el nombre dado al cuerpo y yo no soy el cuerpo y no soy la mente tampoco. Él no volvió nunca a ver al rey. Había comprendi-do. Olvide todo. Si usted comprende de esa manera, ¿cuánto tiempo puede llevarle? No hay necesidad de decir nada. Pero nadie quiere adelantar una pulgada, ¿qué hacer entonces?

Usted puede ir al mundo y gozarlo, no hay ningún mal en ello; pero comprenda que no es verdadero. Es un veneno, no hay duda, pero yo puedo beber ese veneno y sé que no puede hacerme daño. La mente no debe ser afectada por el mundo; el ve-neno no puede dañarle. El cuerpo muere, pero usted no va a morir. Y el cuerpo tam-poco muere, deviene parte de Parabrahman mismo. Todo es Él. Aparte de Él, no hay nada.

(Maharaj cuenta la historia de Mira, la amante más grande del Señor Krishna). El Rey le dio su bebida envenenada para que muriera. «¡Qué se vaya al infierno!, no me importa». (Ella era su esposa y él estaba celoso de sus sentimientos hacia Krishna). Ella tomó el veneno voluntariamente y después de dos horas no había pasado nada. ¿Cómo puede afectarle a usted el veneno? Usted no es esto, no es el cuerpo, usted es Él. ¿A quién afecta el veneno? Al cuerpo. A quien no es el cuerpo, el veneno no pue-de afectarle. Con la comprensión falsa, entonces todo deviene perturbador, una in-sensatez.

Su marido había sido también el Señor Krishna, de manera que él le preguntó a ella, «¿Qué ves en ese retrato?» Ella dijo, «Lo que veo en él tú no puedes verlo, ¿qué puedo hacer? Yo le veo como la realidad, como Prabrahman, mientras que tú le ves como un retrato». Ésa es la diferencia.

Sea la realidad, ese retrato también es la realidad. Él es por todas partes. Entonces usted deviene Él automáticamente; nadie le hace a usted Él. Usted puede recibir la dirección, el Maestro se la da, pero no puede ir ahí con usted. Tiene que ir y entrar usted mismo ahí. Hasta el punto de que ambos son solo uno. Acepte-Le. No hay na-die más. Llame a la puerta y devenga el propietario de la casa.

En Alemania un hombre me dijo que había visto la casa hacía dieciocho años, pero que no había entrado nunca. Yo le dije, «Eso es culpa suya». La puerta está siempre abierta y entonces usted deviene el Rey de Reyes. Tenga ese coraje. ¿Qué acontecerá si usted llama a la puerta? ¿Van a venir los demonios? Usted puede comer muchos demonios. Los demonios son sus pensamientos. Todos los dioses y los demonios es-tán en sus pensamientos, usted los aspira y los expira. Así pues, ¿es usted Él o no? A usted no puede afectarle nada, pero cuando dice que «Yo soy esto» está perdido. Cuando usted es Él, usted está en el cielo. El Maestro da la comprensión correcta, nadie más puede darla, de modo que trate de comprenderle.

Así pues, en una fracción de segundo tampoco es verdadero. Usted es Él ahora. Usted es Él en este momento mismo, pero se ha olvidado de usted mismo. Pongamos que usted olvida su nombre. Si está en el camino y no sabe su nombre, las gentes hui-rán de usted. Pensarán que está loco. Si usted dice, «¿Dónde está Paul?», Paul se ha olvidado de sí mismo. ¿Qué hacer si después de comprender pregunta, «¿Dónde está Paul?»? Él ha devenido el Maestro de sí mismo, sabe que él es Él. Paul es sólo un nombre dado a este cuerpo. ¿Cuánto tiempo lleva? No hay ningún tiempo en la reali-dad. La comprensión debe venir.

Pregunta: A veces usted dice que algunos Santos no van más allá de cero y que otros van más allá. Así pues, ¿quién es el que está tratando de ir más allá o no?

Maharaj: Usted mismo, su mente. Su mente siente vacío ahí. Entonces no se olvi-da de sí misma y siente vacío. Entonces retrocede, la mente retrocede. La mente llega hasta ahí; pero la mente puede ser absorbida en una fracción de segundo también. Muchas gentes preguntan por qué el Maestro no se lo ha dicho. Nadie quiere abando-nar la comprensión; ¿cómo ir entonces más allá de cero?

Pregunta: Muchas gentes y discípulos de su Maestro fueron enseñados por él, pero no todos los discípulos se realizaron. No todos los discípulos alcanzaron la realidad.

Maharaj: ¿Por qué no? Porque no querían ir. Si usted tiene un destino y abandona antes de llegar, ¿cómo puede alcanzarle? No puede alcanzarle. ¿Por qué debe usted inquietarse por todo eso? ¡Piense en usted mismo! No piense en los demás. Aquí no hay nadie excepto usted. Usted se inquieta por otros, ¿por qué? Porque se toma a usted mismo como algo. «Yo sé, yo sé más. Yo soy el primero de la clase y ellos son el segundo». Ese es el punto principal de todo esto.

Olvide todo, no diga que aquí hay alguien. Cuando compara, usted entra en el círculo: esa persona ha comprendido, esa persona no ha comprendido. ¿Por qué debe usted inquietarse? Compréndase a usted mismo. Usted está hambriento, ¿no es así? Coma y satisfágase. Entonces usted no dirá de nadie que está hambriento. Si alguien está hambriento, usted dirá, «Yo estoy satisfecho, ¿por qué está usted hambriento?» Lo dirá de esta manera. La comprensión debe venir. Es difícil, estoy de acuerdo, de-bido a que la mente trabaja siempre de este lado, del lado falso. La mente tiene sus tendencias.

Cuando duerme profundamente usted va a la realidad, pero no lo sabe. Si alguien dice su nombre, usted responde al instante. No puede evitarlo; está habituado. Se dice que el hábito es una segunda naturaleza. No haga eso, olvide todo. Y si usted no es Él, dígamelo, debido a que yo soy el responsable. Diga, no existe nadie. Así pues, si no existe nadie, ¿dónde existe usted? Cuando esa comprensión viene a usted, usted es Él y eso es olvido. Compréndase así y usted es Él ahora, no una fracción de se-gundo después. Pero usted no acepta eso, no olvida esto y aquello, ¿qué hacer enton-ces? ¡Olvide todo, olvide la mente!

No hay nada de qué inquietarse, pero usted quiere ser… ¿qué? Ella siempre quiere ser Mary. (Hay una discípula en la sala llamada Mary). Su nombre es Mary, de modo que ella quiere ser Mary. ¿Puede la mente ser Mary? Ella es Mary, pero no comprende que también es no Mary, ¿qué hacer entonces? Sea Mary (Lo pronuncia como merry, que quiere decir «feliz») siempre, diga que todo el mundo es mí mismo. ¿Por qué quiere usted saber si todo el mundo ha comprendido o no? Todo el mundo es Él, ¿no es así? Sin embargo, usted duda de lo que le he dicho hasta aquí.

Mi Maestro estaba aquí y algunas gentes venían y otros no volvían. Así pues, los discípulos estaban discutiendo esto y nuestro Maestro preguntó por qué estábamos discutiendo esto. Vengan o no vengan, todo el mundo es Él. Cuando usted obtiene la licenciatura, ¿vuelve al colegio de nuevo? ¡No! De la misma manera, piense siempre que todo el mundo es Él. No haga esa pregunta, el poder de discriminación está en la mente. ¿Cómo puede usted saber lo que alguien sabe o no sabe? Si comprenden o no comprenden es asunto suyo. Además, ¿qué tengo que decir yo, si yo no existo? Cuando yo no existo, ¿quién va a decir qué? Mientras el cuerpo está conectado con ese poder, habla.

Así pues, no se inquiete nunca. Y no diga nunca que después de mí, se elegirá a éste o a ése. Aquí no se elige a nadie. En realidad, nunca se elige a nadie. El que ten-ga el poder hablará. Hará que las cosas sean muy claras y se sentará así, con su propio cojín; y hablará y las gentes escucharán. ¿Y qué es eso? El grado de Maestro. Ese cojín es el cojín del Maestro. Tómelo usted mismo. ¿Por qué poner a alguien sobre un cojín?, no hay ninguna necesidad. Él es un rey, no le elige nadie. Cuando todo el mundo es Él, ¿por qué elegir? ¿A quién decir que usted es de primera clase, y que usted es de segunda clase? No hay ninguna necesidad de decir nada. Esa compren-sión debe venir. ¿Alguna otra pregunta?

Pregunta: ¿Pueden las formas sutiles de energía o inteligencia como los ángeles o los Dioses alcanzar la realidad final? ¿O tienen que tener un nacimiento físico para alcanzarla?

Maharaj: Después de la muerte, ¿qué cuerpo grosero va a venir? ¿Puede decirlo usted? Comprenda aquí y ahora que usted es Él. ¿Qué va a comprender usted en el siguiente nacimiento? Si usted no comprende aquí, ¿cómo puede comprender en el siguiente nacimiento, dígame? Usted hace todo aquí y entonces desaparece. Usted desaparece, y nadie sabe adónde va. ¿Ha escrito nunca alguien cartas desde ahí? ¡Ta-tarabuelos, abuelos, nadie escribe ninguna carta desde ahí!

A menos que olvide, usted no puede entender la muerte. Así pues, olvide este co-nocimiento también. Yo no estoy de acuerdo con aquellos que hablan sobre el si-guiente nacimiento. ¿Por qué no este nacimiento solo? La lengua está aquí, ponga el azúcar en ella. Debe estar dulce, ¿no es así? Usted puede ser Él ahora, ¿para qué se necesita el siguiente nacimiento? Usted ama el nacimiento y el mundo. Ese mundo no permanece. Si usted deviene un mosquito, ¿cuál será entonces su mundo? La sangre de un cuerpo humano. Todo esto son insensateces. ¿Por qué mañana? ¿Por qué no ahora? Usted es Él, pero cuando olvida eso, usted toma un cuerpo y entonces sólo Dios sabe lo que acontecerá. Para mí esto es incomprensible. Yo no creo en esto. ¿Qué siguiente nacimiento va a venir?

Pregunta: (Alguien explica a Maharaj la pregunta original, respecto a que los ángeles y los Dioses necesitan una forma física para realizarse).

Maharaj: ¿Dónde están los ángeles? ¿Los ha visto usted? Yo no he visto nunca nada. Usted los come; se traga a los Dioses y a los ángeles. (El interlocutor original dice entonces que Maharaj ha dicho en un libro que los ángeles y los Dioses eran co-nocimiento, o que eran en el conocimiento). Son en el conocimiento. Usted dice, «Él es Dios», ¿no es así? Yo digo, «Él no es Dios, ¿qué puede hacerme Dios?» Alguien puede decir que Maharaj no es un Maestro realizado; de acuerdo, Maharaj no dice nada. Usted no comprende el significado real de lo que hay escrito en los libros de conocimiento.

Yo no he visto nunca ángeles, ¿dónde están? ¿Dónde se han ido todos ahora? Yo no he visto nunca a Shiva. Y Shiva no ha sido visto nunca. Usted hace un ídolo de él y lo llama Shiva. Todo esto son sólo sus pensamientos; así pues, olvide sus pensa-mientos. Los ángeles y los Dioses son sólo pensamientos, sus pensamientos. En la obscuridad, los ángeles y los demonios están en sus pensamientos. Y por la mañana, cuando viene la luz, usted comprende que ahí sólo estaba su almohada, nada más. Cuando viene la comprensión desaparece todo. Está escrito en los libros de conoci-miento, de acuerdo; ¿pero cuál es el significado de ello? Yo sólo hablo desde el punto más alto. Todas estas creencias las hace la mente.

Pregunta: Así pues, ¿desde su punto de vista no hay ángeles ni Dioses?

Maharaj: Los Dioses y los ángeles están sólo en el mundo, y el mundo no es ver-dadero. El mundo es cero. Un día todos los Dioses y los ángeles serán cero; pero us-ted no será nunca cero, délo por hecho. Cuando respira, usted aspira Dioses y ánge-les, ¿qué hacer entonces? Ellos nacen del viento. Tanto los Dioses como los diablos vienen sólo del viento; no son entidades en absoluto. Cuando respira, usted puede ser un Dios también, ¿por qué no? O un demonio, eso depende de usted. Olvide todo, los Dioses y los demonios son sus pensamientos.

Puesto que son sólo sus pensamientos, ¿qué valor tienen? Dígales que no son ver-daderos, dígales que se vayan, ¿qué pueden hacer entonces? Si usted tiene un sirvien-te y le dice que tome su dinero y que se vaya, ¿qué puede hacer? Todos ellos son sus sirvientes. Los Dioses y los ángeles son sus sirvientes. Tenga ese poder, ninguno pue-de afectarle. Sin embargo, ellos le afectan, debido a que usted siente que los Dioses y los ángeles están ahí. ¿Quiere usted a los ángeles? (el que ha preguntado dice, «Sí»). ¿Dónde están los ángeles? Si alguien está interesado en una asna, en una burra, aun-que venga un ángel, no lo notará; su mente está puesta en la burra. ¿Qué puede hacer un ángel?

Conocí a un hombre llamado Mr. Shah. Yo nunca le gusté. No tenía nada caracte-rístico en su cara, pero su esposa le quería muchísimo. Si una mente está prendada de una burra, ¿qué son entonces los ángeles? Entonces los ángeles no son nada. La men-te es lo más grande… Es muy difícil explicarle… ¿Qué hacer entonces?

Olvide todo. Cuando duerme profundamente, usted olvida todo, ¿o no? ¿Queda algún pensamiento? Todos los ángeles y las burras vienen del pensamiento, están sólo en su pensamiento. Y cuando se duerme profundamente, se olvida de usted mismo y también de que es médico. Si sigue siendo médico (el que ha preguntado es médico), usted no puede dormir, délo por hecho. Sin olvidar, olvide ahora, porque entonces usted es libre. La mente deviene no mente. Lleva una fracción de segundo. Usted no quiere cambiar la mente. Cambie su mente, comprenda de esa manera. No hay ánge-les, ni Dioses ni burras. Todo el mundo es Uno.

Pregunta: Yo tenía la idea de que el Sí mismo opera a través del cuerpo-mente.

Maharaj: No, no, el Sí mismo no hace nada excepto exhibir la imagen. Cuando se va a dormir y tiene un sueño, ¿tiene usted alguna idea de qué sueño vendrá? Simple-mente viene, cualquier pensamiento viene. Y venga lo que venga, usted deviene eso. Usted puede devenir un borracho, aunque no haya probado una sola gota. Cuando se despierta, usted dice, «¿Cómo pude ser un borracho, si nunca había probado una sola gota?» Sin embargo, usted experimentó eso. La mente proporciona esas experiencias. En sí mismas, estas experiencias no tienen ningún sentido.

Pregunta: Así pues, ¿no importa lo que yo haga, o tenga las experiencia que tenga, eso no tiene ninguna relación con la realidad? ¿Todo es sin valor?

Maharaj: Todo es cero y cuando comprende que todo es cero, entonces usted puede comprender la realidad. Comprenda que todo es nada y usted es Él. Usted no tiene que cruzar nada. No hay que cruzar nada, sólo comprenda que no es verdadero. Cero es nada, así pues, ¿cómo puede ser verdadero? Sin embargo, usted lo toma co-mo verdadero.

En América, alguien me preguntó como cruzar cero. Comprenda que es cero y us-ted lo ha cruzado. Su nombre es Paul, y si comprende que su nombre es Paul, usted lo ha cruzado. Usted sabe que su nombre es Paul, no se requiere ningún tiempo para saberlo. La comprensión debe venir, y si el Maestro es fuerte, puede poner algo en su mente. Cuando el niño no quiere comer, la madre puede pinzarle la nariz; entonces su boca se abrirá y ella podrá poner algo dentro. El Maestro puede hacer lo mismo. Pero si usted no quiere saber o no quiere abrir su boca, ¿entonces qué? Acéptelo, ése es el punto principal.

Pregunta: Yo trato de olvidar la mente, pero a veces no puedo y me encolerizo conmigo mismo. ¿Debo luchar con la mente en ese punto?

Maharaj: Cuando no se pone un freno a la mente, se encoleriza con usted mismo. La mente es un pensamiento, la cólera es un pensamiento. No obstante, lo mejor es no pensar en ella. Si viene un pensamiento o lo que sea, diga a su mente que no es ver-dadero. ¿Por qué se encoleriza usted? La mente se ha formado el hábito de pensar siempre algo. La mente misma es cero; así pues, deje que los pensamientos vengan y se vayan. ¿Por qué debe inquietarse usted?

Digamos que esta habitación se abre a todos y que todos pueden entrar. ¿Por qué debe inquietarse usted? Cuando se inquieta, usted no la abre. La mente debe estar abierta. Usted puede controlar la mente, ¿por qué no? Si viene la tristeza, usted no piensa en el placer, ¿o piensa en el placer? Y cuando viene el placer, usted olvida la tristeza. Ambos están ahí y la mente actúa de una manera diferente, siempre. Un día usted dice que él es su amigo, y al siguiente que es su enemigo. La mente no acepta. ¿Por qué debe usted encolerizarse? Abra la habitación y cualquiera puede entrar y dormir. ¿Por qué debo yo inquietarme? ¿Qué puede hacer yo? Del mismo modo, diga a su mente que nada es malo y que nada es bueno. Entonces la mente deviene muy fácil de controlar. Cuando duerme profundamente, usted controla su mente, ¿o no? Cuando duerme profundamente, la mente desaparece, ¿o no? En el sueño profundo usted quiere olvidar, pero aquí no quiere olvidar. Así pues, en la vigilia usted no quie-re controlar su mente, quiere algo más, cada vez más. La mente corre o galopa ince-santemente hacia el infierno. Siempre está pensando en algo más, y eso es lo mismo para todo el mundo. Si le gusta el baile, usted quiere ser cada vez mejor; es lo mismo con cualquier cosa que le agrade, la mente nunca está satisfecha.

Un hombre tiene millones y millones de dólares, pero todavía quiere más. ¿Es para comer? ¿Puede usted comer dólares? El cuerpo quiere comer, pero la mente no quiere; la mente es de ese tipo, no come nunca. Cuando come, usted está satisfecho, pero la mente no está satisfecha nunca. La mente es un pensamiento incompleto. Cuando se traen comida y agua, desaparece. Así pues, la mente es un pensamiento incompleto. Comprenda de esta manera.

De todos modos, ¿por qué debe encolerizarse usted? ¿Le pregunta a usted su pen-samiento si puede venir? No, no pide permiso nunca. Usted lo acepta y se encoleriza; ¿cuál es la utilidad de eso? Deje la puerta abierta y todo el mundo puede entrar. Las ratas pueden entrar, los perros pueden entrar, cualquiera puede entrar, ¿por qué no? La puerta está abierta.

Cuando duerme profundamente, usted olvida todo, su cuerpo, su mente, todo. No quiere recordar. Pero suponga que alguien le despierta; entonces usted dice al instante, «¡Quiero dormir!»; usted quiere olvidar. Pero una vez despertado, quiere saber dónde están muchas cosas; ¿qué ha ocurrido, qué está usted buscando? Usted puede encolerizarse. ¿Cuál es la utilidad de encolerizarse? Usted hace los pensamien-tos, usted es el hacedor de sus propios pensamientos.

Si usted está comiendo lentejas y hay una china en ellas, y se rompe un diente, ¿a quién echar la culpa? Usted quería comer, usted quiere gozar de todo, pero entonces vienen los trastornos. ¿Por qué vienen los trastornos? Los trastornos son nada, no existen. Sea feliz siempre.

Usted puede comprender en una fracción de segundo. Muy rápido, más rápido que la mente. Entonces la mente trabaja aquí. Si la mente trabaja del lado de la com-prensión, entonces, a cada instante, usted deviene Él. Esto no lleva ningún tiempo. Venga lo que venga a la mente, la mente dirá, «¡No es verdadero!» Usted siempre está inmerso en las cosas falsas. Si toma en la mente las cosas verdaderas, ello le lle-vará al punto verdadero. Yo puedo decir esto muy categóricamente. ¿Por qué lo digo tan categóricamente? Porque esto es el punto principal. Olvido tan fácilmente las co-sas que hay en mi mente, que puedo decir que voy contra lo que no es, tan pronto como aparece.

12 de enero del 2000

Pregunta: Esta mañana, usted me preguntó, «¿Cómo se siente?» Y yo dije, «¡Estoy frustrado!» He venido a buscar la felicidad real. Eso es lo que quiero. Y estoy escuchando sus charlas, que me frustran más porque usted niega lo que es importante para mí. Así pues, ¿qué debo hacer?

Maharaj: Sí, le pregunté a usted. Y usted dijo, «No me siento muy bien. Me siento frustrado».

Pregunta: ¿Qué debo hacer? Ésta no es la primera frustración.

Maharaj: ¿Cuál es la primera frustración? Cuando usted viene aquí y quiere cono-cer la felicidad real, que es usted mismo. Pero usted está siempre inmerso en lo que no es. Cuando viene aquí, debe poner un cero sobre el mundo; ése es el punto princi-pal. No obstante, desempeñe su papel; no hay ningún mal en ello. Usted debe saber que es sólo un papel. Usted está representando un papel. Eso no significa que usted es eso. Usted no es el médico (el que pregunta es psiquiatra), así se lo digo. Usted puede decir cualquier cosa, «Yo he hecho esto y he hecho aquello; yo sé esto y sé esto otro». En todo esto se trata de conocimiento. Pero se debe acabar con el conoci-miento debido a que usted no tiene ningún conocimiento ni ninguna ignorancia. Cuando tiene un sueño, ¿qué hace usted, dígame? Se olvida completamente de usted mismo y allí hace alguna otra cosa. ¿Lo toma usted por verdadero o no?

Pregunta: Sí, lo tomo por verdadero.

Maharaj: Usted mata a alguien en un sueño y se siente culpable. Y cuando alguien llama a la puerta, dice «¡Ah, la policía ha venido a arrestarme!» Entonces usted se despierta. ¿Ha hecho usted algo? De la misma manera aquí también. Uno debe com-prender. ¿Por qué tiene que ir uno a un Maestro? Para comprender, nada más. ¿Com-prender qué? A usted mismo, eso que ha olvidado.

Usted toma como verdadero a este «médico», que usted no es. Usted no ha ma-tado nunca a nadie en el sueño, pero, sin embargo, ha experimentado eso, ¿o no? En-tonces viene alguien y llama a su puerta y usted piensa que la policía ha venido a arrestarle. ¡Ah! Entonces viene el despertar. Cuando viene el despertar, ¿permanece la sensación de haber matado? La sensación de haber matado desaparece al instante. Usted no ha matado a nadie, no ha hecho nada; sin embargo, usted lo experimentó, ¿no es así? De la misma manera aquí, usted experimenta muchas cosas. Experimente; pero, sin embargo, diga que no es verdadero. Tenga ese coraje. Ello no es, ¿no es así? Cuando duerme profundamente, ¿permanece el médico? Todo vuelve a cero.

Así pues, ¿por qué tiene miedo o está frustrado? Aquí no hay nada para estar frus-trado. ¿Por qué estar frustrado? Tiene que conocerse a usted mismo, al usted que ha olvidado. Usted lo ha olvidado debido a la ignorancia.

En occidente, usted llama a menudo a una mujer su amiga. En la India decimos esposa. Ésa es la diferencia, nada más. Amiga y esposa son sólo una, délo por hecho. Cuando usted dice, «Ella es mi amiga», yo pienso que está casada con usted. De to-dos modos, no hay que inquietarse por esto. La vida social es así. Aquí la vida social no le permite a usted esa libertad. En la India y Pakistán, las gentes no hacen nada a menos que estén casados. En occidente usted tiene también el divorcio. Aquí, este discípulo (Maharaj menciona el nombre de un discípulo indio), dice que no puede divorciarse debido a que está atado a su esposa. «¿Cómo puedo romperlo?», dice. Es un nudo.

En la India, durante la ceremonia del matrimonio, se hace un nudo entre el sari de la mujer y el pañuelo del hombre y así se combinan. (Un discípulo usa la palabra, se unen). Sí, ésa es la manera. Y eso uno no puede dejarlo. Uno tiene que comprender eso. «Yo te ayudaré de todas las maneras», (el marido dice esto como parte de su voto) pero nadie hace nada, ¿qué hacer entonces? Uno quiere que la mujer sea alivia-da y ayudada, pero nadie lo hace. Ocurre como en el tribunal de justicia, que usted dice, «Diré toda la verdad y nada más que la verdad», y lo dice con una mano en la biblia. Pero todo lo que dice es falso, no puede evitarlo. Uno debe comprender. Uno debe saber que esto es un papel que está representando.

Pregunta: Sí, yo comprendo la mayor parte de sus palabras, pero todavía es sólo una comprensión intelectual.

Maharaj: La comprensión vendrá, ¿no es así? El niño va a la escuela y después a la universidad, y entonces obtiene la licenciatura. Cuando obtiene la licenciatura, dice, «Yo soy médico, o abogado», o lo que quiera que sea. Pero esa licenciatura no es verdadera. ¡Usted tiene que encontrar su propia licenciatura! ¿Quién soy yo? Mi Maestro, Siddharameshwar Maharaj, decía siempre: «Conócete a ti mismo y conoces el mundo». La biblia cristiana ha dicho lo mismo.

Shri Krishna ha dicho, «A menos que te conozcas a ti mismo, todo lo que haces es inútil». Nada es verdadero. Usted puede estar casado con muchas gentes, pero, sin embargo, ¿dónde está usted? No se conoce a usted mismo y se casa con otros. (Ha-blando sobre un sacerdote occidental que hay en la habitación, un discípulo) Él me dijo que puede hacer matrimonios civiles. Él no es una persona casada; sin embargo puede efectuar matrimonios reales como sacerdote. ¿Pero dónde están para usted los matrimonios reales? Son sólo matrimonios supuestos. No se preocupe si usted hace eso. ¡Cáselos! ¿Qué daño hay para nadie? Uno tiene que decir que ella es su esposa y que él es su marido. ¡Fin del asunto! Cambia su mente, nada más.

No hay ningún nudo en América o en Francia o en los países occidentales porque se trata sólo de una ceremonia; pero es mejor no disolver el nudo tampoco. No hay ninguna necesidad. Usted piensa que tiene que disolver lo que no es. Usted lo toma por verdadero. Así pues, uno puede comprender intelectualmente, pero no puede comprender prácticamente. ¿Por qué? Porque usted ha desarrollado algún amor por todo este mundo.

Pregunta: Yo no estoy totalmente seguro.

Maharaj: Usted no está seguro; pero, no obstante, ha desarrollado ese amor. No diga que no está seguro. ¡Usted tiene ese amor! El día en que sienta que nada es ver-dadero, eso es la realidad. Usted mismo permanece, ¿o no? Usted sin usted, ahora. Usted todavía toma al médico como usted mismo. Usted es de Alemania, ¿no es así? Olvide todo. (Maharaj cuenta entonces la historia del contencioso sobre si Bombay era de Gujarat o de Mahrastra. Se trata de una decisión política que se determinó el 26 de enero de 1954). Maharaj dijo sobre el incidente: «¿Por qué debo pensar que yo soy un maharastrano, o un gujarati? Nunca me he preocupado por eso. Yo no perte-nezco a nada. Yo no soy un gujarati ni un maharastrano ni un indio, y tampoco un americano. No sea nada. Cuando usted es algo, hay miedo, debido a que usted ha devenido algo».

Pregunta: Comprendo. Yo no estoy muy identificado con mi país o mi profesión. Pero todavía hay deseos; por ejemplo, de divertirme, de casarme, de tener hijos y todas esas cosas.

Maharaj: Los deseos pueden estar ahí. Son deseos del cuerpo, no suyos. Usted no se conoce a usted mismo. Toma el cuerpo como usted mismo, la mente como usted mismo. Usted toma a la mente como usted mismo y debido a la mente, ha devenido un médico; de otro modo, usted es justamente como yo.

Pregunta: ¿Mi mente?

Maharaj: La operación de la mente no es usted. Usted tiene que ir más allá de la mente, y ahí sólo hay conocimiento. Y cuando va más allá de eso, entonces llega a cero. Y si dice que cero es verdadero, eso es el ego, la ilusión. Usted tiene que ir más allá del ego. La comprensión debe venir, nada más. Cuando viene esa comprensión, entonces usted mismo no permanece. Usted mismo muere. Usted no es una persona viva. El cuerpo vive sólo con el conocimiento. Todo el mundo vive sólo con el cono-cimiento, pero comprenda que a ese conocimiento se le ha asignado un fin. «Yo no tengo ningún fin». ¿Quién es usted para dar un fin a esa realidad? Usted puede ver que no hay ningún fin.

El conocimiento ha aumentado muchísimo y Ram Dass (Maharaj cita del Das Bodh) ha mostrado que es cero. Usted ha devenido algo que usted no es. Lo que se requiere es poner un cero sobre ello. ¡Usted tiene que hacerlo! Muy pocos pueden comprender, ¿de acuerdo? Pero sin embargo es mi deber enseñar lo que es.

Usted no es el cuerpo, usted no es la mente, usted no es el médico, usted no es la ignorancia ni el conocimiento tampoco. Al comienzo el Maestro da el conocimiento, y al final el Maestro dice, «Ponga fin al conocimiento». El conocimiento es ego. «Yo sé todo», todo el mundo piensa eso, ¿o no? «Yo sé que yo sé», dice. ¿Cómo pueden otros saber lo que usted sabe? Nadie puede saber. ¿Puede alguien saber lo que usted quiere saber? Es imposible. Pero si usted va al bar, entonces yo puedo pensar que va allí a beber, nada más. Usted puede beber o no beber, eso es una cuestión diferente.

Sea en el mundo, pero no sea una persona mundana. Usted quiere ser algo y en-tonces quiere hacer algo. Olvide eso, diga que usted no es. Cuando duerme profun-damente, usted olvida que es médico, ¿o no? Usted olvida su casa, ¿o no? Olvida todo y a eso se le llama el estado cero. Mientras vive en este mundo, comprenda que no es verdadero y sea en él; eso es el trabajo del hombre valiente. Tenga valor. ¡Síga-me!

Pregunta: Sí. Maharaj, usted ha usado dos palabras, comprensión intelectual y comprensión práctica. ¿Cómo transferir la primera a la segunda?

Maharaj: Cuando usted comprende intelectualmente… veamos, hay la palabra «veneno» escrita en una botella con veneno. Usted comprende intelectualmente. (To-do el mundo ríe). Si se bebe eso, ésa es la práctica. (Más risas). Sea práctico de esa manera.

Pregunta: Si alguien comprende intelectualmente, ¿dónde está entonces la base para la frustración?

Maharaj: La comprensión debe ser práctica; pero usted no comprende todavía que no es verdadero. Ese es mi punto. Usted lo toma por verdadero. Y también dice, …¿qué dice usted? «Yo no puedo comprenderle, Maharaj». Así pues, ¿qué hacer entonces? Cuando usted dice cero, no hay nada.

(Maharaj cuenta entonces una historia concerniente a la inteligencia): Cuando Dios quiso dar el intelecto a todos, se declaró, «Vengan a las cuatro de la tarde. En-tonces lo daré». Los gujaratis eran gentes muy astutas. Decidieron no dormir y en lugar de ello fueron a las tres y se sentaron. (A Maharaj le contó está historia alguien de Maharastra). Los maharastranos estuvieron durmiendo y divirtiéndose, de manera que telefonearon a Dios y le preguntaron qué podían hacer. Dios dijo, «He entregado todo a todo el mundo. En mí no queda nada. Pero cuando estaba repartiendo la inte-ligencia, algo de ella podría haber caído al suelo; así pues, tomen lo que puedan en-contrar».

Y así también, yo puedo atreverme a decir ahora que usted comprende teórica-mente y que eso significa que no comprende. Tiene que ser práctica. La teoría debe devenir práctica. No deseche nada. ¿Por qué desechar esto? (Maharaj señala a la repi-sa de mármol donde está su cuenco de agua). Sin la repisa de mármol, ¿cómo podría poner este cuenco ahí? Es útil donde está, de manera que dejemos ahí la repisa de mármol para que sostenga el cuenco de agua; pero diga que no es verdadero. La com-prensión debe ser cambiada.

Para una persona realizada, la esposa también es Brahman y los hijos también son Brahman y la tabla de madera donde se sienta usted, también es Brahman. Todo es Él; así pues, ¿por qué hacer diferencias? Usted hace diferencias. ¿Por qué piensa en diferencias? Cuando todo comienza desde nada, puede ser hecho cero en cualquier momento. Si viene esa comprensión, entonces usted es Él; de otro modo no, y eso es la práctica. Todo el mundo comprende teóricamente, pero nadie va más allá de cero. No saben lo que es cero. Alguien me preguntó en Sedona (Arizona), «¿Cómo cruzar cero?» ¿Cómo cruzar? ¡Cero es nada! ¿Qué cruzar entonces, dígame? Usted quiere cruzar lo que es nada, ¿no es así? Cuando dice que en la casa no hay nada, eso es ce-ro, ¿no es así? ¡Usted lo ha cruzado! Usted no piensa que lo ha cruzado. Y eso es la práctica.

¿Por qué tiene miedo de decir que cero es cero, dígame? Yo siempre digo abier-tamente, «Usted no está aquí, tenga el nombre que tenga». ¿Dónde está su nombre? ¿Puede mostrarme su nombre, quienquiera que sea usted? Él puede ser Dios también, pero no puede mostrarme que es Dios, porque Dios es sólo mi pensamiento. Dios es su pensamiento, no ha creado nada. Diga, «Yo he creado el mundo». Yo tengo esa audacia o ese poder de decir, «Yo he creado». El conocimiento ha creado; «yo soy» es conocimiento.

Pero a veces no ocurre de acuerdo con su deseo, porque usted ha tomado otra forma. En un sueño un rey deviene un mendigo. Cuando deviene el mendigo, usted tiene mucho tiempo en sus manos. ¿Espera alguien a un mendigo? Pero el rey tuvo el sueño muy tarde por la mañana y cuando se despertó pensó, «Están esperándome todos, ¿pero es verdadero esto o yo soy un mendigo?» Entonces tiene que pellizcarse. A veces usted mismo tiene que pellizcarse. ¿Soy yo esto o eso? Usted está muy su-mergido en ello. Yo olvido siempre donde duermo, lo olvido, no recuerdo dónde estoy, así se lo digo.

Pregunta: Excúseme Maharaj. Cuando comprendo, cuando estoy soñando y cuando despierto, encuentro que el sueño era falso. Ahora estoy vivo, pero cuando muera encontraré que esta vida era falsa. Quizás habrá otra vida y encontraré que también era falsa. La física cuántica me dice que este cuerpo es falso debido a que en un 99,9 % es espacio vacío. Mis pensamientos, si los observo durante cinco mi-nutos, encuentro que no son míos. Y eso me deja como un huérfano.

Maharaj: Si usted no sabe que no es verdadero, permanece; pero cuando viene la comprensión, ¿dónde está «usted»?

Pregunta: Ese «yo» no desaparece.

Maharaj: «Yo» es ego, ¿no es así? Olvide ese ego. El Maestro hace que su ego va-ya a cero. El Maestro tiene ese poder. El conocimiento es ego. El conocimiento de la primera vida, de la segunda vida, de la tercera vida, de la cuarta vida. Usted ha teni-do muchas vidas, pero eso se debe al ego, ¿o no? Usted no comprende, «Yo tengo que tener otro nacimiento», ¿quién dice eso? Usted es sin nacimiento y sin muerte. Usted mismo es Él. Uno debe ser Él. Cualquiera puede ser rico o pobre; ¿por qué es llamado rico? Tiene mucho dinero, por eso es rico. No tiene dinero, por eso es pobre. Pero él, ¿es rico o pobre? ¿Puede usted definir algo? Usted no puede definir. Sólo usted le da el valor. El dinero tiene el valor que le da su mente.

¿Le importa algo a un perro si usted le echa un cheque de mil rupias? El perro di-ce, «¡Éste es tonto! Yo quiero huesos para comer». Y ése hueso no tiene sangre. El perro mastica el hueso y saca el sabor de la sangre y piensa, «¡Oh, es un hueso muy bueno!» Piensa que el sabor viene del hueso, pero en realidad viene de sus propios dientes. Usted lo toma todo como verdadero, ¿qué hacer entonces?

Así se dice en el bhajan de la mañana, cuando usted canta el nombre de Dios, Ram. Ram significa que yo no soy esto. Tenga usted el nombre que tenga, es lo mis-mo, usted no es eso. Su nombre es médico. Su nombre puede ser cualquier cosa, pero, sin embargo, no es usted. Cuando usted piensa de esta manera, su mente ya no pone nada sobre usted. No hay nacimiento ni muerte para usted.

Pregunta: Maharaj, durante dos horas he estado viajando para venir y verle. Y repentinamente encuentro que no existe nada. ¿Cuál es la utilidad de esto?

Maharah: No existe nada, pero usted existe. El que escucha permanece, debido a que está en la ignorancia. Usted viene aquí para deshacerse de la ignorancia, de modo que yo no vierto más ignorancia en usted. La ignorancia ha sido vertida en usted in-cluso por maestros espirituales. Muchos Santos dicen, «Haga esto y haga eso. ¡Haga lo que yo digo!» Yo nunca digo eso. Yo digo, «Usted es Él. Usted es el poder más alto». Como lo tome, depende de usted ahora. Si usted pone un cero sobre todo esto, nada es verdadero; entonces usted puede tener ese poder, de otro modo no. ¿Quién tiene el poder? Ése a quien no le inquieta Dios, a quien no le inquieta la ilusión, a quien no le inquieta nada. ¿Por qué? Porque usted no existe. Cuando usted no existe, ¿por qué inquietarse entonces por los otros? Los otros tampoco son.

Todos son burbujas del océano; y cuando se rompen, devienen océano. Yo doy este ejemplo a menudo. ¿Quién ríe entonces? El océano ríe. Ahora la burbuja ha de-venido océano. Todas las demás burbujas lloran. ¡Ah! ¿Qué hacer entonces? Usted nunca muere y nunca toma nacimiento. Pero, sin embargo, tiene miedo del nacimiento y de la muerte, porque piensa que usted ha nacido y que ha devenido algo. El naci-miento y la muerte son nada. No están aquí en absoluto. Cuando usted viene aquí al Maestro, se le da algo muy fuerte; usted no puede acogerlo. Se dice que si se pone la leche de una leona en un cuenco ordinario, el cuenco se romperá. Se necesita un cuenco de oro. Si se pone en un cuenco de oro, la leche permanece; de otro modo, no. ¿Por qué? La leona ha recibido el poder de matar a muchas gentes. La leona no repara en ello. Ha recibido el poder; así pues, ¿cómo puede permanecer su leche en un cuen-co ordinario?

Cuando usted deviene Él… Los Santos son como usted. Yo también era como us-ted cuando fui a mi Maestro. Yo era una persona ordinaria. Él me cambió, ¿qué va-mos a hacer? Así pues, ahora he recibido el poder de cambiar a otros. Si vienen aquí, trato de cambiarlos. Usted dice que «Yo no he recibido nada», ¿entonces? La nada no es, la nada es siempre nada. Pero lo que existe detrás de ella, ¿es o no es? Cuando usted entra en la habitación, si yo digo, «Vaya a esa habitación y vea si hay alguien ahí». Usted dice, «No hay nadie». Pero usted está ahí, usted ha olvidado eso. Se ha olvidado de usted mismo.

Diez personas estaban viajando y cruzaron un río. «Contémonos y veamos si es-tamos todos aquí», dijeron. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve,… ¡Oh, no, no hay ningún diez, el décimo se ha perdido! Todos contaron y siempre ha-bía sólo nueve. Todos estaban llorando, «¡Falta uno, falta uno!» Nadie llora realmen-te. Todo es una insensatez. Nadie cuida de nadie, así se lo digo. Se llora por sistema.

Una persona sabia pasaba por allí y les preguntó, «¿Por qué estáis llorando?» «¡Oh, éramos diez y hemos perdido a uno al cruzar el río!» «Sí, sí, vengan y cuenten conmigo ahora», dijo. Uno contó hasta nueve y entonces el sabio le dio un cachete. «¡Oh, he encontrado al décimo!» Los otros todavía dudaban. ¿Cómo puede ser? Cuando reciben el cachete del Maestro, entonces pueden comprenderse a sí mismos, de otro modo no. Ese cachete significa: ponga un cero sobre todo y usted recibirá ese poder. ¿Qué mal hay en ello?

Pregunta: Maharaj, yo soy perfectamente feliz pues vivo de la manera que soy. ¿Por qué debería buscar algo más alto? Yo soy perfectamente feliz así como soy.

Maharaj: De acuerdo. ¿Por qué ha venido usted aquí? ¿Eh?

Pregunta: No lo sé.

Maharaj: Si usted no hubiera venido aquí, eso estaría bien.

Pregunta: Yo estuve leyendo este libro. Encuentro que cada uno habla un len-guaje diferente. Los lenguajes son muchos.

Maharaj: Los lenguaje serán muchos, sí.

Pregunta: Osho habla de una manera, Ramana Maharshi de otra.

Maharaj: El significado debe ser uno, ¿o no? Uno debe entender lo que dijeron Rama y Krishna. ¿Por qué han hablado de esa manera? Usted no lo sabe y dice, «Yo soy feliz». Yo sólo le pregunto, «¿Es usted feliz?» Entonces, ¿por qué abre sus ojos? Un hombre feliz no abre nunca sus ojos. No necesita abrir sus ojos. ¡Usted no es feliz! Usted puede ser una persona rica y decir, «¡Oh!, ahora soy feliz. Todo está perfecta-mente». Sin embargo, falta algo. La mente es de ese tipo. Siempre quiere algo, cada vez más, siempre más y más. El Maestro pone fin a esto. Corta la mente. Si uno siente que está perfectamente, ¿por qué debe ir a ver a alguien? Si yo no quiero nada, ¿por qué debo ir al bar, o a los parsis que venden dulces? Yo no tengo ninguna necesidad. ¿Por qué debo ir entonces? Si hay alguna necesidad, entonces quiero algo y voy; pero usted va al sitio equivocado. Si yo voy al bar y pido dulces, ellos me dirán, «Nosotros no vendemos dulces aquí, vendemos coñac y whisky». Si usted quiere eso, puede tomarlo. Tiene que ir a la persona correcta para conocerse a usted mismo, pero usted no sabe lo que quiere. Pregunte a su mente lo que usted quiere.

Pregunta: La miseria, la infelicidad, la mente no quiere eso. La mente quiere siempre la felicidad.

Maharaj: La felicidad, de acuerdo. ¿Pero obtiene esa felicidad? La miseria es cuando usted no obtiene algo. Un mendigo estaba pidiendo a alguien cinco rupias. Decía, «Dame cinco rupias», después cuatro rupias y cincuenta céntimos, después cuatro rupias, después tres, después dos, y entonces dijo, «cinco céntimos». El hom-bre dijo, «Yo no tengo ni siquiera cinco céntimos». Entonces el mendigo dijo, «Usted no tiene ni siquiera cinco céntimos; entonces usted es un mendigo como yo, así pues, mendiguemos juntos». Mendigar es un buen negocio.

Pero usted dice cosas que no son verdaderas. Un hombre de negocios puede ga-nar veinte o treinta mil rupias al mes; pero si usted le pregunta, «¿Cómo va su nego-cio?», dirá, «El negocio va así así». Él no dirá nunca, «Yo gano mucho». ¿Por qué tiene miedo de decirlo? Porque tiene miedo de que si dice que el negocio es muy bueno, usted ponga sus «ojos» en su negocio y él lo pierda.

Pero las personas realizadas no tienen nada de qué inquietarse. No pierden su ne-gocio. Al contrario, su negocio aumenta, cualquiera que pueda ser. Una persona reali-zada dice que nada es verdadero. Tenga el coraje de decir que lo que no es, no es. Sin embargo, usted quiere probar que lo que no es, es verdadero. La mente siempre quiere cero, nada más; sea cual sea el pensamiento, ¿de dónde viene? Cuando usted está durmiendo, ¿de dónde viene el sueño que usted ve? ¿Quién lo trae, dígame? Usted no conoce su sueño tampoco. En un sueño usted está en una completa ignorancia de hacer nada, y sin embargo usted está matando a alguien ahí o quizás ha devenido un rey. Usted quizás lo está pasando muy bien en su sueño, pero su mujer dice, «Leván-tate, ¿por qué estás durmiendo tanto?» «¡Oh!, estaba teniendo un sueño muy bueno, ¿por qué me has despertado?» Y su mujer dice, «Vuelve a ese sueño entonces». Pero usted no puede tener el mismo sueño otra vez, porque no era verdadero; ¿qué hacer entonces?

Lo que no es verdadero, usted dice que es verdadero. Lo que es verdadero, usted dice que no es verdadero. Eso es la obra de su mente. La mente funciona de esa ma-nera, ¿qué hacer entonces? A la mente no le agrada ir a la realidad. Ella puede deve-nir su mejor amigo o su peor enemigo. Si usted hace de ella un amigo, entonces le lleva a la realidad y ella misma muere. Diga, «Yo no tengo ninguna entidad en abso-luto»; esa comprensión debe venir. Eso es comprensión, pero su mente quiere miseria. Usted piensa siempre, ¿o no? ¿Debo hacer esto o debo hacer eso? El trabajo de la mente es pensar.

Suponga que alguien está celebrando que cumple cien años y comienza a pensar, «¿Qué hay si muero mañana? ¿Qué acontecerá?» Entonces se pone a llorar y pierde su buen humor. Todos están celebrando su cumpleaños, pero él llora. Alguien le pre-gunta, «¿Por qué lloras» «¡Oh, nada, nada, nada!» Se siente muy avergonzado de decir que no quiere morir. ¿Hay algún hombre muerto que diga, «Yo soy una persona muerta»? ¿Hay alguien que está durmiendo que diga, «Yo estoy durmiendo»? Nunca lo dirá. Si dice que está durmiendo, no está durmiendo.

De igual modo, usted está haciendo las mismas cosas aquí. Olvide todo. Trate de cruzar cero. Comprenda que todo es cero, nada más. Cruzar cero es lo peor, es muy difícil. Si usted comprende que todo es cero, entonces lo ha cruzado; en caso contra-rio, no. Pero usted tiene amor por cero, por lo que no es; usted ha recibido ese amor por ello, ¿qué hacer entonces? Todo el mundo ha recibido ese amor por los ojos, ¿no es así? Si viene una catarata, usted va al médico y paga mil rupias. «¡Quíteme la cata-rata!» Cuando uno muere, ¿qué acontece? Usted olvida todo, no hay ojos ni nariz. Todo desaparece. Comprenda de esta manera. Trate de comprenderse a usted mismo, nada más.

Uno debe tener fe en el Maestro, de otro modo no funcionará. La fe debe ser su-ficientemente fuerte. Lo que dice el Maestro es verdadero. Lo que hace es verdadero. Suponga que usted quiere hacer amistad con alguien. Usted dice, «¡Oh, vayamos al bar!» ¡Vaya al bar! Usted no tiene que beber, sino darle esa compañía. Usted le da esa compañía, ¿o no? El quiere la compañía, nada más.

Todos quieren compañía. Todo el mundo es su compañía, pero usted tiene una na-turaleza tal que no puede hacer amistad con nadie. Todo lo que le agrada, usted quie-re hacerlo. ¿Quién le dejará hacer todo acordemente a su mente? ¡Usted tiene que ceder aquí y allí! Si pone cinco rupias en la lotería, entonces puede ganar miles de rupias, de otro modo no. Pero si nadie pone las cinco rupias en la lotería, ¿cómo pue-de entonces ganar el premio?

Aquí también es lo mismo. Todo es nada. Ponga un cero en todo y lo que gana es que puede comprenderse a usted mismo. No es fácil, y no es muy difícil. Lo que me dio mi Maestro, usted puede obtenerlo ahora sin hacer nada. No haga nada. ¡Ya son suficientes haceres! Olvídese de usted mismo. Usted dice, «Yo existo». Yo digo, «Usted no existe». Esa es la diferencia. Cuando usted no existe, ¿quién habla? ¿Quién charla? ¡Nadie! Yo no hablo nunca, yo no charlo nunca. Yo soy un mentiroso. El cuerpo es el mentiroso, ¿qué hacer entonces?

Cuando usted va al cine, allí se indica la dirección del lavabo. El lavabo es por ahí. Usted dice entonces, «No, yo quiero el lavabo aquí». ¿Quién le dará eso? Aquí hay una diferencia. El Maestro le da la dirección y usted quiere tener eso justo ahora. Vaya a ese sitio y lo tendrá. Pero si se comprende a usted mismo, no se requiere tanto tiempo. El problema es que usted quiere conservar lo que debe ser desechado, es de-cir, su ego. ¡Usted no quiere abandonar eso!

Diga, «Todo es cero». Encuentre que todo es cero; eso es el trabajo del valiente. Usted permanece, ¿o no? El que dice que todo es cero, permanece, ¿o no? ¿Cuánto tiempo lleva eso? La pintura es mala o es buena. Uno dice que es buena, otro dice que es mala. Ambos han visto la pintura, pero según la mente, uno dice que es buena o mala, o una pintura bonita. Todo depende de la mente y de lo que su mente quiere.

Si alguien le da, entonces usted es feliz; pero si no le da, entonces es miseria. En-cuentre lo que es esa felicidad o miseria, ambas son pensamientos. Todo el mundo es Él y todo el mundo es la realidad, ¿por qué inquietarse por nada? Usted se inquieta porque no se comprende a usted mismo, usted no comprende la realidad. Si com-prende que usted es la realidad, ¿cuánto tiempo le lleva entonces hacer a otros reales?

La piedra negra que usted frota sobre la pieza de oro da el valor del oro. Puede ser de 24 quilates, 23 ó 18. ¿Cuál es la utilidad de la piedra negra? Da el valor a otros. Así pues, todo es inútil, pero si usted le da el valor: «¡Oh, él es mí mismo!», ¿qué queda entonces? Usted mismo deviene la piedra negra y da valor a otros. Trate de comprender la realidad. No diga que yo estoy perdido cuando vengo aquí. Yo doy este conocimiento; a usted puede que no le agrade, eso es posible.

Todo el mundo no puede aceptar lo que yo digo. Usted puede estar en un bar, pe-ro quiere dulces, o está ayunando; así pues, ¿cómo puede usted ir al bar? Usted puede pensar que ha venido al sitio equivocado, pero, sin embargo, ese sitio equivocado no es el sitio equivocado. El Maestro dice, «¡Todo es verdadero, adelante! y todo es cero». El Maestro dice que ambas cosas están aquí. Uno debe encontrar y comprender al Maestro.

Si yo digo que usted es Dios, ¿me creerá? Usted no me creerá, pero si viene la ex-periencia, ¿entonces qué? Usted dirá, «Yo soy el padre de Dios». Y si entonces Dios viene a usted, usted dirá, «¿Por qué has venido? Yo no te quiero. Porque usted no quiere nada. Si usted quiere algo, entonces se necesita a Dios. Algo es nada, y usted quiere todo lo que es nada. ¿Qué puede hacer el Maestro? No se inquiete por él. Us-ted mismo es Él, así se lo digo. Debe cambiarse la comprensión, debe cambiarse la comprensión de la mente. ¡Todo el mundo es mí mismo, pero la mente no quiere acep-tarlo!

Maharaj cuenta entonces una historia de la Bhagavad Gita. Yudhistir, que estaba hablando la verdad, fue preguntado por el padre de Arjuna, «¿Quién murió en el campo de batalla?» Yudhistir dijo, «Alguien murió, pero no sé si murió un elefante o murió un hombre». Usted tiene que decir mentiras, debido a que nada es verdadero. El mundo no es verdadero, así pues, Yudhistir dijo mentiras ahí. No puede evitarse. Usted tiene que decir mentiras debido a que nada es. No hay nada, pero usted dice, «¡Oh, diga algo!» Yo le diré algo, es elección mía. Usted quiere poner nombres a to-do. Los padres y las madres han dado muchos nombres, y ahora los Maestros están dando nombres también.

Yo no lo hago debido a que no me agrada dar nombres. ¿Por qué verter más igno-rancia en alguien dándole otro nombre? Comprenda de esta manera: usted quiere comprender, pero la mente no quiere comprender; eso es la belleza de ello.

Pregunta: Nosotros queremos comprender, pero al mismo tiempo la mente no quiere comprender. ¿Es responsabilidad nuestra o es responsabilidad del Maestro? ¿O es responsabilidad a la vez del Maestro y del discípulo?

Maharaj: El Maestro no tiene nada que ver. El Maestro no es el dueño. El discípu-lo se queda rezagado y quiere algo. El Maestro no quiere nada. Así pues, es responsa-bilidad de los discípulos. ¿Por qué el Maestro? Yo digo, «Usted es Él», pero yo soy también usted mismo. Yo hago estos matrimonios. (Se está refiriendo al que pregun-ta, que es un antiguo sacerdote católico que ahora celebra matrimonios en U.S.A.) Si se pone agua aquí, en este cuenco, eso es también un matrimonio. Ambos se combi-nan. El cuenco ha recibido el agua y entonces se ha combinado. ¿Cuál es la responsa-bilidad del Maestro? Es culpa suya, debido a que se ha olvidado de usted mismo. Alguien que no se conoce a sí mismo, preguntará a algún otro, «¿Quién soy yo?» ¿Qué tiene que decirle a usted ese otro, dígame?

Pregunta: Pero usted dice frecuentemente que sólo el Maestro puede llevarle a uno más allá de cero. Eso es lo que yo he oído.

Maharaj: Eso es así. Si usted quiere ir más allá de cero, entonces yo puedo llevar-le. Pero diga, «¡Cero!» Mantenga su mente en eso. En cero no hay nada. El Maestro le lleva más allá, ¿por qué no? Si usted va al mercado donde están vendiendo los mohammedianos y pregunta el precio de algo, ellos le reconocen y dicen: «Este hom-bre es nuestro, es uno de los nuestros». Eso significa que él es nuestro hombre, de manera que ellos le dan un precio mejor. ¿Me sigue o no?

Pregunta: Sí, sí.

Maharaj: ¿De dónde viene usted?

Pregunta: De Bélgica, Maharaj

Maharaj: Si un belga se encuentra con usted, dirá, «Éste es de los nuestros». Y si él o su hermano le venden algo, usted tendrá un precio mejor. Si usted quiere com-prender cero, entonces el Maestro le levanta, ¿por qué no? ¿Qué hay que levantar, si usted es Él? Pero usted no quiere ser levantado.

Pregunta: ¿Por qué?

Maharaj: ¿Por qué? Eso es su elección. Eso es su elección, ¿no es así? Ser levanta-do o no, eso es su elección.

Pregunta: Maharaj, si yo no existo, ¿cómo puedo entonces elegir?

Maharaj: Usted ha recibido muchas elecciones. Usted existe ahora como algo. Di-gamos como cero. Cero también existe.

Pregunta: Aquí hay muchas contradicciones. Es difícil comprender esas contra-dicciones. Usted dice que nosotros tenemos elección, y después dice que no tenemos elección.

Maharaj: Eso es correcto, ¿no es así? Cuando usted elige, hay elección. Cuando duerme profundamente, ¿qué elección tiene usted? Usted está sediento, usted quiere comer, pero siente sueño y dice, «¡Ah!, ahora déjame dormir»; e incluso si viene al-guien con la mejor de las cosas, lo que usted quiere realmente, usted dirá, «¡Oh, no, ahora déjame dormir!» Usted quiere olvidar todo. Así pues, todo el mundo ha recibi-do la elección y la no elección, y usted ha devenido la criatura más pequeña debido a las elecciones y no elecciones.

Pregunta: Usted dice que nosotros existimos ahora, y después dice que no exis-timos, que no somos. ¿Cómo comprehender esto?

Maharaj: Sí, le digo las dos cosas. Todo es falso, pero lo que yo digo es verdade-ro. ¿Por qué? Porque usted no existe. ¿Cuál es su nombre, dígame?

Respuesta: Yogesh.

Maharaj: ¡Yogesh! ¿Dónde está Yogesh, dígame?

Pregunta: Él no está aquí, lo sé. Él no existe.

Maharaj: Él no existe, pero, no obstante, usted dice «Yogesh», ¿qué hacer enton-ces? Usted dice, «Yo soy Yogesh». A veces las gentes dicen, «Yo soy el Sr. Fulano». Yo también tengo grados. Usted quiere hacerse un rabo grande. La mente es de ese tipo. Hanuman tiene un rabo grande. (Hanuman es el Dios mono, siervo de Rama, que simboliza la mente). Hanuman siempre quería tener un rabo cada vez más grande.

Si yo pregunto a todos su nombre y no le pregunto a usted, dirá, «Maharaj no me ha preguntado mi nombre», y se sentirá menospreciado. Pero usted no tiene ningún nombre; así lo comprendo yo, y por eso no se lo preguntó. Eso es mi elección. Su elección, o su deseo es que Maharaj le pregunte su nombre. Todas estas cosas con-ciernen a la elección y eso es la obra de la mente. No es su obra. La elección es de la mente. Usted mezcla todo, y ésa es la dificultad.

Pregunta: ¿Existe el tiempo? ¿Tenemos nosotros un pasado, un presente y un futuro? ¿Existe realmente el tiempo?

Maharaj: No, no hay ningún tiempo. Todo es cero. Debido al sol usted puede con-tar el día y la noche. Pregúntele al sol cuántos años ha pasado. «Yo no he visto nunca ningún día ni ninguna noche», dice el sol. Usted cuenta todo por el sol, ¿cómo puede ser verdadero? Cuando la base no es verdadera, ¿cómo puede ello ser verdadero? La base es cero, todo es cero. Lo diré de una manera más breve. Esto puede romper mi cabeza. (Señalando a una piedra de mármol). Si yo la rompo en pedacitos minúsculos, ¿entonces qué? Se disolverá en el espacio. Usted debe comprender eso. Todo depen-de de su mente, de sus elecciones. Si yo tomo esto (señala a su cabeza) y lo golpeo contra la piedra de mármol, la sangre brotará. Pero si rompo la piedra de mármol en pedacitos minúsculos, ¿cómo puede tocarme entonces? Y, de cualquier manera, toca al cuerpo pero no a mí. Ése es el otro punto. En un día usted no puede comprender todo. Venga aquí muchas veces y podrá comprender algo, así se lo digo. Lo siento, pero debe tener una fe completa; entonces viene la comprensión. El Maestro dice, «Usted no existe», sí; diga, «Yo no existo». No muera; pero nuevamente le digo que usted no existe, aunque usted no muere. Y ésa es la belleza de mi charla, la cual usted no puede comprender. Ésa es la dificultad.

Pregunta: Maharaj, ¿es la negación neti-neti lo mismo que recordar el sí mis-mo?

Maharaj: Neti-Neti significa «Aham brahmasmi», yo soy brahman, y eso tampoco es verdadero. ¿Cómo puede usted ser Brahman? Donde nada permanece, Brahman también desaparece. Nada me toca y nada permanece. Cuando se duerme, todo va a cero. Se olvida de usted mismo y de su mente, y sólo permanece la respiración. ¿Se pregunta usted algo entonces? Usted se arrasca, pero no es consciente de ello. En ese punto usted no sabe nada, el conocimiento está en una forma sutil. Pero para com-prender lo que es esto, el conocimiento debe estar aquí, su mente debe estar aquí.

Si un muchacho va a su padre moribundo y dice, «¡Papá, he venido, he venido!», el padre no puede hablar, no puede responder. ¿Cuál es la utilidad de ello? ¿Por qué debe usted inquietarse? «¡Ah, mi padre ha partido!» Pero usted no tiene padre, ¿qué hacer entonces? Hay un dicho que dice que cuando usted está vivo, nadie se ocupa de usted, pero una vez que muere, entonces todo el mundo se ocupa. «¡Oh, ella era mi madre, y ahora ha partido!» Ahora que ella ha partido, usted siente ese amor.

Usted ha recibido el cuerpo. «Es mi cuerpo», dice usted, «Yo soy esto». Cuando uno muere, ¿qué queda del cuerpo? Deviene cero, no tiene ningún valor en absoluto. Esta computadora es así, hace todo, pero no puede ser reconectada. El cuerpo es una computadora, pero nadie sabe cuándo viene la conexión o desconexión. Y cuando usted dice que está en las manos de Dios, eso significa chaitanya, el poder; así pues, cuando el poder está aquí, aparece todo. Si no hay ningún poder, entonces no apare-ce. ¡Comprenda! Si hay comprensión, entonces está bien, todo está bien. En caso con-trario, todo es cero, lo que significa que usted lo toma por verdadero.

Aunque digo que todo es cero, usted todavía lo toma por verdadero. Y ésa es la locura de la persona ignorante. Usted no puede definir lo que una persona ignorante tomará por verdadero y lo que no. «¡Yo soy el mejor ladrón!», dice, «¡Yo soy el me-jor ladrón!». Y se enorgullece de ello. ¿Qué puede decirle usted? Debe decirle, «Tú eres el mejor ladrón, pero no me robes». Dígaselo así. Tenga esa amplitud para hablar-le. ¡No me robes! Roba a cualquier otro, yo no sé. Yo no voy a decirle a nadie que es un ladrón. ¿Por qué iba a hacerlo? Yo digo, «tú eres Él».

Un hombre fue matado por otro hombre y un tercer hombre lo presenció. Alguien preguntó al testigo, «¿Qué viste?» Él dijo, «Yo no sé nada». Pues sabía que él era el matador, el matado y el que lo había presenciado. Todos eran él; así pues, ¿qué decir? ¿El nombre de quién iba a dar?

Primero, usted no comprende «¿Quién soy yo?» Encuéntrese a usted mismo, ¿quién soy yo? Conózcase a usted mismo y conocerá el mundo. Usted no puede co-nocer el mundo a menos que se conozca a usted mismo. Todo depende de su mente. Si la mente deviene no mente y usted va y pregunta a alguien en el camino, «¿quién soy yo y cuál es mi nombre? ¿Cuál es mi dirección?», ellos le llevarán a Puna (Puna es una ciudad al sur de Bombay donde hay un asilo), y le meterán en un asilo. Cuando usted no sabe su nombre, ¿qué harán ellos, dígame?

Usted olvida todo. Pero una persona realizada no olvida nada. Conocen todo y sin embargo dicen que no es verdadero. Ésa es su belleza. Comprender es la belleza, nada más. Una vez que usted comprende, todo está bien. Si usted no comprende, entonces todo es cero. Debido a que no sabe, usted llama «algo» a cero; usted dice que es mármol, ¿qué decir? Usted dice, «Yo soy algo, yo soy Yogesh», ¿qué decir a Yogesh? Usted está haciendo todos los yogas, ¿qué decir a Yogesh? Usted es el se-ñor del yoga, ¿qué decirle? Dejemos en paz a su yoga. ¡No me hable de su yoga por-que yo soy completamente contrario a eso! ¡Yo no estoy de acuerdo con eso! Usted es muy abierto, ¿por qué debe hacer yoga para conocerse a usted mismo? Los ojos ven, ¿no es así? ¿Quién ve que usted está aquí? ¿Quién huele aquí? La nariz huele. ¿Quién habla aquí? Debe venir la comprensión, eso es el significado de ello. Así pues, conózcase a usted mismo, compréndase a usted mismo.

Pregunta: Yo he leído a Sri Nisargadatta Maharaj, y él dice que ni siquiera la meditación es necesaria, que es un proceso muy lento.

Maharaj: ¿Pero ha dado algún otro proceso? No lo ha dado, no. Entonces, ¿qué hará usted? Él escribió todo, pero queda algo que decir. Yo no quiero comentar sobre nadie. Yo soy la última persona a la hora de decir algo. Él era condiscípulo mío. Él está aquí (señalando su retrato colgado de la pared). Él era discípulo de mi Maestro, pero no lo mostró; ¿cuál es la utilidad de ello?

En San Diego, cuando estuve allí, me telefoneó una mujer. Ella había estado con Nisargadatta y había estado haciendo meditación durante veinte años. Dijo, «Desde el año 2000, voy a dejar la meditación». Si todos los días come arroz, usted estará cansado, ¿o no? ¡Coma algún pastelillo! Déme algo, dirá usted. Ella también estaba cansada. Yo le dije que mi Maestro me dijo que olvidara la meditación. Simplemente sea en usted mismo. Él, Nisargadatta, no lo decía; ¿qué hacer entonces? Él no mostró esa vía. No se requiere ninguna meditación, ¿de acuerdo? Si usted va al médico y se toma la medicina, usted está bien. ¡Pero cómo puede usted hablar sobre él (Nisarga-datta) ahora? Uno de sus discípulos más cercanos me dijo, «Él comprendía, pero no lo decía. Él no nos dijo nunca que dejáramos la meditación». Pero si él le hubiera di-cho que podía dejar la meditación y que no se requiere ninguna meditación, entonces usted hubiera podido dejar la meditación, ¿o no? Usted ha recibido ese poder del pensamiento, ¿o no?

Lo que dice el Maestro, tiene que hacerlo. Uno más dos es tres. Yo digo, uno más dos es cuatro. Puedo probarlo, ¿por qué no? El cuatro es que yo estoy ahí, la realidad, quien lo sabe. Así pues, uno más dos es cuatro. Él, el Maestro, habría dicho eso, ¿por qué no? Yo no sé por qué no lo hizo, fue su elección. Yo no quiero comentar sobre nadie, porque no me agrada comentar. Él era condiscípulo mío y era mayor que yo. Pero la mente no puede llevarle a cualquier parte si usted comprende eso; en caso contrario, la mente se embota también. Si usted no hace funcionar la maquinaria, en-tonces se oxida. Entonces viene el óxido.

Mi Maestro me dijo que enseñara para que mi conocimiento no se perdiera. Yo comencé muy tarde, en 1983. Yo nunca quise ser un Maestro, ¿qué hacer entonces, dígame? Si uno es un Maestro, vienen las gentes; pueden venir muchos. Algunos no saben tampoco mi inglés. Sin embargo, vienen. ¿Por qué ser un Maestro? Es realmen-te un trabajo. Así pues, no sea un Maestro. La meditación no es para hacerla por siempre, así se lo digo. Si usted está haciendo meditación, olvide también esa medita-ción un día, y entre en la laya. Laya significa absorberse en la realidad. Se requiere esta absorción.

Cuando está meditando, usted es el meditador, y además están la meditación y el proceso de meditar. Usted ve algo, y aparece una tríada. Shankara dice, cuando des-aparece la tríada, entonces la realidad es siempre. Nada que decir sobre ello. Si usted no está aquí, entonces no hay nadie en la casa, ya se trate de un palacio o de una habi-tación. Nada de qué inquietarse. Sea fuera de ello. Usted tiene que estar fuera de ello y entonces eso puede ser comprendido poco a poco. Uno no puede aceptar todo en un día. Así pues, nos encontraremos mañana a las tres y media de la tarde.

14 de enero del 2000

Pregunta: Hace algunos días usted habló sobre la experiencia y usó el vino co-mo un ejemplo. Habló de beber el vino, pero no de llegar a la ebriedad. Llegó a de-cir que la ebriedad no es real, pero que el vino es real. Esto me confundió. Hasta entonces yo sentía que tanto el vino como la ebriedad no eran reales, de modo que no comprendo.

Maharaj: El vino es real hasta esa comprensión; entonces viene la ebriedad, en ca-so contrario no. Si usted bebe agua, ¿cómo puede obtener la ebriedad? El vino es real, la ebriedad no lo es. En el comienzo, el conocimiento es real, la ignorancia es la ebrie-dad. Debido a la ignorancia, usted dice que todas las cosas son verdaderas. El cono-cimiento es real en ese punto, pero, finalmente, incluso el conocimiento no es verda-dero. Lo que el conocimiento muestra ahí, usted tiene que decir que es verdadero. Esa ebriedad del conocimiento no es verdadera, pero en el comienzo usted dice que el oro es verdadero y que los ornamentos no son verdaderos. Finalmente usted dice que el oro no es verdadero, estoy de acuerdo; pero no es verdadero cuando la reali-dad viene a la mente. Es una cosa que usted puede ver, de modo que cuando da el ejemplo tiene que comprender de esa manera. Así pues, el vino es real; pero la ebrie-dad no es real, ¿de acuerdo?

Pregunta: No, no comprendo.

Maharaj: A esto se le llama pañuelo. Usted dice que es real, pero no es nada sino hilo. El hilo es real, el pañuelo es falso. El pañuelo es solo de nombre. Debido a que ha tomado el vino, usted ha llegado a la ebriedad; de otro modo, ¿cómo puede llegar a la ebriedad? Porque hay conocimiento, viene la ignorancia; de otro modo, no. Cuando usted dice, «Yo soy John», John no es verdadero. La conexión de la realidad en el cuerpo es verdadera ahora. Mientras el cuerpo está aquí, la conexión debe estar aquí. Si usted me pellizca aquí, entonces usted podría decir que una persona realizada no debería sentirlo. Sin embargo, tiene un cuerpo, y debe sentirlo.

Estuve en Francia por primera vez en 1996. Yo no sabía francés. La enfermera francesa vino a ponerme una inyección. Yo le dije, gracias, y la enfermera dijo, «Le pincho aquí y él dice gracias». Siempre es lo mismo; cuando usted toma como real un sueño, nada es falso. De la misma manera aquí, el nombre es falso, pero el conoci-miento es verdadero. Si usted va un poco más adelante, entonces el conocimiento también es falso. Así pues, se dice, «Yo no puedo hablarle del Brahman, devengo renuente a hablarle del Brahman». Usted da luz al Brahman, la realidad da luz al Brahman. Brahman significa conocimiento y todo lo que usted ve aquí. Así pues, usted tiene que explicarse acordemente a la comparación del tiempo.

Ella es clara y yo soy obscuro. Si viene un hombre negro, entonces él es más oscu-ro. Entonces viene la comparación. Cuando viene la comparación, una cosa deviene falsa y otra cosa deviene una revelación. Ebriedad significa aquí comprender eso.

Suponga que un hombre toma coñac y que dice que puede contar sus monedas sin equivocarse. Entonces no tiene ninguna ebriedad. La ebriedad está ahí, pero su mente es muy fuerte, y no acepta esa ebriedad. En ese momento puede contar muy clara-mente. No cometerá ninguna equivocación. Aquí también, una persona realizada ha obtenido el conocimiento, comprende todo, pero no está ebrio de ese conocimiento.

Una persona realizada actúa siempre en el conocimiento. Sin conocimiento, ¿cómo puedo hablarle a usted? Si no hay conocimiento, ¿cómo puedo hablar entonces? Pero yo comprendo que el conocimiento es falso y que lo que digo es falso; pero, sin em-bargo, ése a quien hablo es verdadero. En América alguien me preguntó que si todo es una ilusión, qué era yo entonces. Yo dije que yo era una ilusión de primera clase. Tengo que decirlo de esa manera. Lo que hablo es falso, lo que digo es falso, pero ése a quien hablo es la verdad. Ahí está la diferencia. Si todo es ilusión, entonces yo tam-bién debo ser una ilusión, ¿no es así?

Así pues, ese Brahman, ese conocimiento muestra la totalidad del mundo. Pero no es verdadero, muestra las cosas falsas. Y usted da la luz al Brahman. Usted es Para-brahman, y usted da la luz al Brahman. El sol da la luz, pero el sol no sabe que esto es mármol. Él no sabe, el sol no tiene ningún conocimiento de eso. Si no hay sol, usted no puede ver la totalidad del mundo.

Con el Brahman, con ese conocimiento usted puede ver la obscuridad y la luz. Usted no puede ver los objetos sin luz. La obscuridad y la luz están ambas en el co-nocimiento. Son las dos caras de una misma moneda. Si le muestro a usted la cabeza, es seguro que vendrá la cola. Y si le doy la vuelta a la moneda, ¿entonces qué? Lo opuesto es verdadero. Todo el juego está en esa escala. Todo depende de cómo lo mire usted. Usted tiene el poder de comprender.

Nada es verdadero, pero usted toma todo como verdadero; toma a todos y a lo que dice la mente como muy verdaderos. Ahora todo depende de su mente. Si al-guien toma un veneno voluntariamente, morirá. Si alguien trata de darle un veneno, usted le golpeará al instante. «¿Qué intenta hacer? ¿Soy yo su enemigo ¿Por qué me da usted un veneno?» En ambos casos la acción es una, pero la reacción es diferente. Usted ve a una mujer y una persona realizada ve al Brahman. La persona realizada ve a ambos, ve a una mujer ahí, pero dice que ella es el Brahman. Es completamente di-ferente.

Antiguamente había una pizarra y si se escribía en ella se podía ver la escritura, pe-ro si levantaba el papel, no había nada. De la misma manera, aquí usted ve todo lo que no es. Quite el papel —ese papel significa el conocimiento. Entonces todo devie-ne cero. Usted dice que todo lo que hay en el papel es verdadero, la persona realizada dice que no. Esa es la diferencia entre ellos. Así pues, a uno se le llama realizado y al otro se le llama no realizado. La persona realizada ve también el mármol, y si golpea su cabeza contra él, resulta herido. El cuerpo debe recibir el golpe, y si usted dice que yo no debería recibir el golpe, eso es una idea falsa.

Hace unos ocho años, en Bombay, un Santo no fue capaz de caminar sobre el fuego, aunque él decía que podía. Así pues, se quemó. También decía que podía ca-minar sobre el agua. Pero no pudo hacer eso tampoco, de manera que se suicidó. «No puedo hacerlo», se dijo, y saltó por una ventana. Mientras la conexión está aquí, el cuerpo debe quemarse. Debe quemarse.

Si usted comprende que todo es uno, entonces puede darse cuenta de la realidad. Todo es unidad. Los científicos han descubierto el «agujero negro», pero no pueden experimentarlo o ir más allá. La persona realizada puede «experimentar» lo que los científicos no pueden. No hay ninguna necesidad de ciencia. Hace miles de años, los indios descubrieron que lo que usted ve y percibe es sólo conocimiento. El conoci-miento es uno y todo aparece en este conocimiento, pero ese conocimiento también es ego. Su ego permanece siempre, pero ese ego sólo puede ser matado por una palabra del Maestro.

El conocimiento es ego, délo por hecho. «Yo he realizado y yo sé todo», eso tam-bién es ego. Sócrates decía que no sabía nada. No alardee de que yo soy algo, debido a que algo es siempre nada, ¿qué hacer entonces? ¿Cómo puede usted decir algo ver-dadero sobre lo que no es? El uno tampoco es verdadero, la unidad no es verdadera; ése es el punto principal. La unidad significa que ahora yo he devenido uno, que aho-ra yo he devenido Él. ¿Dónde está el yo? Eso es ego, compréndalo de esa manera. Así pues, el coñac está bien, pero la ebriedad es falsa.

Pregunta: Así pues, la ebriedad está en el conocimiento.

Maharaj: Sí, así es. El conocimiento es conocimiento de alguna otra cosa. ¿Por qué ha venido la ebriedad? Usted ha tomado coñac. Si toma agua, ¿puede usted obtener la ebriedad? La ebriedad es falsa, no es verdadera. Usted puede decir cualquier cosa cuando está ebrio.

En 1920 yo era un joven, y en aquella época un hombre, bajo la influencia de la mente, comenzó a actuar como Krishna. ¿Era Krishna? Era la ebriedad de la ignoran-cia. Era un arquitecto, un hombre guapo, pero cuando la mente se va, ¿qué hacer? Algunas señoras cercanas a él estuvieron proclamando lo que estaba haciendo. Él era una buena persona, pero uno puede ser malo o bueno en una fracción de segundo. La realidad no deviene mala ni buena. La realidad es siempre buena, no hay que inquie-tarse por ella. Todo lo que viene sobre ella, lo acoge y lo acepta, pero usted no lo deja voluntariamente, se pone ebrio de ello. Usted no puede dejarlo. La persona realizada ve las mismas cosas que usted, pero comprende que no son verdaderas y ellas no le tocan.

Todos tienen la ebriedad de la ignorancia, no importa que se sea médico, ingenie-ro, o lo que sea. Es sólo conocimiento. El Maestro es el médico. ¿De qué? De la igno-rancia. El Maestro le quita su ignorancia, le quita su fiebre, ¿o no? Le da conocimien-to, comprensión. Y finalmente ha alcanzado ese poder de hacerle comprender que el conocimiento no es verdadero. El conocimiento se debe a la ignorancia. A la ignoran-cia de la realidad.

Así pues, en los ejemplos usted tiene que decir que el coñac es verdadero y que la ebriedad es falsa. Siga adelante entonces. El Maestro le lleva paso a paso. Diga que todo es falso y, finalmente, que el hecho de que yo soy y de que yo veo, y el presen-ciador, están también en cero. Si viene esa comprensión, entonces usted es Él. ¿Qué experiencia quiere usted entonces? En este momento mismo usted es Él. Así pues, yo digo que todo el mundo es Él. No se inquiete. Ahora este pañuelo es verdadero, pero deviene falso si usted comprende que sólo es un hilo. De esta manera, uno tiene que dar ejemplos según las comparaciones.

Así pues, este mundo entero es mostrado por ese Brahman, por ese conocimiento. Usted da poder a ese conocimiento, de otro modo no puede comprender. El conoci-miento no puede hacer nada, se requiere el cuerpo para el conocimiento. Los ojos no pueden ver, pueden ver cuando el poder está ahí, cuando el conocimiento está ahí. «¿Por qué está mirando usted a mi esposa?» Los extranjeros no se inquietan por eso. Alguien me preguntó qué hacer si alguien tomaba a su esposa. Usted toma a la esposa de alguien y se va. En la India está prohibido. En Italia, Inglaterra y América se pue-de hacer. Ellos no se inquietan.

Así pues, ¿qué es realidad y qué es ebriedad? Ebriedad es todo el mundo de la ignorancia. Debido a la ignorancia, usted ve todo el mundo. Usted está durmiendo, no está haciendo nada, pero ahí canta e incluso deviene el mejor cantor del mundo. Cuando se despierta se dice a usted mismo, ¿cómo puede yo ser eso? Todo esto se debe a la ilusión. La ilusión hace toda esta insensatez. Usted es la realidad. La ebrie-dad es verdadera cuando usted ve todo el mundo. La ignorancia es verdadera cuando usted ve todo. ¿Cómo puede ser falso? «Las personas realizadas son locos», dirán las gentes. «Ellos ven todo y dicen que es falso». Usted ve todo también en un sueño, ¿acaso lo toma por verdadero? Cuando despierta, usted mismo dice que no hay nada.

Usted mismo es la realidad y lo que ve y percibe y experimenta con la mente no es nada sino cero o ignorancia. ¿Debe usted dejar todo este mundo? No, no hay ninguna necesidad. Puesto que es falso, ¿cómo puede perturbarle? Deje que venga todo, pero comprenda que no es verdadero. Su mente no debe abrirlo. Si su mente lo maneja, lo tomará por verdadero. Usted lo maneja si lo toma por verdadero, en caso contrario no lo maneja. La comprensión le hace a usted Él, y entonces esa comprensión misma desaparece. ¿Alguna otra pregunta?

Pregunta: ¿Constituye una diferencia para usted si tiene un cuerpo o no?

Maharaj: Mi cuerpo no es verdadero. No es verdadero, de modo que para mí no hay ninguna diferencia. Usted lo toma por verdadero, y por eso llora. Si viene la muerte, yo no me inquietaré tampoco. ¿Por qué debo inquietarme por la muerte. Este cuerpo ya está muerto ahora. Es un muerto que vive. Cuando la conexión está aquí, habla, piensa y hace todo. La conexión y la desconexión acontecen; así pues, ¿por qué debe inquietarse esta bombilla? La electricidad no se inquieta.

Este ventilador funciona con electricidad. Si la electricidad se corta, desde su ori-gen, el ventilador se parará; pero el ventilador no sabe, «Yo he sido parado y ya no puedo dar aire». Usted lo siente. El resultado es completamente diferente si la electri-cidad está conectada o no.

Usted no puede hacer mantequilla a menos que se la quite a la leche. Tiene que quitársela a la leche. Ponga un poco de sal en ella. Este (cuerpo) es un contenedor saqueado. Si usted comprende la realidad, ¿cuál es la utilidad del cuerpo? No tiene ninguna utilidad, así se lo digo.

Pregunta: Así pues, ¿puede ser una felicidad deshacerse de él?

Maharaj: ¿Para quién es la felicidad? Ninguna felicidad ni inquietud, ningún pla-cer ni displacer. Mientras el conocimiento está aquí, también están el placer y el dis-placer. Mientras el cuerpo está aquí, usted tiene que decir algo. Bueno o malo, usted tiene algo que decir. Comprenda que no es verdadero, comprenda que todo es cero, sea lo que sea. Las mejores cosas que le gustan, o que le gustan al cuerpo, o que le gustan a la mente, no son nada sino cero. Ésa es su base, su cimiento.

El cimiento, la base, tiene que ser muy fuerte, o los pisos se vendrán abajo. Si al-guien le da a usted millones de dólares y algún otro se los quita, si es una persona realizada, dice, «Yo no sé. Ha venido en buen hora, y se ha ido en buena hora. No era mío». Pero todo es suyo, aunque no lo sienta así. Si se pierde de su bolsillo un billete de dólar, usted busca aquí y allí. La persona realizada no se inquieta por eso. «Yo no me inquieto por eso», dice. Debe comprender que usted no es el cuerpo, en caso con-trario, llorará a cada momento. Todos lloran constantemente. Todo el mundo llora, ¿qué hacer entonces?

Cuando usted está muriendo todo llora en la mente, pero en ese momento usted no tiene ningún poder para decirlo. El poder desaparece, ¿qué hacer entonces? Así pues, si el cuerpo está muerto o vivo, ambos son igual para el Maestro. Cuando el cuerpo está vivo todo el mundo hace cosas falsas. Todo es falso, ¿no es así? Así pues, si alguien me dice que soy un asno o un tipo miserable, yo digo que lo soy el doble. Ésa es la diferencia. No me inquieto. Si vienen a mí palabras malas, yo digo que muy bien. Todo es falso, ¿no es así? Sobre lo que no es, sobre lo que es nada, usted puede decir cualquier cosa.

Así pues, la persona realizada tiene la licencia de probar todo, porque la verdad es completamente diferente. Si el ego permanece, está perdido. Deje que el ego desapa-rezca. «Yo soy algo, yo sé», todo esto es egoísmo y todos los «ismos» son iguales. «Ismo» significa ego, yo soy. «Ismo» es, yo es, una forma de «ismo» muy fuerte. Comprenda que todos los «ismos» devienen cero. Él es más allá de los «ismos». Todo el mundo es lo mismo, funcionan con los «ismos», con el ego, pero tratan de desecharlos. Ese conocimiento ha venido de usted, de modo que trate de desecharlo y diga que no es real. Las chinches vienen de su propio sudor y usted las mata, ¿o no? Usted no les permite beber su sangre.

Su ego es su hijo más querido. Deseche su ego. (Maharaj cuenta la historia de Krishna y Arjuna, y como Krishna, que era una persona sabia, un Maestro, dijo a Ar-juna que no podría sentarse sobre el trono a menos que matara a su hijo). El hijo en este caso significa su ego. Él no podía sentarse en el trono a menos que matara a su hijo. La comprensión viene cuando… deseche su ego y usted es siempre Él. Entonces no hay necesidad de comprender nada. No hay necesidad de leer libros, porque la comprensión viene automáticamente a usted. Usted es por todas partes, en todas las cosas.

Un hombre que era un persona realizada y su esposa tuvieron un hijo; a los trece años fue a la escuela. La esposa quería que el niño fuera a la escuela. Así pues, el hombre le llevó a la escuela. En la primera clase se le enseñó, «Om nama Siddha». El significado de esta frase es «Yo soy Él». El muchacho hizo 1500 versos sobre eso. ¿De dónde vino? Él no lo había aprendido ni escuchado antes. Así pues, el marido preguntó a su esposa, «¿Qué hay que enseñarle ahora? El poder está ahí, ¿no es así? El poder puede hacer cualquier cosa.

Así pues, para una persona realizada, si su cuerpo está aquí o no, para él es nada. Un ciclón viene y se va. ¿Por qué inquietarse por el ciclón? Sólo se inquietan los afec-tados, de otro modo usted sólo dice que un ciclón ha venido y se ha ido. Usted se inquieta por eso debido a que lo toma como verdadero. El mundo es un ciclón, nada más; y usted es un compañero íntimo del ciclón. Usted dice, «Yo soy esto». El mun-do deviene entonces un ciclón y todo deviene un problema para usted. El nacimiento es un problema y morir es también un problema. Acontece esto y aquello, aparecen muchos problemas. Todo tiene un defecto en ello, debido a que no es verdadero. Cuando es verdadero, no queda ningún defecto.

Cuando usted es Él, ¿por qué debe inquietarse por la muerte? El cuerpo va a mo-rir, que muera. Debe cambiarse la mente. El Maestro no hace nada. Sin embargo, su mente cambia. El Maestro le hipnotiza. Cambia su mente, eso es hipnotizarle; de otro modo, yo tendría que hacer algo. El Maestro le lleva al punto verdadero, y una vez ahí usted ya no será hipnotizado nunca. Usted puede hipnotizar a otros ahora, usted tiene ese poder. Ese poder es lo mejor. La realidad está en la base de todo. ¿Por qué dice usted que es verdadera? Debido a la realidad. Si no hay realidad, usted no pue-de decir que es verdadera. La realidad es la base, todo se ve en ella. Si no hay base, usted no puede ver nada.

Usted puede poner muchos colores en esta pared, pero si pone negro en ella, ya no puede poner otro color. El negro significa ignorancia. La ignorancia lo pone todo tan sucio que usted no puede cambiar de color. Quite ese color. El Maestro no hace nada, pero es un trabajo difícil y él hace gustosamente lo que tiene que hacer. Usted dice que todo es mío. Vamos, nada ni nadie es suyo. El Maestro prueba eso. Nadie es su-yo. ¿Es alguien suyo? No. El cuerpo ha venido de la matriz de su madre, y sin embar-go ella no puede hacer nada por usted.

Usted tiene una enfermedad; el Maestro puede curar esa enfermedad, porque tie-ne ese poder. ¿Por qué no tiene ningún poder la madre? Porque está en la ignorancia. El Maestro puede quitar cualquier enfermedad. El discípulo dice, «¿Qué hacer, qué hacer?» ¡Olvídelo! Dígale que yo le he quitado su enfermedad. ¡Vaya! Él debe estar completamente bien, así se lo digo. Hay ese poder en la mente del discípulo también, pero ese gran amor debe estar ahí. El Maestro puede quitar la enfermedad de cual-quiera.

El cuerpo no es usted mismo ni tampoco ninguna enfermedad; así pues, que ven-ga. ¿En qué le daña a usted? No vaya a por esa experiencia ni trate de ayudar a nadie; diga sólo que usted tiene el poder de aceptar todo. No es necesario hacer eso, no es necesario a menos que esa parte opuesta tenga por usted ese gran amor. Entonces usted puede decir no te inquietes. Tenga mucho coraje también. El coraje no es una cosa simple. El Maestro no tiene miedo de nada; el miedo no viene a él, porque él sabe que es sin miedo. El cuerpo provoca muchos miedos; incluso un mosquito da miedo. Cuando se oye un mosquito, usted lo mata al momento. ¿Por qué? Porque no lo quiere.

Sea poderoso, no se inquiete por nada. Usted se inquieta por cosas muy pequeñas. Llora por las cosas más pequeñas. Si rompe algo, llora. Lo que se ha roto ha devenido cero, y ésa es la única diferencia. El corazón debe estar muy abierto para cuando ven-ga la muerte. ¿Quién se inquieta por el cuerpo muerto? Ahora mismo, ya es un cuerpo muerto.

Cuando viene la comprensión, usted no teme a nadie. Nadie puede darle miedo. ¿Y el ladrón? Todo el mundo le teme. Él no hace nada, pero todo el mundo le teme. El Maestro no se inquieta por nada, pero usted dice que ha hecho daño. Ahora sea muy abierto y sin corazón, no se inquiete por nada. Ningún corazón y ninguna mente para usted. Sea no mente y no corazón. Si el corazón está aquí, el cuerpo funciona; pero si el corazón se para, entonces se va para siempre.

De la misma manera, si la mente deviene no mente, ¿entonces qué? La mente no permanece, pero Él permanece siempre. Nadie quiere devenir no mente, ¿qué hacer entonces? ¿Cómo puedo yo ser no mente? Las gentes piensan que estoy loco. Pero son ellos los que están realmente locos, así se lo digo. Debido a que yo sé que no es verdadero. Usted lo toma por verdadero y debido a eso tiene miedo. Olvide el mie-do.

Usted es más sutil que el espacio. ¿Qué puede dañarle a usted? Todo es Él, ¿no es así? A Él nada le perturba. Él no tiene miedo de nada. Él es sin temor. El espacio que usted percibe tiene algún miedo en él, pero la realidad, que es más sutil que el espa-cio, no tiene ningún miedo en ella. El espacio puede ser percibido y sentido, la reali-dad no; así pues, olvide el espacio y usted es Él, siempre. Todo viene a usted y des-pués se va. Los pensamientos vienen y se van, ¿o no? Los buenos pensamientos tam-bién se van, ¿o no? Así pues, ¿qué es malo y qué es bueno? Los malos pensamientos vienen y usted se inquieta. ¿Qué va a acontecer? No va a acontecer nada. Cuando no existe, ¿qué acontecerá?

Los pensamientos son nada, ¿no es así? Han venido a su mente. ¿Qué puede ha-cerle a usted nada? Los pensamientos buenos y malos vienen de su mente. Haya ma-rea alta, o haya marea baja, el océano no se inquieta. No deviene más grande con la marea alta, no deviene más pequeño con la marea baja.

Así pues, no sea grande ni pequeño. Todo se debe a la ignorancia. Usted ha deve-nido esto, y debido a esa ignorancia se inquieta por todo. No se inquiete nunca por nada; diga que todo se debe a su pensamiento. Entonces nadie es malo y nadie es bueno. Entonces usted está fuera del mal y del bien. ¿Cómo estar fuera del mal y del bien? Los pensamientos vienen, malos y buenos, y usted hace la diferencia; pero los dos son uno.

Cuando viene la comprensión, entonces nada malo permanece y nada bueno per-manece. Usted corre detrás del bien. Usted pide el bien a Dios. Usted no comprende lo que no es. Si usted no es, entonces ¿por qué pedirle algo? Su ego debe desaparecer. El ego es el demonio. La realidad no muere. Primeramente, el Maestro le dice que devenga el Brahman. El Maestro dice que usted es el Brahman ahora; pero eso es también el ego. Olvide ese ego, ese conocimiento, y diga, «No es verdadero y yo no existo». Si usted no existe, ¿qué ha devenido usted? No ha devenido nada, porque la realidad está siempre aquí. No se ha hecho nada, pero usted siente que ha hecho algo.

Usted ve esta habitación y llama a un decorador de interiores. ¿Acaso la hace una pulgada más grande? ¡En absoluto! Pone esto aquí, pone eso ahí, y usted le da dinero. No hay ninguna diferencia. La mente es de ese tipo. Quiere hacer alguna diferencia. Olvide la diferencia, la realidad es una, no hay ninguna diferencia en ella.

Sea la realidad y permanezca en ella. Usted será siempre feliz. ¿De dónde viene la infelicidad? Cuando no hay ninguna dualidad, ¿de dónde viene la infelicidad? Dos es una compañía, el conocimiento está bien; pero tres es una multitud. El mundo que usted ha preparado es una multitud, y eso es lo que hace la infelicidad. No sea infeliz; tenga el conocimiento, pero diga que es nada. Aquí no hay ninguna compañía, usted es sin compañía. El conocimiento no le toca a Él. Así pues, sea en el agua, pero no se moje.

Haga todo, pero diga que no es verdadero, ése es el punto. Uno debe representar su papel; usted ha tomado un papel y tiene que representar su papel. El Maestro no le pagará, de modo que usted tendrá hambre. El vientre tiene hambre. Así pues, haga todo, pero comprenda que usted es Él, en todo momento. Diga, «Yo no hago nada». Su mente no debe ser escuchada. Las cosas pueden acontecer también contra su de-seo, pero el deseo no es verdadero. Entonces usted puede estar fuera de él; en caso contrario, no.

Pregunta: Cuando le escuchamos, suena muy simple; pero todo vuelve de nue-vo.

Maharaj: Ponga cal sobre ello. Usted conoce la cal. Puede poner otro color sobre ella. Ese color no es verdadero, no es el color real. Haga todo, pero diga que no es verdadero.

Pregunta: ¿Ayuda escuchar una y otra vez?

Maharaj: Esto es batir. Batir una y otra vez. Las vacas baten la hierba una y otra vez hasta que deviene leche. Todo esto es un juego. Pierda ese juego por la compren-sión. Haga todo, juegue el juego, pero diga que no es verdadero. Cuando dice que no es verdadero, usted no va detrás de él. Todo el mundo va a la caza de la felicidad, no van a cazar a su mente. Pero si usted caza a su mente, deviene no mente. Sea no men-te y será feliz.

No es necesario estar en la vecindad del Maestro. Escuche lo que dice y acéptelo. Él le hace a usted no mente, no se inquiete. Depende de usted y de cómo lo acepte. Acéptelo de la manera correcta y dirá adiós al Maestro. El Maestro ha dado por su gracia; así pues, ¿a quién adorar ahora?

Yo adoro sólo a mi Maestro. Y las gentes se pregunta por qué le adoro. Si no se tiene amor por eso, no se adorará; pero la mente del Maestro no funciona de esa ma-nera; su mente es no mente. No obstante, el Maestro lo hace y eso es adoración. No es hábito tampoco, se hace por placer. ¿Qué hacer ahora, después de comprender? ¿Qué hacer? Todo es cero; en todas las direcciones y por todas partes, todo es cero.

Mientras el cuerpo está aquí, permanece cero. El Maestro dice que usted es Él, pe-ro usted dice que usted no es Él. Ese es el punto principal. Aquí entra el ego. El ego es como un malvado miserable. El Maestro no quiere probar nada. Si alguien viene a él, él dice: ésta es mi enseñanza. Si usted comprende, comprende; en caso contrario, se va. La mente trabaja de dos maneras; es a la vez su amigo y su enemigo. ¿Qué hay que probar? Cero es siempre cero. Así pues, mañana nos veremos de nuevo.

20 de enero del 2000

Pregunta: Siddharameshwar Maharaj ha dicho que todo lo que el intelecto per-cibe, deviene. Y usted ha dicho que cuando come una piña, usted deviene una piña. ¿Implica eso que el experimentador deviene la experiencia?

Maharaj: ¿Cómo puede usted devenir una piña? Cuando come una piña, ¿cómo puede usted ser una piña? Es imposible. Usted saborea el sabor de la piña. Si come pescado, ¿deviene usted un pez? No, usted saborea el pez. De la misma manera, cuando viene la experiencia, ¿a quién viene? No hay nadie excepto Él en el mundo; así pues, ¿quién saborea a quién? La cuestión no se plantea. ¿Cuándo viene la expe-riencia? Sólo cuando hay conocimiento. Cuando hay conocimiento, usted recibe la experiencia. Entonces usted deviene el conocimiento, estoy de acuerdo. Más allá del conocimiento hay cero, no hay nada. Y usted tiene que ir más allá de cero. Usted tiene que cruzar más allá de cero. ¿Cómo puede usted ser cero entonces? ¿Y quién experimentará eso? La cuestión no se plantea.

Si se comprende a usted mismo… Cuando duerme profundamente, ¿qué experi-menta usted? No experimenta nada ahí, usted está en cero. Pero, sin embargo, no va más allá de cero. Si usted va más allá, entonces usted está incluso en su sueño pro-fundo. En nuestras costumbres indias, un muchacho pregunta a su madre, «Cuando dormimos profundamente, ¿adónde va uno?» La madre dice, «Vas al cielo». Ella no sabe qué es el cielo y el muchacho tampoco. ¿Por qué dicen eso? Usted va al cielo, pero nadie sabe. Suponga que usted quiere ir a la India en un avión, pero no sabe dónde está. Usted podría pasarse de la India. Ahora usted tiene que aterrizar, pero no sabe dónde. Sin saber, ¿cómo puede usted aterrizar?

De la misma manera aquí también; en lo que concierne a la experiencia, todo está bien; el experimentador deviene la experiencia. Eso es conocimiento; pero usted tiene que ir más allá del conocimiento. El Maestro le lleva más allá del conocimiento. ¿Y qué es eso? Usted mismo. El Sí mismo sin el sí mismo. Ahí no hay ningún sí mismo. Usted siente que usted deviene algo, pero ahí no hay nada. No hay nada excepto Él. Él es por todas partes y siempre. Los gunas están ahí, pero no Le tocan. Si come piña, ¿cómo puede ser usted una piña? Es imposible. Cuando saborea algo, eso no es usted. Cuando se experimenta a usted mismo, está todavía en el ego. La cuestión de la expe-riencia no se plantea. Así pues, usted siempre se prueba a usted mismo por la nega-ción. En las escrituras se dice, «neti-neti». ¿Qué significa neti? Que lo que usted ve por los ojos, o la mente, no es Él. Así pues, Él es más allá de neti-neti. Neti significa lo que usted ve. Usted dice que esto es mármol (señalando a una piedra de mármol), pero no es mármol. Él es más allá del mármol. Así pues, cuando usted dice, «Yo soy conocimiento», usted todavía está en el conocimiento, debido a que ahí permanece el «Yo». El conocimiento trae la experiencia; ¿y qué experiencia quiere usted? Ahí no permanece ninguna experiencia, debido a que ahí no permanece usted mismo.

Alguien pregunta, «¿Quién está ahí?» Usted responde, «Aquí no hay nadie». Pero está usted, ¿o no? Se olvida de usted mismo, siempre. Usted no puede olvidar-Le, y sin embargo Le olvida. Sin embargo, Él está ahí, Él no se va a ninguna parte. Cuando usted ve la película, la pantalla desaparece. Cuando ve la pantalla, entonces usted no ve la película. Ésa es la diferencia. La diferencia siempre está ahí. ¿Y cómo puede usted ser Él por la experiencia? Usted puede devenir conocimiento, puede devenir todo el conocimiento, estoy de acuerdo. Lo que él ha dicho, por la experiencia, usted obtiene esa experiencia. Usted mismo deviene la experiencia. Lo que él ha dicho no es falso. Pero donde no hay ninguna experiencia, usted mismo tampoco es. Tampoco hay ningún Dios. Todo está en blanco.

Si usted da una mano de cal sobre los colores, todos los colores desaparecen. Dé una mano de cal a todo. Una mano de cal significa que nada es. Lo que usted ve y percibe no es, no está ahí, porque lo que usted ve y percibe y experimenta por la men-te no es verdadero. Él es más allá de la mente. Ahí no se plantea ninguna cuestión de mente. La mente debe ser evitada.

Krishna ha dicho, «Tu mente es la esclavitud». No hay ninguna liberación y nin-guna esclavitud en usted. Usted es libre de la liberación y libre de la esclavitud. Su-ponga que usted dice, «Yo estoy en la esclavitud». ¿Quién va a decirle que usted no está en la esclavitud? Debido al cuerpo usted dice que está en la esclavitud. Usted cree en muchas cosas. Debe venir la comprensión. El Maestro da la comprensión y le lleva más allá de la comprensión. Ésa es la enseñanza de un Maestro. Algunos Maes-tros le llevan sólo hasta el conocimiento. Le llevan ahí y dicen, «¡Oh, usted es eso!» Usted experimenta el conocimiento, pero el conocimiento no es verdadero. Trate de comprender lo que es el conocimiento.

(Hay dos gemelos idénticos en la habitación). Son dos hermanos. Si usted ve a uno, puede olvidar al otro; y si usted ve al otro, puede olvidar al primero. Sin embar-go, hay diferencias. Son hermanos gemelos, pero uno nació diez minutos después del otro. Usted olvida a uno u al otro, pero, sin embargo, no se pierden. Paul no es Peter y Peter no es Paul. Uno puede olvidarlo. Si usted olvida la realidad, ¿de quién es la culpa? Es culpa suya. Si usted recuerda la realidad, entonces usted está por encima del conocimiento y la ignorancia. El conocimiento viene de la ignorancia, délo por hecho.

Todos ustedes quieren conocimiento, conocimiento, conocimiento. Ustedes quie-ren conocer el conocimiento. ¿Qué es el conocimiento? El conocimiento es cero. Si usted comprende que el conocimiento no es verdadero, entonces puede ir más allá de cero. Todo comienza ahí. ¿Dónde comienza todo el mundo? En el espacio. Si no hay espacio no hay nada. (Señalando a un objeto) Esto puede romperse y deviene espacio en una fracción de segundo. Rómpalo y desaparecerá en el aire. Deviene espacio.

Lo que usted ve y percibe no es nada sino espacio, sólo espacio. Usted debe com-prender y experimentar eso. Y si usted experimenta eso, ¿qué acontece? Que usted va más allá de la experiencia. Usted no puede ser una piña al comer una piña. Usted sa-borea la piña, ¿no es así? A usted le agrada el sabor, a mí no. Es mi elección. Eso de-pende de la persona. Lo que usted experimenta no es malo ni bueno. El gusto de una persona depende de su mente.

Todo el mundo dice, «Dios es grande». Yo digo que no es grande. ¿Está usted de acuerdo conmigo? ¿Cómo puede ser grande? Él ha creado todo el mundo, el cual no es verdadero. ¿Cómo puede ser grande el creador? Pero, sin embargo, las gentes di-cen, «¡Oh, Dios es grande!» Debe venir la comprensión. El creador es lo peor. Su padre y su madre le crearon, y usted vino al mundo. Y usted está experimentando lo peor en él. ¿De quién es la culpa? Es culpa del creador, ¿o no? Usted es por culpa del creador.

Así pues, el creador no es bueno, así se lo digo. Las gentes dicen que debe ser adorado. Si el creador viene a mí, le meteré en prisión. Todo esto es por su culpa. Los Santos son de esa opinión, comprenden de esa manera. En las escrituras se dice que es una Lila. Lila significa juego. Es el juego de Dios y usted tiene que sufrir ese jue-go, los resultados de ese juego. ¿De quién es culpa, dígame? Comprenda de esta ma-nera.

Usted no puede ser una piña, ¿de acuerdo? Usted saborea la piña. Si usted devie-ne una piña, entonces, ¿qué masticará usted? No sea una piña, tenga el sabor de la piña. Usted puede decir, «Muy bueno, muy bueno». Tenga esa experiencia, pero no es verdadera. Lo que usted experimenta no es verdadero. Usted tiene que ir más allá de la experiencia. ¿Y cómo ir más allá de la experiencia? El Maestro conoce la vía, sabe cómo ir. El Maestro le enseña, le hace que comprenda cómo ir más allá de cero.

¡Comprenda, comprenda que todo es cero! Si comprende cero, entonces usted es-tá más allá de cero, ¿o no? Pero usted no comprende, toma cero como verdadero. Así pues, ir más allá de cero significa que cero no es verdadero. Pasar cero significa exa-minarse de cero; entonces usted tiene el conocimiento de cero, y entonces recibe la licenciatura. Diga que todo es cero y entonces recibe la licenciatura. Cero es nada, pero, no obstante, usted le da mucho valor.

Un hombre ciego da valor a la luz, ¿o no? Le da valor porque no puede verla. ¿Da usted valor a la luz? No hay ninguna necesidad de darle valor. Uno debe comprender de esta manera: ¿es verdadero o no?

Se ha dicho, «Conócete a ti mismo y conocerás al mundo». Pero las gentes van al mundo para ver y descubrir el conocimiento que haya. Cuando se conoce a usted mismo, entonces no se toma por un cuerpo. Usted no es el cuerpo, usted es este cono-cimiento. El conocimiento conoce todo. ¿Por qué quiere usted saber? Porque su ego está ahí. «¡Yo quiero saber!» «¡Yo quiero saber!», eso es ego.

A menos que deseche el ego, usted no puede ser Él. Usted no puede experimen-tar-Le, pero Él está aquí. Después de que usted abandone el ego, si olvida la realidad, Él está también aquí. No hay ninguna necesidad de experimentar-Le. ¿Quién experi-mentará la realidad? Usted es Él. Comprenda de esta manera. ¿Qué tiene que hacer para conocerse a usted mismo? Él es muy sutil, más sutil que el espacio. En el espacio usted experimenta algo, pero ahí no hay ningún espacio. Cuando no hay ningún espa-cio, uno es llamado la mejor persona. Krishna dijo, «Hay dos tipos de gente en el mundo: uno es el que tiene conocimiento, el otro no lo tiene». ¿Quién es el mejor? Finalmente, se llama el mejor al que es sin conocimiento y sin ignorancia. Donde no hay ningún conocimiento ni ninguna ignorancia, usted va más allá de los mundos. Las palabras vienen del espacio. Si usted va más allá de las palabras, entonces va más allá del espacio. Si no hay espacio, no pueden venir las palabras. Con el espacio, vienen las palabras.

Así pues, se ha dicho, «Las palabras retroceden de ahí, las palabras no pueden acercarse a mí». Cuando usted va más allá del espacio, ¿qué palabra puede decir y quién la dirá? ¿Y quién experimentará? Mientras la piña esté aquí, usted la experimen-tará. Pero no hay nada sino Él en todo este mundo. ¿Qué experimentar pues? Así pues, no sea una piña o las gentes le comerán. Diga, «Yo saboreo la piña, yo saboreo el conocimiento».

¿Qué es el conocimiento? El conocimiento es sólo mi pensamiento. Tenga el cora-je de decirlo. Entonces el creador es sólo su pensamiento. El creador no es verdadero, ¿no es así? Usted dice que el creador es verdadero, pero yo no estoy de acuerdo con eso. Dígase a usted mismo que usted es el creador. Usted crea muchas cosas buenas y malas. Entonces usted compara y viene la mente. ¿Quién es rico? ¿Quién es pobre? La mente siempre compara. Pero si la mente va a la realidad, ella misma deviene cero. Todas las religiones no son nada sino «ismos», nada más.

¿Cuál es el «ismo» real? Yo no existo. Cuando usted no existe, entonces ¿qué «ismo» usará usted? Todos los «ismos» desaparecen. Con el conocimiento aumenta más su ignorancia. «Yo quiero saber», dice usted, ¿qué hacer entonces? El que no quiere saber nada es la realidad, así se lo digo. ¿Por qué inquietarse por nada? ¿Se inquieta un niño? No, no se inquieta por nadie. Si quiere llorar, llora. Si quiere reír, ríe. Así pues, toda esta insensatez es obra de la mente.

Así pues, vaya más allá de la obra de la mente y comprenda la realidad. ¿Cómo actúa Él? Usted no puede conocer-Le. En una fracción de segundo, usted puede de-venir lo más grande de lo más grande. En una fracción de segundo, usted puede de-venir lo más pequeño de lo más pequeño. Sea fuera de las garras de su mente. La mente no puede experimentar-Le. Si usted dice que le experimenta, entonces experi-menta alguna otra cosa. Usted experimentará hasta que su mente se absorba en laya (disolución). Después de eso, ¿qué y quién experimentará? Cuando usted acumula sus experiencias, acumula sólo ceros. La realidad es más allá de cero.

Krishna actuaba como si fuera alguien. También decía cosas falsas. Tenía cuatro mujeres y decía que era célibe. ¿Qué hacer entonces? Había otro Santo que aunque comía mucho todos los días, decía: «Yo nunca he probado nada, mi lengua no ha saboreado nunca». Debe haber comprensión. Al comer, come el cuerpo; yo no como. Usted dice, «Yo como, yo veo». Usted no puede ver nada. Usted dice, «Yo hablo», y eso es ego. Trate de conocer su ego.

A no ser que conozca su ego, usted no puede conocer a Dios. ¿Cómo conocer-Le? Usted es Él, no hay ninguna diferencia entre usted y Él. Olvide el cuerpo y la mente, ¿qué queda entonces? El conocimiento. Entonces el Maestro quita ese conocimiento. Ese conocimiento deviene ego y el ego borra la realidad. Usted puede saborear la piña, pero no puede saborear la realidad. Usted tiene que ser la realidad y entonces usted es real.

Las gentes dicen que usted no puede ser la realidad en este nacimiento, y que us-ted lo será después de muchos nacimientos. Son todos necios, así se lo digo. ¿Cuánto tiempo lleva conocerse a uno mismo? Conózcase a usted mismo y conocerá el mundo. Yo no soy este cuerpo, yo no soy esta mente. La mente es sólo pensamientos; ellos vienen y se van. Usted permanece siempre. ¿Adónde va a ir usted?

Yo digo siempre, «Ya esté usted en el infierno o en el cielo, no se olvide nunca de usted mismo». De manera que lo que no puede olvidarse es usted mismo, y eso no puede ser conocido tampoco. Si no es olvidado, ¿cómo puede usted conocer-Le? Sin conocimiento, usted es Él. Sin experiencia, no se requiere ninguna experiencia. Olvide esto y usted es Él. Aquí haga una pequeña diferencia, pero esa diferencia cuenta mu-cho. El mundo ha aparecido, la mente ha aparecido, todo ha aparecido, pero eso no es necesario.

Todo el mundo sabe que bajo mis vestidos yo estoy desnudo. No se necesita qui-tarme los vestidos. Todo el mundo comprende, «Bajo mis vestidos, yo estoy desnu-do». Comprender no es verdadero, sea desnudo de esta manera. ¿Deviene usted des-nudo cuando la realidad está aquí? ¿Adónde va la realidad? La realidad no puede ser experimentada por nadie. Cuando usted dice que ha comprendido la realidad, usted no ha ido a ese sitio, o visto ese sitio. Cuando viene el ego, ¿cómo puede usted cono-cer-Le? El ego es el único obstáculo.

El sol estaba ahí; entonces vinieron las nubes y usted no pudo ver el sol. Las nu-bes no han borrado al sol. El ego no ha borrado a la realidad. La realidad es todos y todo es Él. Así pues, yo digo siempre, «Usted es Él, ¿por qué inquietarse?» Pero us-ted no quiere ser Él, ¿qué hacer entonces? A usted le agrada la piña, pero no se come la piña. ¿Cuál es el significado de esto? A usted le agrada, pero no puede comerla. ¿Por qué? Usted deviene una piña.

Pregunta: ¿Por qué estamos haciendo tanto en este mundo?

Maharaj: Porque el conocimiento quiere siempre cada vez más. Pero el conoci-miento no es verdadero. Cuando uno muere, ¿qué queda? Cuando usted toma el na-cimiento de nuevo, ¿adónde ha ido ese conocimiento? Desaparece en una fracción de segundo. Cuando duerme profundamente, usted olvida todo el mundo, el cuerpo y la mente. Un solo pensamiento no le dejará dormir. El pensamiento es obra de la mente. Así pues, olvidarse de usted mismo es lo mejor. Olvide ese ego. A menos que el ego desaparezca, usted no puede conocer-Le.

Después que había ganado la batalla, Krishna dijo a Arjuna que había ganado la batalla; pero no pudo sentarse sobre el trono hasta que mató a su hijo. ¿Quién quiere matar a su hijo para sentarse en el trono? El hijo significa el ego, y entonces usted puede sentarse en el trono. Olvide ese ego. Mate a ese ego y usted es Él. Krishna no era una persona necia. El hijo de Arjuna había nacido de él, pero, no obstante, tuvo que matarle. La comprensión debe venir. El hijo ha venido de él. El ego ha venido por el conocimiento. Mate a ese ego y usted es el Maestro de la ilusión. Sea el Maestro de la ilusión. Pero usted acumula siempre lo que no es.

Pregunta: Por un lado, el Sí mismo es el conocedor no conocido. Por otro, se dice que se autorrevela. Todo revela constantemente al Sí mismo. Pero usted dice que puede conocerlo.

Maharaj: ¿Cuál es su nombre? (Tobin). ¿Hay alguna necesidad de decir una y otra vez «Yo soy Tobin, yo soy Tobin»? ¿Hay alguna necesidad? No, no hay ninguna ne-cesidad.

Pregunta: ¿Pero no es eso sólo una referencia al sí mismo empírico, a la perso-nalidad?

Maharaj: El nombre de ella es Brigit. ¿Hay alguna necesidad de decirlo una y otra vez? Una vez que usted sabe, ¿por qué decirlo una y otra vez? Las gentes considera-rían que está loca. Usted mismo es sin nombre, no hay ningún nombre para usted. No hay ninguna cualidad suya. Y si usted conoce algo, ¿cómo puede conocerle a Él? Sólo hay una manera, olvide esto y usted Le conoce. Ahí no hay palabras. Olvide la ilusión y Él está aquí.

Usted recuerda la ilusión, siempre. Después de conocer, si usted dice «Yo sé, yo sé», eso significa que usted no Le conoce. Él no puede ser conocido por nadie. Sin embargo, Él está muy abierto a todos. ¿Me sigue?

Pregunta: Sí, pero esto suena como una abstracción vacía.

Maharaj: Cuando se conoce a usted mismo, ¿qué hay que decir una y otra vez?

Pregunta: Maya es un instrumento del Sí mismo. Los pensamientos son parte de Maya. Así pues, yo pruebo mi existencia sobre la base de Maya y no de mi verdade-ro Sí mismo.

Maharaj: La realidad está abierta siempre. A no ser que conozca la ilusión, usted no puede conocer-Le. ¿Qué es la ilusión? Es lo que no es verdadero, es Maya. Maya no es. Cuando usted dice que ella no es y no la toma por verdadera, usted mismo es muy abierto. El que dice que no es verdadera, ése es usted mismo.

Pregunta: ¿Se conoce a usted mismo por deducción? ¿O es el Sí mismo auto-revelado? Lo que ha dicho antes suena como si dedujera que usted es Él. Yo no lo llamaría auto-revelado, si se muestra sobre la base de la deducción o de la lógica.

Maharaj: Olvide todo esto, y usted es Él. Así de simple. Todo esto es ilusión, no es verdadero. Usted sólo conoce lo que no es. ¿Qué tiene usted que conocer en lo que no es? No hay nada que conocer en lo que no es. ¿Qué hay que conocer en lo que es nada? Usted sólo conoce lo que es nada. No se plantea ninguna cuestión de deduc-ción. Él es muy abierto.

Si usted ve la imagen, la imagen es verdadera; si usted ve la pantalla, entonces la imagen no es verdadera. Ésa es la diferencia. No se plantea ninguna cuestión de de-ducir nada. Lo que no es, no es siempre. Usted lo toma por verdadero, y yo no, ¿no es así? Él es muy abierto, no hay necesidad de decirlo. De lo que no es, ¿qué deducir y qué no deducir, dígame? Aquí no hay nadie de Kashmir, de manera que nosotros decimos que aquí no hay nadie de Kashmir. Todos los demás están aquí, de manera que podemos decir que están aquí. Esto sólo significa que los de Kashmir no han ve-nido.

De la misma manera, también aquí usted dice que esto es verdadero, cuando no es verdadero; así pues, tenemos que enseñarle que no es verdadero. Y cuando compren-de que no es verdadero, ¿cuánto necesita deducir usted? Si usted deduce veinte me-nos cero, ¿qué queda? Sólo queda veinte, pero el veinte no ha existido nunca. La de-ducción sólo se requiere cuando usted dice que es verdadero; entonces tiene que de-ducir. Cuando usted dice que la ilusión es verdadera, entonces tiene que deducir la ilusión. Y esa deducción significa cero. La deducción significa que usted lo toma por verdadero, que da valor a eso, ¿o no? Si deduce B de A y el valor de A es diez y el valor de B es siete, entonces usted se queda con 3, pero, sin embargo, es nada.

Cuando usted da valor a algo, tiene que deducir; pero cuando no se lo da, ¿qué deducir entonces? Así pues, si no da ningún valor a A ni a B, ¿qué deducir entonces? Así pues, en lo que no es no se plantea ninguna deducción. Ése es el punto principal. Él es siempre y Él es por todas partes. Él es aquí también, pero usted no Le conoce. Así pues, el Santo Ramdas ha dicho, «Lo que no ha acontecido nunca, ¿por qué pre-gunta usted por eso?» Comprenda la deducción; es cero, y usted es Él, ¿o no? Cuan-do dice que esto es verdadero, entonces está perdido.

Él ha preguntado si uno puede devenir una piña. ¿Cómo concibió esto en su men-te?, yo no lo sé. ¿Cómo puede uno ser una piña? Si usted come pescado, ¿deviene usted un pez? Usted no puede ser lo que come.

Pregunta: El hombre común toma esto como verdadero. Sólo cuando se investi-ga lo que es real, uno ve que lo que aparece no tiene ninguna sustancia.

Maharaj: Así pues, ¿puede usted comprender o no? Usted puede ser un hombre de acción, estoy de acuerdo, pero, no obstante, puede comprender. Todo esto no es verdadero. ¿Puede venir a usted esa comprensión o no? Haga todas las acciones, pero diga que yo no he hecho nada. De otro modo, una persona realizada no podría estar en el mundo. Debería morir. Y si muere, ¿quién le enseñará a usted? Las preguntas surgen siempre. Yo sé que todo es nada y saboreo esa nada; una persona realizada puede decir eso.

Todos ustedes lloran, todos ustedes lloran en la ilusión. La persona realizada ríe en la ilusión. Lo que no es, ¿por qué inquietarme por ello? Si usted dice que es verda-dero, vienen las deducciones. Usted es siempre Él. No de ningún valor a A ni a B; entonces la deducción no viene. Usted es siempre abierto, comprenda de esta manera; el hombre común puede comprender también.

Pregunta: Cuando uno encuentra que nada tiene valor, es por la negación. Pe-ro la negación es también un proceso.

Maharaj: Sí, diga que es nada, negación. Pero cuando es nada, ¿qué tipo de proce-so hay? Si esta persona está loca, olvídela. Usted sabe que está loco; así pues, usted le olvida, ¿o no? De la misma manera, cuando no es verdadero, olvídelo. Usted quiere encontrar algo. ¿Qué es? ¿Cómo puede encontrar lo que no es? Usted hace cero cada vez más grande. Es sólo ignorancia. El conocimiento quiere expandirse, pero viene de cero. Cuando usted dice que no es verdadero, el conocimiento no puede expandirse. Ese ego quiere saber, aplaste a ese ego.

Mate al vigilante, el ego; entonces usted puede ir adentro, ¿o no? ¿Cuánto tiempo lleva eso? Usted debe matar al vigilante. Entonces usted puede encontrar al Dueño de la casa o matar al Dueño. El ego es el único factor que no le deja conocer la reali-dad. Así pues, lo que usted ha aprendido hasta ahora, abandónelo. Usted no es un hombre o una mujer, usted es nada. Todos son iguales, todos son Uno. ¿Qué queda que encontrar ahora? Si todo es oro, ¿qué es malo y qué es bueno? Si la comprensión viene, el ego desaparece y usted está abierto.

No hay ninguna cortina entre usted y la realidad. Si hubiera una cortina, yo ten-dría que abrirla. No hay ninguna cortina. Cuando las nubes están aquí, usted no pue-de ver el sol. ¡Quite las nubes con la comprensión! Cuando las nubes están aquí, deje que caiga la lluvia; entonces usted puede ver el sol. De la misma manera, deshágase de todo lo que ha acumulado; diga que nada es verdadero. Usted no existe, usted tiene que desaparecer junto con el conocimiento; entonces deje que todo se vaya, usted mismo también; y usted es Él. Es un hecho abierto. Si se conoce a usted mismo, entonces no hay más que conocer. Entonces no queda nada que comprender o que conocer. Abandone la imagen y la pantalla está aquí, ¿o no?

Cuando usted va al cine y han pasado tres horas, ¿qué dice la pantalla? ¡Váyase! Pero la pantalla permanece, ¿o no? La imagen desaparece, la imagen no tiene ningún valor. Usted ha pagado muchas rupias por una butaca. Ese es el valor de la imagen; y después usted tiene que irse a casa, no puede quedarse sentado allí. Pero ese valor tampoco es verdadero, porque se le pide que se vaya y usted no se lleva nada de allí. La pantalla exhibe todo, y todo eso que usted ha visto desaparece; pero la pantalla dice, «Yo estoy todavía aquí». Usted sólo puede deducir de la ilusión. De la realidad no puede agregarse ni sustraerse nada. Debe venir la comprensión; ése es el punto principal.

Pregunta: Yo sé que la elección no existe, que es una ilusión. Pero a veces no sé qué hacer y estoy como en una prisión. No sé qué elegir y qué no elegir.

Maharaj: Usted lo toma por verdadero, de modo que tiene que elegir. Cuando di-ce que no es verdadero, ¿qué elegir entonces? Nada que elegir. Todo es nada, o cero; ¿qué elegir, dígame?

Pregunta: Yo sé esto, pero no tengo esa fuerza de mente.

Maharaj: Su mente no acepta, de modo que usted es un esclavo de la mente. Uno tiene que devenir libre, pero usted corre detrás de eso cuando sabe que no es verda-dero. Suponga que usted está en un sueño, un sueño bueno o malo, y que después de despertarse lo recuerda una y otra vez. ¿Cuál es la utilidad de ello? Ninguna. Usted ve todas estas cosas, pero, finalmente, ¿adónde van?

Cuando usted duerme profundamente, ¿qué queda, dígame? La mente siempre corre detrás de eso, pero es un sueño. La mente siempre quiere saber algo, pero cuan-do despierta, usted dice que el sueño no es verdadero. De la misma manera, cuando la vigilia viene aquí, todo esto no es verdadero. ¡Eso es la base! A no ser que la base esté aquí, usted será afectado por cualquiera. Cualquier cosa puede atraerle. Inclusive el veneno será atractivo para alguien que quiere dejar este mundo. Usted no quiere vivir, de manera que el veneno puede atraer a alguien que quiere estar fuera de esta pésima ilusión. Cuando quiere destruir el cuerpo, usted lo toma por verdadero, ¿o no?

No hay necesidad de tomar veneno, sea valiente y acepte que no es verdadero. Usted tiene que estar en la ilusión, pero comprenda que aquí nada es. Debe sentir eso. Cuando usted siente que nada permanece, no hay necesidad de tomar nada; pero us-ted es atraído por el veneno, por las cosas mundanas. Usted es atraído por muchas, muchas cosas en el mundo. Usted no puede decir lo que no le atrae. ¡Pregunte a su mente lo que no quiere!

Si usted pregunta a su mente, «¿Qué es lo que no quieres?», ella dirá, «Yo quiero todo». ¿Puede usted tener todo? Imposible, ¿no es así? Todo no es verdadero; es cero, y cuando usted acumula cero, ¿cuál será su situación? Montañas de ceros. Pero cuando comprende la realidad, brilla la luz. Olvide ese cero y la realidad brilla siem-pre. La realidad es muy abierta, ¿por qué inquietarse? Usted se inquieta porque no comprende la realidad, o lo que es positivo. La mente debe ser positiva, y lo que no es, lo que no es positivo, es ilusión. Usted está interesado en lo que no es, y eso es la afición de la mente.

Olvide la mente y usted deviene Él, un Santo. ¿Cuánto tiempo lleva tener el gra-do de un Santo? Esto es muy difícil para una persona ordinaria. Usted puede decir que no es verdadero, pero es difícil ponerlo en práctica. El que dice, «Yo no me in-quieto por nada», entonces puede ponerlo en práctica; de otro modo, no. Debe venir la comprensión, nada más. Si viene la comprensión, entonces no queda nada. Cuando usted dice que todo es cero, ¿qué queda? Simplemente no es, ¿no es así?

Suponga que le gusta algo. Usted dice que es bello. ¿Puede usted comer eso? ¿Le pregunto? Ciertamente es muy bello. Usted no puede comer belleza. Usted dice que es bello con la mente. Si usted come belleza, ¿devendrá lleno? Debe venir la com-prensión, ése es el punto principal. Comprenda que no es verdadero. Usted lo toma por verdadero y entonces habla. Diga con la mente, no es verdadero. Cuando dice que es verdadero, usted está en ello; y cuando dice que no es verdadero, está fuera de ello. Para entrar en esta habitación, tiene que cruzar la puerta, y entonces está dentro. Entonces usted deviene un transgresor. Yo puedo decir que usted es un transgresor; pero si usted pone un pie fuera, entonces no tengo ningún derecho a decirle eso. Yo no puedo decir que usted es un transgresor.

Con la ignorancia usted dice que es verdadero, con el conocimiento dice que no es verdadero. Eso pone fin al asunto. A menos que comprenda eso, ¿cómo puede usted…? Suponga que hay una botella de veneno, ¿quién la beberá? Si usted la bebe, eso significará su muerte. Así pues, ¿quién la beberá? Nadie la beberá, debido a que usted sabe que es un veneno. De la misma manera, sepa que nada es verdadero. Us-ted guarda dinero en su bolsillo, muchos billetes diferentes, de 100 rupias, de 500 rupias, muchos. Son sólo papel y no dirán nunca «yo soy un billete». ¿O lo dirán?

Nada dice, «yo soy bello»; es usted quien dice que es bello, ¿qué hacer entonces? Nada es bello y nada es malo. Lo que usted llama malo tampoco es verdadero. Lo malo es bello y lo que usted llama bello es malo. A la mente le gusta, ¿no es así? A la mente le gusta, pero no es verdadero. Lo que a la mente no le gusta es malo. Ponga su mente en la situación adecuada. Si pone su mente es esa situación, usted es siempre Él. Entonces no hay nada de qué inquietarse.

Usted es Él Ahora. Usted es Él siempre, pero quiere ser algo. Y ese algo, usted quiere gozarlo. ¿Cómo puede gozarse a usted mismo? No puede. Cuando usted dice, «Yo soy Él», entonces viene la completud. Para Él no se plantea la cuestión del gozo. Sin embargo, el gozo de usted viene cuando dice que es mío y que yo lo poseo. ¿Qué gozo quiere usted? Él no quiere nada, eso es el gozo real. Él no quiere saber nada. Él dice que todo está bien; no se inquiete.

Alguien dice, «Es muy bello, muy bello»; pero la realidad o Él dice, «He visto, he visto; sin ver ni conocer, he visto». Cuando usted permanece ahí, eso le hace Él; en caso contrario, no. Usted dice, «Muy bueno, muy bueno», y entonces está perdido en el cielo. No se pierda en el cielo ni en el infierno. Es mala cosa estar perdido en el cielo, es lo peor. Estar perdido en el infierno, está bien a veces. La comprensión es el punto principal. La comprensión debe ser de este tipo.

Lo que yo sé no es verdadero. Mí mismo es verdadero; debe venir esa compren-sión. Usted es Él, siempre, pero las cosas falsas vienen a la mente. Si usted toma coñac o whisky y alcanza la ebriedad, dice, «Yo puedo matarle». Usted puede decir-lo sin la fuerza o un revolver para hacerlo. Es lo mismo con el poder de la ignorancia. A usted le gusta todo, y va detrás de ello; entonces llora por ello. No llore por nada. Sea usted mismo y usted es siempre feliz.

15 de febrero del 2000

Pregunta: ¿Es necesario cumplir los deseos más profundos para deshacerse de ellos?

Maharaj: Si usted siente que no es verdadero, entonces no tendrá ningún deseo. Los deseos no permanecen. Si la botella de veneno está ahí, usted no la toca, ¿no es verdad? De la misma manera, desde el nacimiento usted tiene el hábito de tener de-seos. Tiene que olvidar los deseos en el comienzo porque los toma por verdaderos. Si usted siente que el comienzo no es verdadero, entonces…

En la obscuridad usted ve una cuerda como una serpiente. Tiene miedo y cuando se enciende la luz, entonces ve que la cuerda no es una serpiente. Por lo tanto, si us-ted es despertado por la mente, sentirá en sí mismo, «¿por qué debe venir el deseo?» Uno tiene que poner fin a los deseos en el comienzo mismo; después usted puede decir que si los deseos están ahí, que estén, pero usted no los toma por verdaderos. Pero, en lugar de esto, usted toma sus deseos por verdaderos, lo cual no son.

Cuando no hay nada, ¿vendrá algún deseo? ¿Desea comer alguien la caca del re-trete? No, debido a que usted piensa que es una cosa mala. Usted expulsa la caca de su cuerpo. Usted no desea nunca eso, pero si hubiera aquí un cerdo le gustaría comer eso, debido a que el cerdo no tiene cerebro. Usted tiene cerebro. Uno debe compren-der que nada es verdadero. Suponga que usted golpea su cabeza contra una piedra; es seguro que se romperá. De la misma manera, los deseos están ahí; uno debe romperlos con la comprensión y olvidarlos.

¿Qué hay en los deseos? Sólo su pensamiento. Usted no tiene deseos, pero enton-ces viene el sueño. Si a usted le gusta el sueño y alguien le despierta… es un sueño muy bueno, pero, sin embargo, usted no puede recuperarlo de nuevo. No es posible. Cuando un hombre muere, ¿qué le queda? ¿Puede ver todo el mundo? No es posible, él olvida todo. Usted muere a diario, pero no lo sabe porque se despierta de nuevo. Cuando viene la mente, usted olvida todo; es lo mismo cuando usted se duerme pro-fundamente; entonces usted olvida todo, su cuerpo, su casa, su mente, todo desapa-rece al dormir.

Así pues, olvide de esta manera; usted tiene que practicar eso en el comienzo. Si quiere comprender la realidad, debe olvidar estos deseos corporales. En nuestra len-gua se dice así, «Saam, Damm, Dand y Bhed». (Esto lo usaban originalmente los re-yes indios al dispensar justicia usando su propia prudencia. Por ejemplo, en Bhed, si cuatro personas de diferentes castas cometían un crimen, a cada uno se le imponían castigos diferentes basados en su diferente estrato social).

Saam significa la manera simple, la manera humilde.
Daam significa por la fuerza; forzarlo.
Dand significa prisión (o castigo). Diga a su mente: ¡No pienses en ello! Pero no obstante, usted piensa en ello, y así tiene que castigar a la mente y entonces tiene que decir que usted es desgraciado.
Bhed significa diferencia o discriminación. Usted no sabe lo que es la realidad. Usted no quiere conocer la realidad. Eso significa que si usted hace la cuenta y ha cometido algún error, tiene que pagar algo al gobierno. Significa que si usted no sabe la diferencia entre lo que es y lo que no es, entonces tiene que pagar las consecuen-cias.

Así pues, usted puede detener su mente de estas cuatro maneras. Usted mima a su mente, ¿qué hacer entonces? Mimar significa arrullar a la mente, como se arrulla al niño para que se duerma. No arrulle a su mente. Usted tiene que olvidar, y cuando sea suficientemente fuerte, atacarla. Es bueno que haga su deber, no hay ningún mal en ello.

En al comienzo, usted tiene que castigar a la mente. Si usted no castiga al mucha-cho joven, lo hará de nuevo. Tiene que decirle, «No lo hagas». Usted tiene que decir-le que él es mejor que eso, que su comportamiento. La mente tiene que ser castigada. Los deseos están aquí debido al hábito de muchas vidas y de muchos años. Estos deseos vienen a la mente una y otra vez.

La persona realizada puede aplastar a la mente. La persona realizada puede decirle a la mente, «Yo no quiero lo que tú quieres». La persona realizada tiene ese poder. Si el muchacho va a la botella de veneno, usted se lo impide, ¿o no? El muchacho no sabe y no le gusta que le digan nada, de modo que vuelve una y otra vez. Trate de conocer sus pensamientos y cuáles son sus deseos. Una vez que usted comprende, la cuestión de los deseos ya no se plantea más. Los deseos corporales están ahí, pero uno tiene que olvidarlos.

¿Qué obtiene usted cuando desea? No obtiene nada; se pierde a usted mismo, y sin embargo es feliz con eso. Todo el mundo pierde, ¿cuál es la utilidad de eso? Trate de conservar su poder y ese poder puede llevarle a la realidad. A menos que usted comprenda, la realidad no es de ninguna utilidad. En el comienzo usted tiene que hacer algo. Debe castigar a su mente. Debe decir, «No lo hagas». Castigue a sus de-seos. Trate de olvidar, ¿por qué no? Si usted quiere olvidar, puede olvidar; pero no quiere olvidar porque piensa que usted es el cuerpo y la mente. Todas estas cosas de-ben ser eliminadas de la mente. La mente debe ser desechada. Nada es verdadero.

Cuando viaja en tren y mira por la ventana, ve muchos paisajes. Usted tiene que dejar los paisajes atrás, ¿o no? Se ven muchos paisajes, sean cuales sean, buenos y malos; pero usted tiene que acabar su viaje. De la misma manera, deje sus pensamien-tos. Una vez que deja sus pensamientos, obtiene la felicidad, ¿o no? Cuando usted duerme profundamente, obtiene la felicidad, ¿o no? Usted pasa la noche bailando y bebiendo y entonces se cansa de todo eso, pero cuando duerme profundamente, ¿no está usted fresco al día siguiente? Usted va a la realidad entonces, pero no lo sabe. El remedio es ir a la realidad y entonces usted está satisfecho o fresco. ¿De dónde viene la frescura? Usted va a cero cuando duerme profundamente, pero, sin embargo, viene esa frescura. ¿Cómo deviene usted fresco por la mañana? Usted ha olvidado todo, incluido usted mismo. Trate de comprender; a menos que comprenda o trate de com-prender, los pensamientos vendrán una y otra vez, porque tienen ese hábito.

Así pues, los deseos deben ser desechados en el comienzo. Todo esto son asuntos corporales. Después de comprender, usted siente que todo está bien, pero comprende que nada es verdadero. Después de comprender, usted no se inquieta por nada, pero primero tiene que olvidar los deseos. ¿De qué es el deseo? De lo que no es verdadero. ¿Está alguien satisfecho? Si se satisface un deseo, viene otro. Si un día usted toma una buena comida, al día siguiente su cuerpo pide otra. La mente la quiere, porque la que tomó ayer ya ha desaparecido, no ha permanecido. Uno tiene que controlar la mente. Usted tiene el control del coche, ¿o no? Cuando está conduciendo el coche usted sabe cuando parar. Al instante pone su píe en el freno y el coche se para; en caso contrario, puede acontecer un accidente. La vida es un accidente, délo por he-cho. No haga nada temerariamente. La mente es muy temeraria. Los accidentes pue-den acontecer, especialmente si la carretera no es buena; así pues, vaya lentamente. Todo el mundo quiere que todo sea rápido, tan rápido como sea posible. Todo el mundo quiere el nacimiento tan rápido como sea posible, pero uno tiene que esperar. Trate de comprender la realidad.

La realidad no tiene nada que ver con toda esta insensatez, debido a que todo es-to es cero. Si el cuerpo muere, que muera. Usted quiere conservar el cuerpo y gozar de él. ¡Es imposible! Si usted va al médico por problemas respiratorios y él dice que no coma esto y aquello, y si usted decide no seguir su consejo y come helado, puede morir de neumonía. Los deseos están siempre ahí. Usted tiene que mantenerlos suje-tos. Si quiere la realidad, entonces comprenda la realidad. Olvide este cero. Todo esto comienza desde cero y acaba en cero. Cuando el cuerpo muere, ¿adónde va? Deviene la partícula más pequeña y desaparece. Nosotros, los indios, lo cremamos; y ustedes ponen los cuerpos en ataúdes y piensan que Cristo vendrá; pero Cristo no ha venido en los últimos dos mil años. Todos estos cuerpos muertos han devenido cenizas, han devenido polvo. Todo esto son creencias falsas que vienen de su mente, debido a que usted no sabe el significado interior de lo que hay escrito en la biblia. Despiértese usted mismo, usted es Cristo. Usted da la luz a Cristo; de otro modo Cristo no puede ser visto; así pues, usted es el padre de Cristo, ¿o no?

Uno debe comprender que la muerte es el castigo para todos los seres humanos. El sabio va más allá de la muerte, de manera que para él no hay ninguna muerte. Si el cuerpo muere, el sabio no se inquieta. ¿Por qué debe usted inquietarse por este cuer-po?; muchos cuerpos son suyos, ¿o no? Diga, «Yo gozo en todos». ¿Por qué debe gozarse este cuerpo para un placer personal? Eso es ego. Así pues, usted quiere con-servar el cuerpo, un cuerpo que no es, un cuerpo que puede pudrirse alguna vez. Si usted guarda frutas mucho tiempo, se pudrirán. No guarde lo que perece, diga que el cuerpo es una cosa inútil. A no ser que tenga la comprensión de que todo es inútil, usted no puede ser un rey. Si usted juega a las canicas, ¿cómo puede ser el rey? Si usted quiere devenir el rey, olvide las canicas.

De la misma manera, olvide los deseos profundos. Ellos han estado ahí durante muchos años, estoy de acuerdo. ¿Ha obtenido usted alguna satisfacción? La serpiente goza durante una hora y media. ¿Cuánto tiempo puede gozar usted, dígame? Cuatro, cinco, seis minutos como máximo. ¿Cuánto comen los elefantes? Cuarenta kilos por día. ¿Puede usted comer tanto? Usted quiere comer, pero no puede digerir.

Así pues, cuando viene la vejez, las gentes quieren comer más, pero no pueden di-gerir. La vejez es la segunda infancia. El niño tampoco sabe, y cuando come dema-siado le duele el estómago. De la misma manera, la vejez es también una segunda infancia; uno no puede caminar, no puede ir rápido cuando sube escalones. El cuerpo se deteriora. Así pues, ¿por qué mimar a este cuerpo? Esto es un cuerpo muerto ya, sólo habla porque la conexión está aquí. Así pues, usted corre detrás de lo que no es verdadero y no dura.

El ciervo corre detrás del espejismo del agua. Si usted dice, «No corras, ahí no hay agua», él dirá, «Usted es una persona necia, yo veo agua». Él ve agua, él corre, pero no llega nunca al agua. De la misma manera, las gentes no obtienen satisfacción nunca. ¿Alguna vez está usted satisfecho con algo? En el periódico se escribió que una mujer inglesa había gastado miles y miles de libras en su vestido de novia. ¿Esta-ba satisfecha? Si encuentra que alguien tiene un vestido mejor que el suyo, no será feliz. La mente quiere cada vez más y cada vez mejor, siempre.

Trate de comprender su mente. Si usted comprende su mente, ella le lleva a la realidad y entonces usted está satisfecho. El que está realizado dice, «Yo no quiero nada», pero las gentes siguen dando, ¿qué hacer entonces? No se puede remediar. Si usted mendiga, no puede recibir. El que no mendiga, recibe mucho. El mundo es así. Así pues, uno no debe correr detrás de muchas, muchas cosas. Trate de comprender; entonces sus deseos profundos desaparecen, ¿o no? Cuando usted comprende que todo esto es nada, entonces viene a la mente la renunciación. Los deseos no permane-cen en la mente; y, finalmente, usted comprende entonces, ¿a qué hay que renunciar cuando todo es nada? Cuando sabe que todo es cero, usted deviene el Señor del uni-verso, ¿por qué no? Comprenda su mente. La mente es el mayor hacedor y también el mayor malhechor. Cuando la mente dice, «Yo no quiero», usted deviene su Señor, y entonces los deseos profundos no permanecen. Olvide todo, porque ello no es. Usted lo toma por verdadero, como el ciervo que corre detrás del espejismo del agua, y en-tonces siente que usted ha sido muy desgraciado, muy infeliz.

De la misma manera, usted no sabe lo que es la felicidad o la satisfacción. Cuando usted duerme profundamente, la felicidad está ahí, ¿o no? Usted está en cero y ha olvidado todo. Si no logra dormir durante tres días, tiene que ir al médico por el in-somnio. Dormir deviene una enfermedad si usted no se duerme. Trate de olvidarse. ¡Usted no existe! Y cuando usted no existe, ¿qué le queda? A uno que está muerto, ¿qué le queda? Puede tener millones de dólares, pero ¿puede enviar un cheque a al-guien? ¡Imposible! Mientras la conexión está aquí, muy bien; pero entonces viene el ego, «Yo he hecho esto, yo he hecho eso». Pero el cuerpo humano tiene un lapso de tiempo limitado, de modo que usted debe comprender la realidad tan pronto como sea posible.

¿Por qué se inquieta por estos deseos profundos? Cuando usted se inquieta, ellos permanecen siempre. Suponga que alguien toma veneno y muere. Ha cometido un suicidio porque tiene muchas deudas. Así pues, tiene que hacerlo todo otra vez en el siguiente nacimiento. ¿Cuál es la utilidad de morir de esa manera? No muera, tenga el coraje de oponerse a todas las cosas en el mundo. Sea valiente para aceptar lo que acontece, y permanezca como una roca. Si acontece, que acontezca; la roca no se in-quieta. La comprensión enseña todo, y el Maestro da esa comprensión. Pero tampoco hay necesidad de dar la comprensión. Usted mismo es Él, pero se ha olvidado de usted mismo, la realidad.

Usted se da nombres a usted mismo y dice, «Yo soy el Sr. Fulano o la Sra. Fula-na». Los nombres no tienen ningún valor. Cuando uno muere, ¿qué se escribe? El Sr. Fulano ha muerto, eso pone fin al asunto. El nombre desaparece y la forma del cuerpo desaparece. ¡Usted no muere nunca! Así pues, ¿por qué debe uno inquietarse por la muerte? La muerte es para el cuerpo.

Trate de comprender su mente. Los deseos profundos deben ser apartados. Ellos vienen; mientras está aquí el cuerpo, ciertamente vienen. ¡Opóngase a ellos! Los mos-quitos vienen, de manera que usted tiene que ponerse algo encima para detenerlos. De igual modo, los deseos son todos mosquitos. Trate de apartar todos los deseos pro-fundos. Si usted logra la comprensión, entonces logra la felicidad real. El mundo no es verdadero; así pues, tenga anhelo por la realidad. Esa realidad no es falsa. Tenga anhelo por la realidad y devenga sin deseos. Diga que todo esto no es verdadero. Cuando dice que usted puede dejar el mundo en una fracción de segundo, entonces tiene ese poder; pero usted está muy encariñado con este mísero mundo. Y este míse-ro mundo no permanece cuando el cuerpo muere; así pues, ¿por qué inquietarse por este cuerpo?

El ciervo corre dando vueltas y vueltas buscando el almizcle (un ciervo que tiene almizcle en su ombligo y que corre sobre sí mismo preguntándose de dónde viene este olor), pero no sabe que el almizcle está oculto en su ombligo. Vaya a ese punto, vaya a ese ombligo y usted puede reposar. De la misma manera, el poder está con usted, usted es la realidad, esa realidad está en usted. Trate de comprender esa realidad y eche fuera de ella todo, toda esta insensatez que es nada. Se trata sólo de un placer pasajero; así pues, olvide todos estos pensamientos inútiles. ¿Alguna otra pregunta?

Pregunta: Si yo quiero ser libre ahora y eso no es experimentado por mí, ¿signi-fica eso que realmente no quiero ser libre y que mi deseo de ser libre no es suficien-temente fuerte?

Maharaj: Significa que sus deseos le atropellan, de la misma manera que un coche cuando usted se pone en su camino. Son sus deseos, y son tan fuertes que se olvida de usted mismo. Si usted está aquí, entonces los deseos están aquí; en caso contrario, ¿de dónde pueden venir los deseos? Cuando usted toma nacimiento, entonces vienen los deseos. Si usted no toma nacimiento, ¿entonces qué? Cuando usted dice que es sin nacimiento y sin muerte, ¿qué deseos le quedan? Pero si conserva los deseos en su mente, entonces el coche le atropella y usted muere, ¿qué hacer entonces?

Pregunta: ¿Si no puedo alcanzar la realidad es porque mi deseo por la realidad no es bastante fuerte?

Maharaj: ¡Sí! Nuevamente, usted toma como verdadero todo esto, ¿qué hacer en-tonces? ¿Por qué no puede alcanzarla? Usted es Él, de modo que si no puede alcan-zarse a usted mismo, ¿de quién es la culpa? No se conoce a usted mismo. Usted está corriendo detrás de todas estas pequeñas, pequeñísimas cosas. Un niño corre detrás de las canicas para jugar. En esa edad, no está interesado en hacer dinero, sólo des-pués quiere algo más. El niño crece, y usted puede hacer lo mismo. Usted puede cre-cer y crecer, ¿por qué no? Usted es Él; así pues, olvide sus deseos.

¿Cuánto van a durar sus deseos? Los deseos vienen y se van. Usted quiere comer, ¿pero puede comer durante todo el día? ¡Imposible! La comprensión debe venir, pero usted no quiere comprender, ¿Por qué? Debido a los deseos de su mente, la mente le detiene. Disuelva la mente. ¿Qué hacía mi Maestro? Él dijo, «¡No importa si muero. Alcanzaré mi meta!» Alcanzó su meta y al mismo tiempo contrajo una diabetes agu-da, y en aquella época no había disponible ninguna medicina. A él no le importaba lo que acontecía. A la edad de 48 años dejó su cuerpo. Dio la comprensión y desechó el cuerpo.

Cuando usted quiere lograr algo, tiene que ser muy persistente. Tiene que hacer su tarea muy intensamente. Debido a sus deseos usted no puede dominar sus pensamien-tos y se olvida de usted mismo. Usted es la realidad ahora, así se lo digo; todo el mundo es la realidad.

Las gentes no saben, de manera que los Santos tienen que decirlo una y otra vez. Sea la realidad, sea la realidad, comprenda que usted es la realidad. Pero usted dice «No», usted dice «Yo quiero ser una pequeña criatura», y entonces nadie puede ayu-darle. Los deseos, los pensamientos, la mente, todos vienen sobre usted, y usted es imposibilitado por esos deseos debidos al cuerpo. El cuerpo es el mayor hacedor. Trae todos los deseos, todos los pensamientos. Si no hay cuerpo, no hay mente. Si usted olvida la mente, ¿qué queda? Trate de olvidar su mente. Los pensamientos vendrán con seguridad. Olvide los pensamientos, diga «Yo no te quiero». Usted tiene el hábi-to de entretener a su mente. La mente es un mendigo y mendigar es una pobreza. En 1928 había un muchacho ciego que pedía siempre en la misma esquina. Cuando murió le encontraron un millón de rupias, pero él estuvo mendigando hasta el último mo-mento. Él no pudo disfrutarlo y el gobierno se quedó con el dinero. Cuando el hábito deviene su señor, usted no puede hacer nada. Usted no puede dominar esos hábitos.

Si dice, «Yo soy el cuerpo», ¿cómo puede usted ser la realidad? Olvide el cuerpo. Diga, «No me importa este cuerpo. Yo quiero aceptar la realidad». ¿Por qué no? Us-ted es Él ahora, ése es el punto principal. Cuando viene la comprensión todo se va a cero. No hay ninguna América, ninguna India, ninguna Francia, todo es sólo tierra, nada más. En Sedona (Arizona), fuimos un día al Gran Cañón. Es un valle. (Maharaj señala fuera de su ventana que está en el tercer piso). Esto también es un valle. ¡Si usted se pone en la ventana, esto también es un valle! La comprensión debe venir, y entonces todo esto se va a cero. Nada es verdadero. ¿Cuánto tiempo lleva?

Un ciclón grande viene del espacio, provoca un gran desastre, y nuevamente vuelve al espacio. Cero tiene mucho poder y exhibe todo. Usted no quiere ser cero, quiere ser rico. Ser rico no tiene ningún valor, sólo la realidad es rica. La realidad está siempre aquí, lo mismo que la pantalla. Las imágenes vienen y se van, pero la pantalla no se inquieta. Todo acontece en la pantalla, pero la pantalla permanece tan blanca como siempre. A la pantalla no la toca nada, pero usted tiene el hábito de tocar. Us-ted toca al mundo y viene la confusión. Adán dijo a Eva que no tocara, pero ella tocó y todos ustedes tienen el hábito de tocar, ¿qué hacer entonces? Usted mismo es Adán y Eva. Usted quiere ver, usted quiere conocer el sabor del veneno; y entonces muere. El mundo es un veneno, de modo que si lo toca, usted tiene que morir; ése es el resul-tado. De la misma manera, usted quiere lo que no es; así pues, ¿cómo puede obtener felicidad de eso? Todo comienza desde cero y acaba en cero. Cero es espacio, y cuando usted comprende que todo esto no es nada sino espacio, entonces usted está más allá de él. Cuando viene la comprensión, entonces nada es bueno y nada es malo. Haga del mundo un cero con la comprensión. ¿Alguna otra pregunta?

Pregunta: ¿Qué entiende usted cuando dice que uno tiene la elección de abrir la puerta?

Maharaj: ¡Abra la puerta¡ Si usted no abre la puerta, ¿cómo puede entrar en la ca-sa? Nadie llama a la puerta. En Alemania, alguien dijo, «¡Yo vi la puerta, pero no llamé!» ¿De quién es la culpa si usted no llama? Si usted llama a la puerta, alguien debe responder, ¿no es así? Usted mismo es Él. Entonces usted deviene el propietario de la casa. Pero usted no quiere llamar a la puerta debido a «Yo perderé todo».

Pero la realidad está ahí y cuando usted está dentro, entonces ya no queda nada que encontrar. Si usted no llama, ¿cómo puede salir Paul (un discípulo)? Si yo quiero encontrarme con Paul, tengo que llamar. No hay nada que ver tampoco. Llamar a la puerta significa que usted comprende que todo es cero. Diga que todo es cero y en-tonces usted está dentro. Cuando dice que nada es verdadero, usted es siempre Él. Cuando todo se va, usted permanece, ¿o no? Cuando el huésped se va, usted perma-nece. Todo se ha ido, pero todo es mí mismo.

Trate de comprender. Nadie va a ninguna parte y nadie viene de ninguna parte. Tenga el coraje de aceptar que usted es Él. Pero usted no quiere ser Él, porque su miedo de todo desaparecerá. «¿Qué dirán las gentes?» (Maharaj mira al retrato de su Maestro). Mi Maestro le lleva a ese lugar donde la comprensión no permanece y don-de el conocimiento y la ignorancia no permanecen. Deje que todo sea tal cual, no hay necesidad de cambiar nada, pero diga que no es verdadero. Olvide el sentido del mundo, que es insensatez; entonces usted tiene el sentido real y la realidad se abre para usted.

4 de junio del 2000

Pregunta: Tengo la sensación de que no hay ningún progreso y de que el ego es una ilusión, de que no existe. Y con la fe en el Maestro los conceptos se desvanecen. Así pues, Maharaj, que es como nosotros en el cuerpo y que tiene la percepción del mundo, ¿cómo ve Maharaj el mundo?

Maharaj: Maharaj dice que el mundo es cero, que no existe. Es sólo como un sue-ño. Usted ve el sueño, pero nada existe ahí. Usted mismo se dice eso al despertar. Era sólo un sueño. Una persona ignorante siempre ve el mundo como verdadero. La per-sona realizada dice que el mundo no es verdadero. Ésa es la diferencia. Es como la obscuridad y la luz. Cuando viene la luz, la obscuridad desaparece; y cuando está aquí la obscuridad, usted no puede ver la luz. De la misma manera, uno debe com-prender que lo que ve es su mente, es decir, su ego. Cuando lo toma como verdadero, usted ve todo como verdadero. El que comprende que no es verdadero, que es cero, no se inquieta por nada. Ésa es la diferencia. Ahora depende de la persona.

Hay una mujer. Uno dice que es mi esposa, otro dice que es mi hermana, o mi madre. Ella es sólo una; así pues, depende de su pensamiento o mente. En la mente de cada uno ella es completamente diferente, pero, sin embargo, es sólo una. Trate de comprender su mente. Así pues, la pregunta era ¿cómo ve el mundo la persona reali-zada? Él no ve el mundo, ¿qué hacer entonces? En la obscuridad usted ve algo, pero cuando viene la luz, ahí no había nada. La obscuridad quiere decir que… ahí no había nada, pero, sin embargo, usted lo siente. Se debe a la mente. Ahora depende de la persona, nada más.

Si es una persona realizada, dirá que es nada. Si no es una persona realizada, dirá que usted es una persona necia. «Nosotros vemos todo, nosotros hacemos todo; y, sin embargo, usted dice que no hay nada». Una persona ignorante no estará de acuerdo con usted. Es completamente lo contrario de su manera de pensar. Es como una mo-neda. Si la mira por un lado, usted ve la cara; y si la mira por el otro, por el opuesto, ve la cruz. La moneda existe, pero aquí no existe nada; no obstante, usted dice que hay algo. Una persona realizada tiene hambre como todos los demás, pero dice que es el cuerpo el que tiene hambre, no mí mismo. Los pensamientos buenos y malos vienen a la mente y no a mí. Usted admite su contacto y dice, «¡Oh, me han venido pensa-mientos malos y ahora debo ir y orar a Dios y pedirle perdón!»

Así pues, el viernes hay confesión y usted hace todo y entonces se confiesa al sa-cerdote; el sacerdote dice, «Vaya en paz, no lo haga más». Sin embargo, usted sigue haciendo la misma cosa, ¿qué hacer entonces? ¿Qué derecho tiene a decirle que usted es libre? Porque sabe que usted no ha hecho nada. Sólo lo han hecho la mente y el cuerpo, pero no ha acontecido nada. Usted lo toma como verdadero por el cuerpo y la mente, pero no es verdadero.

En un sueño usted puede ver una imagen mala o buena, ¿pero acaso permanece? Cuando se despierta ella desaparece automáticamente. Usted ve toda la imagen en la pantalla y cuando la imagen desaparece, ¿dónde está la imagen? ¿Acaso sigue ahí en la pantalla? Aquí el conocimiento es la pantalla y el conocimiento ve todo. Pero una persona realizada es más allá del conocimiento. Una persona realizada dice que el conocimiento no es verdadero. Así pues, cuando usted ve un sueño, tan pronto como se despierta dice que era un sueño y que no era verdadero. De la misma manera aquí también, cuando usted es despertado por el Maestro, entonces dice que nada es ver-dadero; así pues, ¿por qué inquietarse? Usted no querrá inquietarse por nada. El Maestro no ve, no se inquieta, no siente que se haya hecho nada. Ésa es su compren-sión.

Suponga que el Maestro mata a alguien, lo peor de lo peor. Él sabe que será lleva-do a la horca. Y cuando está a punto de ser ahorcado, le preguntan por su último de-seo. ¿Sabe usted lo que dirá? Dirá, «Ahórquenme tan pronto como sea posible». Sin embargo, las gentes dirán, «Yo tengo este deseo, y este deseo, y este deseo». El Maestro no se inquieta por lo que ha acontecido. Dice, «Yo quise matarle, de modo que le maté». Todo ha terminado. La acción deviene instantáneamente no acción. Usted siente en la mente que ha hecho bien o mal. Y en nuestra mitología a eso se le llama karma, y karma significa acción. Cuando una acción se acaba en la mente, a eso se le llama akarma. Y cuando usted conserva en la mente las acciones buenas y malas, a eso se le llama vikarma. Vikarma significa que usted siente que ha hecho algo, pero uno debe comprender que «Yo no he hecho nada».

Hay creencias, nada más. En la India hay la creencia de que si uno comete suici-dio, entonces tendrá siete nacimientos y siete suicidios más. ¿Quién los contará? ¿Por qué dicen eso? ¿Por qué inquietarse? ¿Qué pasa! ¿Por qué temer al mundo? Así pues, la idea es que usted no debe cometer suicidio, pero nadie va a contar. ¿Cómo puede usted recordar su último nacimiento? ¿Y qué «yo» cometió suicidio? ¿Recuerda us-ted? La muerte pone fin a todo. La muerte significa que usted olvida todo, el cono-cimiento, la ignorancia y el ego. Todo desaparece.

Suponga que usted es un rey y que muere; entonces no queda ningún rey, no que-da nada, usted va a cero. Cuando deja este cuerpo, usted piensa que debe tener otro cuerpo, que puede tomar otro nacimiento. A eso se le llama reencarnación. Así pues, uno debe tomar el nacimiento, así se lo digo. Suponga que usted deja su casa y se muda a otra casa. Usted ama mucho a esa casa vieja y le dice, «Lo siento, te estoy abandonando». La casa no se inquieta; ya sea que usted la deje o se quede, la casa no se inquieta. La casa no se inquieta, pero, acordemente a su mente, usted siente «Es mi casa. Ésta era la casa de mi padre y yo he vivido en ella cincuenta años». Pero la casa no siente nada. ¿O siente algo la casa?

Así pues, la cuestión era esa. El Maestro no hace nada. Usted siente algo, pero el Maestro no siente que haya hecho nada. Así pues, él está fuera de la acción. La mente discrimina las cosas buenas y malas. Malo y bueno son falsos porque usted no hace nada. La imagen muestra que la pantalla está cantando; pero cuando la imagen desa-parece, la pantalla no canta, debido a que todo desaparece instantáneamente. De la misma manera, cuando uno comprende que nada es verdadero, desecha todo lo que hay aquí. ¿Qué va a quedar entonces, si todo es nada, si todo es siempre nada?

Usted mismo crea la esclavitud. La esclavitud y la liberación son sólo sus pensa-mientos, y usted piensa que el Maestro puede liberarle; pero el Maestro dice que us-ted no está nunca en la esclavitud. ¿Y quién soy yo para liberarle? El Maestro le da la comprensión de que usted no está nunca en la esclavitud, pero usted siente que está en la esclavitud; así pues, ¿qué hacer entonces?

Un buen ejemplo es cómo atrapar a un loro. Usted hace un triángulo con una cuerda y un pequeño tubo hueco y lo cuelga de un árbol. Tan pronto como el loro se posa en el tubo, sufre un vuelvo cabeza abajo y siente que se va a caer; así pues, se agarra fuertemente al tubo cabeza abajo. Olvida el hecho de que tiene alas. Así pues, el cazador de loros viene por la mañana, coge el triángulo y mete al loro en la jaula. Usted también hace la misma cosa debido a la ignorancia. Cuando el loro está en la jaula, se siente bien posado y entonces quiere volar lejos de allí. Lo intenta y lo inten-ta, pero no puede encontrar una salida.

Usted ha tomado el nacimiento y eso es la esclavitud. Usted mismo lo ha tomado por ignorancia, y ahora da vueltas y vueltas tratando de encontrar una salida, nada más. ¿Qué acontece en una jaula? Uno va de un lado a otro. Así pues, encuentre el modo de salir. El mundo es un laberinto, nada más. Una vez que entra, no puede salir. No entre en la ignorancia; ésa es la mejor salida. Olvide todo. Debido a la ignorancia, usted dice que todo es verdadero. Diga que nada es verdadero; ése es el mantra real dado por el Maestro. Usted siente que está en la esclavitud y el Maestro dice que… El Maestro da el mantra y eso significa que usted no está en la esclavitud; ése es el mantra.

Cuando va a la escuela, usted pone su nombre en el registro de admisión; enton-ces está obligado a ir. Entonces usted tiene que ir. De la misma manera, aquí también tiene que ir al Maestro y preguntarle cómo vivir en este mundo. Es realmente un mis-terio. ¿Cómo estoy yo en el mundo? Ahora usted dice que ha tomado el nacimiento, y eso es un misterio. Así pues, el mundo mismo es un misterio y usted no puede salir de él. Una vez que usted entra en él, es como un laberinto, y cuando usted encuentra la puerta, no es la puerta verdadera y no puede salir de él. Así pues, el Maestro o guía, le da la comprensión, y a eso se le llama el mantra. Entre por esta senda y vaya por esta senda.

El mantra significa nada. El Maestro da la comprensión. Venga por esta puerta y salga de ahí. Para la persona ignorante es un laberinto, no puede salir. A menos que salga, usted no puede ser feliz. Usted es justamente como un loro en un jaula. El loro trata de encontrar la salida con su pico, pica aquí y allá. Con su pico quiere saber adónde ir. Pero no puede. Usted hace lo mismo también. Usted no tiene pico, pero, sin embargo, quiere saber cómo puede salir, cómo puede realizarse, cómo puede ir a Dios. «Yo estoy en la esclavitud», dice usted, y va de acá para allá con su pico. El pico significa el pensamiento.

Así pues, trate de comprender, nada más. El Maestro dice que usted no ha hecho nada. Usted dice, «No, yo he hecho». Eso es su ego. En su sueño usted mata a al-guien; pero cuando se despierta, ¿dice usted todavía que ha matado? «No, ¿cómo puedo haber matado?, yo no tenía ningún revolver». Despertar es lo único que impor-ta; así pues, el Maestro le despierta. El Maestro le despierta diciendo que usted no es esto. Usted no es el cuerpo, usted no es la mente, usted es algo diferente de eso. ¿Por qué se inquieta usted por lo que han hecho el cuerpo y la mente?

El mundo es siempre lo mismo. Es como una balanza. Si usted siente que ha he-cho algo, tiene que pagar por ello. Si pone grano en este lado, tiene que poner un peso en el otro; de otro modo, usted no puede decir el precio. De la misma manera, aquí usted también siente que ha hecho algo. El Maestro dice que usted no ha hecho nada.

Usted no ha tomado el nacimiento tampoco; así pues, ¿por qué debe inquietarse? Usted siente, experimenta, «Yo soy fulano y tengo mucho sufrimiento»; pero usted no ha tomado nacimiento. El cuerpo ha tomado nacimiento; así pues, sea fuera del cuerpo. Comprenda de esta manera y usted está fuera del peligro del enemigo.

El Maestro da la señal de advertencia; es como una señal para que vea los cables eléctricos. Si usted lo toca, morirá. El Maestro da la advertencia, «¡no lo toque!»; usted lo toca y siente mucho sufrimiento. Usted admite el contacto del cuerpo y dice «Yo soy esto». Eso es el contacto. A usted han venido y se han ido muchos cuerpos. ¿Por qué se inquieta por este cuerpo? Un actor trabaja en películas y pide un papel diferente. Quiere ser un Santo y quiere saber cómo representar ese papel. Quiere sa-ber, de manera que deviene una persona santa ahí. Él no es ningún Santo, sin duda. Representa el papel de Santo y dice a las gentes que no hagan esto ni eso. Representa su papel, nada más. Como usted ha tomado un papel, representa todo según su papel. Comprenda que es un papel. Usted acepta el cuerpo y dice, «Yo soy esto», y ésa es la mayor ignorancia.

Olvide el cuerpo. A usted han venido y se han ido muchos cuerpos. Usted acepta el contacto del cuerpo y dice «Yo soy el cuerpo»; usted mismo se esclaviza cuando dice «Yo soy el cuerpo». Usted no es el cuerpo, usted es el poder en el cuerpo, y es siempre libre. Trate de comprender a la persona realizada, trate de comprender lo que dice. El Maestro dice que no ha hecho nada en su vida.

Suponga que alguien mata en la película, ¿quién será sentenciado a muerte, díga-me? ¿Qué persona? Usted ve todo, ¿pero quién será sentenciado? Ahí no hay nadie, es sólo una película después de todo. De la misma manera aquí; si va mal algo, es el cuerpo el que lo padece, pero usted no lo padece. Sin embargo, usted se toma por un cuerpo y está sometido a eso. Así pues, ahora usted se siente perdido.

Él no va a matar a nadie; el Maestro sabe de sí mismo que él es por todas partes. Así pues, ¿a quién matar? Alguien dice, «¿Cómo puede usted decir esto?» Muchas, muchas preguntas vienen a la mente. ¿Puede matar él? ¿Por qué no? Él tiene el dere-cho de matar a cualquiera. También puede no matar. El Maestro le mata a usted. El Maestro le quita su ego. Él hace que comprenda que usted no es el cuerpo. Eso es matarle, ¿o no, dígame? Él mata a todos, pero, sin embargo, no es un matador, debido a que, en realidad, no mata a nadie. Sólo ha quitado lo que no es verdadero, nada más. El médico le opera con un buen bisturí. ¿Se le llama matador por eso? ¡No! Us-ted se deja voluntariamente. Usted dice, «Hágamelo todo bien».

Así pues, el Maestro ve el mundo como nada. Usted, una persona ignorante, ve el mundo como algo verdadero. Ésta es una enorme diferencia. Él hace todo como us-ted, pero comprende que todo es cero y que usted no comprende. Uno lo toma como verdadero y se siente en esclavitud, pero usted no ha hecho nada. ¿Qué hace usted en un sueño? Cuando se despierta, ¿se dice a usted mismo que ha hecho algo? Usted no ha hecho nada. Cuando está dormido, sus ojos están cerrados el 99,9% del tiempo, pero usted ve todo el sueño. ¿Con qué ojos lo ve, dígame? A veces, usted puede te-ner un sueño donde su padre o su abuelo muertos vienen al sueño y quieren pescado o cordero. ¿Dónde pone esto, dígame? No hay ninguna entidad en absoluto. Si eso está en alguna dirección, ¿adónde puede usted enviarlo?

Así pues, cuando usted comprende, todo es nada y todo es cero. Entonces, ¿usted está fuera de qué? En la mente no queda ninguna duda. Usted deviene sin dudas. Una persona ignorante duda de todos. Si usted se encuentra con alguien en un avión o en un tren, y se sienta con usted, usted duda de si esta persona puede hacerle algo, como quitarle su dinero, o Dios sabe qué. La duda siempre está ahí.

De la misma manera aquí también; si usted dice que todo esto es verdadero, las dudas siempre permanecen en la mente. ¿Es verdadero o no? Las dudas siempre per-manecen en la mente debido a que el mundo es incompleto, no es completo nunca. La ilusión no es completa nunca, la realidad es completa siempre. Así pues, usted mismo deviene completo y nunca siente nada. El que comprende, comprende que todo es mí mismo. Puede ser un chico loco, ¿no es así? Sin embargo dice que todo es mí mismo. Así pues, comprenda y sea fuera de las garras de la ignorancia; la ignorancia desapa-rece y usted está siempre en la realidad. Para el que comprende, hacer o no hacer no se plantea.

Si en un sueño usted se bebe cuatro botellas de whisky y entonces se despierta, ¿acaso se encuentra borracho? Así pues, una persona ignorante piensa en el bien y el mal y cosecha el fruto. Usted siente que el fruto está ahí, pero no es así. Ahí no hay nada, debido a que no es verdadero. Trate de comprender a la persona realizada y entonces usted puede salir de ahí; de otro modo, no. ¿De acuerdo?

Pregunta: Nosotros somos uno, yo soy la realidad y usted es la realidad. Así pues, todo es uno. Sin embargo, nuestras mentes son diferentes. ¿Cómo reducir esa separación entre nuestras mentes?

Maharaj: Olvide su mente y acepte mi mente. Usted ha hecho muchas, muchas cosas falsas debido a la ignorancia. Lo que yo digo es mi mente; así pues, acéptelo y seremos lo mismo. Usted quiere conservarse intacto y además quiere algo más. ¿Có-mo puede ser eso? Si su casa está llena de todo y usted quiere conservar todo, ¿cómo puede funcionar? Vacíe su mente y tome lo que tengo en mi mente. ¡Tómelo! ¿Por qué no? Mi mente está llena, pero no hay nada en ella. Está llena de todo, pero no hay nada en ella. ¿Puede usted aceptar eso? Él, la realidad, dice que yo no soy el cuerpo. ¡Acéptelo! Usted es Él. Todo el mundo es Él. ¿Por qué no lo acepta?

Un borracho está borracho y usted no está borracho. ¿Cómo puede ser igual? El borracho tiene un tipo de ebriedad en su mente. La ebriedad de la ignorancia está en su mente. Deseche la ebriedad de la ignorancia y usted es mí mismo, ¿por qué no? No hay ninguna diferencia.

Usted se siente una mujer. Yo digo que usted no es una mujer. ¿Puede usted aceptar eso? Ni hombre, ni mujer, ni nada. Todo eso son asuntos corporales. Usted ha devenido una mujer y nunca se aparta de eso. Eso es sólo ego. Acabe con ello. Diga, «¡Yo no soy una mujer, yo soy Él!» Eso es su mayor obstáculo, ¿qué hacer entonces? Usted no deja que entre lo que dice el Maestro. Acepte que usted no es una mujer, entonces usted es Él. ¿Cuánto tiempo lleva, dígame?

Desde el nacimiento su mente ha sido llenada con toda esta insensatez. Usted opera con el conocimiento y un hombre opera también con el conocimiento. Ambos tienen el conocimiento en común. Trate de comprender, nada más. Usted es una mu-jer, cierto; corporalmente usted es una mujer, pero usted no es una mujer. Ese poder que está en usted no es una mujer. El poder está ahí, y usted puede usar ese poder del modo que quiera. Ahora eso depende de usted y de sus pensamientos.

Así pues, todo el mundo es uno, y la mente también es una. La diferencia viene cuando usted acepta el contacto de algo. La mente opera con el poder y el conoci-miento. Comprenda el conocimiento y la mente desaparece. No permanece. El poder es el mismo en todos y todos tienen el mismo poder. Compréndalo de esta manera. Entonces ya no vendrá a usted la frase, «Flaqueza, tu nombre es mujer». Así pues, yo siempre digo esta frase, «Quien opera con la mente es un hombre, quien asedia a ese hombre es una mujer». En los países extranjeros a todos les gusta ponerse las vestidu-ras de un hombre (pantalones). Nadie dice nada. En los países extranjeros es muy difícil descubrir si es un hombre o una mujer. En la India es muy fácil. Una mujer se pone un vestido. ¿De acuerdo? Así pues, olvídese de usted misma y diga que «Yo soy el poder». Tenga esa comprensión. Y si usted no es el poder, dígamelo, pues yo soy el responsable.

Pregunta: Un poeta describió la experiencia de la realidad de esta manera, «Es como tener la cabeza en las estrellas, el cosmos y el corazón abierto al mundo invi-sible». ¿Es está una buena manera de describirla?

Maharaj: El poeta dijo que su corazón está abierto; si usted se siente así, hágalo, experiméntelo. ¿Cómo puede ser verdadero eso? Aquí se requiere su muerte. Muéra-se. Bórrese. El ego es para la anatomía. Así pues, en el ejército se dice, «No pregunten por qué, no protesten, cumplan su deber y mueran». Si usted no está aquí, ¿cómo puede el poeta comprender la realidad? ¿Es posible? La cabeza en las estrellas, el co-razón abierto, todo esto son sólo pensamientos. Suponga que usted está durmiendo en una terraza y que ve el cosmos ahí, ¿está su corazón abierto? Usted ve y dice mu-chas cosas como éstas, pero no son la realidad. La realidad es completamente diferen-te. Es como usted, la realidad es como usted. ¿De acuerdo? No diga que «Yo soy el cuerpo». Si usted dice que la realidad es el cuerpo, entonces no es así. Es como usted. Usted es la realidad. Así pues, ¿qué abrir y qué no abrir? Los poetas sólo pueden es-cribir. No saben lo que dicen, debido a que sólo son poetas. La experiencia es comple-tamente diferente.

En la mitología india se han escrito muchas cosas, se han dado muchos ejemplos, pero las gentes no pueden comprender el significado interior de estas cosas. Arjuna se escapó con la hermana de Krishna. Entonces la llevó a su madre y se inclinó ante ella. Así pues, la madre le dijo que tenía que compartir todo lo que traía con sus cinco hermanos. ¿Cuál es el significado de esto? ¿Puede decirlo usted? La madre sabía que ella venía, ¿pero cuál es el significado interior de lo que dijo? Había cinco hermanos y una sola mujer. ¿Cómo pueden compartirla? ¿Puede ser cortada en pedazos? ¿Cómo puede usted comprender el significado?

Los cinco elementos están en todos. El conocimiento también. Sin conocimiento no pueden operar. De otro modo, ¿cómo puede usted compartir? Es imposible. Todo el mundo tiene los cinco elementos en su cuerpo. Los cinco elementos están operan-do; ¿con qué?, con ese poder. La madre quería decir esto, pero las gentes no com-prenden su significado interior. ¡De otro modo, ella es una prostituta! ¿O no? Si usted comprende el significado interior, entonces puede inclinarse ante lo que se ha escrito; de otro modo, usted pensará que esto es sólo una historia.

El poeta ha escrito todas estas cosas. ¿Cuál era su pregunta? El cosmos está en us-ted. El cosmos no es nada sino un estado y el estado está en usted. Pero usted es sin estado, usted es sin pensamiento. Lo que usted ve y percibe es un estado. Comprén-dalo de esa manera; entonces el cosmos se abre. De otro modo, ¿cómo puede abrirse? ¿Cómo puede abrirse el corazón? Comprenda en la mente, que todo está en mí. El conocimiento trae todo, la comprensión trae todo. Comprenda al Maestro, comprenda de la manera verdadera; entonces todo está bien. ¿De acuerdo?

Pregunta: Tukaram decía que había que estar siempre en la compañía de un Santo. ¿Qué quiere decir?

Maharaj: Si hay Santos, entonces dan la comprensión verdadera. ¿Por qué se re-quieren los Santos? Para dar la comprensión correcta. ¿Qué es el mundo? ¿Quién es usted? Los Santos son capaces de decir lo que usted es y lo que usted no es. Todas las personas ignorantes, su padre y su madre y todo el mundo dicen que usted es el cuerpo. El Santo dice que usted no es el cuerpo. Así pues, esa ebriedad de la ignoran-cia está aquí, de manera que usted no puede comprender lo que es realidad. Los San-tos dan la comprensión de la realidad.

Los Santos hacen una proclamación (Maharaj hace una cita del arati de la mañana, y la traducción es como sigue): «Te suplico que me concedas que no te olvide. Yo no te olvidaré nunca. Canto sobre Ti con este canto de amor». El Santo hace una pro-clamación con la que pide a Dios, «Si quieres ponerme en el cuerpo, yo iré volunta-riamente, una y otra vez. Pero mis condiciones son que yo no Te olvide. A todas las gentes de mi vecindad, les diré que canten sobre Ti y tu grandeza. Yo no quiero la liberación. Yo no quiero dinero y no quiero prosperidad. Yo no quiero nada de Ti. Dame alguien que pueda guiarme correctamente». En los países extranjeros es muy difícil saber adónde ir. En la India es muy fácil; usted sólo pregunta a alguien si este camino es correcto. Si usted pregunta, es muy fácil llegar al sitio.

Los Santos son indicadores reales. Ellos le indican, «vaya por esta senda». Trate de comprender. Yo no quiero dinero, ni liberación, ni prosperidad. ¿Qué es la libera-ción? Es sólo su pensamiento. Entonces usted dice, «Ponme en el nacimiento, no me importa. Pero mis condiciones son éstas: Que nada me extravíe, que me lleven al pun-to verdadero, nada más». Debe ser un Santo real, de otro modo todo es una insensa-tez. Algunos Santos dicen que haga esto o aquello, pero no hacen que usted sea Él. No haga nada, y usted es Él. Así pues, yo quiero a Santos conmigo, para que me lle-ven al sitio verdadero.

Golpee una cosa y haga dos pedazos. Usted debe saber cómo golpear. Debe en-contrar lo que es verdadero y lo que no es verdadero, y eso es golpear. Así pues, los Santos son de ese tipo; golpean y hacen dos pedazos. Esto no es verdadero, esto es verdadero, adelante. Así pues, se necesitan los Santos. ¿Alguna cosa más? Las gentes extranjeras toman su mapa para saber dónde estamos, pero los Santos son más que un mapa. Algunas veces usted quiere venir aquí, pero otras veces usted olvida dónde está el este o dónde está el oeste. ¿Por qué se necesitan los Santos? Porque ellos le dan la comprensión verdadera. Así pues, los mapas también pueden ser falsos. Los Santos le hacen comprender la realidad y quién es usted.

Pregunta: ¿Por qué la esposa dice que se haga esto y aquello, y que esto es falso, y el marido no siente de la misma manera?

Maharaj: Debido a que las mentes difieren. La mente de una mujer y la mente de un hombre difieren siempre, ¿qué hacer entonces? Las mentes son siempre diferentes. La mente significa sólo pensamiento. Lo que usted ha hecho es falso, lo que yo he hecho es verdadero. Ése es su significado, y usted siempre culpa a los demás. Las esposas y los maridos siempre se culpan entre sí. ¿Por qué? Porque quieren hacer al-guna prioridad que hay en su mente. El marido quiere mostrar que él es alguien y la mujer quiere mostrar que ella es alguien, nada más.

La naturaleza humana es culpar a los demás y no cargar la culpa sobre uno mismo. Así pues, la mujer dice a su marido que está haciendo las cosas mal, y el marido dice a su mujer que está haciendo las cosas mal. ¿Quién tiene razón? Según su mente, el marido ve bien; según su mente, la mujer ve bien. ¿Quién puede saber? Es muy difícil saber. Diga que las dos mentes son una y que las dos son correctas, adelante. No se inquiete por eso.

A la mente siempre vienen las cosas falsas. Nadie es verdadero, todos están en la ignorancia. Las mentes difieren siempre, pero el poder es el mismo. La electricidad no es buena ni mala. Los dos cables son uno y hacen que la máquina funcione. La elec-tricidad no sabe, pero el poder es el mismo. Así pues, lo que yo hago es bueno y lo que hacen los demás es malo; eso es el ego. Olvide el ego, diga que todo lo que hacen está bien. No culpe a nadie si quiere vivir en armonía con todos. Yo no tengo esposa ni hijos. La naturaleza humana es culpar a los demás. La mente no es una. La mente difiere siempre, por eso se llama mente. Trate de comprender su cuerpo primero, en-tonces puede conocer los demás cuerpos. Debido al ego usted dice que yo soy esto, el cuerpo, y que yo soy correcto, pero de este cuerpo sólo sale caca. Así pues, usted es el fabricante de caca, nada más. Usted dice, «mi nombre es éste, yo soy el director de esta fábrica de caca». Todo esto son asuntos corporales, no tienen nada que ver con lo que es verdadero; todo esto es una insensatez. Nos encontraremos mañana.

26 de julio del 2000

Pregunta: Maharaj, cuando usted deje su cuerpo, ¿cómo iremos más allá de esa ausencia? Es muy bueno estar aquí con usted y verle todos los días. Nosotros aprendemos mucho por la manera en que usted vive su vida y aprendemos mucho también por la manera en que nos regaña y nos enseña casualmente. Yo siento que habrá una tal ausencia. Cuando un Maestro deja el cuerpo debe haber una ausen-cia…

Maharaj: ¡Ninguna ausencia!

Pregunta: ¿Un ajuste?

Maharaj: Ninguna ausencia. Su cuerpo hace la ausencia.

Pregunta: Sí, sé que lo hace, pero no puedo evitarlo por el momento.

Maharaj: Cuando se comprende a usted mismo, usted no es el cuerpo; así pues, ¿puede el Maestro ser un cuerpo? ¡Él no es! Comprenda de esta manera. ¿Por qué siente usted eso? Eso se debe a alguna ignorancia en la mente. Usted todavía toma el cuerpo como usted mismo. Cuando dice, «Yo no existo», eso significa, «¡Yo no exis-to!» Eso incluye el cuerpo. Esto se dice para todos, no sólo para usted.

He aquí algunas especias y entonces se hace salsa y usted dice que está sabrosa. De la misma manera, comprenda que mi cuerpo es sabroso y que estas especias me producen ardores; pero yo no desecho el cuerpo, no hay ninguna necesidad; usted puede amar a su cuerpo, pero, sin embargo, diga que «¡Yo no soy esto!».

La esposa de un hombre murió, y tenía un hijo de dos años. Alguien le dijo que se casara de nuevo, pero él dijo, «¡Oh!, no quiero casarme porque si viene alguna mujer, no cuidará de mi hijo de la manera en que lo hacía su madre real». Pero una mujer aceptó ser su esposa y dijo, «¡Yo haré todo por él, más que su madre!» E hizo justa-mente eso, pero su pensamiento más interior era, «No es mi hijo».

Así pues, queda ese punto sutilísimo, y ese punto sutilísimo debe ser desechado. La mujer era correcta. Estaba haciendo todo muy bien, pero ¿qué había en su mente? Ese punto sutilísimo, y eso es el ego. Usted tiene que desechar ese punto sutilísimo, y eso sólo puede ser hecho por usted mismo. Nadie más conoce su ego; así pues, ¿cómo podrían hacerlo? Y cuando ese ego sutil se va, usted permanece. ¿Qué hay entonces? ¿Dónde está mi existencia? Sólo Él es, y pensando y practicando una y otra vez, el mundo deviene cada vez más claro. Cuando usted no existe, no queda nada. ¡Nada!

Si una hormiga sigue a una abeja y tiene una fe completa, un día ciertamente vola-rá. Pero si su comprensión es que, «Yo no puedo volar», entonces esa comprensión tiene que ser cambiada. Trate de comprender al Maestro, acepte su comprensión, ol-vídese de usted mismo, y eso es la vía correcta.

El Maestro no quiere nada. Ya sea que esté en el cuerpo o no, el Maestro no siente nada. El Maestro da la comprensión y el discípulo la toma. Las abejas toman el polen de las flores y hacen miel con él. Otras toman sólo la miel, saborean la miel, y dicen, «Muy buena, muy buena». Pero el que toma la esencia, el que quiere la realidad, la tomará aún a costa de su vida. Así pues, uno tiene que matarse a sí mismo, uno tiene que matar al ego; y una vez que está aquí la convicción de que «Yo no existo», en-tonces la ilusión no volverá nunca a usted. ¿Cómo puede volver a usted? Sólo si hay alguna confusión en la mente. El Maestro puede rectificar esa confusión. El Maestro tiene sus medios.

El cuerpo no existe, ¿de acuerdo? Pero Él, la realidad, existe en todos y en todas partes, y excepto Él no hay nada. Entonces usted tiene una comprensión tajante. Lo que dice el Maestro es correcto, y con su comprensión usted puede comprenderlo. La realidad está siempre aquí, no va a ninguna parte, es usted mismo; pero usted no sabe eso y ésa es la dificultad.

Así pues, ¿quién hay para apreciar esa realidad, dígame? Usted puede apreciar al Maestro sólo mientras su cuerpo está aquí, de acuerdo. El Maestro ha dado la com-prensión, y cuando su cuerpo desaparece, el Maestro permanece con usted en su cora-zón por la comprensión. Y esa comprensión suscita mucho amor de ella.

Hay una fuente, y algunas piedras caen en ella. Saque esas piedras, las piedras son el ego. Usted tiene que comprender lo que es su Sí mismo a costa de usted mismo, y eso es la apreciación real del Maestro. ¡Cualquiera puede hacerlo! No se inquiete, diga sólo, «Yo no existo». No hay necesidad de decírselo a otros, guárdelo dentro. Se puede vivir vacante dentro. Incluso si hay gentes que dicen que usted es una grandí-sima persona, diga, «Muy bien, muy bien». Pero no hay necesidad de decir nada.

Si lo comprende de esta manera, usted es Él. ¿Cuánto tiempo lleva? Usted es Él, usted es Él siempre. Nada que hacer entonces, y ésa es la apreciación real del Maes-tro. El Maestro hace todo, pero nada le toca. «Yo no hago nada, yo no existo», ésa es su comprensión. Haga todo por Él o por el Maestro, o no haga nada, pero diga, «Yo no existo». De otro modo el «yo», el ego, puede venir en cualquier momento. El «yo» es muy astuto, el ego es muy astuto. Usted puede matarle con la comprensión, ése es el punto principal.

Apéndice

I. Los cuatro cuerpos o envolturas de usted son:

1) Grosero
2) Sutil
3) Causal
4) Supra-causal

El cuerpo grosero es la forma física, que uno ve en el nivel físico. El cuerpo sutil incluye la mente, los sentidos y el soplo vital. El cuerpo causal se representa por el olvido o la ignorancia. Ahí no hay ningún pensamiento de bienestar del cuerpo grosero ni del cuerpo sutil. Ahí no hay ningún conocimiento de nada. Supra-causal o mahakarana es el estado donde sólo hay conocimiento puro. También hay conocimiento en todos los demás esta-dos, pero en este estado el conocimiento es inadulterado.

Para una consideración completa de estos cuatro cuerpos, léase el Capítulo 3 de La Lla-ve Maestra para la Realización de Sí mismo.

II. Los tres sufrimientos o torturas son:

1) Adhyatmik
2) Adhibhutik
3) Adhidevik

Adhyatmik se refiere a los trastornos o fatigas dentro del cuerpo. Adhibhutik se refiere a las dificultades exteriores, accidentes, trabajos en la vida, y angustia mental. Adhidevik se refiere a las insatisfacciones espirituales, problemas que van más allá del dominio te-rrenal.

Hay una extensa consideración sobre este tema en Dasbodh, páginas 46-53.
III. Los tres karmas son:

1) Karma
2) Akarma
3) Vikarma

Karma se refiere a toda acción. Akarma se refiere a la acción que, cuando se completa, no deja ningún residuo en la mente. Vikarma se refiere a la acción que, cuando se com-pleta, deja rastros en la mente. La mente se fija en ella y conserva su recuerdo.

Cada karma está asociado con uno de los tres gunas:

1) Karma está asociado con rajas.
2) Akarma está asociado con sattva.
3) Vikarma está asociado con tamas.

Rajas se refiere al movimiento o actividad. Sattva se refiere a la pureza o armonía. Ta-mas se refiere a la dureza, solidez o rigidez.
17 de mayo de 1998

Pregunta: Yo estoy de acuerdo completamente con lo que usted dice; pero a veces, en el abandono de lo falso, siento un sentimiento intenso, me veo a las puertas de la muerte. Yo sé que es una apertura maravillosa, pero, sin embargo, tengo una reacción de pánico; y a pesar de todas mis prácticas de meditación, este sentimiento permanece. ¿Cómo vencer este miedo de desaparecer, de fundirme?

Maharaj: Es porque usted no quiere ser eso. Debido a la ignorancia, usted se pregunta, «si dejo esto, ¿qué va a pasar?» Pero, puesto que todo eso no es verdadero, ¿por qué inquietarse? ¿Por qué tener miedo de lo que no es, miedo de dejar esa nada? Lo que no es, no será nunca. Usted acepta ese miedo en su mente porque piensa que el mundo es verdadero. Ese miedo se debe a una falta de comprensión, es creado por la mente que no quiere morir. Usted se pregunta qué va a quedar si la mente muere; pero, en el sueño profundo, ¿qué queda, dígame? Nada. De la misma manera aquí, si usted se duerme al mundo, ¿cómo podría mantenerse el miedo? Mientras usted está en el estado de vigilia, dígase que todo eso no es verdadero. ¡Incluso si en el estado de vigilia usted afirma que el sueño que ha visto es verdadero, eso no le volverá real! Por ejemplo, ¿puede volver ese sueño una vez que ha desaparecido? Mientras ese miedo esté ahí, eso quiere decir que la mente no acepta que todo es nada, que todo es falso. Es la debilidad de la mente; pero ella debe aceptarlo. Mientras ésta se mantiene, el ego se mantiene igualmente. El ego falsea su visión, pero desde que desaparece, la realidad está aquí. El ego disimula la realidad, pues dice, «yo soy algo». Dígase a usted mismo, «yo no existo», «yo no soy». Si usted no es, los demás tampoco son. Pero si usted dice: «yo soy esto, este cuerpo», etc., entonces los demás también aparecen como verdaderos. Olvide el miedo. «Yo no existo». ¿Quién más podría ser entonces? Sólo la realidad es. Si el miedo está ahí, es porque hay una falta de comprensión. Refuerce su mente hasta que el miedo desaparezca; ese miedo sólo existe porque usted piensa que el mundo es real. Si usted mata a la serpiente, el miedo desaparecerá; ¿puede darle miedo todavía cuando está muerta? No hay nada bueno ni malo porque no hay nada; y si usted siente eso profundamente, entonces ya no tendrá miedo. De hecho, la serpiente no ha existido nunca; pero mientras que usted tenga miedo, eso quiere decir que la considera como real. ¡La mente es terrible, pues crea el miedo! Olvide el miedo y usted está fuera de las garras de la mente; usted será no-mente. No-mente quiere decir ausencia de conceptos. Diga a su propia mente que nada es verdadero; entonces desaparecerá el miedo.

Pregunta: Usted habla siempre de olvidar. Yo querría saber cómo olvidar.

Maharaj: Cuando duerme profundamente, usted olvida, ¿o no? De la misma manera, duerma al mundo mientras está despierto, comprenda simplemente que no es verdadero. ¡Todo es cero! Usted debe comprender su propia muerte: «yo no existo». Ésa es la filosofía. Mientras piense «yo estoy aquí», usted no puede olvidar. En un sueño, usted hace muchas cosas; ¿pero existen? Cuando despierta, ¿se dice usted: «yo he hecho algo bueno o algo malo»? De la misma manera, mientras está despierto, comprenda que lo que usted hace, que lo que usted es, es nada; ¡Todo es falso! ¿Dónde es usted? ¿Puede mostrármelo? ¿Es usted el cuerpo? ¿Es usted la mente? ¿Qué puede usted mostrar cuando todo eso es nada? Mientras el cuerpo está aquí, usted debe actuar y sentir; hágalo, pero sepa que no es verdadero. Mientras los ojos están aquí, deben ver; pero sepa que lo que ven no es verdadero. Todo lo que puedo ver y sentir no es la realidad. El dolor viene al cuerpo; debe venir, pero comprenda que es al cuerpo al que viene y no a mí. Trate de desidentificarse del cuerpo, «no es mi dolor, el cuerpo no es mí mismo». Su convicción profunda debe ser, «no es mi cuerpo, yo no hago nada, yo no soy nada, yo no existo. Yo no soy ni el nombre, ni el cuerpo ni la mente». Actúe con todos esos instrumentos, pero comprenda que usted no es ellos. Es lo que se llama lo no-condicionado, lo no-apegado. Usted toma estas condiciones como usted mismo y dice, «esto es mío, etc.» Por ejemplo, un hombre y una mujer que han tenido un hijo cada uno por su lado antes de casarse, dicen, «éste es el mío, ése es el tuyo». No comprenden que son Uno; el ego hace todas estas separaciones, mientras que todo no es más que Uno. Todos son usted mismo; si usted comprende eso, ¿a quién dirigir buenas o malas palabras?

Pregunta: ¿Cómo olvidar lo que no existe?

Maharaj: Es muy fácil olvidar lo que no existe. ¿Qué nombre daría usted al hijo de una mujer estéril? Él no existe; así pues, no hay ningún problema. Suponga que usted tiene un sueño; al despertar, lo olvida inmediatamente, ¿o no? Cuando usted comprende que nada es verdadero, ¿cómo pueden permanecer las cosas? ¿Cómo olvidar lo que no es? Por la comprensión, usted olvida todo. El mundo no existe. Incluso los científicos dicen que el mundo que usted ve no está en ninguna parte. Por un simple cambio de estado, en el sueño por ejemplo, el mundo deviene cero. Al despertar aparece como en una televisión; usted aprieta el botón y aparece la película, apaga el botón y la película desaparece. La mente es responsable de todo eso. Si ella dice, «está aquí», entonces está aquí; si ella dice, «no está aquí», entonces nada es. Délo por hecho, todo depende de la mente. Puesto que el mundo no es verdadero, es muy fácil de olvidar. ¿Cuánto tiempo lleva? Usted no olvida por la simple razón de que le considera verdadero. Usted ve el sueño, pero cuando despierta, se dice a usted mismo que no es real. De la misma manera, cuando usted comprende lo que es el mundo, dónde ha comenzado y dónde acabará, lo olvida. El origen del mundo es cero, el espacio; de ahí ha brotado un concepto y el mundo entero ha aparecido. Es exactamente como cuando usted está en el sueño profundo; repentinamente emerge un pensamiento y entonces se desarrolla el sueño. El mundo es un sueño largo, y si usted comprende que es un sueño, una ilusión, que ocurra lo que ocurra, no es verdadero, entonces lo olvida fácilmente. Si usted no comprende, entonces el mundo es verdadero para usted. La mente es un factor imprevisible, puede pasar en un instante de un pensamiento positivo a un pensamiento negativo; ella está cambiando siempre.

Si olvida la mente, usted será feliz; es el único factor que crea todos los sufrimientos y todos los placeres igualmente. Comprenda que la mente misma no es verdadera; mente quiere decir pensamientos, y los pensamientos vienen y se van. La mente no crea más que confusión, nada más. El que es no-mente ya no está en la confusión. Trate de olvidar lo que no es verdadero, es el único remedio. Es así como desaparecerá la ilusión; de otro modo, ella persistirá bajo una forma o bajo otra. La mente vive en el miedo permanente, «¿Qué va a pasar o a no pasar? ¿Qué hacer o no hacer?» Ser o no ser es siempre la cuestión para cada uno de ustedes. Si la persona que le es querida, muere, por más que usted llore, eso no se la devolverá. Un cuerpo mortal ha muerto, ¿por qué inquietarse? Usted debe olvidarla o no podrá vivir en este mundo. El olvido es la mejor de las cosas, y usted sólo podrá ser feliz con esta condición. ¡Si se acuerda de sus vidas pasadas, usted será siempre desgraciado! En la vida, se producen toda suerte de cosas; algunas que usted desea y otras que no desea. ¿Qué hacer entonces? ¡Si no olvida en la vida, usted se vuelve loco! Es por eso que se dice que el olvido es necesario. ¿Cuánto tiempo lleva olvidar lo que es ilusión? Usted olvida a cada instante. Cuando usted pronuncia una palabra, llega otra inmediatamente, y usted debe olvidar la primera para poder pronunciar la siguiente. La palabra no tiene entidad, nace en el espacio, que es cero. Usted oye lo que digo, pero para continuar oyendo, debe olvidar lo que he dicho precedentemente. Su origen es cero y su destino es cero. Todo pasa en una fracción de segundo. Si alguien le insulta, las palabras desaparecen inmediatamente después de haber sido pronunciadas, pero el efecto se imprime en su mente. Sus antepasados han muerto todos, ¿dónde han desaparecido? ¿Dónde existen ahora? Ellos no han existido nunca; así pues, usted no puede decir dónde han desaparecido. Hoy es día 18, ¿dónde ha desaparecido el día 17? ¿Y desde dónde aparecerá el 19? Usted cuenta los días y las noches, pero eso no es más que su concepto; pues si pregunta al sol cuántos años tiene, él le responderá, «¡yo no conozco los años!» Esa base sobre la que usted cuenta todos estos años, estos vaivenes, estas apariciones y desapariciones, es inmutable. El sol no tiene conocimiento de nada.

De la misma manera, es a partir de la ignorancia de donde ha aparecido el conocimiento y de donde usted ve desarrollarse la ilusión toda entera. La ignorancia se ha sobreimpuesto a la realidad y de esta ignorancia ha surgido un concepto; y sobre ese concepto se crea el mundo. Concepto quiere decir conocimiento. Todo el mundo funciona por el conocimiento; por el conocimiento usted crea y actúa. Recibir nacimiento es un concepto; seguidamente, usted debe soportar muchas cosas durante toda su vida. El concepto es la vida, nada más; y cuando la vida se acaba, el concepto desaparece y todo se termina, no queda nada. Si no hay espacio, no hay palabras. Debido al espacio, las palabras y el mundo han aparecido. Usted ha creado el mundo entero; pero, dígame, ¿hay otra cosa que palabras en el mundo? ¡Usted dice que es la India, Francia o los Estados Unidos, pero no son más que palabras, conceptos! Usted se ha llenado de tantas palabras y ha ido tan lejos con ellas que ahora le es imposible comprenderse a usted mismo. Comprenda el origen de las palabras, dónde comienzan; después olvídelas y la realidad está aquí. Las palabras, es decir, el conocimiento, tienen un gran poder; a partir de una sola palabra, alguien puede devenir su amigo o su enemigo. ¿De dónde vienen las palabras? Las palabras vienen de la mente. Así pues, la mente es el factor esencial; si usted la orienta hacia lo verdadero, hacia la realidad, deviene su mejor amigo; pero si la dirige hacia lo falso, entonces le lleva al infierno. Así pues, las personas realizadas ponen a la mente de su parte, hacen de ella un amigo; y, finalmente, la mente misma desaparece y sólo la realidad es. El mundo y la mente desaparecen; eso es la realidad y eso es lo que usted es. Entonces ya no hay más inquietud; pues si usted es la realidad, ¿cómo podría mantenerse entonces la ilusión? De todas maneras, ella no existe. Cuando usted olvida la realidad, usted mismo, entonces aparece el mundo en su multiplicidad.

Las escrituras indias dicen, «usted ha obtenido una encarnación humana; si reflexiona y comprende por medio de la discriminación, entonces no está perdido, usted olvida todo y alcanza la realidad; pero si, al contrario, usted se olvida de usted mismo en la ilusión del mundo, entonces deberá sufrir numerosos renacimientos (84 millones de nacimientos)». Mientras esté identificado a la mente, a los cinco elementos (el cuerpo) y a los tres gunas, usted debe recibir nacimiento tras nacimiento. Pero desde que comprende, «yo no soy el cuerpo ni la mente», usted sale del círculo de los renacimientos. Por eso las personas realizadas le dicen que olvide todas las cosas del mundo; pero recuerde que, debido a que usted ha recibido nacimiento, debe conocerse a usted mismo en esta vida. Aquellos que no lo hacen, van al infierno; infierno quiere decir recibir nacimiento tras nacimiento. Pero, de hecho, no hay infierno ni paraíso. Estar confinado en la matriz de la madre durante nueve meses, eso es el infierno, nada más; y, sin embargo, su mayor deseo es tener un cuerpo. Debido al miedo, usted ha devenido muy pequeño; pero, créame, usted no podrá obtener otra reencarnación humana tan fácilmente. ¿Qué bien hace usted en está vida? Usted dice que lo que es falso es verdadero. Usted miente sin parar. Usted ha mentido tanto que no puede ser perdonado. Usted engaña sin cesar, pues dice «yo soy» a lo que no es usted. ¿Cuántas veces ha dicho: «yo soy este cuerpo»? Se dice que por una sola mentira, usted se arriesga a siete años de prisión; así pues, usted tendrá que sufrir ochenta y cuatro millones de renacimientos.

Olvide «yo soy el cuerpo»; comprenda que usted no es esta cosa pequeña. Desde que usted olvida eso, la realidad está aquí, no hay necesidad de buscarla. Usted dice, «aquí no hay nadie», pero usted está ahí, ¿o no? Así pues, la realidad es usted mismo sin el «usted». Usted acepta que usted es «yo», y entonces aparece la confusión. Olvide ese «yo», pues no existe. ¿Qué queda entonces? La realidad. Usted puede olvidar de esta manera; cuando eso no existe, usted no tiene que acordarse de nada, ¿o no? Lo que no existe tiene como origen cero y como fin cero; ¿cómo acordarse entonces de lo que no es? ¿Cuánto tiempo lleva olvidar lo que no es, dígame? Usted acepta de palabra que el mundo es ilusión, pero en el fondo de usted mismo, lo niega. Si lo acepta realmente, usted está fuera de la ilusión. Debido a la ignorancia, usted piensa que todo esto es verdadero; olvídelo, y usted es la realidad. Usted dice, «yo quiero olvidar», pero, de hecho, no quiere hacerlo. Usted está enfermo y consulta a un médico que le da el remedio; pero si usted no lo toma, ¿de quién es la culpa? La enfermedad no podrá desaparecer. La enfermedad de la ilusión es tal que no desaparecerá nunca a menos que el Maestro le dé la comprensión. Entonces será suprimida por la simple razón de que la ilusión no existe.

El problema es que la mente no quiere comprender, de ahí todas esas preguntas que se atropellan en usted. Algunas personas no tienen ningún deseo de comprender, sino que simplemente quieren polemizar. Si usted dice «sí», ellos dirán «no»; si usted dice «tengo fiebre», ellos dirán «no, no tienes fiebre». ¿Qué se puede decir entonces? ¿Qué se puede decir acerca de lo que no es? ¿Y qué se puede olvidar cuando no es? ¡Así pues, lo que no es, no es y no será nunca; es una evidencia! De hecho, es fácil olvidar. Usted ha olvidado hoy lo que ocurrió ayer, y olvidará mañana lo que ocurre hoy. Por un simple cambio de mente, todo desaparece; si ese cambio se produce, usted deviene la realidad; si no se produce, usted permanece una pequeña criatura en el mundo. ¿Qué valor tiene este pequeño cuerpo en este mundo inmenso? Si la desconexión se produce puede desaparecer en una fracción de segundo; pero usted está muy orgulloso de esta cosa que puede desaparecer en cualquier momento. Usted se cree muy importante, cree que puede hacer grandes cosas con este cuerpo. El ego no existe más que por el aire, por la respiración. Cuando la respiración se detiene, ¿dónde está el ego? Mientras respira, usted dice que la ilusión es verdadera; pero cuando la respiración se detiene todo deviene cero. Comprenda que la ilusión no es verdadera mientras respira, comprenda mientras vive. Pero el ego no le deja aceptarlo. Olvidar el mundo quiere decir comprender que el mundo no es. Si usted lo comprende así, ciertamente alcanza la realidad, pues usted es Él.

¿De dónde viene el sueño y dónde desaparece? Surge un pensamiento y usted ve desarrollarse el sueño. Cuando usted dice, «yo soy», es el pensamiento el que surge y seguidamente usted ve el mundo entero. Todo el mundo dice «yo soy»; nadie dice «yo no soy». La realidad es la única base que es; pero, a pesar de todo, usted dice, «yo soy». Usted considera el cuerpo, la mente y todas las cosas como verdaderos, usted no comprende que todo eso no existe. Las personas realizadas saben «yo no existo». Si usted no existe, ¿cómo podría existir el mundo? Es usted quien da el valor a todas las cosas; usted dice que los árboles están ahí, ¿pero dicen los árboles: «yo estoy aquí»? Usted nombra a cada cosa de este mundo, pero las cosas no dicen nunca «yo soy eso»; es usted quien lo dice. Su mente está bajo las garras de la ignorancia y dice, «todo es verdadero», ¿qué hacer entonces? Lo que no es, usted dice que es. Exactamente como un borracho que bajo el efecto del alcohol vocifera, «yo soy un rey, yo soy un rey», ¿quién puede detenerle? Usted puede ser el primer ministro de su país, pero esta situación puede cambiar en cualquier momento (¡En la India el primer ministro cambia todos los días!); no obstante, usted persiste en decir, «yo soy eso». No es más que ilusión, pues es sólo su pensamiento; y el pensamiento funciona debido a la respiración. Cuando la respiración se detiene, todo desaparece; pobre o rico, todo se desvanece. Así pues, mientras está vivo, mientras todavía respira, comprenda de dónde viene esta respiración. Viene de la realidad, pues todo se sobreimpone a ella. Todo aparece y desaparece sobre ella, pero sólo ella es y sólo ella permanece. Al comprender eso, usted mismo deviene la realidad, y entonces todo lo que «yo» veo y percibo no es nada más que mí mismo. Usted debe conocerse a usted mismo, nada más. Cristo ha dicho, «conócete a ti mismo y conoces el mundo». Cuando la mente obtiene esta comprensión, es siempre feliz, pues sabe que no hay nada de qué inquietarse. Bajo la influencia de la ignorancia, usted es muy desgraciado. Constantemente bajo el dominio del deseo, usted quiere todo. La mente mendiga sin cesar, siempre quiere algo, no está satisfecha nunca. Cuando usted se comprende a usted mismo, está plenamente satisfecho.

Pregunta: Maharaj, usted ha dicho que algunas personas han obtenido el conocimiento, pero han recaído en la ignorancia con un ego aún más fuerte que antes. ¿Puede usted desarrollar eso?

Maharaj: Cuando olvida su comprensión, usted vuelve a la ilusión. Usted se olvida de usted mismo. La mente debe tener la firme convicción de que «yo no existo». ¿Acaso dice un muerto: «yo no existo»? No puede decirlo porque no existe. Pero si usted se olvida de su verdadera naturaleza y vuelve a la ilusión, ¿quién puede detenerle? Todo depende de la fuerza de su convicción. Lo único que hay que comprender es «yo no existo», sólo la realidad es. «Yo» es una ilusión, y si usted lo comprende verdaderamente, ¿cómo podría tocarle de nuevo? Cuando usted se olvida (de la realidad), la ilusión sobreviene. El que no bebe no está bajo la influencia del alcohol, ¿o no? Es el que bebe el que sufre los efectos del alcohol. Si usted comprende el mundo, usted no puede volver a la ilusión. La mente debe estar completamente convencida; es la convicción de que lo que no es, no es y no será nunca. Un muerto no puede volver bajo la influencia de la ignorancia; lo que está muerto no puede revivir. Su deseo de tener un cuerpo es ego, pero si el ego muere, ese deseo no puede volver. ¡Lo que ha desaparecido, ha desaparecido!

Si la comprensión está firmemente establecida, no puede haber vuelta atrás. Si frente a usted hay un frasco que pone «veneno», ¿le tocaría usted? Al contrario, usted le alejará de su vista. Se dice, «¡fuera de la vista, fuera de la mente!» ¿Qué decir de aquel que vuelve a la ilusión del mundo, sino que es un loco que ha tenido la comprensión pero la ha perdido? La comprensión debe ser completa y bien digerida; así pues, el que vuelve a la ilusión no ha comprendido. Ha llegado simplemente hasta la fuente del conocimiento, que considera verdadero. Pero el conocimiento es ego. Así pues, el verdadero Maestro le dice que olvide igualmente la ignorancia y el conocimiento. El recuerdo puede transformarse en olvido, y eso quiere decir que el conocimiento no es verdadero. Usted se acuerda de algo en este momento, pero al instante siguiente lo olvida, ¿no es así? Lo que cambia no es verdadero; así pues, el conocimiento no es verdadero. Usted debe ir más allá de la ignorancia y del conocimiento. El conocimiento mismo viene de la ignorancia, del olvido de la realidad. El conocimiento es el más grande de los egos. Sócrates ha dicho, «yo sé que no sé nada». Lo que usted sabe es nada, no es verdadero; el conocimiento es siempre falso. El conocimiento ha aparecido debido a la ignorancia; así pues, si usted olvida el conocimiento, la ignorancia desaparecerá automáticamente. En el sueño profundo, usted es la realidad pero no lo sabe; ése es el problema. Vaya a cero pero no permanezca ahí; comprenda que yo soy más allá de cero, más allá del vacío.

En la realidad no hay ni ignorancia ni conocimiento. Cuando sobreviene el conocimiento, sepa que viene de la ignorancia, del olvido de usted mismo. Al despertar usted dice Om (cualquiera que sea su lengua), y entonces comienza el mundo; de otro modo, no aparece. Las escrituras hindúes dicen que Om es el comienzo. Con Om viene «yo» y todo lo demás. Cuando «yo» desaparece, todo ha terminado, ya no hay de qué inquietarse. Matar su ego significa comprender que el ego no es. Pero usted quiere ser algo; su deseo más fuerte, su pensamiento más poderoso es el ego, es «yo soy». Cuando «yo» duerme, ¿dónde está usted? En una fracción de segundo «yo» desaparece, y entonces hay vacío, cero. Vaya más allá del vacío por la comprensión. Mientras el ego permance, usted está en la ilusión. Cuando desaparece, usted es Él, la realidad. Si la comprensión es clara y firme, ya no es posible volver a la ilusión. Sólo aquellos que se han quedado en el conocimiento, vuelven al mundo y buscan poder, celebridad o dinero. Se dice que los Santos más grandes han partido sin ser conocidos. ¡Rama y Krishna sólo eran héroes secundarios! Se les llama Avatares (encarnaciones divinas); pero, cualquiera que sea la encarnación, es siempre un descenso, un eslabón más abajo, puesto que han devenido algo, ¿o no? Encarnación quiere decir que algo se ha manifestado. La persona realizada vive silenciosamente y desaparece en silencio; él no dice nunca, «yo estoy realizado». ¿Quién hay para realizar qué? Él no permanece en tanto que «yo». Después su pensamiento se difunde en el mundo. Él no dice nunca, «yo existo»; para él no queda nada.

Pregunta: Lo que nos impide olvidar la mente, es el apego al placer de los sentidos. ¿Cómo llegar a ese desapego?

Maharaj: El apego se produce a causa del conocimiento. Si no le tiene miedo, entonces usted puede rebasarle y el apego no puede persistir. Los apegos a los sentidos son debidos al cuerpo y usted no es eso. Un cadáver ya no tiene apegos. El conocimiento penetra su cuerpo cuando usted recibe el nacimiento y todos los apegos son creados por los sentidos. Hay cinco sentidos de conocimiento y cinco sentidos de acción. Los ojos ven, pero es usted quien lo sabe. Cuando usted oye un sonido, es conocimiento; cuando saborea, es conocimiento. De hecho, todo se debe al conocimiento. Cuando usted dice, «he oído», es con el conocimiento con lo que usted dice eso. Así pues, el cuerpo está conectado al conocimiento, y la conexión crea todo eso. Ver, oír, hablar, comer, moverse, todo se produce debido al conocimiento. Si el conocimiento desaparece, los diez sentidos ya no funcionan en el cuerpo. Todas las cosas ilusorias han aparecido debido al conocimiento; así pues, ¿por qué considerarle verdadero? Ocurre lo mismo en un sueño; usted ve y hace toda suerte de cosas, pero al despertar dice, «¿he hecho yo todo eso?» No. Usted sabe que es falso. Aquí es lo mismo, es un sueño largo donde ocurren una multitud de cosas; pero, no obstante, usted dice, «yo he hecho esto», mientras que, de hecho, usted no existe. ¡Eso es lo que usted no comprende!

Debido al conocimiento usted puede decir «yo he hecho esto». Si mata a alguien, usted lo olvida cuando duerme, ¿o no? Cuando usted olvida, no queda nada. Entonces usted despierta del sueño, se establece la conexión con el conocimiento y sigue todo lo demás, el miedo, los acontecimientos, etc. Usted no es el cuerpo, ¿por qué se inquieta? Todos los apegos son producidos por el conocimiento a través de los sentidos. Usted ve y olvida, usted oye y olvida. Si un mentiroso afirma, «yo nunca he dicho eso», ¿puede usted recuperar sus palabras en alguna parte? Mientras el conocimiento está aquí, el apego también está aquí. Comprenda simplemente que no es verdadero, que todo se debe a la ignorancia. ¿De dónde viene el conocimiento? De la ignorancia. Usted ha recibido el nacimiento en la ignorancia, y de ahí ha surgido el conocimiento. Después aparece todo; la mente, los sentidos y el ego se ponen en acción. Pero todo eso es asunto del cuerpo, no suyo; usted no es eso. Comprenda que la realidad no tiene nada que ver con todas esas cosas. Como en el ejemplo de la película que aparece sobre la pantalla. La pantalla misma no se inquieta por nada. En la película usted llora, canta, reza o mata a alguien; ¿pero que queda cuando se acaba la película? ¿Es real el héroe? Si quisiera saber quién es, desaparecería y sólo quedaría la pantalla.

Debido a la ignorancia, este sueño ha aparecido, y usted dice: «yo soy esto». De ahí viene el apego. Mientras el cuerpo está vivo, los diez sentidos deben funcionar; pero comprenda que este cuerpo no es mí mismo, ni mío. Si su vecino muere, usted no muere con él, ¿no es así? Así pues, considere su cuerpo como si fuera su vecino y no usted mismo. Usted acepta el pensamiento: «yo soy el cuerpo», y entonces todo le ocurre y le afecta. Si usted comprende «yo no soy el cuerpo», los apegos y los sentidos mismos ya no tienen ningún valor para usted. Los sentidos no son nada, no funcionan más que por el conocimiento; el conocimiento es su base, sin él no pueden funcionar. Si usted tiene un ataque cerebral, el conocimiento se desconecta. Entonces usted ya no tiene conocimiento de nada. Usted ve pero no lo sabe, usted tiene ojos pero no puede reconocer. El cerebro, que es el conocimiento, está desconectado; la facultad de pensar está interrumpida. ¿Puede iluminar la bombilla si no hay electricidad? Así pues, cuando su vecino muere, usted no muere con él. De la misma manera, sepa que usted no es el cuerpo. «Yo soy el cuerpo» es el efecto de la ignorancia. Pero incluso cuando usted dice, «es mi cuerpo», eso mismo significa que usted es otra cosa que el cuerpo, ¿o no? Si usted dice, «es mi casa», usted no es la casa. Se debe a la ignorancia el que este «mío» haya devenido «yo». Los sentidos funcionan solos, pero usted dice: «yo veo».

Comprenda que este cuerpo no es mí mismo; después deje que los sentidos funcionen o desaparezcan, ¿por qué inquietarse? Si su amigo mata a alguien, usted dirá quizás, «él ha cometido un error», pero no dirá, «yo he matado». Si dice, «yo soy la mano que ha matado», entonces será llevado a la cárcel pues usted se identifica con el cuerpo. Los sentidos han venido debido al conocimiento; pero si usted dice, «yo soy los sentidos» o «los sentidos son míos», entonces usted está ligado a la acción que se produce. Debido a que el conocimiento está aquí, todo ocurre y se pone en acción. Cuando usted duerme, el conocimiento desaparece, los sentidos ya no funcionan. De la misma manera, cuando el cuerpo muere, cuando el poder interno se desconecta, ¿qué queda? Nada. Así pues, mientras el conocimiento o el poder está conectado, usted siente que todo es real; pero usted debe comprender, mientras el poder está conectado, que nada es real. Es así como usted se libera de él. Los ojos ven y usted dice «yo veo», la nariz huele y usted dice «yo huelo», eso es ego. Usted acepta que «yo» es el hacedor, mientras que usted no puede hacer nada. El cuerpo y el conocimiento entran en contacto, se conectan y todo se manifiesta. ¿Puede hacer algo el conocimiento por sí solo? Sin la bombilla, la electricidad no puede dar luz; y sin la electricidad, la bombilla no puede lucir. Así pues, una y otra son necesarias para producir luz. El poder, el conocimiento está conectado al cuerpo, y el cuerpo funciona; pero si usted le considera como «mío», eso es ego. Sin la muerte del ego, usted no puede comprender.

«Yo» no tiene ninguna entidad; es simplemente un pensamiento que ha surgido, y ahora usted debe olvidarle. Con el pensamiento mismo debe comprender que usted no es eso, «yo no soy el cuerpo». En un sueño usted mata a alguien o reza a Dios; los dos actos tienen el mismo valor puesto que no existen. Matar o adorar no son verdaderos. ¿Está usted de acuerdo? Lo que no es real, usted lo considera como verdadero debido al ego; pero, en realidad, no ocurre nada, y es por eso que se llama ilusión. Los ojos ven, pero lo que ven es falso, no es real. Usted oye, ¿pero qué oye? Palabras que desaparecen en una fracción de segundo. La lengua saborea, pero el sabor se desvanece instantáneamente y no queda nada. En su estómago, nada dice nunca, «yo soy un pastel». Todo se mezcla y deviene Uno. El conocimiento es así, entra en contacto y desaparece al momento siguiente. Deja una impresión y desaparece instantáneamente; deviene ignorancia.

Así pues, todo se produce debido al conocimiento, pero usted debe comprender que el conocimiento es la mayor de las ignorancias. El apego se crea, y por la ignorancia usted le considera como real. Usted no hace nada, pero dice, «yo hago todas estas cosas». Lo que usted dice es falso, ¿quién es su responsable entonces? Usted no hace nada, pero dice, «¡yo hago!» Olvide ese «yo» y usted es libre de toda miseria, sufrimiento e ignorancia. El gozo y el sufrimiento son producidos por el ego, pero los aconteceres ocurren y desaparecen, no permanecen. Todo tipo de películas son proyectadas sobre la pantalla, pero la pantalla no se inquieta por ello, sabe que todo es falso. Desde que usted comprende eso, su pregunta desaparece, ya no es. Los apegos conciernen al cuerpo, no a usted. Lo que no es, no puede ser real. Usted ama a una mujer y se casa con ella, pero después de un cierto tiempo ya no la ama y se separa de ella. Las atracciones y las repulsiones no son reales, son el funcionamiento de la mente. El conocimiento es ego. El ego produce toda suerte de cosas. Así pues, olvídele, y usted es Él, la realidad. En un sueño usted tiene mujer e hijos, pero cuando acaba el sueño, ¿llora usted su desaparición? No. Usted dice simplemente que era un sueño. La comprensión debe venir, y cuando viene, mata a la comprensión misma, el conocimiento mata al conocimiento, el pensamiento mata al pensamiento. De hecho, ¿qué es la comprensión? Es el conocimiento de que el conocimiento es siempre falso, es el conocimiento de lo que no es real. Usted quita una espina con la ayuda de otra espina, pero las dos son espinas. De la misma manera, la ignorancia es eliminada con la ayuda del conocimiento, pero los dos son falsos. Deséchelos y usted está fuera de la ignorancia y del conocimiento; deséchelos y usted es Él, la realidad.

Pregunta: Maharaj dice que después de su muerte, la persona realizada ya no vuelve nunca al cuerpo, ya no vuelve nunca al mundo. ¿Significa eso que todo se disuelve?

Maharaj: Para él está disuelto todo, pues ha comprendido que no ha nacido nunca y que, por consiguiente, no morirá nunca. Él no ha nacido nunca, sólo el cuerpo ha recibido el nacimiento debido al deseo de nacer. Cuando él comprende que este deseo mismo es falso, ¿cómo puede morir? Él dice, «yo no muero nunca, sólo la realidad es, eterna». Todos los seres mueren en este mundo, pero el que ha comprendido: «yo soy Él», no muere nunca. ¿Cómo podría morir lo inmortal? Sólo muere lo mortal, y eso que es mortal le ha recubierto a usted; lo que desaparece es lo mortal, pero usted no desaparece. Usted es inalterado, siempre el mismo. Todos los problemas y las enfermedades vienen al cuerpo, no a usted. Sólo cuando usted dice, «yo soy el cuerpo» le afecta la enfermedad; cuando usted se identifica al cuerpo, le afecta todo, el nacimiento, la muerte, la enfermedad. Si usted dice, «yo no soy el cuerpo», entonces no es tocado.

Es el ego el que le hace decir «yo he nacido»; pero, de hecho, usted no nace nunca, usted no muere nunca. Sobre la pantalla, las películas aparecen y desaparecen, pero la pantalla no es afectada; ella es siempre idéntica a sí misma; ella muestra enfermos, gentes que mueren, ¿pero acaso muere ella con ellos? De la misma manera, la realidad permanece incambiada, y todo lo que usted ve y percibe sobre ella no es nada más que su sombra o su reflejo. ¿Pierde su valor el oro si se funde o se usa para fabricar joyas? El oro permanece siempre oro. Haga usted con él una imagen de Dios o una imagen de perro, el oro no cambia. ¡Incluso si usted hace con él un asno, el oro no deviene un asno! Lo que usted ve y percibe no es nada; usted da nombres y formas, pero éstos son falsos; sólo la realidad es. Todo no es más que la sombra de la realidad. Ya sea que esté en el brazalete de una prostituta o en la corona de un dios, el oro vale lo mismo. De igual modo, todo aparece y desaparece en la realidad, pero la realidad permanece siempre la realidad; por eso es llamada así. La realidad no cambia nunca, no nace nunca y no muere nunca; y usted es eso. Comprenda que el cuerpo muere, pero usted no. Usted llora cuando está a punto de desaparecer, pues piensa, «yo soy el cuerpo». Las personas realizadas dicen, «¡el cuerpo me ha recubierto como un absceso!»; entonces, cuando el cuerpo se va, piensan, «¡formidable, el absceso desaparece!».

La mente es una cosa increíble que no sabe nunca lo que quiere. Cada día desea algo más, siempre más y más. Uno se deshace fácilmente de un absceso, pero el deseo de tener un cuerpo es tan fuerte, tan poderoso que usted no puede comprenderle. El cuerpo siempre tiene dolores en un sitio o en otro, y los deseos también son dolorosos para la mente. La mente siempre está en conflicto y todo es difícil para ella. Si usted no hubiera recibido el nacimiento, no habría ningún problema; el sueño aparece para el que duerme, el que no duerme no puede soñar. Dormir significa olvidarse de usted mismo, y entonces comienzan los trastornos. El que no se olvida, es siempre la realidad. La realidad no tiene forma ni nombre, y si usted no los crea, entonces es libre. Así pues, yo digo a todos, «usted es la realidad, pero ha tomado forma y nombre, eso es el error». Usted debe olvidarlos ahora. Sobre la pantalla, usted ve al héroe y al malvado, usted los juzga a uno bueno y al otro malo, pero no hay más que la pantalla. El resto no es nada. ¿Qué comentarios se pueden hacer entonces a propósito de nada? La pantalla muestra igualmente al villano y al héroe, pero ella permanece siempre virgen, no alterada. Nada la toca. Si los personajes comprenden lo que son, desaparecen y sólo queda la pantalla. Olvide el ego, nada más; todos los problemas que le asaltan se deben sólo a él. El ego significa conocimiento, y el conocimiento, como la ignorancia, es la causa del olvido de usted mismo. El conocimiento crea lo falso, es la causa de todo sufrimiento. ¿Por qué ha dicho Cristo, «conózcase a usted mismo»? El «usted» desaparece, eso es conocerse a sí mismo. Conózcase a usted mismo y usted conoce el mundo. Si usted se conoce a usted mismo, ni usted ni el mundo permanecen, los dos desaparecen, y usted es libre; sólo la realidad permanece.

Pregunta: ¿Cuándo usted emplea la palabra conocimiento, quiere decir Chit en sánscrito?

Maharaj: No, quiero decir conocimiento.

Pregunta: A veces estoy confundido, pues ora usted dice consciencia y ora conocimiento.

Maharaj: Los dos son uno, son como hermanos gemelos. Antakharana es el conocimiento, la sensación interna «yo soy».

Pregunta: ¿El conocimiento es un producto de la mente?

Maharaj: No, los dos son uno. La mente es el conocimiento. El conocimiento es la consciencia.

Pregunta: Estoy desorientado, pues en la mayoría de los libros se dice que la realidad es la consciencia.

Maharaj: El punto de partida «yo» es el conocimiento. Cuando usted siente «yo soy», eso es el conocimiento.

Pregunta: Yo comprendo «yo soy» como contenido en la consciencia.

Maharaj: Diga lo que quiera, no hay ningún problema. Pero los dos no son más que una sola y misma cosa. El conocimiento objetivo aparece por la mente; si no hay mente no hay conocimiento. ¿Cómo son creados? Desde que usted siente «yo», surge el conocimiento.

Pregunta: Cuando medito, por ejemplo, yo no tengo ningún pensamiento y por lo tanto no hay conocimiento; pero la consciencia está ahí.

Maharaj: ¡Pero esa consciencia es conocimiento! Ciertamente no hay conocimiento de un objeto. El conocimiento del objeto (conocimiento objetivo) es la mente; y es gracias a la mente como usted conoce el mundo.

Pregunta: Entonces, cuando uno sabe que uno es, ¿eso es la consciencia?

Maharaj: Sí, la consciencia.

Pregunta: En el estado sin-estado, ¿uno no sabe que uno es?

Maharaj: No, pues ahí «usted» no existe, sólo la realidad es. Usted ve todas las películas en la pantalla, pero la pantalla no tiene película. Todos los colores aparecen sobre la pantalla, pero la pantalla no tiene colores. Es lo mismo con la realidad, una multitud de cosas aparecen en ella para desaparecer después; pero la realidad no tiene nada que ver con todo eso.

Pregunta: He comprendido, pero querría una última aclaración. A veces en la meditación me traspongo, y cuando miro el reloj constato que ha pasado mucho tiempo aunque tengo la impresión de que sólo ha pasado un minuto. ¿Es eso el estado sin-estado, cuando uno desaparece simplemente?

Maharaj: ¡Olvide todo y usted está ahí! ¡No se acuerde siquiera de usted mismo! Porque si lo hace, usted se acuerda inmediatamente de alguna otra cosa. ¡Olvide! Olvide incluso la realidad, y ella está ahí. Si usted trata de acordarse, se trata siempre de un objeto, de alguna otra cosa. ¡Usted no puede conocerla! Ahí, el conocimiento deviene ignorancia. Así pues, olvide el conocimiento y la ignorancia, y usted está ahí. Se le llama el estado sin-estado. Ahí, no hay ni estado ni concepto ni pensamiento, es la realidad. Todo aparece y todo existe debido al conocimiento, pero ¿de dónde viene el conocimiento? ¡De la ignorancia! El conocimiento y la ignorancia son las dos caras de una misma moneda.

Pregunta: ¿Por ignorancia, usted quiere decir vacuidad, vacío?

Maharaj: Sí, cero.

Pregunta: ¿El olvido es entonces la naturaleza de lo real?

Maharaj: No, la realidad no puede olvidar ni acordarse de nada. En la realidad no hay ignorancia ni conocimiento. No hay tendencias ni atributos, pues la realidad es más allá. Cuando duerme, usted olvida todo; entonces emerge un pensamiento y se desarrolla el sueño. De la misma manera, la realidad es olvidada pero no es su naturaleza. Olvidar o acordarse no concierne a la realidad. De hecho, sólo la realidad es; así pues, ¿quién puede acordarse u olvidar? Se debe simplemente a la ignorancia el que algo haya pasado, y usted toma eso por verdadero; así pues, olvide eso y Ella está aquí. «Aquí», no es más que una palabra, y en la realidad no hay palabras. Si usted comprende correctamente que nada es verdadero, entonces, automáticamente, Él es verdadero. Se deben utilizar palabras, o de otro modo, usted no puede comprender; pero las palabras no pueden alcanzar-Le. Por ejemplo, usted duerme y sobreviene un sueño; pero para saber qué es un sueño, usted debe ir al sueño y después puede decir qué es un sueño. En este mundo todos están en un sueño; «sueño» aquí quiere decir ignorancia. De la ignorancia surge un pensamiento, y la ilusión, el sueño, se despliega. Todos los seres están en la ignorancia; eso significa que duermen, son sólo cuerpos que actúan en el mundo, cadáveres ambulantes. Usted se considera como un cuerpo vivo, pero el cuerpo no es más que un cadáver; sólo funciona porque está conectado al poder interno. Usted se esfuerza en acumular toda suerte de conocimientos del mundo, quiere el mayor número de títulos posibles; ¿pero qué es todo eso? Nada más que ignorancia. Ese conocimiento concierne sólo a la ilusión, que por definición no existe.

Usted es y no es, la realidad es así. ¿Entonces dónde encontrarla? Olvide simplemente «yo», y Él es. Olvide su mente, olvide su conocimiento y su ignorancia, olvide todo lo que usted ve y percibe de este mundo. Olvidar quiere decir, «eso no es verdadero». No hay ninguna necesidad de dejar nada, comprenda simplemente que no es real; «yo» quiere siempre lo que no es, está en su naturaleza engañarle, decir y ver lo falso. Todos los nombres son falsos, délo por hecho. Son sólo ilusión, pero, sin embargo, usted da nombres a todo y a todos. ¿Por qué no puede encontrar la realidad? Porque el origen de «yo» es cero, el vacío. «Yo» no existe. Su nombre es Peter o Paul, ¿pero puede usted encontrarle en alguna parte? No, porque viene de nada, de cero. Usted dice «sí» a lo que no es; así pues, ¿cómo puede eso ser real? Todos están en la ignorancia, pues todo tiene por origen la ignorancia, el olvido de la realidad. De ahí ha surgido todo, y por ignorancia usted dice que todo es verdadero, que todo es real.

En el sueño profundo, que no es más que un cambio de estado, todo deviene cero. ¿Sabe usted dónde está cuando duerme, cuando olvida? En esa ignorancia emerge un pensamiento y usted deviene alguien en el sueño. La realidad no tiene tendencias, ni de olvido ni de recuerdo. Lo que dice «yo» es siempre falso. Sócrates ha dicho, «lo que usted ve y percibe por la mente no es verdadero». Usted ve una multitud de cosas, pero no está satisfecho nunca. Usted sólo obtiene satisfacción cuando comprende que lo que «yo» ve es nada. Es mi pensamiento, mi poder interno el que se exterioriza para volver después dentro, y en él veo todo. ¿Qué ocurre cuando toma una foto? El rayo va hacia el exterior y vuelve al interior, el resultado es la foto. Así pues, todo es este poder interno que sale por el ojo y llega hasta el sol para volver de nuevo al interior. Por este poder usted ve todo. ¡Es por ignorancia que usted cree que todo está en el exterior mientras que todo está en usted! «Usted» aquí significa poder; todo está en ese poder. Es por eso que los Santos le dicen que vaya al interior. ¿Pero dónde ir? Usted es eso, ¿dónde ir entonces? Ellos le dicen que todo está en usted y que es un malentendido el que le hace creer que todo está en el exterior. Lo que yo veo y percibo no es nada más que mi sombra, diga al menos eso, es mejor que nada. Se dice que los ojos obtienen satisfacción cuando ven que todo es mí mismo. No hay nada aparte de mí mismo. Usted mira su propia foto, ¿cuántas veces la contemplará? Dos o tres veces todo lo más, pues esa imagen es su reflejo, no es real. Si usted toma el reflejo por lo real, entonces se olvida de usted mismo.

Ahora yo digo que todo lo que usted ve y percibe no es nada más que su pensamiento. Usted dice que es un árbol; así pues, es un árbol, pero él no dice nunca que es un árbol. Los ignorantes a quienes se les ha dado un nombre, dicen orgullosamente, «yo soy eso, yo soy fulano». Usted se cree superior al resto de la creación, pero usted es mucho más ignorante, puesto que acepta ser lo que no es; así pues, ¿qué hacer entonces? A lo que no es usted, le dice «sí». ¿Qué hacer entonces?

Usted se ríe de aquel que, bajo el efecto del alcohol, delira y dice tonterías; usted no le cree. De la misma manera, las personas realizadas se ríen de usted, ya que todo lo que usted puede decir o hacer no son más que niñerías. Cuando los niños juegan, muestran piedras diciendo, «ésta es mi casa, éste es mi coche, etc.» ¿Acaso lo cree usted? Las niñas pequeñas juegan con muñecas y le invitan al matrimonio, «venga a la ceremonia, mi muñeca se casa». Y usted responde, «sí, sí, iré». ¿Pero hace usted los preparativos que sean para asistir? No, pues usted sabe que no tiene nada que hacer ni ninguna parte adonde ir; pero si el hijo de su amigo se casa, usted lo toma en serio y por la mañana temprano se apresura para estar listo. Simplemente porque usted cree que es real. Cuando comprende que no es real, usted ya no hace ningún preparativo para nada. A usted le importa poco que eso se haga o no se haga. Los Santos comprenden que ocurra lo que ocurra, es mi orden, sea bueno o malo; porque ese poder que ha creado el mundo entero es el mismo poder que está en mí. Así pues, usted puede decir, «es mi orden que todo pase así». Incluso si muere la persona que usted ama, en lugar de decir, «es la voluntad de Dios», diga, «es mi elección que esto pase así». En ese momento usted deviene el conocimiento universal.

Ahora voy a ir un poco más adelante diciendo que este poder que ha creado el mundo no es verdadero tampoco. Cuando tiene un sueño, usted es su creador, ¿no es así? Pero al despertar, usted mismo se dice, «eso no es real». Los Santos dicen que el creador ha creado el mundo, pero que todo desaparece en el vacío, en cero. Así pues, no es real. El mundo ha sido creado en la obscuridad. El creador ha creado el mundo en la ignorancia, en el olvido de la realidad; así pues, el mundo no es real y el creador de lo falso es falso igualmente. Exactamente como cuando usted duerme; usted olvida todo en el sueño profundo y seguidamente aparece el sueño. ¿Es real el sueño? Su origen es la ignorancia y la realidad no tiene nada que ver con todo lo que se produce en la ignorancia. Numerosas películas han aparecido en la pantalla, ¿pero se inquieta por eso la pantalla? En la película usted canta, llora, se agita; pero cuando la película termina, no queda nada. Usted cree real lo que ve y percibe en la ignorancia, y dice que eso es la expresión de la realidad. ¡Es falso!

Si el olvido está aquí, si la ignorancia está aquí, el conocimiento también debe estar aquí; son las dos caras de una misma moneda. La realidad no tiene ninguna tendencia o cualidad, no tiene olvido ni recuerdo. La realidad es, y sobre ella ocurren toda suerte de cosas, pero la realidad no es tocada. En el recuerdo, en el conocimiento, hay automáticamente la tendencia contraria que es el olvido, la ignorancia. Si usted se acuerda, eso quiere decir que había olvidado. Un Santo ha dicho, «es muy fácil olvidar». Rama, su hermano Lakhmana y Hanuman olvidaron; los dioses también olvidan, todos han cometido errores. Brahma es el creador del mundo, Vishnu le mantiene y le protege y Shiva es el destructor que dice que el mundo no es real. Olvidar es una cosa común a todos. El olvido, la ignorancia, está ligado al conocimiento; pero la realidad no tiene nada que ver con él. Conocimiento e ignorancia son conceptos que tienen por origen cero. Lo que comienza en cero tiene los atributos de conocimiento e ignorancia, de olvido y recuerdo. Usted debe ir más allá de cero, más allá de lo que no existe. Es lo que se llama la vía secreta. Aquellos que son fuertes y valientes pueden ir más allá del vacío, más allá de cero. Basta estar convencido de que todo es nada. Ciertamente, requiere coraje decir que todo es falso, que todo es mi pensamiento, comprendidos los dioses y los demonios. Mis pensamientos positivos son llamados Dios, y mis pensamientos negativos Demonio, eso es todo.

Así pues, cuando usted olvida la realidad, puede producirse cualquier cosa; pero la realidad no tiene olvido ni recuerdo, ignorancia ni conocimiento. Si la realidad tuviera la facultad de olvidar, no habría nada en absoluto. Si no hay cimiento, ¿cómo puede tenerse en pie el edificio? ¡En el olvido de la base, un solo pensamiento ha creado el mundo entero!

Conversación sin fecha I

Maharaj: Si quiere seguir una práctica, usted tiene que seguir a alguien que sea una persona realizada. Los métodos están llenos de frustraciones y no dan ninguna satisfacción real. La realidad no tiene ningún método. La ilusión tiene muchos métodos, muchos problemas y muchos conceptos. Para vencer a la ilusión, o a los conceptos, uno debe preguntar, «¿de dónde viene todo este pensamiento?» El pensamiento es siempre sobre otras cosas. Para conocer la realidad sin-pensamiento, no se requiere ningún pensamiento. Es donde no hay ningún pensamiento. Cualquier cosa que usted piense, sepa que no existe. Todo es Él sólo; y aparte de Él, no hay nada en el mundo. Sea cual sea el pensamiento, siempre hace de Él otro que lo que Él es. Cuando el pensamiento acaba, ¿qué acontece? Entonces usted va a cero.

Despertar no es nada más que una comprensión total, completa. Despertar es la comprensión tajante de una cosa. La realidad no se obtiene, está aquí. Después de esta comprensión tajante, no se requiere nada.

Mientras el cuerpo está aquí, el Santo actúa. Él llama «madre» a su madre, y «esposa» a su esposa. Pero, sin embargo, él sabe. Si alguien le pregunta, «¿cuál es su nombre?», él da su nombre; pero, sin embargo, sabe: «yo no soy esto». Se requiere esta comprensión tajante. La comprensión completa es llamada «Eso». Sea en «Eso». Sea como una hoja de loto —usted es producido en agua, vive en agua, pero usted no es tocado por el agua. Permanezca así, nada más. Una vez que usted sabe, «yo no soy esto», entonces deviene sin dudas. Mi Maestro me dijo, «después de comprender, si quieres quedarte, quédate. Quédate en la cárcel, pero recuerda, “yo no soy una víctima”». Uno no puede provocar dejar lo ilusorio tan deprisa; así pues, viva en ello; pero comprenda que «yo no soy la víctima». El ego es así; permanece en muchas figuras y maneras diferentes. Así pues, uno debe estar siempre alerta; y entonces, una vez que su comprensión es completa, no hay nada de qué inquietarse. Lo que usted ve es ilusión. Si usted comprende que «mí mismo es ilusión», entonces ¿dónde está todo? Las gentes no comprenden que la ilusión es nada. ¿Cómo puede ella bloquearle a usted? ¿Cómo puede nada bloquearle a usted?

Lo que ve y percibe está en usted y no fuera. Usted no es el cuerpo, délo por hecho. Cuando la mente acepta un pensamiento y se apega a él, entonces todo se ve como «otro» que Él.

En la naturaleza humana, el miedo está siempre. Todo el mundo tiene miedo, debido a que creen que «yo soy el cuerpo». La mente crea este miedo que no es nada sino su propio concepto. El miedo surge en la mente debido a la inestabilidad del mundo. El mundo cambia a cada minuto. Si usted va más allá de la ignorancia y del conocimiento, entonces no hay ningún miedo. Por ejemplo, una pantalla no tiene ningún miedo de la película debido a que la pantalla es estable. Así pues, lo que no es estable siempre tiene miedo. Su mente cambia a cada momento y no puede permanecer estable por sí misma. Si su mente conoce su propia fuente o su propio comienzo, sólo entonces puede ser feliz. Mientras hay un cuerpo, hay miedo. Si usted quiere ser sin miedo, sea lo que es sin miedo, debido a que eso no tiene fin. La realidad final no tiene fin ni comienzo, es sin límites. Es tan sutil que todos los pensamientos y conceptos desaparecen. La dualidad contiene el miedo, la unidad no tiene ningún miedo.

Quite la espina del ego. Quite el nombre y la forma, y no hay nada. Usted ve por su propia comprensión que todo es ilusión. ¡Experiméntelo! Usted no quiere ver debido a que la mente no le deja ver. La mente es el único obstáculo que le mantiene alejado de usted. La mente dice, «esto es verdadero». Diga a la mente, «esto no es verdadero». Comprenda a la mente, y entonces ella no permanece.

Usted puede ver el espacio, puede observar el espacio, puede sentir el espacio, pero la realidad es más allá del espacio. El espacio es cero, donde no hay ningún silencio, ni voz, ni paz, ni ningún estado. Todo esto son cosas condicionadas. El silencio no es Él, la paz tampoco es Él. Él no tiene nada. Si hubiera tenido algo, entonces eso habría sido la realidad, y no Él. Nada puede perturbar-Le debido a que no existe. La realidad no requiere nada, pues de otro modo eso habría perturbado a esa realidad.

Entonces, el aspirante puede preguntar, «¿qué debo hacer?» ¡No haga nada! Las palabras sólo llegan hasta el espacio. El Señor Krishna dice en la Bhagavad Gita, «ahí, de donde vienen las palabras, eso es mí Sí mismo». Eso es mi Sí mismo. En la Biblia, Cristo dice también la misma cosa, «conócete a ti mismo y conoces el mundo». Vaya adonde acaba el pensamiento, vaya a eso, y ahí es el Sí mismo. Así pues, yo lo llamo siempre, «Sí mismo sin sí mismo». La realización del Sí mismo es Sí mismo sin sí mismo. Mientras permanece «realizar», permanece el sí mismo. Los ojos han adquirido el hábito de ver lo que no es. El Maestro le lleva a eso, a la realidad, y dice, «compréndase a usted mismo». Ésta es la situación.

Mi Maestro, Siddharameshwar Maharaj, daba primero el conocimiento, mientras que nuestros mitologistas dicen que primero se debe tener renunciación, y que después se recibe el conocimiento. Siddharameshwar Maharaj decía que la renunciación sin conocimiento es inútil. Ella deviene una esclavitud de la mente. Por ejemplo, se prepara una buena comida. Hay un olor agradable y todo el mundo quiere comer. Pero alguien dice a los demás, «no comáis». Ellos preguntan, «¿por qué no? Entonces se les hace saber que hay veneno en la comida. El conocimiento del veneno lleva a la renunciación inmediata. Así pues, si hay conocimiento primero, la renunciación debe venir automáticamente.

Primero se requiere la comprensión mental; y después de eso viene la comprensión práctica. El talento intelectual es la cosa más grande. Sin el intelecto, uno no puede comprender. Así pues, usted tiene que comprender completamente con el intelecto, y entonces, ese conocimiento o esa comprensión se sumergirá, debido a que el conocimiento es un pensamiento. Un pensamiento bueno o un pensamiento malo, los dos son pensamientos. Así pues, el conocimiento es una espina de oro, y la ignorancia es una espina ordinaria, y ambas son esclavitud. Suponga que a sus manos se les han puesto grilletes. Los grilletes pueden ser de hierro o pueden ser de oro, pero son una prisión. Lo mismo ocurre con las espinas. Uno debe comprender y deshacerse de ellas. Es muy difícil deshacerse del conocimiento, debido a que el ego permanece donde hay conocimiento. El conocimiento es el ego, nada más. Para borrar ese conocimiento, uno debe decir, «yo no sé nada». Como decía Sócrates, «Yo sólo sé que yo no sé».

No hay ninguna experiencia en la realidad. ¿Qué experiencia tiene usted cuando duerme profundamente? Ese conocimiento, o ese poder está aquí, y todo lo demás no es. La realidad es más allá de la ignorancia y del conocimiento. Por ejemplo, la obscuridad y la luz van juntas. Si se apaga una luz, la obscuridad está aquí; y si usted enciende esa luz, la obscuridad desaparece automáticamente. Ellas son uno. De la misma manera, el conocimiento y la ignorancia son uno. En las palabras de mi Maestro, Siddharameshwar Maharaj, «el conocimiento es la mayor ignorancia». Por medio del conocimiento nosotros conocemos eso que es nada; y éste es el truco, nada más. Uno debe conocer este truco.

Lo que conoce usted hoy, lo que conocerá usted mañana, es lo mismo. De la misma manera, el conocimiento no cambia nunca. Debido a la ignorancia, los efectos difieren. Si usted coloca una cubierta sobre la luz, entonces habrá obscuridad; y si después quita la cubierta, entonces vuelve la luz.

Quite el velo de la ignorancia que ha venido sobre usted. Quite la cortina de delante de la luz, y la luz está aquí. En el sueño profundo uno va a este «final». Vaya al «final» y encuentre a su Sí mismo. Encontrar significa olvidar su mente, sus pensamientos y su individualidad.

No se necesita demoler nada. ¿Por qué demoler algo? ¿Qué son estas cosas? Las cosas no vienen a inquietarle, es usted quien entra en ellas y se inquieta. Esta silla no dice nunca, «yo soy de usted». Es usted quien dice, «ella es mi silla». Así pues, ¿de quién es la culpa? No de la silla, sino de usted mismo. Usted no tiene nada que ver con ella. Usted debe ver el mundo de esa manera.

Usted debe seguir adelante. Debe haber obstáculos, pero los obstáculos deben ser vencidos. Uno debe vencer los problemas. Un problema es un pensamiento. Desde su infancia, usted ha acumulado muchos pensamientos. ¿Quién le ha dado todos esos pensamientos? Su padre, su madre, sus amigos en su círculo. Todo ha venido a usted. Todos ellos son gentes ignorantes; así pues, ¿qué pueden darle? ¿Qué puede dar la obscuridad a la luz? ¿Dígame? Nada, ¿o no? ¿Qué puede encontrar usted en la obscuridad? ¡Nada! Todos los pensamientos, todos los hábitos no son verdaderos. Todos han venido a usted debido a la ignorancia. Vaya a la fuente de donde surgen, y se disuelven. Toda esclavitud es sólo esclavitud mental que usted ha tomado de algún otro. El dinero prestado no es suyo. De la misma manera, usted ha tomado los pensamientos de otros y los ha tomado como su propia esclavitud. ¿Cómo puede ser? ¡Deseche esa esclavitud! ¿Quién se lo impide? Dé el dinero al prestamista, y usted es libre de toda deuda. Usted tiene que ser libre de la deuda.

¿Cómo puede usted saber cuándo ha encontrado a un Maestro? No hay pruebas ni estadísticas. Lo que hay escrito en los libros de conocimiento por muchos Santos y personas experimentadas, debe ser experimentado por usted. Un Maestro dice, «esto es sal». Los libros también describen la sal. Póngala en su boca y vea por usted mismo si es salada. Lo que dice el Maestro, usted debe experimentarlo. Usted sólo puede descubrir «saboreando».

Cuando el Maestro le enseña, usted puede obtener la experiencia. Nada es imposible en el mundo. Usted es Él; así pues, ¿qué es imposible? Pero usted no comprende esto, no lo toma en serio. Debido a la identificación con el cuerpo y mente, usted dice que usted no es perfecto. Todo desaparece en el sueño profundo; así pues, ¿por qué no puede ir al fin de usted mismo? ¿De dónde viene este poder? Encuentre la fuente, y eso es su Sí mismo. Uno puede comprender la realidad final si el Maestro le da la dirección verdadera. Si la dirección es falsa, usted no puede llegar al destino. El Maestro debe ser perfecto; sólo entonces puede mostrarle la senda a la realidad.

Todos quieren ser un Maestro. Incluso entre dos muchachos, siempre hay uno que será el Maestro del otro. Esa es la naturaleza del poder que hay dentro del hombre. Si usted experimenta por usted mismo lo que dice el Maestro, si puede verificarlo, entonces es verdadero. De otro modo, la separación entre Maestro y aspirante permanece. En la verdad no hay ninguna dualidad entre ellos. Así pues, la cuestión del miedo no existe. Cuando eso está plenamente satisfecho y hay la sensación de que no queda nada que adquirir en el mundo, entonces uno se siente completamente en paz. Esa satisfacción viene a usted. Uno debe experimentar por sí mismo y después hablar; de otro modo, se debe guardar silencio.

La fe se requiere hasta la comprensión sólo. Después, ya no se requiere ninguna fe. Suponga que usted tiene seis millones de dólares en el banco, y que yo le digo, «tenga fe». ¿Hay algún significado en eso? Usted dice, «no, yo sé que los tengo». Una vez que usted comprende, una vez que viene la comprensión tajante, entonces no se requiere ninguna fe. Pero para tener fe, el ego debe ser sometido. El niño pequeño tiene mucha fe en la madre; así pues, la madre hace todo por él. Antes de que llore, ella le da leche, y todo. Suponga que la madre se cae con su hijo. Cuando se levanta, primero mira si su hijo tiene algún daño. De la misma manera, el Maestro es también así. Cuando uno tiene fe, el Maestro sabe. Todas las incomprensiones y dudas de los aspirantes son aclaradas por él. Usted sólo tiene que conocerse a usted mismo. Usted sólo se representa bien o mal a usted mismo. Si esa comprensión no viene, entonces el ego permanece.

Hay un dicho en la India, «con un poco de jengibre, no se puede poner una tienda de ultramarinos». Muchas gentes hablan de Dios, aunque no conocen a Dios. ¿Por qué? Porque siempre se están moviendo en la dirección opuesta de Él. Si usted quiere ir a las montañas del norte, y va hacia el sur, ¿cómo puede llegar a las montañas? ¿Dónde está Dios y Quién es Dios? ¡Uno debe saber que Él no está fuera, sino dentro de uno! Los pensamientos se dirigen de modo natural hacia fuera; deben volverse hacia el Sí mismo con la ayuda del Maestro.

Encuentre quién es usted. Cuando todos los pensamientos acaban, Él es. Olvide todo lo que ha aprendido hasta ahora; entonces Él es. De esta manera, uno está en paz. La paz viene de dentro de nosotros mismos. Cristo dice, «conócete a ti mismo y conocerás el mundo». Cuando usted va al verdadero fin de usted mismo, la cuestión de la paz no surge. No queda nada; usted es usted mismo.

Comprenda por usted mismo que la muerte es nada. Sepa que, «yo soy sin nacimiento, yo soy sin muerte, yo no he recibido el nacimiento nunca y nunca moriré». Quítele a la serpiente el diente venenoso y juegue con ella. Usted sabe entonces que no le hará ningún daño. La muerte es nada. Cada día, cuando usted se duerme, es como una muerte pequeña. ¿Por qué tener miedo? No hay nada. Todo es ilusión. Mantenga su mente sólo en ese estado sin miedo. Como se quita el diente venenoso, de la misma manera, ¡juegue con el mundo, juegue con la ilusión!; no hay ningún mal en ello. Ello no afectará a su mente. ¡Viva sin miedo!; sabiendo que «yo soy ese poder real» no hay ninguna muerte, ningún miedo. ¡No hay nada! ¿Qué podría hacerle daño?

Yo puedo decírselo, pero es usted quien tiene que quitar la espina. Ella no existe, délo por hecho. Ella no existe, pero usted siente su existencia. La dificultad es que no la deja en paz. Usted tiene miedo de lo que acontecerá. No va a acontecer nada. Hasta ahora no ha acontecido nada; así pues, ¿qué va a acontecer ahora? Así pues, para quitar la espina del ego, diga siempre, «yo no sé nada, yo no veo, yo no oigo, yo no como, yo no duermo, yo no camino, yo no hago nada». Entonces, «yo» no es y el ego debe partir.

Uno debe ser valiente para vivir verdaderamente. Cuando usted es valiente, el miedo no permanece. Sea valiente y tenga fe en el Maestro. Haga lo que él dice, debido a que usted y Él son uno. Deshágase del velo. Es fácil dejar eso que es nada, pero es difícil ver eso que está presente y que usted ha olvidado. Hay una costumbre india en la que se distribuyen dulces a todos los parientes el día trece después de la muerte. ¿Cuál es el significado de esto? El significado es: «la persona no ha muerto, no muere nunca».

Conversación sin fecha II

Pregunta: La primera vez que encontró a Siddharameshwar Maharaj, a la edad de doce años, ¿cómo supo usted que era su Maestro?

Maharaj: Yo le vi y él me conquistó. Ése es el punto principal. Desde mi nacimiento mis pensamientos habían estado siempre del lado de los Dioses —el Señor Krishna, Rama y otros Dioses de la mitología hindú.

Yo practicaba con todo corazón desde la edad de seis años. Estaba muy absorbido en el culto del Señor Krishna con muchísima devoción. Iba a los templos y a las peregrinaciones. Todos los miembros de mi familia también hacían culto junto conmigo. En aquella época, mi salud era muy débil y yo ayunaba y hacía muchas, muchas cosas. En la India hay un mes extra que se llama «Purshutamath», el mes del Señor Krishna. Durante este mes yo no hablaba, ni siquiera durante las comidas. Sólo quiero decir que durante aquella época yo hacía muchas cosas.

A una cierta edad tuve un accidente. Estaba caminando junto con mi padre y una carreta me pillo la pierna. Los huesos se rompieron por tres sitios. Me la vendaron completamente. En aquella época mi madre estaba embarazada, de modo que mi vecina se hizo cargo de mí. Era una señora anciana muy religiosa. Finalmente, viví con ella durante veinte años. Y como ella era muy religiosa, me llegaron muchos pensamientos de este tipo. Su sobrino trabajaba en la oficina de un procurador, donde el secretario se llamaba Mr. Okaria; era un hombre que estaba en contacto con Siddharameshwar Maharaj en aquella época. Este sobrino era de una naturaleza muy diferente debido a que no creía en Dios. En 1925, fui con Mr. Okaria al lugar de nacimiento de Siddharameshwar Maharaj (Pathri), sólo para ver lo que había allí. La personalidad de mi Maestro era tan grande que cuando alguien entraba en contacto con él, no podía irse sin ser tocado. Así pues, aunque su sobrino no creía en Dios, no obstante, tomó el mantra de Siddharameshwar Maharaj. Cuando volvió a Bombay, me dijo, «cuando Siddharameshwar Maharaj venga a Bombay, te llevaré a él. Debes recibir el mantra». Así pues, yo tomé su mantra y su bendición. Vino a mí automáticamente. Aunque yo era un creyente en Dioses ídolos y los adoraba como una persona fanática, al día siguiente los dejé. ¿Cómo? No lo sé.

Pero cuando le vi olvidé al Señor Krishna. Ésta es la cosa más grande que vi en él. Así pues, lo que quiero decir es que cuando le vi, me sentí muy natural; así se lo digo; y olvidé al Señor Krishna, se acabó. En todo esto —no quedó nada en mí. Así pues, de este modo encontré a mi Maestro y por su gracia comprendí. Todo el honor es para él y no para mí.

Algunas gentes me preguntan, «¿cuándo podremos obtener esto (la comprensión de la realidad)? ¿Cómo acontecerá?» Acontece si su mente lo desea muy abruptamente. Así pues, desde el día en que le encontré, yo olvidé todas las palabras. Comprendí que el Maestro es la única persona en el mundo de quien se puede recibir algo. Su conocimiento era muy grande y muy simple. Él no usaba nunca palabras grandes y complicadas, y creía que los Vedas —los libros sagrados más elevados de la India— debían enseñarse también a las mujeres y a los niños. Estaba seguro de su propia comprensión de la realidad y sentía que comprender era el derecho de nacimiento de todos. Esto sólo puede obtenerse en un cuerpo humano. Los animales y los pájaros, por ejemplo, no tienen poder de discriminación. El poder es el mismo, pero la función de discriminación no está. Sólo el cuerpo humano ha recibido la función de discriminación —entre el bien y el mal, entre lo que es realidad y lo que es irreal, entre lo que es ilusión y lo que es Dios.

Pregunta: Cuando encontró a su Maestro la primera vez, ¿usted rechazó todo de golpe?

Maharaj: Sí. «Rechazar» significa que dejé lo que entonces era mi vida —el culto era mi vida. Así pues, primero rechace eso. Entonces, ¿qué más había que rechazar? Después de eso, no se necesita rechazar nada, ¿o no? Pero los miembros de mi familia estaban contra mí. Mi madre vino a escucharle, pero ella y mi familia estaban contra mí. Yo nunca me inquieté por ellos. Yo les dije a todos, «no me inquietáis». Yo era un joven muy decidido, así se lo digo (risas).

Pregunta: Uno tiene que serlo, ¿no es así?

Maharaj: Uno tiene que serlo. A no ser que usted devenga muy decidido, usted no puede aceptar la realidad. Ello depende de su muerte. Una cara es la muerte y la otra es la realidad. Yo acepto la muerte. «usted no va a morir, debido a que usted es la realidad». Uno debe tener esa fuerza. Los miembros de mi familia estaban muy en contra mía, mis hermanos y muchas gentes. Yo dije, «¡no me importa nadie!» Así pues, uno debe tener esa gran comprensión. La comprensión le hace más fuerte. Nada más. Si usted llama a un médico, él le dirá, «yo le curaré, no se inquiete». Entonces le da la medicina. Usted debe aceptarla, ¿o no? Él ha recibido esa comprensión. Otros doctores dicen que usted morirá. Así pues, no, no se inquiete por ello. Tenga fe en usted mismo. Si pierde su fe en usted mismo, entonces está perdido. Entonces usted deviene la criatura más pequeña del mundo. ¿Qué hay aquí (Maharaj muestra con su mano el espacio entre los dedos pulgar e índice)? En el mundo hay muchas gentes, ¿o no? ¿Cuál es el significado de una persona? Él puede ser el más grande de los grandes, ¿pero qué es? Cuando usted sabe que todo el mundo es Él, entonces usted puede comprender al más grande de los grandes verdadero. Entonces todo el mundo es Él. Las gentes no comprenden esto. ¿Qué hacer entonces? No lo toman en serio. Ellos dicen, «¿qué acontecerá entonces si yo hago esto?» Esa duda siempre viene a la mente. La mente duda siempre. Así pues, uno no debe inquietarse por la mente. Deseche su mente, deseche su ego. Tenga la comprensión de la realidad en usted mismo. Esa fue la misión de mi Maestro, y él dio esa misión. Hoy yo me atrevo a decir a cualquiera, «¿por qué inquietarse?, usted es Él». Debe haber alguna fuerza en su mente; de otro modo, ¿cómo podría usted decir siquiera algo? Algunas gentes pueden decir, «muy bien, ahora vamos a matarte, debido a que tú eres Él, ¿o no?» Así pues, que me maten. Yo digo que nunca me inquieto por nadie. Usted tiene que comprender. El poder de discriminación debe ser usado por usted; la discriminación de la mente. En eso, la mente le ayuda. La mente está aquí para ayudarle a comprender la realidad; y si usted quiere la realidad, la mente puede hacer algo por ello.

En la mitología india hay muchos ejemplos sobre esto. Había una devota del Señor Krishna y un tal Narana. La palabra «Narana» significa mente. Así pues, Narana se vistió como un Santo y dijo a la devota de Krishna, «mata a tu hijo, y mientras lo haces no llores. Mientras lo haces, debes cantar cantos de alabanza, y finalmente debes cocinar al niño». Su marido era también devoto de Krishna. Mataron y trocearon al niño —lo recogieron de la escuela y lo trocearon. Ella no lloraba. Entonces cocinó y se lo dio a Narana, que estaba vestido como un Santo. Narana dijo, «ahora no tienes ningún hijo, eres una mujer estéril». Ella era muy fuerte y le respondió. «¡olvida eso! He tenido un niño en mi vientre antes y ahora tengo un segundo niño». ¿Y entonces qué dijo Narana? Narana había comprendido que ella tenía la mayor devoción por la realidad. Entonces llamó al segundo niño, «¡ven Raúl —su nombre era Raúl— ven Raúl!». El niño vino entonces. Narana comprendió que el niño no había muerto nunca. Nadie muere. Éstos son los ejemplos dados en los libros mitológicos. Uno debe comprender eso. Las gentes dicen, «¿cómo podemos comprenderlo? Nosotros somos criaturas muy pequeñas» ¿Por qué? Tenga el coraje, haga algo para comprender la realidad; nada más.

¡Si su cuerpo se va, que se vaya! Siddharameshwar Maharaj decía siempre, «yo dejaré mi cuerpo, eso no me inquieta; pero comprendo mi realidad». Él era una persona muy fuerte. En aquella época iba al gimnasio y hacía mil flexiones. Estaba haciendo mil flexiones en la calle, era muy fuerte. Pero cuando murió su Maestro (Bhausaheb Maharaj) —pienso que cinco o seis años después de que realizó esa comprensión en la mente— dijo a sus co-discípulos, que estaban viajando con él, que debían adelantar, ir más adelante. Dijo, «la meditación no es el punto final. Se debe ir más adelante». Pero ellos le dijeron, «¡pero nuestro Maestro no nos dijo eso!» Él respondió, «aunque el Maestro no lo dijera, ¿acaso no podemos ir?» Él era muy decidido. Entonces dejó su compañía. Eran tres o cuatro co-discípulos, y fueron aquí y allá, dando aquella comprensión a las gentes. Él dijo, «no, yo no voy». Al comienzo, durante nueve meses se sentó en un cerro, una colina de Bijapur y comprendió la realidad. Entonces lo dejó. Todo esto es muy milagroso, así se lo digo. Si usted ha recibido esa fe en el Maestro, entonces todo deviene un milagro, así se lo digo. Y comprendió la realidad. Para comprender la realidad, uno no debe inquietarse por el cuerpo. No se inquiete por el cuerpo. No se inquiete por el ego. Entonces usted deviene Él. Olvide todo, entonces usted puede comprenderlo, ¿por qué no? Uno puede comprenderlo. Es muy fácil conocerse a uno mismo. ¿Por qué no? Pero el problema es que usted no quiere soltar el amor por la ilusión. ¿Qué hacer entonces? Esa ilusión siempre le tiene embaucado. ¡Olvide esa ilusión! Mientras vivía, Siddharameshwar Maharaj dio esa comprensión a muchas gentes de esta manera.

Todos son iguales, pero depende del aceptador, de cuanto acepta. Los profesores en el colegio enseñan a todos la misma cosa. El que tiene más capacidad o más poder de aceptar, deviene el primero de la clase. Así pues, no hay ninguna discriminación con la enseñanza. Todos son iguales, cualquiera puede venir. Siddharameshwar Maharaj tampoco creyó nunca en ninguna religión. Daba sus propios sermones sin ninguna distinción, y aquello estaba abierto a todos; incluso si pertenecían a alguna religión. Enseñaba de esta manera tan abierta.

Pregunta: ¿Cómo enseñaba exactamente este conocimiento a las gentes?

Maharaj: Daba sermones diarios durante una hora. No iba a muchos lugares, pues nunca quiso la fama. Así pues, iba a Bombay, a Bijapur, y cerca de allí a un lugar llamado Bagevadi y también a Sholapur. En estos cuatro lugares daba su sermón sobre los libros de conocimiento. En lengua marathi, está Dasbodh, escrito hace cuatrocientos años por Ramdas Maharaj. Éste es un libro de nuestro linaje, y Siddharameshwar Maharaj daba charlas sobre este libro cuando estaba en Bombay, durante un mes y medio o dos meses al año. Los sermones eran todos los días por la tarde, de siete menos cuarto a ocho menos cuarto. Y después seguían los bhajans, que nosotros hacíamos de noche. Después de los bhajans, las gentes volvían a casa. Así pues, durante un mes y medio o dos meses, Siddharameshwar estaba en Bombay. Pasaba también el mismo espacio de tiempo en Sholapur. En todas partes se daba el mismo conocimiento. Él hablaba en un lenguaje marathi muy simple. Su frase era, «no se requieren palabras elevadas ni complicadas, pues eso está más allá del alcance de la mente humana». Así pues, daba ejemplos muy simples de la vida cotidiana de manera que uno pudiera comprender muy fácilmente.

Un libro era Dasbodh, otro era Yoga Vashista, otro era Saachara, escrito por Shankaracharya, y Ecknath Bhagavad (Gita), que describe toda la vida de Krishna y lo que enseñó a sus discípulos. Fue escrito por Ecknath Swami, que era una gran persona realizada. «Ecknath» significa «el Señor es sólo uno». Aquél de quien el Maestro es sólo uno, es Ecknath. Ecknath escribió muchos hechos históricos de Krishna; hay muchas historias, y muchas luchas también. Siddharameshwar nos decía que sólo tratáramos de comprender el significado principal de toda esa lucha. ¿Qué es esa lucha? ¿Cuál es el significado de esa lucha? ¿Qué es el karma? ¿Qué son las reacciones? Todas estas cosas están en la Bhagavad Gita. Así pues, solía enseñarnos cuatro libros. Al comienzo, era el conocimiento del libro de Swami Ramdas. Después, para la renunciación, era el Yoga Vasistha. Rama estaba en un estado de humillación, y entonces su Maestro Vasistha le dio el conocimiento, y así devino el Señor Rama. De otro modo, sólo era el hijo de un rey. Finalmente, nos enseñaba el libro de Shankaracharya. Después de comprender y de renunciar, describe cómo lleva su vida una persona. Siddharameshwar Maharaj nos enseñaba muy bien el Saachara de Shankaracharya —cómo vive el que comprende, cómo lleva su vida y cómo comprende lo que es la realidad, lo que es la realidad final, lo que es la realidad sin pensamiento. Se cubrían todos estos puntos.

Siddharameshwar Maharaj primero daba el conocimiento. Decía que las gentes dicen que primero debe venir la renunciación, pero él no estaba de acuerdo con ellos. Primero el conocimiento. Si usted renuncia entonces, usted puede comprender. De otro modo, si usted renuncia sin conocimiento, las cosas pueden cambiar en cualquier momento. La mente puede cambiar en cualquier momento, ¿o no? Por ejemplo, se prepara un buena comida, un arroz muy aromático. El olor sabroso se extiende y todo el mundo quiere comer. Si usted dice, «¡no comas!», él dirá, «¿por qué?, esto es mío». Entonces él pregunta, «¿por qué me dices que no coma?» Entonces usted dice, «lo siento, pero hay veneno en eso». En cuanto recibe el conocimiento de que está envenenado, renuncia inmediatamente. Así pues, si primero se da el conocimiento, la renunciación viene automáticamente. ¿Querría usted comer eso todavía? Nadie querría. Así pues, si viene el conocimiento, entonces usted no quiere. Un niño pequeño se acerca a la lumbre, quiere cogerla. ¿Qué le dirán su padre y su madre? «¡no la toques!» ¿Por qué razón no quieren que la toque? Para que no se queme, nada más. De la misma manera, si usted comprende el conocimiento, entonces renuncia muy fácilmente, ¿o no? «Es una ilusión, todo es cero». Si esa comprensión viene a la mente, ¿cuánto tiempo le lleva renunciar? Aquel hombre sólo dijo, «hay veneno en eso», y entonces nadie quiso comer, ¿o no? Una vez que usted comprende que la comida es venenosa, usted no piensa nunca en comerla, aunque tenga hambre. Permanezca así después de comprender, ya no quedan dudas en ninguna parte y entonces usted puede renunciar muy fácilmente.

Muchas gentes se vistieron como santos y salieron de campaña, durante cuatro meses, seis meses, ocho meses —lo que quisieron. Después de algún tiempo Siddharameshwar les dijo, «ahora quitáos estas vestiduras de color azafrán y sed hombres simples como antes». Todas estas cosas, nadie las dirá. Hay muchos maestros, pero no dicen nunca, «¡quítese sus vestiduras!» Él decía, «sea una persona simple. La comprensión ha venido a usted, usted está bien. Así pues, ¿por qué debe continuar este espectáculo?» Así pues, si usted comprende de esta manera, entonces puede desechar también las vestiduras fácilmente. Las gentes quieren vestiduras de color azafrán para poder decir, «¡oh, se inclinan a mis pies!» El ego permanece siempre en la mente. Entonces, él decía, «renuncie a la renunciación ahora». Y entonces daba esa comprensión final de la realidad. Así pues, Siddharameshwar Maharaj era el más grande de los más grandes de aquella época. Un Santo desconocido de aquella época, ¿qué hacer entonces? Él nunca quiso la fama, nunca quiso decir nada en público. Daba sus charlas a aquellos que venían a él. Durante doce años dio sus charlas, su comprensión plena. Y entonces, ¿qué nos dijo? Dijo, «yo nunca os he pedido nada. Hoy digo, habéis entendido, habéis comprendido, ahora no olvidéis los bhajans de mi Maestro». Y ésa era su grandeza, así se lo digo. Ahora yo siento esto. En aquella época, yo no podía sentir. No sé, yo no podía decir nada. Para el que comprende, ¿cuál es el significado de eso, una vez que usted ha comprendido esta realidad? Pero el ego está siempre aquí, le sale al paso y le lleva por la senda errónea. Así pues, ¡olvide ese ego! Olvídelo, no hay ningún mal en ello.

Pregunta: Después de encontrar a su Maestro, ¿cómo vivía usted su vida de cada día?

Maharaj: Yo vivía una vida muy simple. En aquella época iba a recibir educación a una escuela. Yo sólo tenía doce años. Mi mente no estaba allí. Aunque seguí matriculándome, suspendía, y finalmente dije que ya no quería aprender más ningún conocimiento impuesto. Mi madre era muy buena conmigo; nunca me forzó, nunca me insistió. Mi padre murió cuando yo tenía seis años, de manera que no se planteó la cuestión del padre. Pero mi madre podía obligarme a casarme y todas esas cosas, pero nunca me obligó. Todo esto es por su gracia (mirando a la fotografía de su maestro).

La ilusión lucha siempre con las personas realizadas. En nuestra lengua, la llaman «maya». «Maya» es una palabra sánscrita —«ma» significa «no», y «ya» significa «lo que». «Lo que no es» es una ilusión, o «maya». Así pues, esa ilusión, esa «maya» lucha siempre. Uno debe ser firme en su vida —«ya puede venir lo que venga, yo nunca me someteré a ti». De esta manera, después de doce años, mi Maestro dejó su cuerpo en 1936 a la edad de cuarenta y ocho años, habiendo dado toda la comprensión, la comprensión completa —lo que es la realización, lo que es la realización final, lo que es la realidad, lo que es la realidad completa. Explicaba tan sencillamente estas cosas, que uno podía comprenderlo fácilmente. Lo que yo hablo es su gracia. Una vez, una persona hizo la siguiente pregunta, «¿usted es también una ilusión o no?» Mientras hay «yo» hay ilusión. ¿Qué pregunta no queda por hacer? Cuando «yo» desaparece, ¿cómo puede permanecer la ilusión? Donde hay luz, la obscuridad no puede permanecer. Así pues, uno debe escuchar al Maestro con plena fe en él; eso es suficiente. Usted puede preguntar sus dudas, no hay ningún mal en ello; pero lo que el Maestro dice, debe tomarlo en serio. Todo es posible, no hay nada de qué inquietarse. Entonces el hombre es Él, y no un hombre. En 1936, cuando mi Maestro murió, yo vivía mi vida simple solo, y nunca quise ser un Maestro (risas), porque querer esas cosas implica fama y esto —«yo soy un Maestro y él es un discípulo»— todas esas cosas. Yo no enseñé a nadie hasta 1983; pero, por su orden o gracia, tuve que ser un Maestro, y en este momento le enseño a usted (risas). Así pues, comencé a enseñar en 1983. ¿Por qué? Porque la nieta de mi Maestro quería un mantra. Ella me dijo, «yo quiero un mantra de usted». Si yo no le daba su mantra, entonces yo hubiera sido infiel a Siddharameshwar Maharaj.

Pregunta: Así pues, ¿es así como usted comenzó a enseñar?

Maharaj: Sí, sí, comencé con eso sólo. Uno no debe serle infiel, puesto que él ha dado esta cosa tan verdadera. Nadie puede dar eso en el mundo, así se lo digo. Era su coraje; había tanta fuerza en ello cuando hablaba, lo afirmaba tan vigorosamente, que uno podía comprender, ¿por qué no? La mente debía ser cambiada, nada más. «Me conquistó» significa que él cambió mi mente, nada más. «Me conquistó» significa que él no hizo nada, ningún milagro; no obstante dijo, «puedes ver muchos dioses, ¿por qué inquietarse?» Él tenía que decir eso. En aquella época yo no estaba preparado, ¿o no? Yo no sabía nada. Yo no conocía ni siquiera a «Brahma» (Dios) o «maya» (la ilusión). Yo no sabía nada. «Dios» era sólo un ídolo, ésa era mi idea. No se inquiete por eso. Si se tiene un papel en blanco, se puede escribir muy deprisa en él. Si el papel ya está escrito, entonces usted no puede escribir en él, ¿o no? Usted tiene que hacer muchas raspaduras en él. Así pues, no hay nada que decirle. En doce años, Siddharameshwar Maharaj me dio, me enseñó de esta manera tan buena.

Ramdas Maharaj ha escrito un capítulo entero sobre la «adoración». Sus discípulos le preguntaron, «¿Cuál es la necesidad de adorar ahora?» Lo que usted ha comprendido es ese nirguna. ¿Por qué ir a saguna (adoración) ahora?» Entonces él dijo, «¿vosotros hacéis de todo o no lo hacéis? Coméis, dormís, vais al retrete. Si viene alguien, le decís, “entra. Es mío, es tuyo”. De esta manera la comprensión permanece. Mientras el cuerpo está aquí, la comprensión permanece, ¿o no? Entonces, ¿por qué queréis olvidarle, al Maestro?» En ese linaje, siempre hubo bhajans y él también hacía bhajans. Los hizo hasta su último momento, ¿me sigue? Entonces, ¿qué ocurre? Para usted no queda nada. Así pues, usted no quiere nada de él. Ramdas Maharaj no quiso nunca nada de su Maestro, así pues, ¿por qué le adoraba? Para hacer servicio, pero también para honrarle. Nada más. El servicio —un hombre valiente puede hacer eso. Él no quería nada de él. Así pues, él enseñaba y nosotros aceptábamos, porque era una cosa verdadera. Y eso es lo único que uno puede hacer después de comprender. ¿Qué hacer entonces? ¿Dígame? Usted es Él. Así pues, ¿qué hacer ahora? Usted está haciendo de todo, ¿o no? Así pues, ¿por qué dejar los bhajans? Eso es ego —«ahora yo soy una persona realizada, ¿por qué debo adorar? No hay ninguna necesidad». Sin embargo, él no dijo, «tened fe en el Maestro o fe en vuestro Sí mismo. La fe debe ser sólo para el Uno. Así pues, tened fe en vuestro Sí mismo». Pero, sin embargo, a veces eso le lleva al camino equivocado, a veces viene ese ego. Así pues, él siempre nos decía, «haced lo que os he dicho, no hagáis lo que yo hago». Él siempre estaba diciendo esto, yo puedo hacer algo acordemente al cuerpo. Por ejemplo, él tenía diabetes, de modo que no podía comer azúcar. ¿Significa esto que sus discípulos no podían comer azúcar tampoco? Eso es una insensatez, ¿o no? Así pues, él decía, «todo lo que yo hago, no lo hagáis; pero lo que yo digo, hacedlo. Conservad eso en vuestra mente, ese poder que os he dado. Conservadlo bien, de modo que podáis hacer todo en el mundo». Porque el mundo «no es»; así pues, ¿qué hay que hacer en el «no» y qué no hay que hacer en el «no»? ¿Dígame?

Muchos discípulos pueden venir hoy, y pueden no venir mañana, ¿por qué debe inquietarse Él? El agua no se inquieta nunca por nadie. Si usted está sediento, entonces va al río, ¿o no? El río proporciona agua y su sed se sacia. Así pues, yo tuve que comenzar de esta manera. Su nieta me lo pidió. Porque yo nunca quise ser un Maestro, así se lo digo. Fue su deseo, debido a que todo el mundo es Él. Después de dejar el cuerpo, usted está por todas partes. Así pues, yo le dije a ella, «dentro de dos horas te daré el mantra, pero primero déjame pensarlo». Yo tenía que pensar y meditarlo y entonces comencé. Y hoy ya han pasado dieciséis años; comencé en 1983. ¡No hay que inquietarse! Si el niño llora porque quiere leche, la madre le dice: «espera». Ella calienta la leche y luego la enfría y entonces se la da, ¿o no? Ello debía ser digerible. Así pues, el Maestro es siempre como un protector. Él le protege a uno por todas partes. Todo lo que uno dice es verdadero. Y uno ha recibido ese poder para hacer esa verdad. Todo lo que uno dice —no hay mal en ello. Suponga que el niño de alguien dice algo no muy claro; entonces su madre o su padre lo dicen más claro, «él quería decir esto, él quería decir aquello». Así pues, el Maestro es un protector. Uno debe tener la fe más grande en el Maestro, una fe más allá de su vida. Entonces es muy fácil. ¿En qué le perjudica a usted? ¿Hacía dónde va el conocimiento? Usted mismo es Él. De esta manera, yo fui muy afortunado de tener a ese Maestro verdadero. Así pues, yo nunca fui a ver a nadie más. Había muchos otros —Ramana Maharshi estaba allí, Rajneesh estaba allí. Había muchas, muchas gentes, pero yo no quise ir a verlos. ¿Qué necesidad había? Cuando su barriga está llena usted no necesita ir a un restaurante, ¿o no? ¿Qué significa eso? Si alguien le ofrece galletas muy buenas, usted dice, «¡Oh!, lo siento, estoy lleno, no puedo comer más». Los brahmines son conocidos por sus dulces. Así pues, se reunieron muchos brahmines y estuvieron comiendo dulces; y entonces, después de comer, se sirvió arroz. Esto es una costumbre india, ya sabe usted. Uno de ellos dijo, «si yo tuviera sitio para el arroz, en lugar de ello comería más dulces. No habría dejado ningún dulce (risas)». Ya no había sitio para el arroz.

Así pues, él dio mucho conocimiento, pero no para ir a alguna parte. «Tú eres por todas partes, por todas partes tú eres Él». Y él me dio esa comprensión; y su gracia es que él me dio esa comprensión. Y hoy yo puedo atreverme a decir a cualquiera, «usted es Él, adelante pues, no se inquiete». ¡Ahora le corresponde a usted aceptarlo! Si usted lo acepta plenamente, entonces, ¿qué queda? Usted es también uno de los Santos, ¿por qué no? Haga lo que quiera, no hay ningún mal en ello; pero tenga el coraje de comprender. Diga a su mente, «¡vete!, yo no te quiero, porque tú siempre pones la objeción». En una carrera, la objeción siempre la pone la persona que llega en segundo lugar, ¿o no? A veces es vencida y a veces hay que someterla también. Así pues, no acepte ninguna objeción de la mente. Sea muy franco y dígase a usted mismo que «yo soy siempre Él». Así pues, yo digo siempre, «ya sea que esté en el cielo o en el infierno, usted es siempre Él. No se inquiete por eso». Los asuntos del cuerpo no significan nada, ¿por qué inquietarse por él? Tenga la comprensión completa, y eso es lo que le da el Maestro, nada más. Nadie más puede darle esa comprensión. El Maestro da esta comprensión de esta manera. Así pues, yo me atrevo a decir ahora, «si usted quiere matar, mate a alguien. No se inquiete si usted va a la horca. El cuerpo va a la horca, yo no voy nunca a la horca». Cuando le hablo, a veces voy a los extremos. Me gusta usar ejemplos extremos. No hay necesidad de matar a nadie. ¿A quién matar? Cuando todo es Él —¿a quién matar? Pero, sin embargo, la mente debe ser muy fuerte. No se inquiete por nada, porque usted no está haciendo nada; usted está haciendo todo en un sueño. Lo que usted ha hecho en el sueño no es verdadero, délo por hecho. Uno debe tener esa gran comprensión y esa gran fuerza para aceptarlo.

Pregunta: ¿En la realidad no hay objetos, ni experiencia, ni experimentar, ni experimentador, como usted nos dijo antes?

Maharaj: Sí, no hay ninguna experiencia.

Pregunta: Si uno es la realidad, entonces ¿cómo comprende, puesto que comprender requiere un objeto?

Maharaj: Sí, de acuerdo.

Pregunta: ¿Ve usted lo que quiero decir?

Maharaj: Sí, he comprendido. Olvide todo, entonces usted es Él, ¿o no?

Pregunta: Así pues, ¿tiene uno que olvidar todo?

Maharaj: Sí. ¡Olvide todo! Y entonces usted es Él. Tiene que olvidar todas estas cosas —cuerpo, mente, alma, el poder que está en usted— todo, e ir más allá de esto. Deje todo, ¿y entonces? Usted es Él. Él es sólo Uno. ¿Quién experimentará entonces? Cuando hay unidad, no se plantea ninguna cuestión de experiencia. Él es, ¿no es así? Olvide todo, y usted es siempre. Yo suelo dar este ejemplo: usted entra en una habitación para ver si hay alguien allí. No hay nadie. Todo el mundo se ha ido. Pero Él está ahí sin decirlo. Así pues, sin decir nada, usted es Él. No hay ninguna necesidad de decir: «yo estaba allí».

Hay otro ejemplo que uso a menudo. Diez hombres cruzan a nado un río. Cuando llegan a la otra orilla, uno de ellos decide contar para ver si los diez han llegado sanos y salvos. Él sólo cuenta nueve. Así pues, prueba a contar otro y también cuenta sólo nueve. Prueban todos y todos cuentan nueve. Entonces se ponen a llorar porque uno no ha cruzado. Entonces viene a ellos alguien que los observa y dice a uno que vuelva a contar. Cuando llega a nueve, le da un cachete y dice, «¡hemos encontrado al décimo!» El que recibe el cachete dice, «¡oh, comprendo, yo soy el décimo!» Cada uno de ellos se había olvidado de contarse a sí mismo. De la misma manera, usted es siempre su Sí mismo. ¿A quién experimentar entonces? ¿Quién Le experimentará? No hay ninguna dualidad en absoluto. La dualidad siempre trae inquietud. Cuando viene el conocimiento, entra en operación la triada, el número tres. Si usted conoce algo, entonces permanece la triada, ¿o no? Usted es el observador, usted está observando algo, y hay el proceso de observación, los tres están aquí. Shankaracharya dice, «si la triada no está aquí, usted es Él. ¿A quién experimentar?» ¿Cómo puede usted experimentar a su Sí mismo? Incluso para ver su cara, usted tiene que usar un espejo. Usted no puede ver su cara sin un espejo. Usted puede ver todo su cuerpo, pero no puede ver su cara. Así pues, cuando usted es Él, ¿qué hay que experimentar? El que dice, «yo he experimentado», no ha experimentado, así se lo digo.

Llega el segundo día de la luna. Es sólo una línea fina. Así pues, alguien dice, «mira allí, hay una nube y un árbol; y cerca hay una pequeña línea fina (la luna)». Si usted no lo ve, entonces está perdido. Y si usted ve, entonces el que ha comprendido le da a usted esa comprensión. Sólo el que ha visto eso puede darle la misma comprensión. «La luna está ahí, como una pequeña línea fina». ¿Pero qué hacen las gentes? Se ponen a ver estos árboles, las ramas de estos árboles o incluso la nube, y dicen, «¡oh!, nosotros hemos comprendido». ¡Pero no han visto Eso! El que ha visto, no pedirá nunca nada. Debido a que él es Él, por eso mismo comprende. Si no hay nadie ahí, entonces usted está ahí, ¿o no? Así pues, usted se prueba siempre a usted mismo por la negación. Usted no puede decir, «yo soy esto». Diga, «yo no soy esto». Alguien llama a la puerta y usted dice, «entra, no hay nadie». Pero usted está ahí, sin decirlo. La realidad es así. No se requiere ninguna experiencia. Pero si usted va hacia la experiencia, entonces hace la triada de nuevo. Pero si ahí no hay nadie, entonces usted está, ¿o no? Así pues, yo digo siempre, «cierre sus ojos, y entonces usted está. ¿Qué hay que experimentar por quién? Usted permanecerá siempre ahí. Ahí no hay nadie —ningún usted, ningún sí mismo, ningún conocimiento, ninguna ignorancia y ningún conocer tampoco». Entonces la comprensión viene automáticamente, no hay nada de qué inquietarse. Él le enseña a usted de esta manera.

Suponga que pone sus dos piernas fuera, de modo que usted no está en la habitación. Usted está fuera. En otro caso, si pone una pierna dentro, entonces usted es un transgresor. Así pues, si hace algo para comprender-Le, usted Le olvida. De manera que, haga todo pero comprenda, «yo no existo». Así pues, el que es real nunca mantiene el ego. Hace todo, hace cualquier cosa, pero sin embargo dice, «yo no existo». Para el que no existe, ¿qué queda entonces? Saber que es falso, que no es verdadero, que es una ilusión. ¡Usted no está haciendo nada! La pantalla de cine no hace nada pero muestra todo, ¿o no? De la misma manera, usted no hace nada pero muestra todo. Usted muestra la totalidad del mundo. Así pues, el que comprende la pantalla no dice nunca lo que no es verdadero. Si alguien muere en la película que se muestra en la pantalla, las señoras lloran; al menos en la India lloran. Ellas dicen, «¡oh, ha muerto!», y lloran. Pero el que comprende que es sólo una película, ¿acaso llora? Dice, «¡oh!, era sólo una película en la pantalla. No ha ocurrido nada». De la misma manera, uno debe comprender que no está ocurriendo nada. Todo es cero. Acontezca lo que acontezca en cero, ¿es verdadero? En sus sueños, usted hace muchas cosas. ¿Puede decir que son verdaderas cuando despierta? El despertar debe venir aquí y la ignorancia debe desaparecer. Cuando viene el despertar, entonces usted olvida todo lo que ha acontecido en el sueño. Usted dice, «el sueño era falso». De la misma manera, diga también aquí, «este sueño es un sueño falso, nada más». Al día siguiente, cuando usted duerme profundamente, todo se va, desaparece. ¿Dónde está el mundo entonces? Ni siquiera permanece usted mismo. Usted ni siquiera sabe su nombre. Entonces sueña, y en el sueño usted toma otro nombre. En el sueño, usted tiene otro nombre. Usted es un pobre pordiosero, o incluso podría devenir un rey ahí. Así pues, no se inquiete por nada. Así pues, el que dice, «yo he comprendido», no ha comprendido, yo puedo decir eso. No hay nada que comprender. ¿A quién comprender? Si usted dice, «yo conozco mi Sí mismo», ¿cuál es el significado de eso entonces? ¿Dígame? Uno conoce automáticamente el Sí mismo. Usted toma el cuerpo como si fuera el Sí mismo, de modo que está confundido, y eso se debe a la ignorancia. El poder que opera en usted está aquí, ¿o no? Cuando ese poder se desconecta, ¿adónde va ese poder? El poder permanece como nada, deviene nulo y vacío. Entonces desaparece ese conocimiento.

Cuando usted muere, ¿qué acontece? Usted olvida todo. ¿Quién recibe el nacimiento entonces? Si el último deseo de un hombre moribundo es, «yo debo tener un cuerpo», entonces eso le hace recibir nacimiento de nuevo. Nadie le mete en el nacimiento y nadie le hace morir, así lo digo siempre. Cuando la desconexión viene, entonces usted muere automáticamente, ¿qué hacer entonces? Se pueden tener diez años, veinte años o incluso cien años. Cuando usted muere, todo el conocimiento desaparece y los cinco elementos vuelven a cero. Los cinco elementos son cero. El conocimiento deviene cero. ¿Qué queda entonces? El deseo que usted tenía del cuerpo, eso hace que reciba nacimiento de nuevo. Así pues, el renacimiento está siempre aquí. Si usted comprende que yo no soy esto (señalando a su cuerpo), que yo soy otro que esto, entonces usted no pensará nunca que «yo debo tener un cuerpo». Con el cuerpo siempre hay problemas, ¿o no? Por muy fuerte que sea el hombre, siempre tiene problemas en la vida. Así pues, el nacimiento es un problema y la muerte también es un problema. Entre ambos, multitud de problemas vienen y van. Usted sólo tiene problemas. La felicidad es sólo esto (muestra un pequeño espacio entre sus dedos pulgar e índice). Y el sufrimiento es esto (muestra un gran espacio con sus brazos abiertos). Usted está trabajando duramente durante 30 días, y entonces recibe el salario, ¿no es así? (Risas). Usted tiene que trabajar. Nadie le da su salario por adelantado. ¡Usted tiene que esforzarse duramente! Así pues, usted tiene que esforzarse también aquí. Ser rico no es fácil. Usted tiene que actuar y hacer muchas cosas. Y a menudo, tiene que hacer muchas cosas malas. Entonces usted puede devenir rico. Un centenar de gentes devienen pobres y usted deviene rico. ¿Qué ha acontecido? El dinero no viene sólo a usted, está siempre en circulación. Olvide la idea de que «yo soy rico o yo soy pobre». Es nada, si usted comprende la realidad, entonces usted no es ni pobre ni rico. Todos son iguales. Entonces no queda nada. Ésa es la enseñanza, ¿me sigue?

Pregunta: Así pues, ¿ese poder de discriminación entre lo que es real y lo que no es real, por medio de la reflexión en la verdad, deviene cada vez más fuerte?

Maharaj: Sí, exactamente.

Pregunta: Así pues, ¿es un proceso?

Maharaj: Sí, es un proceso, pero uno también puede hacerlo en un momento. La mente es un proceso. Si la mente no acepta, entonces usted tiene que hacer de ello un proceso. Pero si la mente acepta, ¿entonces? Tome H2O, por ejemplo. Si usted no comprende esto, entonces usted hace muchas, muchas cosas para comprender. «¿Cómo pueden ser agua dos partes de hidrógeno y una parte de oxígeno?», dice usted. Primero necesita saber muchas cosas, y entonces usted puede decir por qué es así. De la misma manera, para fortalecer su mente se requiere un proceso, nada más. Si la mente se vuelve de ese lado, entonces todo se pierde, pero no se inquiete. Usted no es el perdedor. Usted puede probar todo lo que quiera. Usted ha recibido ese poder. Comprenda que, «si yo hago algo, entonces eso es un problema para mí, nada más». Hay un dicho que dice así, «una vida infeliz espera al que lleva la corona». La mayoría de las gentes sienten que el rey es muy feliz. Creen que la felicidad se debe a que ha recibido todo. Pero el rey tiene que preocuparse por todos. Por la noche, si acontece algo, todo el mundo telefonea al rey, ¿o no? «Ha acontecido esto; ¿qué debemos hacer ahora? ¡Dénos sus órdenes!»
Todo esto, incluso la grandeza del mundo, no es nada sino cero. Usted siente, «¡yo soy muy grande, yo soy el más grande de los grandes!» ¡No, el más grande es Él! Él está en todos y hace todo. Así pues, ¿por qué inquietarse? Si usted quiere hacer algo, hágalo. Uno no debe inquietarse por eso. Si se inquieta, entonces usted está perdido. Los problemas también vienen a usted, ¿o no? Alguien mata a alguien, y si usted dice, «¡oh, yo le he visto cometer el crimen», entonces usted tiene que ir al tribunal una y otra vez para dar su testimonio. Si uno dice, «yo no sé lo que ha ocurrido», ¿qué tiene que hacer entonces? ¡Nada!, porque no ha ocurrido nada, ¿qué hacer entonces? El matador es Él y el que ha sido matado también es Él. ¿Quién mata a quién? De esa manera, ¿quién soy yo para ser un presenciador? Presenciar no es nada sino perder su Sí mismo. No sea un presenciador. No haga nada y usted es siempre Él. Pero usted siempre quiere hacer algo; así pues, ¿qué hacer entonces? La mente siempre quiere hacer algo. La mente es el mayor malhechor, siempre está haciendo fechorías. Muchas gentes vienen a mí, me cuentan todos sus problemas, y yo me río en mi interior (risas). ¿Qué hacer entonces? Todo se debe a las fechorías de la mente.

Pregunta: Probablemente todavía sienten que pueden sacar algo de la ilusión.

Maharaj: Sí, desean; pero si les digo que aquí no hay nada, ¿entonces qué? Entonces ponen una cara así (pone una cara triste). ¿Qué hacer entonces? «El Maestro dice que esto es nada, que todo es nada». ¿Qué hacer entonces? Pero el que ha recibido alguna comprensión y el que quiere la realidad, ese acepta. Así pues, uno debe tratar de aceptar eso, nada más.

La mente debe ser llevada a ese lado (a la realidad). Vuelva su mente, nada más. Uno debe volver la mente. La mente es la cosa más grande, hace todas las diferencias. El hombre bueno, el hombre malo, el hombre malísimo —la mente hace la diferencia. Las gentes dicen, «día a día esto va de mal en peor». Nada es lo «peor». Según la mente, así acontece, ¿o no? En nuestra época, obteníamos doce kilos de arroz por cuatro rupias. ¡Ahora, un kilo vale entre cincuenta y dos y sesenta rupias! El tiempo cambia, así pues, ¿por qué inquietarse? El mundo sigue y sigue. Así pues, Siddharameshwar Maharaj escribía en 1926 que, «el mundo galopa hacia el infierno». Finalmente, ¿adónde va uno? Uno muere y acaba todo. Para él no queda nada. Así pues, usted es siempre libre.

Había luchadores por la libertad luchando por la independencia de la India. Una vez Siddharameshwar Maharaj dijo, «¡no penséis que después de ganar la independencia de Inglaterra va a llover oro! La lluvia de agua vendrá ciertamente. Después de la independencia, tendréis que trabajar más». Por ejemplo, si usted está bajo la protección de su padre, ¿acaso tiene que preocuparse más entonces? ¡No! El padre cuida de todo. Pero cuando usted deviene independiente, entonces usted tiene que preocuparse por todo —«¿Qué hacer, cómo hacerlo, cómo ganar dinero?» Todas estas cuestiones vienen a la mente. La mente es así. Así pues, Siddharameshwar dijo, «de acuerdo, yo puedo ser independiente, ¿pero acaso no veis cuantísimo sufrimiento hay ahora? ¡Olvidad la independencia! La realidad está siempre aquí y todo lo que está aconteciendo está bien. Nada es malo y nada es bueno, tened esto en la mente». Si algo va contra su deseo, diga, «¡es por mi bien, debido a que yo soy el creador. Yo he creado esto!» Esa debe ser la comprensión. ¿Por qué inquietarse por nada? Si viene la muerte al cuerpo, entonces diga, «está bien, estoy preparado para morir, debido a que yo no soy eso». ¿Quién muere? Nadie muere. La muerte no tiene ningún valor. Todo es cero y deviene cero. ¿Qué es la muerte, dígame? ¿Qué hay ahí (señalando a una alacena)? Hay un fuego que luce en ella, y después deviene cero. Es lo mismo para todo. ¿Qué es todo esto? Deje que todo sea y comprenda que no es verdadero.

Pregunta: Así pues, en un sentido, ¿debemos dejar de crear cosas?

Maharaj: ¡No cree nada! ¡Cree su Sí mismo! (Risas). Encuentre la realidad, cree su realidad cada vez más. ¡Entonces, automáticamente usted comprenderá que todo es nada, sólo un juego! Suponga que un niño está jugando a las cartas con usted. El niño echa un ocho, pero dice, «¡rey!» Entonces dice, «yo soy el ganador». Usted lo ama y dice, «sí, sí, tú ganas». La misma cosa, nada más. Así pues, todo el mundo dice, «¡yo soy el ganador!» «Sí, sí, usted es el ganador, y yo soy el derrotado». Délo por hecho, debido a que yo no existo. ¿Quién es el derrotado? Cuando yo no existo, ¿quién es el derrotado entonces? Nadie es derrotado. Usted lo toma como verdadero y entonces la derrota viene a usted. Así pues, olvide todo y usted es Él sin hacer nada. Los ojos traen todo, ¿o no? Cierre sus ojos y entonces usted es Él. ¿Cuánto tiempo lleva eso? Pero usted no acepta eso; así pues, ¿qué hacer entonces? Cuando cierra sus ojos, usted está ahí, ¿o no? Usted sin usted, Sí mismo sin sí mismo. ¿Por qué inquietarse? Aunque todo deviene cero, usted no va a ser cero. La pantalla permanece siempre la misma. Muchas películas vienen y se van. Cuando llega el final, entonces todas las gentes se van. Usted paga dinero, se sienta durante tres horas, y sin embargo tiene que volver a casa sin recibir nada. Así pues, esto es una fantasía de la mente. La mente fantasea siempre. ¿Qué fantasía le vendrá a uno? —uno no puede decirlo. La comprensión debe venir, nada más. Siddharameshwar Maharaj daba esa comprensión; y, sin embargo, a los ochenta y siete años, todavía vivo, délo por hecho (risas). De otro modo, yo habría muerto y desaparecido en cualquier momento. Mi cuerpo estaba siempre muy débil. ¡Ahora soy muy fuerte, así se lo digo! (Risas). Cuando iba a la escuela tenía que pedir permiso, «¡yo no quiero ir al gimnasio ni hacer deportes!» Yo no podía hacerlos, ¿o no? El cuerpo era muy débil, ¿qué hacer entonces? El rector me dio el permiso. «Me sentaré y miraré a los otros hacer su trabajo».

Pregunta: Maharaj, ¿qué es despertar?

Maharaj: Despertar no es nada sino comprender —una comprensión completa. Una comprensión tajante de una cosa es despertar.

Pregunta: ¿Y es una comprensión mental?

Maharaj: Primero, se requiere que sea mental, y después se requiere que sea práctica. El talento es la cosa más grande, el talento intelectual. Sin el intelecto, uno no puede comprender. Así pues, usted tiene que comprender plenamente con el intelecto; y entonces, ese conocimiento o esa comprensión debe sumergirse, porque el conocimiento es un pensamiento. Un pensamiento bueno o un pensamiento malo, los dos son pensamientos. Así pues, el conocimiento es una espina de oro, y la ignorancia es una espina ordinaria. Y son una esclavitud, los dos son esclavitud. Suponga que le han puesto esposas en las manos; pueden ser de acero o pueden ser de oro, pero son esclavitud. Así pues, ambas son espinas. Uno debe comprender y entonces desecharlas. Es muy difícil desechar el conocimiento, porque el ego permanece con el conocimiento. El conocimiento es ego, nada más. Para borrar ese conocimiento, uno debe decir, «yo no sé nada». Como dijo Sócrates, «yo sé que yo no sé». De esta manera comprendí que incluso después de comprender, uno debe pensar siempre en su mente, pensamientos, conocimiento y ego. Eso puede venir en cualquier momento, uno no puede decir cuándo. Así pues, uno debe estar alerta siempre, debido a que el ego es así, y puede irrumpir en cualquier momento.

Pregunta: Esta discriminación entre lo real y lo irreal, ¿viene a la persona o tiene uno que obtenerla?

Maharaj: Uno tiene que obtenerla. La mente es como un cuchillo —debe ser afilado constantemente. Si el Maestro está aquí, él afila su mente. Cuando el Maestro no está, usted tiene que afilar su propia mente. Debido a que la ilusión es así, uno puede ser arrojado de cualquier sitio. La ilusión quiere que la persona esté bajo «su» control. Si usted se opone a la ilusión, a la ilusión no le gusta y trata por todos los medios de abatirle, o de atraerle como sea. Así pues, ella se dice, «usted tiene que caminar por el filo de una espada. Cualquier pequeño error, y usted será cortado». Uno debe ir, uno puede ir de esta manera. La realidad no hay que obtenerla, ella está aquí. El campesino trabaja, todo brota, y finalmente sale el grano; pero todavía tiene que trabajar y cosecharlo. De la misma manera aquí también. Después de recibir o comprender la realidad final, uno debe estar en guardia. Después de una comprensión completa, ya no se requiere nada.

Pregunta: Así pues, ¿ése es el consejo que usted da a sus discípulos?

Maharaj: Les enseño que cuando vienen dudas, yo tengo que resolver sus dudas.

Pregunta: ¿Usted tiene que resolverlas?

Maharaj: Debo resolverlas siempre, debido a que doy charlas todos los domingos en Bombay. Para la mayoría, sus dudas se aclaran automáticamente en la charla siguiente. El que tiene más dudas, puede venir y preguntar; y yo les doy mi plena cooperación. Yo no creo en todos esos grandes, grandes esfuerzos para obtener algo —el que quiera puede pedir una cita, y esto es lo que debe hacer. Todo es una insensatez. ¿Por qué? Cuando se dice que todo es una ilusión, ¿por qué aumentar la ilusión en usted? (Risas) El ego sólo quiere eso, ¿o no? «Yo soy un gran santo y ellos deben preguntarme…», y todas estas cosas. ¡Todo esto es nada! Uno debe poner su propio ego a los pies, lo cual significa: meterse en la enseñanza del maestro. Si uno puede hacer eso, entonces yo puedo llevarle a la puerta de la realidad; y después de eso, tiene que experimentar por sí mismo. Ahí, yo no soy. Debido a que su Maestro y la experiencia son sólo uno. No hay ninguna dualidad, no hay ninguna dualidad. ¿Hay algo más ahí?

Pregunta: Yo tengo unas cuantas preguntas más. ¿Puede el individuo repentinamente elegir despertar, o el despertar acontece solamente cuando llega su hora?

Maharaj: Si usted tiene plena fe en lo que enseña el Maestro, ¿por qué entonces no va a poder aprender? No es que eso lleve tiempo, o que venga repentinamente. Yo no creo en eso. Usted debe tener fe.

Pregunta: ¿Y si uno no tiene fe?

Maharaj: Entonces todo es inútil. La fe se requiere sólo para comprender. Después, ya no se requiere ninguna fe. Suponga que usted tiene 6 millones de dólares en el banco, y que yo le digo, «tenga fe». ¿Tiene eso algún significado? Usted dice, «no, yo sé que lo tengo». Una vez que usted comprende, cuando viene una comprensión tajante, entonces ya no se requiere ninguna fe. En esto hay muchos pasos. Usted tiene que comprender paso a paso. «Repentinamente», yo no creo en «repentinamente». Muchas gentes dicen esto e incluso hay muchos santos que lo dicen. «Repentinamente», yo no creo en esto. Cuando usted tiene 6 millones de dólares en el banco, ¿por qué hablar de «repentinamente»? ¡Usted lo sabe! ¿No es así? Si usted lo olvida, mi deber es hacer que comprenda.

Pregunta: ¿Diría usted que la fe viene cuando hay aceptación?

Maharaj: El ego debe aceptar.

Pregunta: Así pues, mientras hay alguien que piensa que él es otro que Eso, ¿no puede comprender?

Maharaj: Sí. El niño pequeño tiene mucha fe en la madre; así pues, la madre hace todo por él. Antes de que llore, ella le da leche, y todo. De la misma manera, el Maestro es también así. Si usted tiene fe, entonces nada es imposible. Suponga que una mujer se cae con un niño. Cuando se levanta, lo primero que hace es ver que el niño no tiene ningún daño. De la misma manera, el Maestro también sabe. Cuando uno tiene fe, el Maestro sabe, de modo que todas sus confusiones y sus dudas son aclaradas por él. De otro modo, ¿cómo puede tener lugar ese «repentinamente» o «abruptamente»? ¿Cómo puede tener lugar la comprensión? Sólo usted puede conocer su Sí mismo. Sólo usted puede comprender o no comprender su Sí mismo. Si esa comprensión no viene, entonces el ego permanece.

Pregunta: Así pues, una vez que uno sabe o una vez que uno ha saboreado, entonces no pueden surgir dudas. ¿Es eso lo que está diciendo?

Maharaj: Sí, usted deviene sin dudas, ¿o no? Una vez que usted sabe, «yo no soy esto», ¿entonces? Mi Maestro me dijo, «después de comprender, si quieres quedarte, quédate. Quédate en la prisión si quieres, pero guarda en tu mente que “yo no soy una víctima”». Hay resistencia a dejar la prisión ilusoria; así pues, viva ahí, pero comprenda que «yo no soy la víctima». Así pues, permanezca en la prisión, pero dé por hecho que «yo no soy una víctima». El ego es así —permanece de muchísimas maneras, en muchas apariencias diferentes. Así pues, uno debe comprender realmente que comprende siempre; y entonces, una vez que usted es completo, entonces no hay nada de qué inquietarse. Lo que usted ve es ilusión. Si comprende que «mí mismo» es también ilusión, entonces ¿dónde queda todo? Las gentes no comprenden. La ilusión es nada, ¿cómo puede bloquearle a usted? ¿Cómo puede nada bloquearle a usted?

Pregunta: Para usted es una ilusión, para la mayoría de las gentes es real.

Maharaj: Cuando el Maestro le enseña, usted puede obtener la experiencia. La experiencia trae todo. El niño es un niño ignorante, y entonces va a la escuela. Finalmente, se licencia en la universidad como un médico, como un abogado, o como un ingeniero. Obtiene el conocimiento. De la misma manera aquí también. Nada es imposible en el mundo. Pero todo ha devenido imposible en el mundo, debido a que las gentes evitan esto. Usted es Él; así pues, ¿qué es imposible? Usted no comprende, no se lo toma en serio. Ésa es la imposibilidad.

Muchas gentes vienen y me preguntan, «¿dónde está el Maestro, y qué hacer?» Su Maestro ya no vive, y entonces preguntan, «¿qué podemos hacer?» Alguien me dijo, «yo he tenido tres Maestros —Nisargadatta Maharaj, Siddharameshwar Maharaj y usted mismo». Esto es una cosa errónea de la mente. En una funda sólo puede haber una espada. No puede haber dos. Usted debe dejar a uno u otro de esos Maestros y olvidarle. Ése es el punto principal, nada más. Yo amaba muchísimo al Señor Krishna, pero, sin embargo, le dejé cuando vi a Siddharameshwar Maharaj. Así pues, yo digo siempre, «yo le vi y él me conquistó». Ese es el punto principal en esto. Uno debe tener gran amor por el Maestro y gran devoción también. Lo que el Maestro dice es correcto, si usted comprende eso. En aquella época, Siddharameshwar Maharaj enseñaba meditación. Él también nos dijo, «podéis ver muchos dioses también. No hay ningún mal en ello —uno puede ver, pero no hay ninguna necesidad de toda esa insensatez, eso también es una prueba». Yo era muy joven, y así él tenía que decirme eso. Yo nunca estuve pendiente de eso. ¿Por qué iba yo a estar pendiente? Lo que él decía es correcto, ¿o no? Ahora puedo decir que «yo soy Él». Puedo decir muy firmemente que «yo soy Él». Yo mismo no existo. Yo no existo como un Maestro tampoco, ni como nada. Yo soy Él. El maestro también es ego. Ser un Maestro también es ego. ¡Olvide eso!

Pregunta: Ayer, usted mencionó también el dicho, «esto no es mí mismo, esto no es mí mismo». Yo encuentro que esto es también una vía bella.

Maharaj: Sí, exactamente. «Yo no soy», usted tiene que decir eso. «Yo soy» es muy espinoso. «Yo» no existo nunca. En un sueño usted deviene algo, usted deviene «yo», ¿no es así? Cuando despierta, usted dice, «¡oh, era falso!» Así pues, este estado de vigilia es un sueño muy largo. Así pues, se requiere ver al Maestro, de manera que después usted mismo tenga la comprensión y diga, «¡oh, todo esto es ilusión!, ¿por qué inquietarse?» Es muy fácil y muy difícil también, las dos cosas. Si la mente acepta, entonces es muy fácil. ¡El pensamiento debe ser cambiado, nada más! El carril de la mente —la mente está descarrilada, como un tren. Póngala en el carril verdadero, y entonces ella colabora.

Pregunta: ¿Podría explicarnos la significación de la peregrinación para usted?

Maharaj: La significación significa —los últimos restos de Siddharameshwar Maharaj están guardados allí, en Bagewadi. Entonces, ¿qué hacer ahora? Él ha dejado lo corporal. Así pues, nosotros vamos allí y hacemos adoración durante un rato. Él es por todas partes, de modo que no hay nada de qué inquietarse. Usted mismo es Él. Sin embargo, usted tiene que hacer la dualidad para comprender, para verificar o para amar algo. ¿Me sigue?

Pregunta: Así pues, ¿ayuda eso a hacer la comprensión más fuerte?

Maharaj: Sí, sí, sí, comprender. Eso ayuda mucho. Cuando usted va a la peregrinación, todos sus pensamientos desaparecen. Los pensamientos mundanos también desaparecen. Allí, todos son pájaros de la misma camada. Usted hace adoración allí, hace muchas cosas, y eso le ayuda. Esa es la significación de la peregrinación. Y otras cosas también. Nosotros también hemos visitado Chimmud, ¿no es así? Usted puede ver cómo se construyó allí la pira —el hombre que construyó su propia pira y entonces se echo a dormir sobre ella y dijo, «cuando me deje el soplo, encendedla». Y todavía está allí hoy. Tiene alrededor de dieciocho pies de alto. Fue construida hace cien años, han pasado cien años. Así pues, su mente le rapta allí. Y usted también olvida todos los asuntos mundanos. ¿Qué hacer entonces? Esto es la única cosa, nada más. Después de comprender, ¿por qué se ha de ir a una peregrinación? ¿Adónde ir y adónde no ir? Así pues, usted va allí. Si usted va al cine, entonces vienen todos los problemas, ¿o no? Primero de todo, se necesita dinero (risas). Para estar con Él no se necesita nada. Eso es la peregrinación. Así pues, nosotros también visitamos el lugar de nacimiento de mi Maestro (Pathri), donde él recibió el nacimiento, y donde comprendió esa realidad, que la mayoría de las gentes no pueden comprender.

¡Muchos santos tampoco comprenden, me atrevo a decir ahora! Ramakrishna Paramahansa estaba allí y una persona realizada le encontró. Ramakrishna le dijo que sólo estaba adorando a Kali Kamata. Un poder, una Diosa —su nombre era Kali. Aquella persona dijo a Ramakrishna, «toma esa foto y escúpela; sólo entonces puedes comprender». Todos éstos son asuntos mundanos. La adoración es también un asunto mundano, ¿o no? Todas estas cosas, olvídelas; y entonces usted comprende su Sí mismo, «¿quién soy yo?» De otro modo, usted no puede comprender. Así pues, mi Maestro decía también, «Olvida a todos». Los ídolos también. Cuando usted va a la iglesia, el cuerpo de Cristo no está allí; sólo está el emblema, ¿o no? Si usted adora sólo al emblema, entonces usted devendrá sólo el emblema. Usted no quiere ser Él. Pero si adora a la realidad, entonces usted deviene la realidad. Cristo dijo, «yo soy Dios», y entonces sus propios discípulos le mataron. En aquella época las gentes no tenían una capacidad intelectual muy elevada. Su capacidad era muy pobre, y así no podían aceptar lo que Cristo decía. Así pues, le mataron. «¿Cómo puede él ser Dios?» La comprensión debe venir. Cristo enseñaba con comprensión. Al final dijo, «Padre mío, perdónales porque no saben lo que hacen. Matan mi cuerpo, pero no pueden matarme a mí». Ése es el significado. De la misma manera, si alguien viene a usted y dice, «voy a matarte», usted dice, «¡mátame!» Es muy bueno para mí no permanecer en el cuerpo debido a que yo soy Él» (risas). Como usted ha recibido el nacimiento, debe permanecer en el cuerpo durante un cierto tiempo.

Así pues, no se inquiete nunca. Siddharameshwar Maharaj era la persona adecuada; él daba esta comprensión. Así pues, ¿qué hacer ahora? Hacemos estas peregrinaciones, vamos allí y rezamos. Lo que rezamos aquí, lo rezamos allí también. No hacemos nada más. Es sólo una manera diferente —vamos allí todos al mismo tiempo. Entonces su mente puede ser atraída hacia ese lado, hacia la realidad, nada más. Así pues, todas estas cosas se requieren para ese propósito.

El Santo Tukaram, después de haber comprendido la realidad, se juntó con algunas gentes que iban a Pandrapur, que es un lugar de peregrinación para el Señor Krishna. Uno de ellos le dijo, «ven, Tukaram Maharaj, tienes que venir con nosotros a Pandrapur». Entonces el dijo, «mi Pandrapur está aquí ahora, no allí». De esta manera, la comprensión viene y después no hay nada que hacer. Ninguna necesidad. ¿Pero qué debe hacer uno mientras el cuerpo está aquí o muchas gentes están aquí? Muchas gentes no pueden comprender esto. Comprender es muy difícil para ellos. Es muy fácil, pero las gentes no quieren las cosas fáciles; quieren las cosas difíciles. Por ejemplo, si usted pregunta a alguien, «¿dónde está su oído izquierdo?», él dice, «¡oh, está aquí!» (Maharaj levanta su brazo derecho sobre su cabeza para alcanzar su oreja izquierda). Pero si lo hacen de esta otra manera, ¿entonces qué? (Maharaj lleva su mano izquierda directamente a su oreja izquierda). Se llama «Dravidiam Pranayam» (Vuelve a hacer el primer gesto, tocar la oreja izquierda con la mano derecha pasando por encima de la cabeza). ¡Cosas falsas! Hágalo de la manera más fácil y diga, «¡está aquí!» De la misma manera, diga: «Él está siempre aquí!» Así pues, Vitthoba, o el Señor Krishna, o Siddharameshwar Maharaj, todos están aquí. Sepa que todo es Él. Cuando viene esa comprensión, entonces no hay ninguna necesidad de hacer nada. Pero, no obstante, la persona realizada lo hace por las demás gentes, para darles alguna satisfacción y comprensión, de modo que un día puedan comprender también, ¿por qué no? Todo esto es la significación de la peregrinación, nada más. De otro modo, la peregrinación no tiene ninguna significación. Él es por todas partes, ¿o no? Pero los últimos restos corporales se guardan allí; así pues, nosotros vamos allí y rezamos. Nada más. Pero Siddharameshwar Maharaj dijo, «no se requiere nada». Cierto, pero sin embargo las gentes no pueden comprender; así pues, para darles alguna comprensión, él hace por ellos y hace todo. No hay nada de qué inquietarse. Él hace todo, ¿o no? Nuestro Maestro nos dijo, «tenéis que cantar bhajans». Así pues, yo he cantado cuatro bhajans hasta ahora. Durante los pasados setenta y cinco años, desde que tenía doce años de edad, he estado haciendo eso, ¿qué hacer entonces? ¡Y en eso me deleito! No queda nada y ninguna perturbación viene a mí. Si todavía tengo unas cuantas horas de vida —¡lo seguiré haciendo! Por la noche, en cualquier momento— no hay mal en ello. Ninguna sujeción a tiempos. Si usted siente alguna perturbación, si viene una fiebre, entonces duerma. Pero no le olvide. Levántese después, cuando se sienta mejor, y cante ese bhajan; y seguidamente duerma —todo desaparecerá, no hay nada de qué inquietarse (risas). Ése es el poder de Él. El poder de usted significa el poder de Él, nada más. La comprensión debe venir, nada más. Usted no hace nada por él, usted hace todo por su Sí mismo. Su Sí mismo es Él. Ése es el punto principal, nada más. Sea Él y haga todo. Usted hace todo ya, así pues, ¿por qué no adorar-Le?

Cuando hablamos, decimos, «mío, tuyo, suyo». Después de comprender, uno tiene que decir también, «ésta es mi parte, ésa es tu parte». Usted tiene que hablar, ¿o no? Así pues, ¿por qué debe ser olvidada la adoración? Eso es ego también; decir, «ahora que he comprendido, ¿por qué debo adorar a algo?» El ego vuelve de nuevo. Así pues, quite el ego y aplástelo; usted tiene que hacerlo y puede hacerlo. ¿Qué acontece? Usted va al retrete, come, bebe, duerme, hace todo. ¿Por qué inquietarse entonces? En eso no hay nada. Cuando usted adora, su mente deviene cada vez más fuerte y se mueve hacia ese lado (la realidad). Entonces, finalmente usted deviene Él. Hoy mismo usted es Él, pero no lo sabe. Su mente hace algunas objeciones. La mente no le deja ir a la realidad, porque sabe que ahí está su muerte. Así pues, la mente hace algunas objeciones, y le hace retroceder, nada más. Así pues, uno debe vencer a la mente, nada más. Olvide su mente y haga que la mente del Maestro sea su mente. Entonces usted puede ser Él, en una fracción de segundo, ¿por qué no? Si viene la aceptación, ¿qué queda entonces? Pero usted no lo acepta porque su amor por la ilusión no se va. El amor por la ilusión es muy fuerte, por eso llevamos a las gentes de peregrinación y les decimos que hagan esto y que hagan eso, y entonces regresan.

Por ejemplo, si un muchacho no hace sus deberes, ¿entonces qué? A veces usted tiene que pegarle, y a veces tiene que decirle, «no vamos a darte la comida ni la cena hasta que no hagas tus deberes». Cuando no se le da la comida ni la cena, entonces dice, «¡oh, tengo que hacer mis deberes!». De la misma manera, aquí también tenemos que hacer algo. Sólo si usted comprende eso, no se requiere nada. Pero, sin embargo, lo que dice el Maestro, hágalo, para que el ego no vuelva nunca. Si usted deja la puerta abierta, puede entrar un ladrón, ¿o no? Pero si la cierra, entonces no puede entrar nadie. Así pues, cuando duerme, usted tiene que cerrar todo antes de dormir. El ladrón ve que no hay nada abierto, de manera que no puede entrar. El ladrón es el ego. Además, el ego es una cosa muy insensata. Incluso después de comprender, a veces viene a la mente. Mientras el cuerpo esté aquí, la mente estará aquí. Cuando le perturbe, deténgale y aplástele. Así pues, lo que le perturba, olvide siempre eso. Aplástelo en una fracción de segundo. No tenga ninguna misericordia de ello. Uno debe olvidarse de sí mismo. Olvidarse de sí mismo quiere decir del sí mismo falso. Entonces la realidad se abre y está aquí siempre. Si usted sale de esta casa, entonces está fuera; y cuando está dentro, entonces todo viene a usted; así pues, ¿qué hacer entonces? Alguien puede decir, «usted ha transgredido». Pero cuando uno está fuera, ¿quién puede decir que uno ha transgredido? El que está fuera dice, «no, yo no he transgredido». Así pues, él es siempre libre. La mente debe ser mantenida siempre libre. Mantenga su mente fuerte, de manera que nada pueda entrar en ella. Cuando viene esa comprensión, entonces usted es Él, y entonces no hay nada de qué inquietarse. Ese es el propósito principal de la peregrinación. Las gentes pueden gozar y al mismo tiempo comprender, ése es el punto principal. El gozo y la comprensión vienen juntos cada vez más. Eso es bueno, ¿o no? (Risas). ¿Alguna pregunta más?

Pregunta: Sí, una más. ¿Cómo ve usted el mundo?

Maharaj: (Risas). ¿Cómo ve usted un fantasma? Aquí no hay nada; así pues, ¿qué hay que decir? Mientras el cuerpo está aquí, actúa, no hay duda. Llama «madre» a su madre, y «esposa» a su esposa. Si alguien le pregunta, «¿cuál es tu nombre?», da su nombre, pero sabe, «yo no soy esto». Se requiere esa comprensión tajante. La comprensión completa es llamada «Eso». Sea en «Eso». Ayer dije, «sea como una hoja de loto. Usted es producido en el agua, vive en el agua, pero no es tocado por el agua». Así pues, permanezca de esa manera, nada más. No hay necesidad de demoler nada. ¿Por qué demoler algo? ¿Qué son ellos? ¿Por qué están aquí, perturbándole? De hecho, ellos no le perturban. Usted entra y recibe muchos trastornos. Esta carne no dice nunca, «yo soy tuya». Es usted quien dice, «es mi carne». Así pues, ¿de quién es la culpa? No de la carne, sino de usted mismo. La carne no dice nada. Así pues, ¿de qué manera puede uno ver el mundo? El que comprende puede estar en el mundo. Está como un niño, sin ningún interés. Shankaracharya ha dado para esto palabras muy buenas —«el que comprende está en la realidad sin pensamiento y permanece en el pensamiento, pero sabe que él es un pensamiento». Brevemente, juega con la ilusión.

Por ejemplo, si usted juega con una serpiente, primero quítele su diente venenoso y entonces juegue. El diente venenoso es el único punto perturbador, ¿o no? Así pues, todo es ilusión y no es verdadero; y si usted comprende que todo es nada, entonces puede jugar con ello. ¿En qué le daña a usted? ¡No hay nada! ¿Qué le dañará a usted? Así pues, sea como una hoja de loto, viva en la vida siempre. Una persona realizada no tiene miedo de la muerte, no se inquieta por nada, y no quiere nada. Cuando no quiere nada, las gentes traen cosas y las ponen ante él. Él dice, «no, no quiero». Ellos insisten y dicen, «¡no, usted debe tomarlo!» Suponga que usted llega a casa, y que le dice a su madre o a su esposa, «no quiero comer nada». Ellas preguntarán, «¿qué ha pasado? ¿Por qué no comes?» Le harán muchas preguntas. Pero suponga que, en lugar de eso, usted dice, «¿está mi comida lista o no?» Ellas responderán, «espera un rato, pronto estará lista». Ellas responden muy dulcemente, pero interiormente piensan, «pronto estará lista; y si la quieres, come; y si no la quieres, entonces…» Así pues, en el mundo, uno no debe esperar nada. Usted debe conocer primero su Sí mismo en el corazón. De otro modo, será un esclavo de la ilusión. ¡No quiera nada; comprenda que, debido a que no hay nada, ello no es verdadero!

Pregunta de otro: Maharaj, si todo es un sueño, una ilusión, entonces yo soy un figura soñada en esta ilusión. ¿Es correcto eso? Si yo soy parte del sueño, ¿tengo yo algún control sobre lo que acontece en el sueño?

Maharaj: Si usted no sueña, ¿cómo puede venir un sueño a usted? Si usted se duerme y recibe el sueño como verdadero, entonces hace todo en el sueño. De la misma manera aquí también, si usted recibe esto como un sueño, ¿por qué inquietarse por ello? Usted se inquieta siempre por el sueño. El sueño debe ser así o así, debería desarrollarse de tal y tal manera. El río no se inquieta de adónde va, sólo corre. De la misma manera, después de comprender, permanezca tal cual, sin inquietarse nunca. Acontezca lo que acontezca, está bien. Si le acontecen cosas malas, el que comprende dice, «está bien, debido a que es mi deseo». Es su sueño, ¿no es así? Usted ha recibido el nacimiento en el sueño, de modo que está preso sólo en el sueño. En un sueño no hay ninguna ley; por ejemplo, un avión puede aterrizar en su alcoba. Usted puede hacer todo también, de modo que su poder es muy grande. Un avión aterriza automáticamente en su alcoba, y usted experimenta esto.

Por ejemplo, aquí (en el estado de vigilia), si usted quiere dinero, primero tiene que depositarlo en el banco. Pero en un sueño, si quiere dinero, puede tener el dinero inmediatamente. Aquí, usted tiene que esperar nueve meses para un niño; pero en el sueño puede tener un niño en un momento. No hay necesidad de esperar nueve meses. Todo lo que tiene que decir es, «yo quiero un niño», y el niño está ahí. El poder es entonces muy fuerte. Pero como usted ha devenido un cuerpo, su poder se ha sincronizado, se ha hecho muy pequeño, de manera que no puede hacer nada. Así pues, nosotros tenemos que despertar su poder, nada más. ¿Qué hace la persona realizada? Despierta el poder de usted, que estaba durmiendo. La persona realizada le despierta, y cuando usted está despierto, entonces el mundo deviene tan pequeño como una semilla de sésamo. Todo este universo, que es un universo tan grande, no es nada sino como una semilla de sésamo; no es nada. Cuando viene la comprensión, entonces no queda nada.

Pregunta: ¿Tiene el individuo mismo poder de discriminación o viene del Maestro?

Maharaj: Del Maestro. El Maestro le enseña porque usted no sabe que uno más dos es tres. Cuando usted va a la escuela, comprende. Ahora usted puede decir que uno más dos es tres. Una persona realizada dice tajantemente, «¡uno más dos es tres, lo sé!» Así pues, dígalo tajantemente. La comprensión debe venir. El Maestro despierta su comprensión. Cuando usted está durmiendo, el Maestro le da una sacudida y le despierta. Si usted está en un sueño o en un problema, alguien le despierta, «¡arriba! ¿Qué pasaba? Estabas llorando». Usted dice, «¡no, no lo sabía, no estaba llorando!» Pero estaba llorando, aunque no lo sabía. Entonces despierta y ve que no hay nada. Usted está diciendo cosas falsas constantemente. La comprensión debe venir a la mente. La mente debe ser despertada, nada más. La mente está durmiendo en la ignorancia, toma todo por verdadero y actúa de tal manera que viene a él más ignorancia.

De la misma manera, el Maestro le despierta. Despierta su comprensión y entonces usted mismo puede decir, «yo soy Él». Porque todo el mundo es Él. Excepto Él no hay nadie en el mundo, el mundo está lleno de Él. Excepto Él, no hay nada. Lo que usted ve es Él. Esto no existe, pero debido al cuerpo usted siente su dureza (Ranjit golpea el sillón). Así pues, yo doy este ejemplo, usted está soñando y en el sueño alguien le da un cachete en la cara. Usted siente el cachete e inmediatamente se despierta y encuentra sólo la almohada. Entonces usted comprende, «¡oh, no era nada! Nadie me ha dado un cachete». En el sueño, alguien le mata a usted, «¡ah, me han matado!» Entonces se despierta. «Todo es falso, aquí no había nadie». Entonces su miedo desaparece. Despertar no da ningún miedo. Uno debe ser sin miedo. Entonces él deviene realizado. «Sin miedo» significa que la mente deviene completamente desnuda —nada es verdadero. Incluso Dios dirá, «¡oh, él es Él ahora —no puedo hacer nada por él». Eso es el poder que viene a la mente, nada más. Todo es ese poder, hacer no es nada. El poder de la realidad es muy fuerte. Eso que no es, usted ve todo aquí, pero en Él no está aconteciendo nada. Eso es la realidad. Por ejemplo, usted ve una película durante tres horas en una pantalla de cine. Entonces la película acaba y la pantalla deviene blanca. La pantalla no grita, no se ríe, no canta, pero durante la película todo aparece sobre ella. De la misma manera, aquí nosotros experimentamos muchas cosas debido a que la mente deviene muy objetiva. Usted ve todos los objetos como verdaderos. Pero en el momento en que viene la comprensión, usted ve que todo es nada, cero. Ése es el punto principal de todo esto, nada más. La mente debe aceptarlo. Una vez aceptado por la mente, entonces no queda nada, todo es cero, y mí mismo es la verdad.

Conversación sin fecha III

Pregunta: ¿Diría usted que la realidad es silencio que se refleja a sí mismo?

Maharaj: Usted puede ver el espacio, puede observar el espacio, puede sentir el espacio, pero la realidad es más allá del espacio. El espacio es cero. No hay ningún silencio, ninguna voz, ningún espacio, ningún estado. Todo esto son cosas condicionales. Cuando duerme, usted se siente feliz, pero ahí no hay ninguna felicidad, délo por hecho.

Así pues, el silencio tampoco es Él; la paz no es Él. Acción y reacción son opuestos e iguales, es así. Con Él no hay nada. Si hubiera habido algo con Él, eso habría sido otro que la realidad, y no Él. Nada le perturba. ¿Por qué no deviene Él perturbado? Debido a que Él no existe. Cuando usted duerme, no existe nada. Entonces usted siente paz. ¿Por qué? Porque, por ejemplo, suponga que un hombre corre en una carrera durante todo el día. Cuando gana esa carrera, está sudando y jadeando mucho. Pero eso no es el placer, el placer es ganar. Para la realidad no se requiere nada, de otro modo eso habría perturbado a la realidad.

Pregunta: Entonces, la realidad es conocida por sí misma sólo.

Maharaj: Eso es, sí. De otro modo, no hay nada aquí. Así es que, ¿cómo puede Él ver algo?

Pregunta: Él habla por sí mismo.

Maharaj: Él no habla. Olvide este punto, es más fácil. En Él no hay ninguna experiencia. ¿Qué experiencia tiene usted cuando duerme profundamente? ¿Hay algo ahí? ¿Algún conocimiento o algún poder? Todo desaparece. Así pues, ahí no hay nada, ningún conocimiento. Él es más allá del conocimiento y más allá de cero. Él es más allá de la ignorancia y del conocimiento. El conocimiento es un concepto, nada más. Ayer mismo dije, «la obscuridad y la luz van juntas». Cuando la luz desaparece, entonces la obscuridad está aquí. Usted no tiene que buscarla. Y si usted da la luz, la obscuridad desaparece automáticamente. Usted no tiene que decir, «¡hala, vete!», porque ellas son uno. De la misma manera, el conocimiento y la ignorancia son también uno. En palabras de mi Maestro, Siddharameshwar Maharaj, «el conocimiento es la mayor ignorancia». Con el conocimiento, nosotros conocemos eso que es nada, y eso es un truco, nada más. Uno debe conocer el truco. Un mago hace muchos movimientos rápidos, y todo desaparece de repente. Aquí, es también lo mismo. Sólo el Maestro le enseña este truco. No hay ningún Maestro ni aspirante en la realidad. Ninguno de ellos está ahí, ninguno de ellos puede permanecer. ¿Cómo puede haber dualidad cuando sólo hay completud? Cuando hay dualidad, hay incompletud. Sólo la «unidad» es completa. Aquí tenemos que usar la palabra «unidad». ¿Por qué? Porque usted ve muchas cosas, de modo que tiene que usar la palabra «unidad». Pero en la realidad no hay ni paz, ni ningún otro estado. «Paz», «estado», «samadhi» son sólo métodos. Son el veneno verdadero, debido a que le llevan lejos de Él; y como resultado de ello, su ego deviene cada vez más fuerte.

Entonces puede surgirle al aspirante la pregunta, «¿qué debo hacer yo?» ¡No haga nada! Las palabras sólo van al espacio. El Señor Krishna dice en la Bhagavad Gita, «allí, de donde vienen las palabras, eso es mi Sí mismo. Eso es mi Sí mismo». La misma cosa fue dicha por Cristo también, en la Biblia, «conócete a ti mismo y conoces el mundo». Vaya a ese punto donde acaba el pensamiento, vaya a Eso, y ahí está el Sí mismo. Así pues, yo siempre lo llamo, «Sí mismo sin sí mismo». Así pues, la comprensión del Sí mismo es Sí mismo sin sí mismo. Mientras la comprensión permanece, «yo» permanece. Los ojos han recibido el hábito de ver lo que no es. Usted dice, «esto es carne», pero no es. El niño dirá, «esto es agua». Sus padres dirán, «No, no, se llama océano». Así vierten más ignorancia en él. Pero es lo contrario, el niño tiene razón, no es nada más que agua. El niño se somete a sus instrucciones. Las gentes ignorantes siempre querrán la ignorancia y no querrán el conocimiento. En las escrituras hindúes se dice, «la mente ha recibido la maldición de no escuchar al Maestro». La mente no quiere escuchar. Todas las gentes alrededor de usted están llenos de ignorancia y quieren mantener su ignorancia. No quieren deshacerse de su ignorancia. A las gentes no les gusta ir a ver a un Santo y tampoco les gusta cuando otras gentes van, debido a que tienen miedo de perder a alguna persona de su círculo. El Santo le lleva a usted a Eso, a la realidad, y dice, «compréndase a usted mismo». Ésta es la situación.

Pregunta: Pero la vida surge de la realidad. ¿No está la vida bajo la autoridad de la realidad?

Maharaj: ¿De dónde se proyecta la totalidad del sueño? De cero. No se proyecta desde la realidad, se proyecta desde cero. En la ignorancia, usted olvida la realidad, y entonces surge algo. En el sueño profundo, nosotros olvidamos todo; pero cuando despertamos, todo vuelve al instante, en una fracción de segundo. Así pues, ¿de dónde viene? No de Él. Si hubiera venido de Él, habría sido Él; y si fuera así, entonces el mundo acaba.

Pregunta: Podría ser un juego para que la realidad se exprese a sí misma en la manifestación.

Maharaj: Es un truco. Aquí, en cero, usted puede soñar lo que quiera, cualquier cosa. Usted no puede esperar nunca obtener nada; pero quizás lo obtenga. Ello no ha venido de usted —todo lo que hay aquí ha salido de esta ignorancia. La ignorancia ha resultado de escuchar. Ahora, usted tiene que escuchar al Maestro y seguir lo que dice, y entonces la ignorancia desaparece. Vaya al Maestro y dígale, «ponga mi nombre en su registro». Usted va a la escuela e inscribe el nombre del niño en el registro de la escuela, ¿o no? Y entonces, el niño tiene que ir a la escuela y aprender. Aquí también es lo mismo. Uno debe ir al Maestro y lo que él dice, acéptelo. Si usted lo acepta, entonces puede obtener la meta muy deprisa, en una fracción de segundo. ¿Por qué no?

Pregunta: Me gustaría saber sobre la muerte. Yo mismo no tengo miedo de la muerte, pero tengo algunos parientes que lo tienen. Así pues, ¿cómo tengo que relacionarme con ellos?

Maharaj: Que comprendan lo que comprendan. Primero comprenda usted mismo que la muerte es nada. Si usted les enseña, ellos no le escucharán. Pero usted mismo sabrá, «yo soy sin nacimiento, yo soy sin muerte. Yo no he recibido un nacimiento nunca y nunca moriré». Guarde ese conocimiento en su mente. Si alguien que usted conoce, está muriendo, entonces dígale, «No tengas miedo. No tengas miedo. Muere» (Risas). Usted debe decir en su mente, «cuando uno muere, no hay inquietud, porque todo miedo desaparece». Por ejemplo, ahí hay una serpiente. Quítele el diente venenoso y juegue con ella. Entonces, ella no le hará nada, ¿no es así? Las gentes dirán, «¡oh, cuidado, usted está jugando con una serpiente!» Usted les dirá, «cierto, estoy jugando. ¿Quieren ustedes jugar también?» Pero ellos no querrán, debido a que tienen miedo. Usted sabe que ha quitado el diente venenoso de la serpiente, y que así ella no va a hacerle ningún daño. La muerte es nada. Cada día, cuando usted duerme, es como una muerte pequeña, y usted no tiene miedo de esa muerte debido a que sabe que usted se levantará mañana. Pero suponga que usted muere en el sueño profundo, ¿entonces qué? ¿Por qué tener miedo? Ahí no hay nada. Todo es una ilusión. Guarde su mente en ese estado sin miedo. Que los demás tengan miedo. De la misma manera que se quita el diente venenoso de la serpiente, de esa misma manera juegue con el mundo; no hay ningún mal en ello. Ello no afectará a su mente. Viva sin miedo —no hay ninguna muerte, ningún miedo, sabiendo que «yo soy ese poder verdadero».

Pregunta: ¿Es su papel eliminar la espina del ego, y si es así, puede usted ayudarme a eliminar esta espina?

Maharaj: «Sáquese la espina». Ésa es la ayuda que yo doy. De otro modo, ¿cómo puedo yo ayudarle? Usted tiene que sacarse su propia espina. Yo puedo decírselo, pero usted tiene que sacársela. Ella no existe, délo por hecho. Ella no existe, pero usted siente su existencia. Usted no la suelta, ésa es la dificultad. ¿Qué hacer entonces? Usted tiene miedo de lo que ocurrirá. No va a ocurrir nada. Hasta ahora no ha ocurrido nada; así pues, ¿qué va a ocurrir ahora? Así pues, para sacarse el ego, diga siempre, «yo no sé nada. Yo no veo, yo no oigo, yo no como, yo no duermo, yo no camino. Yo no hago nada». El ego debe desaparecer. Por ejemplo, el médico le da una medicina. Usted no puede curar la enfermedad a menos que deje la enfermedad. Después de algún tiempo, el médico viene de nuevo para ver si está mejor y usted le dice, «¡oh, todavía no estoy bien!». ¿Qué puede hacer el médico si usted no toma la medicina, dígame? Así pues, para quitar el ego, diga, «yo no hago nada. Yo no duermo, yo no hablo, yo no hago nada. “Yo” no es». Eso es una práctica. Usted puede hacerla.

Pregunta: Maharaj, en sus bhajans (cantos devocionales), ¿a qué concepto adora usted?

Maharaj: Adoramos a Eso que es sin-concepto y sin-pensamiento. La esencia de esta adoración es hacer a su mente más fuerte hacia el lado de la realidad. Mi gurú, Siddharameshwar Maharaj, y su Maestro, Bhausaheb Maharaj de Karnataka, eran gurús de Sholapur. Bhausaheb Maharaj comenzó este linaje y tuvo en él la plena sabiduría, la plena comprensión. En la India hay muchos Santos, y ellos han escrito muchas cosas. Así pues, él recogió los pensamientos más altos sobre la realidad. Usted no puede comprenderlo porque está en lengua marathi, y eso es una dificultad. De otro modo, vería que cada palabra ha recibido un significado muy fuerte de la realidad. Por ejemplo, cuando usted ve una película, y si le agrada una canción en la película, entonces, después de volver a casa, usted canta esa canción una y otra vez. Así pues, al cantar los bhajans, usted permanece en ese círculo de la realidad, nada más. Ningún concepto. Cuando un concepto es conocido, ¿cómo va usted a adorar a un concepto? Nosotros tenemos ahí sólo la foto de Siddharameshwar Maharaj, pero él está aquí (llevándose la mano al corazón) y no en la pared. Las gentes hacen cosas que no saben. Cuando usted dice, «Cristo», las gentes se persignan. Esto significa que Cristo está aquí y no allí. ¿Qué hacer entonces? Pero la mayoría sienten que Él está allí. Eso es ignorancia. Saber que «yo no estoy ahí», es la práctica. Por ejemplo, si usted deja la habitación, entonces está fuera de la habitación; de otro modo, usted permanece en la habitación. Así pues, usted debe dejar la habitación. Eso es lo único que tiene que hacer. Ello depende de usted. El Maestro está aquí para guiarle, nada más.

Pregunta: Yo vivo con miedo y no me atrevo a vivir mi vida. ¿Qué debo hacer para vencer este miedo?

Maharaj: El miedo está en la naturaleza humana, siempre está aquí. Todo el mundo tiene miedo, incluso los animales, debido a que comprenden que «yo soy el cuerpo». El cuerpo siempre tiene miedo y la mente es el hacedor más grande en él. La mente no es nada sino su propio concepto. Un concepto es conocimiento también; así pues, el miedo viene siempre a la mente debido a la inestabilidad del mundo. El mundo cambia a cada instante. La mente siempre tiene miedo de lo que no es estable. Su propia vida también es nada —depende sólo de su respiración. Mientras usted respira, todo está aquí. La respiración no es nada sino aire, y el aire nunca es estable. El aire ha recibido poder y conocimiento. Igualmente, la luz siempre tiene miedo de la obscuridad. ¿Por qué tener miedo de la obscuridad, si la luz y la obscuridad van siempre juntas? Donde hay luz, hay obscuridad —si la obscuridad está aquí, la luz también está aquí; así pues, no son estables. Por lo tanto, como usted dice, uno siempre tiene miedo. Si usted va más allá de la obscuridad o más allá del conocimiento, entonces no hay ningún miedo. Por ejemplo, una pantalla de cine no tiene miedo de ninguna película, debido a que la pantalla es estable. Así pues, eso que no es estable, siempre tiene miedo. Su mente cambia a cada momento, ¿o no?

Los seres humanos tienen miedo incluso de los insectos más pequeños —insectos, pájaros y gérmenes. Hay muchos tipos de gérmenes, de bacterias. Además, hay todo tipo de insectos debido a que el poder es vida, nada más. Así pues, el hombre siempre tiene miedo de la muerte. Hay cinco elementos en el mundo —el espacio, el fuego, el agua, la tierra y el aire— todos vienen del espacio. Además, todos ellos tienen una entidad exactamente opuesta —el espacio contiene al aire, el aire contiene al fuego, el fuego consume al agua, y el agua puede disolver la tierra en cualquier momento. Eso que es transitorio siempre tiene miedo. Sus pensamientos y conceptos son transitorios; a cada momento, usted cambia sus pensamientos y conceptos. Así pues, uno siempre tiene miedo. El cuerpo está hecho de los cinco elementos, nada más; y en él hay un poder, chetana. Así pues, todos operan juntos, debido a que el poder está ahí. La mente no es nada sino ese poder en una forma sutil; y el poder no es nada sino conocimiento. Es automático; así pues, el miedo debe estar ahí. Por ejemplo, hay muchos insectos, muchas cosas en el mundo. Usted tiene miedo de todo, ¿por qué? Porque quiere que su cuerpo permanezca intacto. El miedo siempre está aquí, de manera que para hacerse cargo del miedo uno debe conocer su propio Sí mismo. Es fácil, y se llama Auto-realización. Así pues, si uno comprende que «yo soy más allá de cero, o del espacio», no tiene miedo.

Krishna dice a Arjuna —que era su discípulo— en la Bhagavad Gita, «¡oh Arjuna!, todas tus acciones te limitan y son inútiles a menos que conozcas tu Sí mismo». Así pues, para librarse del miedo, usted va a la iglesia, reza a Dios; y los hindúes van a los templos y rezan igualmente. El miedo mismo es la mente. Todos esos rezos, leer mucho, muchos libros filosóficos, todas estas cosas hacen a su mente cada vez más complicada, y esa complicación trae siempre más miedo. Así pues, la mente no puede permanecer estable. Si su mente conoce su propia fuente o su propio comienzo, sólo entonces puede ser feliz. Así pues, el miedo es eso. Así pues, uno puede vencer el miedo, ¿por qué no? Cuando no hay nada, su miedo es siempre más grande. Por ejemplo, si usted está en un lugar solitario, entonces tiene mucho miedo. La soledad no es nada sino espacio. Así pues, por la gracia del Maestro, vaya más allá del espacio. Sólo por la comprensión dada por el Maestro puede usted penetrar el cielo e ir más allá del cielo, más allá del espacio. Mientras el cuerpo está aquí, el miedo tiene que estar aquí, nada más. Si usted quiere ser sin miedo, sea lo que es sin miedo, debido a que ello no tiene fin. La realidad final no tiene ningún fin y ningún comienzo. Lo que ha tenido un comienzo o un final, tiene miedo; pero si no tiene comienzo, ¿cómo puede tener fin? Él es sin límites, nada más. Es tan sutil que todos los pensamientos y conceptos se detienen ahí; no pueden entrar ahí. Así pues, como he dicho antes, la pantalla de cine no tiene nada de qué inquietarse. Venga la película que venga, la pantalla la muestra, hace todo, y sin embargo no tiene miedo. La pantalla no es tocada, por lo tanto es sin miedo. Si usted es tocado, entonces viene el miedo. Suponga que ve una soga en la obscuridad, y que la toma por una serpiente. Usted tendrá mucho miedo de ella. Si se da la luz, entonces el miedo desaparece cuando usted ve que es sólo una cuerda. La comprensión del Sí mismo borra todos los miedos, porque el Sí mismo es unidad, de modo que no hay ninguna dualidad en Él. La dualidad tiene miedo, la unidad no tiene ningún miedo.

Pregunta: Para mí es difícil tener una meta, e ir al final de mi ser. Yo me siento vacío; no tengo energía y no tengo ninguna meta fijada en la vida.

Maharaj: La meta es de la mente y usted no es la mente. Usted es el poder; así pues, ¿por qué no puede usted ir al poder? Una meta y el poder son cosas diferentes. Uno no debe sentirse así. Usted piensa que usted es la mente y el cuerpo; por lo tanto, dice, «yo no soy capaz de alcanzar la realidad». No es el caso, porque ellos son diferentes. Como la luz y la electricidad, ellos son completamente diferentes. La electricidad no tiene luz; pero debido a esos inventos, ella da luz. Así pues, la mente no es perfecta, el pensamiento no es perfecto, pero su Sí mismo, el poder que es en usted, es completamente perfecto. Dondequiera que es, es perfecto; así pues, ¿por qué no sería perfecto en usted? Es perfecto en todas partes. Debido a la identidad del cuerpo y la mente, usted dice que no es perfecto. Todo desaparece en el sueño profundo; así pues, ¿por qué no puede ir usted al final de su Sí mismo? ¿Desde dónde comienza este poder? Encuentre la fuente, y eso es su Sí mismo. Ahí, no hay ningún sí mismo. Pero si usted dice el «cuerpo», entonces tiene que decir el «sí mismo». No hay ningún sí mismo en Él, no hay ninguna individualidad en Él, no hay tampoco ninguna dualidad en Él. Así pues, uno puede comprender la realidad final a través de la guía del Maestro. Depende del Maestro, de si él le da a usted la dirección verdadera para comprender. Si la dirección es falsa, entonces usted no puede llegar al destino. El Maestro debe ser perfecto; sólo entonces puede dar los pensamientos o puntos verdaderos de esa realidad. Es fácil para uno comprender, pero es muy difícil hacer que otros comprendan. Así pues, uno no debe pensar de esa manera. Por ejemplo, usted siempre va al final de usted mismo si usted no sabe qué hacer. Como en el sueño profundo, usted va al final de usted mismo. Pero entonces no lo sabe; así pues, usted vuelve a la ignorancia. Entonces dice, «yo estaba en un vacío» o «yo estaba en completa ignorancia». La realidad está ya ahí, pero usted no sabe eso debido a la ignorancia de la mente. Él penetra todo y por todas partes. Sin Él, sin la realidad, no puede hacerse nada. Todo es Él. El punto de comienzo es el final, nada más. Desde donde usted comienza, usted puede ir a eso siempre sin ningún esfuerzo. Por ejemplo, la lava sale del centro de la tierra, cubre la superficie y finalmente vuelve al centro. Así pues, Cristo ha dicho también, «tú eres polvo —comes polvo y mueres en el polvo». Vaya más allá de eso. Usted no es un objeto —usted no es un cuerpo ni una mente; así pues, vaya al final de todas estas cosas, desde donde ellas surgen y donde acaban. Entonces uno puede comprender, ¿por qué no?

El propietario de una casa conoce cada rincón de su casa; así pues, no tiene nada de qué inquietarse. Él sabe donde está todo. De la misma manera, uno debe ir al final, desde donde comienza todo. Todo el mundo es Él. Aparte de Eso, no hay nada. Así pues, uno puede comprender. Quite la cortina de delante de la luz, y la luz está aquí instantáneamente. Uno puede ir al final. Todos los días, cuando duerme profundamente, usted va al final. Usted tiene que encontrar ahí a su Sí mismo. ¿Qué significa «encontrar»? Olvide su mente, olvide sus pensamientos y olvídese usted mismo. Él está aquí.

Pregunta: ¿Ayuda admitir que uno es impotente?

Maharaj: ¿Impotente? ¿Cómo puede ser, si usted es ese poder verdadero? El ego es impotente, debido a que no tiene ninguna entidad. Si no tiene ninguna entidad, ¿cómo puede tener poder? ¿Qué puede usted escribir al que no ha recibido el nacimiento? ¡Usted no puede! Puesto que el ego no tiene ninguna entidad, no tiene ningún poder. La luna no produce luz, sino que da la luz que viene del sol. De la misma manera, el ego es también como la luna. El poder que está dentro del ego le da la luz, y él (el ego) dice, «yo soy, el poder no es, él no tiene ninguna entidad». Así pues, ¿por qué no puede uno apagar, borrar el ego que no tiene ninguna entidad? A uno que no ha recibido el nacimiento, usted no puede quitarle nada, ¿no es así? De la misma manera, ¿por qué inquietarse por lo que no tiene ninguna entidad? Vaya al final. Uno puede. Sólo su ego no le deja a usted ir ahí. El ego sabe que si usted ve su Sí mismo o el fin de la ilusión, entonces él ya no permanecerá aquí y nadie pensará en él. ¡No piense que usted no puede ir ahí! Es sólo la flaqueza de su mente la que dice, «yo no puedo comprender-Le». Es como una bombilla que luce y dice, «yo produzco la luz». Ella no puede comprender la electricidad. Cuando usted no piensa que usted es la bombilla, entonces el poder está ahí. Si uno puede ir al final, desde donde viene la luz, su entidad no estará en ninguna parte. Todas las películas que usted ve sobre la pantalla de cine y el sonido que usted escucha —si usted quiere saber de dónde vienen, ¿permanecerán en la pantalla después? Así pues, uno puede ir, ¿por qué no? La ignorancia de la mente dice que ella no puede ir. «Mente» significa pensamiento, y el pensamiento no puede ir a la realidad sin-pensamiento. Así pues, la mente dice que eso es imposible, ¿o no? El pensamiento desaparece y Él permanece.

Pregunta: Usted dice que es a través de la discriminación como uno puede destruir la mente. ¿Pero qué hay sobre las emociones bloqueadas, los miedos o los bloqueos emocionales que se remontan hasta la infancia, y de los que nosotros no siempre somos conscientes? ¿Qué debe hacer uno para librarse de ellos?

Maharaj: Usted tiene que seguir adelante; puede haber obstáculos, pero los obstáculos deben ser vencidos. Por ejemplo, está teniendo lugar una carrera de caballos y hay muchos obstáculos en el camino. Uno debe vencer los problemas, ¿por qué no? Un problema es un pensamiento. Desde su infancia, usted debe haber tenido muchos pensamientos, ¿o no? ¿Quién le ha dado esos pensamientos? Su padre, su madre y después su círculo de amigos. Todos esos pensamientos han venido a usted de gentes ignorantes; así pues, ¿qué pueden darle? ¿Qué puede dar la obscuridad? ¿Dígame? ¡Nada! ¿Qué puede encontrar usted en la obscuridad? ¡Nada! De la misma manera aquí, usted tiene que descubrir eso que es nada. Todos sus pensamientos son una ilusión, no son verdaderos. Todos han venido a usted debido a la ignorancia y ahora han devenido un hábito. Si piensa en sus pensamientos, entonces la ilusión permanece. Pero si va a la fuente de donde salen los pensamientos, al punto de partida, si va a esa fuente, entonces los pensamientos se disuelven. Usted no piensa nunca en la realidad, en la fuente; usted piensa siempre en otras cosas. Usted no piensa nunca en sus pensamientos y de dónde vienen. Todas las esclavitudes son sólo esclavitudes mentales, y usted las ha tomado prestadas. El dinero que es prestado no es suyo, ¿no es así? De la misma manera, usted ha recogido los pensamientos de otros y los ha tomado como su esclavitud, ¿cómo puede ser? Arroje esa esclavitud, devuelva el dinero al prestamista, y entonces usted es libre de la deuda. Usted tiene que liberarse de la deuda, ¿o no? De la misma manera, usted ha tomado sobre sí las esclavitudes de otros. ¡Arroje eso! ¿Qué le detiene? Pero usted no quiere arrojarlo, ¿qué hacer entonces?

Respuesta: Debido al miedo.

Maharaj: El miedo es ignorancia, ¿qué hacer entonces? ¡El miedo es nada! ¿Por qué tiene usted miedo, dígame? Se debe al ego. Usted tiene miedo de lo que dirán las gentes.

Pregunta: Miedo del conflicto. Tengo miedo de la oposición de los demás.

Maharaj: Entonces, usted no puede obtener la meta. El miedo no tiene ninguna entidad. Si usted lo toma por verdadero, ¿cómo puede entonces ir a la realidad sin-pensamiento? Todo el mundo está desnudo debajo de sus vestidos, todo el mundo lo sabe, ¿o no? ¿Por qué tener miedo? Yo no comprendo. Si el Maestro es verdadero y lo que él dice es verdadero, entonces «los miedos pueden ser mentirosos, y las esperanzas pueden ser ilusiones». Los miedos pueden ser mentirosos; así pues, ¿cómo pueden tener alguna entidad? Las esperanzas tampoco tienen ninguna entidad. ¿Qué puede hacerle daño si usted tiene un Maestro fuerte? ¡Y ese Maestro debe ser su mente! En la India, tenemos un dicho en hindi, «al que es sin miedo, incluso los dioses le tienen miedo». Incluso los dioses tienen miedo de usted; así pues, ¿por qué debe usted temer algo? ¡Sea desnudo! Arroje todo y entonces nada puede tocarle, nada puede detenerle. Cuando los miedos le salgan al paso, arrójelos. Usted es Él, délo por hecho.

Sube los cuarenta y cuatro escalones, y usted llega a la habitación, ¿o no? Si hay cuarenta y cuatro escalones para subir al segundo piso, y los sube todos, entonces debe llegar al segundo piso, ¿o no? O bien, si usted toma el ascensor, llegará también ahí —¿quién puede detenerle? Así pues, ¿qué miedos pueden detenerle? Los miedos son nada. Cuando el ego no quiere ver su propio Sí mismo, entonces surgen los miedos. Así pues, es el ego el que no le deja a usted, eso es todo. Lo que usted sabe hoy y lo que va a saber mañana es siempre lo mismo. El conocimiento no cambia nunca. Debido a la ignorancia, los efectos difieren. Como he dicho antes —mantenga la cortina sobre la luz, y entonces habrá obscuridad. Quite la cortina, y la luz vuelve.

Pregunta: Maharaj, ¿hay alguna técnica especial para quitar el velo? ¿O es suficiente tener mucho coraje y ser valiente frente a estos miedos, para que desaparezcan naturalmente?

Maharaj: Uno debe ser valiente para vivir. Cuando usted es valiente, entonces el miedo no permanece. Sea valiente y tenga fe en el Maestro. Lo que el Maestro dice, hágalo. Usted puede obtenerlo, debido a que usted es Él. Obtener su Sí mismo, ¿cuánto tiempo lleva? Si alguien dice su nombre, inmediatamente usted levanta la mano. ¿Cuánto tiempo le lleva responder? Usted lo hace instantáneamente. Así pues, lo que usted es, lo que usted dice es la realidad final, es usted. ¿Cuánto tiempo lleva? Arroje el velo. Pero usted no quiere arrojar el velo, ¿qué hacer entonces? Además, la realidad no puede ser vista, ¿qué hacer entonces? Es muy fácil dejar eso que es nada y muy difícil ver eso que es. Usted ha olvidado, y por ello tiene problemas. De la misma manera, es muy fácil; no se inquiete. Uno mismo debe tener plena fe. Aquí, la mente siempre hace preguntas. Por ejemplo, en el ejército se dice, «no hagáis preguntas, no deis contestaciones, haced sólo vuestro deber y morid». Éstas son las órdenes para los militares, y aquí es también lo mismo (risas). El Maestro dice, «¡muera! ¡Experimente su propia muerte!» El Santo Tukaram dijo, «yo vi mi propia muerte y fui muy feliz, muy feliz. Esa felicidad, yo no puedo describirla». Uno debe ver el fin de su sí mismo; el sí mismo es la mente. En la India tenemos una costumbre —el día trece después de que alguien muere, se dan dulces a todos los parientes. ¿Qué significa esto? Debe tener un significado, ¿o no? El significado es —«Él no está muerto, él no muere nunca». Ellos no comprenden esto, pero el significado es éste, y ellos sólo siguen la costumbre. Así pues, ¿por qué no dar dulces a todos si usted comprende, «yo no voy a morir, yo estoy vivo siempre»? Cuando el cuerpo muere, sólo tiene miedo el cuerpo o el ego. Así pues, si muere, entonces dé dulces a todos.

Una persona en prisión, siempre cuenta cuántos días le quedan para salir. Aquí también ocurre lo mismo. Las gentes no comprenden, pero cuando llega el cumpleaños, se dan dulces. Todos los cumpleaños se celebran dando dulces. Ellos piensan que ha llegado el tiempo de que la esclavitud acabe. La vejez es seguro que viene, y entonces la esclavitud desaparecerá; por eso celebra uno los cumpleaños. Es un año menos de vida, pero incluso así, usted lo celebra porque la esclavitud del cuerpo se acerca a su fin. Un año es corto, pero es un año menos en la ilusión. Suponga que usted tiene veinticinco años y que su vida será de cien años; entonces sólo le quedan setenta y cinco. ¡Cuando ve que ha perdido veinticinco años, usted debe ser feliz y dar dulces a todos, porque su esclavitud se acaba muy deprisa! Así pues, viva sin miedo y regocíjese de que esto se acaba.

Cualquier cosa que piense es siempre algo que no existe, debido a que todo es solamente Él. Excepto Él, no hay nada en el mundo. Cualquier pensamiento o concepto que usted piense, crea algo diferente de lo que Él es. Cuando el pensamiento acaba, ¿qué acontece? Usted va a cero. En el mundo, usted pasa su tiempo pensando en muchas cosas, en muchos problemas, sean lo que sean. Pero cuando la mente duerme, usted olvida todo. Los pensamientos vienen a la mente continuamente. Así pues, lo que usted ve y percibe está en usted y no fuera de usted. Usted no es el cuerpo, délo por hecho. Cuando la mente atrapa un pensamiento y se apega a él, entonces se ve todo.

La realidad prevalece por todas partes y aparte de la realidad no hay nada. El está aquí, por todas partes y en todo. El Santo más grande en los últimos mil años, Shankaracharya, ha dicho, «hay unidad. No hay ninguna dualidad en el mundo». Por ejemplo, si alguien bebe alcohol, los efectos deben venir a él, ¿o no? Entonces dice lo que quiere. Y cuando la borrachera desaparece, entonces deviene sobrio de nuevo. Si usted le pregunta entonces, «¿dijiste esto?», él dirá, «¡oh, yo no sé nada!» Es la ebriedad de la ignorancia la que hace todo, la que trae todo. Quite la borrachera y la ignorancia no puede permanecer. Así pues, ¿por qué inquietarse?

El gran Santo, Ramdas Maharaj, dijo, «lo que usted dice que está aquí, ha partido. Eso que no es, no es siempre. ¿Qué hay que decir sobre ello?» Así pues, eso que ha sido, ha desaparecido, y eso que no ha sido ha desaparecido también. Por ejemplo, alguien siente un acero contra su rostro. Está ahí, él siente algo durante un breve tiempo y después ya no está ahí. Los dos han desaparecido. Ocurre lo mismo con el conocimiento y la ignorancia. Los dos están aquí; entonces viene su ausencia, y después de su ausencia, ¿queda algo? No hay nada, pero Él es. Usted tiene que usar muchas palabras para explicar esto. Es muy sutil. Un pequeño toque hace que venga toda la consciencia. Finalmente, usted es Eso. Experimente-Lo de esta manera. Sea Eso y permanezca sólo como Eso.

De la misma manera, este mundo no está aquí. Usted siente que existe, ¿qué hacer entonces? ¿Hay algo verdadero aquí? ¡Nada es! Si usted comprende esto, entonces para usted no queda nada. ¡Todo es un gran cero! ¡El mundo viene de cero y acaba en cero! Todo acaba en cero. Cuando usted duerme, ¿desaparece o no desaparece el mundo? Dormir significa que usted no puede ver el mundo. Usted tiene que cerrar sus ojos para dormirse y entonces tiene sueños. Eso es imaginación también. En un sueño, un pobre deviene una persona rica y una persona rica deviene la persona más pobre. Por ejemplo, hubo un rey que devino un mendigo en el sueño. Así pues, maldecía a Dios, «¿qué es esto? Nadie me da limosna. Todo el mundo me insulta y me dice cosas malas. ¿Qué mal he hecho? Yo no lo sé». Dios le responde, «has entrado en este sueño, ésa es la cosa mala que has hecho. Así pues, sólo estás soñando cosas malas que tú sientes como verdaderas». Pero cuando viene un Maestro y dice, «¡oh!, el que está soñando es un rey», entonces él representa su papel con mucho gusto, ¿o no? Representa su papel con mucho gusto. El Maestro le dice al rey que lo que ve es sólo un sueño para que el rey sepa, «en el sueño soy un mendigo, y cuando despierte de este sueño seré un rey». De la misma manera aquí también, el Maestro le dice que «usted es Él », pero usted no puede aceptar esto. Pero suponga que usted se atreve a comprender al Maestro enteramente, ¿entonces que? Entonces el mundo deviene el cielo. Para el que comprende, el mundo es el cielo.

Cuando algo agradable le acontece a alguien que comprende, dice, «¡oh, muy bien!». Y cuando muere alguien, dice, «¡oh, ha muerto!» No se ríe. ¿Por qué? Porque su risa podría molestar a otras gentes. Pero, sin embargo, sabe que no ha ocurrido nada. Los cinco elementos vuelven a los cinco elementos y el poder vuelve al poder; ¡y entonces no queda nada! ¿Qué hay entonces? ¿Quién ha muerto? El que vino y el que se ha ido, su nombre está escrito en la tumba. Ellos escriben, «fulano murió». Puede haber tenido cincuenta años de edad, u ochenta o cien años. Si tenía cien años, usted dice, «¡oh!, había llegado su hora». Pero si sólo tenía treinta, entonces usted siente mucho su muerte, porque siente que la muerte puede venir en cualquier momento. Así pues, ¿qué hacer entonces? Morir puede ocurrir muy fácilmente, pero uno no debe sentir que ellos mueren. Cuando el cuerpo muere, usted mismo no muere. Usted siente que «yo muero», y entonces vienen a usted todos esos problemas. Pero de hecho, cuando uno muere, acaban todos esos problemas, ¿o no? Para él no queda ningún problema, él está fuera de todos los problemas.

Pregunta: Maharaj, si usted dice que nada es verdadero, ¿significa eso que usted, en el cuerpo y la mente, no son verdaderos tampoco?

Maharaj: ¡Oh, sí! ¡No es verdadero! Lo que yo pienso tampoco es verdadero. «Yo no pienso», ése es el punto principal. ¿Por qué pensar en cosas que no son verdaderas? ¿Por qué pensar en cosas que no existen? Las gentes piensan porque están en la ignorancia. Ellos piensan, «¡oh!, el mundo está aquí ahora, ¿qué me ocurrirá?» Un hombre cumple setenta años y siente que si muere mañana, ¿qué acontecerá? ¡Piensa que él muere y que otros continúan gozando! Todo eso depende sólo de su mente.

Pregunta: Así pues, si no es verdadero, ¿por qué pensar en ello?

Maharaj: Si usted piensa así, eso es muy bueno. Entonces usted está fuera del mundo. Usted está en el mundo, pero fuera del mundo. Esa es la belleza de ello. Si usted dice que esto no es mi casa, entonces usted no tiene problemas. Puede clavar clavos donde quiera. Pero si dice, «es mi casa», entonces usted dice, «¡oh, esta pared se estropeará. No debo clavar clavos en ella». Usted se coarta a usted mismo. El pensamiento no es verdadero; con él se restringe a usted mismo. «¡Oh!, ¿cómo puedo hacerlo? Es mi casa». Si no tiene ninguna casa, entonces usted puede hacer cualquier cosa aquí, porque sabe que no va a ocurrir nada. Como mucho, podrían caerse las paredes. Comprenda de esta manera. Cuando dice «es mío», entonces ello le perturba a usted. «Yo» y «mío» es el problema. «Yo» y «mío» —eso es llamado «aham» y «mamata». Así pues, Kabir dice simplemente, «todo muere».

Pregunta: Bien, si «yo» no soy verdadero, entonces la muerte no puede ser verdadera.

Maharaj: La muerte no es verdadera. Sí, sí.

Pregunta: De acuerdo, eso cuida de todo.

Maharaj: Kabir dice, «primero se disuelve la mente. Después el amor por alguien acaba. Y, finalmente, todos los cuerpos desaparecen».

Pregunta: Así pues, ¿es eso la liberación?

Maharaj: Liberación. ¡Exactamente! El deseo de un cuerpo, el fuerte deseo de un cuerpo no deja que usted muera. Entonces usted recibe otro cuerpo. Este cuerpo se está yendo ahora; así pues, ¿qué hacer entonces? Usted trata de obtener otro cuerpo. Usted morirá con ese deseo, y entonces debe recibir otro cuerpo. Cualquier cuerpo que reciba, terminará enfermando. Usted quizás devenga un mosquito o una chinche. La mente quiere algo, lo que sea. Así pues, uno debe comprender la belleza de los pensamientos. La mente es una cosa maravillosa, así se lo digo. ¡Es muy fuerte! Quiere muchas cosas. Así pues, pregunte a su mente; yo digo siempre, pregunte a su mente, «¿qué es lo que no quieres?» Ella dice, «yo quiero todo. ¿No sé yo lo que no quiero?» Pero la persona realizada dice, «yo no quiero nada debido a que no es verdadero». Cuando no es verdadero, ¿por qué recibirlo? Las gentes corren siempre detrás de las cosas. Por ejemplo, un ciervo corre detrás de un espejismo pensando que es agua, ¿no? Si usted dice, «¡oh!, no hay ningún agua», el ciervo pensará que usted es una persona tonta. Dirá, «yo puedo ver el agua; así pues, ¿qué quiere decir usted con eso?» El ciervo ve con sus ojos que es agua, pero es un espejismo. De la misma manera, las gentes corren sólo detrás de su deseo. Es sólo un deseo, un deseo fuerte de la mente. Cuando usted recibe el nacimiento, se debe a que usted quiere. Así pues, usted ha recibido muchos nacimientos, ha venido aquí y regresado de nuevo. A eso se le llama deseo, un deseo fuerte; en nuestra lengua se le llama vasana. Pero si usted comprende que este mundo no es verdadero, entonces cada elección viene a usted. Diga que no es verdadera. Eso es muy difícil de decir.

Pregunta: Maharaj, decirlo es fácil, pero es difícil de practicar.

Maharaj: ¡No, no! Si usted ya no quiere nada, entonces, ¿qué hay que practicar, dígame? Usted quiere algo; así pues, va detrás de ello. Cuando uno no quiere nada, entonces ¿qué le queda? ¿Dígame? Si usted tiene hijos, una esposa y todo, entonces siempre le viene algún problema. Para mí, por ejemplo, no hay ningún problema. Yo nunca pido nada a nadie. ¿Por qué pedir? ¿Por qué mendigar? ¡Qué este cuerpo se vaya al infierno, no me importa! A cada momento, usted se preocupa del cuerpo, ¿qué hacer entonces? Todo el mundo se preocupa de su cuerpo. Si usted no se preocupa del cuerpo, entonces el cuerpo deviene su esclavo. Entonces, quiera usted lo que quiera, el cuerpo lo hará. «¡Adelante!» Si usted comprende esto, es realmente una cosa muy buena. Entonces está fuera de la garra de los pensamientos. Cuando usted está fuera de la garra de los pensamientos, entonces su poder deviene muy fuerte. No se inquiete por nada. En marathi hay un dicho, «si duermo en este catre, mi Dios está aquí». Él debe darme todo para comer. Todo es su poder (de usted). Desarrolle su poder. Si ese poder está ahí, entonces usted ya no desea nada. ¿Por qué debe desear?

Los ojos quieren ver cosas buenas. La nariz quiere oler cosas muy buenas. «¡Oh, estas flores son muy fragantes!» Usted quiere comer muchas cosas también. «¡Oh, esto es muy sabroso! Uno debe comer». Y todo eso se convierte en más problemas para usted. Así pues, coma si lo tiene. ¡Coma! En caso contrario diga, «¡yo no quiero nada!» No sea un esclavo. Usted deviene el esclavo de los pensamientos, y la mente trabaja y gobierna sobre usted. La mente le está gobernando, siempre. Así pues, lo mejor es comprender que uno debe practicar contra la mente. Por ejemplo, la mente quiere beber algo, coñac o whisky. Diga «¡no! No voy a beber». Si la mente no quiere hacer algo, entonces diga, «vamos, vamos a una reunión, o vamos a caminar». Ésta es la práctica que tiene que hacer. Entonces la mente deviene su esclava en todo. La mente dice entonces, «lo que yo digo no lo haces; así pues, ¿para qué decir nada?» Entonces está de acuerdo con usted en todo; y eso es felicidad, ¿o no? Cuando la mente acepta, ya está. La mente debe aceptar, pero no acepta nunca para nadie. Así pues, usted tiene que pensar de esta manera y hacer de su mente una esclava. Cuando la mente deviene una esclava, entonces no viene a usted ningún pensamiento. ¿Cuál es el significado de los pensamientos? Los pensamientos vienen debido a la mente. Es mejor decir, «yo no quiero nada». Si usted no quiere nada, entonces todo el mundo le fuerza a tenerlo.

La mente es un factor maravilloso. Trate de comprender su mente. Cuando la comprende, la mente deviene un amigo y finalmente ella misma muere dándole la realidad. La mente es el único factor que crea su esclavitud. Sólo quiero decir que si usted comprende que «yo no existo», entonces todo es felicidad. Si «usted» existe, entonces vienen muchos problemas. ¿Qué hacer entonces? Sea fuera de ello. ¡Haga todo! Yo no digo que no. Haga todo, pero comprenda que no es verdadero. Tenga ese coraje. La mente no tiene ningún valor debido a que no es verdadera. Así pues, ¿por qué inquietarse? Diga, «No es verdadera». Cuando el estado de su mente cambia, entonces vienen los problemas. Trate de comprender. No se inquiete por nada. Si la mente acepta esto, ¿qué queda entonces? No queda nada. Las gentes son inquietadas innecesariamente por la mente, pero la mente no se inquieta por usted. Si lo comprende de esta manera, entonces se resuelven todas las cuestiones. Usted se siente en paz. Por ejemplo, si usted tiene una enfermedad y no toma su medicina, entonces sus trastornos no desaparecen, ¿o no? El cuerpo morirá. ¡Qué muera! ¿Por qué inquietarse por él? Entonces se resuelven todos los problemas. La mente es una cosa maravillosa. La liberación y la esclavitud son obra de la mente. Usted siempre está liberado y nunca en la esclavitud.

Pregunta: Maharaj, lo que ocurre es que cuando deviene claro para mí que yo no existo, instantáneamente pierdo el interés en todo. Nada me parece importante.

Maharaj: ¿Y mientras usted existe?

Respuesta: Todo es importante.

Maharaj: Sí, sí; usted siente interés en ello. Diga eso, «yo no existo». Entonces todos los pensamientos desaparecen, no permanecen para un hombre con una voluntad tan fuerte. Eso necesita una voluntad fuerte, ¿o no? El punto principal es que todo el mundo tiene miedo de la muerte. Y cuando tiene miedo de la muerte, usted quiere hacer todo por su cuerpo. Pero el que no tiene miedo de la muerte, ¿entonces qué?

Respuesta: Entonces el hacer y el no hacer ya no tienen importancia para él.

Maharaj: No tienen importancia para él, exactamente. Él no va contra el pensamiento de la muerte. Simplemente no le importa. Él no se inquieta por nadie. ¿Por qué? ¿Por qué inquietarse por alguien? Las gentes quieren existir, ¿o no? ¿Cuán buena es su existencia? ¿O la existencia de usted?

Pregunta: Maharaj, puesto que la mente parece ser la causa del mundo, uno no tiene que casarse y tener hijos para no tener problemas. Uno puede estar sin ellos y tener bastantes problemas.

Maharaj: Hay una historia donde se hacen dulces de madera dorados y tienen un color muy agradable. Alguien dice, «¡oh, si los comes, perderás todos tus dientes!» Pero, no obstante, él responde, «¡son muy atractivos! Yo quiero comerlos». Él sabe que están hechos de madera, y que puede perder sus dientes, pero no puede evitarlo. ¿Qué hacer entonces? Así pues, uno debe comprender. ¡El mundo no es verdadero! Para el que comprende, entonces todo está bien. Si usted comprende a medias, entonces está perdido en el cielo. La mente es de un tipo muy diferente. Trate de comprender. La comprensión trae todo. Si usted comprende, entonces nada es verdadero y nada es falso. Así pues, alguien que dice que el mundo es verdadero y alguien que dice que no es verdadero, de hecho, los dos son falsos.

Pregunta: Maharaj, esto es interesante. ¿Por qué son falsos los dos?

Maharaj: Los dos son falsos. ¿Por qué decir algo sobre algo que no existe? Nada es siempre nada. ¿Por qué enorgullecerse entonces y decir, «yo he renunciado al mundo, y he hecho esto y aquello»? El mundo es siempre cero. ¿Por qué debe uno decir algo sobre cero? Sin embargo, el ego le hace a usted decir, «¡oh, yo sé!» El mundo no es verdadero. ¿Por qué debo yo inquietarme?» El ego trae todo esto. El ego es un malhechor muy retorcido. Entra de esta manera. Así pues, muchos «santos» se engañan a sí mismos. ¿Qué hacer entonces? Ellos no encuentran nada Ahí. Entonces retroceden y enseñan cosas falsas a otros. Dicen, «haga esto y lo tendrá». Así pues, muchas gentes hacen esto y aquello. Hay un dicho suyo, «la sierra de Kashi (Benarés) corta por ambos lados». Las cosas mundanas son lo mismo que la sierra —si usted no quiere el mundo, el mundo le trastorna; y si quiere el mundo, también le trastorna. ¿Qué hacer entonces? Sea neutral y diga, «yo no quiero nada».

Pregunta: O bien se puede estar en el mundo y ser trastornado.

Maharaj: Sí. Si hay una casa, entonces viene el terremoto y la casa se cae, y usted tiene problemas. Pero si no hay ninguna casa, ¿entonces qué? La vida es como jugar. ¿Qué hacer entonces? Uno no sabe nada. Uno morirá mañana, o quizás vivirá cien años; nadie lo sabe. Así pues, la vida es como un juego, ¿o no? Deshágase del dado. Si no hay dado, entonces no hay jugador.

La comprensión debe venir. Ése es el punto principal. Si usted no comprende, ¿entonces qué? El que dice que «el mundo no es verdadero», él mismo es falso también. Y el que dice que «el mundo es verdadero», él mismo es igualmente falso. Los dos son falsos. ¿Por qué hablar sobre lo que no es? ¿Por qué decir algo sobre eso? Cuando usted dice, «¡oh, yo sé, el mundo es cero. Yo he renunciado al mundo!», ¿qué ha hecho usted de hecho? ¡Nada! Así pues, Siddharameshwar Maharaj nos decía, «renunciad a renunciar. Olvidad la renuncia. Renunciar es ego». ¡Trate de comprender al Maestro! A menos que comprenda al Maestro, es muy difícil ir con Él. Si la comprensión viene, entonces todo está bien. Sin comprensión, es muy difícil. No haga nada.

Pregunta: Maharaj, usted está diciendo que el mundo no existe, de modo que no puede ser ni verdadero ni falso. Está diciendo, «sea en él, pero no crea que es ni verdadero ni falso. Coma, pero comprenda que usted no es el comedor».

Maharaj: Sí. Ése es el punto principal. Si usted no es el comedor, entonces, ¿quién será trastornado? Puede que el cuerpo sufra el trastorno, ¿qué hacer entonces? Hacer es lo peor. Sepa que «yo no hago nada». Si usted comprende esto, entonces es libre y si hace también es libre.

Pregunta: ¿Todas las acciones son iguales entonces?

Maharaj: Iguales. Nada más. Hacer y no hacer, ambos son iguales para Él.

Pregunta: ¿Y hacer esto o aquello?

Maharaj: ¡No es verdadero! ¡Los dos son falsos! Tukaram fue preguntado, «¿por qué haces cosas malas a esta mujer?» Él respondió, «¡oh, es Brahman (Dios)!» Él usaba la palabra «Vitthal (Dios)». Pero ellos preguntaron, «¿pero no eres tú quien ha hecho esto?» Él respondió de nuevo, «Vitthal». Entonces ellos dijeron que este hombre no debía ser perseguido, pues dice que todo es Vitthal. Pero él (Tukaram) sabía que el que hacía cosas malas a la mujer es Él mismo, y que el que daba la evidencia es también Él mismo. Así pues, los dos eran falsos. No hay nada más que decir. Ninguno de los dos existen, ni yo he hecho ni yo no he hecho. Los dos están fuera de cuestión, y cuando usted mismo está fuera de cuestión, entonces no hay ningún examen y ningún resultado.

Pregunta: Maharaj, ¿puede la reflexión reemplazar a la meditación?

Maharaj: Es mejor ir por la senda más fácil. ¿Por qué ir por la senda tortuosa? Usted puede meditar, incluso durante doce horas. Hágalo, no hay mal en ello. Finalmente, usted tiene que devenir su propio maestro. Entonces la meditación se sumergirá en la realidad. Así pues, ¿por qué ir por la senda difícil? (Maharaj hace un gesto para tocar su oreja izquierda llevando su mano derecha por encima de su cabeza, y después lleva su mano izquierda y toca su oreja izquierda para mostrar una manera más directa). La meditación es sólo el comienzo, para hacer más sutil la mente. Cuando la mente deviene sutil, entonces ya no se requiere nada. Sólo el pensamiento sigue. Si un hombre está cojo, puede caminar con una muleta; pero si usa dos muletas, puede caminar aún más deprisa. ¡Así pues, conserve las dos y vaya más deprisa!

Pregunta: Yo quiero preguntar si Maharaj ha practicado el mantra, puesto que nos da uno.

Maharaj: Risas. Siddharameshwar Maharaj daba el mantra y yo lo practicaba, porque era su orden. Si el Maestro dice que uno más dos es tres, yo tengo que creerlo. Así pues, yo lo hacía y todavía ahora lo practico. Antes y ahora, pero de maneras diferentes. Antes de comprender, usted tiene que actuar acordemente a la elección del Maestro, y después de comprender, usted tiene que actuar acordemente a su elección. Si uno quiere devenir un médico, primero estudia y después practica. Después de algún tiempo, deviene un maestro en ello. Así pues, su práctica es completamente diferente entonces. A menos que mate a un montón de pacientes no puede ser un buen médico. De la misma manera, la experiencia trae muchas, muchas cosas. Su gracia está con usted; Él está con usted. El Maestro está con usted, no se inquiete. Uno debe tener esa fe. Así pues, todo este honor va a Él y no a mí, délo por hecho. ¿Qué es practicar? Comprender es practicar, nada más. Él médico dice, «tome esta dosis de medicina», y si usted practica, al día siguiente estará bien. Pero si no la toma, ¿qué acontecerá entonces? Usted pone toda su fe en el médico, ¿no es así? Aquí también se requiere toda su fe, nada más.

Pregunta: En lugar de practicar el mantra, ¿puede uno contemplar las enseñanzas? ¿El beneficio es el mismo?

Maharaj: Usted debe meditar al comienzo. Entonces su capacidad deviene muy sutil, su capacidad de comprender deviene muy sutil. Entonces puede practicar fácilmente lo que dice el Maestro. Él le enseña y usted tiene que practicar eso. Estoy de acuerdo. Tener fe y practicar la meditación le ayuda muy rápidamente. El Maestro dice doce más tres es quince. El muchacho tiene una capacidad de comprender alta y manifiesta diferentes maneras de llegar a quince. «Diecinueve menos cuatro también puede ser igual a quince», dice. De esa manera, usted puede pensar en ello cada vez más. Así pues, la mente debe ser sutil; por lo tanto, usted tiene que meditar y mantener su mente un poco quieta en ese tiempo, evitando todas estas circunstancias exteriores. Sea sólo en eso, y entonces su mente deviene sutil automáticamente. Antes, cuando se le dijo por primera vez que uno más dos es tres, usted tuvo que memorizar. Ahora ya no hay necesidad de memorizar. La capacidad de su inteligencia deviene sutil a través de su comprensión, uno más dos es tres. De la misma manera, cuando medita, usted puede comprender lo que dice el Maestro de una manera muy, muy diferente. Hay muchas maneras en que usted puede comprender —hay cuatro más cinco es nueve, y ocho más uno es también nueve. Usted puede comprender de esa manera. Si usted tiene toda su fe en lo que el Maestro dice, entonces puede ir muy deprisa y puede meditar muy fácilmente también. La meditación es sólo un paso, el primer paso; entonces tiene que seguir adelante. Usted no tiene que meditar toda su vida. También puede adelantar con el pensamiento, ¿por qué no? Así pues, su mente debe ser afilada por la meditación, y entonces puede comprender continuando con las enseñanzas. Al pensar cada vez más en ello, se meterá cada vez más en ello, lo penetrará, y finalmente será suyo. Al comienzo, se requieren tanto la memorización como la meditación, délo por hecho.

Pregunta: ¿La meditación es la repetición del mantra?

Maharaj: Exactamente, uno más dos es tres, ¿o no? Usted tiene que aferrarse a él una y otra vez. Cantando eso en su mente, usted puede vencer la ilusión, ¿por qué no? Por la meditación también se puede comprender la realidad. No diga que es un proceso muy lento. El Maestro de mi Maestro, Bhausaheb Maharaj, estaba por la meditación. Entonces Siddharameshwar Maharaj encontró desde su enseñanza que por el pensamiento también se puede llegar. La vida es muy corta; así pues, encuentre el camino más fácil para ir a Él. A través de la ignorancia, por su propio pensamiento usted ha devenido un «hombre» o una «mujer» o un «ser humano». Por la comprensión, por el pensamiento, usted puede corregir eso, ¿por qué no? Así pues, en las escrituras, está escrito que hay dos caminos —uno es llamado el de la «hormiga» y el otro es llamado el del «pájaro». A una hormiga le llevará mucho tiempo subir a un árbol, quizás incluso varios nacimientos. Mientras que un pájaro puede volar de un árbol a otro muy fácilmente, en una fracción de segundo. Así pues, se puede ir por el pensamiento, es muy fácil. Pero lo que es muy fácil es también muy difícil. Aquí se requiere un cambio de mente, nada más. La mente debe ser cambiada, la mente significa pensamiento. Su padre y su madre le han enseñado a pensar sólo a través de la ignorancia. No es culpa de usted; usted sólo ha recibido lecciones así. Así pues, el Maestro dice, «todo esto es falso y lo que yo digo es correcto». Por el pensamiento usted ha devenido un esclavo, y por el pensamiento usted puede devenir el Maestro. Así pues, mi Maestro nos daba el mantra y nos pedía que hiciéramos meditación también, y entonces nos daba charlas y sermones. Fue muy fácil para nosotros. ¡No trate de eludir la meditación! (Risas).

Conversación sin fecha IV

Pregunta: Maharaj, ¿querría hablar usted sobre el conocimiento? ¿Está usted diciendo que el conocimiento significa discriminar lo real de lo irreal? ¿Es eso lo que significa el conocimiento?

Maharaj: El conocimiento mismo es irreal.

Pregunta: ¿El conocimiento mismo es irreal?

Maharaj: Sí. El conocimiento es un pensamiento. Comienza en la ignorancia. El conocimiento y la ignorancia van juntos, como la obscuridad y la luz. Así pues, todo lo que usted ve es irreal. Los ojos ven con el conocimiento; pero lo que ven es irreal. La realidad no puede ser vista. Sólo la unidad es. Cuando todo es la realidad, ¿quién verá a quién? Ésa es la diferencia. Así pues, el conocimiento comienza desde cero, nada más. Finalmente, todos los pensamientos son olvidados. Cuando duerme, usted está en completa ignorancia, y el conocimiento aparece ahí con un pensamiento. Hace de él un sueño completo. Suponga que cinco personas están durmiendo aquí. Todas ellas están teniendo un sueño. Así pues, se han hecho cinco mundos diferentes, ¿no es así? En esta habitación, ¿cómo puede haber cinco mundos en esta habitación? Así pues, no es verdadero. Todos son sueños diferentes. Todos hacen cosas diferentes. Cada uno de ellos es todo. ¿Cómo puede hacerse todo eso en esta pequeña habitación? Así pues, no es verdadero. Ése es el significado. El conocimiento siempre va con la ignorancia. Cuando usted dice, «¿qué es este vaso? ¿Es un florero?», pregunta porque no lo sabe. El niño también pregunta, «¿qué es esto?». Él no sabe que es un florero. Pregunta queriendo comprender, porque no hay ningún conocimiento. Así pues, sólo si no tiene conocimiento, entonces usted puede preguntar. Así pues, el conocimiento y la ignorancia van siempre juntos. ¿Cómo puede ser real lo que se ve con el conocimiento? Cuando usted ve, ve cosas que no son verdaderas. Los ojos ven cosas. Todo lo que experimentan los cinco sentidos no es verdadero. Ése es el significado. Así pues, todo es ilusión. La visión viene, el oído viene, el tacto viene, el olfato viene. Los cinco sentidos son sólo conocimiento. ¿Qué hacen con el conocimiento? Así pues, ¿cómo puede ser verdadero? Puede decirse muy llanamente que todo es ilusión. El pasado no está en ninguna parte, el futuro no está en ninguna parte. Usted siente que el presente es verdadero, pero el presente tampoco es. Cambia a cada momento. Así pues, también está con el conocimiento. Sin conocimiento, nadie haría nada. De modo que lo que usted ve en el presente tampoco es verdadero. Ése es el significado. El pasado, usted no sabe; se ha ido. El futuro, usted no lo reconoce. En el presente, usted dice, «¡oh, es verdadero!», pero tampoco es verdadero. Así pues, se dice que todo es ilusión. Todo es ilusión. Usted ve todo debido a los pensamientos. Si no hay pensamiento, usted no puede ver. Si no hay ojos, usted no puede ver el mundo. Un hombre ciego no tiene mundo. Ellos dicen que hay un mundo. Pero cuando sus ojos son ciegos, ¿qué experiencia tienen? Si usted dice que es de noche, ¿qué experiencia tiene un hombre ciego? Él sólo tiene una experiencia de sí mismo. Suponga que digo a un hombre ciego que este florero es muy bonito. El hombre ciego dice, «¡oh sí!, es muy bonito». ¿Pero qué experiencia tiene?

La realidad está siempre aquí. ¿Está aquí la pantalla o no? Nosotros no hablamos de nada sino la pantalla. Sea ahí y experiméntela. Nada más. Olvide todo lo demás. Usted es Él; es muy simple. Si saco mi pierna fuera, estoy fuera de la habitación. Si la meto, estoy dentro de la habitación.

Pregunta: ¿Olvidar todo lo demás y experimentar la realidad?

Maharaj: La realidad es. ¿Quién experimentará «no experimentar»? Ése es el punto principal. No busque experiencia. El experimentador, el acto de experimentar y la experiencia son todos falsos según Shankaracharya. En el mundo sólo hay unidad. Cuando usted es por todas partes, ¿cómo puede experimentarse a usted? Cuando dice, «yo estoy muerto», usted está ahí, ¿no es así? Pero usted malinterpreta las otras cosas, el cuerpo, la mente, lo que sea. «Yo» es el ego, nada más. Olvide ese ego y usted es Él. «Yo» es ego. Olvide «yo» y usted es Él. Es una cuestión simple, pero es muy difícil para las gentes debido a que no saben, ¿qué hacer entonces?

Respuesta: Por eso estamos aquí con usted.

Maharaj: Correcto. ¿Por qué no? Así pues, cuando sabe que yo y usted son sólo uno, todo acaba. El ego no permanece. No hay nada sino yo. El resto es pensamientos, ¿no es así? Es una realidad sin-pensamiento, una realidad sin-pensamiento. Todo es falso. No hay ningún mundo tampoco. No hay ninguna realidad tampoco. Nosotros estamos en la ignorancia. Sólo estamos mirando las cosas falsas, por eso tenemos que decir que Él es la realidad. De otro modo, no hay ninguna palabra aquí. Todas las palabras receden de Él.

¿Por qué venir? ¿Por qué inquietarse? La unidad no puede ser comprendida; ella puede ser intuida, de manera que se necesita el Maestro, nada más. Usted mismo es un error, de manera que tiene que haber un corrector, alguien que corrija, ¿o no? El que corrige su error es su Maestro, nada más. De todos modos, usted es Él, pero no lo sabe. Eso es el error. Eso es la ignorancia. Así pues, se requiere alguien. Usted va a Colaba cuando quiere ir a Wakheswar. Colaba está en la dirección opuesta. Alguien debe decírselo, ¿no es así? Vuélvase entonces y vaya derecho. Entonces usted llega al sitio. La realidad es muy simple, pero las gentes no saben qué hacer. No hay nada malo ni bueno. Todo es un pensamiento, sólo un pensamiento. Es usted quien dice que es un florero. Él no es un pensamiento. Él no tiene ningún pensamiento. Él no dice que «yo soy un florero». Alguien dice, «¡oh, usted es Sharmila». No, yo no soy Sharmila. Los objetos que usted ve, no son nada, pero usted les da un nombre. Punjaji daba nombres. ¿Qué aconteció? Usted no ha cambiado. «Amrita, ven Amrita». Amrita significa «néctar». El néctar viene de ella. Los nombres no están en ninguna parte, no tienen ningún valor. ¿Qué hay en un nombre? Una rosa puede ser nombrada por cualquier nombre. Si usted dice algo… Suponga que alguien me dice una palabra en alemán, que llama al florero con una palabra alemana. ¿Importa algo eso? El florero no dice nunca que él es un florero.

Deseche «yo» y «soy» y diga sólo «Él». Deseche «yo» y «soy» y finalmente también «Él» y entonces no queda nadie. No hay ningún «yo». No hay ningún «Él». No hay ningún «Eso». Ningún «yo», ningún «soy», ningún «Eso». Y sin embargo es. Ése es el significado. Diga que todo es nada, pero usted permanece. ¿Quién lo dice? A eso se le llama comprensión. ¿Por qué ir por el camino largo? Pellizque su oreja así (Maharaj lleva directamente su mano izquierda a su oreja izquierda). No lleve su mano derecha por encima de su cabeza para pellizcar su oreja izquierda. ¿Por qué seguir todo este camino tan largo?

Pregunta: Así pues, ¿sobre qué enfoca uno su atención?

Maharaj: Yo no existo, el mundo no existe, la mente no existe. Entonces la ignorancia no existe y el conocimiento no existe. Todo comienza desde el conocimiento, el cual es ignorancia. La ignorancia de sí mismo ha provocado todos estos trastornos, nada más. Un pequeño error provoca una confusión muy grande. Durante años y años, usted no se conocía. ¿Qué hacer entonces? Es lo mismo que un ciervo en la jungla. Tiene almizcle en su barriga. Tiene ese olor en una glándula. Pero lo busca por todas partes, girando y girando. Todo el mundo gira. Cuando muere, las gentes cortan esa glándula y la usan. Es lo mismo cuando usted no sabe. Cuando alguien muere, le meten en una tumba. ¿Qué hacer entonces? ¿Por qué le meten en una tumba? Él no hizo nada, ni hizo tampoco algo; así pues, que se vaya al infierno. Cuando uno se comprende a sí mismo, dice «yo no moriré nunca. Yo no moriré nunca. Yo no existo».

Acepte. Usted tiene que aceptar. El aceptador y la aceptación son diferentes. Se requieren los dos, el aceptador y la aceptación. Sea el aceptador y entonces tiene la aceptación. Si usted no deviene hambriento, ¿cómo puede comer? Así pues, se requieren el aceptador y la aceptación, y también se requiere la fe en el Maestro; nada más. Lo que dice el Maestro es verdadero. Y si usted tiene la comprensión correcta de lo que dice el Maestro, entonces debe comprenderlo. Experimente esa comprensión. Eso es su experiencia de sí mismo. Los libros sobre el conocimiento están escritos por hombres sabios… escribieron esos libros. El Maestro dice que tiene experiencia, y finalmente usted recibe esa experiencia. Usted tiene que poner su sello en todo lo que el Maestro dice. El rey firma algo, pero no es suficiente; se requiere también su sello. Así pues, uno debe tener la experiencia. ¿Por qué no? Usted es Él. Pero, debido a la ignorancia, usted no puede aceptar la experiencia y la no experiencia. «¿Cómo puede ser?», se dice, «yo soy simple, o soy malo, soy así, o soy muy bueno. Yo he hecho muchas obras buenas, ayudo a la gente». Todo este tipo de cosas, todas estas insensateces. Pero nada de todo eso es verdadero, y sin embargo usted hace muchas cosas en ello. ¿Cómo pueden ser verdaderas? «¡Oh!, yo ayudo a los pobres», dice usted. ¿Quién es usted para ayudar? No ayude a nadie. Usted les da más ilusión.

Uno debe experimentar eso, uno debe experimentarlo por sí mismo. Usted ve una cosa blanca y dice que es azúcar. Pero no puede creerlo hasta que la ponga en su boca. Entonces, usted experimenta. Tenga el deseo y entonces puede experimentarlo. Si usted va al mercado, entonces puede obtener las viandas. Si se queda aquí sentado, entonces no obtiene nada. Uno debe tratar de aceptar lo que dice la persona realizada. Yo digo que usted es nada y que todo es nada. Nada es cero. Todo comienza de cero. ¿Y cómo puede usted ser esto, su cuerpo, su mente? ¿Cómo puede usted ser eso? El conocimiento está por todas partes, pero comienza de cero. El conocimiento no es verdadero. Es como el día y la noche, la obscuridad y la luz. Deje la obscuridad y la luz está aquí. Dé la luz y la obscuridad desaparece. Ocurre lo mismo con la ignorancia y el conocimiento. En el momento en que están aquí, vienen las similitudes. Así pues, el conocimiento no es verdadero. El conocimiento es una ilusión. Uno debe comprender eso. Cuando la realidad final es, el conocimiento se sumerge. La ignorancia se sumerge en la realidad y usted no existe. Mientras existe, usted no comprende mucho. Eso es ego. El conocimiento es ego; el ego es como un gusano. Si lo corta, se regenera. El ego es así. Ha recibido la ignorancia y también ha recibido la luz. La luz y la obscuridad son uno; nada más. Lo mismo ocurre aquí, mientras usted existe. Olvídese de usted mismo y usted es. ¿Quién comprenderá a quién ahí? Ahí no hay ninguna dualidad. Cuando viene el conocimiento, viene la dualidad. Cuando usted dice «yo», la dualidad debe estar ahí. Si no hay ningún «yo», ¿entonces qué? A eso se le llama ego, nada más. Si la luna oculta el sol, entonces hay un eclipse del sol. «Yo» es un eclipse de la realidad final. ¿A quién viene «yo»? A usted. Si «yo» viene a usted, entonces viene la sombra y la realidad recede; a eso se le llama un eclipse.

Todas estas cosas se han escrito para que uno pueda comprender. Las nubes vienen, pero el sol está siempre ahí. El sol no se pierde nunca. Usted no puede ver el sol porque las nubes están ahí. Las nubes llueven y entonces el sol se abre. Si usted quiere aceptar, entonces usted llueve; como las nubes. Entonces usted se abre. ¿Por qué no?

Usted ha aceptado su nombre, ha cargado muchas cosas sobre usted. Así pues, vienen muchos pensamientos. A las gentes debe dárseles la comprensión, nada más. Si yo pongo mi mano sobre la cabeza de una persona ignorante, él no puede obtener la realidad de ninguna manera. ¿Cómo podría ser eso? Si un muchacho no va a la escuela y su padre quiere que sea un abogado o un médico, ¿puede recibir ese conocimiento si el padre pone su mano sobre su hijo? No. El muchacho tiene que ir a la escuela. ¿Cómo puede usted obtener el conocimiento? Todo esto son cosas falsas, nada más. Hay una madre muy blanca, una madre europea, y el hijo es negro. ¿Puede devenir blanco poniendo su mano sobre ella? ¿Cómo puede él cambiar? Debe cambiarse la comprensión, nada más. El muchacho está en la ignorancia. Debe aprender de alguien. No sabe nada; es un niño. «Ahí hay mucha agua», dice cuando ve el océano. Hay muchísima agua. El padre le dice que no se inquiete, que eso es el océano. Con esto vierte más ignorancia en él. Así pues, uno debe comprender todas estas cosas. La comprensión puede hacer que algo sea verdadero, y finalmente esa comprensión deviene la realidad. Lo que usted ve y percibe no es verdadero. Suponga que aquí hay cinco personas durmiendo. Hay cinco sueños. Cinco mundos pueden producirse en esta pequeña habitación. Uno va a Inglaterra, otro va a América, otro va a China. Cinco personas, pueden ir a cualquier parte que quieran. ¿Quién les detendrá? Una vez que van a la India, ¿quién va a decir que no? Todo está sólo en esta habitación, ¿no es así? Así pues, ¿cómo puede ser verdadero? Usted mismo, cuando se despierta dice, «¡oh, era sólo un sueño!» Un borracho que no ha tocado el vino se duerme y tiene un sueño. En su sueño, bebe como si fuera de verdad. Bebe dos, tres o cuatro botellas. Cuando se despierta, ¿está borracho? ¿Cómo puede ser? Uno debe comprender de esta manera. Se requiere experiencia. Sin experiencia, ¿qué significa qué? Mi padre me dijo que esto es un florero. Usted lo llama florero. El florero nunca se llama a sí mismo. ¿Hay algún objeto que diga «yo soy eso»? Es usted quien lo llama.

Las gentes no conocen la comprensión real. Dicen, «¡oh!, he renunciado al mundo y ahora llevo la túnica azafrán». Y renuncian al mundo. ¿Cómo puede comprender usted cambiándose de vestidos? Ella se ha puesto la túnica azafrán. ¿Se ha hecho por eso una mujer santa? Se requiere la comprensión. Primero se requiere la comprensión. ¿Qué es todo esto? Y el Maestro verdadero dirá, «todo esto es falso, venga. No deseche nada. ¿Por qué desechar? ¿Qué son estas cosas? ¿Qué mal hace esto a nadie? ¿Por qué necesita usted ir a la jungla para ser un santo? ¿Qué se requiere?» Comprenda que todo esto no es verdadero, nada más. En una fracción de segundo todo esto puede devenir un átomo. El mundo no es nada sino un átomo. Los científicos lo han probado. El mundo es un agujero negro. Ahí no hay ninguna luz. Ahora han avanzado y dicen que el mundo no existe. Si usted sueña, ¿dónde ocurre? ¿Quién lo hace, dígame? Usted está durmiendo. En el sueño usted no hace nada, pero experimenta todo, ¿o no? ¿Quién lo hace? Alguien le abofetea en el sueño y entonces usted se despierta. En la medida en que usted mismo deviene objetivo puede ver todos estos objetos. De otro modo, ningún objeto es verdadero. Es el milagro de los ojos, nada más. Los indios son negros, los extranjeros son blancos. Todos tienen dos ojos, ¿no es así? Todos tienen una nariz, dos orejas. Todos comen por la boca, ¿no es así?

¿Diferencia de color; qué es eso? Vaya a lo que es común. ¿Qué es común en todo el mundo? El poder es común en todos. Si el poder se detiene, todo el mundo muere. Ya sea en América o en la India, en todas partes. Ocurre lo mismo con la electricidad. Cuando el polo negativo y el polo positivo se juntan, viene el poder y viene la luz. Cuando usted se olvida de usted mismo, eso es el polo negativo. Entonces viene un pensamiento, eso es el polo positivo; debido a que entonces aparece todo el mundo. Cuando duerme profundamente, usted está en completa ignorancia; en cero. Entonces viene un pensamiento, viene el conocimiento. Un pensamiento es positivo. Hace que aparezca todo el mundo. Si toca la electricidad, usted muere. La electricidad no sabe nada.

Pregunta: Maharaj, usted habla sobre tocar la electricidad. Ha habido gentes que me han tocado y gentes a quien he tocado que supuestamente han sido Maestros realizados; y fue así, casi como un shock. La vibración de esas personas era muy fuerte. Lo mismo que un shock. Pero eso no tiene nada que ver con la comprensión. Hacía que entrara en un lugar muy dichoso, en un lugar muy apacible; esto ocurría cuando yo estaba con el maestro devocional, el maestro bhakti. Pero no se producía ninguna comprensión.

Maharaj: Eso es la cosa principal, ¿no es así? Si toca la electricidad, muere. Si no murió, es que no era la electricidad real.

Pregunta: Muchos maestros nos dicen que uno tiene que estar preparado para recibir el poder de este conocimiento…

Maharaj: El poder es usted mismo. Usted es Él.

Pregunta: Así pues, ¿todo es falso? ¿Todo eso es sólo parte de la ilusión, de una ilusión espiritual?

Maharaj: Ellos no se conocen a sí mismos. Si yo soy médico, puedo decir que soy médico. ¿Cómo puede decir eso alguien que comprende? Suponga que usted ve un burro y que alguien dice que es un caballo. ¿Estaría usted de acuerdo? No, no estaría de acuerdo. Usted diría, «usted es un tonto. Es un burro. ¿Cómo puede decir que es un caballo?» Ciertamente parece un caballo. Tiene dos orejas. Lo mismo que un caballo. Pero hay una diferencia: un burro y un caballo no pueden ser lo mismo. Ellos no se conocen a sí mismos, de modo que no dicen nada. Una persona tiene una pistola de juguete y finge que le dispara, pero usted no muere. Él mismo es un juguete. ¿Cómo puede hacer esa persona que usted muera? Cuando él dice que usted tiene que morir, sus palabras pueden hacer que usted muera. ¿Por qué no? Las gentes no comprenden esto. Muchas gentes dicen cosas falsas. ¿Por qué? Yo no lo comprendo. Rajneesh estaba aquí. Él decía que ponía su mano sobre su cabeza (de usted), y que así usted obtenía la Kundalini. ¿Cómo puede ser eso? Todo el mundo obtenía su Kundalini en una semana —eso decía él, ¿no es así?

Su conocimiento debe despertar. El conocimiento debe despertar y entonces el conocimiento mismo dice, «yo no soy verdadero». Ése es el despertar, de otro modo no hay despertar. Ellos no saben; no es su culpa. Usted tiene que ir más allá de cero aquí, más allá del cielo, donde todo acaba. Tiene que ir más allá de eso; entonces puede comprender lo que es la realidad. Usted puede sentarse aquí o irse allí. No hay nada de qué inquietarse. Usted puede ser una cereza o puede ser Dios. No son más que pensamientos; nada más. Las gentes indias creen que los ídolos son Dios. Las gentes católicas romanas, o extranjeras, creen en Cristo, en la Cruz. Incluso piensan que la cruz es Dios. ¿Qué hacer entonces? Todo el mundo habla debido a la ignorancia. Se enredan a sí mismos de esta manera. Yo no puedo comprender. «Conócete a ti mismo y conocerás el mundo» —eso es lo que Cristo dice en la Biblia. Conózcase a usted mismo. Primero, ¿quién soy yo? ¿Qué es conocerse a usted mismo? Usted es conocimiento. Toque ese conocimiento. Entonces usted muere y deviene Él. El conocimiento no permanece. Si toca la electricidad, ¿muere usted o no? Entonces, si usted toca el conocimiento, el conocimiento se va y usted no muere. Usted permanece más allá de la ignorancia. Uno no quiere morir; ésa es la dificultad. Ellos piensan que son el cuerpo. ¿Por qué inquietarse por el cuerpo? El cuerpo está muerto ya, así se lo digo. El poder está aquí y yo hablo. Si no hay poder, se acabó en un instante. Así pues, realmente es un cuerpo muerto. ¿Por qué inquietarse? Todo el mundo tiene miedo de la muerte debido a que piensan en el cuerpo. El cuerpo muere; usted no muere, pero dice, «yo muero». ¿Qué hacer entonces? Cuando un borracho dice, «¡oh, yo soy un rey!», ¿quién puede negárselo? Si usted le dice a un borracho, «¿cómo puedes ser un rey?», el borracho le abofeteará. «¿qué dice usted?», dirá, «váyase a un manicomio. Usted es un loco; hay muchas gentes locas. Mejor actúe como una persona loca, o no le dejaremos estar aquí».

Se necesita tener comprensión. Una vez mi Maestro estaba dando una charla, «yo nunca os he pedido nada, yo no quiero nada de vosotros. Hoy os digo que voy a tomar vuestra vida». ¿Quién comprendió? Usted tiene que dar algo. El significado está ahí. Usted ha devenido una criatura muy pequeña. Eso es lo que quiero tomar. Yo quiero hacer que comprenda completamente. Por el ego, usted ha devenido la criatura más pequeña. Dé ese ego al Maestro y devenga grande. El ego es sólo un pensamiento. El ego hace el mundo entero. Trate de comprender. Las gentes no comprenden. ¿Qué es una vibración? El aire entra y causa una vibración. Viene y se va, ¿o no? Todo vendrá y se irá si usted comprende «¿quién soy yo?» La vibración puede hacer cualquier cosa por usted. Si usted va a gentes santas y no pregunta nada, ¿cómo va a comprender entonces? Si va a un hombre sabio y le dice, «déme dulces»; o si usted va a una bodega y pide dulces, ¿cuál es el significado de ello? Sin embargo, el hombre sabio le saca de sus pensamientos, y entonces usted llega a la realidad sin pensamiento.

Uno no debe inquietarse por nada. Puede venir cualquier sueño, ¿o no? En esta vida mundana, puede acontecer cualquier cosa. ¿Por qué inquietarse por ello? Así pues, ¿alguna pregunta más?

Pregunta: Hay una pregunta sobre esta cosa de curarse. ¡Ah! ¿Por qué todo esto? Quiero decir que el cuerpo es… Cuando hacemos medicina homeopática o tomamos píldoras, o hacemos trabajos de curación, o todas estas cosas, algo parece que cambia. ¿Qué hay de todo esto? ¿Puede usted hablar un poco sobre este fenómeno? ¿Es eso parte de la ilusión?

Maharaj: Todo es ilusión. El fuego permanece en el cuerpo, pero algo deviene menos, los cinco elementos en el cuerpo, algo deviene menos. Así pues, usted tiene que poner ese elemento de más. Eso es medicina, nada más. De esta manera funciona correctamente.

Pregunta: ¡Ah!, se trata de equilibrio.

Maharaj: Sí, de idoneidad. Los cinco elementos se juntan y usted danza. Así pues, ellos le han salvado a usted siempre, ¿no es así? Los cinco elementos le han salvado. La realidad es; si usted comprende la realidad, entonces no haga nada. Si usted va al circo, hay un tigre, y una vaca y una cabra todos juntos. La magia verde funciona así, y todos ellos están juntos. Así pues, los cinco elementos están operando en el cuerpo, y si acontece que algo no funciona, usted se siente enfermo, pero nada más. Ponga alguna medicina para ese elemento y todo estará bien. En sánscrito los llaman los cinco elementos. Lo que acontece cuando usted recibe el nacimiento, es que estos elementos friccionan entre sí. Ellos están friccionando siempre. Lo mismo que en un circo, donde están juntos el tigre, la cabra y la vaca; de la misma manera ellos están aquí, pero el poder puede arrojarlos de usted.

Pregunta: Así pues, ¿la comprensión afecta al cuerpo?

Maharaj: Esté cómodo en el cuerpo mientras esté aquí la conexión del conocimiento. Ellos deben venir, ¿o no? O usted debe dejar que se vayan. Esto no es un cuerpo muerto. La conexión está aquí, no hay mal en ello. Suponga que le ponen una inyección para dormir; entonces no hay ningún dolor.

Pregunta: ¿Experimenta dolor la persona realizada?

Maharaj: Trastorna, sí.

Pregunta: ¿Trastorna incluso a alguien que no está identificado con el cuerpo?

Maharaj: Sí, el conocimiento ha traído muchos trastornos. El conocimiento sólo significa que usted es cada vez más esclavo; vaya a ese conocimiento, pero comprenda que no es verdadero. Dígase, «yo no soy eso». Suponga que un hombre es operado, de manera que hay mucho dolor, mucho sufrimiento; entonces llama al médico, que le pone una inyección, y se duerme. ¿Le da la inyección su sueño? No. El dolor sigue ahí, pero ahora él no lo sabe. Después se despierta, «¡ay, ay!» La mente trae todo, la mente trae el conocimiento; mientras el conocimiento esté aquí, el sufrimiento debe venir. Usted no es quemado. La realidad dentro de usted no es quemada. ¿Qué tiene que hacer el cielo si viene el fuego? El cielo no se inquieta nunca si un fuego viene y se va. Usted es más sutil que el cielo, ¿por qué debe sentir algo? En el mundo acontecen muchas cosas. Y Él dice, «si usted comprende verdaderamente no acontecerá nada». Todas las cosas acontecen bajo el sol, nada más. Si el sol no sale, ¿qué puede decir usted, dígame? ¿Cuándo será de noche y de día entonces? Uno debe comprender esto. Debe hacerse muy fácilmente, pero aquellos que no saben, lo hacen muy difícil. Después de muchos nacimientos —dicen que si usted no comprende en este nacimiento, comprenderá después de muchos nacimientos. ¿Por qué no? Lo que usted tiene que saber —¿cuánto tiempo lleva conocerse a usted mismo? El Maestro real dice que es muy fácil. Así pues, nadie es malo y nadie es bueno; ¿por qué inquietarse entonces?

Pregunta: Así pues, Maharaj, el estado de comprensión… toda la vía de bhakti que he hecho, ha seguido un curso de amor, de abandono, de más amor; cuanto más claro y más libre deviene uno tanto más amoroso deviene. ¿No tiene nada que ver esto con la comprensión? Entiendo que comprender es comprender y que uno se comporta del modo en que lo hace en el momento debido a que la comprensión está siendo comprendida a través de este cuerpo. Pero a mí me parece que eso no tiene nada que ver con más o menos amor. El amor me suena como amor; es sólo un estado.

Maharaj: El amor es un pensamiento.

Pregunta: De acuerdo.

Maharaj: A usted le gusta este magnetofón (señalando al walkman), pero a mí no me agrada. Usted puede escuchar después. Así pues, aunque a mí no me agrada, usted puede escuchar después y por eso le gusta el magnetofón. ¿Soy yo sordo entonces? El amor es un pensamiento, nada más. El gusto y el disgusto es un pensamiento. Lo que usted no es, eso es lo que usted quiere; ése es el punto principal. La mente no está nunca satisfecha con lo que ha recibido. Alguien tiene mucho pelo en la cabeza. Otro no tiene tanto pelo, y querría eso; dice, ¡oh!, yo quiero algo más de pelo». Querer no es nada, es sólo un pensamiento. Usted tiene el pelo rizado, y lo quiere liso. El que tiene el pelo liso lo quiere rizado, ¿qué hacer entonces? Así pues, usted no quiere lo que tiene. De la misma manera, a las gentes blancas les gustas las gentes negras, y a las gentes negras les gustan las gentes blancas. En eso no hay nada, todo se debe a los ojos, los ojos manifiestan todo. Él dice, «ésta es mi tía, ¿ves?» Usted dice eso y ella deviene «tía», ella es su tía; ¿alguien pone en duda que ella es su tía? ¿Dónde está la India? ¿Dónde está América? Es sólo un pensamiento. Suponga que digo, «déme cinco gramos de América, ¿puede usted hacerlo? Muéstreme los cinco gramos de América. Déme cinco gramos de América. Nosotros decimos que es la India. ¿Pero dónde está la India? Se dan nombres a diferentes cosas. Alguien debe saber las cosas comunes. No es la India, no es Japón, no es China, no es América. Suponga que va a América, ¿puede usted ver América? Está en su pensamiento, nada más. Así pues, uno debe tener la comprensión, nada más. Cuando viene la realidad, entonces todo desaparece. Una persona ignorante dice que todo es verdadero, una persona realizada dice que todo es falso, que nada es verdadero, que todo es ilusión. Su cuerpo y mente también es ilusión, délo por hecho. Si puede, vaya más allá de eso, es muy fácil; tiene que conocerse a usted mismo, ¿quién soy yo? Usted no puede ver a Dios y tampoco puede ver al ego, los dos están cerca, ¿me sigue? Así pues, sea Él, y conozca-Le; ése es el punto principal. Seguiremos hablando mañana.

Conversación sin fecha V

Pregunta: ¿Puede usted hablar sobre la relación del Gurú y el discípulo?

Maharaj: Si usted es un aspirante, entonces debe tener fe en el Maestro. Ésa es la primera cosa. Si no hay fe, todo es inútil. Siempre quedan dudas. Que no haya fe significa que en la mente siempre quedan dudas. Al aspirante puede ocurrirle cualquier cosa, sin embargo debe tener una completa comprensión de que todo es para bien. Uno no debe inquietarse por la ilusión. La ilusión siempre le perturba. Cuando acontece eso, significa ilusión; la ilusión siempre viene, de modo que rompe su fe. Muchas cosas pueden acontecer contra su deseo, pero uno debe decir siempre que acontezca lo que acontezca es siempre bueno para mí. Debido al cuerpo, a la mente o al conocimiento, usted siente, «¡oh!, ha ocurrido algo contra mi deseo». Sin embargo, usted debe olvidarlo. Acontezca lo que acontezca al cuerpo, usted debe tener esa fe. Que acontezca; dígase, «¿por qué debo inquietarme? El Maestro me ha dicho que yo no soy el cuerpo». Uno tiene que someterse al Maestro. Hay el ejemplo de un rey que recibe un corte en la mano; cuando un rey se corta vienen muchos médicos y ocurre de todo. El rey llama a su primer ministro, y el primer ministro es de los que creen que todo es para bien. Así pues, le dice al rey, «lo que ha ocurrido es para bien»; pero el rey dice, «metedle en la prisión», de modo que le meten en la prisión. La orden del rey es siempre una orden, ¿no es así? Después de algunos días, allí seguía el corte y estaba vendado; el rey fue de caza y se perdió del camino. Entonces fue cogido por las gentes de la jungla. «¡oh!, ahora tenemos un buen tipo! Le sacrificaremos mañana». Le dieron un baño y al día siguiente le pidieron que se levantara con las manos en alto. «¡Oh, tiene un corte!» Nada así puede ser ofrecido a Dios». Entonces el rey comprendió que este corte era para su propio bien. «Así pues, lo que me dijo mi primer ministro de que era para bien era correcto». Volvió a palacio, llamó al primer ministro y dijo, «estoy de acuerdo contigo, era para bien, pues de otro modo habría perdido mi vida. ¿Pero qué hay sobre ti? Tú has pasado en la prisión veinticinco días». «¡Oh!, dijo el primer ministro, fue para bien; pues si hubiera estado contigo habría sido sacrificado». El ejemplo puede ser verdadero o puede no serlo, pero uno debe tener fe. Usted mismo es el creador; se ha puesto en una cierta posición. Usted siempre quiere cambiar esa posición. Pero uno no debe inquietarse por lo que acontece, porque todo es ilusión. Usted ha recibido un cuerpo y el ego le hace pensar siempre contra las enseñanzas del Maestro. El Maestro dice qué hacer. El ego dice, «¿qué puedo hacer yo?» El ego no le deja romper la situación. Uno debe tratar de comprender. Así pues, se requiere mucha fe. Suponga que el Maestro le dice a un discípulo, «ahí hay un perro; sal y dile que se vaya». Pero cuando el discípulo sale, encuentra una vaca y no un perro. Entonces el discípulo, al ver la vaca, dice, «yo no sé, yo no sé», pero sin embargo la dice que se vaya. ¿Por qué? Porque tiene fe en el Maestro. Su ego es probado por el Maestro. Usted debe serle muy fiel. Pero el Maestro debe ser una persona realizada, pues de otro modo no es de ninguna utilidad. Si el Maestro está realizado, entonces que acontezca lo que acontezca, porque, después de todo, todo es una ilusión y no está aconteciendo nada. En un sueño acontecen muchas cosas, ¿se inquieta usted por eso? No. Usted no se inquieta nunca. Usted deviene un rey o un mendigo, y sin embargo no le importa porque, cuando se despierta, sabe que eso es nada. Así pues, cuando el despertar viene aquí por la gracia del Maestro, ¿qué ocurre? Que usted no se inquieta por nada. La mente siempre requiere algo para tener un soporte, la mente piensa siempre de maneras muy diferentes; la mente ha recibido la maldición de no escuchar al Maestro. Si viene la muerte, que venga, ¿por qué inquietarse? Todas estas cosas vienen sólo con la fe. El Maestro dice, «usted es Él»; pero la mente no acepta. Así pues, la mente siempre se equivoca; acontece algo y dice, ¿qué hacer? El Maestro lo ha dicho de esta manera y ello acontece de otra. ¿Qué hacer y qué no hacer? La mente entra en un dilema, la mente tiene miedo; una mente siempre es una mente. Piensa bien y mal a la vez. Ha recibido el mal hábito de pensar mal primero y después bien. Si el marido de alguien ha ido a alguna parte y vuelve tarde a casa, su mujer piensa, «¡oh! ¿Qué habrá ocurrido?, habrá ocurrido un accidente». Piensa una cosa mala. Uno no piensa nunca, «¡oh!, debe haber devenido el primer ministro, debe estar en un buen palacio. ¿Por qué debo inquietarme?» No, la mente no dice nunca cosas buenas, dice siempre cosas malas, «debe haber ocurrido un accidente, debe haber muerto. Dios sabe lo que ha ocurrido, ¿qué vamos a hacer?».

El discípulo de la persona realizada no se inquieta por nada. Si acontece algo, que acontezca, ¿por qué inquietarse? ¿Por qué pensar algo malo? Diga que todo es para bien. La mente es siempre corta, ¿no es así? Cuando uno es corto de mente no puede pensar muchas cosas. El que ha recibido la comprensión, dice, «¿por qué inquietarse?» El Maestro puede estar con usted o puede no estar con usted, pero la fe que usted ha recibido en su mente le lleva al nivel justo. Y usted hace las cosas justas. Las gentes pueden pensar, «¡oh!, él es una persona tonta». El Maestro dice, «no, no hay nada de qué inquietarse». El Maestro siempre da una indicación. Yo no quería quedarme; pero, sin embargo, Siddharameshwar me dio la bendición de que llevara unas túnicas azafrán y ellas iban a quemar la ilusión. De manera que la ilusión trajo el miedo de la muerte. Miedo del león o de un tigre, no importa. Me pasó lo mismo un día en que llevaba ciento cincuenta túnicas cuando estaba en Rishikesh, ¿qué hacer entonces? Escribí una carta a Maharaj, me vuelvo a casa. Puse la dirección y todo. Fui yo mismo a la oficina de correos. Fui allí y aquella idea se paró en mi mente. ¿Qué era toda aquella insensatez? Siddharameshwar me lo había pedido, ¿no es así? Si viene la muerte, no te inquietes por eso. Así pues, rompí la carta; eso es fe. Si viene la muerte, que venga; ¿por qué inquietarse? El cuerpo tiene que morir, pero yo no voy a morir. El Maestro hace que usted comprenda eso. Cuando usted es nadie, entonces debe sentir eso en la mente, y eso es la relación entre el Maestro y el aspirante. Acabé a los cuatro meses y entonces volví, y todavía estoy haciendo esto. ¿Me sigue? Si hubiera tenido miedo de aquella ilusión, entonces habría muerto, así se lo digo. No se inquiete. ¿Me sigue? Este cuerpo es así, ¿no? El cuerpo-mente es muy sucio, y muy fantástico también; el no va a dejar que usted vaya a la Realidad, porque en eso está su muerte. Así pues, uno debe tratar de comprender lo que dice el Maestro, délo por hecho. Entonces, si el Maestro dice algo erróneo, acéptelo también. El Maestro puede probarle también a veces, ¿por qué no? Pero si usted va y dice, «¡oh, yo tengo ésta y esta inquietud», entonces el Maestro dice, «tome la medicina». ¿Por qué lo dice? Porque el Maestro sabe que cuando usted le pide es que está inquieto. Usted siente que es una inquietud. Pero si usted siente que eso no es una inquietud, ¿qué acontecerá entonces? Todo se resolverá sin hacer nada. Sólo se requiere fe, nada más. Así pues, lo que le digo es una protección. Si una madre se cae con su hijo en los brazos, sin duda se hace daño, pero no se preocupa; ella dice, «¡oh, mi hijo, mi hijo!» Usted no ha recibido ningún daño, ¿no es así? Así pues, el Maestro le protege. El Maestro está a nuestra espalda. El Maestro está conmigo; ¿por qué debe entonces quedar en la mente algún temor o alguna duda? Excepto Él, no hay nada en el mundo; pero, sin embargo, la mente de uno no puede aceptarlo porque la mente es así. La mente es muy sucia; venga el bien que venga, ella no lo acepta. Así pues, usted tiene que matar a su mente. Diga, «yo no existo, en mí sólo existe Él ahora», y esto pone todo en su justo lugar, ¿por qué no? El Maestro debe ser un realizado, de otro modo todo es inútil. Si el Maestro no está realizado, entonces todo es inútil. ¿Qué puede hacer un aspirante, dígame? Pero si un Maestro ha comprendido correctamente, entonces dará el consejo correcto. Así pues, trate de comprender primero al Maestro, tenga mucha fe en él, nada más. Ramdas tiene ciento cuatro estrofas sobre esto en un capítulo; si el Maestro no está realizado, entonces usted no puede ser cambiado. Cuando el aspirante está en la vía errónea, el Maestro puede cambiarle. ¿Por qué? Porque es el Maestro, ¿no es así? Pero el Maestro también debe comprender, «yo no soy un Maestro»; entonces es un Maestro verdadero. Él está por todas partes. ¿Por qué decir que yo soy un Maestro? Usted ha olvidado sus cosas, y ahora le son devueltas, ¿ha hecho usted algo? Todo el mundo ha olvidado su liberación, y Él le libera. ¿Cómo puede liberarle? Sólo si usted tiene esa fe en Él; de otro modo, usted estará cada vez más inquieto, délo por hecho.

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